El Respeto al Derecho Ajeno

Marlín Óscar Ávila

Cuando el presidente de México, Andrés López Obrador, se encontró con el de España, Pedro Sánchez, el miércoles 30 de enero, quien, en una conferencia de prensa, le recordó a su homólogo, que en 1838/39, cuando Francia invadió este país mientras Benito Juárez fuera presidente de México, expresó que “el respeto al derecho ajeno es la paz”, expresión que quedó grabada en todo México desde entonces. Por tal razón, México apuesta por el diálogo entre las partes en el conflicto de Venezuela.

Este domingo 3 del presente se reunieron de emergencia los miembros del “Grupo de Lima”, que lo integran los 14 países de nuestro continente, liderados por Donald Trump, a través de Luis Leonardo Almagro, el secretario general de la OEA. La reunión fue para afinar su estrategia contra el gobierno de Venezuela. Uno de los puntos que sobresalieron fue una donación canadiense de US$53 millones en ayuda humanitaria, la cual se junta a los US$20 millones donados por Donald Trump.

Lo que se perfila no es un cambio real de estrategia del Norte de América (Canadá y EUA), pero un cambio de mano de naipes. Dado que el Grupo de Lima, desde su fundación en agosto de 2017, suscribió un quinto acuerdo en su declaración de constitución en el cual reza “Su enérgico rechazo a la violencia y a cualquier opción que involucre el uso de la fuerza”. Siendo que en las últimas dos semanas se han confirmado las aseveraciones de Washington de intervenir militarmente a Venezuela, como “opción que se mantiene sobre la mesa”, a sabiendas que una intervención militar a Venezuela, tendría mayores consecuencias para toda la región, que lo que pudo ser la invasión a Panamá, en 1989/90. Además, los gobiernos de la región saben que EUA trata de involucrar a la mayor parte de militares de los países Latinoamericanos en este conflicto, aun cuando los militares estadounidenses dirijan esta guerra, se corre un gran riesgo político por los actuales gobernantes de obtener el rechazo de sus pueblos.

Honduras tiene una experiencia ganada cuando facilitó su territorio y bases militares en la década de los ochentas para asaltar a El Salvador durante su guerra civil, dejando no menos de setenta mil salvadoreños asesinados, es algo que los ex guerrilleros y veteranos, ahora en el nuevo gobierno no han de olvidar.

Así es que ante tales condiciones el gobierno de EUA acepta irse por el camino trazado desde antes de las expresiones sanguinarias de la Casa Blanca. Primero, aplicar la receta ya experimentada con la Nicaragua Sandinista en los ochentas: ahogar económicamente, logística y psicológicamente a la población venezolana, hasta que cambie su preferencia por el actual gobierno hacia el gobernante nombrado por Trump. Esto debe ir acompañado de asistencialismo a quienes se están muriendo de hambre y busquen la manera de salvarse antes de morir ahogados. Con 73 millones de dólares se podrá, no solamente atender las demandas de los hambrientos y desesperados que deja el boicot y las sanciones internacionales, pero financiar a aquellos militantes y militares que quieran vender su conciencia. La última declaración de este grupo de gobernantes sometidos a los dictados de Trump, es que el Ejército venezolano acepte cambiar su preferencia de Maduro hacia el Juan ese, del cual no logro recordar su apellido. Saben los del Grupo que es allí donde estaría el quiebre político. Aun cuando eso produzca violencia, la pueden justificar de alguna manera. ¡Qué dicha que aún no tengamos un ejército en Costa Rica! Aunque si los del Pentágono se propusieran, pudiera haber un golpe de estado militar allí también, pues saben inventar presidentes de la nada, no sería raro que inventen un ejército. ¿Será por eso que Carlos Alvarado apoya al Grupo de Lima? El miedo, a veces, es un arma infalible que hace cambiar y temblar a valientes.

Nadie duda en las razones por las cuales los gobiernos de Guatemala, Honduras y Panamá están en este Grupo. Después de la vapuleada que recetara la ex canciller venezolana, Delcy Rodríguez, a la canciller de Honduras en una Asamblea de la OEA, el 20 de junio de 2017, sobre las diferencias sustanciales de las condiciones de ambos países, solamente nos resta decir que, en Honduras hay un suicidio por día y, si Venezuela tiene un 6% de su población viviendo en otros países, Honduras tiene un 11%, lo que en ambos países aumenta con caravanas de emigrantes. La diferencia es que a Honduras le ocurre esto aún con la protección y colaboración política, económica y logística de la UE, Canadá y EUA, mientras que, a Venezuela, se le sanciona y boicotea diariamente por no ceder a los caprichos del imperio estadounidense, sin tomar en consideración los millones de dólares que se paga a los principales medios internacionales para perjudicar la imagen del gobierno venezolano. Así que la mejor fórmula para arruinar una sociedad hasta su destrucción total, no está en Venezuela, pero sí está en Honduras, colocando en la cabeza del gobierno de Venezuela a alguien como Juan Orlando Hernández. Así no habrá que sancionarle ni boicotearle sus propuestas de desarrollo. No se requeriría formar Grupos de políticos incondicionales, ni hacer mayores, ni menores, esfuerzos para que entregue sus riquezas naturales a las corporaciones internacionales, siempre y cuando compartan con él las ganancias. Será por esto que han convertido a un joven venezolano, violento, soberbio, improvisado, cínico y falso, en auto nombrado presidente interino Juan Gauidó (al fin recordé su apellido). Este hombre esta dispuesto a llamar a las tropas gringas o, de donde sea, para que le aseguren “su poder” en Venezuela, aunque solamente sea para tramitar la entrega formal de las riquezas nacionales.

Lo que habrá que saber ahora es, hasta donde les va a aguantar Donald Trump, sin cambiarles de nuevo esa “humanitaria” y política agenda. Sabemos de lo errático que es su personalidad, dentro de un marco muy similar al de un mafioso neonazi y xenofóbico. Además de los minerales e hidrocarburos, Trump quiere liberalizar todo lo nacionalizado por el gobierno de Venezuela y, este proceso “pacífico” del Grupo de Lima le puede causar muchas frustraciones ante las presiones de las grandes corporaciones. De todas manera ya el imperio gringo dejó claro públicamente qué es lo que buscan en Venezuela, para qué entonces esperar más, solamente para complacer a esos gobernantes “tontos del grupo de Lima”.

En la Conferencia en Montevideo, del jueves 07 de febrero de 2019, ya se aprobaron los mecanismos del diálogo. El proceso aprobado es el de 1) Diálogo Inmediato; 2) Negociación; 3) Compromisos; y 4) Implementación. Pese a las exigencias de ocho países de Europa Occidental, a excepción de Italia y Grecia[1], por lo cual la UE, sin un consenso no puede expresar su opinión unánime; y, del grupo de Lima, en la Conferencia de Montevideo la balanza estuvo en favor de la Paz y no intervención.

Uruguay y México parecen haber tirado una “tabla de salvación” para quitar del medio ambiente una probable guerra, no solamente contra el pueblo venezolano, pero contra el pueblo de nuestro continente. Es evidente que la opinión generalizada de nuestra juventud, incluyendo a buena parte de la oposición venezolana, es contra una intervención militar directa o indirecta contra Venezuela. América Latina no favorece la guerra, en Venezuela ni en cualquier territorio del continente. Ha sido de harto sabido la motivación económica del gobierno estadounidense y de sus corporaciones internacionales fabricantes de armas y petroleras, así que ningún pueblo quiere que, por tener recursos naturales codiciados por los gringos, van a masacrar a nuestro pueblo, tal como lo han hecho en medio oriente.

Ahora, cómo podrían explicar los profesores a sus alumnos el concepto de Democracia, cuando los 14 gobiernos, incluyendo a Honduras, Guatemala y Costa Rica, han definido como presidente de Venezuela a alguien salido de la manga de camisa de Donald Trump, que de repente se para frente a un grupo de conciudadanos para declararse presidente interino. Eso sí va a ser difícil para el magisterio de educación media y no digamos la superior.

Esperamos que la mediación de México y Uruguay tenga los éxitos deseados para la paz de nuestro continente. Nuestros pueblos no podrían ser indiferentes ante este posible nuevo genocidio estadounidense.

Enviado por el autor.

[1] «Grecia no lo hizo porque todavía creemos que el grupo de discusión que se reunirá en los próximos días en Montevideo, brindará una solución positiva y pacífica a los problemas que enfrenta Venezuela».

 

Imagen ilustrativa tomada de https://www.3museos.com

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