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Panel de Alternativas explorará participación juvenil en espacios sociales y políticos

Un panel de cuatro personas dialogará sobre juventud y participación el próximo 28 de marzo, en una transmisión en vivo a las 18:00 horas.

Las personas invitadas por el programa Alternativas son:

  • María Clara Navarro Mora, estudiante de Ciencias Políticas y secretaria de Formación Política del partido Federativo Alternativa.

  • Maricela Pleités, profesora de Secundaria en Educación Religiosa y estudiante de Psicología.

  • Marvin Blanco Jara, profesor de Estudios Sociales y Cívica del Ministerio de Educación Pública, quien trabaja con estudiantes de Secundaria.

  • Jorge Daniel Madrigal Ballestero, estudiante de segundo año de Derecho y suplencia ante el Consejo Superior Estudiantil de la Universidad de Costa Rica.

El evento será organizado por el programa Alternativas y retransmitido por diversas emisoras radiales, incluyendo Radio Actual 107.1 FM, Radio Guanacaste 106.1 FM, Radio Soberanía y Radio Revolución.

La transmisión se realizará a través de plataformas como Facebook Live, YouTube, Spotify y las emisoras radiales mencionadas.

Farid Ayales Esna… su huella indeleble – In Memoriam

Vladimir de la Cruz

Conocí a Farid hace ya bastante años, a finales de la década de 1960 e inicios de la de 1970, cuando estábamos en la Facultad de Derecho, de la Universidad de Costa Rica.

Lo conocí como permaneció invariable en su vida, jovial, jocoso, amistoso, noble, siempre sonriente, nada rencoroso, afable, bastante sociable, sobre todo de buen y refinando trato, haciendo que en su relación laboral como suprior jerárquico, o personal, predominara siempre lo positivo, buscando la unidad de acción en la diversidad de opinión, procurando soluciones concretas, reales, posibles, exagerando a veces su guanacastequidad, y su liberianismo, su pampa, su Guanacaste, su Liberia, sus acompañantes permanentes como su sombras,

Siempre lo vi como una persona muy vinculada a su familia, a sus hermanos y hermana, y a sus históricas raíces libanesas. Su familia era su centro vital. En mi caso particular, compartimos hijos en el colegio en Costa Rica, y en la Universidad en Estados Unidos, lo que estrechó nuestra amistad.

Compartimos inquietudes políticas, desde distintas tiendas partidarias pero siempre con gran respeto y cariño personal.

Graduado de Abogado marchó a Italia donde hizo su Doctorado en Derecho, especializándose en Derecho Laboral o del Trabajo, campo en el que llegó a destacar como académico y como funcionario público en su condición de ministro de Trabajo.

Su vida académica y su experiencia en Italia lo sensibilizaron en el campo laboral. La vida universitaria en Costa Rica, en los días de la Facultad de Derecho, lo politizó y su experiencia en Italia le amplió sus horizontes y compromisos políticos, y le enriqueció su cultura general.

Su vida, desde sus años universitarios fue siempre intensa, apasionada por las banderas y compromisos que adquiría, que enarbolaba y defendía.

Le gustaba comer bien, lo que le llevó a desarrollar su proyecto gastronómico en el Restaurante Balbeck, al norte de Heredia, con comida libanesa. Le gustaba igualmente invitar a comer asados hechos y muy bien atendidos por él.

Recién regresado de Italia se encontró una Costa Rica agitada académicamente. El gobierno de José Figueres Ferrer impulsaba, a inicios de la década de 1970, una gran revolución en la educación superior nacional, cuando en 1973 impulsó la creación de la Universidad Nacional, en Heredia, a la que siguieron luego el Instituto Tecnológico de Costa Rica, en Cartago y la Universidad Estatal a Distancia, proyectada en todo el país.

La Comisión Ad Hoc que creó la Universidad Nacional estuvo integrada por el padre Benjamín Núñez Vargas, por Uladislao Gámez, por Francisco Morales Hernández, entre otros.

La Universidad Nacional, bajo el concepto de Universidad Necesaria, revolucionó con nuevas carreras y nuevos conceptos de admisión, incluso permitiendo, en casos especiales el ingreso de adultos sin el bachillerato colegial, tomando en cuenta su experiencia vital. Entre las unidades académicas nuevas estaba el Instituto de Estudios del Trabajo, IESTRA, la Escuela de Relaciones Internacionales, la Escuela de Planificación Social y la de Veterinaria, entre otras. En el IESTRA se dieron casos de esas matrículas especiales, que resultaron exitosas profesional y académicamente en sus resultados con dirigentes sindicales que allí se matricularon.

Dirigida la Universidad Nacional por el padre Benjamín Núñez Vargas, el Instituto de Estudios del Trabajo, IESTRA, se puso bajo la dirección de Farid Ayales Esna, por varios, años, quien también dirigió la Escuela de Relaciones Internacionales.

Al asumir la dirección del IESTRA me invitó a formar parte del profesorado del IESTRA, cuestión que por razones políticas no le gustó al Rector Núñez Vargas, quien intentó despedirme, junto a Alberto Salom, que también se había integrado al IESTRA. Farid asumió la defensa de sus profesores y allí permanecimos trabajando. En mi caso fortaleciendo mi amistad con él y valorando su integridad profesional, académica y política.

Del Instituto de Estudios del Trabajo pasó a dirigir la Escuela de Relaciones Internacionales de la UNA. En esta Unidad Académica impulso la defensa y fortalecimiento del Estatuto de Neutralidad Permanente para Costa Rica y las Propuestas de Paz que había planteado el presidente Luis Alberto Monge, con motivo de su Proclama de Neutralidad, en el contexto de la guerra que agitaba a Nicaragua y a Centroamérica.

De la Universidad se lo llevaron a Relaciones Exteriores, donde le pusieron a cargo, en el gobierno de Oscar Arias Sánchez, de la Embajada de Costa Rica en Nicaragua, en un período complejo y difícil en Nicaragua, como en Centroamérica, que supo atender con gran inteligencia, cuando se estaban firmando los acuerdos que le pusieron fin a la guerra en Centroamérica, donde jugó un papel importante en las negociaciones en las que le tocó participar, mérito que se lo reconocieron al Presidente Oscar Arias cuando le otorgaron el Premio Nobel de la Paz, en 1987, y al propio Farid cuando en Nicaragua también le dieron una distinción del más alto nivel protocolario y nacional.

Luego fue llevado al Ministerio de Trabajo, donde se desempeñó como ministro en el gobierno de José María Figueres Olsen.

En su vida académica universitaria, en su tiempo de director del Instituto de Estudios del Trabajo, se llevó a cabo una verdadera revolución institucional haciendo del Instituto una Unidad Académica al servicio de la capacitación de dirigentes de organizaciones sociales, de sindicatos y cooperativas.

Me atrevo afirmar que una gran parte de la dirigencia nacional sindical de esas décadas, de 1970 y 1980, se formó universitariamente en el IESTRA.

A los cursos de formación universitaria se agregaron los cursos intensivos a los sindicatos en todo el territorio nacional los fines de semana. Solo con el Sindicato de Educadores Costarricenses, SEC, que fue muy favorecido en la capacitación de sus dirigentes, se hacían alrededor de 50 actividades de capacitación anuales en diferentes regiones del país. Así como el SEC, las principales centrales sindicales del país y los más importantes sindicatos nacionales fueron atendidos por el IESTRA.

En su período ministerial el movimiento sindical se fortaleció, entrando en una grave crisis a partir de 1991, cuando se desintegró el Sistema Mundial Socialista, cuyas repercusiones al acabar con la Guerra Fría, debilitaron a las organizaciones sindicales que pertenecían y a los partidos políticos que se reflejaban en esa Guerra Fría, debilitándolas y haciendo surgir otras dirigencias sindicales, más apolitizadas y mediatizadas por las nuevas políticas económicas y militaristas internacionales que surgieron en el diseño actual de las relaciones políticas mundiales.

Así se proyectaba la Universidad Nacional, en la época de Farid Ayales, en el movimiento sindical urbano y rural del país, que durante esos años se fortaleció en su dirigencia sindical y en sus capacidades organizativas y de sus luchas.

La atención universitaria al movimiento sindical fue a todos los sindicatos no importaba quien los dirigiera, si dirigentes comunistas o de izquierda, si socialdemócratas o socialcristianos, o sindicatos sin adherencia a partidos políticos.

Con el IESTRA se partieron o quebraron estereotipos, que contribuyeron a fortalecer la institucionalidad democrática nacional, haciendo que la política social y sindical se uniera en la academia.

Más tarde, como Ministro impulsó, lo que había conocido embrionariamente en Italia, que fue el beneficio económico, que hoy disfrutan todos los trabajadores, que conocemos como salario escolar, un salario completo, que se da al inicio del ciclo lectivo, para que las familias se ayuden en los gastos de inicio de las escuelas y colegios. Así se incrementaba el poder de compra de los salarios. Inició con un ahorro mensual del 2% hasta que se creó como ajuste adicional o sobresueldo a los trabajadores del sector público, que se extendió en 1999 al sector privado.

Como ministro también impulsó una tarjeta especial de trabajo para cubrir mejor a los trabajadores migrantes, especialmente a los nicaragüenses, que laboraban en las áreas agrícolas, como otra medida, junto al salario escolar, que tendía a fortalecer las condiciones sociales y de bienestar de los trabajadores.

En su Ministerio no se impulsaron políticas de flexibilización laboral, como ya se estaban dando en otros países de América Latina. Bajo su Ministerio se impulsaron las Leyes de “Fomento de la lactancia materna”, la “Ley contra el Hostigamiento Sexual en el empleo y la docencia”, definiéndose el acoso sexual y sus manifestaciones, como las obligaciones y responsabilidades del empleador en estas situaciones. También se dio la Ley “Igualdad de oportunidades para las personas con discapacidad”, y se establecieron días feriados, y traslado de algunos al días al lunes con posibilidad para los practicantes de religiones distintas a la católica de solicitar como días libres, los de celebración propias de sus creencias. También se adicionaron como feriados obligatorios el 11de abril y el 15 de agosto. Igualmente se prohibió la compensación de vacaciones.

Bajo su Ministerio no hubo acusaciones sindicales ante la OIT de que en Costa Rica se violaran derechos sindicales. Al finalizar su ministerio trató de satisfacer las necesidades de los empleadores y mejorar las condiciones de empleo para los trabajadores. Tambén fortaleció las relaciones con el Ministerio de Ganaderia en el Programa de Gobierno, de “Combate contra la pobreza”, buscando la generación de empleo.

Cuando se le diagnosticó su mal, su cáncer, estuve más cerca de él por mi esposa, en ese momento, que contribuyó, junto con el excelente grupo de médicos que siempre le atendió, a prolongarle exitosamente la vida. En este sentido, Farid tuvo un excelente grupo profesional, científico de médicos, del más alto nivel científico médico, que le atendían, que tuvieron en sus manos a Farid que, a su vez, fue un excelente paciente, que rigurosamente atendía y cumplía lo que se le pedía.

Su vida fue una integración de la vida académica universitaria, como docente o profesor y como director de Unidades Académicas, con la vida diplomática, como Embajador, con la vida política partidaria, como militante activo del Partido Liberación Nacional, con la vida política pública como Ministro de Trabajo.

Farid Ayales sabía combinar y disfrutar su vida personal y familiar, de esposo, padre y abuelo, así como su vida social, que le permitió cultivar una inmensa cantidad de fieles amigos. Si algo había en Farid era su lealtad con sus amigos, el gusto y placer para reunirlos en sus cumpleaños y cuando así lo demandaba.

Lo tuve como un gran amigo, en las buenas y en las malas que le tocó vivir. Solo en estos momentos se pone a prueba la amistad. Los que así vivimos la amistad con Farid nunca lo vamos a olvidar. Permanecerá siempre con nosotros en el recuerdo de sus amenas conversaciones, en los sueños compartidos, en la cotidianidad de nuestros recuerdos y en saber que Farid era una buena persona. En la Historia Nacional nos deja su huella indeleble.

(Intervención leída en la ceremonia religiosa del sepelio de Farid Ayales Esna, el 24 de marzo del 2025, en la Parroquia Inmaculada Concepción de la Unión)

Compartido con SURCOS por el autor.

Demofobia y crisis política en Costa Rica

Mauricio Ramírez Núñez
Académico

Mauricio Ramírez

La demofobia, o el miedo al pueblo, no es un fenómeno reciente en la política costarricense ni en Occidente. Su origen se remonta a finales de los años 80 y se consolidó en los 90, cuando la clase política tradicional abandonó al pueblo como sujeto central del quehacer político. La caída del bloque socialista y el fin de la Unión Soviética convencieron a las élites triunfantes de que ya no necesitaban la participación real de la ciudadanía para gobernar porque no tenían competencia ideológica que amenazara con llevarse el beneplácito popular. En su lugar, bastaba con mantener un cascarón democrático vacío: rituales electorales cada cuatro años que legitimaran el ejercicio del poder sin alterar sus intereses. Como el gatopardo de Lampedusa: cambios para que nada cambie.

Costa Rica no fue la excepción. Un episodio emblemático ocurrió en el año 2000, cuando la Asamblea Legislativa discutía el Combo del ICE, un paquete de reformas para privatizar el sector eléctrico y de telecomunicaciones. En ese contexto, una diputada de un reconocido partido político dejó en evidencia su desprecio por la voluntad popular al declarar: “Las masas nunca…no siempre tienen la razón…las masas han cometido desastres en la historia de la humanidad, es la gente pensante, la gente informada la que sabe hacer los verdaderos cambios». Con ese argumento, justificaba una supuesta superioridad intelectual y hasta moral para ignorar el clamor ciudadano que, en su mayoría, rechazaba el proyecto. Aquí está retratado un momento histórico clave de divorcio entre clase política y pueblo costarricense.

Lo que la señora diputada omitió, es que los grandes desastres a los que se refiere no han sido producto del pensamiento propio de esas masas, sino de élites organizadas y “pensantes” como las que ella representaba, que en diferentes momentos históricos han manipulado a esas masas para generar caos. Ahora, existe una desconfianza mutua: una clase política considerada como la de “siempre”, que se niega a escuchar y representar a las masas porque las considera de antemano “ignorantes”, y unas masas que desconfían de esa clase política que no representa ni sus intereses ni sus valores.

Han pasado 25 años desde aquel triste episodio, y el divorcio entre la clase política y el pueblo solo ha crecido. En este contexto, no es sorprendente que fenómenos como el chavismo tico hayan surgido con fuerza y amplio respaldo popular. Esta nueva corriente política ha sabido leer con astucia los errores tácticos de la élite tradicional y, en lugar de seguir su mismo camino de demofobia y menosprecio al pueblo, ha optado, por lo contrario: actuar como su megáfono, mimetizarse con él y presentarse como su defensor.

Sin embargo, este populismo no es más que una estrategia calculada para servir los intereses de una nueva casta económica emergente que busca desplazar a la vieja oligarquía que ha gobernado el país de la mano de la clase política tradicional, utilizando al pueblo como herramienta política.

Lo verdaderamente trágico es que el pueblo, en su desesperación y abandono, ha caído en una trampa. Cree haber encontrado un líder mesiánico que lo representa, sin darse cuenta de que está siendo instrumentalizado en una lucha de poder entre élites. No es casualidad que la Biblia advierta sobre los falsos mesías, aquellos que prometen salvación, pero solo buscan su propio beneficio. Como dice el viejo y conocido refrán: en río revuelto, ganancia de pescadores, y el oficialismo ha sabido aprovechar este descontento popular para consolidar su proyecto de poder.

Mientras la clase política tradicional sigue atrapada en su demofobia y luchas de poder internas, el oficialismo ha entendido que, en lugar de tratar al pueblo como ignorante, resulta más rentable hablar su lenguaje y mostrarse cercano a sus preocupaciones. Esto les ha permitido ganarse la simpatía de los sectores más golpeados por el neoliberalismo, aquellos que han sido excluidos del modelo económico impuesto por las élites desde los años 90.

Con sus aciertos y errores, el pueblo sigue siendo pueblo. En medio del huracán de la globalización neoliberal, que busca desarraigarlo y convertirlo en una simple pieza de la maquinaria económica, la gente se aferra a sus creencias, costumbres y tradiciones como un acto de resistencia. Este fenómeno no es distinto al de los pueblos indígenas o afrodescendientes, que defienden su identidad frente a la homogeneización impuesta por la modernidad. Paradójicamente, el progresismo posmoderno, que suele admirar la resistencia cultural de estas comunidades, desprecia cuando un país o un pueblo en su conjunto intenta hacer lo mismo.

Si una comunidad indígena defiende sus costumbres, es vista con respeto y admiración. Pero si un pueblo defiende su fe, sus tradiciones o su identidad nacional, es calificado como retrógrado, conservador y anticuado. Este doble estándar es una muestra de cómo el progresismo ha caído en la trampa del neoliberalismo que dice combatir. En lugar de entender que la resistencia cultural es legítima en todos los niveles, han optado por imponer una visión única del mundo, alineándose sin querer con el mismo sistema que critican.

Ante la demofobia de la clase política tradicional tanto de izquierdas como de derechas, y el oportunismo de los nuevos actores, el resultado es inevitable: el surgimiento de outsiders como única alternativa política viable para el pueblo. En un sistema donde la política se ha convertido en un juego de castas, estos líderes aparecen como salvadores, canalizando el descontento popular y presentándose como la voz de los olvidados. Pero la historia ha demostrado que cuando los monstruos emergen, terminan por devorar lo poco que queda.

Así, la democracia costarricense se encuentra en una encrucijada peligrosa. Mientras la casta tradicional sigue despreciando al pueblo y los nuevos “líderes” lo usan como herramienta de poder en favor de intereses privados, tan es así que están a favor del Combo 2.0 que se discute en la Asamblea Legislativa en estos momentos, la ciudadanía se convierte en un simple espectador de una lucha entre facciones que poco tienen que ver con sus verdaderos intereses y valores. Si este ciclo no se rompe, Costa Rica corre el riesgo de perder lo poco que le queda de su democracia real, reemplazada por un teatro donde el pueblo es solo un actor secundario en una obra escrita por otros.

Crónica – Alta hora de la noche

Por Memo Acuña
Sociólogo y escritor costarricense

El pequeño Teo cruza sigiloso por donde estamos tallereando. En ese momento hablábamos de las dimensiones críticas en los procesos de movilidad humana en la región centroamericana.

Teo transita. Entre jaguares. Entre cabezas de jaguar. Su movilidad es otra: es la de la certeza de un espacio seguro, resistente, lleno de color. Estos si son jaguares de verdad y no los de la ignominia comercialoide y esquizoide de cierta figura presidencial centroamericana.

“Tu voz, que es la campana de los cinco sentidos, sería el tenue faro buscado por mi niebla”.

Fueron dos días. 48 horas de una intensidad que no había experimentado en años. Abrazado por ese fuego profundo de la organización cultural salvadoreña denominada Cabezas de Jaguar, caracterizada por el ritual, la solidaridad, la colectividad, me dispuse a dejar sentir en mi cuerpo todas las emociones que se pueden experimentar, cuando arte y encuentro son una misma cosa.

Llegué a un país con muchas dimensiones y aristas durante estos días.

Converso entonces con un buen café en la mano, con mi querida amiga, poeta y artista plástica salvadoreña Liza Alas Posada sobre su trabajo desde el arteterapia como forma de acompañar subjetividades e historias.

Pero también miro otras preocupaciones durante mi breve estancia en este país. La discusión sobre la minería metálica está presente. Observo carteles con el “ No a la minería” y pienso en el destino común de nuestros pueblos, su defensa por el medio ambiente y la autonomía. Los negocios con los recursos de todos están a la orden del día.

Pienso en la minería metálica. Pienso en la defensa del Refugio de Vida Silvestre mixto Jairo Mora-Gandoca Manzanillo en el Caribe costarricense. Los intereses espurios son los mismos: solo cambian de territorio y de ropaje. Se vienen tiempos aún más duros en ésta Centro América que somos.

Y en ésta Centroamérica que somos cooperamos con el horror. En esas horas breves, altas horas de la noche vividas en ese pequeño país del mundo, escuché la indignación en la voz de Tania, que junto con Moisés pregonan la necesidad de juntarnos y abrazarnos en colectividad. Ellos empujan Cabezas de Jaguar con todo lo que tienen, que es poco pero mucho al mismo tiempo. Por eso el pequeño Teo es feliz. Y lo sabe.

Su indignación es la de muchos: los vuelos de la vergüenza con venezolanos deportados aterrizando El Salvador, la transacción de vidas, el alto precio con tan poco de dignidad. De eso, precisamente de eso mismo tuvimos nuestra ración en Costa Rica hace tan solo unas pocas semanas.

Que poco somos. Que desvergonzados.

Yo el iluso. Pensaba que viajaba solo por 48 horas, a presentar mi nuevo poemario publicado por el proyecto cultural y editorial salvadoreño “La chifurnia”. Pensaba yo que iba a buscar mis “Almas pequeñas” y lo que traje fueron palabras e imágenes grandes, detonadoras, epidérmicas.

Me traje el abrazo de Otoniel, que sigue creyendo en mi poesía, de Kike, de Alfonso. Con ellos, hermanos en la palabra, he crecido como poeta. Como cultivador de la palabra. Me traje el afecto de Melvyn, atrapasueños con su cámara y su particular forma de mirar la vida. Con él he crecido como comunicador. Me traje un nuevo amigo centroamericano en la calidez de Abrego y su servicial forma de mostrarse ante este poeta.

“Tengo sueño, he amado, he ganado el silencio”

En el taller, aquel cruzado por el pequeño Teo, pregunto por la despedida. Qué hacer si me dicen que debo dejar mi hogar forzadamente. Diego Josué escribe. Escribe Amparo. Jaime piensa y escribe, Joel se contrae y escribe. La colega socióloga Remy lo mismo hace.

Luego de seis años de percutir músculos de sensibilidad a través del taller que ahora denomino “Hacia una pedagogía del yo migrante”, llegué a una estación fronteriza bizagra. Porque lo que ellos me dieron en una hora y media de conversación, poesía, lectura y reflexión ha sido de las cosas más conmovedoras que registra mi corazón al compartir este ejercicio.

Lo llevo, lo llevaré conmigo. Para siempre. Por si acaso, valgan las palabras de Diego Josué, que empezó a temblar no más empezado el taller:

“… esta carta no busca ser una despedida. Más bien un hasta pronto pues hago esto con el fin de volver con ustedes una vez me encuentre bien económicamente para ser yo, quien se supone que debo ser. Tengo poco tiempo pero mucho corazón, un corazón que late para ustedes”.

Este taller, espacio de emociones me confirma el camino correcto, trazado luego de 25 años de academia a la que empiezo a agregarle el arte como color para que sea útil, ayude a cruzar en los cuerpos y las racionalidades este tema que no se contiene en las estadísticas y las teorías.

El arte es ciertamente ese espacio que mueve, afina, desagrega, construye. Por eso la intensidad de 48 horas compartidas con el artista plástico costarricense Juan Carlos Chavarría, quien desarrolla un mensaje de paz a través de sus obras hechas a base de armas incautadas al crimen organizado en Costa Rica.

De Juan Carlos pertenece la obra de portada de nuestras “Almas pequeñas” denominada “plegaria con Luna” y tuvimos la posibilidad de hacer sinergia con nuestras creaciones. Con él viene pronto una maravillosa alegría de coincidir en la que piezas plásticas y textos tomaran distintos escenarios. Emocionados por eso. El arte hermana. Junto a Juan Carlos su compañera Jannid, la “macha” cómplice de todo cuanto crea, piensa e impulsa. Con ella vivimos esos momentos de profunda conexión.

Por eso también abracé la posibilidad de escuchar y unir trabajo durante esas pocas horas, con el cantautor salvadoreño Gilber Cáceres, creador de una de las piezas de culto en aquel país llamada “Sencilla y Frágil”. En su voz he escuchado una de las mejores versiones musicalizadas de “Poema de amor”, ese himno profundo que Roque Dalton le dedicara a sus compatriotas en exilio.

Casi en las últimos momentos de nuestro periplo, vivimos con intensidad absoluta una presentación de Gilber en San José de Verapaz, pueblo ubicado a dos horas de San Salvador. Previo a este concierto, Aldo y los muchachos y muchachas del proyecto cultural “Chavorrucos” organizaron un conversatorio sobre la experiencia creativa, en el que pusimos nuestra caja de herramientas a disposición de los asistentes. Fue un intercambio franco, distendido, con el corazón.

“Dí sílabas extrañas. Pronuncia flor, abeja, lágrima, pan, tormenta”.

Al cierre de la actividad conocí a la artista salvadoreña Ana Miriam García, pintora, que desarrolla un proyecto taller con niños y jóvenes en su comunidad, San Vicente. Quédate con quien te mueva el corazón de la forma que ella lo hace con sus estudiantes. Allí donde el color llega y hace su trabajo, allí es.

En medio del concierto, Gilber me invita a leer el texto que da título al libro presentado. Al terminar, Aldo me acerca una de las tantas publicaciones hechas a la poesía de Dalton y me solicita, página abierta, que lea “Alta hora de la noche”.

Me conmueve la solicitud pero lo hago con respeto y devoción. Ese mismo respeto y devoción que siento por aquellos y aquellas que hacen del arte una militancia activa, profunda y honesta.

ALTA HORA DE LA NOCHE

Cuando sepas que he muerto no pronuncies mi nombre,
porque se detendrá la muerte y el reposo.
Tu voz, que es la campana de los cinco sentidos,
sería el tenue faro buscado por mi niebla.
Cuando sepas que he muerto di sílabas extrañas.
Pronuncia flor, abeja, lágrima, pan, tormenta.
No dejes que tus labios hallen mis once letras.
Tengo sueño, he amado, he ganado el silencio.
No pronuncies mi nombre cuando sepas que he muerto,
desde la oscura tierra vendría por tu voz.
No pronuncies mi nombre, no pronuncies mi nombre,
Cuando sepas que he muerto, no pronuncies mi nombre.

Dejo esa lectura de la misma forma que la hice esa noche. Dejo tantos desafíos por hacer, por impulsar. A eso quiero dedicar mis altas horas.

Hasta pronto y hasta siempre, querido El Salvador.

Aportes para un perfil de Estado que aglutine a los productores agrícolas y combata corrupción y poder creciente del narco

Aportes para un perfil de Estado que aglutine a los productores agrícolas para colocar en primer lugar los intereses nacionales y combatir la corrupción y el poder creciente del narco.

Propuesta elaborada por Miguel Sobrado y Fernando Naranjo Retana
Santa María de Dota
Marzo 2025

Justificación

Costa Rica se encuentra en una etapa de transformaciones profundas de su sistema económico social y político.

Las últimas 4 décadas de neoliberalismo, han concentrado la riqueza en tres sectores principalmente:

a) El denominado sector moderno ubicado en especialmente en las zonas francas, cuyos propietarios, en su mayoría no residen en el país y por lo tanto no sufren directamente los problemas de la falta de infraestructura, al mismo tiempo que gozan de grandes ventajas fiscales.

b) El narcotráfico, aunque no es un sector formal de la economía, es una realidad con peso propio, que aprovechando la corrupción endémica imperante en el país, ha venido penetrando sistemáticamente desde las costas y zonas fronterizas, al punto de transformarlo en el principal centro de acopio de las drogas para exportarla a los Estados Unidos y Europa.

c) Mientras que el llamado sector tradicional, especialmente agrícola, aunque mantiene influencia directa e indirecta en la generación de empleo, ha venido perdiendo su importancia en la economía nacional, al mismo tiempo que si contribuye a sostener el Estado.

En este contexto, como lo ha afirmado el director del Estado de la Nación en radio Monumental, “si bien se ha multiplicado por 4 el producto interno nacional (PIB) y se han multiplicado por 8 las exportaciones, al mismo tiempo los ingresos promedio de los hogares son menores que hace 15 años”, situación que generado inestabilidad en el país y contribuido a incubar un conflicto social de gran envergadura, caracterizado por el descontento del sector agrícola abandonado a su suerte y matizado por la presencia creciente de los sicarios al servicio del narco tráfico.

El sector tradicional, que fue el protagonista del origen a la Segunda República a mediados del siglo pasado, se encuentra sin rumbo ni liderazgo en un momento donde la corrupción ha salpicado a gran parte de los dirigentes políticos tradicionales desmoralizando la fe de la población en los antiguos partidos políticos. Los cambios de personas en las candidaturas, llenos de promesas de arreglarlo todo, no genera confianza en ese ambiente de desmoralización y ha sido motivo para justificar el retiro de las urnas de la población.

En estas condiciones, de debilitamiento del aparato político, de desmoralización y de falta de una de visión país creíble que abra un camino de esperanza, adquiere grandes posibilidades de que se imponga la reorganización del Estado impulsada por el populismo y el narcotráfico a través de la corrupción. Al crecer la importancia económica e influencia política de los narcos elevan sus posibilidades de configurarse como rector del futuro inmediato del país. Es momento para que una tercera fuerza política (los agricultores) alcen su voz para integrarse a una propuesta real de un proyecto aterrizado.

¿Es posible una alternativa enraizada en nuestra cultura?

Existen experiencias regionales relevantes en el sector tradicional profundamente enraizadas en la cultura nacional, que aunque poco conocidas y desapercibidas por el mundo político, pueden marcar senderos de esperanza, si se dan a conocer y se difunden sus logros así como las limitaciones que han tenido por las estructuras centralistas. Sus logros podrían contribuir a marcar las transformaciones que requiere nuestro país y aglutinar fuerzas y optimismo a nuestro desarrollo.

Analizaremos aquí una de esas experiencias arraigadas en nuestra cultura que tienen perspectivas de convertirse en virales que aporten un importante efecto multiplicador.

El caso de la zona de Los Santos

Una región de particular interés por su arraigo en la cultura nacional histórica y convencida de su poder y misión progresista en el país

Está integrada por los cantones de León Cortés 14097 h, Tarrazú 12000 h, y Santa María de Dota 9364 h. En total 35461 personas que representan numéricamente apenas el 0.67 de la población nacional, pero que, la naturaleza de la actividad cafetalera que produce cerca del 50% del café nacional junto a los cantones vecinos de Aserrí, Desamparados, Acosta, El Guarco, Cartago, Parrita y Quepos. La calidad de su producción, su tradición organizacional y la importancia que ha tenido esta en la configuración de la cultura regional y nacional, debe ser considerada con atención como una de las mejores prácticas, que ha marcado en el desarrollo regional y su posible ejemplo para el país en este momento de transición donde el narco tráfico toma la delantera.

Antecedentes relevantes

Aspectos demográficos y físicos

La región de los Santos se repobló, después de haberse despoblado durante la colonia, con personas provenientes del Valle Central occidental, especialmente San José, Heredia y Alajuela. Provincias en las cuales se había desarrollado una economía mercantil a raíz del monopolio del tabaco implantado en el siglo XVIII.

Tradición mercantil que se fortaleció con el desarrollo del cultivo del café en el siglo XIX. Los migrantes que no siguieron hacia el Valle del General se establecieron en las fértiles tierras de la región de los Santos. Encontraron ahí, no solo una tierra óptima, sino un microclima que bajo la influencia del pacífico incidía en que los suelos fueran especialmente generosos con la calidad del café. Esta región es al mismo tiempo muy vulnerable frente a los deslizamientos y desastres naturales, lo que marcará, junto con las ventajas anteriores las condiciones de organización y sobrevivencia.

El capital social emergente

Esta combinación de factores de las particularidades del terreno, demográficas y naturales, donde por una parte se abrían las puertas para el bienestar, pero por otra la falta de caminos y posibilidades de auxilio del gobierno central en caso de desastres estimuló la cooperación y auxilio entre los vecinos en los momentos difíciles. Las limitaciones en el transporte de las personas y de los productos propició la cooperación y la confianza en la población local, generándose lo que se ha dado en denominar capital social, que es un tipo de capital, no individual como el financiero o las instalaciones, sino un tipo de capital colectivo basado en la confianza y la cooperación recíproca que ha sido uno de los pilares del progreso regional y que tiene sus orígenes en el Valle Central.

La guerra civil de 1948 y la organización cooperativa

La población de Los Santos apoyó a José Figueres Ferrer en la contienda por la creación de la llamada Segunda República, que le atribuía un papel protagónico a los productores agrícolas organizados en cooperativas en el nuevo ordenamiento nacional con fundamento en un papel proactivo del Estado.

Las organizaciones cooperativas y el empoderamiento regional

Las organizaciones de productores de café llevaron en primera instancia a estos a liberarse de los precios prefijados por los grandes exportadores tradicionales, gracias a sus organizaciones cooperativas. Estas, no solo facilitaron el procesado del café en la región, sino que crearon condiciones para su mercadeo nacional e internacional.

El éxito fue contagioso y del café saltaron a otro problema regional que era la falta de energía que resolvieron inicialmente redistribuyendo la energía del ICE, posteriormente realizando inversiones en plantas hidroeléctricas y finalmente con un gran parque eólico propio, que genera energía renovable partir de las generosas corrientes de viento prevalecientes en la zona montañosa. Las cooperativas florecieron en la región junto a la diversificación agrícola y la industrialización de nuevos productos en pequeñas empresas.

El surgimiento de los micro beneficios

Las cooperativas fueron un elemento de progreso importante para competir en el mercado internacional mientras se mantuvo el Convenio Internacional del Café impulsado por la socialdemocracia, donde productores y consumidores controlaban el precio. Esto cambió radicalmente con la llegada de la economía neoliberal impulsada por Margaret Thatcher y Ronald Reagan a nivel planetario, por la cual los organismos internacionales financiaron la siembra masiva de café en la India y Vietnam especialmente.

Esta situación cambió radicalmente el panorama regional cuando empezaron a producirse cosechas masivas en Asia que bajaron los precios del café impidiendo a los productores locales sacar sus costos. Muchos productores quebraron y tuvieron que vender sus tierras, o emigrar temporalmente a los Estados Unidos para reunir un dinero y recuperarlas.

Las cooperativas en este nuevo contexto siguieron vendiendo en un mercado que valoró el café de Costa Rica a un precio mejor que la bolsa de Nueva York, concentrándose en una gestión corporativa, sin establecer nuevas opciones en un mundo en transformación ni explorar con firmeza el mercado nacional. De tal forma que tuvieron serios problemas para atender las demandas crecientes de sus socios.

Esta situación provocó que algunos de sus mayores asociados se salieran de las cooperativas y montaran sus propios micro beneficios orientados a conquistar el mercado nacional y abrir nuevos espacios de comercialización internacional con cafés de calidad, en un intento marcado por el ímpetu cafetalero.

Lo logros alcanzados por lo micro beneficios han sido destacados tanto en la penetración del mercado de calidad nacional donde han realizado proyectos comunes con importantes supermercados. Al mismo tiempo que han atraído nuevos socios internacionales a través de las ferias de las tasas de excelencia y en las subastas posteriores. Todo esto ha motivado a un ajuste en las políticas de las cooperativas que, después de un rechazo inicial, han seguido su ejemplo, aunque mantienen la esencia el trabajo corporativo.

Logros de lo que denominaremos aquí el Modelo de Descentralización de Los Santos

Como se puede apreciar, la organización de las comunidades gestó un proceso de descentralización en el ámbito productivo regional, congruente con las políticas nacionales socialdemócratas de estimular la economía interna, especialmente agrícola, desarrollando caminos de penetración, fijando precios de sustentación a los granos, nacionalizando la banca y creando crédito rural, diversificando la agricultura e impulsando la agroindustria, entre otras.

Estas condiciones generadoras de bonanza regional cambiaron al imponerse las políticas neoliberales, que modificaron las políticas proteccionistas del Estado socialdemócrata nacional. Como respuesta externa a la debacle local se ofreció, por parte de los organismos internacionales elevar la calidad y la capacidad administrativa introduciendo en las empresas cooperativas, que son sociales, las técnicas e indicadores de la empresa privada, generando un corporativismo hacia adentro de la estructura administrativa.

Esto no impidió, a pesar de las grandes pérdidas y las limitaciones para adecuarse a las nuevas condiciones, que las cooperativas sobrevivieran ampliando sus servicios de abastecimiento y procesado industrial al mismo tiempo que, lenta pero decididamente, siguieran los senderos abiertos con gran esfuerzo por los micro beneficios.

Reflexiones en cuanto los senderos abiertos por la experiencia de Los Santos

La exitosa experiencia de Los Santos de liberarse a través de la organización cooperativa del control de los precios que establecían las exportadoras y tostadores en países de destino, creo las condiciones el desarrollo económico y cívico de la región mientras las políticas públicas priorizaron los intereses nacionales. Todo esto dentro de una política nacional estimulante de la organización y participación de los campesinos en la producción agroindustrial.

Al cambiar las condiciones proteccionistas nacionales, por la libre competencia sin restricciones del neoliberalismo internacional, se hizo evidente, a pesar de sus logros, la debilidad de una descentralización limitada a lo productivo regional.

¿Qué nos enseña la experiencia de descentralización parcial vivida por la región de Los Santos?

1) Que las decisiones políticas centralizadas que obedecen a los intereses del gran capital internacional, sobre las cuales no tienen incidencia las regiones y organizaciones locales ni en su contenido ni en la forma pueden afectar muy seriamente el desarrollo regional y local provocando animadversión de los productores.

2) La política internacional de las grandes potencias no puede estar por encima de los intereses locales, regionales y nacionales, y debe requerir, antes de ponerse en práctica, la aprobación, regional. Al mismo tiempo que las políticas públicas deben estimular el producto terminado desde el origen.

3) Que el poder de participación cívica de una comunidad radica en su organización. Como dijo José Figueres Ferrer, “los hombres sin organización no tienen ningún poder”.

4) En este sentido la descentralización encuentra terreno fértil ahí donde existe gente organizada autónomamente. No debe confundirse con estructuras clientelistas basadas en personerías jurídicas creadas en escritorios, pero manejadas por “punteros” que negocian los votos. En esas condiciones la descentralización se puede transformar en una pantalla para ocultar el poder de la mafia. La autonomía debe ser soberana y blindada.

5) Las organizaciones cooperativas son empresas sociales, que si bien deben ser eficientes en el manejo de sus recursos, deben medir sus resultados, ante todo dirigiéndose por las necesidades de sus comunidades y socios; esto es promoviendo la continuidad de los emprendimientos a través de formación de sus hijos de cara al futuro, al mismo tiempo que garantizando la vejez de los asociados por obligación estatutaria.

6) La descentralización no puede limitarse a lo económico ya que la sociedad es un todo donde se articula lo económico con lo social y lo político. No puede pensarse, sobre todo en una época de transformaciones radicales, como la que vivimos, donde el conocimiento juega un papel preponderante en el desarrollo, que la educación, la capacitación, la salud y la seguridad, no se encuentren bajo auditoria y evaluación ciudadana, dando al pueblo agricultor poder de decisión.

7) La educación y la capacitación organizacional, en todos los órdenes, son estratégicas. Así como en el pasado la posesión de la tierra o el capital material eran claves para el progreso, hoy el conocimiento es lo que transforma y empodera a los individuos y comunidades siempre enseñando que el principal activo del productor es el suelo y su dignidad. No se puede crear un futuro para las nuevas generaciones con una educación del siglo XX.

8) En otras palabras, empoderar responsablemente al agricultor sobre su futuro en el proceso de transformación que vive el mundo. En este sentido los poderes locales, dirigidos por ellos, se verán estimulados a exigir regularmente la actualización y evaluaciones de resultados en estos campos, así como tener atribuciones de intervención activa removiendo funcionarios en caso de incumplimiento.

9) La experiencia de la región, como buena práctica nacional, abre senderos para una descentralización, no solo local, sino progresiva que se inicie con los cantones de cultura cívica cafetalera y perfile una democracia participativa eficiente arraigada en lo nacional, pero que se guie hacia una descentralización con rendición de cuentas y revocatoria de los cargos, como la que existe en Suiza.

La política exterior en una región de importancia geopolítica

Así como debemos fortalecer nuestro Estado aprendiendo de las mejores prácticas internas, debemos aprender de nuestra experiencia como nación en una región de gran importancia geopolítica. De hecho, existimos como nación por la visión que tuvo nuestro prócer Juan Rafael Mora Porras del carácter estratégico de Centro América y de nuestro país en el contexto mundial. Gracias a su visión supo hacer valer nuestra posición geopolítica frente a la expansión de la creciente potencia norteamericana, realizando una alianza estratégica con Gran Bretaña, la potencia dominante de entonces. Tal como se relata en el libro “El lado oscuro del presidente Mora” de don Humberto Vargas Araya, difundido ampliamente en nuestro siglo por la Academia Morista. A los estados pequeños en regiones estratégicas como la nuestra, no pueden “casarse” con los intereses de una potencia si quieren mantenerse vivos deben, hacer valer su importancia estratégica manteniendo buenas relaciones con todos, pero colocando eso sí los intereses nacionales en primer plano. En este sentido hay que revalorar las políticas económicas y comerciales del país ubicándolas dentro de las posibilidades que genera el nuevo contexto regional y mundial. En particular la posibilidad de hacer alianzas comerciales, con países como México, Colombia y Centro América para rediseñar la comercialización café arábica internamente y en el mercado mundial emergente.

En síntesis

Se trata de rescatar los logros y limitaciones que ha tenido esta experiencia parcial de descentralización organizada regional, para trazar e incorporar líneas de cambio institucional que hayan demostrado arraigo en la experiencia nacional, así como invitar al movimiento cooperativo, comunal y popular en general a impulsar un proyecto de transformación nacional impulsado por las organizaciones del sector agrario que genere esperanza, control sobre la gestión pública, moral y unidad internamente y regionalmente frente al populismo y el crimen organizado.

Objetivos para un documental histórico que impulse la reflexión y el estudio sobre lo que está sucediendo en nuestro país y en el mundo, estimulando la organización de las fuerzas políticas, regionales y nacionales en primer lugar y posteriormente latinoamericanas con arraigo en la nueva coyuntura internacional.

1) Describir logros de la gestión local impulsada por las comunidades en los todos los cantones que rodean a la zona de los Santos a partir de 1950.

2) Describir las limitaciones que ha tenido este tipo de descentralización restringida a lo productivo y económico para a una buena gestión integral de la región.

3) Que aspectos de modelo de gestión local de Los Santos pueden contribuir a configurar un modelo de descentralización que confluya, progresivamente, partiendo de las regiones cafetaleras en un modelo descentralizado nacional, que abra un sendero al desarrollo nacional, con raíces en su cultura básica. Un modelo que ha logrado industrializarse y exportar producto terminado; generar combustible y fertilizante con energías limpias. Que ha evidenciado la necesidad de reformar el modelo de aseguramiento, póliza y pensión del agricultor y su familia que estimule el empalme de integración generacional.

4) Importancia de la geopolítica para destacar los intereses nacionales y regionales presentando la región como ejemplo para organización de los sectores cafetaleros y campesinos latinoamericanos.

5) Contribuir a aglutinar y dinamizar, alrededor de un proyecto nacional y regional, a las fuerzas nacionales que hoy se encuentran desorientadas.

Lo orgánico como tradición dentro del evismo

En una sociedad como la boliviana, inmersa en un flujo constante de información a través de los medios tradicionales y digitales, es inevitable que las tradiciones políticas se vean desafiadas. Históricamente, la cultura política boliviana ha estado marcada por estructuras partidarias en las que los líderes, o más bien caudillos, nacían, crecían, se consolidaban y desaparecían dentro de la misma organización, sin dejar espacio para la renovación interna ni para la emergencia de nuevos liderazgos.

Si bien el ciclo de vida de los partidos políticos no ha cambiado sustancialmente, persisten las viejas prácticas bajo nuevos nombres y colores. Sin embargo, han surgido actores que desafían esta inercia, como Andrónico Rodríguez, presidente del Senado. No obstante, su irrupción no parece ser una iniciativa aislada, sino el resultado de una dinámica política que, de manera natural, tiende a la renovación. Mientras tanto, el evismo se aferra a la permanencia de su líder histórico, Evo Morales, sin cuestionar las razones de su proclamación como único candidato para las elecciones presidenciales de 2025-2030.

El mantenimiento de un liderazgo incuestionable dentro del evismo responde a una tradición que no necesita justificación; su validez se sustenta en la adhesión incondicional de sus seguidores. No obstante, esta postura conlleva riesgos, pues genera un fundamentalismo que dificulta el diálogo y la inclusión de nuevas perspectivas. Es en este contexto que emerge el “androniquismo”: una corriente que encarna una nueva generación con la aspiración de impulsar transformaciones profundas.

Las proclamaciones de Andrónico Rodríguez en distintos departamentos del país reflejan un camino político sin retorno, en el que desafía la tradición orgánica del evismo y cuestiona la exclusividad del liderazgo de Morales. Esta postura ha generado un debate interno dentro del movimiento, aunque sus principales voceros se esfuercen en minimizar el conflicto. La tensión entre la continuidad del evismo y la irrupción del androniquismo evidencia un punto de inflexión en la política boliviana, en el que la tradición y la renovación se enfrentan en una disputa que definirá el futuro del movimiento.

La política como el arte del engaño

Alberto Salom Echeverría

“El tema central de la teoría política de Maquiavelo fue la tarea de gobernar adaptada a las necesidades contemporáneas, más que como un producto de ordenación divina. Delineó métodos para tomar el poder, abogando por una combinación de fuerza, astucia y apoyo ciudadano.”

NICOLÁS MAQUIAVELO

Maquiavelo prescribió cualidades específicas para los gobernantes, Instándolos a encarnar una combinación de fortaleza y astucia.

Una introducción necesaria

El engaño es una condición humana, muy negativa, por cierto. El prócer José Martí dijo una vez: “Nos casaron con la mentira, nos acostumbraron a vivir con ella…” Cuando la vida en la acción política no resulta suficientemente consistente, cuando al gobernante de turno no le sirve decir la verdad, es porque no está acostumbrado a reconocer sus errores; entonces frecuentemente acude a la mentira como un escudo que debiera protegerlo. Es decir, el “engaño”. Es el más frecuente de los recursos del político astuto, como lo pregonaba y recomendaba el gran pensador florentino Nicolás Maquiavelo (1.469-1.527). Para el filósofo de la política, lo central era que el político consiguiera sus objetivos, al precio que fuera. Eran los tiempos del renacimiento en los que se buscaba unificar los reinos y constituir la República Italiana.

El propio Maquiavelo llegó a considerar, que para “El Príncipe”, con tal de alcanzar y afianzarse en el poder del Estado, era más importante “ser temido que ser amado, si es que no se puede hacer ambas cosas”. Ser temido para garantizar la obediencia, argumentaba.

La astucia recomendada por Maquiavelo no siempre es sinónimo del engaño, pero la mentira sí lo es. En las democracias, parte de la ideología dominante de las clases y élites preponderantes, es la mentira, útil para dominar y a la vez sojuzgar a masas poco educadas y necesitadas de “favores” para salir adelante…El clientelismo político. Entre más bajo se esté en la escala social, más proclive o inclinado se estará a depender de los favores del gobernante, de la naturaleza que sean, porque cualquier “migaja” es mejor que nada.

Las migajas sirven para apuntalar el engaño y consolidar la sumisión.

Entre más inepto sea un gobernante para llevar adelante políticas públicas que resuelvan los problemas de la ciudadanía, junto a ella, más importante se tornan los favores políticos o las migajas que se le puedan ofrecer a las masas más necesitadas. Esta es una premisa básica de las ideologías dominantes en los gobernantes corruptos y populistas.

La marcha que llevó a cabo el gobierno de Chaves Robles el 19 de este mes, dejó como impronta o huellas indelebles gran parte de lo que hemos dejado señalado de los gobernantes populistas proclives a la mentira y el engaño.

Por más que su propaganda, o las de sus troles hayan querido desfigurar la realidad, por medio de montajes de otras manifestaciones propias o ajenas, por las que quisieron hacer aparecer la escuálida marcha como si hubiese sido la de una multitud, hoy se tiene suficiente evidencia proveniente de los medios de prensa que asistieron a cubrirla, que dieron cuenta de la escasa asistencia.

Se sabe, además, por la boca de los propios asistentes a la marcha, que iban ayunos de información de parte del gobierno. Abundaban las frases banales de parte de los asistentes y hasta de los guías adictos al gobierno. Por ejemplo, ante una pregunta de un funcionario de una empresa de tv, en el sentido de ¿” cuál es la razón por la que ustedes se hicieron presentes a esta marcha”? una mujer inmediatamente solicitó que le preguntaran a otra dama que parecía la que comandaba. La situación no mejoró ahí. En este caso obtuvimos por toda respuesta, “venimos a apoyar”. Cualquier persona que hubiese visto este reportaje vio lo mismo que estoy explicando.

Pero en cambio, no iban ayunos de un poquito de dinero (mucho paya algunos de ellos); cada asistente que se montó en un bus, recibió además la suma de diez mil colones, algunas camisetas y otras migajas que, a nadie le resolvieron ningún problema vital, pero vinieron a la capital, algunos saludaron al gobernante populista, y recibieron después su almuercito. Chaves se dio gusto apretando manos, abrazando gente humilde y otras lindezas por el estilo.

La verdadera razón de la marcha

Ni con toda esa parafernalia el gobierno que, de a poco se desgasta en su prestigio, logró su cometido de movilizar ni dos mil personas siquiera, para forzar una renuncia del fiscal general Carlo Díaz. Este era el verdadero móvil de la manifestación convocada haciendo acopio de ingentes recursos. No lo lograron.

En este caso, el engaño, el ardid empleado por el gobierno para convencer a grandes sectores del pueblo a repudiar al fiscal, no les sirvió. Nada consiguieron, como no fuera desprestigiarse más.

La verdadera razón de la convocatoria que ninguno de los asistentes conocía, como no fuera el consejo de gobierno y el mínimo grupo de adláteres y propagandistas que siempre acompañan al presidente, fue provocar la renuncia de Carlo Díaz. ¿Y por qué? El presidente Rodrigo Chaves Robles y parte de sus ministros acumulan más de un centenar de denuncias en su contra que, el fiscal general, como parte de sus funciones indeclinables, debe investigar. No puede negarse a hacerlo so pena de incumplir su mandato. El presidente no nombra al fiscal, lo nombra la Corte Plena del Poder Judicial, menos puede destituirlo. Imagínense ustedes, un presidente acusado en parte por ciudadanos comunes y corrientes y otra parte por instituciones, intentó movilizar multitudes para forzar la renuncia de aquel que tiene el imperativo de investigarlo. Craso error.

¿Sería que Chaves se proponía de esa forma destituir a un fiscal que, hasta ahora ha probado su idoneidad y valentía en el ejercicio del cargo, para presionar a la Corte Plena a que le nombrara otro u otra a su conveniencia? Muchos de los castigos que podrían sobrevenir de tantas acusaciones, en caso de que se demuestre su culpabilidad y dolo, suponen cuantiosos años de cárcel. A Chaves le falta poco para perder su inmunidad que le otorga la Constitución por ejercer la primera magistratura, por lo consiguiente, podrá ser juzgado como cualquier otro ciudadano. El temor que puede estar sintiendo el gobernante populista, fue lo que lo llevó a embarcarse en el error de pretender usar al pueblo mediante una manifestación que pretendía que fuera masiva, para que Carlo Díaz se viera inclinado a dejar el cargo. Nuevamente, craso error del gobernante.

El engaño, es un ardid muy empleado por gobernantes que temen enfrentarse a su pueblo con la verdad. Pero no dura para toda la vida.

Compartido con SURCOS por el autor.

Los impactos del mecanicismo tecnocrático

Juan Huaylupo Alcázar

El científico inglés Isaac Newton (1643-1727) es una de las personas que conserva una gran influencia en el presente, fue quien estableció las bases de la dinámica y mecánica clásica que iluminaron las creaciones técnicas, desde el siglo XVIII hasta el presente, a pesar del cuestionamiento a través de los siglos transcurridos, entre los cuales se señalan, el reconocimiento a la dinámica peculiar de los fenómenos y no el mecanicismo, la multicausalidad y no la unicidad causal, la relatividad cognoscitiva y no su dogmatización, o la particularidad inédita y no su estandarización, lo cual son consideraciones reconocidas, no obstante, el mecanicismo y la estandarización es lo característico de las técnicas.

El homo faber o como afirmaba Benjamin Franklin (1706-1790), “… el hombre es el animal que hace herramientas”, son expresiones sobre la capacidad e imaginación humana para crear los medios para su supervivencia en sus espacios de vida. Las exploraciones arqueológicas del pasado Neandertal y Homo Sapiens descubren incesantemente los vestigios instrumentales que posibilitaban la satisfacción de sus necesidades en los distintos ambientes, recursos existentes y peculiaridades en sus espacios de subsistencia colectiva. No obstante, la funcionalidad de la técnica del pasado ha cambiado drásticamente, el mundo capitalista nació, creció y se ha expandido con la técnica, desde la primera revolución técnica, en la segunda mitad del siglo XVIII, hasta la actual cuarta revolución.

En el presente las técnicas han dejado de ser creaciones para atender requerimientos específicos e inéditos de las personas y sociedades, por el contrario, los productores masivos de instrumentos las han creado para indistintas necesidades y trabajos y de este modo ampliar la demanda mercantil, supeditando de este modo, los trabajos y requerimientos a las técnicas, mientras que los usuarios deben de adaptarse a las características, diseños, usos y resultados de las aplicaciones.

Este proceso productivo y mercantil, a la vez despoja a las poblaciones la facultad de crear sus técnicas para atender sus peculiares necesidades. La producción de las técnicas dejo de ser una relación social para ser una decisión y acción de consorcios privados, sin consideración alguna sobre impacto en el ambiente, la naturaleza la salud y la vida. Asimismo, integró y subordinó a las poblaciones en los engranajes de la máquina global capitalista.

La mecanización y la estandarización de las técnicas también uniformizan a quienes emplean esas mercancías, como a los trabajadores que las producen. Mecanización que fue impuesta por los dueños de los talleres en la crisis del feudalismo. El trabajo humano se estandarizaba, liberando a los propietarios de los conocimientos, instrumentos y salarios de los artesanos, a la vez elevaba la productividad del trabajo y optimizaba rendimientos. En la actualidad dichos procesos se han intensificado y masificado en todo tipo de trabajo mecánico en proporciones extraordinarias, incluso en los quehaceres más emblemáticos, no mecánicos, como en la labor de la institucionalidad y organicidad social y en el quehacer científico e investigativo, ámbitos que no son mecánicos ni estandarizados, no obstante, la especulación y la ignorancia están logrando convertirlos en mecánicos.

La expansión e intensificación de las técnicas, que es también de la instauración ideológica del mecanicismo, recrea relaciones de dominación que se incrementan sin resistencias mercantiles, fronterizas ni estatales. De este modo, las técnicas arraigadas en la conciencia social, como prejuicio popular, son representaciones simbólicas del capitalismo. La fetichización de lo mecánico, niega y relega las relaciones sociales, las especificidades del trabajo y sus contextos.

La actual cuarta transformación técnica del mundo, denominada industria 4.0, que emplea extensamente la técnica digital en una época que magnifica la supeditación a los instrumentos en economía, identificación, comunicación, medicina, armamentismo y en la mal llamada inteligencia artificial, también es aplicada en la investigación y la ciencia, así como en las inconmensurables técnicas blandas (leyes, reglamentos, resoluciones, disposiciones administrativas, religiones, modas, entre otras), que han estandarizado la organicidad, administración y legalidad en el funcionamiento de las sociedades y del sistema imperante. Las técnicas inundan, subordinan y sustituyen a la racionalidad y la libertad.

Esta revolución técnica, no libera a los millones de trabajadores convertidos en robots humanos, solo los desplazan y pauperizan con algoritmos con la perdida de sus fuentes de subsistencia, expulsión de migrantes, genocidios étnicos y culturales, como también redefinen los mercados y los espacios sociales del mundo, con inmunidad e impunidad internacional.

Solo el desprecio e ignorancia sobre la importancia de los trabajadores, por parte de los tecnócratas en el imperio sistémico, se atreven denominar inteligencia y ciencia, a las técnicas que suponen ser más inteligentes y capaces que el humano. Sin embargo, la inteligencia es imposible sin moral, cultura, historia, dignidad, conciencia y compromiso. Las cosas no tienen inteligencia, solo son invenciones plasmadas en objetos, programas, software o códigos predeterminados. La insensatez y estupidez son muestras del desconocimiento sobre la complejidad, la neuroplasticidad cerebral, la evolución, imaginación y creatividad humana, lo cual evidencia la violencia y prepotencia del poder contra el conocimiento, los subalternos, el progreso, la democracia y la libertad social.

Asimismo, en la labor investigativa y científica se están aplicando procesos rígidos y estandarizados, a través de las regulaciones administrativas, reglamentos y procedimientos inspirados por un método que suponen científico, el cual se replica desde el siglo XVII con Francis Bacon (1561-1626) y René Descartes (1596-1650), que desplaza la ciencia por la técnica y que aún incide en la regresión cognoscitiva contemporánea.

Ningún progreso ni desarrollo podrá ser considerado como real o viable, a partir de la producción de medios e instrumentos para la ignorancia, destrucción y muerte de las personas y pueblos, ni contra la degradación de la naturaleza planetaria, en aras de la riqueza privada, gobiernos o poderes autocráticos.

La privatización y capitalización técnica en la vida y la naturaleza planetaria son radicales sentencias contra todos. La actual disputa bélica por la construcción de un imperio absoluto nos aproxima hacia la quinta extinción masiva que ha conocido el planeta, esta vez, sería el ser humano su protagonista y víctima por obra de las aplicaciones técnicas.