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Etiqueta: Ernesto Cardenal

Obituario de Gioconda Belli por Ernesto Cardenal

“No sé por qué me felicitan porque cumplí 90 años. Es horrible”. Así me dijo Ernesto Cardenal hace cinco años. Me reí. Así era él. Rajatabla. Rotundo. Se había ganado ese lado cascarrabias que no se plegaba a lo que los demás esperaban de él. No le interesaba el encaje de las relaciones sociales, pero quería a sus amigos, callada pero inequívocamente. Uno se lo veía en los ojos que podían ser inmensamente dulces. Y bastaba que uno le hablara del espacio, de la ciencia, de la poesía, para que su mutismo desapareciera y conversara entusiasmado sobre lo último que había leído en la revista Scientific American o en alguna de las otras revistas científicas a las que estaba suscrito, y que incluían el New Yorker, porque igual que el Universo, le interesaba el mundo. Era místico, pero tenía sus raíces bien plantadas en la tierra. Le gustaba la comida, las salchichas alemanas, el vino, pero vivía como un monje en su casa de Managua, una habitación con una cama, una mesa de noche y una hamaca.

Ernesto Cardenal concentraba en él dos rasgos esenciales de la identidad nicaragüense: el espíritu de lucha por el país amado y el amor por la poesía. Sus poemas de juventud, sobre todo sus epigramas, son lo mismo poemas de amor, que filosas condenas contra la dictadura de Somoza. La trapa en Kentucky en la que estuvo en los 50 y donde hizo una amistad inmensa con Tomas Merton, su maestro de novicios, le enseñó que su vocación religiosa no era contemplativa. Allí creció su idea de fundar en Solentiname, una isla del Gran Lago de Nicaragua, una comunidad que, alrededor de la sencilla iglesia que construyó con los campesinos, unió el Evangelio con el arte. Fue una pequeña pero trascendente utopía que, sin embargo, no dudó en abandonar. Con sus muchachos se unió a la lucha contra la dictadura de Somoza. Cuando los poetas y pintores de Solentiname se hicieron guerrilleros, la guardia somocista destruyó la comunidad.

Ernesto fue ministro de Cultura de la Revolución. Quiso diseminar la poesía y montó talleres donde la gente de los barrios aprendía que cualquier hecho sencillo de sus vidas podía ser contado en verso. Pero el exteriorismo que caracterizó su obra no se contagiaba. Era suyo. Fue él quien lo usó magistralmente, tanto para contar el fragor de la lucha, como para hablar de las estrellas. Su poema, Canto Nacional, dedicado al Frente Sandinista, lo reprodujimos en mimeógrafo y lo pasamos de mano en mano en los setentas. Él puso en palabras el dolor y la esperanza de esa lucha tenaz. Esa lucha que, ya llegado el sandinismo al poder, lo enfrentó no solo con el papa Juan Pablo II, cuyo dedo acusador lo señaló no bien el Pontífice puso pie en Nicaragua, sino con Rosario Murillo.

En los 80, cuando los escritores criticamos a la Murillo y pedimos una reunión con la dirigencia sandinista, sin Daniel Ortega, él llegó a defender a la esposa. Nunca olvidaré lo primero que dijo Cardenal en esa reunión: “Nosotros no nos queríamos reunir con usted, porque usted es el marido de ella” La integridad y firmeza de Cardenal no pudo con las maniobras con que Ortega se apropió del FSLN en los 90. El poeta renunció al partido.

CON LA PUERTA CERRADA Poema de Ernesto Cardenal

CON LA PUERTA CERRADA

Ernesto Cardenal

                                                           (fragmento)

Y cómo es que apareció cuando apareció

el Hijo de Dios bien desarmado

el lector fácilmente puede imaginarlo

Habrá sido extraño ver a Jesús

en medio de pobres enfermos y mujeres

liderando el Movimiento de Jesús

el manto no muy nítido que digamos

lavado por su madre lavandera

            una tal María

Carpintero de ciudad en Cafarnaúm

       tecnos en griego

   de donde viene Técnico y Tecnología

            “Y ustedes quién dicen que soy yo”

porque tal vez él mismo no sabía

Un Dios hecho carne

            la calumniada carne

Y nosotros parte del Cuerpo de Cristo

junto con nuestros muertos queridos

como un hecho biológico

Jesús polvo de estrellas como nosotros

producto del Big Bang como nosotros

Dios se unió al hombre despojándose de Dios

No nos reveló religiosidad sino humanidad

Encarnado en lo humano reveló a Dios

No en el Templo

            Jesús iba al monte a orar

y oraba a Dios (Abbá Papá)

Hay una diferencia entre Dios y Jesús

no son la misma persona sino dos personas               

            Jesús oraba a Dios

La Trinidad muy clara: Dios Triple

El amor mutuo exige otro

el amante que comparte el gozo

            y eso es la Trinidad

     amor compartido y amor supremo

Nacido en una cueva y muerto en una cruz

Excomulgado de los Santos Lugares

           “Maldito el que cuelga de una cruz”

La cruz ahora hecha por un orfebre

de oro y pedrería colgada al pecho de un obispo

Estaba distinto resucitado

y costaba reconocerlo

Atravesó las paredes y era el mismo

pero transformado

            Era el mismo pero no el mismo

cuerpo espiritual dijo San Pablo

No lo reconoció la Magdalena

            “Decime dónde lo has puesto”

Se aparecía con la puerta cerrada

en otra forma de vida y no un fantasma

las llagas aún frescas de donde brotó mucha sangre

no como un ser radiante

sino como un humilde humano comiendo pescado

No un resucitar para morir después otra vez

sino que Dios lo levantó de los muertos

y lo sentó a su derecha

para decirlo en lenguaje arcaico

Dios ahora llamado Abbá

el Dios del universo y de buenos y malos

Dios Padre era aún un Dios neolítico

Abbá cambió el concepto de Dios

y Abbá el nuevo nombre del Dios moderno:

            un diferente monoteísmo

Asesinado por la religión

            los religiosos lo mataron

los pecadores y las putas entrarían antes había dicho

los intocables llevados a la mesa como amigos

los que no eran para estar en la mesa

La nueva era era de la compasión

    Jesús mismo era la Buena Nueva

    La buena noticia de que Dios nos ama

Cuántas veces mirando el cielo nocturno

se preguntaban ¿qué serán ellas?                    

No estamos solos en un universo

en el que aparecimos sólo por azar

            (¿Todo lo existente sólo por azar?)

“Una evolución consciente de sí misma”

Los átomos se hicieron seres humanos

y el universo no será un accidente sin propósito

sin algo que dé sentido a nuestras vidas

Su mandato muy difícil: hacernos más humanos

hermano nuestro con una humanidad real

cagaba como nosotros

            pero era Dios

Dios humano con lo común de todo ser humano

Compañero en la muerte

y más allá de ella

Para quien no había diferencias religiosas

No vi templo

dice el Apocalipsis

La sagrada materia que dijo Chardin

            sagrados cuerpos encarcelados

muertos heridos golpeados

Con calibres de AK-47 dentro del ano  

después sin poder caminar

las cárceles llenas y las calles vacías

Una cárcel con el nombre del campamento de Sandino

Y también el niño Conrado desangrándose

porque a los médicos se les prohibió atenderlo  

            Y murió diciendo “Me duele respirar”

A todo el país nos duele respirar

el país entero en manos de una loca

la del estéril bosque de árboles de hierro

y en manos de un presidente sin huevos

gobernado por ella

Pero también un Papa heroico digno de Dante

que rehusó habitar el Palacio Pontificio

 con catorce aposentos

            diciendo cuando se los mostraron

                        “Como para que duerman catorce y no uno”

Y antes el Cardenal Arzobispo de Buenos Aires

sin cocinero porque se cocinaba él mismo

Y el tupamaro presidente uruguayo

Che-Mujica

también cocinándose él mismo

Expulsado de Nicaragua sin la medalla ofrecida

Bienaventurado Laureano Mairena

que no vio a Tomás Borge envilecido

            La revolución perdida

En el actual régimen de terror y mentira

la familia ha desforestado el país

indefensos en la globalización

El único animal vestido

Toda vida come

pero sólo por éste es el sabor de las comidas

                        foie gras                    caviar

            hamburguesa          hot dog

El vino tinto

            y el amarillo como lo calificó Neruda

Y el único animal que conoce a Dios

Un Dios no indiferente a la economía nacional

y un Dios que se despojó de Dios

y ya no era omnipotente ni omnisciente

Tal vez encarnó en el Homo sapiens

en el tiempo equivocado y el lugar equivocado

            ante judíos y romanos desarmado

Jesús no recurrió a Dios para evitar la cruz

                        no pidió la legión de ángeles

En la creación como él la ha creado

incapaz de impedir un terremoto

            el poder es una tentación

Hay atributos que son del César y no de Dios

Hablar de un Dios crucificado era blasfemia

            y un Dios pobre absurdo

los privilegiados vieron el fin de sus privilegios

            para Jesús todos iguales

y todos igual de cerca de Dios

Un Dios único: el mismo de todas las religiones

Jesús no fue cristiano

sino con una religión para todos

                                                           universal

que nos une a todo el universo

un universo penetrado por Dios

en el que la materia se conoció a sí misma

Un Cristo no sólo de nuestro planeta

sino de todo el universo

            antes astronómicamente muy limitado

por quien fue creado todo lo que existe

aun seres inteligentes muy distintos      

si los hay

            en el que todo se une

            y unido se une a Dios

                        todo enlazado con todo

lo finito abrazado con el infinito

                        fuimos necesarios para Dios

            Es un Dios que abraza

                                    Y me ha abrazado

Compartido con SURCOS por María Elena López.

Foto: https://www.pagina12.com.ar/250419-murio-ernesto-cardenal

Ese que se hinca ¿No es el poeta?

Memo Acuña González
Sociólogo, escritor
Costa Rica
2 de marzo de 2020

Primero fue el regaño papal y luego la protesta constante de un pueblo que solicitaba de la iglesia católica de entonces un compromiso político más proactivo a favor de los más necesitados. Interrumpieron tantas veces la intervención del entonces Papa Juan Pablo II, acérrimo enemigo de las propuestas comunistas y de la teología de la liberación, que lograron su enojo. Eran las voces enardecidas de la Nicaragua post revolucionaría. La Nicaragua del poeta, la Nicaragua de Ernesto.

En su viaje a Centroamérica el líder de la iglesia católica escogió Costa Rica como centro logístico para sus desplazamientos por la región. Esa noche, a su regreso de Nicaragua se organizaron actos de desagravio por lo que se consideró una ofensa a los principios de una iglesia que profesaba una férrea oposición a todo lo que pareciera alternativo desde el punto de vista religioso, espiritual y político.

La escena, que ahora sería definida en redes sociales como viral, mostraba un iracundo jefe regañando a su empleado, al que logró hincar en un ventoso aeropuerto Augusto Cesar Sandino, para recordarle que la misión de la iglesia no era arengar a los pueblos, acompañarlos en sus luchas sociales y provocar rupturas en el orden establecido.

Fue ciertamente una imagen testimonial que quedó tatuada en la memoria de una región convulsa, a la que con la vuelta de los años se le han profundizado las marcas de la desigualdad, el extractivismo y la injusticia. Que tanta falta hacen ahora personas de fe y compromiso como Ernesto. El hombre, el poeta.

Como una forma de desagraviar, no al jefe, sino al hombre, deberíamos levantar a Cardenal de su mal pasaje. Debemos decirle que nadie debe hincarse ante poderes turbios, mal orientados, hegemónicos, desiguales.

Su obra es infinita y habla por la persona tan intensa e imperfecta que fue. Por eso, como viaje a un sitio sagrado que todos y todas debemos hacer al menos una vez en la vida, su oración por Marilyn Monroe debe ser leída como texto de cabecera.

Pero me quedo mejor con aquella línea de uno de sus hermosos textos que es una expresión de amor, una actualización de la tarea que nos toca cumplir a quienes hoy trabajamos desde las trincheras de la literatura y las ciencias sociales, buscando una mejor región centroamericana.

“Los poetas, los que protegemos al pueblo con palabras”. Ernesto Cardenal.

Hasta pronto Ernesto. Gracias por tu cósmica luz.

Enviado a SURCOS por el autor.

Foto: “Ernesto Cardenal y la historia de la foto cuando lo rechazó el papa Juan Pablo II” Diario El Clarin, 1 de marzo de 2020.

Carta urgente sobre Nicaragua, de Ernesto Cardenal y CUDJ Nicaragua

Comunicado de prensa

Carta urgente sobre Nicaragua de Ernesto Cardenal y CUDJ Nicaragua

Desde la Coordinadora Universitaria por la Democracia y la Justicia (CUDJ Nicaragua) junto al poeta Ernesto Cardenal, le enviamos una carta la mañana del martes 19 de junio al expresidente de Uruguay, José «Pepe» Mujica, denunciando la grave crisis socio-política que ocurre en Nicaragua.

A dos meses del inicio de la masacre en Nicaragua bajo el gobierno Ortega-Murillo, más voces exigen urgentemente el cese a la represión y la búsqueda de la justicia para todas las familias víctimas de la violencia en este país. El gobierno de Ortega-Murillo no puede seguir encontrando legitimidad en los movimientos de izquierda a los que con sus actos sin escrúpulos ha traicionado.

Buscamos el apoyo por parte de actores de la comunidad internacional y otros organismos para que condenen la continua violación de derechos humanos en Nicaragua y promuevan acciones internacionales que respalden la ruta pacífica de democratización del país presentada por la ciudadanía nicaragüense.

Vídeo: https://www.facebook.com/CudjNicaragua/videos/392547041224389/

#SOSNicaragua

 

Atentamente,

Padre y Poeta Ernesto Cardenal y Coordinadora Universitaria por la Democracia y la Justicia

 

Ingrese en el siguiente enlace para leer la carta:

Carta de Ernesto Cardenal y CUDJ Nicaragua para Jose (Pepe) Mujica – 19 de Junio de 2018

 

La Coordinadora Universitaria por la Democracia y la Justicia es un espacio de consenso y articulación de universidades, que surgió a partir de las manifestaciones de Abril por la necesidad de un cambio radical en la organización y representación legítima de los universitarios en sus recintos; actualmente la integran estudiantes organizados de UNAN-Managua, UNI, UAM, UNAN-León, Thomas More y UCA. La CUDJ Nicaragua ha logrado también articular acciones conjuntas con organizaciones de sociedad civil, barrios organizados, movimiento campesino y grupos feministas, para fortalecer estrategias de participación ciudadana a nivel local y regional.

Ernesto Cardenal y su poesía a los noventa años

Rogelio Cedeño Castro

Rogelio Cedeño
Rogelio cedeño Castro.

 

Mientras el entonces presentador radial y destacado académico, sociólogo y poeta chileno Bernardo Beco Baytelman corría con su micrófono, tratando de entrevistar a Ernesto Cardenal, en los jardines del viejo Pedagógico de la Universidad de Chile, gritándole a voz viva: “poeta”, “poeta”… no puedo sino recordar que yo, por mi parte, no lograba salir de la inmensa y asombrosa alegría de haber escuchado, apenas hacía unos minutos, la exposición y el recital de aquel bardo nicaragüense que, ya por entonces, se había convertido en objeto de mi juvenil admiración. La verdad es que no puedo precisar ahora, después de varias décadas transcurridas, la fecha en la que ocurrió la primera y la única vez que tuve un encuentro visual con aquel poeta de boina y barba blanca, granadino de buena cepa, llamado Ernesto Cardenal (Granada,1925), un hecho que estuvo acompañado de emoción por la emotiva lectura a viva voz de algunas de sus obras, por parte del autor, quien en estos días del año 15 del nuevo siglo, se apresta cumplir los noventa años, en medio de la nostalgia de quienes hemos sabido apreciar no sólo su prolífica obra literaria, sino también su participación en la vida cívica de su hermoso y sufrido país, aunque también se trata de un aniversario presidido por la alegría de que todavía permanezca entre nosotros, dándonos luz con sus valiosas y enérgicas tomas de posición u opiniones valientes, acerca de los más diversos temas, como es el caso de la presunta construcción de un canal en Nicaragua, por parte de una empresa china, la que se ha convertido en una grave amenaza ambiental para todo el istmo centroamericano. Lo que sí es cierto, de toda certidumbre, es que tales sucesos acontecieron en un viejo auditorio del Pedagógico, de la por entonces Sede Oriente de la Universidad de Chile, en el barrio o comuna santiagüina de Macul, allá por el mes de noviembre de 1971, en medio de una de las primaveras más inolvidables de toda mi vida y cuando me resonaban en la mente los versos de poemas como Hora O, Oración por Marilyn Monroe, el Estrecho Dudoso y otros, que conocíamos a partir de la lectura reciente, apresurada y entusiasta que habíamos realizado poco tiempo atrás. Hoy, en medio de este presente que se disuelve a cada instante, no me queda sino recordar con emoción y una cierta nostalgia también al Beco Baytelman, hombre alto y emotivo, que nos deleitaba todas las noches con sus lecturas en la Radio de la Universidad de Chile, especialmente con el cuento de medianoche que mi mujer y yo esperábamos con ansia hasta esa hora, alegrándonos mientras escuchábamos la letra de una canción que decía “Blanca corría la luna y yo corría tras ella…”, una especie de leitmotiv con que se anunciaba la lectura tan esperada de uno de esos cuentos, no importa si eran de Cortazar, García Márquez o alguno de los grandes narradores estadounidenses o europeos. Por cierto que Beco Baytelman falleció prematuramente en el exilio, en México durante el año de 1982, en estos días su recuerdo acudió vivamente en nuestra memoria, sobre todo por su condición de hombre apasionado por la cultura, en medio de las tragedias que nos trajo aquella asonada militar del 11 de septiembre de 1973, la que terminó por lanzarlo lejos de los lares que lo vieron nacer.

Todavía puedo sentir las vibraciones y el entusiasmo del público sentado en el auditorio del Pedagógico, conformado principalmente por estudiantes chilenos y de otras nacionalidades que nos habíamos agrupado en ese sitio. Algunos de aquellos poemas de Cardenal, en especial Hora Cero, eran verdaderos murales, donde las características del despliegue de los elementos de toda una saga, se daba cuenta de las inmensas tragedias vividas por los pueblos de la América Central, a lo largo del siglo anterior.

Nuestro contacto con Solentiname, un itinerario esencial del autor que más nos ocupa en estos días, fue un hecho reciente gracias al granadino, de grata memoria, José Roberto Pacheco Aguilar(1948-2011), quien nos llevó a conocer y a disfrutar de aquellas islas, hace apenas unos pocos años, acercándonos in situ a las utopías y ensueños del autor del Evangelio de Solentiname, pero también de obras como La Revolución Perdida que es también la tercera de sus memorias, las que han venido siendo publicadas a lo largo de la última década. ¡Salud poeta Ernesto Cardenal en este su noventa aniversario!

 

Enviado a SURCOS Digital por el autor.

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