La situación que hoy vive Grecia resulta violentamente paradójica; un desconcertante oxímoron. El nuevo gobierno de Syriza, bajo la conducción de Alexis Tsipras (un joven hombre de 40 años) intenta algo absolutamente elemental: sacar a su país de la profunda depresión económica en que se encuentra y devolver a la población griega un mínimo de dignidad y decoro en sus vidas. Para ello es indispensable renegociar los términos draconianos de los acuerdos adoptados en relación con la deuda griega, y revertir las políticas de austeridad, lo que significa, como es obvio, volver a destinar recursos para salud y educación y recuperar la inversión pública.
Y, sin embargo, para el resto de Europa –y en particular para la implacable y poderosa Alemania- todo eso es inaceptable. Pero lo más simpático de todo es que se amenaza a Grecia diciéndole que de no hacer lo que se le dice (o sea: lo que se le exige e impone) sobrevendrán grandes catástrofes: recesión, desempleo…ruina económica. Bueno, pero sí exactamente eso es lo que Grecia ha tenido por cinco años consecutivos: una depresión económica en toda la regla, la cual, guardando las proporciones del caso (por ser Grecia una economía pequeñita) es de unas dimensiones y profundidad tales, que se compara con ventaja con la Gran Depresión de los treintas en Estados Unidos. Cuando, por otra parte, se le exige a Grecia avanzar en las “reformas” que el resto de Europa les receta. Cosa igualmente extraña; pues si en eso vienen desde hace más de cinco años…con resultados que, de tan catastróficos, hacen innecesario cualquier comentario adicional.
¿Dónde está la novedad, cuál es la nueva de la cual debamos sorprendernos? Es como si una familia que ha sido despojada de su casa y de todas sus pertenencias por un banco usurero, fuera amenazada por ese banco…de que va a ser despojada de su casa y de todas sus pertenencias. Si ya nada les queda ¿qué les pueden quitar? En esas condiciones tan solo podría interesar restablecer la propia dignidad.
¿Qué pasaría si Grecia se sale del euro? Bueno, es posible que el castigo caiga sobre España, Grecia, Irlanda y quizá la misma Italia, debido al llamado “efecto contagio” económico que encarecería el nuevo financiamiento que necesitan los gobiernos de esos países, y traería desplome de sus bolsas de valores y, con seguridad, una nueva ronda de recesión y desempleo al alza. Con la posibilidad –que en el caso español está a la mano- de que asciendan opciones políticas de izquierda al estilo de Syriza…lo cual, visto a la luz del fracaso de las recetas ortodoxas lideradas por Alemania, sería un avance innegable.
¿Y en cuanto a la propia Grecia? Pues acaso el asunto se resume en lo siguiente ¿es que le podría ir peor de cómo le está yendo? Yo me permito dudarlo. Cuando, por otra parte, si la salida del euro se concreta, ello abriría algunas otras opciones: al recuperar su propia moneda podrían devaluar y relanzar las exportaciones, y por su cuenta reactivar la inversión pública y los gastos en seguridad social ¿Eso comporta riesgos? Si, sin la menor duda; no tanto porque la banca transnacional les aísle (lo que hoy se aplica es un equivalente de tal cosa: los recursos que se les dan son solamente para pagarle…a esa misma banca transnacional), sino porque los pequeños ahorrantes –que no pueden sacar sus capitales del país- perderían esos fondos, y porque seguramente se aceleraría la inflación.
Y, sin embargo, ese sería solo un mal menor, comparado con el castigo inmisericorde que se les ha aplicado. Y siendo obvio que con las políticas que el resto de Europa les impone no hay forma de encontrar la salida del túnel, acaso esa sí sea la puerta para una pronta recuperación, que reduzca de forma significativa el desempleo y permita aliviar la extendida y agravada pobreza. Y un poco más allá, y de existir –ojalá sea el caso- la suficiente visión de mediano y largo por parte del gobierno de Syriza, podrían entonces iniciarse un proceso de reconstrucción de la economía griega que, eventualmente, le permita consolidar una aparato productivo sólido.
Termino preguntándome: si de jugar con fuego se trata ¿no será más bien Alemania y sus aliados quienes lo están haciendo? Grecia ha sido humillada de una forma tan brutal que ya no les queda prácticamente nada que perder. En cambio, la salida griega del euro y el consecuente “efecto contagio”, podría representar graves pérdidas para el resto de Europa. En especial para países como España y Portugal, cuyos gobiernos conservadores acompañan hoy el matonismo de Merkel en su esfuerzo por asfixiar al nuevo gobierno griego, pero cuyas economías siguen apenas sostenidas por alfileres.
Tomado del Blog Soñar con los pies en la tierra de Luis Paulino Vargas:
http://sonarconlospiesenlatierra.blogspot.com/2015/02/normal-0-21-false-false-false-es-mx-x.html
Suscríbase a SURCOS Digital: