Skip to main content

Etiqueta: economía mundial

Los BRICS ¿Otro mundo es posible?

Félix Madariaga Leiva

Por Félix Madariaga

Se denomina BRICS al conjunto de cinco países que partieron formando este grupo y trabajando de forma consensual en áreas como el comercio, inversión, tecnología y finanzas con el fin de promover sus intereses en común en el panorama mundial, buscando hacer frente a la hegemonía de otras instituciones internacionales como el G7 o el Banco Mundial. Este grupo se fundó formalmente en el año 2006 cuando los líderes de los países miembros celebraron una reunión en Nueva Delhi, India. En el año 2010 Sudáfrica se unió al grupo para formar lo que hoy se conoce como BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).

El BRICS es visto por muchos como un importante contrapeso a los países del G7 y su rol en la economía mundial es una cuestión que está generando debate y controversia, sobre todo, por los importantes resultados que han obtenido. El objetivo del BRICS es buscar una mayor independencia económica y financiera, especialmente en lo que respecta al sistema global y las instituciones financieras internacionales. También busca fortalecer los sistemas multilaterales entre estos países y también con otros que no son integrantes.

Otro de sus objetivos es impulsar a países emergentes y economías en desarrollo para que logren alcanzar su potencial de crecimiento; y de esta manera, crear un sistema político y económico mundial más justo y equilibrado.

Economías emergentes vs economías maduras

En conjunto los países del BRICS constituyen una gran parte de la población mundial y una proporción significativa del PIB mundial. El grupo reúne alrededor de 3.500 millones de personas (cerca del 45% de la población mundial) y según proyecciones del FMI, en 2028 los países del BRIC representarán el 33,6% de la producción mundial. Estos países en conjunto tienen un gran potencial de mercado, cuentan con una importante fuente de mano de obra y manejan recursos naturales claves para las economías mundiales.

Los BRICS+ en el panorama mundial

Sin duda los BRICS han surgido como una alternativa al orden económico y político dominado por naciones occidentales, lo que está generando un cambio en el equilibrio del poder global. Han formado nuevas alianzas y acuerdos con otros países emergentes y con algunos países desarrollados lo que les ha dado mayor influencia política y diplomática en organizaciones internacionales como las Naciones Unidas, lo que se verá reforzado con el ingreso, a partir del 1 de enero 2024, de 5 nuevos miembros: Irán, Egipto, Etiopía, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, que en conjunto conformarán los BRICS+.

Han permitido una profundización de la cooperación económica, ya que los países del BRICS han establecido instituciones financieras para competir con las existentes y han intensificado su cooperación económica en áreas como el comercio, inversión y tecnología con países en desarrollo.

A pesar de las oportunidades de cooperación y colaboración entre los países miembros del BRICS, también existen tensiones entre ellos y con otras potencias mundiales que no están en el grupo, lo que podría generar conflictos, crisis económicas y políticas.

Hoy en días las naciones BRICS son conocidas por su significativo crecimiento económico y su influencia creciente en asuntos globales, en conjunto representan un 42% de la población mundial, el 23% del PIB mundial, alrededor del 30% del territorio terrestre y más del 18% del comercio mundial, comenzaron a organizarse como bloque económico y político, celebrando cumbres anuales desde el año 2009 y estableciendo el nuevo Banco de Desarrollo, conocido como el Banco BRICS desde el año 2014, el que está diseñado para financiar proyectos de desarrollo sostenibles en esos países y en otras economías emergentes y en desarrollo, aumentando su influencia en la economía mundial.

Cada vez más tiende a debilitarse y desaparecer el dólar como moneda de intercambio. Los BRICS podrían constituir una alternativa, una manera diferente de transar con otra moneda, otro sistema internacional libre de sanciones, libre de imposiciones por parte de las grandes potencias reunidas en el G7 (liderado por Estados Unidos) y otros países europeos. Los BRICS representan la libertad de usar la moneda que quieras.

Imagínense también si se lograse un bloque militar entre los BRICS, donde participan las mejores economías del mundo, Rusia, China, Brasil, India, Irán. Lamentablemente muchos países son extorsionados por EEUU para continuar utilizando el dólar bajo amenazas de represalias y corte de las ayudas. Será interesante ver la evolución con la incorporación de nuevos países que aportarán ideas, recursos, personas a un proyecto que podría convertirse en una seria y clara alternativa a la tradicional hegemonía occidental, que sólo explota a los países en desarrollo, y no los considera sus socios en la construcción de sociedades más libres, solidarias y equilibradas. Un caso claro es el de Argentina.

Argentina era uno de los países que había sido invitado a incorporarse al BRICS, sin embargo, con la llegada del nuevo gobierno de Javier Milei, se anunció la negativa, ya que los compromisos de los nuevos administradores estaban ya firmados con Estados Unidos, es así como a fines de 2023 anunciaron oficialmente su retirada, anunciando nuevas medidas económicas para su País entre las que lamentablemente destacan el cese de obras públicas y la cancelación de contratos que ya estaban aprobados. Esto tiene como consecuencia inmediata que abruptamente aumentará la tasa de cesantía, habrá mucha mano de obra paralizada, lo que en el mediano plazo profundizará la crisis económica que ya afecta a los trabajadores y provocará un aumento insostenible de la extrema pobreza.

Otra de las medidas tomadas por Milei es el fin de los subsidios en energía y transporte público, lo que aumentará los precios de los pasajes en los transportes públicos y estatales, y esto se verá reflejado directamente en los trabajadores que los utilizan, reduciendo aún más su poder adquisitivo; y junto a ello ha anunciado también la reducción de la plantilla del estado, lo que ya ha dejado a miles de cesantes nuevos.

En la nueva estructura del Estado argentino, los ministerios pasaron de 18 a 9, y las secretarías de 106 a 54. Esto significa más despidos, más cesantía y mayor presión para los funcionarios que quedan. Otra medida es la reducción “al mínimo” de las transferencias que el Estado hace a las provincias, las que en muchos casos dependen del gobierno central para funcionar. Estos son sólo algunos ejemplos de una política que no se entiende, medidas que no contribuyen al desarrollo económico integral de la nación. El fin del sistema SIRA, por el cual el Estado decidía qué importadores tenían acceso o no a dólares para cancelar sus pagos en el exterior, se reemplazará por un sistema estadístico y de información que no requerirá de la aprobación previa de licencias: el que quiera importar, ahora podrá hacerlo, ¿pero a qué precio?

Ante estas medidas – del todo opuestas a los principios del BRICS – más de un centenar de economistas de todo el mundo firmaron un texto en el que alertaron al resto del mundo que las propuestas del ultraliberal argentino son “potencialmente muy perjudiciales para la economía y el pueblo argentino”, entre ellos destacan entre otros, por la India Jayati Ghosh, el serbio Branko Milanovic, el francés Thomas Piketty o el colombiano José Antonio Ocampo. El de Argentina es un esquema neoliberal que ya conocemos, que ha sido aplicado en muchas de nuestras naciones, también conocemos de cerca las consecuencias en la piel de los más pobres. Tal vez, y sólo tal vez si nos permitiéramos pensar en que un mundo distinto es posible, comprenderíamos la enorme importancia que puede tener para las personas reales el crecimiento y consolidación del BRICS.

Fuente:

https://elpais.com/argentina/2023-12-13/las-diez-medidas-economicas-del-gobierno-de-javier-milei-para-argentina.html

https://elpais.com/argentina/2023-11-08/mas-de-un-centenar-de-economistas-de-todo-el-mundo-alertan-sobre-los-peligros-del-programa-de-milei.html

https://elpais.com/argentina/2023-11-08/los-peligros-del-programa-economico-de-javier-milei-en-argentina.html

https://es.statista.com/grafico/30676/paises-miembros-del-g7-y-brics/

https://www.youtube.com/watch?v=pPRzGuqvwoM

Yemen-Hutíes, aliado de Palestina-Gaza

Mg. José A. Amesty Rivera

Recordemos que, la guerra Israel-Gaza, es un conflicto armado en curso que comenzó el 7 de octubre de 2023, mientras los israelíes festejaban la fiesta de Sucot, grupos armados de militantes palestinos, principalmente de Hamás y la Yihad Islámica Palestina, lanzaron un gran ataque contra Israel desde la Franja de Gaza, con cohetes y un ataque de comandos en camiones y motocicletas.​ El ataque tomó a Israel por sorpresa, durante el 50 aniversario de la guerra de Yom Kippur.​ Israel respondería poco después con una represalia denominada «Operación Espadas de Hierro», que incluiría bombardeos e incursiones militares contra la Franja de Gaza. 

Han pasado 22 semanas del inicio del conflicto, y se ha agregado como aliado de Gaza, la nación árabe de Yemen-Asia, más específicamente, el movimiento de los Hutíes de Yemen.  

Yemen del Norte, que era la República Árabe de Yemen, y Yemen del Sur, anteriormente la República Democrática Popular de Yemen, se unificaron en 1990, esto sacudió la geopolítica de la región, porque Yemen del Norte era de orientación socialista y Yemen del Sur era socialista marxista-leninista. 

La ONU considera que Yemen vive la crisis humanitaria más grave del planeta, con más del 80% de la población necesitada de protección. Según la organización internacional, más de 16 millones de yemeníes pasan hambre. Considerando esta realidad, no es de extrañar la respuesta a occidente de los rebeldes yemenitas. 

Es decir, en la actualidad, Yemen se encuentra entre las naciones más pobres de Asia y del mundo árabe.

Por otro lado, el movimiento Hutí, es antiimperialista, anticolonial, y sus acciones son una demostración práctica de solidaridad, con el pueblo palestino; los Yemenitas lo hacen deteniendo el comercio controlado por los países occidentales, que son los patrocinadores de Israel en la guerra colonial y el genocidio en Gaza. 

En 1992 se formó el movimiento político Ansarolá (que significa los que creen en Dios) que hoy es más conocido como el movimiento hutí, nombre que honra a uno de los líderes del movimiento, Badredin Hutí, asesinado en 2004, durante un levantamiento contra el gobierno. Los hutíes proceden de la comunidad zaidí del islam chií, es decir, son árabes islamitas. 

No obstante, los hutíes no pretenden ser una organización religiosa, sino un movimiento político de resistencia a la injerencia occidental en Yemen. 

El escenario de detención del comercio, por parte de los hutíes, es en el mar rojo, por donde fluye el 15 por ciento del comercio internacional del mundo, y más específicamente en el estrecho Bab al Manded clave para el comercio mundial. El volumen de buques de carga que atraviesan este estrecho, ha descendido casi un 60% desde que comenzaron estos ataques de los hutíes. El estrecho de Bab al Mandeb, une al Índico con el Mediterráneo a través del canal de Suez. Esto explica la importancia geoestratégica y geoeconómica del estrecho de Bab al Mandeb. 

¿Cuál ha sido el aporte-apoyo de los hutíes a la lucha de Palestina?

  • En octubre del año pasado, inmediatamente después de la invasión a la Franja de Gaza por parte del régimen israelí, Yemen se solidarizó con el pueblo de Palestina. El Ejército yemení lanzó una serie de ataques contra barcos vinculados a Israel en el mar Rojo, utilizando drones, misiles de crucero y balísticos, que provocaron repercusiones en todo el mundo. 
  • Luego, a mediados de noviembre, altos funcionarios yemeníes dejaron claro que ya no tolerarían ningún transporte marítimo vinculado al régimen israelí frente a sus costas. Anunciaron que el Ejército yemení, atacaría todos los barcos propiedad de empresas israelíes u operados por ellas, o que lleven la bandera del régimen israelí. A su vez, también solicitaron, a todas las naciones que retiren a sus ciudadanos que trabajan como tripulantes en dichos buques, enviando una señal clara de lo que estaba por venir. 
  • Occidente, a su vez, subestimó el poder militar yemení, retratándolos como guerreros tribales con armas rudimentarias. 
  • Lo que continuó fue que, Yemen inició operaciones militares contra la flota mercante afiliada a Israel, apoderándose primero del carguero Galaxy Leader de 189 metros de eslora mediante el uso de helicópteros y lanchas rápidas.
  • Luego, durante diciembre y enero, veinte barcos más fueron atacados con drones, misiles antibuque y balísticos, mostrando a la audiencia mundial un impresionante arsenal de diversas armas fabricadas localmente. Algunas de estas armas incluían misiles navales, misiles de crucero de largo alcance y municiones sospechosas. 
  • Más adelante, a pesar del establecimiento de patrullas navales en los mares Rojo y Arábigo, de EEUU y el Reino Unido, Yemen no se inmutó y los ataques contra barcos afiliados a Israel continuaron con mayor ritmo y convicción. No detuvieron los ataques, sino que intensificaron las operaciones y las amplió, a las flotas mercantes de los países implicados en la agresión, provocando así una caída aún más significativa del tráfico mundial a través de Bab El-Mandeb.
  • Yemen llevó a cabo el mayor ataque con decenas de drones, utilizó nuevos drones submarinos y misiles balísticos antibuque contra una treintena de barcos, dañó a una docena más y hundió dos cargueros británicos. 
  • En fin, para EEUU, las acciones de los hutíes, han sido una derrota táctica por un país que, durante mucho tiempo, ha sido considerado un actor menor en el escenario internacional. 
  • Finalmente, para Israel y sus aliados, deben advertir el peligro sobre lo que sucedería en el mar Mediterráneo, en caso de una extensión del conflicto al movimiento de la Resistencia libanés Hezbolá, así como para el propio dúo angloestadounidense, en el caso de aventuras belicistas en el Golfo Pérsico. 

¿Qué representan los hutíes en el escenario geoestratégico del Medio Oriente?

El periodista especializado en política internacional y corresponsal de guerra, Eduardo Vasco, en su artículo: Los hutíes abren la caja de Pandora y ponen en jaque el imperialismo y el sionismo, señala al respecto que, «los hutíes lograron hacer lo que Israel y Estados Unidos han tratado de evitar a toda costa, hasta ahora: convertir el genocidio en Gaza en una crisis global» y, además, golpear «la economía, al bloquear el tránsito por el Mar Rojo de cualquier buque o embarcación israelí con destino a Israel».

Es decir, «la acción hutí no es espectacular solo porque golpea la columna vertebral de la maquinaria genocida de Israel, sino, sobre todo, porque está paralizando la economía mundial, es decir, el funcionamiento mismo del régimen capitalista, que está en la raíz del problema de la guerra de agresión en el Medio Oriente». Reiterando que, «el bloqueo naval impuesto por los hutíes tiene el potencial de intensificar la guerra y expandirla al resto de la región y también dañar radicalmente el comercio mundial». 

Por ejemplo, señala Vasco: «⅓ del suministro marítimo de petróleo pasa por el Mar Arábigo (entre la India y la Península Arábiga) y el bloqueo del Mar Rojo, aunque los hutíes han garantizado que solo se aplica a los barcos relacionados con Israel, en realidad hace temer a todas las empresas, provocando un aumento del precio del petróleo debido al desvío de la ruta – British Petroleum ya ha anunciado que ya no pasa por allí. Más del 60 % de las líneas navieras internacionales ya han suspendido el transporte a Israel a través del Mar Rojo y las empresas que han decidido cambiar de rumbo (como Maersk, MSC, CMA, CGM y Hapag-Lloyd) representan más de la mitad del transporte mundial de contenedores». 

Finalmente, indica, Mohammed Abdul-Salam, portavoz del movimiento Ansar Allah (nombre oficial de la organización hutí), indicó el carácter de la operación: «la causa palestina no está abierta a la negociación y no podemos aceptar lo que le está sucediendo al pueblo de Gaza». Se trata de una acción enteramente solidaria e internacionalista, motivada por los más nobles sentimientos de hermandad con los palestinos. Los hutíes, en este momento, son la máxima expresión de los sentimientos de todos los musulmanes del mundo, (y de millones de no musulmanes humanistas, progresistas, democráticos y socialistas). Por lo tanto, cuentan con un apoyo moral inquebrantable e inalcanzable.  

Imagen tomada de: https://www.france24.com/es/20190921-yemen-huties-cese-fuego-ataques-arabia-saudita

Al poder financiero internacional “occidental”, USA/G7/OTAN, no le queda más que aceptar un nuevo orden mundial

Edgar Chacón Morales

Todo un acontecimiento

En días recién pasados, el presidente Joe Biden afirmo que “Nos encontramos en un punto de inflexión en la economía mundial, pero no sólo en la economía mundial. Esto ocurre cada 3 0 4 generaciones. Como uno de mis mejores militares dijo en una reunión de seguridad el otro día, 60 millones de personas murieron entre 1900 y 1946 y hemos establecido un orden mundial liberal, que no había pasado nunca antes y mucha gente murió… algo sobre un caos… y ahora es cuando las cosas están cambiando, va a haber un nuevo orden mundial… y tenemos que liderarlo y unir al resto del mundo libre”. (Negocios TV)

El presidente Biden, reconoce el cambio, habla de un nuevo orden mundial y de un caos. Se desordena el orden de cosas; hay países que han decidido no estar más bajo esa hegemonía y para el occidente degenerado, eso es un caos.

Habla de liderar y unir al “mundo libre”, cuando la realidad parece indicar que el único mundo libre posible, es el mundo libre de Estados Unidos y sus incondicionales.

Se queda corto el presidente Biden, cuando menciona la cifra de 60 millones de muertos entre 1900 y 1946: Qué pasa con las grandes cantidades de personas fallecidas por hambre, por enfermedad, niños por desnutrición; personas por envenenamiento en monocultivos, en minería; personas muertas por hambrunas, migraciones, para sólo mencionar algunas causas de las que provoca el avorazamiento del mundo, por el llamado “mundo libre” y sus prácticas económicas, militares y los hábitos “culturales” de consumo generados.

Por su parte, en un discurso pronunciado el 14 de setiembre, en la Facultad John Hopkins de Estudios Internacionales avanzados, “El Secretario de Estado, Antony Blinken, dijo que el orden mundial posterior a la guerra fría ha desaparecido y estamos en un punto de inflexión donde las decisiones moldearán el futuro en las próximas décadas”. (VOA)

Dijo también que Estados Unidos lidera este momento crucial de la humanidad “desde una posición de fuerza”, con base en la humildad y la confianza. (VOA).

La Organización de Naciones Unidas, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, la Corte Penal Internacional, cada vez, son más “cascarones” que funcionan menos, pierden credibilidad y se desprestigian; el papel de la OTAN cada vez queda más al descubierto: no es una organización defensiva sino de carácter ofensivo, agresivo y expansivo; y los organismos europeos, son de un despreciable servilismo.

Cuando dice “lidera”, da la impresión de ser el pastor que se quedó sin rebaño y no se ha dado cuenta. O aquel “capitán general”, que no se quiere bajar del caballo cuando va a la excolonia, territorio que ya no le pertenece, si no de nuevo pertenece a sus originarios y legítimos dueños.

Como he dicho en otras ocasiones, hay conciencia de que, a Estados Unidos, aún le quedan dos recursos fuertes: el poder del dólar y el poder militar.

En cuanto al primero, el poderío del dólar no descenderá con rapidez a niveles en los que cause menos conflictos, pero su decadencia es franca: los países BRICS ya hacen transacciones dejándolo fuera; en cuanto al poderío militar, siempre debe estarse atentos ante irresponsabilidades que puedan cometerse.

Con relación a eso, la Federación Rusa acusa directamente a Estados Unidos y al Reino Unido de coordinar el ataque a su flota del Mar Negro y el ataque al Nord Stream, luego del análisis de informes de Noruega y otros países del norte de Europa, sobre la situación sismológica de lo que sucedió después del atentado. (Negocios TV) Son llamados a juicio, pero parece no importarles. Al mismo tiempo, las transnacionales de Estados Unidos ya han comprado 17 millones de hectáreas en ucrania (Liu Sivaya).

Las elecciones en Estados Unidos son el próximo año, con un cierre de gobierno planteado por la FED (Reserva Federal); con dos candidatos judicializados: Donald Trump sale de la cárcel, después de pagar 200,000 dólares de fianza. Biden con posible Impeachment; además su hijo judicializado también. Tuvieron que simular un suceso de ovnis el día que fue llamado a dar declaraciones, para desviar la atención.

¿Ese es el país que dice liderar el “mundo libre” y democrático? ¿de cuál mundo libre estamos hablando?

Cuando digo que es un acontecimiento, me refiero a que lo están reconociendo, pese a su prepotencia; a que no se dedicarán simplemente a bombardear e invadir el mundo con sus guerras, como en ocasiones anteriores; el mundo se está deformando y reformando por regiones y continentes, la mejor prueba es África; son conscientes de lo formidable de la alternativa, lo cual les obliga calcular más sus maniobras marrulleras.

Hace poco tiempo, tenían dominada en mayoría la opinión internacional, las fisuras no eran como las actuales y su manejo era que todo estaba en el marco del orden internacional “basado en (sus) reglas” y la mentira funcional, era que todo era una amenaza a la democracia. Ronald Reagan en su tiempo, se refería a la Unión Soviética, como el “imperio del mal”.

Ahora, el manejo de la opinión internacional es diferente y su credibilidad está muy dañada.

Un ejemplo de esto es acusar a la Federación Rusa de causar hambre en países pobres, por lo que sucede con el Acuerdo del Grano y por el paso de éste por el Mar Negro, en el escenario del conflicto en Ucrania, maniobra de la OTAN, cuando lo que se ha denunciado es que alrededor del 97.5 del grano ucraniano se queda en Europa y sólo un 2.5 llega a países pobres y más bien, la Federación Rusa les ha ofrecido la donación de granos. (dominio público)

La intención de la cúpula anglosajona y el poder financiero internacional “occidental”, es armar sus filas con las elites europeas caducas y antipopulares, con el chantaje sobre aquellos países que todavía pretende atar con la deuda externa (como el caso de Argentina, con los 50,000 millones de dólares prestados durante el gobierno de Macri), el “lawfare” y la amenaza militar; y con sus “negocios” y ascendencia con y sobre elites corruptas que gobiernan algunos países.

Por otro lado, las sanciones y los topes de precios tampoco están funcionando: las primeras, como se ha dicho, han tenido un efecto bumerang para Europa; y sobre los segundos, quién le pone tope de precios a quién y quién va a acatarlos; parecen poco reales.

La alternativa

La alternativa consolidada a USA/G7/OTAN, para liderar el nuevo orden mundial, son los países BRICS, ahora BRICS plus: como ya es conocido, en el encuentro del 22-24 de agosto en Sudáfrica, fueron aceptados para integrar esta opción, Argentina, Egipto, Irán, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita y Etiopía y otra cantidad considerable de países, “hacen fila”, esperando su ingreso.

Los BRICS tienen las mayores reservas de divisas del mundo, más del 40%; tienen recursos, petróleo, gas, minerales, también tienen muchos alimentos y su idea es complementarse. Ese es el poder de bloque, lo que implica que hay una decisión política implícita. Si vemos, el G7 no se puede comparar con esto. (César Villalona)

Mientras la base de la práctica de USA/G7/OTAN es el saqueo, el despojo, el fraude, la trampa y la amenaza; Los BRICS plantean una relación más basada en la transparencia, la colaboración, la integración, la convergencia estratégica.

“Se puede engañar a parte del pueblo todo el tiempo; o, se puede engañar a todo el pueblo parte del tiempo; pero no se puede engañar a todo el pueblo todo el tiempo”.

Elementos para el análisis de la situación actual en Costa Rica, abril-mayo de 2022

Msc. Carlos Delgado Rodríguez. Profesor e investigador

El contexto internacional

Luego de la caída del bloque socialista se constituyó un único sistema económico y político mundial. Todo desarrollo se dio en el marco de las relaciones capitalistas de producción.

Pero no solamente cayó el bloque socialista, sino que también otras formas geopolíticas relevantes, como el de los países no alineados, se fueron desdibujando, hasta desaparecer como entidad política internacional. El interior de los países de Europa, en donde había un fuerte movimiento socialista y una tradición de lucha de la clase obrera, estos movimientos fueron paulatinamente desarticulados y su lugar en la política europea quedó prácticamente reducido a la insignificancia.

La socialdemocracia reformista que formó parte del estado de bienestar europeo, se convirtió en una fuerza fundamental a la hora de reconfigurar las formas de acumulación en Europa y el mundo: la socialdemocracia fue un vehículo privilegiado del pensamiento neoliberal, o dicho de otra forma, partidaria del capitalismo puro y duro.

El movimiento obrero y popular en estos últimos 30 o 35 años, ha sido derrotado y subordinado casi en todas partes. La correlación de fuerzas entre el capital y el trabajo a escala mundial se transformó favorablemente para el capital, lo cual permitió construir un capitalismo hegemonizado por las grandes corporaciones multinacionales sin fronteras, y ampliar la tasa de explotación para compensar los problemas con la caída tendencial de la tasa de ganancia.

Como en otras formaciones económicas de la historia, el desarrollo siguió siendo desigual al interior de los países capitalistas, y entre estos países.

África y América Latina continuaron siendo continentes subordinados a las lógicas de acumulación de los países Centrales: Estados Unidos, Europa y Japón. América Latina ha mostrado de forma cíclica el surgimiento de gobiernos “progresistas” que intentaban al menos romper con el desarrollo subordinado a los centros hegemónicos y proponían formas de gobierno más soberanas e independientes. Estos gobiernos  progresistas tienen matices diferentes, que exigen un análisis de cada contexto nacional, para esclarecer cuáles son estas diferencias y los rumbos que cada uno de estos procesos podrá tener en el futuro.

Estados Unidos fue la potencia hegemónica indiscutible, al menos durante un par de décadas.

Pero con el desarrollo de las contradicciones del capitalismo global, y la dinámica de los distintos países, fueron surgiendo nuevas potencias: China y Rusia, que conforme se fueron consolidando económica y militarmente, empezaron a reclamar un lugar propio en el escenario del capitalismo mundial, fuera de la dominación de Estados Unidos.

La globalización ha mostrado un desarrollo industrial, tecnológico y económico mucho más dinámico en Asia que en el resto del mundo. China y otros países de Asia hicieron posible un mayor rendimiento de los beneficios para el capital, entre otras cosas porque la tasa de explotación era más alta ahí que en el occidente desarrollado: Estados Unidos y Europa. Por ello, hacia China y otros países asiáticos fluyeron grande inversiones de las transnacionales, que favorecieron, en primer lugar, los intereses del capital corporativo y financiero global, pero también posicionaron a ese continente como un escenario industrial, financiero y tecnológico más dinámico que Estados Unidos y Europa.

El Occidente global se fue inclinando hacia formas de acumulación dominadas por la especulación y el dominio del capital financiero. Estados Unidos perdió paulatinamente su aparato productivo e industrial que se mudó a Asia. Asia, y China en particular, se convirtieron en la fábrica del mundo. Pero China fue más lejos. Poco a poco fue imponiéndose como prioridad el desarrollo de las tecnologías de punta, y las actividades más complejas del desarrollo industrial, que siempre estuvieron monopolizadas por occidente. Esto fue posible puesto que China tiene un aparato político –Partido Comunista, le llaman ellos- que organiza, orienta, y piensa la realidad china, y es capaz de convertir estos productos intelectuales en actividades y logros concretos, con una rapidez y solidez que no tiene rivalidad en occidente ni en ninguna otra parte. China no es una simple economía de mercado.

Si se le puede llamar de alguna manera, China tiene un modelo mixto centralmente dirigido: todavía conserva una poderosa influencia estatal en la economía, a la par de una economía de mercado, y sus respectivas relaciones sociales de producción capitalistas. Tampoco obtuvo su éxito por acoger al capitalismo como indican algunas personas; si el éxito de China se hubiera derivado de abrazar el capitalismo, pues entonces todos los países capitalistas, o sea todo el mundo, estaría igual que China; pero no es así.

En cambio, regiones completas en Estados Unidos perdieron con la globalización, como son aquellos estados en donde se había instalado la anteriormente pujante industria del automóvil, que luego se trasladó fuera a producir, y dejó regiones enteras sumidas en la pobreza. Acá hubo un proceso inverso: el desarrollo pujante se convirtió en subdesarrollo, esto en el principal país capitalista del planeta. Y todo esto gracias a la llamada globalización que permitió que el gran capital pudiera producir, vender y hacer negocios en todas partes, sin ninguna responsabilidad geográfica. En donde está la ganancia están las inversiones. La economía de Estados Unidos pasó a ser una economía no competitiva, de tipo parasitaria amparada en el poder militar y en el dólar.

Con la crisis del 2007-2008 se dio una gran recesión a nivel mundial, y cayó la dinámica económica en Estados Unidos y Europa. Pero esto no sucedió en China y Asia. Luego hubo una recuperación de las tasas de crecimiento, pero en medio de una gran incertidumbre, y retrocesos frecuentes. El caso más grave es Europa.

Pero, ahora mismo, y como un producto de la combinación de la crisis del coronavirus, y las sanciones y exclusión de Rusia por parte de occidente, se cierne sobre Estados y Europa una gran inflación y posiblemente una recesión. Según algunos analistas el panorama que se vislumbra en términos económicos es uno de los más duros de los últimos 50 años. En este sentido hay que destacar que para algunos analistas la crisis del 2007-2008, implicó el surgimiento de una depresión que en realidad hasta la fecha no se había superado. Entonces, ahora, las potencias centrales del occidente global suman a esa situación los efectos del covid-19 más las implicaciones de las sanciones contra Rusia. Parece que se ha gestado una gran tormenta que pasa por la inflación, la contracción económica y un proceso cada vez más acelerado de des globalización. El sistema capitalista mundial con el conflicto de Ucrania y las sanciones de occidente se ha fracturado profundamente. Los alcances de esto aún están por dilucidarse.

La política internacional de Estados Unidos se convirtió en una actividad orientada a desestabilizar todo lo que toca, o todo aquello que ese país supusiera un peligro  para su dominio imperial. El imperio continuó empantanado en Afganistán sin lograr ningún triunfo militar o geopolítico. En Medio Oriente se enfrascó en un conflicto cada vez más intenso con Irán, sin poder subordinar a este estado. Promovió la invasión de Libia por la OTAN a costa de destruir la economía de ese país, y sin poder ofrecer nada a cambio. De Afganistán finalmente salió derrotado.

En Siria ha intentado cambiar el régimen, pero la intervención de Rusia lo hizo imposible. La presencia de Estados Unidos en Siria solo consigue crear caos y confrontación, sin poder exhibir triunfos militares, políticos y económicos contundentes. Para Medio Oriente Estados Unidos no propone nada, más que desestabilización y un apoyo incondicional al proyecto del sionismo internacional representado  por Israel.

La guerra en la que embarcó a Arabia Saudita contra Yemen no parece tener fin, y  peor aún, pues Arabia Saudita no se pudo imponer militarmente a los grupos que defienden Yemen. En este momento ha tenido que aceptar una tregua frente a la ofensiva de las tropas yemeníes. Incluso, Arabia Saudita e Irán están en negociaciones para ver si es posible restablecer los vínculos diplomáticos que se perdieron años atrás.

Hezbolláb se ha fortalecido en el Líbano, así como el ejército de Siria, luego de la larga guerra de este país contra los grupos financiados y apoyados por Estados Unidos y la OTAN. También la capacidad de la resistencia palestina ha mejorado notablemente, sobre todo porque ahora pueden producir sus propios misiles cada vez más potentes. En una próxima gran guerra entre Israel y sus enemigos políticos el precio que pagarán los sionistas posiblemente sea muy alto.

Estados Unidos, luego de la partida de Trump, decidió salir de Afganistán. Seguramente no había otra alternativa, pero la forma en que lo hicieron hizo recordar otras derrotas como la de Vietnam. Parece que después de tanto tiempo sosteniendo una invasión que no iba para ninguna parte, no era posible salir con alguna elegancia del teatro de operaciones.

Con Irán Estados Unidos simplemente no ha podido, a pesar de todos los bloqueos y las sanciones. Hoy Irán, China y Rusia han constituido un vínculo estratégico que le ha permitido a Irán ir resolviendo su difícil situación económica producto de las sanciones de Estados Unidos.

China, por su parte, se ha convertido de hecho en la primera economía del mundo, puesto que Estados Unidos tiene una economía de tipo especulativo y financiero cuyo aparato productivo se ha debilitado sostenidamente, y hoy no tiene la pujanza de otros tiempos; por ejemplo, en los años 50 Estados Unidos producía el 50% de los bienes industriales del mundo.

China también tiene una visión y una propuesta que ya está en marcha para la economía mundial. Se trata de la Ruta de La Seda. Esto es algo que está en camino y conecta a Asia, Europa, África y América Latina a través de un sistema de puertos, aeropuertos, carreteras y sistemas ferroviarios. Infraestructuras y proyectos que China financia. Todo esto mientras Estados Unidos y los mismos Europeos no tienen nada en la mano que proponerle a sus respectivas periferias económicas y política. Estados Unidos solo trata de bloquear lo que China propone, más no puede hacer.

China, además, ha tenido avances destacados –para decir lo menos- en su carrera espacial y en el desarrollo de la tecnología militar. A esto hay que sumar el 5 g, la inteligencia artificial, los desarrollos en nuevas propuestas para la producción de energía nuclear, entre otras cosas.

La situación en el occidente desarrollado, en términos económicos, no ha sido muy feliz. Y la pandemia del COVID19 vino a profundizar problemas que ya estaban presentes, y a crea otros nuevos. Pérdida de la dinámica económica, problemas con las cadenas de valor globales, escasez de productos básicos, desempleo, crisis hospitalarias. Europa y Estados Unidos mostraron en estos momentos todas sus debilidades. En Estados Unidos hubo hasta escasez de ventiladores para las personas enfermas, algo que en otro momento la industria de ese país hubiera fabricado con prontitud y calidad; ahora hubo que importarlo de China. Como se dijo anteriormente este escenario no deja de agudizarse y tiende a manifestarse como un proceso de inflación y recesión de grandes dimensiones para Estados Unidos y Europa.

El nuevo escenario con la guerra de Ucrania

Rusia, luego de las tentativas de negociación y de usar los canales diplomáticos para intentar darle una salida a la guerra interna de Ucrania y las matanzas en el Dombas, por parte del ejército Ucraniano, se decidió por entrar a Ucrania y destruir el ejército de ese país y los contingentes militares de los Neonazis amparados por la OTAN y Estados Unidos. Este nuevo conflicto tomó a Estados Unidos y sus títeres europeos desprevenidos, o al menos, sin haber calculado adecuadamente sus posibilidades de respuesta. Como no podían responder militarmente, pues el ejército Ruso tiene la ventaja estratégica sobre Estados Unidos y la OTAN, entonces idearon sobre la marcha una lluvia de sanciones económicas, que no fueron bien organizadas ni dirigidas, y el resultado hasta ahora ha sido que la economía Rusa no se derrumbó, y la economía europea está camino a la recesión en vista de la dependencia que tiene de productos esenciales hechos en Rusia, como el gas, el petróleo y los alimentos. A esto hay que agregar que había un flujo financiero de Rusia a Europa que alimentaba las actividades especulativas de muchos de esos países, y ya ahora no existe.

Europa y Estados Unidos no han podido responder militarmente en serio frente a Rusia –al menos por ahora-, cosa que perfectamente entienden todos los ejércitos del mundo que están siguiendo este drama. Estados Unidos ha perdido no solo su hegemonía económica, sino también militar. Biden puede insultar a Rusia, pero no puede cambia el curso de la guerra, ni aislar a China y Rusia, ni impedir el surgimiento de un nuevo orden internacional.

El capitalismo global hoy se reorganiza a partir del desarrollo de las contradicciones entre el bloque hegemonista de Estados Unidos, Europa y Japón, y el bloque contra hegemónico liderado por China, Rusia, Irán, al que se pueden sumar India, Turquía, y otros países de la  periferia. Entre otras cosas van a surgir nuevas entidades financieras, rutas económicas, potencias regionales, formas de intercambio y el dólar va a ser sustituido paulatinamente por distintas monedas, o monedas regionales basadas en acuerdos entre países. Esto último sería un golpe mortal para la economía de Estados Unidos fundamentada en productos financieros y en grandes transferencias de valor auspiciadas por su moneda, que es la moneda internacional y por la que el mundo debe pagar a Estados Unidos. El dólar es una moneda fiduciaria sin ningún respaldo. El dólar es la última gran imposición de la hegemonía declinante de Estados Unidos. Su dominio mundial está en retroceso, y con esto se avizora el derrumbamiento del Imperio estadounidense en todas sus líneas.

En medio de todo esto se va construyendo un capitalismo fragmentado, entre Asia  como centro principal de la economía mundial, y Estados Unidos y sus títeres europeos. Tal cosa no será ni rápida ni fácil, puesto que hay una multitud de conexiones recíprocas que existen hasta la fecha y no pueden ser sustituidas por unos y otros. Pero la dinámica económica y el crecimiento parece que seguirán siendo sólidos en el capitalismo Asiático, mientras declinan en el mundo occidental. El lugar que ocupen las periferias en este proceso dependerá de la coyuntura. Sin embargo, África y buena parte de Asia están dispuestas a participar en la Ruta de la Seda. Igual vale para países como Brasil, Argentina, Venezuela, Chile, en América Latina. El imperio debilitado en términos económicos y militares no le va a ser tan fácil meter en su redil a aquellos países que se revelen, o que simplemente consideren que tienen más beneficio de las relaciones con China y sus socios comerciales.

Hay una crisis profunda de la globalización capitalistas que hasta el Fondo Monetario considera que terminará por fragmentar o regionalizar el mundo. Estados Unidos y Europa, por una parte, enfrentados a China y su socio Rusia; a estos se le une Irán, y eventualmente India y Turquía. Pero no serán alineaciones mecánicas o simples, pues muchos jugadores tendrán movimientos e intereses que defenderán a partir de mantener grados significativos de autonomía. Por otra parte, el desacople entre China, Estados Unidos, y China y Europa no es sencillo, hay profundos vínculos y encadenamientos productivos y de negocios. Las grandes corporaciones occidentales están en China y no querrán salir del mercado más grande del mundo. Así que todo esto no es blanco y negro.

Es también necesario destacar que Rusia y China no son países homogéneos, sino que en ellos hay sectores que tienen preferencias o intereses contrapuestos. En Rusia, por ejemplo, la directora del Banco Central es considerada por un prominente economista ruso como una persona alineada con las políticas del Fondo Monetario y los intereses de occidente. No obstante, Putin la ratificó como presidenta del banco central ¿Cómo habría que leer eso? Igual en China, hay sectores que han mirado a occidente, y que han hecho grandes negocios en Europa y Estados Unidos, esos sectores no van a renunciar fácilmente a esa relación beneficiosa. Lo mismo ocurre si se mira hacia Estados Unidos. Las grandes corporaciones han hecho extraordinarios negocios en China y han estado felices con esto ¿Se van a ir dejando atrás el entorno de negocios más dinámico del mundo? No hay una respuesta aún para eso. Lo que si es cierto es que la ofensiva económica, cultural y política contra Rusia; y el costo que para el resto del planeta tiene la institucionalidad (dólar incluido) impuesta por Estados Unidos, más su hegemonismo asfixiante hace imposible que Rusia, China, Irán, la India, Turquía, y muchos otros países del medio oriente, África y América Latina lo puedan ignorar. Hay una gran confrontación en marcha, entre el viejo hegemón imperial –Estados Unidos- y China y Rusia, como fuerzas contra hegemónicas, y esto va a afectar a todo el planeta.

Ya el escenario mundial muestra una gran crisis internacional que se puede asociar a:

  • Una gran inflación en Estados Unidos y Europa;
  • Crisis alimentaria y subida del costo de los alimentos, lo cual va a golpear fuertemente a las mayorías sociales en todas partes.
  • Aumento de las materias primas, cosa que podría beneficiar, o ya está beneficiando a algunos países de América Latina, aquellos que tiene petróleo, y minerales entre otras cosas.
  • El aumento del precio de los hidrocarburos va a afectar profundamente a la economía mundial. En nada va a ayudar a Europa y Estados Unidos a mejorar la economía. Europa se va a volver menos competitiva frente a China, que va a comprar petróleo ruso a un mejor precio. En general el aumento del petróleo será un factor inflacionario de alto poder.
  • Contracción del mercado mundial. Luego de la crisis del 2007-2008 el crecimiento que había experimentado el comercio internacional se hizo más lenta, incluso pasó a crecer menos que el PIB mundial. Este será un factor, que según algunos analistas también sería un curso negativo, o sea, menos crecimiento a la luz de este conjunto de factores críticos que afectan el desempeño de la economía mundo capitalista.
  • Nueva crisis de las cadenas globales de abastecimiento por la guerra y los problemas con el Covid19 en China. Otra vez, igual que cuando el covid19 las cadenas de abastecimiento global se encuentran en problemas, pues China ha tenido que meter en cuarentena algunos de los lugares más relevantes de sus estructuras industriales, pues ha habido rebrotes de la enfermedad. La globalización, otra vez, en un intervalo muy corto, muestra inconvenientes que en medio de la euforia que prevaleció años atrás por parte de los globalistas, nunca se pensaron como posibilidad. Ahora simplemente es un hecho, la globalización se desordena y fragmenta a una velocidad cada vez mayor.

Todo lo anterior hace pensar a algunos analistas en la necesidad de procesos económicos más auto centrados. De hecho, China, ha manifestado que pretende ser autosuficiente para protegerse de la eventualidad de problemas de abastecimiento o sanciones al estilo de las que impone Estados Unidos. Rusia simplemente tendrá que hacerlo como lo hizo Irán ¿Hacia dónde va la globalización?

También hay quienes consideran que luego de un marcado debilitamiento de los estados nacionales, otra vez, al calor del debilitamiento de la globalización, surge la necesidad de reconstruir las soberanías nacionales y procesos más auto centrados en los distintos países.

La sociedad costarricense

En estos últimos 35 años  la sociedad costarricense ha pasado, paulatinamente, de ser un “estado-social” orientado por el capital industrial y agrario nacional, con una tradición reformista constituida en las décadas que van de de 1940 a 1960, con capacidad hegemónica, a uno dominado fundamentalmente por el capital financiero y especulativo, así como por el capital transnacional, exportador e importador; ha habido grandes cambios institucionales, económicos y políticos.

En términos institucionales los objetivos y las acciones de las instituciones se fueron modificando gradualmente. Los proyectos de construcción de vivienda social prácticamente desaparecieron. El Ministerio de Agricultura y el Instituto de Desarrollo Agrario (IDA) dejaron de dar asistencia técnica a los pequeños y medianos agricultores. El IDA, que no hizo mucho en cuanto al tema de la reforma agraria –en realidad nunca la hubo-, pero que distribuyó algunas tierras, dejó de hacerlo.

La Caja Costarricense del Seguro Social, que ha sido una institución fundamental para la estabilidad político-social costarricense, está cada vez más debilitada. Un aspecto central para entender esto es que a la fecha de hoy 2022, un 50% de la fuerza de trabajo costarricense está en la informalidad, o sea que no cotiza para el régimen de la Caja. Las consecuencias de esto en el mediano plazo son devastadoras. No hay institucionalidad social posible en una sociedad en la cual la mitad de la población no participa de la economía formal. Y tal cosa ni siquiera fue tema en la campaña que recién pasó.

Costa Rica pasó de ser una economía con un cierto desarrollo del mercado interno, para convertirse en una economía extrovertida dirigida al mercado internacional. El desarrollo industrial sustitutivo de importaciones y vinculado al mercado común centroamericano de la década de 1960-1970, desapareció; y las empresas que quedaron pasaron a manos del capital transnacional. Ahora el desarrollo industrial se encuentra concentrado en las Zonas Francas, que son centros en los que el capital transnacional opera, y forman parte de una cadena de valor internacional que no tiene encadenamientos internos, pues son enclaves del capital extranjero que no producen ningún desarrollo. Por cierto, estas Zonas Francas se concentran fundamentalmente en el Valle Central.

Los sectores de la burguesía que fueron desplazados de las actividades productivas e industriales, pasaron a ser gerentes de las inversores extranjeros, socios de la banca privada, especuladores, inversores en bienes raíces, importadores, pero en todo caso, posiblemente la mayoría se salió de las actividades productivas. Tal vez, algunos se pudieron refugiar en actividades agrícolas, por cierto, altamente concentradas como la piña, el banano, el melón, el azúcar, que son fundamentalmente productos de exportación. En Costa Rica las actividades industriales vinculadas al mercado interno y a la burguesía nacional disminuyeron notablemente. En las zonas francas hay actividades tecnológicas, pero estas se realizan por parte de empresas transnacionales, cuyas tecnologías forman parte de sus patrimonios de conocimiento, que no se comparten ni trasladan hacia los lugares geográficos en los que operan estas empresas.

Desde hace 35 años o más, la consigna del estado en materia económica es que hay que atraer inversión extranjera para el desarrollo. Pero esta inversión no está acompañada de requisitos, ni de planes públicos que la orienten; así que el desarrollo nunca se produce, puesto que el capital extranjero invierte para obtener ganancias, no para producir algún desarrollo. No hay transferencia tecnológica o  encadenamientos significativos con el mercado interno y las empresas locales. La presencia de estas inversiones extranjeras en términos de potenciar las estructuras de la economía local, es inexistente.

Los partidos políticos se fueron haciendo cada vez más electorales, sobre todo Liberación Nacional, que fue uno de los protagonistas de la reforma social de las décadas que van de 1940 a 1960; para luego convertirse en el partido que hizo las grandes transformaciones que desestructuraron la reforma social, y en su lugar constituyeron un estado al servicio de los procesos de globalización y acumulación orientados por el capital transnacional.

Liberación fue el partido de la burguesía costarricense que construyó el estado con base industrial dependiente y diversificación del agro, junto con políticas de distribución social, y una institucionalidad que atendió necesidades económicas y  sociales de las mayorías. Fue un  partido estructurado que realizaba congresos, que debatía ideológicamente, que formaba cuadros y que tenía a su interior fracciones que iban desde los liberales reformistas, hasta los neoliberales, pasando por sectores que pugnaban por transformaciones más radicales a favor de las mayorías sociales (véase el Manifiesto de Patio de Agua). Eso ya no existe, el partido fue demolido paulatinamente, y hoy lo que queda es una estructura electoral vacía en la cual no hay debate, ni propuestas consistentes, que sean construidas a partir de las necesidades del desarrollo del capitalismo en Costa Rica.

Hoy la burguesía costarricense no tiene partidos políticos orgánicos que piensen su realidad histórica política, ni grandes institutos, ni tanques de pensamiento, ni nada significativo que oriente de forma discernida y crítica el rumbo del capitalismo en el país. Simplemente en una sociedad mercado céntrica hay que dejar que el mercado decida, ya no es necesario reflexionar nada, el mercado proveerá. Hoy los intelectuales orgánicos del capital, cito a un amigo, son  los publicistas; y tal vez, algunos periodistas o directores de medios, que no guardan ninguna distancia crítica frente a sus patrones. Son en lo fundamental sirvientes de tiempo completo, por eso, de ellos no se puede esperar nada. A esto hay que agregarle la enorme ignorancia que los acompaña por deformación, y que no ayuda en nada a la hora de abordar los grandes temas sociales, económicos y políticos de la sociedad costarricense.

El campo popular se quedó sin expresiones político organizadas de izquierda desde prácticamente la segunda mitad de la década de 1980. La izquierda desapareció. Algunos otros movimientos sociales y gremiales y otras formas de organización social, no han hecho más que debilitarse. En estos años hubo algunos eventos muy significativos en el campo de las luchas sociales como el Combo del ICE, o el referendo para definir si se firmaba un tratado comercial con Estados Unidos o no. En el primer caso –el Combo del ICE- hubo una gran victoria popular, pero que no fue seguida de un proceso de organización social y fortalecimiento orgánico del campo popular. En el segundo caso hubo una gran derrota que debilitó, dispersó, y amilanó el campo popular, hasta la fecha.

El frente gremial es débil y disperso; además economicista y coyuntural. No se perciben vientos de cambio en este frente, ni buenas nuevas. En el campo del agro desde hace años que el movimiento campesino se dispersó, se debilitó cuantitativamente y organizativamente, así que no ha protagonizado luchas o movimientos significativos.

Los movimientos estudiantiles de las universidades públicas y el sector público de secundaria, no han tenido ningún protagonismo relevante en más de una década, al menos. Los jóvenes no muestran mayor interés por la política como un espacio para la transformación social y la organización del campo popular. No se organizan, no se movilizan. Su campo de “acción” son las redes sociales, y ciertas formas de socialización no políticas. Entre los sectores populares los jóvenes se exponen al desempleo, las dificultades para estudiar, la propagación de las drogas y las estructuras mafiosas que la acompañan, la ausencia de políticas públicas para atender sus necesidades; y además, la conformación de escenarios mediáticos con contenidos fundamentalmente alienantes y diversionistas que los atrapan. Los contenidos de los mensajes televisados, en YouTube, en las redes sociales, presentan estilos de vida derrochadores y opulentos, ostentados por cantantes y otros personajes mediáticos, que se convierten en modelos a seguir.

En estos espacios mediáticos y redes sociales se construye un mundo francamente opuesto a las condiciones de vida de las mayorías, que no existe más que para pequeños grupos, o simplemente es una construcción fantástica; la propuesta es una sociedad envilecida sustentada en el “salvase quién pueda”, sin ningún reparo por la tragedia de grandes sectores de la población sumidos en la pobreza. Ya no se trata de un mundo mejor para todos, sino, solo, de un mundo de opulencia, derroche y evasión para mí, desde el cual mirar la pobreza y la miseria humana producida por el capitalismo, sin ningún tipo de reparo crítico. Todo eso con la conciencia tranquila.

El movimiento comunal parece sumido siempre en una dimensión muy acotada, resolviendo asuntos relacionados con el ornato, el estado de los caminos del vecindario, los problemas de inseguridad, la administración del salón comunal y cosas por el estilo, sin mayor significado. No hay un movimiento nacional, ni discusiones relacionadas con el bienestar de las personas de las comunidades, ni sobre las grandes carencias de las barriadas populares.

En los últimos años han sido los algunos pueblos indígenas, y particularmente algunos sectores politizados, los que han levantado las banderas de la autonomía de los territorios en los que habitan, y a su vez, han estado recuperando las tierras de los territorios indígenas en manos de personas no indignes. Ya esto les ha costado la vida a dos indígenas en los territorios. Los gobiernos del PAC han ignorado completamente estas luchas y se han negado a intervenir para garantizarles a estos pueblos su derecho al acceso a tierras que les pertenecen. Esta misma indiferencia de los gobiernos y los estados se ha mostrado en las Universidades, ambientalistas, grupos de feministas, que no han hecho mayor cosa. La sociedad costarricense ha sido indiferente frente al drama de los pueblos indígenas. Los grandes medios que con frecuencia denuncian los “abusos a los derechos humanos en Venezuela, Cuba” y otros países, no dicen nada al respecto.

Tal vez, entre las mujeres feministas jóvenes ha habido algunas manifestaciones fuertes para denunciar el patriarcado y las condiciones subordinadas de las mujeres en esta sociedad. Sin embargo, por ahora sus alcances han sido limitados, pero al menos es relevante que se hayan manifestado de forma independiente y crítica.

En sector público es donde existe más organización de la clase trabajadora, eso sí, con una orientación reivindicativa y economicista de corto plazo, que siempre, o casi siempre, ha ignorado la suerte de sus compañeros y compañeras de clase del sector privado, en donde la organización de los trabajadores es casi inexistente. Las condiciones de trabajo, salarios y garantías sociales entre uno y otro sector muestran fuertes diferencias a favor de los empleados públicos que tradicionalmente han tenido más libertad para organizarse. En cambio los trabajadores privados siempre han sido reprimidos, tienen salarios más bajos y condiciones en general de trabajo de mayor explotación que en el campo público. Esto de alguna manera crea una fractura entre estos sectores de trabajadores. Muchos trabajadores del campo  privado se han convencido de que las condiciones laborales en el campo público son un privilegio que hay que eliminar.

Nunca, o casi nunca, ha sido posible que entre estos sectores de trabajadores se creen colaboraciones para enfrentar las condiciones de explotación realizadas por el sector patronal. Esto es una extraordinaria limitación de la clase trabajadora costarricense, que además del economicismo, tiene una visión muy limitada de la lucha política y social basada en criterios puramente fragmentarios; así, cada sector defiende sus intereses, pero no se logra conformar una propuesta política reivindicativa que logre hacer confluir los distintos sectores en un frente común contra el capital. Se vive una especie de felicidad de la corporativización de la lucha social.

El campo popular tampoco tiene una expresión política propia que oriente sus luchas y que le haga frente al capitalismo puro y duro (como decía Samir Amín) que se ha instalado en los últimos años. El campo popular está completamente desarmado frente al capital.

En el terreno político partidario, el Frente Amplio ha sido una fuerza puramente electoral que tuvo alguna presencia destacada en la asamblea legislativa durante la administración Solís, sin embargo, su desempeño fue tan desteñido e irrelevante que luego de tener 9 diputados, pasó a 1. Luego, su presidenta fue ministra de la condición de la mujer, en el gobierno de Alvarado. Abaló con su presencia en el gobierno del Partido Acción Ciudadana todas las políticas que se impulsaron contra el campo popular; y sobre todo, la desatención a las demandas populares y la represión que el gobierno de Carlos Alvarado llevó a cabo contra algunas luchas del campo social.

Ahora el Frente tuvo 6 diputados. Ninguno de ellos representa un vínculo con algún sector social destacado o beligerante. Parece que el Frente acota su accionar político a la asamblea, escenario que está completamente dominado por agrupaciones que representan los intereses dominantes, sin ningún contrapeso significativo. El FA ¿continuará “atrincherado” en el parlamento, sin poder construir un vínculo con el campo popular, que es de por sí débil orgánicamente? ¿Cuál será la propuesta desde ahí? Si no se logra algún grado de articulación con el campo popular, su presencia en el parlamento será irrelevante en el contexto político costarricense.

Los únicos partidos de izquierda que aún perviven son los troskistas, pero su número, peso y extensión en el territorio y entre los distintos sectores del campo popular, no es significativo. Tienen presencia en el sindicato de Acueductos y Alcantarillados desde donde han denunciado irregularidades que se han cometido en la institución.

Los resultados de las elecciones de febrero de 2022

En las elecciones de febrero del 2022 se presentaron más de 20 partidos. Enumerarlos no tiene sentido, pues el peso y el protagonismo de la gran mayoría fue irrelevante. Igualmente vale para sus propuestas programáticas, que son improvisaciones con pretensiones puramente electorales. Además, nadie le da seguimiento a los programas de los partidos que ganan las elecciones, puesto que se asume que esto es fundamentalmente un requisito para participar. Por ello, los contenidos de la mayoría de los programas de los partidos son irrelevantes, salvo en algunos casos, en particular cuando estos contenidos se relacionan con las directrices de los organismos internacionales, o los intereses de las fracciones del capital que ganan las elecciones. En este último caso la aplicación del programa es selectivo, y tiene que ver con la capacidad que tienen las distintas clases y sectores de clase para imponer sus intereses. Si un sector poderoso requiere de una ley, una política o la transformación de algo en el sector público, eso será prioridad para el gobierno de turno, en tanto ese sector económico tenga el peso y poder suficiente para imponerlo. A nadie se le ocurriría ahora volver a proponer la nacionalización de la banca, puesto que el peso del capital bancario y financiero es simplemente dominante, y una cosa de ese tipo no la permitiría. Es un asunto de correlación de fuerzas.

Aspectos relevantes del resultado de la elección del 2022

Liberación y la Unidad Social Cristiana nuevamente no pudieron alcanzar el ejecutivo. Liberación sí tuvo una mayoría en la Asamblea Legislativa. La Unidad tuvo una representación suficiente para no desaparecer. El Partido Acción Ciudadana prácticamente desapareció del escenario electoral luego del gobierno de Carlos Alvarado; no obtuvieron un solo diputado.

Nuevamente un personaje desconocido gana las elecciones. Esto dice sobre todo de la desconfianza que el electorado tiene en los partidos tradicionales como Liberación y la Unidad, y el desprecio que sienten por sus figuras políticas tradicionales. Tal distanciamiento de los partidos que tradicionalmente ejercieron la dirección del estado a favor del bloque dominante y sus distintas fracciones, no necesariamente es el resultado de un proceso de politización de las mayorías sociales, y de la emergencia de algo propio del campo popular, que se oponga como proyecto político económico a la dominación actual. Por ahora es un asunto puramente reactivo.

El nuevo presidente es un hombre del Banco Mundial, o sea, un representante de ese capitalismo puro y duro. Entiéndase: menos estado, más inversión extranjera, una economía volcada hacia afuera, una política fiscal regresiva, se continuará con la desindustrialización, el agro seguirá siendo una actividad con poca atención pública, para decir lo menos. Y, por supuesto, las demandas reivindicativas que se puedan gestar en estos próximos años por parte del campo popular no serán escuchadas. Salvo, por supuesto, que estas tengan tras de sí una fuerza organizada y beligerante. Tal escenario es poco probable. Lo que sí es posible, es una atmósfera de conflictos sociales fragmentarios en el que distintos sectores sociales asfixiados por la inflación, el desempleo, la informalidad, la falta de servicios, los bajos salarios, se lancen a luchar de forma bastante espontánea y desordenada.

Un par de cosas que son indicadores de los contenidos y la orientación de la campaña pasada:

En Costa Rica el 50% de la población laboral está en condición de informalidad, este es un dato aplastante. Sin embargo, ninguno de los candidatos se refirió a este tema. Es algo asumido como una realidad de la que no se habla. Uno interpretaría que los sectores dominantes simplemente dan por un hecho que frente a esto no se puede hacer nada, así que ni siquiera se discute.

Lo otro de gran importancia, incluso a la luz del complejo escenario internacional que se está fraguando con la guerra y la lucha por la hegemonía mundial, es el campo de la agricultura. En Costa Rica no hay políticas para amparar la agricultura local y fortalecer la producción de alimentos  para el consumo popular. Esto debería ser un asunto de gran urgencia, frente al incremento de los precios de los productos agrícolas y la escasez de muchos de ellos en los mercados internacionales; a la par del incremento de los precios de los fertilizantes. El tema de los alimentos es un asunto de vida o muerte para los pueblos. Pero en la campaña pasada de esto ni siquiera se habló. La agenda política estuvo más centrada en los ataques personales y en asuntos de orden puntual, como la corrupción, que en temas que fueran de relevancia para las mayorías sociales. Si no se discute el modelo de acumulación (capitalismo puro y duro dominado por el capital financiero) y sus implicaciones sobre la vida de las mayorías, entonces los temas como la corrupción, u otros asuntos puntuales, resultan irrelevantes.

Otro tema ausente del “debate” electoral fue la situación internacional. Para los políticos costarricenses el mundo externo es como si no existiera, muy paradójico en un país que tiene una economía abierta y extrovertida que, por lo tanto, depende de los movimientos de la situación internacional.

En el marco electoral, la gran prensa costarricense, Canal 7, La Nación, Repretel apostaron al final por el candidato de Liberación Nacional. Presentaron al otro candidato, al que ganó las elecciones, como un corrupto, autoritario y depravado. No se trata solamente de si son ciertas o no las acusaciones, sino, simplemente, de que el otro candidato (el de Liberación Nacional que perdió) tenía expedientes parecidos, pero en este caso no se insistió en sus faltas. Lo que en uno era inaceptable, en el otro no consistía en un problema. El carácter de la gran prensa quedó al desnudo. La gran prensa quedó evidenciada como un aparato que busca una y otra vez modelar el pensamiento de la gente en correspondencia con los objetivos y necesidades de los grupos dominantes. Lo interesante es que a pesar de la campaña organizada desde arriba, el candidato de la gran prensa, el hombre de Liberación Nacional, no quedó. ¿Por qué la gran prensa consideró al candidato de Liberación Nacional, mejor que el otro? Tal vez, porque Liberación tiene más trayectoria política que el otro partido, que recién fue constituido y no tiene ninguna experiencia de nada. Pero esto es solo un intento de explicación, habría que investigar más al respecto.

Por otra parte, la gran prensa estaba inquieta por el aumento del abstencionismo que llegó al 40 % en la primera vuelta. Entonces, junto al Tribunal Supremo de Elecciones plantearon una campaña para reducir el abstencionismo. El abstencionismo no se redujo y la campaña desplegada por la prensa para reducirlo fue ignorada por los votantes. Otra vez la prensa no logró su objetivo. La gran prensa no pudo manipular a la gente en cuanto a escoger quién debería de gobernar el país, ni tampoco pudieron reducir el abstencionismo. Fue un doble desacierto. Luego hicieron como si no hubiera pasado nada. Era lo esperable.

Que se puede esperar para los próximos meses en Costa Rica

La posible recesión o crecimiento modesto de las economías de Estados Unidos y Europa van a impactar negativamente la sociedad costarricense.

El tema alimentario es crucial para cualquier país, y el precio de los alimentos parece que se puede disparar en los próximos meses. Costa Rica podría ser un país que aspire a tener cierta soberanía alimentaria, pero esto requiere de una política pública sólida y comprometida con tal cosa. Eso no existe. Como se indicó anteriormente, ese tema ni siquiera se discutió en la campaña pasada.

Si se mira al campo popular, el sector de agricultores está pobremente organizado y su voz no tiene peso político. Otros sectores sociales organizados podrían tener interés en que el país sea solvente en materia alimentaria, pero esto supondría tener una mirada más allá de la inmediatez reivindicativa y economicista, así que el campo popular en este caso tampoco tiene mucho que decir.

El escenario económico:

  • Desempleo que va más allá del 10%
  • Cerca del 50% de informalidad
  • Aumento en el costo de la vida e inflación
  • Estancamiento de los salarios
  • Posible contracción de las exportaciones y las importaciones
  • Habrá que esperar para ver cómo se comporta la inversión extranjera, en un escenario de crisis global.

Esto solo para mencionar algunos aspectos de gran relevancia que van a desmejorar más la vida de los sectores populares. Cada vez más, las condiciones que cimentaron la hegemonía política del capital sobre el trabajo en Costa Rica, se deterioran más; esto no se traduce, por cierto, en una crisis de hegemonía, pero sí en un escenario cada vez más inestable.

Se perfila un estilo de gobierno que pretende asimilarse la gestión púbica a la empresarial. En medio de la profunda crisis del capitalismo occidental y de la fragmentación o regionalización del capitalismo global; en el caso de Costa Rica, se apuesta por un estilo anclado en los dogmas neoliberales o mercado centristas, y en la asimilación de lo público y lo privado a partir de intentar replicar lo privado en lo público, puesto que se supone que lo privado es sinónimo de eficiencia y corrección, que hace falta aplicar en el campo de lo público para hacerlo eficiente.

Más allá del equipo que el nuevo presidente determine para que lo acompañe, este se va a encuadrar en un guion no solo conocido, sino que además, dentro de lo conocido, el guion que se propone es radical. Si las cosas no han funcionado o funcionan mal, lo que hay que hacer es subordinar cada vez más la lógica del estado y lo público a los criterios de eficiencia empresariales y el mercado. Y, a la par de esto, profundizar los vínculos y las consultas con los distintos sectores privados para poder interpretar más fielmente sus necesidades. Este será un gobierno aún más cercano al mundo empresarial que los anteriores; ya el estado no pretende ninguna autonomía frente al capital, para corregirlo y proteger a los sectores dominantes de sus propios excesos peligrosos para la estabilidad social y política. Ahora, más bien, se trata de interpretar adecuadamente los impulsos del mercado, y las exigencias de los empresarios.

El nuevo presidente fue el encargado de la oficina del Banco Mundial en Indonesia, la agenda del Banco en ese archipiélago fue impulsar los negocios, atraer inversiones, desregulación de diversas áreas, reducción de impuestos, facilitación de procedimientos administrativos; esto tuvo consecuencias sociales para los sectores indígenas de Indonesia, pues descuidó los derechos de los indígenas a la tierra, entre otras cosas. Evidentemente, ahora Chávez no es un funcionario del Banco Mundial, pero, es un economista entrenado en esas políticas económicas, y convencido de su necesidad. Lo esperable es una agenda económica y política inspirada en las políticas y acciones que él normalmente ha aplicado con el Banco Mundial, y que considera apropiadas. Otra vez, los beneficiados serán los sectores financieros, exportadores, importadores, y los inversionistas internacionales. A estos últimos, siempre se les considera depositarios de una esperanza mágica, en tanto en el relato dominante se afirma que el capital extranjero es realmente el que propiciará con sus inversiones el desarrollo. Luego de 40 años de este discurso, el desarrollo sigue sin concretarse.

Chávez inicia su gestión con un proceso público para contratar al personal que va a fungir al frente de los ministerios, es decir, a los ministros y ministras. Al no tener un partido o una estructura política con cuadros y trayectoria propia, entonces, al mejor estilo de cualquier empresa privada, la contratación de los funcionarios de más alto rango en los ministerios se hizo por medio de un concurso en el cual los postulantes pusieron su currículo a disposición del presidente, para que este escogiera, como lo haría un buen gerente de una gran empresa. Una de las ministras designadas indicaba que ella nunca había visto a Chávez, sino hasta el momento en que la entrevistó para el cargo en el que luego fue electa. Ciertamente, en este caso no hay equipo de gobierno, ni procesos previos, que garanticen que estos designados desconocidos puedan articular sus trabajos de una forma más o menos colaborativa y fluida. Luego, Chávez, indicó también, que estos ministros y ministras tendrán que definir su entorno de colaboradores y hacerse responsables por esto. El gobierno que se está yendo se caracterizó, entre otras cosas, por mostrar un gabinete inestable en lo que respecta a las cabezas de los ministerios. Este gobierno que entra parece que andará un camino similar, o más inestable.

El presidente electo, en varias oportunidades, se ha referido a un diagnóstico de lo económico, sin embargo, no está claro si ese diagnóstico ya existe, y sobre él se asentarán las directrices y políticas gubernamentales, o si se refiere a algo que hay que hacer. En todo caso, en ningún momento, hasta ahora, ha hecho público, desde su punto de vista, una caracterización económica del país.

También Chávez habla de establecer consensos con el parlamento. Ya se reunió con la fracción de Liberación Nacional –la más grande-, y también con el conjunto de los diputados electos.

Por otra parte, este gobierno, a pesar de haber ganado las elecciones, carece de apoyo social y  de respaldo político orgánico propio. Tiene, además, una insuficiente representación en la Asamblea. Esto lo pone en una situación difícil. Se tendrá que apoyar en las cámaras patronales que han tenido un peso determinante desde hace años, y prácticamente han cogobernado. Tendrá que negociar hábilmente con la Asamblea Legislativa y particularmente con Liberación Nacional.

El 30 de abril del 2022 se anunció un acuerdo multipartidario: “por una Costa Rica transparente, equitativa y próspera y sostenible”. En este acuerdo participan Liberación Nacional, La Unidad Socialcristiana, Nueva República y el Liberal Progresista. Firmado por un total de 41 diputados. Este acuerdo no tiene como sustentación ninguna lectura o diagnóstico de los problemas sociales, económicos o políticos de la sociedad costarricense, seguramente que no es necesario en una sociedad de pensamiento único, cuyos referentes fundamentales a la hora de establecer las políticas públicas y económicas son el consenso de Washington, el Fondo Monetario, el Banco Mundial y más recientemente la OCDE. La burguesía costarricense y su personal político no tienen cabeza propia para pensar su realidad. Se mencionan como temas relevantes  para este frente legislativo concertado asuntos como: la transparencia, la búsqueda de consensos, la búsqueda del incremento sostenido de la eficiencia del estado, la falta de empleo, lo que ellos llaman el apagón educativo, entre otras cosas.

No parece que entre este sector mayoritario de la Asamblea Legislativa y Chávez hayan diferencias irreconciliables en cuanto a las políticas económicas que se deban aplicar. Tampoco parece que haya discrepancias en cuanto el tema del estado y a la necesidad del “hacerlo más pequeño y eficiente”, que ha sido parte fundamental del discurso neoliberal dominante que todos estos sectores suscriben. Las diferencias pueden surgir, eso sí, cuanto toque impulsar políticas económicas que tengan un efecto selectivo sobre las distintas fracciones de clase, de tal modo que eventualmente puedan favorecer más a unos sectores que otros. O si eventualmente Chávez decidiera tomar decisiones que afecten a sectores económicos que tienen representación fuerte en estos partidos. Como podría ser el caso de los cogeneradores eléctricos privados que se benefician de las políticas del Instituto Costarricense de Electricidad. Estos sectores tienen un anclaje en Liberación Nacional, así que si eventualmente Chávez quisiera cumplir su promesa de campaña de tocar los intereses de este grupo, podría tener roces con la bancada liberacionista. Pero en general, las políticas de apertura económica, achicamiento del estado, motivación a la inversión extranjera, liberalización económica, y otros elementos más del credo neoliberal no están en duda.

El domingo 30 de mayo, fue electo Rodrigo Arias como presidente de la entrante Asamblea Legislativa, con el apoyo de 50 diputados, prácticamente todos los miembros del congreso, incluidos los diputados del partido gobernante. Rodrigo Arias no solamente es un partidario del capitalismo puro y duro, de ideología neoliberal, sino que también una figura principal de la política de los sectores oligárquicos de Costa Rica. Así que las políticas neoliberales de los últimos años no solamente continuarán, sino que se van a acentuar. Es muy posible que pronto se estén concretando acuerdos para terminar con asuntos de la reforma del estado que estaban pendientes. Igualmente, hay mejores condiciones para que se apruebe una la ley de empleo público fuertemente restrictiva con respecto a algunos logros obtenidos por ese sector en años pasados.

Rodrigo Arias no hubiera ganado una candidatura para representar a Liberación Nacional, menos aún, unas elecciones nacionales. Pero en el marco de las estructuras de la democracia representativa, no solo gana en las elecciones de la Asamblea, sino que lo hace casi de forma unánime. Las estructuras representativas de la democracia costarricense funcionan muy bien, pero para la oligarquía y su personal político, solamente.

También, algunos voceros de Chávez han declarado públicamente que el país está quebrado, o en una situación financiera crítica ¿qué se seguirá de esto? Se va a plantear, acaso, que para enfrentar esta situación hay que vender activos del estado ¿Cuáles irán a ser esos activos? ¿Se irá a proponer un plan de austeridad desde el gobierno, y se va a recortar la inversión pública y el presupuesto de los ministerios? Desde la perspectiva de este economista del Banco Mundial, eso sería plausible. Pero aún no se ha pronunciado al respecto. Sus pocos pronunciamientos públicos han sido completamente anodinos.

Desde el campo popular organizado, o lo que queda de él, no se vislumbra ningún proceso orientado a lograr acuerdos para enfrentar lo que posiblemente sea la continuación de la embestida del capital sobre el trabajo y la población pobre. Hasta la fecha no ha sido posible un acuerdo político entre los sindicatos, y entre estos, y otras fuerzas sociales  para presentar un frente común, ante el capitalismo puro y duro que se propone, y que se haya expresado de manera pública en un frente gremial-político con una estrategia o programa propios.

Lo que sí es esperable, son movimientos espontáneos de lucha por la supervivencia de muchos sectores sociales, que están cada vez más amenazados por el proceso creciente de desorganización y crisis del régimen capitalista. Serán expresiones sin mucha conducción, pero eventualmente se podrán radicalizar en el proceso, y terminar enfrentados con las fuerzas represivas del gobierno para configurar escenarios de conflicto social creciente, sin conducción política desde el campo popular.

Por otra parte, el capitalismo global se está fracturando de manera irreversible, y la llamada globalización está en franca crisis. Esto implica que hay un proceso de reorganización del capitalismo mundial. China y Rusia y otros países con peso regional o mundial están construyendo otra institucionalidad y formas de relacionamiento propios, fuera de la hegemonía de Estados Unidos y Europa. Esto también repercutirá en todos los espacios geopolíticos del planeta, y en cada uno de los estados nacionales. Ya algunos analistas hablan del resurgimiento de los estados nacionales con soberanía, frente a la crisis y el descontrol de una globalización que naufraga ¿qué tiene que decir y hacer un gobierno como este? ¿Se apegará este gobierno al manual ortodoxo de la globalización neoliberal y a las recetas del Banco Mundial y el Fondo Monetario?

Los influjos de la economía mundial traen inflación, inestabilidad, crisis del capitalismo mundial y guerra en el campo económico, militar, propagandístico, geopolítico e ideológico. El globalismo occidental liderado por Estados Unidos, y sus aliados subalternos: la OTAN, la UE, y Japón, se enfrentan agresivamente a las potencias capitalistas contra hegemónicas de China y Rusia, y al gran proyecto de la ruta de la seda y la construcción de un capitalismo policéntrico. Esto no lo puede ignorar ningún gobierno. En principio es esperable el alineamiento de esto gobierno con los intereses de los países centrales de occidente.

Por ahora, sin entrar en un análisis detallado, parece que el personal que estará a cargo de los ministerios, ideológicamente es tributario del neoliberalismo que ha campeado triunfante hasta la fecha en el país. Los acuerdos a los que han llegado las distintas fracciones de la asamblea, el nombramiento casi unánime de Rodrigo Arias y la presencia de un funcionario del Banco Mundial en la presidencia del país, auguran un alineamiento de todas las fuerzas políticas en favor de un consenso neoliberal en momentos de crisis internacional y nacional. Lo que viene no solo es más de lo mismo, sino que es un agrupamiento de las fuerzas del statu quo en torno a la defensa de las estructuras y políticas, que han sido producidas por los sectores dominantes en las últimas décadas, y su respectiva profundización hasta las últimas consecuencias. Rodrigo Arias, incluso, se pregunta: ¿Qué esfuerzos tendremos que hacer para que se entienda que no hay cambios sin sacrificios, que no hay cambios sin provocar fracturas y efectos no deseados pero críticos y necesarios para Costa Rica? Parece que la mano viene dura.

La crisis del capitalismo global y su fractura se traduce en inflación, e inestabilidad económica, acompañado esto de la contracción de los mercados globales y la recesión en los países centrales. Para un país como Costa Rica, con una economía extrovertida y dependiente del mercado de Estados Unidos esto no augura más que inestabilidad, inflación, contracción  económica, posible caída de las exportaciones. Todo esto recaerá con furia en las espaladas de las mayorías sociales. Las condiciones para una crisis social, económica y política más profunda están simplemente sembradas. La forma en que esta crisis se va a desplegar es lo que está por verse.

Esta crisis tendrá una manifestación desigual, no solo en términos sociales, sino también geográficos. Las regiones más empobrecidas y afectadas por otros factores, como el cambio climático, serán zonas altamente vulnerables. Los pobres, los desempleados, los adultos pobres, los jóvenes del campo popular, las mujeres de capas medias y populares, la economía campesina, la economía informal serán sectores y grupos sociales con los cuales la crisis se va a ensañar. Los elementos para la inestabilidad y el conflicto social están a la orden del día.

Algunas Conclusiones

La globalización capitalista neoliberal, bajo la forma de un desarrollo desigual, ha profundizado las contradicciones económicas y geopolíticas a escala global, y ha producido grandes fracturas. El dinamismo económico desde hace algún tiempo se trasladó hacia las economías y mercados asiáticos. Esto permitió, entre otras cosas, el surgimiento de China como una gran economía, y como una protagonista geopolítica de primer orden. La crisis financiera del 2007-2008, y luego la pandemia del civd19 (como un factor interviniente), así como la guerra en Ucrania y la respuesta de Estados Unidos y la OTAN a este conflicto, han acelerado las distintas contradicciones (económicas, geopolíticas, institucionales) entre China y Rusia, y el bloque occidental liderado por Estados Unidos. Se ha producido una gran fractura. China, Rusia, Irán, y otros organismos centroeuropeos de cooperación económica y  de Asia central, están construyendo una vía propia en el marco del capitalismo mundial –siempre capitalista, claro está- , en todos los campos, y esto pasa por ir sustituyendo al dólar como moneda de reserva internacional, cosa que a largo plazo es un golpe demoledor para Estados Unidos.

China continúa con un desarrollo económico que se despliega a una velocidad nunca antes vista, en muy poco tiempo habrá sobrepasado a Estados Unidos como principal economía del planeta. La respuesta de Estados Unidos y sus subordinados de la OTAM y la Unión Europea es una política de sanciones y guerra económica frontal. La idea de una globalización que traería paz y armonía y desarrollo mundial ha quedado en el pasado. El escenario del futuro es la confrontación entre bloques que se disputan la dominancia geopolítica planetaria. Cosa nada nueva en la historia del capitalismo mundial. Está por verse hasta donde llegará el proceso de desacople entre estos bloques, y el papel que jugarán las grandes corporaciones multinacionales, que han sido las principales actoras económicas en la globalización neoliberal.

La crisis de la guerra en Ucrania ha desencadenado una lluvia de sanciones de los países centrales de occidente contra Rusia. En un contexto de fuertes encadenamientos, por una parte, y en el cual todavía el occidente apenas estaba intentando recuperarse de la crisis del covid19 y sus efectos sobre la economía global, se produce esta situación que rápidamente se devuelve sobre Europa y Estados Unidos para producir inflación y estancamiento económico. Algunos analistas auguran una fuerte recesión para Europa y Estados Unidos. Entonces, luego de la crisis del 2007-2008, se configuró un escenario económico mundial que parece mostrar una larga depresión en la que la instabilidad se convirtió en un factor crítico de la economía mundial. Esto tendrá repercusiones en la estabilidad política, social e institucional de los países. Parece que esto va a impactar con particular fuerza en Estados Unidos y Europa y sus respectivas periferias.

Costa Rica es periferia pasiva de Estados Unidos. Si hay una contracción muy fuerte de la economía de ese país en los próximos meses, eso afectará la economía costarricense en tanto una buena parte de sus exportaciones se dirigen a Estados Unidos.

La inflación que se ha provocado por el aumento del petróleo, algunas materias primas y productos agrícolas también se trasladará al mercado interno costarricense. Sus efectos sobre las mayorías sociales y los sectores pobres y excluidos de la economía serán devastadores, pues aún persisten los problemas derivados de las medidas restrictivas que se impusieron para combatir el covid9. Esto cae, de por sí, en una sociedad cuyos rasgos estructurales provocan exclusión y pobreza. La crisis internacional simplemente viene a amplificar lo peor de estos rasgos estructurales en la sociedad costarricense.

Los sectores dominantes, y su personal político, hoy celebran los resultados de una elección que les ha permitido controlar toda la institucionalidad cómodamente. El 1 de mayo de 2022, han celebrado un pacto en el parlamento que le permite a una figura central de la oligarquía costarricense presidir cómodamente ese recinto –Rodrigo Arias- . Ya previamente un grupo de partidos políticos se han puesto de acuerdo para alcanzar un consenso político cerrado en torno al curso neoliberal de los últimos 35 años. No solo se trata de conservarlo, sino de ampliar y profundizar este curso, en medio de una crisis planetaria de la globalización neoliberal.

El campo popular está desarticulado y débil. No tiene expresiones políticas relevantes ni tampoco unidad gremial y reivindicativa. Las mayorías sociales serán fuertemente golpeadas por la crisis económica. Con el agua hasta el cuello muchos sectores sociales van a montar respuestas sobre la marcha. Serán  posiblemente luchas sin conducción de tipo reivindicativo. Dependiendo de la intensidad y la frecuencia el gobierno de Chávez se verá obligado a apelar con mayor intensidad a la represión en las calles, como lo hizo el gobierno saliente cuando fue necesario.

Solamente una gran revisión de las prácticas y las acciones seguidas por los sectores organizados, de la forma más autocrítica, y una gran disposición de los sectores más organizados y consientes del campo popular, podrían eventualmente generar formas de resistencia y lucha que acumulen fuerzas para continuar la resistencia en el futuro, en medio de una gran reorganización y crisis al interior del capitalismo mundial.

De Francia a Costa Rica: de Macron a Chaves

Dr. Luis Paulino Vargas Solís
Economista, CICDE-UNED

Las elecciones francesas, que este domingo culminaron con el triunfo del presidente Emmanuel Macron, sobre su adversaria de la ultraderecha, la señora Mariene Le Pen, guarda algunas similitudes con la reciente elección realizada en Costa Rica.

En Francia se pusieron de manifiesto dos clivajes -o sea, dos puntos de ruptura- que se superponen y refuerzan mutuamente. El primero, tiene que ver con la rebelión contra el statu quo y las élites que lo representan y lideran. El segundo es un clivaje territorial, o sea, geográfico, puesto que aquella rebelión es mucho más intensa en las regiones rurales, olvidadas y marginalizadas, no solo en lo económico, sino, asimismo, en lo cultural. Quienes votaron a Le Pen, provienen principalmente de esas áreas rurales relegadas. Macron, claramente el candidato de las élites y del statu quo, ganó gracias al voto mayoritario de las grandes concentraciones urbanas.

Un fenómeno similar se observó con el Brexit en Reino Unidos, y en las dos últimas elecciones en Estados Unidos, donde la fuerza electoral detrás del discurso anti establishment de Trump, proviene de la ruralidad olvidada y de los sectores a los que la globalización ha golpeado, al despojarlos de empleos, estabilidad y esperanza. Entretanto, las grandes urbes, sobre toda aquellas que son mayores beneficiarias de las rupturas tecnológicas y la reestructuración industrial, siguieron votando por los candidatos demócratas: Hillary Clinton en 2017 y Biden en 2021. No obstante, sus particularidades socioculturales, algo similar se observó recientemente en Perú, con la elección de Pedro Castillo: maestro, sindicalista, proveniente de la ruralidad peruana y con evidentes rasgos indígenas.

En 2018, en Costa Rica, la fuerza que llevó a Fabricio Alvarado a la segunda ronda, provino fundamentalmente de las zonas rurales, fuera del Valle Central. En 2022, esas mismas regiones le dieron el gane a Rodrigo Chaves. Es sintomático que, además, el mayor abstencionismo se registra precisamente en esas áreas rurales. Pesan aquí el olvido y el rezago en lo económico y cultural, y la débil presencia de la institucionalidad pública. Por otra parte, se hace necesario estudiar más en detalle cómo se comportó el voto en los barrios y distritos urbanos marginalizados. Es plausible que se hayan decantado a favor de Chaves.

Claramente Chaves no es Le Pen ni es Trump. No se trata de hacer comparaciones arbitrarias. Pero, durante la campaña electoral, y similar a Le Pen y a Trump, lanzó un agresivo discurso contrario al status quo y a las élites que lo representan y lideran. Fue eso lo que le dio el gane.

Por su parte, la derrota de Figueres Olsen, ha sido la derrota de las élites que han manejado al país por décadas, incluidas la prensa y las cámaras empresariales. Sobre todo, es la derrota del modelo económico neoliberal. La situación es ciertamente paradójica, puesto que esas élites incansablemente se ufanan de su éxito en materia de atracción de inversiones extranjeras, mientras exhiben con orgullo la presencia en nuestro territorio de algunas corporaciones transnacionales de alta tecnología, y presumen, sin disimulo ni recato, del prestigio internacional que Costa ha ganado gracias a su devota adherencia a los principios canónicos del libre comercio.

Claramente ése es el discurso de esas élites, el cual traduce su cosmovisión y refleja el mundo en el que se mueven y del que se benefician. En las recientes elecciones nacionales, la gente nos ha dicho algo completamente distinto. Y lo dice no solo a través del gane de Chaves, sino también, e incluso principalmente, a través del abstencionismo. Se ha abierto un profundo abismo entre esas élites y la gente de a pie, sobre todo quienes en mayor grado sufren posposición y marginalidad.

Ocurre, además, que, en Costa Rica, similar a Francia o Estados Unidos (y distinto a algunos otros países latinoamericanos), la izquierda no logra atraer ni representar a esos sectores en rebelión, los cuales tienden a moverse hacia propuestas políticas conservadoras y de derecha. La cuestión es muy compleja, y merece estudio. En nuestro caso, y según creo, parte de la cuestión -pero solo una parte- pasa por el hecho de que en nuestro país no existe ninguna izquierda socialdemócrata. Por otro lado, apelar a la descalificación que tilda a la gente de “domesticada”, u otras lindezas por el estilo, lejos de ayudar, más bien constituye una perniciosa forma de evasión. Ello imposibilita centrar la atención donde realmente importa. Simplemente no cabe esperar que la gente quiera dar su adhesión a propuestas en las que, por las razones que sea, no se siente representada. Es ahí donde está el punto clave sobre el que es necesario reflexionar.

Quedan muchas preguntas pendientes. Por ejemplo: ¿logrará Chaves cumplir con su promesa de cambio? ¿Cuál es el contenido del cambio que ofrece? ¿Corresponde esa idea de cambio con lo que realmente la gente necesita y anhela? Me siento terriblemente escéptico sobre todo esto, pero celebraría estar equivocado.

 

Compartido con SURCOS por el autor.

Publicado en el blog: /sonarconlospiesenlatierra.blogspot.com

Ciclogénesis económica en América Latina

Germán Gorraiz López- Analista

La conjunción de una nueva crisis del petróleo que podría elevar los precios hasta los 80 $ el barril con la excesiva fortaleza del Dólar podría provocar una ciclogénesis económica de resultados imprevisibles. Así, los principales países desarrollados cuentan con reservas estratégicas de petróleo que destinan exclusivamente para uso en situaciones críticas para garantizar el consumo interno durante un par de meses, inventarios que habrían sufrido una caída por debajo de la media de los últimos meses y aunado con un aumento de la demanda energética mundial ( en Febrero según la AIE el consumo mundial superará a la producción en 2,3 millones de barriles), provocará que el precio del crudo escale hasta los 80 $/ barril y la subida desbocada de los precios.

Una inflación descontrolada conlleva la pérdida de poder adquisitivo de trabajadores y pensionistas, la contracción del consumo interno y la desincentivación del ahorro y búsqueda de rentas fuera de las actividades productivas, lo que podría provocar en un futuro mediato una desertización productiva que fuera incapaz de satisfacer la demanda de productos básicos y la posterior estanflación. Por estanflación se entiende la suma de una inflación desbocada y un escenario de recesión económica (una economía entra en recesión técnica después de dos trimestres de caídas consecutivas del PIB nacional según el FMI) y es un término acuñado en 1965 por el entonces ministro de Finanzas británico, Ian McLeod que utilizó la palabra “stagflation” en un discurso ante el parlamento británico.

Se trata de una de las más peligrosas combinaciones para la economía ya que ambos elementos distorsionan el mercado y la terapia de choque para combatir el estancamiento económico tiene como efecto secundario el incremento de la inflación. Así, para incentivar el consumo y salir de la recesión se requieren terapias basadas en la expansión fiscal y monetaria, medidas que a su vez generan más inflación lo que al final deviene en un círculo explosivo pues conlleva incrementos del precio del dinero por parte de los Bancos Centrales que provocarán la asfixia económica de incontables países con una Deuda Pública estratosférica.

Respecto a América Latina y el Caribe, la contracción de la demanda mundial de materias estaría ya provocando el estrangulamiento de sus exportaciones y la depreciación generalizada de sus monedas debido a la fortaleza del dólar, lo que se traducirá en aumentos de los costes de producción, pérdida de competitividad, tasas de inflación desbocadas e incrementos espectaculares de la Deuda Exterior. Así, según la ex-Directora Gerente del FMI, Lagarde, “la fortaleza del dólar junto con la debilidad de los precios de los productos crea riesgos para los balances y financiación de los países deudores en dólares”, de lo que se deduce que las economías de América Latina y Caribe estarán más expuestas a una posible apreciación del dólar y la reversión de los flujos de capital asociados, fenómeno que podría reeditar la “Década perdida de América Latina” (Década de los 80) agravado por un notable incremento de la inestabilidad social, el aumento de las tasas de pobreza y un severo retroceso de las libertades democráticas.

¿Riesgo de crash bursátil en Wall Street?

La posibilidad real de un nuevo crash bursátil estaría pasando desapercibida para la mayoría de Agencias de Calificación debido a la desconexión con la realidad que les llevaría a justificar la exuberancia irracional de los mercados, con lo que se cumpliría la famosa frase del iconoclasta John Kenneth Galbraiht. “Hay dos clases de economistas: los que no tenemos ni idea y los que no saben ni eso”. Así, el “efecto mariposa del coronavirus” trasladado a sistemas complejos como la Bolsa de Valores, tendría como efecto colateral la imposibilidad de detectar con antelación un futuro mediato pues los modelos cuánticos que utilizan serían tan sólo simulaciones basadas en modelos precedentes (Teoría de la Inestabilidad financiera de Minsky), con lo que la inclusión de tan sólo una variable incorrecta o la repentina aparición de una variable imprevista (pandemia coronavirus) provoca que el margen de error de dichos modelos se amplifique en cada unidad de tiempo simulada hasta exceder incluso el límite estratosférico del cien por cien, dando lugar a un nuevo estallido o crash bursátil.

Debido al “efecto Trump” los inversores de EEUU estaban instalados en la euforia tras superar el techo ionosférico de los 29.000 puntos en el Dow Jones, (rememorando el boom bursátil de los años 20, preludio del crack bursátil de 1.929), por lo que son incapaces de percibir el vértigo de la altura pero la psicosis existente debido al COVID-19 y sus efectos colaterales en la economía mundial ( reducción de 1 punto en el PIB mundial), provocará que los grandes inversores sientan por primera vez el mal de la altura que les llevará a reducir su exposición al riesgo con el consecuente efecto bajista en las cotizaciones de las acciones y la revalorización de la Deuda soberana con el bono norteamericano a 10 años rozando el 1,5 % de rentabilidad. Asimismo, la subida de la inflación en EEUU (1,5 % en enero) acelerará la subida de tipos de interés del dólar haciendo que los inversionistas se distancien de los activos de renta variable y que los bajistas se alcen con el timón de la nave bursátil mundial, derivando en una psicosis vendedora que terminará por desencadenar el estallido de la actual burbuja bursátil.

Dicho estallido tendrá como efectos colaterales la consiguiente inanición financiera de las empresas, la subsiguiente devaluación de las monedas de incontables países para incrementar sus exportaciones y como efectos benéficos el obligar a las compañías a redefinir estrategias, ajustar estructuras, restaurar sus finanzas y restablecer su crédito ante el mercado (como ocurrió en la crisis bursátil del 2000-2002) y como daños colaterales la ruina de millones de pequeños inversores todavía deslumbrados por las luces de la estratosfera, la inanición financiera de las empresas y el consecuente efecto dominó en la declaración de quiebras, la subsiguiente contracción del comercio mundial, posterior finiquito a la globalización económica y ulterior regreso a los compartimentos estancos en la economía mundial.

 

Imagen principal: https://blog.r4.com/

Enviado por el autor.

Vigencia de la revolución cubana

Dr. Arnoldo Mora Rodríguez. Filósofo, exministro de Cultura, Juventud y Deportes

Hablar desde una nueva época de lo que fue y ha significado la época anterior, es algo más que un ejercicio, no sólo de la memoria, sino, ante todo, de un compromiso del presente a fin de construir y avizorar el futuro; ya que la memoria es también una especie de tribunal que nos permite juzgar y sopesar el valor y sentido, la vigencia y presencia en el presente de los hechos más significativos y relevantes del pasado. Por eso, al echar un vistazo a lo que ha sido y significado para nuestros pueblos el siglo anterior, no podemos sino destacar lo que llamó la vigencia y la presencia de la mayor de las revoluciones que han realizado los pueblos de la periferia imperial en ese tiempo. Es allí donde destaca la Revolución Cubana; si ha habido en el siglo XX un acontecimiento que marcará para siempre la historia de nuestros pueblos y, más aún, la historia de la humanidad, ese acontecimiento es la Revolución que realizó el pueblo de Martí y Maceo y que encabezó Fidel Castro.

Un acontecimiento no es sólo un hecho, es decir, una acción realizada por seres humanos, en este caso no sólo por individuos, sino, sobre todo, por un pueblo entero; un evento que marca la historia y señala los rumbos de su destino, es un evento cuyo valor se mide por su vigencia, porque no nos deja indiferentes como si fuera un hecho lejano en el espacio y el tiempo; hoy el tiempo y el espacio se han reducido, gracias a los sorprendentes avances de la revolución científica y tecnológica en el campo de la comunicación; lo cual acrecienta la importancia y vigencia de determinados hechos que se convierten, por ello mismo, en una especie de patrimonio familiar para multitudes de gentes en todos los rincones del planeta. Porque hay hechos de hechos; los que siguen vigentes son aquellos que forman parte de nuestros valores más fundamentales que rigen nuestras vidas; son como el aire que respiramos, como el palpitar de nuestros corazones y la justificación de nuestras más caras convicciones; nos sentimos identificados con ellos por lo que representan de sentido en nuestras vidas individuales y en las de los pueblos dondequiera que radiquen geográficamente y cualquiera que sea su cultura y su régimen político y su modo de vida. La Revolución Cubana se hizo con el fin específico de derrotar a la más sangrienta tiranía que surgió en ese heroico pueblo en cuyo seno se vio nacer a José Martí y a Fidel Castro; pero muy pronto trascendió esa dimensión, se declaró latinoamericanista y fiel a los ideales de sus próceres, en concreto, de Martí, quien vio en la independencia de Cuba del yugo colonial español el primer paso para lograr su segunda y plena independencia, aquella que rompiera las cadenas que la subyugaba al imperio yanqui.

El primero de enero de 1959 se inició esa gesta. Se dio en plena Guerra Fría; se dio a tan sólo 150 millas de la metrópoli imperial; se dio en una isla situada en una de las zonas geopolíticas tradicionalmente más calientes del planeta; se dio en la mayor de las Antillas, dominada por el capital norteamericano y por las mafias de ese país; se dio en las fronteras del mayor imperio de la historia, el último imperio de Occidente. La Revolución Cubana derrotó a la dictadura del Sargento Fulgencio Batista impuesto por la embajada yanqui; la primera derrota de la doctrina Monroe, por la que se rigen hasta hoy las líneas estratégicas de la política imperial en todo el Continente, especialmente en su entorno caribeño, al que considera su traspatio; en el caso de Cuba, la humillación era aún mayor porque se regía por la tristemente célebre “Enmienda Pratt”, que hacía de Cuba una colonia. La importancia de esa política se mide por el hecho de la ubicación geopolítica de Cuba. El Caribe es para Nuestra América lo que el Mar Mediterráneo es para Europa, el Norte de África y el Medio Oriente; quien es dueño o controla esos mares es dueño de su entorno; quien es dueño del Mediterráneo es dueño de Europa entera; quien es dueño del Mar Caribe es dueño de todo el continente americano; porque el control de los mares es clave para medir el poderío de un imperio; en tierra firme se extrae la materia prima que suministra la parte material de la riqueza, que se mide por lo que Marx llamaba “su valor de uso”, es decir           que responde a las necesidades propias de un ser viviente; pero al ser metidas en una embarcación, esas materias primas se convierten en mercancías, es decir, son parte del comercio mundial porque su valor se rige por la ley del mercado, a saber, por la oferta y la demanda, esto es, por el valor de cambio; de ahí que, quien no controla las vías de comercio mundial no es dueño de la economía mundial. Actualmente el 80% de la economía mundial navega en los dos océanos más importantes del mundo: el Atlántico y el Pacífico; el Océano Atlántico, desde los viajes de Colón hasta la década de los 80s.del siglo pasado, fue el Océano más importante desde este punto de vista, pero desde la década de los 80s.es el Océano Pacífico el más importante, debido primero al auge económico del Japón y de la Costa del Pacífico norteamericano, pero ahora es la China, gracias al auge incontenible de su economía, que la ha convertido en la primera potencia comercial del mundo; eso explica por qué el Canal de Panamá es considerado la vía interoceánica más importante para el comercio mundial. Por otro lado, el Mar Caribe, dada su situación geográfica, une a las dos grandes moles continentales que componen la geografía del Nuevo Mundo.

 El mercado capitalista se rige por las bolsas de valores, la más importante de las cuales es la de Nueva York, el conocido Wall Street; allí se negocia, en la llamada “economía de casino”, el 80% de las materias primas (comodities) del mundo; 31% de esas materias primas provienen de América Latina; de ahí que, controlar el Mar Caribe es de capital importancia para el capitalismo en su actual y última fase imperial, como lo calificaba Lenin, y cuya sede mayor está en los Estados Unidos; todo lo cual explica por qué en un país con costas en el Mar Caribe, como es Honduras, históricamente considerado como “la banana republic” por excelencia, está ubicada la base militar más grande del imperio fuera del territorio norteamericano, como es Palmerola; en realidad, se trata de dos bases, una dirigida contra Cuba y la otra cuyo objetivo es proteger el Canal de Panamá. Ha sido en el Mar Caribe en donde se ha iniciado en la historia la inserción de los pueblos de Nuestra América en el mundo occidental; Colón no salió de sus aguas, ni siquiera sospechó que estaba frente a un continente, siempre creyó que estaba en islas, vivió enamorado de la belleza del paisaje que contemplaban sus extasiados ojos, hasta el punto de que, en su segundo viaje, uno de los frailes que lo acompañaba, las consideró como el Edén de que hablan las primeras páginas de la Biblia; fue en tierras caribeñas, concretamente en Haití (1805) donde se inició la lucha emancipadora de nuestros pueblos; en 1815 Bolívar partió de Jamaica en campaña por la guerra de independencia en tierra firme; allí escribió su célebre carta, verdadera filosofía de la historia de nuestros pueblos; la primera gran revolución del siglo XX, la de Villa y Zapata, tuvo lugar en un país con amplias costas en el Caribe; pero será en la segunda mitad del siglo XX donde se dará la más importante revolución de los pueblos de Nuestra América en ese siglo, la revolución de Fidel y el Che; desde entonces, el eco de la Revolución Cubana se ha extendido al planeta entero, como lo reconoce Nelson Mandela cuando le dijo a Fidel que él – Fidel – era “el Bolívar del África Subsahariana”; la derrota de Sudáfrica racista significó para esos pueblos lo que la derrota del imperio en Playa Girón ha sido para los pueblos de Nuestra América. Desde entonces, ningún cambio transformador, en diversos niveles y diversas circunstancias y lugares geográficos, se ha dado donde no esté la impronta de la Revolución Cubana, donde el ímpetu libertario de nuestros pueblos no haya sido impulsado por el ejemplo de la Cuba Revolucionaria; el grito de rebeldía lanzado por un puñado de héroes en la Sierra Maestra resonó como un canto y un himno a la liberación y soberanía entonado en muchos rincones de nuestra geografía; más aún, el mensaje de los líderes de la Revolución Cubana ha sido escuchado por doquier y ha servido de inspiración a hombres y mujeres del mundo entero.

Pero la Revolución Cubana ha sido también y, en no menor medida, ejemplo de solidaridad humanitaria y humanista; sin medir distancias, ni geográficas, ideológicas o culturales de ninguna especie, Cuba no ha trasegado drogas, ni provocado invasiones militares, sino enviado legiones de médicos y maestros, científicos y artistas, a pesar del mayor y más cruel bloqueo, verdadero estado de sitio, a que el imperio ha sometido, violando todo el orden legal, a este heroico pueblo, a pesar del estrangulamiento de su economía; pero esto no ha impedido tener el mejor sistema de salud y de educación para todo el pueblo, unido a un admirable desarrollo científico, Io cual, insisto, nunca ha impedido desarrollar una política de solidaridad con todos los pueblos que lo solicitan, no interviene en la política interna ni buscando prebendas comerciales; esa política materializa los ideales de una revolución que desde sus orígenes, se ha inspirado en los más puros y auténticos ideales humanistas y humanitarios, ejemplo en nuestro tiempo; de ahí el odio del imperio y sus plumíferos; porque Cuba enseña, predica con su ejemplo, con su heroico desafío al imperio, demostrando que los designios imperiales no son un destino manifiesto sino la expresión de una voraz voluntad imperial que los pueblos están derrotando con sus luchas patrióticas y justicieras. La Revolución Cubana tiene hoy más vigencia que nunca; su mensaje de liberación, grito de rebeldía frente a la opresión imperial y frente a la explotación del capitalismo salvaje es escuchado donde quiera haya un hombre o una mujer cuyo corazón palpite en busca de una mayor y más plena dignidad humana. Cuba, hoy como en 1959, sigue siendo un faro que ilumina con rayos de esperanza y dignidad a todos los pueblos, incluso a los que viven al interior de regímenes imperiales y viven en carne propia su crisis terminal. Por eso la vigencia de la Revolución Cubana está ahora más viva que nunca.

Crisis griega ¿Quién juega con fuego?

Crisis griega Quién juega con fuego

La situación que hoy vive Grecia resulta violentamente paradójica; un desconcertante oxímoron. El nuevo gobierno de Syriza, bajo la conducción de Alexis Tsipras (un joven hombre de 40 años) intenta algo absolutamente elemental: sacar a su país de la profunda depresión económica en que se encuentra y devolver a la población griega un mínimo de dignidad y decoro en sus vidas. Para ello es indispensable renegociar los términos draconianos de los acuerdos adoptados en relación con la deuda griega, y revertir las políticas de austeridad, lo que significa, como es obvio, volver a destinar recursos para salud y educación y recuperar la inversión pública.

Y, sin embargo, para el resto de Europa –y en particular para la implacable y poderosa Alemania- todo eso es inaceptable. Pero lo más simpático de todo es que se amenaza a Grecia diciéndole que de no hacer lo que se le dice (o sea: lo que se le exige e impone) sobrevendrán grandes catástrofes: recesión, desempleo…ruina económica. Bueno, pero sí exactamente eso es lo que Grecia ha tenido por cinco años consecutivos: una depresión económica en toda la regla, la cual, guardando las proporciones del caso (por ser Grecia una economía pequeñita) es de unas dimensiones y profundidad tales, que se compara con ventaja con la Gran Depresión de los treintas en Estados Unidos. Cuando, por otra parte, se le exige a Grecia avanzar en las “reformas” que el resto de Europa les receta. Cosa igualmente extraña; pues si en eso vienen desde hace más de cinco años…con resultados que, de tan catastróficos, hacen innecesario cualquier comentario adicional.

Crisis griega Quién juega con fuego2

¿Dónde está la novedad, cuál es la nueva de la cual debamos sorprendernos? Es como si una familia que ha sido despojada de su casa y de todas sus pertenencias por un banco usurero, fuera amenazada por ese banco…de que va a ser despojada de su casa y de todas sus pertenencias. Si ya nada les queda ¿qué les pueden quitar? En esas condiciones tan solo podría interesar restablecer la propia dignidad.

¿Qué pasaría si Grecia se sale del euro? Bueno, es posible que el castigo caiga sobre España, Grecia, Irlanda y quizá la misma Italia, debido al llamado “efecto contagio” económico que encarecería el nuevo financiamiento que necesitan los gobiernos de esos países, y traería desplome de sus bolsas de valores y, con seguridad, una nueva ronda de recesión y desempleo al alza. Con la posibilidad –que en el caso español está a la mano- de que asciendan opciones políticas de izquierda al estilo de Syriza…lo cual, visto a la luz del fracaso de las recetas ortodoxas lideradas por Alemania, sería un avance innegable.

¿Y en cuanto a la propia Grecia? Pues acaso el asunto se resume en lo siguiente ¿es que le podría ir peor de cómo le está yendo? Yo me permito dudarlo. Cuando, por otra parte, si la salida del euro se concreta, ello abriría algunas otras opciones: al recuperar su propia moneda podrían devaluar y relanzar las exportaciones, y por su cuenta reactivar la inversión pública y los gastos en seguridad social ¿Eso comporta riesgos? Si, sin la menor duda; no tanto porque la banca transnacional les aísle (lo que hoy se aplica es un equivalente de tal cosa: los recursos que se les dan son solamente para pagarle…a esa misma banca transnacional), sino porque los pequeños ahorrantes –que no pueden sacar sus capitales del país- perderían esos fondos, y porque seguramente se aceleraría la inflación.

Crisis griega Quién juega con fuego3

Y, sin embargo, ese sería solo un mal menor, comparado con el castigo inmisericorde que se les ha aplicado. Y siendo obvio que con las políticas que el resto de Europa les impone no hay forma de encontrar la salida del túnel, acaso esa sí sea la puerta para una pronta recuperación, que reduzca de forma significativa el desempleo y permita aliviar la extendida y agravada pobreza. Y un poco más allá, y de existir –ojalá sea el caso- la suficiente visión de mediano y largo por parte del gobierno de Syriza, podrían entonces iniciarse un proceso de reconstrucción de la economía griega que, eventualmente, le permita consolidar una aparato productivo sólido.

Termino preguntándome: si de jugar con fuego se trata ¿no será más bien Alemania y sus aliados quienes lo están haciendo? Grecia ha sido humillada de una forma tan brutal que ya no les queda prácticamente nada que perder. En cambio, la salida griega del euro y el consecuente “efecto contagio”, podría representar graves pérdidas para el resto de Europa. En especial para países como España y Portugal, cuyos gobiernos conservadores acompañan hoy el matonismo de Merkel en su esfuerzo por asfixiar al nuevo gobierno griego, pero cuyas economías siguen apenas sostenidas por alfileres.

 

Tomado del Blog Soñar con los pies en la tierra de Luis Paulino Vargas:

http://sonarconlospiesenlatierra.blogspot.com/2015/02/normal-0-21-false-false-false-es-mx-x.html

Suscríbase a SURCOS Digital:

https://surcosdigital.com/suscribirse/

La charlatanería de los recortes

Luis Paulino Vargas Solís

La charlatanería de los recortes
La charlatanería de los recortes

Repasemos algunos datos bien conocidos: desde 2009 –este año incluido- el gobierno de Costa Rica ha presentado un déficit fiscal de magnitud muy considerable  y tendencialmente creciente. Si quisiéramos observar enseguida los datos sobre inflación, constataríamos que durante ese mismo período ésta ha caído a mínimos no registrados desde hace más de cuarenta años.

Fijemos entonces nuestra atención en las tasas de interés. Al observar los datos en la página web del Banco Central se constata que durante estos años ha habido algunos episodios en que se incrementaron, lo cual, sin embargo, fue revertido en cuanto hubo voluntad política de hacerlo. En todo caso, dos detalles resultan claros: primero, en general las tasas de interés se mueven hacia donde quiere llevarlas el Banco Central (así ha ocurrido en meses recientes) y, segundo, hay una gran diferencia entre las tasas que los bancos cobran sobre sus créditos respecto de las tasas que pagan por lo depósitos que reciben. Esto segundo advierte sobre la ineficiencia del sistema financiero costarricense (público y privado) y su proclividad hacia la extracción de rentas. En resumen: tratándose de las tasas de interés, son otros factores –y no el déficit fiscal- los que más inciden en su comportamiento.

Esa es, a grandes rasgos, la realidad que tenemos. No coincide para nada con lo que afirman los economistas del establishment sobre catástrofes inflacionarias y grandes alzas de las tasas de interés presuntamente causadas por el déficit fiscal.

Pasemos a otra cosa: la palabra charlatán o charlatana, según el diccionario de la Real Academia española,  hace referencia a una persona “que habla mucho y sin sustancia”. Otros diccionarios en línea dicen: persona “que habla mucho y sin sentido”. Pues acontece que, tristemente, el tema del déficit fiscal alimenta con creces el refulgente estrellato mediático de un puñado de charlatanes. Pero, en especial, observamos que la discusión de las últimas semanas en torno al presupuesto del gobierno, ha dado ocasión a que la charlatanería alcance cimas inigualables de procacidad.

Lo que reseñé más arriba es un primer indicio en ese sentido: una cosa es la realidad-real; otro el cuento de fantasmas y aparecidos que estos payasos repiten en un ejercicio incontenible de locuacidad.

La charlatanería de los recortes2
La charlatanería de los recortes

Pero todo eso se queda corto –y resulta un asunto casi pudoroso y recatado- si se le compara con lo dicho por ciertos diputados en el marco de la polémica sobre el presupuesto. Sobran los ejemplos que lo ilustran. Mencionaré algunos. Primero, la irresponsabilidad de imponer recortes decididos en un despacho legislativo y desde la más completa ignorancia respecto de las complejas y heterogéneas realidades de la institucionalidad pública de Costa Rica. Segundo, la insultante pretensión de recortar indiscriminadamente el monto para alquileres, como si las oficinas y el personal pudieran ser reubicados en cualquier pocilga. Tercero, la idea retrógrada de restringir presupuestos destinados a la compra de equipo de cómputo. Cuarto, el absurdo de recortar viáticos para obligar a que personal cuyo trabajo exige desplazarse a diferentes lugares del país, permanezca amarrado a su escritorio y su oficina.

Y todavía uno más: la pretensión de que los recortes luego se podrían reponer vía presupuestos extraordinario, sujeto a determinadas condiciones. Esto pone en evidencia que, más que un asunto de austeridad, de lo que se trata es de torcerle el brazo al gobierno. Pero también se adivina una estrategia del tipo “zanahoria y garrote” (o bien: “con sangre la letra entra”), según la cual darle de fuetazos a las instituciones públicas y su personal es la forma de lograr “que aprendan”. Lo cual ratifica el prejuicio desde el que esto se formula, y su inquina contra las personas empleadas del sector público.

Es por completo fútil negar que en lo público hay mucho por mejorar. Hay problema de eficiencia organizativa y de calidad y oportunidad en los servicios. También hay diversos abusos –incluso algunos en los regímenes de estímulo laboral- los cuales ameritarían corrección. Pero es una completa irresponsabilidad la sola insinuación de que hay sobrante, cuando son tan frecuentes los reclamos populares pidiendo servicios necesarios pero inexistentes o demandando mejor atención. El recorte tiene sentido solo cuando algo está de más. Lo cierto es que, todo lo contrario, tratándose de la institucionalidad pública, se necesita más y, sobre todo, se necesita mejor.

Ese es el primer problema con esta desaforada charlatanería de los recortes: que impone una agenda negativa –es una “mística de la mutilación”- distrayendo la atención respecto de lo que sí es importante: el trabajo necesario para mejorar y depurar todo aquello que así lo requiere. Puesto que, por otra parte, confundir la mutilación con la mejoría es una versión extrema de esa ópera bufa de los recortes.

La charlatanería de los recortes3
La charlatanería de los recortes

Pero quizá lo peor de todo es que esto ha actuado como un poderosísimo distractor respecto de los asuntos realmente importantes. Decir –como sin cansancio lo repiten estos charlatanes- que el principal problema de Costa Rica es el fiscal claramente pone en evidencia un perverso sesgo ideológico: aquel que cree que un estado contable es más importante que la vida de la gente. Por el contrario, los problemas económicos más importantes son aquellos directa o indirectamente relacionados con el empleo, la pobreza y la desigualdad. Reactivación económica y generación de muchos empleos de buena calidad, deberían ser, por lo tanto, el punto prioritario de la agenda de políticas.

Y, sin embargo, acontece que la restricción presupuestaria y la austeridad fiscal que este ejército de charlatanes quiere imponer, no solo deterioraría aún más la de por sí decepcionante situación de la economía y el empleo, sino que, encima, agregaría razones para un deterioro fiscal aún más agudo. La dinamización de la economía y la creación de buenos empleos son necesarios para la reducción de la pobreza, como también para mejorar los ingresos del gobierno, reducir el déficit fiscal y bajar el peso de la deuda pública.

He ahí, con seguridad, el más grave problema que ha traído consigo toda esta charlatanería: en vez de ocuparnos en el diseño e impulso de una agenda activa que impulse la recuperación de la economía y del empleo, hemos quedado atrapados en una discusión absurda sobre colones más o colones menos en viáticos, computadoras o alquileres.

Alguien debería hacer que estos bufones paguen por todo el daño que han ocasionado.

 

Tomado del Blog “Soñar con los pies en la tierra” de Luis Paulino Vargas Solís

http://sonarconlospiesenlatierra.blogspot.com/2014/11/la-charlataneria-de-los-recortes.html

Suscríbase a SURCOS Digital:

https://surcosdigital.com/suscribirse/

Economía y derechos humanos ¿un diálogo imposible?

Luis Paulino Vargas Solís

Economía y derechos humanos-un diálogo imposible

Si juzgáramos el status científico de la economía con arreglo al grado de sofisticación matemática de su teorización, habría que reconocer que, con todos los honores, es una ciencia casi tan rigurosa como la física, y mucho más elaborada que cualquier otra ciencia social. Pero, en realidad, esa sería una conclusión demasiado apresurada. Lo cierto es que esa elegante fachada esconde algunas ruinas bastante miserables.

Hablo –necesario es aclararlo- de la corriente dominante de la economía, aquella que ha inspirado y guiado el núcleo principal de las políticas económicas en Costa Rica y en casi todo el mundo durante ya más de treinta años. Los fundamentos teóricos de esta economía han recibido críticas demoledoras que nunca han sido satisfactoriamente contestadas, cuando, por otra parte, es claro que su capacidad para la generación de respuestas sensatas y eficaces es realmente pobre. Intentaré ilustrarlo.

Primero, la crítica a la teoría del capital formulada por el Cambridge crítico y progresista de Inglaterra -con Joan Robinson y Piero Sraffa a la cabeza- en su larga polémica (entre 1953 y 1976) con el Cambridge neoclásico y conservador de Massachusetts, Estados Unidos, con Paul Samuelson como principal exponente. Un segundo caso: las críticas –provenientes de teóricos como Frank Ackerman y Alejandro Nadal entre otros- a la coherencia interna y la pertinencia económica de la teoría de la competencia perfecta, lo cual es asunto discutido por décadas e incluso en años recientes. En ambos casos quedaron al desnudo debilidades que socaban gravemente la solidez de ambas construcciones teóricas, con consecuencias fatales para el edificio teórico completo de la economía hegemónica.

Por otra parte, ya en los años treinta del siglo XX, John Maynard Keynes había formulado una crítica devastadora a la ortodoxia económica de la época. Al introducir la noción de incertidumbre, replantear radicalmente el papel del dinero y cuestionar en profundidad algunos otros supuestos, pulverizó el dogma de la “Ley de Say” que sostenía esas teorías.

Es curioso, sin embargo, como en cada uno de estos casos la ortodoxia económica ha maniobrado –con habilidad y cinismo- para seguir vigente como si nada hubiese ocurrido. En el caso de Keynes, rápidamente apareció una “síntesis neoclásica” (planteada inicialmente por el economista inglés John Hicks y retomada por algunos otros, entre ellos el mencionado Samuelson) la cual buscaba neutralizar los abrumadores cuestionamientos formulados por Keynes. Luego surgirían otros sofisticadísimos desarrollos teóricos (principalmente las teorías de las expectativas racionales y de los mercados eficientes) que pretendían poner nuevamente en pie, los falsos ídolos que Keynes derrumbó. En lo que atañe al debate Cambridge vs. Cambridge la cuestión fue mucho menos sutil: completamente derrotados en el campo teórico, literalmente terminaron por hacerse los desentendidos. Algo similar parece acontecer con las críticas a la teoría de la competencia perfecta: no obstante haber sido fulminada, sigue viva en los libros de texto y las aulas de muchas universidades y en el sentido común dominante de los economistas profesionales.

Economía y derechos humanos-un diálogo imposible2

Así pues, la economía hegemónica es como una casa vieja habitada por fantasmas. Una idea-zombi; un muerto viviente que comparte el lecho con acaudalados empresarios; presidentes, senadores, diputados e influyentes periodistas. Justo eso es lo más grave: el zombi sigue teniendo tremendo poder y, por lo tanto, enorme capacidad destructiva. Tal connivencia con gente de tan rimbombante estatus explica, en parte importante, la vigencia que conserva este espectro errabundo: porque es una ideología conveniente para intereses de mucho peso. De ahí que estos se prodiguen procurando insuflarle vida no obstante encontrarse bien muerta.

En concordancia con sus falencias teóricas, esta teoría económica con seguridad provoca insensibilidad frente a los problemas sociales y humanos más acuciantes de nuestro tiempo. Es algo inherente a su visión epistemológica, es decir, le viene en la sangre, como parte de su herencia genética.

Ilustraré esto último en referencia a dos detalles clave: el concepto de “agente económico” que la teoría propone y su concepción del tiempo.

El “agente económico” se supone sea cualquier participante individual en la economía. La teoría usualmente habla de dos tipos de “agentes”: el consumidor y la empresa (jamás trabajadores y capitalistas, conceptos de los cuales esa teoría abomina). A tales agentes se les atribuyen principalmente dos características: (a) son racionales en el sentido de que buscan maximizar ciertos resultados (el consumidor maximiza la satisfacción derivada del consumo; la empresa maximiza ganancias); (b) poseen perfecta información o, cuanto menos, toda la información necesaria y relevante para tomar sus decisiones económicas. Obviamente estoy simplificando, pero en lo antes dicho residen las bases fundamentales de la teoría, desde las cuales se logra luego “demostrar” que los mercados se auto-regulan de forma automática y establecen equilibrios virtuosos.

Fácil se entiende que estos “agentes económicos” nada en absoluto tienen que ver con las personas de carne y hueso, las cuales no son racionales de la forma como esta teoría postula (a menudo más bien tienen comportamientos irracionales) y, en especial, no poseen la información ni tienen la capacidad para anticipar el futuro que esta teoría les atribuye.

Economía y derechos humanos-un diálogo imposible3

Ahí entra entonces la concepción del tiempo: esta economía –y en particular las absolutamente básicas teorías de la competencia perfecta y de las expectativas racionales- imaginan mercados que, guiados por ese comportamiento racional de los agentes individuales, son capaces no solo de lograr equilibrios virtuosos, sino de hacerlo en forma instantánea. Ello en una de sus posibles vertientes. Otra posibilidad es que, aún si no se diera un ajuste instantáneo, en todo caso los “agentes” poseen capacidad para anticipar el futuro con exactitud y precisión, lo que garantiza que el equilibrio virtuoso se restablezca de forma suave y armoniosa, cada vez que sufrió alguna perturbación. Es un tiempo lógico –no el tiempo real- donde pasado, presente y futuro se comprimen en un instante sin que el mundo jamás cambie.

Así son las cosas puestas en términos simplificados. Un universo imaginario que nada en absoluto tiene que ver ni con las personas realmente existentes, ni con ninguna realidad social e histórica conocida, en el que incluso se invalidan las leyes de la física al hacer posible lo imposible.

Quienes así razonan –y acontece que ese es el caso de la gran mayoría de economistas- no miran seres humanos ni sociedades reales, sino tan solo una alucinación teórica. Inevitablemente ello lastra su capacidad para la solidaridad y la empatía, lo cual se manifiesta en una manifiesta indiferencia frente a las situaciones de dolor humano, de pobreza, desigualdad y marginalización.

En conclusión: difícilmente esta economía logra dialogar con los derechos humanos o las nociones de justicia, equidad y democracia.

 

Tomado del Blog “Soñar con los pies en la tierra” de Luis Paulino Vargas

http://sonarconlospiesenlatierra.blogspot.com/2014/11/economia-y-derechos-humanos-un-dialogo.html

Suscríbase a SURCOS Digital:

https://surcosdigital.com/suscribirse/