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Día del Trabajador Bananero – 3 agosto 2025

José Joaquín Meléndez G.

Limón, tierra de historia y lucha, es un enclave donde las compañías extranjeras han sembrado su dominio en vastas plantaciones de banano. Aunque existen empresas nacionales, sus pasos siempre han estado marcados por las imposiciones del capital foráneo. Es un territorio vibrante, un mosaico de culturas donde los ecos de sus pueblos originarios —bribríes, cabécares y Ngäbe-Buglé— se entrelazan con la herencia de migrantes chinos, afrocaribeños, italianos y centroamericanos. Aquí, las lenguas se fusionan en una sinfonía diversa: el bribrí y el cabécar conviven con el inglés caribeño, el mandarín, el italiano y, por supuesto, el español.

Limón es más que un puerto; es una provincia de aromas y colores, de danzas y calypso que retumban en sus calles como un latido ancestral. Sus sabores cuentan la historia de sus pueblos: el rice and beans con coco, la sopa de mondongo, el rondón. Es un rincón donde las tardes de ocio encuentran refugio en partidas de dominó golpeado con fervor sobre la mesa, entre la brisa cálida que acaricia el litoral.

Desde el siglo XIX, Limón ha sido un nodo estratégico con su ferrocarril, sus muelles y el comercio que dinamiza la región, desde la exportación bananera hasta el oleoducto y las grandes zonas de carga. No obstante, la prosperidad no ha alcanzado a sus habitantes. La riqueza quedó atrapada en los márgenes de un desarrollo desigual, y JAPDEVA nació como un intento de cambiar esa realidad. Pero queda la pregunta latente: ¿logró su propósito, o la deuda con el pueblo sigue sin saldarse?

En los campos bananeros, el tiempo parece congelado en una historia que nunca avanza. La injusticia, la marginación y la precariedad persisten, como si aún viviéramos en aquel siglo XIX. A lo largo de los años, el clamor de los trabajadores ha resonado en huelgas que marcaron la historia: 1888, 1919, 1921, 1934, y tantas más en el siglo XX y ahora en el XXI. Todas impulsadas por la misma llama: la lucha por condiciones humanas, por acceso a salud, vivienda digna, salarios justos y el derecho a una jornada sin explotación.

Así nació FETRAL en 1913 y las huelgas bananeras de 1919 y 1921; la UGT del General Volio dio voz a la histórica huelga de 1934. Los obreros bananeros han sido los pilares de esta resistencia, cargando sobre sus hombros no solo racimos de banano, sino el peso de la desigualdad. En cada lucha, han emergido figuras emblemáticas que supieron alzar la voz contra la injusticia: Carlos Luis Fallas, el indomable Calero, Pedro el nicaragüense, Antonio González Espinoza, Isaías Marchena, Freddy Menéndez, José Ángel Marchena, Julio Arroyo Gutiérrez, René García, Ramón Cascante, Carlos Quirós Chavarría, Guillermo Keith, Rodrigo Ureña, Carlos Arguedas Mora, Obed Morales, y tantos más que construyeron una cadena de solidaridad para erguir el pedestal donde deberían permanecer, en lo alto, los obreros bananeros. Limón sigue siendo el corazón de una lucha inquebrantable, un lugar donde el sudor y la dignidad se entrelazan en una historia que aún espera justicia.

En la incansable lucha por la justicia obrera bananera, han emergido abogados con una profunda conciencia sindical, guardianes del derecho convertido en herramienta de dignidad y equidad. Álvaro Monteo Vega, Frank Ulloa Royo, Jorge Regidor Umaña, Mauricio Castro Méndez, Obeth Morales Barquero y Maikol Hernández Arias, Arturo Fournier Facio, Walter Antillón Montealegre quienes han forjado su conocimiento en el derecho individual, colectivo y procesal para proteger a los trabajadores del sector bananero. Su presencia ha sido crucial en la defensa de la estabilidad laboral, el salario justo, la jornada digna, la vivienda y el derecho a la salud, convirtiendo estas exigencias en leyes a través de convenciones colectivas, derribando las estructuras patronales de compañías, testaferros e incluso desafiando al propio solidarismo.

De la épica resistencia de los obreros bananeros brotó una literatura que nos narra su sacrificio, su crudeza y su insaciable sed de justicia. Carlos Luis Fallas Sibaja, con su inmortal Mamita Yunai, nos retrató la explotación sin límites; Carmen Lyra, en Banano Hombre, nos dejó la huella imborrable de Estefanía y su hija enfrentando la brutalidad del sistema. En DONDE NADIE del periodista y filólogo Carlos Villalobos destapó el horror del envenenamiento de trabajadores y sus familias, el daño irreversible en la tierra y el agua. La literatura sigue dando testimonio de esta lucha con LLENA de Gerardo Vargas Varela, las investigaciones de Vladimir de la Cruz L., Marielos Aguilar Hernández y Óscar Aguilar Bulgarelli, y los estudios sobre La United Fruit Company y las huelgas bananeras del Dr. Arturo Fournier Facio.

Hoy, en un presente que todavía enfrenta tempestades de injusticia, un grupo de valientes sindicalistas mantiene viva la llama de la reivindicación obrera. José Luis Castro Vargas (UTRAATLA), Steven Rodríguez Obregón (SINTRAPYBCR), Elvis Rivas Fernández (STAGASH), Carlos Orozco Alvarado (UTRABASI), Didier Leitón Céspedes (SITRAP), Walter Campbell Gómez (STRACHIRI), Donaldo Álvarez Cruz (STRASEICO) y José Agustín Centeno Centeno (SITRACA) han entregado su esfuerzo y convicción a la defensa de los derechos de los trabajadores bananeros. Sus voces resuenan en la misma melodía de las luchas históricas, enfrentando obstáculos que exigen mayor formación sindical, fortalecimiento técnico-profesional, seguridad ocupacional y, sobre todo, la consolidación de una federación que unifique a los sindicatos bananeros.

El sindicalismo sigue enfrentando desafíos gigantescos. La reivindicación de derechos individuales, colectivos y procesales aún es una batalla por ganar, al igual que el mejoramiento de salarios, la estabilidad laboral y la restauración de la solidaridad dentro del movimiento sindical nacional, que muchas veces ha olvidado a los trabajadores bananeros y su causa. Es un reto inmenso, pero un reto que no ha perdido su urgencia ni su relevancia.

Conscientes de la trascendencia de esta lucha, el exdiputado Gerardo Vargas Varela impulsó un llamado a la población y promovió la Ley N° 9393, firmada el 29 de agosto de 2016, durante la presidencia de Luis Guillermo Solís Rivera. Gracias a esta ley, se instauró el 4 de agosto como el Día del Trabajador Bananero, una fecha nacional para rendir homenaje a quienes han construido la historia laboral del país con su sudor y resistencia. En un esfuerzo por arraigar esta memoria en las futuras generaciones, la celebración también se integró al calendario escolar, asegurando que cada centro educativo honre el papel fundamental de estos trabajadores en la cultura, historia, sociedad y economía de Costa Rica.

Que esta conmemoración no sea solo un recuerdo, sino un compromiso de lucha por la dignidad y los derechos de los obreros bananeros. Porque su causa sigue siendo la nuestra.

San José, Costa Rica, 8 junio 2025.

Secretaria general de la CTRN denuncia una creciente precarización del trabajo en Costa Rica ante OIT

La secretaria general de la Confederación de Trabajadoras y Trabajadores Rerum Novarum (CTRN), Fanny Sequeira, aprovechó el marco de la 113 Conferencia Internacional del Trabajo para expresarle al director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Gilbert F. Houngbo, la difícil situación que viven las trabajadoras y trabajadores de Costa Rica en materia de derechos laborales y sindicales.

De esta forma y a lo largo de la conferencia, la cual es llevada a cabo del 2 al 15 de junio en Ginebra, Suiza, la secretaria ha participado activamente al denunciar para Costa Rica un contexto de ataques a la democracia institucional por parte del poder político, así como una creciente degradación del contrato social y demás deterioros en los derechos laborales.

A su vez, la secretaria también expresó cómo el empeoramiento a derechos laborales, así como los distintos llamados realizados por la OIT para la atención de convenios, han sido continuamente ignorados e invisibilizados. A este respecto, la secretaria agregó:

«Desde hace muchos años los órganos de control de la OIT vienen haciendo reiteradas observaciones al gobierno de turno sobre violaciones a los Convenios 87, 98 y 135, sin que hayan sido atendidas. Estas violaciones son amplias, persistentes y opresivas, favoreciendo la explotación, la precarización laboral y salarial, así como la desprotección social. […].”

La CTRN y la UNT presentes en la 113 Conferencia Internacional del Trabajo en Ginebra, Suiza

Del 2 al 13 de junio se lleva a cabo en Ginebra, Suiza, la 113 Conferencia Internacional del Trabajo (CIT). Este evento reúne a representantes de gobiernos, empleadores y organizaciones sindicales de distintos países, con el objetivo de tratar temas de trascendencia para el mundo del trabajo, los derechos laborales y la protección social.

En representación del sindicalismo costarricense participan Fanny Sequeira Mata, secretaria general de la Confederación de Trabajadores y Trabajadoras Rerum Novarum (CTRN), y Susan Quirós, secretaria general de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras (UNT), organización adscrita al Bloque Unitario Sindical y Social costarricense (BUSSCO).

Durante esta conferencia, Fanny Sequeira coordina con la Confederación Sindical de Trabajadores y Trabajadoras de las Américas (CSA) y la Confederación Sindical Internacional (CSI), con el objetivo de hacer oír la voz de la clase trabajadora de Costa Rica y del mundo en los distintos foros de intercambio tripartito. La participación se ha enfocado en las luchas, desafíos y necesidades actuales de las personas trabajadoras.

Entre los temas centrales abordados en la CIT se destacan el trabajo decente en la economía de plataformas, la transición de la economía informal a la formal y la protección frente a peligros biológicos en el entorno laboral. La CTRN, junto con la CSA y la CSI, impulsan un convenio vinculante para garantizar derechos a quienes laboran en plataformas digitales, un sector con alta precariedad en Costa Rica.

También respalda la Recomendación 204 de la OIT para avanzar en la formalización del empleo ante la falta de políticas públicas en este ámbito. Finalmente, se discute la elaboración de un convenio para proteger a las personas trabajadoras expuestas a riesgos biológicos, tema que continuará desarrollándose en futuras sesiones.

En el contexto de estos temas, se han señalado situaciones como la precarización laboral, la erosión de derechos fundamentales, la violación de la libertad sindical y la desigualdad económica, social y de género. También se mencionan prácticas autoritarias e injerencias gubernamentales en instituciones autónomas.

Durante la conferencia sesiona la Comisión de Aplicación de Normas, que revisa anualmente el cumplimiento de los convenios internacionales. En esta edición se analizarán 24 casos de países que han sido denunciados por incumplimientos. En América Latina destacan los casos de Panamá (convenio 122 sobre políticas de empleo) y Ecuador (convenio 98 sobre negociación colectiva). También se mencionan denuncias de violaciones en Costa Rica, vinculadas a la libertad sindical, la legislación vigente y su aplicación.

La CTRN reafirma su compromiso con la acción sindical y la solidaridad nacional e internacional para democratizar el mundo del trabajo. Fanny Sequeira destacó que uno de los principales retos es asegurar el trabajo decente para las futuras generaciones, en favor de la sociedad en su conjunto.

Fuente imágenes: Semanario Universidad.

Partido Vanguardia Popular protesta contra la intimidación al SITRAA

El Partido Vanguardia Popular dirigió una carta al señor Mario Rodríguez Bonilla, secretario general del Sindicato de Trabajadores del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (SITRAA). El documento inicia expresando su preocupación ante los mecanismos de intimidación que se han instalado en la administración de Acueductos y Alcantarillados (AyA). Asegura que dichas acciones, impulsadas por figuras como María Alejandra Mora Segura, Álvaro Sibaja Collado y Salvador Orozco, han generado una atmósfera de autoritarismo frente al ejercicio del sindicalismo. Entre los argumentos que menciona el partido se encuentra la denuncia de la criminalización del libre ejercicio del sindicalismo.

Se menciona que estas prácticas encontradas en la institución no solo constituyen una violación directa a los derechos humanos, sino que además se presenta como el resultado de discursos de odio y violencia desde las autoridades institucionales. Así, la carta pone en evidencia una situación de alerta en cuanto a la transgresión de compromisos internacionales, como los Convenios de la OIT ratificados por el estado. El Partido Vanguardia Popular, condena con firmeza las actitudes antidemocráticas que se han evidenciado. La carta señala que las prácticas de abuso e intimidación buscan desmantelar el derecho a la libertad de reunión, un pilar esencial del movimiento sindical en Costa Rica. Este ataque sistemático se presenta como una amenaza a la integridad del sindicalismo.

En un gesto de solidaridad, el documento reafirma el compromiso del partido de apoyar al SITRAA en todo el ámbito jurídico. Esta postura refuerza la idea de que la justicia y el respeto a los derechos fundamentales deben prevalecer en cualquier institución. La carta destaca, de manera reiterada, el compromiso del Partido Vanguardia Popular en la defensa de los derechos sindicales.

Por último, la carta se convierte en un llamado a la acción frente a prácticas antidemocráticas que amenazan los derechos laborales y humanos en Costa Rica. Al denunciar mecanismos de intimidación y criminalización del sindicalismo, el documento invita a la reflexión sobre el estado de la democracia y la necesidad de reforzar la libertad de reunión y la justicia.

¡Solidaridad con el pueblo panameño! SiUNED

Comunicado

Pronunciamiento del Sindicato Unitario de la UNED. Las personas trabajadoras de la Universidad Estatal a Distancia (UNED) de Costa Rica reunidas en Asamblea General del Sindicato Unitario de la UNED (SIUNED) el 27 de mayo de 2025, expresamos nuestra solidaridad con el pueblo panameño y en especial con las personas trabajadoras de la Universidad de Panamá en su lucha contra las reformas a la seguridad social y por la soberanía nacional.

Exigimos el cese de la represión y la persecución a las personas dirigentes sindicales, libertad inmediata a los presos políticos, al dirigente Genaro López, y el respeto a los Derechos Humanos.

SITRAIBANA en huelga: la lucha contra el despojo laboral y la complicidad del poder

Lic. H. Lenin Hernández Navas
Presidente de UAS

Las plantaciones de banano han sido testigos de décadas de esfuerzo, donde el sudor de quienes trabajan la tierra ha sostenido la economía de un país que, paradójicamente, les da la espalda. Hoy, en Bocas del Toro, la esperanza se ha transformado en resistencia. La huelga de SITRAIBANA no es solo una protesta por derechos laborales, es un grito colectivo contra el saqueo disfrazado de reforma.

Chiquita hace dumping social: cosechando riqueza, sembrando desigualdad

Las grandes empresas bananeras han perfeccionado el arte del despojo. Como cíclopes que devoran el esfuerzo ajeno, han encontrado en el gobierno un aliado que cede ante cualquier presión. No es la primera vez: lo vimos en el caso del canal, en la mina que amenazaba el medio ambiente, y ahora en el ataque directo a derechos esenciales de los trabajadores y trabajadoras.

Las empresas alegan que los cambios son necesarios para mejorar la productividad, pero en la práctica, solo perpetúan un sistema de explotación que maximiza sus ganancias a expensas del bienestar de quienes trabajan la tierra. Es una vieja practica de esa empresa, hace varias décadas dejaron abandonadas 42 plantaciones en la zona sur de Costa Rica fronteriza con Panamá y miles de trabajadores quedaron a la deriva generando una crisis que se le atribuyo al sindicato. Con la privatización del muelle de Limón, la empresa de un día para otro cierra dejando a cientos de trabajadores de Chiquita sin trabajo.

La ética empresarial y la complicidad del gobierno

La ética empresarial en el sector bananero ha sido históricamente cuestionada. La búsqueda de maximizar ganancias ha llevado a prácticas de explotación laboral, evasión de responsabilidades sociales y manipulación de leyes para reducir costos que constituyen un dumping social. Pero lo más alarmante es la extraña coincidencia entre esta ética empresarial y la postura del gobierno y los tribunales de trabajo que olvidan su función tutelar. Fue por eso que Francisco Smith, secretario general de SITRAIBANA indicaba: «Nos vamos a la calle, ya basta de burlas, vamos a pelear por nuestros derechos» y hoy se mantienen en huelga estos trabajadores, mayoritariamente del pueblo originario Ngäbe y Bugles, a quienes estas fincas les fueron expropiadas hace un siglo a ambos lados de la frontera, pues son los habitantes originarios de estos territorios. El gobierno, lejos de actuar como un regulador imparcial, ha demostrado ser un facilitador de estas prácticas. En lugar de proteger los derechos de los trabajadores y trabajadoras, ha cedido ante las presiones de las empresas, permitiendo reformas que afectan la jubilación anticipada y precarizan aún más el empleo en el sector bananero.

Solidaridad con el pueblo panameño: una lucha que trasciende fronteras

La huelga de SITRAIBANA no es un hecho aislado. Se suma a más de un mes de protestas en Panamá, donde diversos sectores han salido a las calles a exigir justicia, enfrentando represión y violencia estatal. Los pueblos indígenas, que representan la mayoría de los trabajadores y trabajadoras de Chiquita, han sido víctimas de un martirio silencioso, resistiendo en condiciones extremas mientras defienden sus derechos y su dignidad.

La solidaridad con SITRAIBANA y con el pueblo panameño es más necesaria que nunca. Esta lucha no es solo de quienes trabajan en el banano, sino de todos los sectores vulnerados por la complicidad del poder.

Costa Rica y Panamá no pueden seguir construyendo su futuro sobre la espalda agotada de sus trabajadores y trabajadoras. Un país no se mide por sus exportaciones, sino por la dignidad de quienes hacen posible cada cosecha.

“Nos solidarizamos con la lucha del pueblo panameño”

Giorgio Trucchi con Maikol Hernández

Dura condena a los despidos arbitrarios de Chiquita Panamá

La Federación Nacional de Trabajadores de la Agroindustria, Gastronomía, Hotelería y Afines (Fentragh) de Costa Rica acuerpó de forma contundente la lucha que el pueblo panameño lleva adelante contra la reforma de la seguridad social, la expansión minera y la intervención estadounidense en el país. Asimismo, condenó con dureza los despidos ilegales de Chiquita Panamá.

“Desde Fentragh nos solidarizamos con la lucha del pueblo panameño frente a la implementación de la ley 462, por medio de la cual el gobierno ha impuesto un modelo regresivo de jubilaciones”, explicó a La Rel, Maikol Hernández, secretario general de la Federación.

“También hacemos nuestras las protestas en defensa del medio ambiente, una vez más amenazado por la minería y la usurpación de territorios originarios”, agregó.

El dirigente sindical condenó la violencia de las fuerzas policiales y militares contra la protesta pacífica de los trabajadores, que exigen un retiro digno y que defienden la soberanía nacional ante el intervencionismo del gobierno de Donald Trump.

La brutalidad de Chiquita

Ante el despido arbitrario e ilegal de miles de trabajadores y trabajadoras de las plantaciones bananeras de Chiquita Panamá, el secretario general de nuestra afiliada condenó las políticas antiobreras de la transnacional.

“Es lamentable ver que, una vez más, la transnacional Chiquita Brands, ahora de capital brasileño, y su subsidiaria en Panamá, se presten a los intereses corporativos financieros de desmejorar los derechos de jubilación y retiro”, manifestó.

“Además –continuó– castiga la lucha sindical con despidos masivos y la amenaza de abandonar operaciones en la zona de Bocas del Toro. Algo que no puede considerarse como un hecho aislado, sino en continuidad con la que ha sido la historia trágica de violencia, caos, sangre y muertes que en el pasado caracterizó la nefasta United Fruit Company”.

Ante la gravedad de la situación en Panamá, y en especial en los territorios de los pueblos originarios, Fentragh expresó sus mayores muestras de respeto y solidaridad con el sindicato bananero.

“Nos solidarizamos con los compañeros y compañeras del Sitraibana, que hoy enfrentan la despreciable amenaza de Chiquita de despedirles por el único motivo de defender sus derechos.

Un abrazo a los honorables hermanas y hermanos de los pueblos originarios Ngäbe-Buglé, a quienes, una vez más, el gobierno y los empresarios pretenden robarles sus derechos.

Desde Costa Rica y la gran familia de la UITA –concluyó Hernández– nos solidarizamos con la lucha de la clase trabajadora panameña.

¡NO a la ley 462, NO a la minería, ¡NO a la explotación de Río Indio!”.

Foto: Gerardo Iglesias

Inequidad sindical en el Ministerio de Hacienda

La organización sindical denominada Seccional Confederación Unitaria de Trabajadores (CUT) denuncia que recientes decisiones dentro del Ministerio de Hacienda han generado inquietudes sobre la equidad en el trato hacia distintas organizaciones sindicales. Estas preocupaciones giran en torno a obstáculos administrativos que afectan la representación sindical y sus garantías básicas.

Entre los aspectos señalados que afectan el ejercicio sindical se encuentra la negativa a firmar un convenio para asignar un espacio físico adecuado para la organización y la diferenciación en el otorgamiento de licencias sindicales. Mientras que algunos sindicatos reciben licencias permanentes, otros reciben permisos parciales o temporales, creando un marco desigual en la participación sindical.

A pesar de cumplir con los requerimientos necesarios para solicitar licencias sindicales, las respuestas desde el Ministerio han sido tardías y ambiguas. Esta burocracia genera incertidumbre en la representación de los trabajadores, en especial cuando se requiere una respuesta pronta que brinde certeza jurídica. Según la organización sindical, el ministro de Hacienda, Nogui Acosta, cuenta con la capacidad de corregir estas situaciones mediante una directriz que agilice los procesos de solicitud de licencias sindicales.

Está acción en contra de alguna organización no es la primera durante este gobierno. Dentro del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) se ha denunciado la falta de garantías sindicales, e incluso las demandas han llegado hasta organismos internacionales. En el caso del AyA, sindicatos denunciaron persecución y obstrucción a su actividad. Ante estas situaciones presentadas en ambas instituciones genera un impacto negativo en el país, cuestionando el compromiso con los convenios de la Organización Internacional del Trabajo.

Al considerar los recientes hechos es que la organización sindical CUT demanda públicamente que se revise y corrija estas prácticas actuales que afectan la equidad sindical, la organización exige que se garantice que todos los sectores puedan ejercer su derecho de representación sin trabas ni obstáculos administrativos. Las autoridades políticas, de acuerdo con la agrupación, deben garantizar que el ejercicio sindical se lleve a cabo sin interferencias injustificadas.

Las Sombras de la esclavitud moderna

Frank Ulloa Royo

Costa Rica duerme, pero las sombras de la esclavitud no. Caminan por las paredes y las veredas, arrastran sus pies gastados sobre las angostas calles, sobre plantaciones, sobre fábricas, aparecen como sombras de albañiles sobre rascacielos que cambian el paisaje del viejo San José. No tienen rostro, solo cicatrices y algunas las señales del látigo y la horca. No tienen nombre, solo números. La historia les cerró el libro, dijo que la esclavitud era cosa del ayer, pero nunca atascó la puerta. Siguen aquí las sombras. Hoy una nueva ley pretende normalizar la jornada de doce a catorce horas, si agregamos el tiempo de traslado al hogar.

En la oscuridad del siglo XVIII, los esclavos africanos llegaban en barcos de madera, con grilletes oxidados mordiendo sus tobillos y con el temor de que eran traídos para ser comidos, pero despertando como esclavos en las plantaciones. Los traían para hacer crecer la caña, para tejer las redes del comercio, para servir mesas que nunca serían suyas. Pensaron que algún día serían libres, pero la libertad en Costa Rica se dio como el truco de un prestidigitador: ilusoria, rápida, fugaz. Se acabó la esclavitud en los papeles, pero no en las manos de quienes seguían trabajando hasta que su piel se confundía con la tierra.

Las sombras de la esclavitud se ocultaron en la servidumbre del siglo XIX, las mujeres que desgarraban su piel en el agua helada y retorcida, lavando ropas ajenas. Sus dedos se hinchaban hasta no sentir, sus espaldas se doblaban hasta perder la forma humana. Cuando la fatiga las consumía, sus cuerpos caían en las aguas turbias, disolviéndose en el tiempo. Nadie las nombraba. Nadie las lloraba. La esclavitud había cambiado de rostro, pero su hambre de vida seguía intacta.

Luego vinieron las leyes contra la vagancia. Costa Rica quería crecer y necesitaba obreros sumisos, hombres que trabajaran sin alzar la mirada. La pobreza no era un accidente, era un crimen y los niños y niñas eran entregados al patrón para ser educados en el trabajo. Quien no trabajara lo suficiente sería castigado, encerrado, expulsado de la sociedad. El látigo del capataz se convirtió en el bolígrafo del legislador, y la servidumbre encontró nuevos nombres: “desarrollo”, “productividad”, “progreso.”

Siglos después, las sombras miran hacia Singapur, donde las trabajadoras domésticas viven en casas que no son suyas, sirven comidas que nunca probarán, limpian habitaciones donde jamás dormirán. Llegan desde Indonesia, Filipinas, Myanmar. Sus nombres desaparecen cuando cruzan la frontera, sus identidades se diluyen en contratos de trabajo que las atan como esclavas modernas. No pueden salir sin permiso. No pueden descansar. Son piezas descartables en una economía que las consume y expulsa cuando ya no sirven.

Y ahora, en Costa Rica, se escuchan susurros en las oficinas gubernamentales: “Jornadas de 12 horas, como en Singapur, como en las grandes economías.” Los empresarios celebran, los políticos aplauden, algunos sindicatos alzan su voz, los gremios callan y el presidente dice que trabajar más es la respuesta al atraso del país. La historia se retuerce en su tumba. Los Mártires de Chicago observan desde el olvido, sus gargantas están todavía abiertas por la horca que les estranguló y aun las leyes les niegan el descanso.

Las sombras de la esclavitud ríen en la casa del patrón, caminan por las calles húmedas, sufren en silencio. No se fueron nunca. La esclavitud cambió de piel, pero sigue esperando nuevos cuerpos. Y cada vez que los trabajadores bajan la cabeza, que aceptan el cansancio de las largas jornadas como destino, las cadenas invisibles se cierran un poco más, y las carlancas les impiden caminar. La pregunta no es ¿si la esclavitud volverá? ¡La pregunta correcta es: ¿si alguna vez se fue?

Jornada 4/3 ¿Una nueva forma de organizar el tiempo de trabajo?

Instituto Sindical de Formación Democrática

ISFODE

Introducción

¿En qué consisten las jornadas 4/3?

La jornada laboral 4/3 es un esquema en el que las personas trabajadoras laboran cuatro días consecutivos y descansan tres días seguidos. Generalmente se mantienen las 40 a 48 horas semanales concentradas en menos días, lo que implica jornadas más largas por día (10 a 12 horas).

¿Cuál es el fundamento legal?

En muchos países, la jornada ordinaria está limitada por leyes laborales que regulan tanto las horas diarias como semanales. En Costa Rica, el Código de Trabajo establece límites claros:

• 8 horas diarias y 48 semanales (jornada diurna).

• 6 horas diarias y 36 semanales (jornada nocturna).

Modificar estos esquemas requiere reforma legal o autorización excepcional.

¿Tiene razón económica para aplicarse?

Las empresas alegan que este modelo:

• Reduce costos de operación (menos días abiertos).

• Mejora la productividad concentrando esfuerzos.

• Disminuye ausentismo y mejora el balance vida-trabajo.

Sin embargo, hay dudas sobre:

• Impacto en salud por jornadas largas.

• Aumento del riesgo laboral.

• Erosión de derechos si no hay control efectivo.

¿Cuáles son las experiencias en otros países?

• Islandia probó jornadas reducidas con éxito, sin bajar salarios.

• Chile, México y Colombia discuten o aplican esquemas 4/3 en sectores específicos.

• En muchos países desarrollados, hay ensayos de semana laboral de 4 días, pero con menos horas totales, no con concentración de horas.

Jornadas 4/3 en Costa Rica

¿Legalmente se puede aplicar actualmente la jornada 4/3?

Actualmente no es legal bajo el marco del Código de Trabajo. Para aplicarse, requiere una reforma que modifique los límites máximos de jornada diaria y establezca nuevas reglas de compensación.

¿En la práctica se lleva a cabo?

Sí. En algunos sectores como:

• Call centers

• Zonas francas

• Vigilancia y seguridad

Se aplican de forma informal o mediante acuerdos internos, a veces sin cumplir los requisitos legales o sin supervisión del MTSS.

Un proyecto en discusión

Hay una propuesta legislativa que busca regular la jornada 4/3:

• Establecer hasta 12 horas diarias de jornada.

• Garantizar el pago de horas extra si se supera la jornada ordinaria semanal.

• Ajustes para sectores como salud, comercio y tecnología.

Lo legal, económico y político del proyecto

• Legal: flexibiliza el régimen laboral, requiere modificar el Código.

• Económico: apoya la competitividad empresarial, pero puede generar precariedad.

• Político: es impulsado por sectores empresariales; cuestionado por sindicatos, la academia y organismos de derechos laborales.

¿Qué piensan los trabajadores?

• Algunos valoran los tres días de descanso, especialmente si tienen doble jornada (trabajo-cuidado).

• Otros temen sobrecarga física y mental, pérdida de ingresos por horas extra y menor protección sindical.

• Hay demanda por participación en la discusión, no solo como receptores de decisiones.

La OIT y la regulación internacional

• La OIT no promueve jornadas prolongadas: aboga por la reducción del tiempo de trabajo sin pérdida de salario.

• Recomienda que cualquier cambio sea tripartito, voluntario y evaluado regularmente.

• el derecho al descanso y a la desconexión es parte del trabajo decente.

Conclusiones

• La jornada 4/3 modifica profundamente la organización del trabajo y requiere debate informado.

• Puede tener ventajas si se garantiza voluntariedad, supervisión estatal y derechos laborales plenos.

• Su implementación en Costa Rica no es legal hoy sin reforma.

• La experiencia comparada demuestra que el éxito depende del contexto y del control de riesgos.

• Es clave escuchar a las personas trabajadoras y sindicatos, así como considerar las normas internacionales.

• No se trata solo de tiempo, sino de calidad de vida, salud, equidad y justicia.

San José, 19 mayo 2025