Aportes para un perfil de Estado que aglutine a los productores agrícolas y combata corrupción y poder creciente del narco


Aportes para un perfil de Estado que aglutine a los productores agrícolas para colocar en primer lugar los intereses nacionales y combatir la corrupción y el poder creciente del narco.
Propuesta elaborada por Miguel Sobrado y Fernando Naranjo Retana
Santa María de Dota
Marzo 2025
Justificación
Costa Rica se encuentra en una etapa de transformaciones profundas de su sistema económico social y político.
Las últimas 4 décadas de neoliberalismo, han concentrado la riqueza en tres sectores principalmente:
a) El denominado sector moderno ubicado en especialmente en las zonas francas, cuyos propietarios, en su mayoría no residen en el país y por lo tanto no sufren directamente los problemas de la falta de infraestructura, al mismo tiempo que gozan de grandes ventajas fiscales.
b) El narcotráfico, aunque no es un sector formal de la economía, es una realidad con peso propio, que aprovechando la corrupción endémica imperante en el país, ha venido penetrando sistemáticamente desde las costas y zonas fronterizas, al punto de transformarlo en el principal centro de acopio de las drogas para exportarla a los Estados Unidos y Europa.
c) Mientras que el llamado sector tradicional, especialmente agrícola, aunque mantiene influencia directa e indirecta en la generación de empleo, ha venido perdiendo su importancia en la economía nacional, al mismo tiempo que si contribuye a sostener el Estado.
En este contexto, como lo ha afirmado el director del Estado de la Nación en radio Monumental, “si bien se ha multiplicado por 4 el producto interno nacional (PIB) y se han multiplicado por 8 las exportaciones, al mismo tiempo los ingresos promedio de los hogares son menores que hace 15 años”, situación que generado inestabilidad en el país y contribuido a incubar un conflicto social de gran envergadura, caracterizado por el descontento del sector agrícola abandonado a su suerte y matizado por la presencia creciente de los sicarios al servicio del narco tráfico.
El sector tradicional, que fue el protagonista del origen a la Segunda República a mediados del siglo pasado, se encuentra sin rumbo ni liderazgo en un momento donde la corrupción ha salpicado a gran parte de los dirigentes políticos tradicionales desmoralizando la fe de la población en los antiguos partidos políticos. Los cambios de personas en las candidaturas, llenos de promesas de arreglarlo todo, no genera confianza en ese ambiente de desmoralización y ha sido motivo para justificar el retiro de las urnas de la población.
En estas condiciones, de debilitamiento del aparato político, de desmoralización y de falta de una de visión país creíble que abra un camino de esperanza, adquiere grandes posibilidades de que se imponga la reorganización del Estado impulsada por el populismo y el narcotráfico a través de la corrupción. Al crecer la importancia económica e influencia política de los narcos elevan sus posibilidades de configurarse como rector del futuro inmediato del país. Es momento para que una tercera fuerza política (los agricultores) alcen su voz para integrarse a una propuesta real de un proyecto aterrizado.
¿Es posible una alternativa enraizada en nuestra cultura?
Existen experiencias regionales relevantes en el sector tradicional profundamente enraizadas en la cultura nacional, que aunque poco conocidas y desapercibidas por el mundo político, pueden marcar senderos de esperanza, si se dan a conocer y se difunden sus logros así como las limitaciones que han tenido por las estructuras centralistas. Sus logros podrían contribuir a marcar las transformaciones que requiere nuestro país y aglutinar fuerzas y optimismo a nuestro desarrollo.
Analizaremos aquí una de esas experiencias arraigadas en nuestra cultura que tienen perspectivas de convertirse en virales que aporten un importante efecto multiplicador.
El caso de la zona de Los Santos
Una región de particular interés por su arraigo en la cultura nacional histórica y convencida de su poder y misión progresista en el país
Está integrada por los cantones de León Cortés 14097 h, Tarrazú 12000 h, y Santa María de Dota 9364 h. En total 35461 personas que representan numéricamente apenas el 0.67 de la población nacional, pero que, la naturaleza de la actividad cafetalera que produce cerca del 50% del café nacional junto a los cantones vecinos de Aserrí, Desamparados, Acosta, El Guarco, Cartago, Parrita y Quepos. La calidad de su producción, su tradición organizacional y la importancia que ha tenido esta en la configuración de la cultura regional y nacional, debe ser considerada con atención como una de las mejores prácticas, que ha marcado en el desarrollo regional y su posible ejemplo para el país en este momento de transición donde el narco tráfico toma la delantera.
Antecedentes relevantes
Aspectos demográficos y físicos
La región de los Santos se repobló, después de haberse despoblado durante la colonia, con personas provenientes del Valle Central occidental, especialmente San José, Heredia y Alajuela. Provincias en las cuales se había desarrollado una economía mercantil a raíz del monopolio del tabaco implantado en el siglo XVIII.
Tradición mercantil que se fortaleció con el desarrollo del cultivo del café en el siglo XIX. Los migrantes que no siguieron hacia el Valle del General se establecieron en las fértiles tierras de la región de los Santos. Encontraron ahí, no solo una tierra óptima, sino un microclima que bajo la influencia del pacífico incidía en que los suelos fueran especialmente generosos con la calidad del café. Esta región es al mismo tiempo muy vulnerable frente a los deslizamientos y desastres naturales, lo que marcará, junto con las ventajas anteriores las condiciones de organización y sobrevivencia.
El capital social emergente
Esta combinación de factores de las particularidades del terreno, demográficas y naturales, donde por una parte se abrían las puertas para el bienestar, pero por otra la falta de caminos y posibilidades de auxilio del gobierno central en caso de desastres estimuló la cooperación y auxilio entre los vecinos en los momentos difíciles. Las limitaciones en el transporte de las personas y de los productos propició la cooperación y la confianza en la población local, generándose lo que se ha dado en denominar capital social, que es un tipo de capital, no individual como el financiero o las instalaciones, sino un tipo de capital colectivo basado en la confianza y la cooperación recíproca que ha sido uno de los pilares del progreso regional y que tiene sus orígenes en el Valle Central.
La guerra civil de 1948 y la organización cooperativa
La población de Los Santos apoyó a José Figueres Ferrer en la contienda por la creación de la llamada Segunda República, que le atribuía un papel protagónico a los productores agrícolas organizados en cooperativas en el nuevo ordenamiento nacional con fundamento en un papel proactivo del Estado.
Las organizaciones cooperativas y el empoderamiento regional
Las organizaciones de productores de café llevaron en primera instancia a estos a liberarse de los precios prefijados por los grandes exportadores tradicionales, gracias a sus organizaciones cooperativas. Estas, no solo facilitaron el procesado del café en la región, sino que crearon condiciones para su mercadeo nacional e internacional.
El éxito fue contagioso y del café saltaron a otro problema regional que era la falta de energía que resolvieron inicialmente redistribuyendo la energía del ICE, posteriormente realizando inversiones en plantas hidroeléctricas y finalmente con un gran parque eólico propio, que genera energía renovable partir de las generosas corrientes de viento prevalecientes en la zona montañosa. Las cooperativas florecieron en la región junto a la diversificación agrícola y la industrialización de nuevos productos en pequeñas empresas.
El surgimiento de los micro beneficios
Las cooperativas fueron un elemento de progreso importante para competir en el mercado internacional mientras se mantuvo el Convenio Internacional del Café impulsado por la socialdemocracia, donde productores y consumidores controlaban el precio. Esto cambió radicalmente con la llegada de la economía neoliberal impulsada por Margaret Thatcher y Ronald Reagan a nivel planetario, por la cual los organismos internacionales financiaron la siembra masiva de café en la India y Vietnam especialmente.
Esta situación cambió radicalmente el panorama regional cuando empezaron a producirse cosechas masivas en Asia que bajaron los precios del café impidiendo a los productores locales sacar sus costos. Muchos productores quebraron y tuvieron que vender sus tierras, o emigrar temporalmente a los Estados Unidos para reunir un dinero y recuperarlas.
Las cooperativas en este nuevo contexto siguieron vendiendo en un mercado que valoró el café de Costa Rica a un precio mejor que la bolsa de Nueva York, concentrándose en una gestión corporativa, sin establecer nuevas opciones en un mundo en transformación ni explorar con firmeza el mercado nacional. De tal forma que tuvieron serios problemas para atender las demandas crecientes de sus socios.
Esta situación provocó que algunos de sus mayores asociados se salieran de las cooperativas y montaran sus propios micro beneficios orientados a conquistar el mercado nacional y abrir nuevos espacios de comercialización internacional con cafés de calidad, en un intento marcado por el ímpetu cafetalero.
Lo logros alcanzados por lo micro beneficios han sido destacados tanto en la penetración del mercado de calidad nacional donde han realizado proyectos comunes con importantes supermercados. Al mismo tiempo que han atraído nuevos socios internacionales a través de las ferias de las tasas de excelencia y en las subastas posteriores. Todo esto ha motivado a un ajuste en las políticas de las cooperativas que, después de un rechazo inicial, han seguido su ejemplo, aunque mantienen la esencia el trabajo corporativo.
Logros de lo que denominaremos aquí el Modelo de Descentralización de Los Santos
Como se puede apreciar, la organización de las comunidades gestó un proceso de descentralización en el ámbito productivo regional, congruente con las políticas nacionales socialdemócratas de estimular la economía interna, especialmente agrícola, desarrollando caminos de penetración, fijando precios de sustentación a los granos, nacionalizando la banca y creando crédito rural, diversificando la agricultura e impulsando la agroindustria, entre otras.
Estas condiciones generadoras de bonanza regional cambiaron al imponerse las políticas neoliberales, que modificaron las políticas proteccionistas del Estado socialdemócrata nacional. Como respuesta externa a la debacle local se ofreció, por parte de los organismos internacionales elevar la calidad y la capacidad administrativa introduciendo en las empresas cooperativas, que son sociales, las técnicas e indicadores de la empresa privada, generando un corporativismo hacia adentro de la estructura administrativa.
Esto no impidió, a pesar de las grandes pérdidas y las limitaciones para adecuarse a las nuevas condiciones, que las cooperativas sobrevivieran ampliando sus servicios de abastecimiento y procesado industrial al mismo tiempo que, lenta pero decididamente, siguieran los senderos abiertos con gran esfuerzo por los micro beneficios.
Reflexiones en cuanto los senderos abiertos por la experiencia de Los Santos
La exitosa experiencia de Los Santos de liberarse a través de la organización cooperativa del control de los precios que establecían las exportadoras y tostadores en países de destino, creo las condiciones el desarrollo económico y cívico de la región mientras las políticas públicas priorizaron los intereses nacionales. Todo esto dentro de una política nacional estimulante de la organización y participación de los campesinos en la producción agroindustrial.
Al cambiar las condiciones proteccionistas nacionales, por la libre competencia sin restricciones del neoliberalismo internacional, se hizo evidente, a pesar de sus logros, la debilidad de una descentralización limitada a lo productivo regional.
¿Qué nos enseña la experiencia de descentralización parcial vivida por la región de Los Santos?
1) Que las decisiones políticas centralizadas que obedecen a los intereses del gran capital internacional, sobre las cuales no tienen incidencia las regiones y organizaciones locales ni en su contenido ni en la forma pueden afectar muy seriamente el desarrollo regional y local provocando animadversión de los productores.
2) La política internacional de las grandes potencias no puede estar por encima de los intereses locales, regionales y nacionales, y debe requerir, antes de ponerse en práctica, la aprobación, regional. Al mismo tiempo que las políticas públicas deben estimular el producto terminado desde el origen.
3) Que el poder de participación cívica de una comunidad radica en su organización. Como dijo José Figueres Ferrer, “los hombres sin organización no tienen ningún poder”.
4) En este sentido la descentralización encuentra terreno fértil ahí donde existe gente organizada autónomamente. No debe confundirse con estructuras clientelistas basadas en personerías jurídicas creadas en escritorios, pero manejadas por “punteros” que negocian los votos. En esas condiciones la descentralización se puede transformar en una pantalla para ocultar el poder de la mafia. La autonomía debe ser soberana y blindada.
5) Las organizaciones cooperativas son empresas sociales, que si bien deben ser eficientes en el manejo de sus recursos, deben medir sus resultados, ante todo dirigiéndose por las necesidades de sus comunidades y socios; esto es promoviendo la continuidad de los emprendimientos a través de formación de sus hijos de cara al futuro, al mismo tiempo que garantizando la vejez de los asociados por obligación estatutaria.
6) La descentralización no puede limitarse a lo económico ya que la sociedad es un todo donde se articula lo económico con lo social y lo político. No puede pensarse, sobre todo en una época de transformaciones radicales, como la que vivimos, donde el conocimiento juega un papel preponderante en el desarrollo, que la educación, la capacitación, la salud y la seguridad, no se encuentren bajo auditoria y evaluación ciudadana, dando al pueblo agricultor poder de decisión.
7) La educación y la capacitación organizacional, en todos los órdenes, son estratégicas. Así como en el pasado la posesión de la tierra o el capital material eran claves para el progreso, hoy el conocimiento es lo que transforma y empodera a los individuos y comunidades siempre enseñando que el principal activo del productor es el suelo y su dignidad. No se puede crear un futuro para las nuevas generaciones con una educación del siglo XX.
8) En otras palabras, empoderar responsablemente al agricultor sobre su futuro en el proceso de transformación que vive el mundo. En este sentido los poderes locales, dirigidos por ellos, se verán estimulados a exigir regularmente la actualización y evaluaciones de resultados en estos campos, así como tener atribuciones de intervención activa removiendo funcionarios en caso de incumplimiento.
9) La experiencia de la región, como buena práctica nacional, abre senderos para una descentralización, no solo local, sino progresiva que se inicie con los cantones de cultura cívica cafetalera y perfile una democracia participativa eficiente arraigada en lo nacional, pero que se guie hacia una descentralización con rendición de cuentas y revocatoria de los cargos, como la que existe en Suiza.
La política exterior en una región de importancia geopolítica
Así como debemos fortalecer nuestro Estado aprendiendo de las mejores prácticas internas, debemos aprender de nuestra experiencia como nación en una región de gran importancia geopolítica. De hecho, existimos como nación por la visión que tuvo nuestro prócer Juan Rafael Mora Porras del carácter estratégico de Centro América y de nuestro país en el contexto mundial. Gracias a su visión supo hacer valer nuestra posición geopolítica frente a la expansión de la creciente potencia norteamericana, realizando una alianza estratégica con Gran Bretaña, la potencia dominante de entonces. Tal como se relata en el libro “El lado oscuro del presidente Mora” de don Humberto Vargas Araya, difundido ampliamente en nuestro siglo por la Academia Morista. A los estados pequeños en regiones estratégicas como la nuestra, no pueden “casarse” con los intereses de una potencia si quieren mantenerse vivos deben, hacer valer su importancia estratégica manteniendo buenas relaciones con todos, pero colocando eso sí los intereses nacionales en primer plano. En este sentido hay que revalorar las políticas económicas y comerciales del país ubicándolas dentro de las posibilidades que genera el nuevo contexto regional y mundial. En particular la posibilidad de hacer alianzas comerciales, con países como México, Colombia y Centro América para rediseñar la comercialización café arábica internamente y en el mercado mundial emergente.
En síntesis
Se trata de rescatar los logros y limitaciones que ha tenido esta experiencia parcial de descentralización organizada regional, para trazar e incorporar líneas de cambio institucional que hayan demostrado arraigo en la experiencia nacional, así como invitar al movimiento cooperativo, comunal y popular en general a impulsar un proyecto de transformación nacional impulsado por las organizaciones del sector agrario que genere esperanza, control sobre la gestión pública, moral y unidad internamente y regionalmente frente al populismo y el crimen organizado.
Objetivos para un documental histórico que impulse la reflexión y el estudio sobre lo que está sucediendo en nuestro país y en el mundo, estimulando la organización de las fuerzas políticas, regionales y nacionales en primer lugar y posteriormente latinoamericanas con arraigo en la nueva coyuntura internacional.
1) Describir logros de la gestión local impulsada por las comunidades en los todos los cantones que rodean a la zona de los Santos a partir de 1950.
2) Describir las limitaciones que ha tenido este tipo de descentralización restringida a lo productivo y económico para a una buena gestión integral de la región.
3) Que aspectos de modelo de gestión local de Los Santos pueden contribuir a configurar un modelo de descentralización que confluya, progresivamente, partiendo de las regiones cafetaleras en un modelo descentralizado nacional, que abra un sendero al desarrollo nacional, con raíces en su cultura básica. Un modelo que ha logrado industrializarse y exportar producto terminado; generar combustible y fertilizante con energías limpias. Que ha evidenciado la necesidad de reformar el modelo de aseguramiento, póliza y pensión del agricultor y su familia que estimule el empalme de integración generacional.
4) Importancia de la geopolítica para destacar los intereses nacionales y regionales presentando la región como ejemplo para organización de los sectores cafetaleros y campesinos latinoamericanos.
5) Contribuir a aglutinar y dinamizar, alrededor de un proyecto nacional y regional, a las fuerzas nacionales que hoy se encuentran desorientadas.
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