Hace unos días asistí a una actividad del Grupo de liderazgo del sector agrícola, constituido por la Corporación Hortícola Nacional, la UPANACIONAL, la Unión Nacional de Productores Agropecuarios Costarricense (UNAG) y la Unión de Productores Independientes y Actividades Varias (UPIAV). El propósito de mi asistencia era responder dos preguntas. ¿El sector agropecuario es relevante todavía? ¿Puede la actividad agropecuaria aportarle al crecimiento del país? Los agricultores están muy decepcionados de las políticas públicas de los últimos tiempos porque han generado un proceso de destrucción del sector agropecuario. Así que responder a esas preguntas es fundamental para el momento que vive el país. La respuesta que di a las dos preguntas fue un rotundo SI.
En las últimas cuatro décadas el pais ha experimentado la aplicación de una estrategia productiva que favorece la exportación, basada en las zonas francas, y deprime la participación del sector agropecuario. Se ha desarrollado un modelo económico dual: por un lado, crece la producción para la exportación de bienes y servicios, instalada en zonas francas; y por otro, la producción para el mercado nacional se mantiene estancada. Los promotores del modelo argumentan que es más barato comprar productos agropecuarios importados, por lo que no tiene sentido producir esos productos a nivel local. De esta manera, se ha abierto el mercado nacional a los productos agropecuarios importados, disminuyendo los impuestos de importación. Simultáneamente, se va destruyendo todo el apoyo estatal a los productores agropecuarios, lo que genera una desprotección total de los pequeños y medianos empresarios del campo. Como resultado, el sector agropecuario pierde participación en el total de la producción nacional. Y, frecuentemente, no se cumple la promesa de tener productos importados más baratos.
En los últimos años, a la baja de aranceles de importación de los productos agropecuarios se une la caída del tipo de cambio, lo que genera un abaratamiento del costo de importación, beneficiando a los grandes empresarios importadores agropecuarios. Con esto aumenta la ganancia de tales empresarios (si no bajan los precios al consumidor) o genera presión sobre el productor nacional (si bajan el precio del producto en colones). De esta manera, el pequeño y mediano productor no se beneficia de la baja del tipo de cambio, quedando rezagado en la competencia con los grandes importadores.
La nueva estructura productiva
Como resultado de este proceso, el tamaño del sector agropecuario ha bajado en las últimas décadas. En el gráfico 1 se observa que la actividad productiva de este sector apenas llega al 12% del total de la producción generada en el país. La mitad de lo generado por el sector se destina al mercado interno (lo que se representa mediante un cilindro naranja). La otra mitad va hacia el exterior (dibujado con un cilindro gris). Aunque reducido, respecto a lo que era hace cuatro décadas, el gráfico revela que el sector puede darle dinamismo a la economía, tanto en el mercado interno como en el externo.
La pérdida de importancia del sector agrícola se corresponde con la aparición de la producción de ensamblaje. El gráfico muestra que esta nueva actividad absorbe un poco menos del 14% de la producción nacional. La producción de ensamblaje, que existía antes de la aplicación del nuevo modelo de apertura, es el cilindro naranja que equivale al 2,5% de la producción total del país. Es la vieja industria del modelo anterior, que surgió amparada al Mercado Común Centroamericano, a partir de la década del 50, y que ahora tiene un peso marginal por las políticas de apertura.
La nueva producción de ensamblaje, dibujada mediante un cilindro gris, genera el 11% de la producción nacional y está completamente orientada al exterior. Se le define como una actividad de ensamblaje porque su proceso productivo se limita a procesar materias primas e insumos producidos en el exterior. Es decir, en el país se elabora la parte final del proceso productivo. En pocas palabras, es un ensamblaje. Tal segmento de la producción no existía hace 40 años. Ahora aparece en el gráfico como la muestra más clara del impacto del nuevo modelo de apertura en la estructura productiva. Los ejemplos más llamativos de este tipo de ensamblaje son la producción de equipo médico, los componentes para computadoras de INTEL y el área de servicios de exportación como los procesos administrativos – contables, las asesorías legales, las asesorías de ingeniería y otras similares. Esto último es la parte de más crecimiento en los años recientes. Podría definirse como una especie de maquila intelectual, porque lo que se realiza aquí son segmentos de un proceso global que se desarrolla en otras partes del mundo. Tanto la producción de bienes ensamblados como los servicios de exportación son de alta tecnología, elaborados por trabajadores costarricenses con un alto nivel de preparación profesional o técnica. Por eso, el espacio de desarrollo del área de ensamblaje está focalizado en el centro del país. No puede extenderse al resto del país, en particular a las zonas de menor desarrollo ubicadas en las regiones costeras y en el Norte y en el Sur. De ahí que su aporte al crecimiento es limitado. Con sólo el ensamblaje de zona franca, el país no puede aspirar a crecer más que las tasas mediocres de los últimos años, que no superan el rango del 3% – 4% anual.
Además de lo anterior, hay dos sectores de producción que son importantes para la economía del país: el turismo y la construcción. El turismo, de acuerdo al gráfico, aporta producción al mercado interno (un 3,8% del total producido) y al mercado externo (un 3,6% del total nacional). La construcción es una actividad orientada al mercado interno, por su naturaleza, generando un 9% del total de la producción. Ambos sectores podrían aportar más al crecimiento del país, pero las políticas públicas no los han estimulado adecuadamente. Con políticas claras estos sectores generarían mayor aporte al crecimiento del pais.
Los cuatro sectores mencionados, que se ubican a la izquierda en el gráfico, son los motores del crecimiento nacional. Sin embargo, en la estructura productiva absorben la mitad de la producción generada en el país. ¿Qué pasa con el resto? A la derecha del gráfico está la otra mitad. Se trata de actividades que, en sí mismas, no son motores de crecimiento, pero son necesarias para el funcionamiento de la economía. Ambas están orientadas a satisfacer necesidades del mercado interno (obsérvese los cilindros naranjas). En el segmento de apoyo tenemos el comercio, el transporte, las finanzas y otras activades similares. En la parte de servicios básicos se cuenta, entre otros, con la educación, la salud y los servicios gubernamentales (del nivel central y del nivel regional). Estas actividades, las de apoyo y los servicios básicos, se mueven en función de los cuatros motores de crecimiento, y aquí está la clave de la capacidad de aporte al crecimiento de tales motores.
Los encadenamientos como clave del crecimiento
El dinamismo y el empleo que generan los motores de crecimiento no se explica sólo por su nivel de producción directo. Más importante es la capacidad que tengan de vincularse entre sí, y, sobre todo, de arrastrar a los sectores de apoyo y a los servicios básicos. En una economía como la costarricense, por ejemplo, el comercio y el transporte no lideran el crecimiento; por el contrario, su expansión depende del estímulo que generen los motores de crecimiento. De esta forma, los motores de crecimiento funcionan como una especie de locomotora que acarrea al resto de carros del tren. Pero, y éste es el detalle fundamental, el largo del tren no es el mismo en el sector agropecuario que en el sector de ensamblaje. Figurativamente, podríamos decir que la actividad agropecuaria tiene una locomotora que mueve un tren con seis vagones, el ensamblaje mueve un tren con un solo vagón. Por lo tanto, aparece el análisis de los encadenamientos. El encadenamiento de cada sector se refiere a su capacidad para generar compras entre las empresas del sector y compras afuera del sector, principalmente en los sectores de apoyo y en los servicios básicos. Conforme más compras produce un sector, mayor será la magnitud de los encadenamientos.
El gráfico 2 muestra un indicador de encadenamiento productivo que se llama multiplicador. Dicho indicador mide la cantidad de colones que se producen en el resto de la economía por cada 100 colones que produce el sector. Las actividades agropecuarias tienen la mayor capacidad de multiplicación de la economía nacional. El café, por ejemplo, tiene un multiplicador de 116. Es decir, por cada 100 colones que se generan en la actividad cafetalera, el resto de la economía produce 116. Algo similar sucede con otras actividades del sector. El arroz tiene un multiplicador de 83, la producción de lácteos muestra un multiplicador de 80. La producción de frijol multiplica 74 y la papa 67. Por el contrario, las activades de ensamblaje, de zona franca, generan los menores encadenamientos de la economía. La producción de equipo médico tiene un multiplicador de 27, mientras la producción de componentes para computadoras reporta un multiplicador de 21. Si comparamos los extremos de ese gráfico, tenemos que la producción cafetalera es seis veces más potente que la elaboración de productos para computadoras. El café produce muchísimo más crecimiento que las zonas francas. Los encadenamientos del sector agropecuario son muy superiores a los del ensamblaje.
¿Por qué se producen esas diferencias en los encadenamientos? La producción de ensamblaje trae del exterior la mayor parte de las materias primas y de los insumos. Además, tal producción la realizan empresas transnacionales que remiten una parte, o la totalidad, de las utilidades a su casa matriz. Queda en el país solo la parte de remuneración a los trabajadores y algo de compras de materias primas e insumos. Un ejemplo revelador es la producción de equipo médico. Del valor producido por estas empresas, el 40% corresponde a materia prima importada. Las remuneraciones a los trabajadores locales y las pequeñas compras de materias primas e insumos locales absorben el 25% del valor de producción. Las utilidades generadas llegan al 35% del valor producido. Debe recordarse que no pagan impuesto sobre la renta. Por lo tanto, en el país sólo queda el 25% del valor producido. En estas condiciones el encadenamiento es muy limitado. En consecuencia, sin negar su importancia en términos de empleo calificado y generación de dólares, el aporte del ensamblaje a la estructura productiva del país es bastante limitado. Esta información es una elaboración propia con datos oficiales del Banco Central de Costa Rica. Esto se aclara porque algunas entidades encargadas de la promoción de las zonas francas hacen malabarismos numéricos, con datos oscuros, para tapar esta realidad.
El caso opuesto es la producción agropecuaria, que compra su materia prima en el país y la mayor parte de las utilidades queda aquí porque los empresarios, grandes o pequeños, están radicados en el país. Tales utilidades pagan impuesto sobre la renta. Por ejemplo, cuando se compra una caja de leche, un paquete de queso, o un helado, estamos ante una larga cadena productiva que va desde el ganadero, grande o pequeño, que entrega su leche al camión cisterna que llega al portón de su finca, pasando por la elaboración industrial de los productos, hasta que se colocan en los comercios encargados de su distribución al público. De esta manera, el encadenamiento se expande por todo el tejido productivo del país.
Sin embargo, la joya de la corona para la estrategia de apertura ha sido el ensamblaje. Se ha despreciado el aporte de la actividad agropecuaria, quitándole toda importancia en la estrategia productiva y desmantelando los diferentes mecanismos de apoyo estatal. Al respecto, lo que se privilegia es la importación de los productos competitivos a los que produce el sector agropecuario. Se abandona la producción para rendirse a los pies de la importación.
¿Por qué la economía no pasa de las raquíticas tasas de crecimiento del rango de 3% – 4% anual? Porque le están apostando a un motor de crecimiento pobre. El ensamblaje genera empleo calificado y cierta cantidad de dólares en regiones específicas del centro del país. Esto no se niega. Pero es absolutamente insuficiente para darle un crecimiento sólido al resto de la economía. No genera encadenamientos suficientes y sus condiciones de operación sólo se pueden dar en el centro del país, sobre todo por la mano de obra calificada que necesita. Para lograr tasas de crecimiento importantes, al menos en el rango de 6% – 8% anual, es necesario incorporar al sector agropecuario, que opera en todo el país, y que tiene gran capacidad de encadenamientos. Estamos en un país de vocación agrícola, desde hace más de dos siglos, aunque el dogmatismo neoliberal haya querido tapar esa realidad. Para alcanzar niveles importantes de ingreso por habitante, similares a los de países muy avanzados, como las naciones nórdicas, nuestra economía debe crecer a tasas en el rango de 8% – 10%, durante 25 ó 30 años. El desnutrido crecimiento del 3% – 4% de hoy nos mantendrá como economía de tercera o cuarta categoría.
Así que mi respuesta a los dirigentes del Grupo de liderazgo de las organizaciones agrícolas fue: sigan luchando, la verdad está de su lado, preparen una propuesta de política sectorial sólida, con la esperanza de que pronto su voz sea escuchada en las instancias de la toma de decisiones gubernamentales. El sector agropecuario sigue siendo relevante y es un sector con gran capacidad de darle crecimiento importante al país, junto al turismo y la construcción. El ensamblaje puede jugar un papel en el crecimiento futuro, pero de menor importancia, no será el actor principal del dinamismo de la economía, como lo ha pregonado la fantasía neoliberal.
Desde hace meses se comenta, a través de la prensa, columnistas y comentaristas internacionales, el posible fin del conflicto entre Ucrania y Rusia, el que vería a Estados Unidos como garante. De hecho, se han realizado varias reuniones en busca de acuerdos, incluso en la Casa Blanca, donde el otrora incondicional aliado Donald Trump recibió no muy amablemente a Volodímir Zelenski, acusándolo de hacer “un trabajo horrible” y “permitir” el inicio de la guerra.
Las preguntas surgen rápidamente, ¿qué está buscando Estados Unidos con este cambio de posición? En medio de deportaciones extrajudiciales, cierre de oficinas públicas de ayuda internacional, congelación de fondos a universidades estatales, es difícil creer que el país del norte busque simplemente la paz entre las dos naciones, sin peros ni condiciones. No somos ilusos, detrás de sus acciones se va dibujando un escenario favorable para Estados Unidos.
Así lo confirman, por ejemplo, las declaraciones del Canciller de Ucrania Andrii Sybiha, quien señala que Ucrania está decidida a firmar un acuerdo «que satisfaga mutuamente los intereses nacionales tanto de EE.UU. como de América«. Nos queda claro que Estados Unidos de América es el actor principal.
A estas declaraciones, le sumamos las que recientemente hizo la primer viceministra y ministra de Economía de Ucrania, Yulia Svyrydenko, cuando anunció que “Nos complace anunciar la firma, con nuestros socios estadounidenses, de un Memorándum de Intenciones, que allana el camino para un Acuerdo de Asociación Económica y el establecimiento del Fondo de Inversiones para la Reconstrucción de Ucrania”. Y agregó “Es muy importante que el documento recoja el deseo del pueblo estadounidense de invertir junto con el pueblo ucraniano en una Ucrania libre, soberana y segura”.
¿Cuánto le costará a Ucrania el fin de la guerra?
Para poner más presión a la firma del acuerdo que permitirá a Estados Unidos acceder a los minerales raros de Ucrania*, el secretario de Estado norteamericano Marco Rubio afirmó que “Si no es posible poner fin a la guerra en Ucrania, debemos avanzar”, añadiendo que “Tenemos que determinar rápidamente ahora, y estoy hablando de una cuestión de días, si esto es factible o no en las próximas semanas”.
Desde una perspectiva geopolítica, el acuerdo es una jugada maestra de Washington. Ofrece a Ucrania ayuda para su reconstrucción a cambio de acceso a minerales estratégicos, permitiéndole reducir su dependencia de China y fortalecer su industria local de baterías y tecnología avanzada.
Se estima que Ucrania posee alrededor de 2,5 millones de toneladas de carbonato de litio equivalente, con una ley superior al 1% de óxido de litio, lo que lo convierte en un recurso altamente atractivo. Estados Unidos sabe que el futuro de su industria depende de estos minerales y que no puede depender de China con quien ha iniciado una guerra arancelaria.
Algo que debería preocupar a Chile, ya que, si estos depósitos comienzan a explotarse con el respaldo de Norteamérica, afectará claramente a nuestra economía futura. Un nuevo actor, con el respaldo financiero y tecnológico de Estados Unidos logrará consolidar una cadena de suministro de minerales provenientes desde Ucrania y reducirá sustancialmente la competencia.
¿Qué podría pasar entonces? Si Estados Unidos consolida estos acuerdos, primero, podría mantener y fortalecer una hegemonía financiera mundial desplazando a China, lo que ha sido un objetivo para ellos desde hace muchos años. Controlar la economía mundial a través de sus aranceles.
Desde el punto de vista de la guerra podría instalar bases militares propias en Ucrania, con el objetivo de mantener sus intereses económicos protegidos de cualquier enemigo externo.
El pueblo ucraniano seguirá pagando los costos y podría convertirse en un satélite más dentro de la órbita mundial de influencia de Estados Unidos y ahí sí, comenzará la verdadera guerra, una que no tendrá fin, una guerra guiada por los intereses de la potencia que se disfraza de protector.
Si el acuerdo con Estados Unidos se firma, será muy tarde para Ucrania dar marcha atrás, como ejemplo, basta recordar el caso de Chile, cuando en los años ‘70 Salvador Allende nacionalizó el cobre, la respuesta fue clara y contundente, financiar el golpe de Estado de 1973, asesinando, torturando y desapareciendo chilenos y chilenas. Han pasado 52 años y aún no han pedido perdón, aún vivimos con las heridas abiertas, los abrazos robados y el silencio cómplice que no nos ha dado justicia y verdad.
*Término colectivo para 17 elementos químicamente similares que se utilizan en tecnología y la industria modernas. Son cruciales para la fabricación de teléfonos inteligentes, computadoras y equipos médicos, entre otros. Se trata del escandio (Sc), el itrio (Y), el lantano (La), el cerio (Ce), el praseodimio (Pr), el neodimio (Nd), el prometio (Pm), el samario (Sm), el europio (Eu), el gadolinio (Gd), el terbio (Tb), el disprosio (Dy), el holmio (Ho), el erbio (Er), el tulio (Tm), el iterbio (Yb) y el lutecio (Lu).
Ante la guerra comercial y arancelaria desatada por la administración Trump hacia Occidente, y principalmente hacia China, deseamos, aunque no somos economistas, plantear la premisa que esta guerra de impuestos, violatoria de las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y afectando gravemente la estabilidad del orden económico internacional, pueda estar perjudicando a la misma EEUU. En este sentido, nos ayudarán las ideas del economista argentino Claudio Katz, en su artículo: «Un desmadre programado que desborda a Trump«.
Veamos algunos elementos que nos puedan ayudar a entender que es esto de los aranceles. Un arancel no es más que un impuesto, que se le aplica a cualquier bien o servicio que sea importado por un país, a su vez, la importación es la compra de bienes o servicios, que se producen en otro país para utilizarlos en el propio. También podríamos acotar que, los derechos de aduana, aplicados a las importaciones de mercancías, se denominan aranceles.
Existen, en general, tres tipos de aranceles:
Los derechos ad valorem: son los que aplican un porcentaje sobre el valor del producto. Es la forma impositiva más común. Ejemplo: un 10% sobre el valor de la mercancía.
Los derechos específicos: son los que aplican una cantidad sobre la unidad independientemente de su valor. Ejemplo: 200 dólares, por cada tonelada de trigo.
Los derechos mixtos: se trata de un arancel, que combina ambas modalidades, es la suma de ambos derechos.
Ahora, en general, ¿cuáles son los efectos inmediatos de los aranceles? En el caso específico de EEUU, en el peor de los casos, los aranceles podrían avivar la inflación y socavar las perspectivas de crecimiento en los países en la mira de Trump, así como en Estados Unidos, causando un impacto económico.
Pero también, en algunos casos afectaría a las industrias ligadas a la alimentación, los bienes de equipo como: maquinarias, equipos de fábrica, robots industriales, máquinas herramienta; herramientas y equipos, herramientas de construcción; vehículos utilizados para fines comerciales: camiones, barcos, aviones; edificios y fábricas; Infraestructura, como: carreteras, puentes, centrales eléctricas; equipos de oficina; equipos médicos.
y las manufacturas de consumo, como: electrodomésticos, ropa, electrónica, coches, teléfonos móviles, ordenadores, televisores, entre otros.
Según, Gregor Hirt experto economista, director Global de Inversiones (CIO) de Multiactivos y director general de Allianz Global Investors, «los aranceles son, en efecto, impuestos a las importaciones que aumentan el costo que las empresas y los consumidores pagan por los bienes y servicios. Los aranceles incrementan el monto que las empresas pueden tener que pagar por las importaciones utilizadas para producir bienes finales. Dependiendo de la elasticidad de la demanda del consumidor, las empresas generalmente trasladan los costos más altos a los consumidores a través de precios más altos, lo que aviva las presiones inflacionarias. Dado que los aranceles encarecen y complican el comercio transfronterizo entre EEUU y los países afectados, el comercio podría caer, lo que podría socavar el crecimiento económico». Aunque según el experto, hay también consecuencias de impacto para las inversiones, e impacto geopolítico, entre otras.
Ahora, los aranceles pueden afectar a EEUU y convertirse en un efecto búmeran. Primero, veamos que en la actual guerra económica de Trump, se plantean tres objetivos en el plano económico: restaurar la hegemonía del dólar, reducir el déficit comercial, e incentivar la repatriación de las grandes empresas. Aunque hay un objetivo mayor y es el retroceso frente a China en términos económicos, al cual nos referiremos en su momento.
Dentro de esta dinámica, los aranceles es una estrategia para reducir el déficit externo del país norteamericano. Así, hemos visto como Trump introduce y modifica cotidianamente los aranceles, tratando con cada país y penalizando a cada uno de ellos.
La estrategia arancelaria de EEUU radicaliza la tendencia proteccionista, que fue inaugurada desde el 2008, ante la crisis financiera en el país norteamericano, y se aplicaron 59.000 medidas arancelarias.
Estas medidas, según la mayoría de los economistas y especialistas, las posibilidades de éxito son muy reducidas, ya que las importaciones y exportaciones de EEUU, ya no actúan con fuerza en el comercio mundial, como era antes. Es decir, «Trump reintroduce el proteccionismo a destiempo histórico. Los aranceles eran un instrumento efectivo para Estados Unidos en el pasado, pero no cumplen esa misma función en la actualidad».
Además, la guerra comercial arancelaria, no tiene un poder disuasivo en sí misma. Estas exportaciones e importaciones, «cayeron desde el 14% en 1990 al 10,35% actual, y en ese período, por ejemplo, tan solo los BRICS, saltaron del 1,8% al 17,5%».
Por otro lado, el mayor problema de la guerra comercial de aranceles es el riesgo de una escalada incontrolable.
Un elemento importante en esta ecuación de guerra comercial arancelaria es que, la motivación, el epicentro, quizás principal, de Trump es, el retroceso económico, financiero, entre otros, que ha tenido EEUU en relación con China.
Recordemos que, según el economista Katz, «toda la política de Trump es un desesperado intento por frenar el avance chino. Esa expansión tan solo despuntaba a comienzo del milenio, cuando la primera potencia dejó de receptar transferencias de ingresos a su favor del socio asiático. Allí comenzó un intercambio desfavorable, que actualmente alcanzó un pico difícil de revertir». «Fue el principal destino de los aranceles que desataron la vertiginosa escalada mutua. El 34% inicial de Washington fue retrucado con el mismo porcentual por Beijing y la pulseada saltó rápidamente al 84%-104% y al 145%-125%. A esos niveles el comercio entre los dos países tiende a quedar anulado. «La centralidad de China en la ofensiva de Trump fue adicionalmente corroborada por su decisión de mantener las penalidades para ese país, luego de ser pausadas para el resto del mundo. Los elevadísimos aranceles a Vietnam, Camboya y Laos forman parte de la misma confrontación, porque China comanda las cadenas de suministro de esos vecinos y reexporta desde allí sus mercancías».
Ahora, veamos otros elementos rebote hacia el interior de EEUU. El ataque comercial arancelario, entraña un efecto inflacionario (ya indicado) como la amenaza más inmediata, ya que se encarecerán las mercancías (alimentos) porque se introduce un costo adicional a los productos importados.
Todos los analistas concuerdan en señalar, el efecto recesivo del giro proteccionista arancelario, que podría provocar una contracción de 1,5 o 2 puntos porcentuales del PBI.
En fin, los incontables conflictos que afronta Trump superan ampliamente el número de los que puede resolver, y aquí solamente estamos hablando de aprietos económico-financieros.
Para concluir, presentamos un ejemplo concreto, simple, de cómo funcionan los aranceles al interior de EEUU y como los aranceles afectan a empresas y consumidores norteamericanos.
Imaginemos un escenario con un fabricante extranjero ficticio de zapatos llamados X.
El fabricante extranjero produce bienes para vender en EEUU. X, produce variedad de zapatos, de vestir, deportivos, sandalias, entre otros, fuera de EEUU.
Los zapatos se envían a EEUU, donde enfrentan un arancel del 20%.
Las empresas con sede en EEUU, pagan el arancel al Tesoro de EEUU.
Z, otra empresa estadounidense que compra a X, paga el costo total de los zapatos importados más el arancel. Entonces, un par de zapatos que costaba 100 dólares, ahora le cuesta a Z, 120 dólares.
Ahora, la empresa estadounidense tiene varias opciones para compensar este aumento de costo: a) La empresa Z, absorbe el costo del arancel. Es decir, Z decide mantener el mismo precio que cobra por sus zapatos. Así, la empresa obtiene menos ganancias y tiene menos dinero para pagar a sus trabajadores o invertir en su expansión. b) La empresa transfiere parte del costo del arancel al comprador. Por lo que Z, aumenta el precio de los zapatos en 10 dólares, cubriendo la mitad del costo del arancel de 20 dólares. c) La empresa Z, transfiere todo el costo del arancel al comprador, En este caso, Z aumenta el precio de los zapatos en 20 dólares, para compensar lo que pago por el arancel.
En fin, en las dos últimas opciones o casos, el comprador estadounidense paga un precio más alto. En las tiendas, los zapatos cuestan hasta 20 dólares más que antes de que se implementara el arancel.
También, a mayor el costo del arancel, menos posibilidades tienen las empresas de maniobrarlo, menos opciones posibles de ganancia.
Y es que, durante años, Trump ha afirmado erróneamente que los países extranjeros pagan los aranceles, pero en realidad, el arancel lo paga la empresa con sede en Estados Unidos que importa el producto. Así, según un estudio de la bipartidista Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos del gobierno federal, ha concluido que los estadounidenses han soportado casi todo el costo de los aranceles de Trump a los productos chinos.
En conclusión, Trump no es un desorbitado, ¿o si lo es?, «provoca adrede una crisis para intentar la restauración hegemónica del dólar. Su proteccionismo arancelario es tan ineficaz, como su pretensión de relocalizar empresas que solo son rentables en el exterior. Y la confrontación directa con China llega tarde y con visibles desventajas».
Nota de última hora: Los consumidores americanos han empezado a sentir el golpe de la guerra de aranceles. Los precios de los alimentos se han disparado. Los mariscos han sufrido un aumento del 40%, mientras que algunas verduras ya han duplicado su valor. Los tomates enfrentan un incremento del 20%. El arroz importado del 30%. Un sólo aguacate está llegando a costar 4 dólares. El departamento de agricultura emitió una lista de alimentos para abastecerse antes de que aumenten los precios. Hablamos por ejemplo de mantequilla de Irlanda, así como cordero de Nueva Zelanda, salmón canadiense y vino de Francia. Aquí también se encuentran las frutas enlatadas provenientes de Perú, granos de Brasil, así como el café traído desde Colombia.
Considerando a la izquierda política como aquellos movimientos sociales, o partidos políticos, que de una u otra manera se autoproclaman representantes de los sectores populares, frente a los sectores oligárquicos o políticamente dominantes, en el contexto de una sociedad política, y económicamente dividida en clases sociales, se puede afirmar que la izquierda costarricense surgió a finales del siglo XIX, al calor también de la influencia que empezó a tener la información sobre los movimientos anarquistas, socialistas y comunistas que estaban surgiendo internacionalmente, de lo que se tenía noticia, así como de las luchas sociales y populares del movimiento obrero y sindical organizado, que también empezó a repercutir en el país.
La clave de la definición de la izquierda fue la lucha por el poder popular, por el poder político en manos de la clase obrera, en su versión más clásica, y la instauración de un sistema político superior al capitalismo, llamado socialismo, como antesala al comunismo o la sociedad comunista. Para lograr este objetivo todo espacio político era aprovechable, especialmente la lucha organizada de la clase trabajadora y los espacios parlamentarios que se pudieran obtener.
La izquierda costarricense históricamente así la podemos representar, en distintas etapas o momentos históricos, y desde distintos ángulos de análisis.
Así, durante el período liberal, finales del siglo XIX y principios del siglo XX, la izquierda se puede representar, en el plano político, en la figura de Félix Arcadio Montero, el último Rector de la Universidad de Santo Tomás, que hacia 1886, frente al movimiento liberal, que hacía que sus miembros se identificaran con el “partido liberal”, cuando aún no habían surgido los partidos políticos, impulsó un partido de obreros, trabajadores y artesanos, distinguiendo de esa manera los dos grandes grupos sociales, y políticos, de la sociedad costarricense, al tiempo en que ya se habían desarrollado, desde 1874, las Sociedades de Artesanos, Sociedades de Trabajadores y Sociedades de Obreros, que eran claramente clasistas en las cuales solo podían organizarse Artesanos, Trabajadores y Obreros, período en el que empezó a surgir con una intensa prensa social una clara “conciencia social de clase”.
A partir de 1890 cuando surgieron los partidos políticos, tal y como los conocemos hoy, y mediante los cuales solo por medio de ellos se podía aspirar a puestos de elección popular, Félix Arcadio Montero organizó el Partido Independiente Demócrata, con una definición más clasista, convocando a sus filas a los chaquetas, descamisados y descalzos, obligando a que los partidos oligárquicos de esos años crearan, bajo sus banderas, Clubes de Obreros, Clubes de Artesanos y Clubes de Trabajadores, con el propósito de atraer sus filas a los trabajadores, obreros y artesanos.
En ese final de siglo los trabajadores eligieron diputados que se identificaban con ellos en general. Así fueron electos Félix Arcadio Montero, Faustino Montes de Oca, ambos por el Partido Independiente Demócrata y Víctor Gólcher, por uno de los partidos liberales.
Su planteamiento político descansaba en que desde el Congreso se podían hacer leyes que beneficiaran a los trabajadores en general. No había una clara concepción de la toma del poder para la clase trabajadora. Su preocupación fue elegir diputados.
Esta tesis se conoce como la lucha política parlamentarista, donde se concentra toda la atención en el papel de los discursos parlamentarios promoviendo leyes o enfrentando posiciones, sin vincular esa acción legislativa a la lucha por el poder político para la clase o clases trabajadoras.
A principios del siglo XX surgieron las ligas de obreros y los sindicatos, tal y como los conocemos hoy. Huelgas se dieron en el siglo XIX y desde principios del siglo XX.
En la década de 1910 hubo diputados representantes de los trabajadores como Aristides Montero Segura, hijo de Félix Arcadio Montero. En 1905 se fundó la primera Federación de Trabajadores y, en 1913, la primera Confederación General de Trabajadores, impulsando niveles más altos de organización y de lucha. El Centro de Estudios Germinal, impulsado por Omar Dengo, Joaquín García Monge, Carmen Lyra, José María Zeledón Brenes fue clave en este fortalecimiento del movimiento obrero, que ese mismo año, 1913, empezó a celebrar el Día Internacional de los Trabajadores, el 1 de mayo, a la par de la celebración de la rendición de William Walker, que originaba el día feriado.
La sociedad costarricense se había transformado. Había un desarrollo urbano pujante y un desarrollo industrial que marcaba el inicio del capitalismo en el país, a la par de un capitalismo agrario en marcha con las inversiones extranjeras en banano especialmente. Era el inicio de la época del imperialismo y de la política del Gran Garrote de los Estados Unidos.
Para las elecciones de 1913 participaron tres partidos obreros, el partido Obrero en Limón, el partido Obrero en Grecia y el partido Obrero en San José. Estas tres ciudades concentraban importantes grupos de obreros y trabajadores, agrícolas e industriales.
Las ideas anarquistas, socialistas y comunistas habían llegado a Costa Rica desde finales del siglo XIX. Las socialcristianas también con la Encíclica Rerum Novarum. Hasta aquí no había un planteamiento local de la toma del poder para la clase trabajadora.
Fue el Dr. Aniceto Montero, quien había estudiado en Europa y se había ligado a la Asociación Internacional de Trabajadores, la II Internacional, y al movimiento político de los bolcheviques dirigido por Lenin, quien a partir de 1917 intenta fundar un partido Socialista leninista, impulsor de la lucha de clases sosteniendo que la clase obrera debía gobernar y dirigir el país, y propiciando como modelo de nueva democracia y más amplia la Dictadura del Proletariado. Aniceto fue el antecedente político más importante al Partido Comunista, que se funda en 1931.
En el período legislativo 1920-1924 uno de los fundadores del Centro Germinal, José María Zeledón fue diputado.
Durante esos años hasta la muerte de Lenin en 1924, impulsó las ideas comunistas y la idea de la Dictadura del Proletariado como un concepto de una democracia superior a la existente, en tanto representaba más ampliamente a la sociedad costarricense en todos sus trabajadores, mientras para él los gobiernos hasta entonces existentes era de grupos oligárquicos.
En esos días Farabundo Martí, que había pasado por Costa Rica, en 1919, funda el partido Comunista de Centro América, en 1920. La Revolución Rusa provocaba en Europa levantamientos populares en distintos países y regiones.
Frente al movimiento Socialista del Dr. Aniceto Montero surgió el Partido Reformista de Jorge Volio, que lo eligió diputado, junto a Julio Padilla, en la década de 1920 y con ellos se logró materializar la lucha de la Ley de Accidentes de Trabajo en 1925, que se venía luchando desde 1908. En 1922 Vicente Sáenz fundó un Partido llamado Progresista, y en 1935 el Partido Socialista Costarricense. Otras expresiones partidarias a finales de la década de 1920 fueron la sección costarricense del APRA, “Alianza Popular Revolucionarias Americana”, de Víctor Raúl Haya de la Torre. Igualmente importantes fueron la Confederación Obrera Centroamericana desde 1914, la Confederación Obrera Panamericana, en cuya fundación en 1919 estuvo Joaquín García Monge, representando al movimiento obrero costarricense. Se intentó fundar el Partido de Unión de Centro y Sur América y las Antillas, en 1927. En ese período había fuertes movimiento unionistas centroamericanos.
En el segundo lustro de la década de 1920, en los años de 1925 a 1930, se dieron diversos grupos y movimientos políticos de izquierda que no participaron en elecciones, hasta que en las elecciones de medio período, de 1930, se inscribió el Partido Alianza de Obreros, Campesinos e Intelectuales que impulsó sin éxito electoral la candidatura a diputado de Joaquín García Monge, la de Ricardo Moreno Cañas y la de Alejandro Montero Segura, hijo de Félix Arcadio, entre otras candidaturas.
En junio de 1931, en medio de la crisis de la gran depresión se fundó el Partido Comunista de Costa Rica que, a partir de ese año hasta 1948, pasó a representar a la clase trabajadora nacional y a hacerse abanderado de la lucha por el socialismo y comunismo en el país, con gran sentido de la realidad, entendiendo que eso no era posible hasta que en la mayoría de los países del mundo y en las sociedades avanzadas, como la de Estados Unidos, ese proceso no estuviera en marcha, lo que se ha llamado el “comunismo a la tica”, que impulsó el Partido Comunista de Costa Rica, con su principal líder Manuel Mora Valverde.
Su preocupación política fundamental, desde entonces fue, al igual que los partidos políticos que levantaron la representación popular, fue meramente parlamentarista, es decir llegar con diputados al Congreso o a la Asamblea Legislativa, para desde allí impulsar o contribuir a impulsar legislación social, y reformas sociales y políticas avanzadas para el Estado y a sociedad costarricense. Ir avanzando en un fuerte conciencia social y política. No hubo en términos reales una propuesta de toma del poder para la clase trabajadora, ni siquiera como lucha política, más allá de así declararlo en determinados documentos políticos.
El Partido Comunista se hizo heredero directo de las luchas obreras y sus organizaciones sociales, especialmente de la Unión General de Trabajadores, que le sirvió de base de crecimiento en el período de la Gran Depresión, 1931-1934 y hasta 1938.
A partir de 1934 hasta 1948 el Partido Comunista eligió sus diputados. En la elección de 1939 se constituyó en la segunda fuerza política electoral, con un 9% de votación a su favor. El éxito de su crecimiento, entre otros elementos estaba que alrededor de las luchas parlamentarias movilizaban sectores populares en su apoyo. Los años duros de la II Guerra Mundial facilitaron la alianza en el gobierno del Dr. Rafael Angel Calderón Guardia, del gobierno, la Iglesia Católica encabezada por Monseñor Víctor Manuel Sanabria Martínez y el Partido Comunista, dirigido por Manuel Mora Valverde, alianza que condujo al cambio de nombre del Partido Comunista por Partido Vanguardia Popular y a la Coalición política Bloque de la Victoria, para las elecciones de 1944 entre estas fuerzas postulando a Teodoro Picado Michalski a la Presidencia de la República, sin que Vanguardia Popular tuviera un solo ministerio en su gabinete.
La izquierda socialista, así puesto, no ha tenido experiencia de ejercer gobierno. Ha tenido la experiencia de participar en procesos electorales, especialmente desde 1934 hasta 1948 y partir de 1970.
En el período de la Segunda República hasta 1975 el Partido Comunista, o Vanguardia Popular, estuvo formalmente ilegalizado, sin posibilidad de participar directamente en elecciones. En 1962 apoyó al Partido Acción Democrática Popular que eligió a Julio Suñol Leal. A partir de 1970 eligió a Manuel Mora Valverde y a Marcial Aguiluz Orellana, momento a partir del cual se crearon las condiciones para eliminar las restricciones constitucionales y legales que existían sobre su participación electoral. Para este momento, habían surgido en el país otras fuerzas políticas de izquierda, el Partido Revolucionario Auténtico, el Movimiento Revolucionario del Pueblo y el Partido Socialista Costarricense, que empezaron a participar en elecciones. En 1974 el Partido Socialista lanzó su consigna “¡El pueblo al poder! ¡Tiemblen ricos! Ese año bajo el liderazgo de Rodolfo Cerdas Cruz, un excomunista, se fundó el Frente Popular que lo llevó a la Asamblea Legislativa. Y en 1978 estas fuerzas se coaligaron con Vanguardia Popular en Pueblo Unido, llegando a elegir en 1982 a cuatro diputados. Pueblo Unido fue un esfuerzo muy importante de unidad política, que quiso ampliarse a sectores progresistas e independientes de la social democracia y el socialcristianismo.
Las elecciones, como mecanismo de participación popular, solo conducen a la toma del gobierno y a la representación parlamentaria y municipal. No estrictamente a la toma del poder político como palanca del poder estatal.
Ni siquiera en la alianza política de 1943 para impulsar y aprobar la Reforma Social de la Garantías Sociales y del Código de Trabajo, se logró que el Partido Comunista, ya llamado Vanguardia Popular, como resultado de esa alianza, obtuviera un Ministerio, en el final del gobierno de Calderón Guardia, 1943-1944, o en el de Teodoro Picado, 1944-1948, que resultó de la coalición Bloque de la Victoria, en 1944, ni siquiera para dirigir la Secretaría de Trabajo.
Cuando ha habido ministros de izquierda o de tradición comunista en el período posterior de 1948, como fue el Dr. Arnoldo Mora Rodríguez, quien había sido militante del Partido Socialista Costarricense, Ministro de Cultura del Gobierno de José María Figueres, 1994-1998, o de Patricia Mora Castellanos, militante de Vanguardia Popular, de Fuerza Democrática y del Frente Amplio, que fue Ministra de la Mujer, en el gobierno de Carlos Alvarado Quesada, 2018-2022, ninguno de ellos resultó de una alianza política de sus Partidos con los partidos gobernantes, Liberación Nacional o Acción Ciudadana. Fueron escogidos literalmente a dedo, por méritos personales o reconocimientos políticos pero no por pactos o alianzas estratégicas de los partidos políticos. Fueron circunstancias particulares que los llevaron a esas alturas del poder políticos expresado en el Gobierno. Arnoldo Mora fue ministro los cuatro años de gobierno. Patricia Mora ministra casi tres años de gobierno porque renunció al mismo con motivo de las reformas retrógradas que impulsaba el gobierno de Carlos Alvarado, con las cuales no estaba de acuerdo.
Los partidos de izquierda, el Socialista Costarricense había sufrido una crisis divisoria a finales de la década de 1970 que se agudizó a inicios de la década de 1980, provocando su desaparición. El Movimiento Revolucionario del Pueblo igualmente desapareció en esta década. El Partido Vanguardia Popular tuvo su dramática crisis divisoria a mediados de la década de 1980, divisiones que afectaron a todos los movimientos sociales y sindicales del país, provocando en mucho su debilitamiento actual.
Las grandes luchas populares de 1970, contra la ALCOA, contra el Combo del ICE en el año 2000 o contra el TLC, en el 2006 y 2007 tuvieron otros resortes, que contribuyeron a las grandes movilizaciones, que a su alrededor se realizaron. En las tres luchas había diputados activos que se convertían en los elementos aglutinadores de las movilizaciones populares que se hacían a favor de las luchas que ellos daban en la Asamblea Legislativa. Ese fue un factor determinante. Había movimientos estudiantiles activos, que se movilizaban políticamente desde la izquierda. Había sindicatos con importante influencia de la izquierda que también se movilizaron. Hoy, por ejemplo, los sindicatos del ICE, de la CCSS, del INS, del BPDC, del sector bancario y de las instituciones públicas casi no se sienten frente a las amenazas que existen contra esas instituciones y contra sus sectores laborales, por los despidos que se están realizando. Los sindicatos magisteriales han perdido mucho su capacidad de combate, ni siquiera en defensa de su sistema de pensiones. Los sindicatos no se sienten frente al congelamiento de salarios de casi cinco años que existe proyectado para los próximos cuatro años. Ninguna lucha social, después de TLC, se ha realizado apoyando gestión legislativa alguna.
Electoralmente ha habido un ciclo de subibajas parlamentarias, especialmente con la participación del Frente Amplio desde el 2006, sin que alrededor de sus diputados igualmente se haya hecho alguna movilización popular trascendente. El Partido Acción Ciudadana tampoco sirvió para fortalecer parlamentariamente luchas o movilizaciones. Su segundo gobierno fue un retroceso institucional en el país. Los diputados de estos partidos en estos años poca memoria afirmaron en el colectivo social. Los actuales diputados del Frente Amplio se distinguen como parlamentarios, pero sin arraigo fuera del recinto parlamentario. Con simpatías políticas sobre su ejercicio parlamentario, pero sin luchas alrededor de las cuales se les aglutinen sectores movilizados. Los grupos de orientación trotskista se mantienen activos, pero alejados de la organización y las luchas populares, con un visión de poder político sin ningún planteamiento real y posible de alianzas con otros grupos.
Frente a la elecciones próximas, las de febrero del próximo año, la militancia histórica de lo que fue la izquierda carece de una alternativa política real y posible. Hay discusiones de exmilitantes de aquellos partidos en que se plantean la posibilidad, que ya no existe, de formar un partido político. El escenario electoral ya está marcado. No hay posibilidad alguna de impulsar la inscripción de otro partido. Todavía no se ha señalado por el Tribunal Supremo de Elecciones cuáles son en definitiva los partidos inscritos. Parte de esta izquierda, sin militancia partidaria, discute si votar por el Frente Amplio o por el esfuerzo que está haciendo Acción Ciudadana de lanzar candidata presidencial. Con grandes dudas se realiza este debate y sin precisión de candidatos.
¿Frente a las elecciones próximas qué es lo que se está jugando? Esta es la pregunta principal. ¿La posibilidad de que el gobierno de Rodrigo Chaves Robles continúe con otro candidato y otro partido político? Este es el principal reto político nacional que existe. Esta es la realidad que no se está apreciando bien por esta izquierda política.
Frente a este peligro real el escenario que se está levantado es con los candidatos Álvaro Ramos de Liberación Nacional, de Claudio Alpízar de Esperanza Nacional, de Juan Carlos Hidalgo de la Unidad Social Cristiana, de Eli Feinzaig del Liberal Progresista, de Fabricio Alvarado de Nueva República. Por ahora no hay otros candidatos ni otras alternativas políticas, que permitan ir viendo hacia dónde van las procesiones de febrero.
Frente a las elecciones de febrero se juega la democracia política, la democracia institucional, el Estado de Derecho y la división de poderes, el Estado Social de Derecho, las Garantías Sociales a las que les quieren aplicar la guillotina, la jornada de trabajo 4-3, los sistemas de pensiones, el aumento de la edad de retiro para pensionarse, el traslado del pago del ROP hasta la edad de 115 años lo cual es un absurdo y un sin sentido, el debilitamiento mayor de la educación y salud pública, el aumento del desempleo, del trabajo informal, de los bajos salarios, el mayor incremento de la criminalidad, del narco estado y del narco gobierno de continuar el actual. Se juega la Soberanía Nacional, la Independencia Nacional y el régimen de libertades y derechos de los costarricenses. Esta es la realidad.
Frente a las elecciones de febrero próximo ya no hay posibilidad de realizar coaliciones políticas electorales. Todos los partidos van por la libre. Todos los ciudadanos “al garete”, a la deriva, sin control ni orientación política, lo que conduce a fortalecer el caos y desorden de la proyección posible del actual gobierno.
Recordemos que en Costa Rica no se puede reelegir un presidente. El presidente Chaves no se puede reelegir. Pero sí se puede reelegir un partido político. Se han reelecto los partidos Liberación Nacional, la Unidad Social Cristiana y Acción Ciudadana. En el ambiente político actual bien puede elegirse el candidato al que el presidente Rodrigo Chaves le dé el visto bueno y lo apoye para su elección. Esta es una realidad. No hay que engañarse, ni hacer la del avestruz.
Rodrigo Chaves, que había quedado de segundo en las elecciones de febrero del 2022, ganó porque electorado no votó por Liberación Nacional y especialmente por José María Figueres. Apostaron a una nueva cara y a un discurso que se ha afirmado más en la gestión de gobierno de Rodrigo Chaves, que es el discurso antisistema, anti todos los partidos políticos, anti todos los políticos, anti todos los que ha gobernado, anti todos los diputados actuales exceptuando a los que apoyan el presidente Chaves, el discurso de hacerse ver como el presidente de todos los costarricenses, de todos los trabajadores, de todos los excluidos y marginados socialmente, que todas esas fuerzas no lo dejan gobernar. Este discurso en Chaves sigue siendo válido. Lo recoge en cierta forma la simpatía y reconocimiento que tiene en las encuestas, que sus opositores, líderes y partidos no quieren ver bien ni analizar correctamente.
¿Y si como puede suceder Rodrigo Chaves se lanza a diputado en agosto? El escenario político va a cambiar. La lucha por las diputaciones va a ser lo más importante. Rodrigo Chaves candidato a diputado va a tener su propia fuerza. El partido que lo postule va a sacar sus diputados, no los 40 que Chaves dice que deben nombrarse nuevos, pero sí una importante mayoría. El partido que postule a Chaves tendrá igualmente mayor posibilidad de ir a finales en caso de una segunda ronda.
La izquierda debe recordar que en determinados escenarios hay que tomar decisiones importantes. Sin alternativa electoral, el partido Vanguardia Popular, en 1958 llamó a votar por Mario Echandi, bajo el concepto de “la oposición triunfará”, y en 1966 llamó a votar por Daniel Oduber de Liberación Nacional, que los había puesto fuera de la Ley y que en el gobierno de Francisco Orlich ilegalizó el Semanario Adelante.
El gobierno de José Joaquín Trejos Fernández, apoyado por Liberación Nacional y José Figueres, nombraron a Manuel Mora Agente Comercial de Costa Rica para vender café y azúcar en los países socialistas, ante la crisis que tenía el país, lo que facilitó a pesar de la ilegalidad electoral al Bloque de Obreros en 1969, de la participación electoral del Partido Acción Socialista en 1970 que eligió a Manuel Mora y a Marcial Aguiluz, y la apertura de relaciones diplomáticas en el gobierno de Figueres, 1970-1974, con los países socialistas. Esta es la realidad política.
El partido Liberación Nacional especialmente tenía en su seno “sectores” de izquierda, progresistas y democráticos. También los había en otros partidos, así como había “independientes” de izquierda. Hoy estos “sectores” de izquierda no se tienen con claridad en esos partidos. ¿Pero los hay todavía democráticos? Esa es una lucha que no se da abiertamente en esos partidos. Pareciera que predominan los sectores conservadores y de la derecha política, alineados con la situación internacional dominante. La “izquierda” hoy es más variada y poco definida.
Para mí, la lucha electoral del 2026, de los próximos diez meses, estará centrada en la necesidad de preservar el desarrollo democrático nacional e institucional y los derechos sociales y laborales. Esta es la clave para definir el rumbo para ir a votar.
Debería empezar a estar bastante claro, cuando las milicias desfilan por París al grito de “París es nazi” y apuñalan a militantes de izquierda, que hacia lo que nos dirigimos es el fascismo. Está claro y, al mismo tiempo, todavía no está tan claro. La alusión histórica directa durante el episodio en cuestión no está sujeta a muchas interpretaciones. El drama es que hagan falta manifestaciones tan claramente reconocibles para que los comentaristas acepten hablar de “fascismo”. Probablemente harán falta esvásticas en el frontón de los edificios públicos para que La Nuance admita el peligro de una deriva fascista (por el momento, hemos de contentarnos con “iliberal”, y eso solo los días de gran embriaguez política). Es cierto que, ochenta años después, algunos siguen negando, frente a la colaboración y las redadas, que existiera nada parecido al fascismo francés.
Lamentablemente, esa evitación no se limita a la prensa burguesa. Por razones basadas en supuestas exigencias de rigor histórico y motivaciones políticas menos confesables, muchos sectores de la izquierda crítica no quieren decir simplemente “fascismo”; porque el “pánico fascista” es mal consejero, da lugar a estampidas electorales y a frentes republicanos improvisados, en definitiva, a masas errabundas.
Eso por lo que respecta a las motivaciones políticas. En cuanto a las exigencias de rigor, se esconden detrás de Poulantzas, Marx o Gramsci.
Y se dice “Estado autoritario”, “bonapartismo” o “cesarismo”. Pero en ningún caso “fascismo”.
Sin embargo, salimos del “bonapartismo” o “cesarismo” cuando el Estado autoritario se vincula al elemento racista más allá de cierto umbral. Porque “vinculado” lo está casi constitutivamente, en tanto Estado del capital y, por consiguiente, Estado racial (1), desde las depredaciones de la acumulación primitiva hasta el tratamiento contemporáneo de los pueblos surgidos de la colonización o la esclavitud. Sin embargo, hay trasposiciones de umbral que marcan diferencias cualitativas, como cuando el racismo sistémico de Estado comienza a manifestarse en la modalidad sistemática de la deportación.
La modalidad es ahora explícita en los Estados Unidos de Trump, pero no tardará en serlo en la Francia de Le Pen-Retailleau. En ambos casos, la alianza del chárter y la motosierra tiene mucho futuro por delante; secundariamente, veremos cuánto tiempo más finge el Partido Socialista francés no darse cuenta de nada.
Ni siquiera está claro que esta evolución, por indiscutible que sea, baste para vencer las reticencias mientras toda la parafernalia fascista – uniformes, brazaletes y oriflamas– no vuelva a verse en las calles (aunque ya comienza a verse…). Es cierto que la fijación en los signos exteriores catalogados por la historia y bien identificados sigue siendo el principal obstáculo para reconocer lo mismo cuando se presenta bajo otro aspecto. Aunque no previó la variante “inmobiliaria” del trumpismo, Orwell advirtió del peligro de las reapariciones irreconocibles: el fascismo de “bombín y paraguas plegado” –o con una gorra roja “MAGA”–. Eso era lo esencial y, como no se le escuchó, el fascismo se quedó en su condición de hápax, inadecuado para pensar la política contemporánea. Solo hay un remedio para esa fijación en imágenes (particulares): el concepto, que es general y por lo tanto susceptible de aplicarse a diferentes configuraciones históricas, incluidas aquellas que aún no conocemos. Mientras no se proponga una definición, el fascismo seguirá siendo una alusión histórica imposible de trasponer. Es verdad que una definición no indica ni las causas ni las salidas de emergencia. Pero nos interesa definir adecuadamente para identificar las unas y las otras. Por otro lado, hasta una simple definición tiene consecuencias.
Este es generalmente el momento en que se menciona a Umberto Eco y sus “14 señales para identificar el fascismo” (2). Esa es la dirección que debemos seguir. Pero no con catorce criterios. Catorce criterios no alumbran un concepto o definición: hacen una descripción. E incluso una calcomanía de la primera coyuntura histórica, que precisamente nunca se reproducirá de manera idéntica y, por tanto, no sirve para reflexionar sobre actualizaciones originales.
Una definición: algo nada fácil. Lo primero es intentarlo. He aquí un intento: por fascismo debemos entender la combinación de tres elementos.
1) Un Estado autoritario. Un Estado, por un lado, embarcado en la uniformización institucional de todos los sectores de la producción de ideas: educación, investigación, cultura, medios de comunicación –la purga antiwoke de las instituciones públicas estadounidenses está sin duda destinada a convertirse en un modelo del género–. Un Estado, por el otro, reforzado en su aparato represor, una policía-justicia alineada ideológicamente, sin duda también armada, utilizable con fines policiales; aparato formal con extensiones informales: grupúsculos satélites y milicias callejeras espoleadas por milicias digitales en una voladura de todas las reglas de la violencia política. Entre las “señales” (y no los elementos de definición) estarán sin duda los asesinatos políticos. Por desgracia, podemos pronosticar que están a la vuelta de la esquina. En cualquier caso, con el fascismo la única regla en lo que a violencia política se refiere es que hay que esperar cualquier cosa.
2) Una instrumentalización sistemática de las angustias identificativas y las pasiones últimas, esto es, llevar a una mayoría de dominados, objetivamente maltratados por el orden socioeconómico y simbólicamente degradados, a recomponerse volviéndose, no contra los dominantes, sino contra aquellos más dominados que ellos, más exactamente contra algún segmento de la sociedad presentado como infame y construido simbólicamente para ese fin excretor.
3) Una doctrina civilizacional-jerárquica de horizontes apocalípticos, repletos de amenazas “existenciales”. ¿Queremos signos del resurgir fascista? La proliferación de la palabra “existencial” es una de las señales por excelencia. Es el concentrado paranoico del fascismo. Y la clave de su autorización de la violencia: porque si hay una “amenaza existencial”, entonces es cuestión de “vida o muerte”, y en esas condiciones de “peligro vital” todo está permitido. Disparar con ametralladoras sobre lanchas de migrantes estará permitido, ya que el “Gran Reemplazo” supone nuestra aniquilación. El genocidio de los gazatíes y la limpieza étnica de los supervivientes está permitido, ya que la propia Palestina es una “amenaza existencial” para Israel. Como lo será Rusia para nosotros si hay que plantearse una guerra exterior para que la gente se olvide de los problemas internos.
Entre el concepto y la realidad: ¿dónde estamos? Todo se está poniendo en práctica. La burguesía del poder, política y también mediática, ha elegido el racismo antiárabe como su nuevo valor directriz; del caso Benlazar a los destinos comparados de Bétharram y el instituto Averroès (3), la actualidad reciente sigue confirmando lo que la ha precedido. Todas las derechas se están fusionando en un bloque ideológicamente homogéneo de extrema derecha, incluido el macronismo, obviamente, que tan bien habrá preparado el terreno durante ocho años. Los medios de comunicación dominantes ahora tienen una sola agenda: hacer de muro de contención. Pero frente a la izquierda. Francia Insumisa es antisemita, Reagrupamiento Nacional es republicano. En Estados Unidos todo lo que está a la izquierda de Trump es “comunista”. El presidente bis hace un saludo fascista, los editorialistas creen ver una efusión un tanto torpe. Incluso cuando la imagen histórica está ante nuestros ojos, sigue siendo posible no verla.
De hecho, una emisora pública francesa examina el potencial de una Riviera de Gaza. El proceso sigue su trayectoria nominal.
(1) Según la tesis de David Goldberg, retomada y desarrollada por Houria Bouteldja. Véase David Theo Golberg, The Racial State, Wiley-Blackwell, Boston, 2001; y Houria Bouteldja, Patanes y bárbaros. La apuesta del nosotros, Akal, Madrid, 2023. (2) Umberto Eco, Contra el fascismo, Lumen, Madrid, 2018. (3) NdlR: El humorista Merwane Benlazar fue duramente atacado por su apariencia, considerada salafista, en el polémico programa de televisión “C à vous”, y tras la divulgación de antiguos comentarios en X. Más de 170 antiguos alumnos del colegio Notre-Dame de Bétharram, un prestigioso internado católico en Bearne, cerca de Pau, han denunciado violencia física, agresiones sexuales y violaciones cometidas en el centro. Las denuncias abarcan varias décadas de violencia contra los menores, sin embargo, hasta ahora había sido una institución intocable y de gran reputación, muchos de cuyos alumnos procedían de buenas familias del sur de Francia. En Lille, el liceo Averroès, el mayor instituto musulmán de Francia, dejó de recibir dinero público tras la decisión del exprefecto Georges-François Leclerc, quien acusaba al centro de “atentar contra los valores de la República”. Esta decisión está recurrida en los tribunales y el inicio del juicio está previsto para este abril. El magistrado instructor del tribunal administrativo de Lille ha solicitado la anulación de la decisión del exprefecto y el restablecimiento del contrato con el Estado francés.
Frédéric Lordon Filósofo y economista, autor de Figures du communisme, La Fabrique, 2021, París.
Nicolas Boeglin, Profesor de Derecho Internacional Público, Facultad de Derecho, Universidad de Costa Rica (UCR). Contacto: nboeglin(a)gmail.com
«Tout ce qui se passe ne semble pas relever du hasard, mais d’un plan systématique clairement visible, dans une tentative manifeste de pousser les habitants à l’exil, à accepter ce qu’on appelle les projets de « migration volontaire », c’est-à-dire un déplacement forcé déguisé. Les politiques de famine, de destruction et de bombardements constants ne sont que les outils d’un plan plus vaste visant à vider Gaza de ses habitants ou à briser leur volonté. Ce qui se joue à Gaza n’est pas seulement un siège ou une agression, mais un processus d’extinction méthodique de la vie et de la présence palestinienne».
Testimonio de habitante de Gaza, 12 de abril del 2025. Extracto de»Témoignage d’Abu Amir, le 12 avril 2025: Gaza sous le feu: bombardements et faim impitoyable». Texto completo disponible aquí.
«According to the Ministry of Health (MoH) in Gaza, between the 18 and 25 March, as of 12:00pm, 792 Palestinians were killed and 1,663 were injured. Many bodies remain under the rubble of destroyed structures, according to MoH. Since the 19 January, and as of 25 March, a total of 897 bodies were retrieved from areas that were previously inaccessible, the MoH reported. Since 7 October 2023 and as of 25 March 2025, the MoH in Gaza reported that at least 50,144 Palestinians have been killed and 113,704 Palestinians injured».
Extracto de informe sobre la situación en Gaza al 25 de marzo del 2025, elaborado por Naciones Unidas
El 10 de abril del 2025, la Corte Internacional de Justicia anunció (CIJ) cómo se organizarán las audiencias públicas entre el 28 de abril y el 2 de mayo en La Haya, en el marco del procedimiento consultivo sobre las obligaciones que tiene Israel como Estado Miembro de Naciones Unidas en Gaza: véase comunicado de prensa oficial de la CIJ en francés y en inglés.
La pregunta a la que debe responder la CIJ, luego de escuchar las diversas intervenciones que tendrán lugar en La Haya a finales de abril e inicios de mayo del 2025, es la siguiente:
«¿Cuáles son las obligaciones de Israel, como Potencia ocupante y como miembro de las Naciones Unidas, en lo que respecta a la presencia y las actividades de las Naciones Unidas, incluidos sus organismos y órganos, otras organizaciones internacionales y terceros Estados en el Territorio Palestino Ocupado y en relación con él, incluida la garantía y facilitación de la provisión sin trabas de los suministros que se necesitan con urgencia y son esenciales para la supervivencia de la población civil palestina, así como de servicios básicos y asistencia humanitaria y para el desarrollo, en beneficio de la población civil palestina y en apoyo del derecho del pueblo palestino a la libre determinación?«
La larga lista de Estados y organizaciones internacionales (40 Estados y tres organizaciones internacionales además de Naciones Unidas) invitados a dirigirse a los integrantes de la CIJ no incluye a Israel, que al parecer, ha considerado innecesario presentar sus alegatos ante la justicia de La Haya.
Nuevamente aquí se pone en evidencia que la narrativa de Israel (y la de sus aliados) tendiente a justificar legalmente el actuar de Israel en Gaza y en el resto del territorio palestino ocupado con base en consideraciones y «argumentos» legales desplegada desde su aparato diplomático en medios de prensa (así como a través de analistas, columnistas y «expertos» en diversas entidades y latitudes…) no resiste un debate ante los jueces internacionales. Habíamos tenido la oportunidad de señalar una omisión muy similar en el marco del procedimiento consultivo anterior que concluyó el 19 de julio del 2024 (Nota 1).
La pregunta hecha a la CIJ se encuentra precedida por una formulación muy amplia que se puede revisar en el punto dispositivo 10 de la resolución A/RES/79/232 adoptada el 19 de diciembre del 2024. Resulta de interés recordar que esta resolución de la Asamblea General de Naciones Unidas fue adoptada con 137 votos a favor, 12 en contra (Argentina, Estados Unidos, Fidji, Hungría, Israel, Micronesia, Nauru, Palau, Papua Nueva Guinea, Paraguay, República Checa y Tonga) y 22 abstenciones (entre las cuales se registran las de Panamá y de Uruguay). El detalle del tablero de votación se reproduce a continuación.
Es de notar que los cinco Estados Miembros Permanentes del Consejo de Seguridad enviaron sus respectivas opiniones jurídicas a la CIJ. Será de sumo interés revisar el contenido de la argumentación de Estados Unidos dada la verdadera proeza que le significa a un Estado el intentar justificar a Israel desde la tarde/noche del 7 de octubre del 2023 a la luz de las obligaciones jurídicas que derivan de su pertenencia a Naciones Unidas y de las reglas que imperan en derecho internacional público. De igual manera, se esperan construcciones jurídicas algo osadas e inventivas en las opiniones legales remitidas por Hungría y probablemente por Panamá.
Con relación al Reino Unido es de notar que al 12 de marzo del 2025, no había enviado ningún escrito (véase comunicado en francés y en inglésen los que no aparece registro alguno en el listado dado a conocer por la CIJ); por lo que el que ahora aparezca para presentar su opinión jurídica a los jueces en las audiencias públicas a celebrarse a partir del 28 de abril en La Haya constituye un hecho que plantea interrogantes muy válidas.
Tuvimos la oportunidad de analizar los alcances de este procedimiento consultivo, inicialmente propuesto por Noruega en octubre del 2024, y que fue objeto de un voto abrumador en el seno de la Asamblea General de Naciones Unidas en diciembre del 2024, no sin hacer ver algunas de las inconsistencias pasadas de Costa Rica en solicitudes similares hechas a la CIJ (Nota 2).
Por otra parte, el pasado 2 de abril, el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas (órgano intergubernamental, compuesto por 47 Estados Miembros – véase composición) adoptó una resolución en la que condena la violación de la tregua en Gaza por parte de Israel desde el 18 de marzo del 2025, y exige prevenir un genocidio en Gaza por parte de las máximas autoridades de Israel (véase nota de prensa de SwissInfo). De manera más general, el conjunto de decisiones y de resoluciones adoptadas por el Consejo de Derechos Humanos en esta sesión primaveral del 2025 en Ginebra están resumidas en este enlace oficial de Naciones Unidas.
Cabe recordar que un texto muy similar había sido votado en abril del 2024, exigiendo en aquel momento un embargo sobre las armas a destinación de Israel (véase enlace a texto de la resolución A/HRC/55/28 y detalle de la votación registrada en la parte final de cada una de las versiones oficiales en la que Costa Rica figura entre las abstenciones, sin que ninguna explicación oficial trascendiera desde entonces).
Israel en Naciones Unidas: intensas labores diplomáticas con su incondicional aliado
Es de precisar que el 5 de febrero del 2025, Israel anunció que no participaría más en debates en el seno del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas (véase nota del TimesofIsrael), una posición tomada probablemente luego del «Executive Order» del 3 de febrero (véasetexto completo) en el que el nuevo ocupante de la Casa Blanca optó por retirar a Estados Unidos de dicho órgano, así como de la UNESCO y de la UNRWA, en el marco de una política iniciada desde el 20 de enero del 2025 en contra de Naciones Unidas y más generalmente, del multilateralismo y de las reglas que derivan del ordenamiento jurídico internacional.
Raramente se ha observado a un Presidente de Estados Unidos aislar de manera tan llamativa a Estados Unidos del resto del mundo en tan poco tiempo, y resulta evidente lo contraproducente que estas y muchas otras decisiones tomadas desde el 20 de enero del 2025 están teniendo para Estados Unidos. Como si la hostilidad debiera ser declarada contra todos los demás integrantes de la comunidad internacional: la notable excepción a esta insólita estrategia del nuevo ocupante de la Casa Blanca es Israel.
Como se informó este 4 de abril, pese a no querer participar en el Consejo de Derechos Humanos, la diplomacia norteamericana estuvo ejerciendo presiones extremadamente fuertes contra el Consejo de Derechos Humanos, en aras de proteger y resguardar a Israel (véase cable de Reuters). Entre los objetivos de Estados Unidos y de Israel, estaba la no continuación en su mandato de la Relatora Especial sobre Palestina, Francesca Albanese (véase nota de prensa): los alcances de la labor de esta Relatora de Naciones Unidas y sus informes pueden ser consultados en este enlace oficial. Una petición reciente de removerla por parte de Estados Unidos se generó desde el mismo Comité de Asuntos Exteriores de su Congreso (véase enlace). El simple hecho que Estados Unidos e Israel, así como sus aliados y numerosos círculos de influencia, desplegaran todo el arsenal diplomático y mediático contra esta jurista italiana realza su labor y la calidad de sus informes sobre la situación en Gaza, en particular dos de ellos presentados en el 2024 en Naciones Unidas, y que nos permitimos referenciar (ya que su lectura es altamente recomendada para entender la lógica destructora de los mandos militares isralíes):
– marzo del 2024: «Anatomy of a genocide«, informe A/HRC/55/73 disponible en la red, cuyo texto completo está disponible aquí.
– octubre del 2024: «Genocide as a colonial erasure«, informe A/79/384, cuyo texto completo está disponible aquí.
En esta reciente entrevista en un medio digital en Francia del 10 de abril (véase enlace), la relatora especial explica el alcance de su labor y la molestia que causa en algunos círculos en Estados Unidos y en Israel y sus relevos en Europa.
No está de más señalar que, al igual que otros relatores de Naciones Unidas en el pasado, esta jurista italiana y su equipo han demostrado saber resistir a este tipo de campañas en su contra, pese a la intensidad de las presiones diplomáticas de Estados Unidos y de Israel (y de periodistas israelíes acreditados en Nueva York, tal y como lo evidencia este episodio con uno de ellos). Resulta oportuno indicar que, paralelamente a la dura campaña desplegada contra Francesca Albanese, se dió a conocer este muy detalladoinforme de Human Rights Watch sobre la política draconiana de represión contra profesores y académicos críticos de Israel en los campus universitarios norteamericanos, observada desde el 20 de enero del 2025. En días recientes las autoridades migratorias de Estados Unidos anunciaron que sus funcionarios revisaran contenidos «antisemitas» en redes sociales ante de otorgar visas de ingreso al territorio norteamericano (véase nota oficial del USCIS). Nótese en esta nota del JerusalemPost del 5 de abril del 2025 sobre el mantenimiento en su puesto como relatora, la virulencia de los ataques tendientes a desacreditar la labor de Francesca Albanese. En esta nota de prensa publicada en Italia el 6 de abril, se hace ver que la continuación o no de esta relatora especial en su puesto nunca estuvo en discusión ni tan siquiera como tema de agenda en el seno del Consejo de Derechos Humanos, como falazmente se indicó en una multitud de artículos publicados en medios de prensa en esta primera semana de abril en Europa y en Estados Unidos.
Este voluminoso informe de Human Rights Watch de diciembre del 2024 titulado «Extermination and acts of genocide» respaldaba y documentaba parte de los hallazgos de los dos precitados informes de la Relatora especial Francesca Albanese. El pasado 3 de abril, ante los integrantes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el Alto Comisionado para los Derechos Humanos en persona informó de la catástrofe humanitaria que vive Gaza, con un bloqueo total por parte de Israel a la ayuda humanitaria que lleva más de un mes (véase video de su intervención, colgado desde un medio informativo africano, dada la poca cobertura a su intervención en medios norteamericanos y europeos).
No está de más indicar que, así como las máximas autoridades de Israel tildaron de «antisemitas» a los jueces de la Corte Penal Internacional (CPI) en noviembre del 2024 (véase nota de prensa), y pidieron al Secretario General de Naciones Unidas que renuncie a su puesto en octubre del 2023 (véase nota de prensa), en enero del 2024 consideraron la decisión de la CIJ sesgada en razón del «antisemitismo» de algunos de sus integrantes (véase nota de The Guardian): se trata de una reacción iracunda de Israel cada vez que su diplomacia fracasa que ya no impresiona mayormente, salvo en el caso de algunos pequeños círculos políticos que gravitan alrededor de la Casa Blanca en Estados Unidos.
El texto de la resolución adoptada el 2 de abril del 2025
Haciendo a un lado los fallidos intentos desplegados por Estados Unidos e Israel en Naciones Unidas, nos abocaremos a describir el contenido de la resolución adoptada.
El proyecto de resolución A/HRC/58/L.30/Rev.1 aprobado este 2 de abril del 2025 se compone de 48 puntos resolutivos (véaseenlace) y la lectura completa de cada uno de ellos se recomienda (véasetexto en español) de manera a poder valorar mejor los votos registrados.
Así por ejemplo, se lee literalmente en los puntos 5 a 7 que el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas:
«5. Condena la práctica de hacer padecer hambre a la población civil como método de guerra en la Franja de Gaza, la denegación ilícita de acceso humanitario, la obstaculización intencional del suministro de socorro y la privación de bienes indispensables para la supervivencia de la población civil, como alimentos, agua, electricidad, combustible y telecomunicaciones, por parte de Israel, la Potencia ocupante;
6. Expresa gran preocupación por las declaraciones de responsables israelíes que equivalen a incitación al genocidio, y exige a Israel que asuma su responsabilidad jurídica de prevenir el genocidio y acate plenamente las medidas provisionales que dictó la Corte Internacional de Justicia el 26 de enero de 2024;
7. Deplora la actual política de Israel de imponer medidas punitivas al pueblo, los dirigentes y la sociedad civil palestinos, y exhorta a Israel a que ponga fin a la práctica de “retener” los ingresos tributarios palestinos«.
En puntos resolutivos siguientes, se indica por parte del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas que este órgano:
«13. Deplora las graves violaciones por parte de Israel de múltiples normas imperativas y exhorta a todos los Estados a que garanticen que sus exportaciones de armas no contribuyen a esta situación ilícita ni se benefician de ella;
14. Exhorta a todos los Estados a que pongan fin a la venta, transferencia y desviación de armas, municiones y otros equipos militares a Israel, la Potencia ocupante, a fin de evitar nuevas violaciones del derecho internacional humanitario y violaciones y abusos de los derechos humanos, y a que, de conformidad con las normas y los estándares internacionales, se abstengan de exportar, vender o transferir bienes y tecnologías de vigilancia y armas menos letales, incluidos los artículos “de doble uso”, cuando determinen que existen motivos razonables para sospechar que esos bienes, tecnologías o armas podrían utilizarse para violar o conculcar los derechos humanos, y recuerda la providencia de la Corte Internacional de Justicia de 26 de enero de 2024«.
Como sugerido anteriormente, cada uno de estos numerosos puntos resolutivos merece lectura y relectura, al haber sido negociados sus términos y sus expresiones de manera a garantizar una mayoría de Estados votando a favor del texto.
La votación registrada el 2 de abril del 2025
Esta resolución fue adoptada el 2 de abril del 2025 en Ginebra, con 27 votos a favor, 4 votos en contra (Alemania, Etiopía, República Checa y República del Norte de Macedonia) y 16 abstenciones, tal y como se puede apreciar en el el cuadro de la votación registrada reproducido a continuación. En el 2024, la votación de un texto similar había registrado 29 votos a favor, seis en contra y 13 abstenciones
En este 2025, la casi totalidad de los Estados de América Latina votó a favor (Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, y México); al tiempo que, por razones que se desconocen, República Dominicana optó por abstenerse. El cambio de posición de Costa Rica merece mención, al haberse abstenido en abril del 2024 para el voto de una resolución muy similar, sin brindar ningún tipo de explicación su delegado en Ginebra (véase nota de Delfino.cr de abril del 2024).
En el caso de los Estados miembros permanentes del Consejo de Seguridad que integran el Consejo de Derechos Humanos, en este 2025 China votó a favor, al tiempo que Francia se abstuvo, sin dar a conocer las razones por hacerlo al no proceder sus delegación a una explicación del voto. En relación al voto del 2024 sobre un texto muy similar, la misma posición se observó por parte de China y de Francia, al tiempo que votó en contra la delegación de Estados Unidos.
Resulta oportuno indicar con respecto a Francia y a su abstención observada en el 2024 y nuevamente en el 2025, que el flujo de exportaciones francesas hacia Israel en materia militar, dió lugar a esta pregunta (véase enlace) de una senadora gala: se trata de una pregunta que cumplió un año sin obtener contestaciión por parte de las autoridades a cargo de la defensa en Francia, el pasado 7 de marzo del 2025. Tratándose de un ministerio cuyo titular ha logrado mantenerse en el puesto a pesar de los distintos gabinetes galos observados entre marzo del 2024 y lo que va del 2025, la ausencia de respuesta de su parte resulta aún más llamativa.
El contexto en el que se adoptó esta resolución
La contundencia de la condena a Israel que se desprende de esta resolución adoptada este 2 de abril del 2025 es llamativa, y resulta más que notoria la casi nula cobertura de grandes medios de prensa y de agencias internacionales de noticias sobre el voto registrado de esta resolución.
Esta votación se da en plena ofensiva de Israel en Gaza, con saldos mortíferos nunca registrados antes (más de 1400 personas fallecidas en 20 días) desde que, el pasado 18 de marzo, Israel rompió unilateralmente la tregua pactada y materializada desde el 19 de enero del 2025 con el Hamás. Este reportage publicado en Israel por Magazine+972 este 3 de abril, titulado «In Gaza´s devastated hospitals, treatable patiens face ‘slow, quiet death’ » explica el riesgo de fallecer al que se exponen muchos heridos graves dado el colapso total de la red hospitalaria de Gaza, en gran parte destruída deliberadamente por Israel. Ello sin hablar de la destrucción intencional de ambulancias y de equipos de rescate en Gaza, y ello desde el mes de octubre del 2023. El penúltimo informe de Naciones Unidas al 4 de abril del 2025 detallaba las más recientes exacciones a las que se había prestado el ejército de Israel contra la población civil palestina. El último informe (al 8 de abril) detalla la tragedia indecible que se está viviendo en Gaza por parte de la población civil palestina.
El pasado 3 de abril, numerosos expertos en derechos humanos de Naciones Unidas alertaron en un comunicado conjunto sobre la imperiosa necesidad de tomar acciones para terminar con la impunidad total de Israel en Gaza. Este 8 de abril, el Secretario General de Naciones Unidas se refirió a Gaza como un verdadero «campo de la muerte» en el que no ha entrado ayuda humanitaria desde más de un mes (véase nota de prensa) debido al bloqueo de Israel: se trata de una situación pocamente divulgada en medios de prensa en Estados Unidos y en Europa, y que ha llevado a un grupo de ONG a solicitarle nuevamente a Sudáfrica presentar una acción urgente (una cuarta solicitud de medidas provisionales) a la CIJ ( véase nota de prensa del 11 de abril).
El voto de esta resolución por parte del Consejo de Derechos Humanos también precedió de pocas horas el anuncio por parte de Hungría de denunciar formalmente el Estatuto de Roma que crea la Corte Penal Internacional (CPI), una decisión que coincide con la visita a Hungría del Primer Ministro de Israel (véase nota de la BBC): se trata del primer Estado miembro de la Unión Europea (UE) en proceder a la denuncia del Estatuto de Roma, un instrumento que Hungría había ratificado desde el año 2001 (véase estado oficial de firmas y ratificaciones). De igual forma, se trata del primer viaje al que se aventura el Primer Ministro de Israel a Europa, luego de la confirmación de una orden de arresto en su contra por parte de los jueces de la Sala de lo Preliminar de la CPI, en noviembre del 2024 (véase breve nota nuestra al respecto). Es de notar que el único jefe de Estado en saludar la decisión de Hungría ha sido… el mismo Primer Ministro de Israel (véase cable de la agencia Reuters). Por su parte, la Presidencia de los Estados Partes al Estatuto de Roma no tardó en condenar a Hungría, haciéndole ver además que una denuncia no surte efectos inmediatos como pareciera interpretarse, de manera algo aventurada, en Budapest (véase comunicado oficial): el artículo 127 del Estatuto de Roma claramente establece un plazo de un año a partir de la notificación de la denuncia, durante el cual el Estado que denuncia este tratado mantiene inalteradas todas sus obligaciones jurídicas, sin excepción de ningún tipo (véase texto del Estatuto de Roma).
En el caso de Francia, cuyas autoridades diplomáticas en noviembre del 2024 habían procedido a tecnicismos legales algo originales para asegurar que no detendrían al Primer Ministro israelí en caso de encontrarse en Francia, tuvimos la ocasión de explicar en un texto destinado a lectores francófonos sobre el alcance de estas órdenes de arresto (Nota 3) que:
«Cette ligne jurisprudentielle appliquée aux visites de chefs d´Etat étrangers en France mérite une explication un peu moins juridique que nous allons tenter de donner : on peut serrer la main de tout chef d´Etat étranger sur le perron de l’Elysée, y ajouter les accolades de rigueur, sourires affables et poses devant les journalistes, et ce chef d’Etat bénéficie sur le territoire de la France de l’immunité accordée à tout chef d’Etat. Et ce même si il est suspecté de commettre un génocide, des crimes de guerre, des crimes contre l’humanité ou d’autres violations graves des droits de l´homme. A la question que toute personne peut légitimement se faire «Mais,… ils sont nombreux ces chefs d’Etat étrangers?», on peut répondre qu’il y en a effectivement un bon nombre. Par contre, et dans ce cas le nombre est bien moindre, lorsque ces accusations ont été soigneusement examinées et méticuleusement documentées par le Procureur de la CPI, puis revues méthodiquement par trois juges de la CPI, et que ce chef d’Etat étranger fait finalement l’objet d’un mandat d’arrêt délivré par une Chambre préliminaire de la CPI, le droit international s’impose automatiquement aux autorités françaises en vertu du Statut de Rome : on procède alors à la capture de ce même chef d’Etat s’il se trouve en France par les autorités nationales compétentes, et on le remet sans tarder aux juges de la CPI àLa Haye. Fini le temps des accolades devant les caméras«.
Resulta de interés señalar que para trasladarse de Hungría a Estados Unidos, la aeronave del Primer Ministro israelí debió pedir a autorización de sobrevuelo a Austria, Alemania y Francia (y tal vez a otros Estados más): en el caso de Francia un colectivo de juristas franceses (JURDI, véase enlace) interpeló a las autoridades galas (véasecarta del 7 de abril) sobre las obligaciones existentes para Francia, en virtud del Estatuto de Roma, de detener al Primer Ministro israelí en el espacio aéreo francés. No se ha escuchado de llamada de atención similar hecha a las autoridades de Austria y de Alemania. Con respecto a Francia, nuestros estimables lectores podrán por sí mismos revisar la casi nula cobertura de prensa hecha a la misiva dirigida a las autoridades francesas por parte de JURDI.
A modo conclusivo
Pese a las imágenes desgarradoras que provienen día tras día desde Gaza desde la tarde/noche del 7 de octubre del 2023, los mecanismos existentes a nivel de Naciones Unidas activados intentan frenar el ímpetu destructor de Israel. Lo hacen con una limitación mayor, debido al veto sistemático de Estados Unidos en el seno del Consejo de Seguridad para resguardar la libertad de acción de Israel en Gaza (observado en varias ocasiones desde octubre del 2023). No obstante, el Consejo de Seguridad es un mecanismo de muchos otros, y son varios los Estados que, tanto en la Asamblea General, como en el Consejo de Derechos Humanos, así como ante la CIJ y la CPI, buscan manera suplir esta grave limitación. En estos otros espacios, la intensidad de las gestiones diplomáticas de la dupla Israel-Estados Unidos se despliega sin lograr sino cosechar derrotas reiteradas.
Hay que tener claro que esta dupla deriva de la alianza incondicional existente entre Israel y Estados Unidos, y ello, independientemente del partido político al que pertenezca el ocupante de la Casa Blanca. No obstante lo anterior, como nueva consolidación de los lazos privilegiados existentes entre Israel y Estados Unidos desde la llegada del nuevo ocupante de la Casa Blanca, en días recientes las autoridades migratorias de Estados Unidos han anunciado que sus funcionarios revisaran contenidos «antisemitas» en redes sociales antes de otorgar a personas su visa de ingreso al territorio norteamericano (véase nota oficial del 9 de abril del 2025 del USCIS).
Al igual que otras resoluciones similares, esta resolución aprobada el 2 de abril del 2025 será seguramente usada ante la Asamblea General de Naciones Unidas y ante el Consejo de Seguridad, así como ante los jueces de la CIJ, en particular en el caso de la demanda interpuesta por Sudáfrica contra Israel, así como ante los jueces de la CPI en caso de enjuiciarse un día los dos dirigentes israelíes objeto de órdenes de arresto desde noviembre del 2024.
Nótese que la extrema presión que ejerce Estados Unidos sobre Sudáfrica desde la llegada a la Casa Blanca de su nuevo ocupante el pasado 20 de enero, probablemente busque obtener un retiro de la demanda sudafricana contra Israel ante la CIJ. El pasado 1ero de abril, por razones que se desconocen, Nicaragua optó por retirar formalmente su solicitud de intervención en el marco de la demanda de Sudáfrica contra Israel (véase comunicado de la CIJ en francés y en inglés): en este comunicado oficial de prensa, se informa que el retiro de esta solicitud de intervención obedece al alto costo que le significa a Nicaragua mantenerla, lo cual puede sorprender y mucho menos convencer.
Con relación a Costa Rica, y a la contienda electoral del 2026 que se avecina, en esta reciente nota publicada en ElMundo.cr (edición del 20 de marzo del 2025), un diputado que se vislumbra como posible precandidato a las elecciones a realizarse en el 2026 en Costa Rica, pareció considerar muy oportuno anunciar que trasladaría la embajada de Costa Rica de Tel Aviv a Jerusalén de ser electo. Era probable que este tipo de propuesta se observara desde candidatos provenientes de otros partidos políticos en Costa Rica en los meses venideros, pero no de ese partido político: al respecto, es de notar que en febrero del 2024, unos 20 congresistas de Costa Rica viajaron a Israel (véase nota). Nos permitimos remitir a nuestros estimables lectores costarricenses a una valoración hecha por el excanciller de Costa Rica en en el período (2006-2010) sobre el traslado de la embajada costarricense a Jerusalén observado en 1982 (Nota 4). Es probable que semejante propuesta sin tener claro porqué, después de Donald Trump en mayo del 2018, en el plano mundial únicamente Guatemala, Honduras y Paraguay se han sentido obligados a trasladar como Estados Unidos sus respectivas embajadas de Tel Aviv a Jerusalén en América Latina (así como Kosovo en Europa en marzo del 2021). En el caso de Paraguay, la decisión de mayo del 2018 del entonces Presidente Horacio Cartes, empresario en el centro de escándalos repetitivos desde que dejó la presidencia paraguaya (véase nota de la BBC del 2023) se revirtió muy pocos meses después con la llegada del nuevo Presidente paraguayo Marito Abdo Benitez – Nota 5). Y en el caso de Honduras, la decisión de junio del 2021 de trasladar su legación diplomática a Jerusalén se tomó bajo la presidencia de Juan Orlando Hernández, condenado por narcotráfico a 45 años de prisión en Estados Unidos en el 2024 (véase nota de la BBC del 26 de junio del 2024).
Con esta resolución del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, Israel (y su aliado norteamericano) registran uno de los numerosos fracasos diplomáticos en Naciones Unidas, con una resolución que probablemente sea utilizada por Estados y por diversas entidades de Naciones Unidas que buscan la manera de forzar a Israel a respetar las reglas del ordenamiento jurídico internacional: y ello pese a los intensos esfuerzos desplegados por su incondicional aliado norteamericano.
A partir del 28 de abril, La Haya será escenario de un ejercicio en el que Estados y organizaciones internacionales tendrán la oportunidad de hacer ver a los jueces de la CIJ la importancia que revisten las reglas jurídicas que obligan a todo Estado Miembro de Naciones Unidas: por parte de América Latina participarán (por orden de aparición ante la CIJ) Colombia, Bolivia, Brasil, Chile, México y Panamá.
Notas
Nota 1: En aquella oportuniad, nos permitimos señalar que en julio del 2024, al darse a conocer la opinión consultiva de la CIJ sobre la colonización y la ocupación ilegal del territorio palestino ocupado que:
«Al respecto, las 292 páginas del escrito de Palestina (véase texto en francés y en inglés) contrastan con las módicas 5 páginas remitidas en su momento por Israel (véase texto en francés y en inglés).
Con respecto a Israel, cabe indicar que, pese a poder hacerlo, Israel optó por no participar luego en las audiencias orales, un detalle que la jueza oriunda de Estados Unidos en la CIJ consideró necesario señalar en su declaración separada (véase texto), al precisar que:
«4. It also is unfortunate that Israel did not meaningfully participate in these advisory proceedings. Israel submitted a five-page written statement to the Court, together with annexes. It chose not to participate in the oral proceedings, despite the fact that up to the opening of those proceedings, the Court had reserved three hours for Israel to present its views — the same amount of time allocated to the observer State of Palestine, and six times the amount allocated to any other participant. This is an advisory proceeding, and no State was under an obligation to participate, including Israel. Israel’s participation in the oral proceedings, however, would have benefited the Court. Conversely, the failure of a State to participate cannot prevent the Court from fulfilling its responsibilities in replying to an advisory request» «. Véase BOEGLIN N., «Ocupación prolongada y colonización ilegal israelí del territorio palestino: apuntes con relación a la reciente opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia (CIJ)«, 19 de julio del 2024. Texto disponibleaquí.
Nota 2: Véase BOEGLIN N., «Gaza / Israel: apuntes desde Costa Rica sobre fijación de fecha para audiencias públicas, de cara a nueva solicitud de opinión consultiva a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) » 12 de marzo del 2024. Texto disponibleaquí.
Nota 3: Véase BOEGLIN N., «Gaza / Israël : la portée des mandats d’arrêt délivrés récemment par la Cour Pénale Internationale (CPI) et la surprenante réaction officielle de la France«, 30 de noviembre del 2024. Texto disponible aquí.
Nota 4: Sobre esta decisión de 1982 de Costa Rica, el ex canciller (2006-2010) Bruno Stagno Ugarte escribió que:
«El 8 de mayo 1982, en su primer acto de gobierno, el Presidente Luis Alberto Monge Álvarez ordenó el traslado de la Embajada de Costa Rica en Israel a Jerusalén. Esta decisión, fielmente ejecutada por el entonces Ministro de Relaciones Exteriores, Fernando Volio Jiménez, sería una de esas vergüenzas mayúsculas que le han restado autoridad y credibilidad a nuestro apego histórico a las normas del derecho internacional. Pocas decisiones han evidenciado de manera tan manifiesta un divorcio tan absoluto entre nuestros principios y propósitos y nuestras acciones. Pero lo más lamentable de esta decisión es que ni siquiera estuvo motivada por una necesidad de Estado, sino por el sentimentalismo desmedido de unos pocos. Decisiones como esta, arriesgan más de lo que prometen. Son decisiones que tienen altos costos y escasos, sino nulos, beneficios. Su naturaleza intrínsecamente deficitaria se conocíade antemano»
(véase STAGNO UGARTE B., Los caminos menos transitados: la administración Arias Sánchez y la redefinición de la política exterior de Costa Rica, 2006-2010, Editorial EUNA, 2013, p. 29. Texto completo de esta publicación disponibleaquí).
Nota 5: Sobre la decisión de trasladar la embajada de Tel Aviv a Jerusalén por parte del entonces Presidente Cartes en Paraguay en el mes de mayo del 2018 (bajo fuerte presión de Estados Unidos para que Paraguay acompañara a Estados Unidos con embajadas en Jerusalén) y luego la decisión del nuevo Presidente paraguayo Mario Abdo Benitez de regresarla sin más preludios a Tel Aviv unos meses después, véase BOEGLIN N., » La valiente decisión de Paraguay de restablecer su Embajada en Tel Aviv: una breve puesta en perspectiva«, editada el 11 de septiembre del 2018. Texto disponible aquí. Hace unos pocos meses, el 12 de diciembre del 2024, Paraguay volvió a colocar a su embajada en Jerusalen (véasecomunicado oficial).
*Foto del bombardeo en Gaza ocurrido el 13 de noviembre del 2024 en el area de Al-Mawasi: se puede apreciar el impacto causado en el suelo debido al uso de potentes artefactos explosivos que Israel utiliza de manera reiterada al bombardear campamentos de desplazados y refugiados en Gaza. Foto extraída de artículo de prensa titulado » ‘I don´t care who´s president there. I just want may kids to survive in Gaza’ «, Magazine+972 (Israel), edición del 14 de noviembre del 2024
“Por una sociedad justa, primero los olvidados”. Este es el principio que nos recuerda que una sociedad no puede prosperar mientras existan sectores marginados, excluidos de los derechos y oportunidades que deberían ser universales. Por ello requerimos partidos que luchen por la justicia social.
En Costa Rica, pionero en la construcción de un Estado social en la región, la lucha por la justicia social debe renovarse con fuerza, especialmente en un contexto donde las desigualdades persisten y nuevas amenazas emergen.
Pero, ¿acaso podemos encontrar un partido político verdaderamente comprometido con la justicia social? Si lo hiciéramos, ojalá fuese más que una estructura electoral; ojalá fuera un partido capaz de convertirse en un amplificador para las voces de los excluidos.
Las ruedas de la historia
Los movimientos sociales, que históricamente han sido el motor de las grandes transformaciones, deben ocupar un lugar central en ese proyecto. Desde los sindicatos que en 1942 lucharon por las garantías sociales, hasta las organizaciones comunitarias que hoy defienden el acceso a la salud, la educación y el medio ambiente, estas voces representan hoy la esencia de la justicia social.
Incorporarlas no es solo un acto de inclusión, sino una estrategia para construir políticas públicas que respondan a las necesidades reales de la población.
En el próximo proceso electoral es imperativo que estas voces olvidadas tengan un espacio propio, esto es, un partido en el cual la justicia social ocupe un lugar central en sus propuestas, que sea el puente entre los movimientos sociales y el poder político, articulando demandas históricas y contemporáneas.
La seguridad social, la educación gratuita y de calidad, el trabajo digno y la convivencia pacífica no son solo derechos, sino ejes fundamentales para construir una sociedad más equitativa.
Además, ese partido debería señalar nuevas demandas como la equidad de género, la sostenibilidad ambiental y la inclusión de comunidades históricamente marginadas, como los pueblos indígenas y las personas migrantes.
La justicia social no es un destino, sino un camino
Es una búsqueda constante que requiere organización, compromiso y valentía. “Por una sociedad justa, primero los olvidados” no es solo un lema, es un llamado a la acción, es una invitación a construir un país donde nadie quede atrás, donde cada persona tenga la oportunidad de vivir con dignidad y donde la solidaridad sea el principio rector de nuestras decisiones colectivas.
La lucha continúa, y es nuestra responsabilidad mantenerla viva. No perdamos la esperanza a pesar de los nubarrones de este verano.
Para enfrentar la nueva demagogia no basta un buen candidato o una persona decente, se requiere de un movimiento social transformador que impulse la justicia social en una nueva alianza nacional por la vida.
El enojo persiste. Esta vez con la peligrosa realidad anunciada hace varios años en un cuidadoso análisis sobre los acechos a la democracia costarricense publicado por el Programa Estado de la Nación.
En ese entonces (hace ya casi diez años) se decía que los mitos fundacionales de la matriz democrática local contaban aún con bases sólidas, aunque se preveía su erosión conforme las generaciones se separaran de tales mitos: paz, estabilidad, institucionalidad.
El tiempo de la frontera ha llegado y toma a una sociedad estupefacta, dunda, atolondrada desde el punto de vista político. Las resistencias se atomizaron y defienden hoy sus parcelas, pero no un proyecto de sociedad, colectivo, inclusivo.
Con esta realidad que pega de frente, una categoría esencial para la democracia ha sido sustraída. Importante para la construcción de la representación y la representatividad, el “pueblo” ha quedado diluido entre un proyecto que supo procesar el enojo y otro, para el que esa representación se le volvió un fardo.
Preguntarse por el pueblo, ese que llaman pueblo, es preguntarse por su invención de una u otra versión. ¿si este no es el pueblo, el pueblo dónde está?
Pareciera que la disolución de su sentido ha sido bien aprovechada por el lado del enojo y la frustración de un sistema político tradicional que le dio la espalda.
Porque seamos francos: las mieles de aquello que se denominó Estado de bienestar duraron poco y la inclusión e integración horizontal y vertical fueron difuminadas por un modelo quirúrgicamente demoledor en lo social, lo económico y cultural.
Rescatar al pueblo no es para nada sencillo ni un ejercicio de teoría académica inerte. Es más que eso. Es encontrar su lugar en la historia, en esos mitos fundantes de la democracia costarricense y devolverle el sentido colectivo que, aun con diferencias, alguna vez tuvo.
En ocasión del 169 aniversario de la Batalla de Rivas, el historiador Óscar Aguilar Bulgarelli expresó su preocupación por la disminución de las celebraciones públicas que conmemoran esta fecha histórica en Costa Rica.
«Hoy conmemoramos el 169 aniversario de la batalla de Rivas, de la gesta heroica del ejército de Costa Rica, de la gesta heroica de Juan Santamaría, de la gesta heroica de Juan Rafael Mora y todos los que en aquel ejército nacional lograron derrotar a la banda de William Walker», manifestó Aguilar Bulgarelli.
El historiador señaló que, en contraste con épocas anteriores, la conmemoración actual se caracteriza por ser «un día silencioso», donde ya no se observan «aquellas celebraciones de desfiles, de trompetas, de algarabías, celebrando un hecho patriótico indiscutiblemente importante».
En sus declaraciones, Aguilar Bulgarelli expresó que este olvido de las celebraciones patrias tiene consecuencias para la sociedad costarricense, asociándolo con «una indiferencia hacia nuestras instituciones y hacia nuestra historia» y lo que describe como «una esclavitud por el consumo y una esclavitud hacia la ignorancia».
El analista también comentó sobre la limitada cobertura mediática de la fecha, mencionando que «los medios de comunicación hoy, salvo alguna referencia en algún noticiero de la mañana, no dicen absolutamente nada» sobre el 11 de abril.
Para Aguilar Bulgarelli, la conmemoración de las fechas patrias tiene un propósito fundamental: «reverdecer el amor a la patria», pero aclaró que esto no significa «pararse en una tarima en un parque de pueblo a pegar cuatro gritos estridentes, llamando al odio entre hermanos».
El historiador hizo referencia al Pacto de Concordia, primera constitución costarricense, indicando que la verdadera celebración de estas fechas debería orientarse a crear «ese cariño, esa concordia, ese respeto entre hermanos costarricenses».
En su reflexión final, Aguilar Bulgarelli hizo un llamado a recordar «con respeto la gesta heroica de nuestros héroes de Rivas, de Juan Santamaría y de tantos otros de los cuales heredamos esta patria».
Algún día dijo Figueres que la tarea que le quedaba pendiente era quemar La Nación. Representaba mucho contra las ideas por las que él había luchado. Desde mi punto de vista, más que la abolición del ejército (mucho más, mucho más fundamental) fue la nacionalización de los depósitos bancarios. Por algo fue también por donde empezó el ataque al sector público, ante una voracidad insaciable (de los que mandan) y la incapacidad de ver más allá de sus narices (de algunos de los que mandan, y de otros, de los que obedecen).
Esa pelea formidable, en la que se construía una forma de nación, se perdió. Derrota nunca más evidente que en el día en que el director de La Nación se transformó en ministro y embajador de quien, desde adentro, minaba las bases del mundo que construyó Figueres.
Hoy hablan de los peligros que corre la democracia en Costa Rica. Es una visión corta, en mi opinión. Los peligros son antiguos. Ninguno contribuyó más a eso que el líder más lúcido de ese proyecto de mirada corta. En beneficio propio, manoseó la Constitución, el Poder Legislativo, el Judicial. ¿Para qué? Para aprobar un proyecto desquiciador del sector productivo nacional, para avanzar en la privatización de las telecomunicaciones y echar a andar, de manera lesiva para los intereses nacionales, la privatización de las obras públicas.
¿Cómo sorprendernos del desencanto con la “democracia”?
La 27 nos recuerda todos los días el perverso mecanismo mediante el cual se mete la mano en el bolsillo de los costarricenses, con la complicidad de los organismos del Estado que deberían controlarlo. En esto, fueron muchos los cómplices, encargados de desmontar una capacidad pública eficiente, para entregarla a los mismos que hacen clavos de oro con un mecanismo perverso.
Hay quienes piensan que todo eso es cosa vieja. Del pasado. Y no se explican cómo hemos podido llegar tan lejos y tan hondo, ni esa lógica que, después de un Alvarado, entrega el país a un Chaves.
Para mí está claro. ¿Ningún daño ha hecho a nuestra institucionalidad el manoseo de los tres poderes para satisfacer ambiciones personales desmedidas? Ese tipo de acciones son como echar un químico corrosivo en los engranajes de la historia.
Hay responsables. Aunque algunos piensen que están olvidados, nunca dejan de funcionar, corroyendo los engranajes de la convivencia nacional. Lo modosito de las propuestas, los BMW y los Mercedes ofrecidos, son solo humo de paja, hipocresía que la brutalidad del “memorando del miedo” desnuda.
Entonces aparece uno, vivo, que toca los puntos sensibles, los más vulnerables. El primero, esa cúpula ambiciosa, de visión corta, insaciable. Luego los otros poderes, la prensa… La manera chabacana, como lo hacen, encanta a muchos.
Asaltan el Estado gentes sin antecedente político alguno. Las encuestas lo muestran. Sin historial, ni capacidad. Sin propuestas. Pero con estilo. Es suficiente el dedo apuntado a los responsables de la demolición hecha en los últimos 50 años, de la que ellos mismos son acabados representantes.
Nos toca recuperar un rumbo perdido. No es volver atrás. Es avanzar sobre las bases que hicieron de Costa Rica una excepción, las mismas que, desde hace casi 50 años, han venido demoliendo sistemáticamente. Bases tan sólidas que, pese a todo, no han podido ser demolidas del todo. Algo queda, sobre todo en la memoria de los costarricenses.
No se trata de gritos sobre una democracia en peligro. Ese peligro, como hemos visto, viene de larga data. Hace falta la defensa de lo público. En vez de terminar de deshacer el ICE, de vender el BCR, de avanzar en la privatización de la salud, de la educación, en la destrucción de la CCSS, sería prudente reconstruir los fundamentos que hicieron posible que el país creciera con imaginación, sobre la base de recursos propios, sin perder de vista los derechos de las mayorías. Sin rechazar su lugar en el escenario internacional. Pero no un lugar subalterno, mediocre (como una “zona franca”, sugieren algunos). Participar con lo nuestro. Llevar nuestra banca a los mercados internacionales. El ICE a Centroamérica y más allá; ¿por qué no? en vez de destruirlo. No es fácil, pero me parece que es lo que tiene sentido.
Un programa para el 2026 que llene de aire nuevo, de lucidez, una pelea en la que se juega una forma de construcción del país.