Día Internacional de los Niños de la Calle

José Luis Pacheco Murillo

El Día Internacional de los Niños de la Calle se celebra el 12 de abril de cada año como una manera de denunciar la situación de calle a la que se enfrentan millones de niños en todo el mundo y donde se vulneran sus derechos educativos, económicos, sociales y familiares.

Si es lamentables observar la indigencia de personas adultas es aún más lamentable el observar a niños y niñas en condición de calle.

Ante esa dolorosa situación es cuando surgen las preguntas: ¿qué ha pasado con el Patronato Nacional de la Infancia? ¿Se perdió el propósito o dejo de existir la educación gratuita y obligatoria? ¿Qué ha pasado en los hogares de esos niños y niñas?

En la sociedad actual debe prevalecer el derecho a la igualdad para todos los niños y niñas en todo el mundo, sin embargo, la realidad es otra. Cientos de niños tienen que vivir desprotegidos. Son las personas más vulnerables que tienen que transitar diariamente la dura situación de la calle y todos los riesgos que esto implica para su bienestar, físico, psicológico y espiritual.

Se promulgó un código de la niñez y adolescencia y para muchos eso fue suficiente, sin embargo, quienes deben de aplicarlo no lo hacen y la realidad es que una ley o un código o todo el sistema jurídico es insignificante si no hay acciones concretas que demuestren la voluntad de ayudar a la niñez a que abandonen esa condición de calle.

Que importante que haya becas para que los niños y niñas puedan estudiar, puedan acudir a lecciones de arte, de deportes, de música. Becas que abran puertas y oportunidades.

Hoy como sociedad somos corresponsables de lo que les suceda a estos niños y niñas que ahora son a quienes los narcotraficantes utilizan para su desgraciado comercio e incluso para el sicariato.

Dios quiera que las autoridades a cualquier nivel se preocupen y tomen acción para ayudar a niños y niñas a salir de la calle y encuentren el lugar seguro para su desarrollo y si fuese posible que ese lugar sea su propio hogar.