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Ese que se hinca ¿No es el poeta?

Memo Acuña González
Sociólogo, escritor
Costa Rica
2 de marzo de 2020

Primero fue el regaño papal y luego la protesta constante de un pueblo que solicitaba de la iglesia católica de entonces un compromiso político más proactivo a favor de los más necesitados. Interrumpieron tantas veces la intervención del entonces Papa Juan Pablo II, acérrimo enemigo de las propuestas comunistas y de la teología de la liberación, que lograron su enojo. Eran las voces enardecidas de la Nicaragua post revolucionaría. La Nicaragua del poeta, la Nicaragua de Ernesto.

En su viaje a Centroamérica el líder de la iglesia católica escogió Costa Rica como centro logístico para sus desplazamientos por la región. Esa noche, a su regreso de Nicaragua se organizaron actos de desagravio por lo que se consideró una ofensa a los principios de una iglesia que profesaba una férrea oposición a todo lo que pareciera alternativo desde el punto de vista religioso, espiritual y político.

La escena, que ahora sería definida en redes sociales como viral, mostraba un iracundo jefe regañando a su empleado, al que logró hincar en un ventoso aeropuerto Augusto Cesar Sandino, para recordarle que la misión de la iglesia no era arengar a los pueblos, acompañarlos en sus luchas sociales y provocar rupturas en el orden establecido.

Fue ciertamente una imagen testimonial que quedó tatuada en la memoria de una región convulsa, a la que con la vuelta de los años se le han profundizado las marcas de la desigualdad, el extractivismo y la injusticia. Que tanta falta hacen ahora personas de fe y compromiso como Ernesto. El hombre, el poeta.

Como una forma de desagraviar, no al jefe, sino al hombre, deberíamos levantar a Cardenal de su mal pasaje. Debemos decirle que nadie debe hincarse ante poderes turbios, mal orientados, hegemónicos, desiguales.

Su obra es infinita y habla por la persona tan intensa e imperfecta que fue. Por eso, como viaje a un sitio sagrado que todos y todas debemos hacer al menos una vez en la vida, su oración por Marilyn Monroe debe ser leída como texto de cabecera.

Pero me quedo mejor con aquella línea de uno de sus hermosos textos que es una expresión de amor, una actualización de la tarea que nos toca cumplir a quienes hoy trabajamos desde las trincheras de la literatura y las ciencias sociales, buscando una mejor región centroamericana.

“Los poetas, los que protegemos al pueblo con palabras”. Ernesto Cardenal.

Hasta pronto Ernesto. Gracias por tu cósmica luz.

Enviado a SURCOS por el autor.

Foto: “Ernesto Cardenal y la historia de la foto cuando lo rechazó el papa Juan Pablo II” Diario El Clarin, 1 de marzo de 2020.

Ernesto Cardenal, lucha social, Nicaragua, teología de la liberación

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