Frente al Reloj del Juicio Final, ¿Estamos en tiempo para detenerlo…?
A dos años de la visita al Museo Nacional Conmemorativo de Showa, de Tokio
Caryl Alonso Jiménez
El Reloj del Juicio Final, es realmente la metáfora que llama la atención a la humanidad frente al apocalipsis que representan las crisis bélicas, que podrían provocar la destrucción del planeta. Fue creado por los científicos Atómicos (BAS), que trabajaron en el “Proyecto Manhattan” para la producción de armas nucleares en la segunda guerra mundial.
La sede del reloj se encuentra en la ciudad de Chicago, y se mueve por segundos hacia la media noche ante la existencia de crisis atómicas. O, hacia el mediodía, cuando los que tienen el control y el poder, optan por la paz. ¡Vaya sorpresa del poder!
Esos segundos más allá de lo premonitorio que pueda parecer, generalmente presentan escenarios en las que se revelan altas condiciones de riesgo para un desastre nuclear hacia la media noche. Y por sorpresivo y más allá de lo trágico que pueda parecer, la noche del 29 de enero del 2025, el segundero se situó a 89 segundos de la media noche… en uno de los riesgos más altos del planeta y la humanidad, pero, ¡a nadie le importo!
En 1947 estuvo a 7 minutos de la media noche. Y en el año 2024 a 90 segundos. Ya cerca de un riesgo alto para la humanidad. Esto no es una broma de mal gusto y tampoco una retórica festinada para el teatro divertido de los acontecimientos geopolíticos. Más ahora cuando todo se dirime por mensajes en las redes sociales que hace tambalear al mundo.
No deja de generar asombro el presente y controversial futuro…. Ni Hollywood con cintas premonitorias, ni los Simpson y tampoco futurólogos explican este presente, Pero, ¿Por qué no lo advirtieron…? Extraño, ¿Qué es lo que no vemos o no entendemos? Los expertos en lo obvio distraen en lo que se ve, ¿Y lo que no se mira?, ¡Vaya teatro…!
Es probable que desde la comodidad de sala, que permite ver los escenarios en las poltronas del confort, no se vea la verdad ni se entienda. Son esas burbujas que propician distracciones que pueden resultarnos relatos para un sábado de película.
Pero no. El 6 y 9 de agosto de 1945, en Hiroshima y Nagasaki se lanzaron bombas atómicas que provocaron 325,000 muertos. Una de las tragedias más horrendas de historia. Hoy Hiroshima y Nagasaki están en la mente de las preocupaciones y que estoy seguro que la posverdad se encargará de eliminar de la memoria histórica.
Un domingo de marzo de 2023, guiados por uno de los profesores más brillantes del Japón, Doctor Tomomi Kosaki. No por las toneladas de libros que habrá leído, ni por su extraordinaria formación y docencia académica. Ni por su visión en largos viajes por Latinoamérica, y Guatemala en particular… No. Esos méritos ya los tiene….
Es por su entendimiento que los procesos de confrontación atómica pueden repetir la experiencia de Hiroshima y Nagasaki y la humanidad debe ser consciente.
Ese domingo visitamos el Museo Nacional Conmemorativo “Showa” (Paz brillante). Guarda la historia del Japón en la Segunda Guerra Mundial. Pudimos ver la capacidad de un pueblo movido por la esperanza para construir una potencia que no necesitó héroes y tampoco de frasecitas emocionales para levantar su progreso.
No. Lo hicieron movidos por un liderazgo político que supo entender la historia y una sociedad que hizo de la tragedia y el dolor humano, la fuerza para levantar una nación, enseñanza que conmueve, ¿Cómo lo hicieron…? ¡Ese fue el Japón que conocí…!
Quedamos asombrados. Estábamos abrumados, pero altamente sorprendidos de cómo las decisiones políticas y consenso de empresarios japoneses, construyeron la grandeza del Japón de hoy. Con reparto real y riquezas que se multiplicaron. ¡Su grandeza! Esas son las lecciones que debemos aprender. También sus proyectos y su cooperación local… Pero por favor… ¡Es su grandeza y defensa de la democracia…!
Esa mañana nos preguntó el Profesor Kosaki, -¿Creen ustedes que esto puede pasar otra vez en el Planeta…? Creíamos que no y tampoco en los siguientes años…
Pero la noche del martes 29 de enero del 2025, el expresidente Juan Manuel Santos de Colombia, invitado esa noche a la sede del Reloj del Juicio Final en Chicago, dijo que las agujas del reloj se habían adelantado unos segundos a la medianoche… pero apenas habían pasado 9 días del cambio global. Algunos festejaban la nueva era. Realmente, ¿Habremos entendido algo de la historia de la humanidad en el siglo XX…?
Esa noche quedamos estupefactos con la noticia y la coincidencia. Alguna vez el poeta indio, Rabindranath Tagore, dijo que, “la pequeña sabiduría es como el agua, clara y transparente…”. Por ello, la metáfora del Juicio Final es un recordatorio. Ese domingo de marzo de 2023 en Tokio, lo confirmamos. Japón es la enseñanza de lo que no se puede repetir. Entonces, ¿Habrá tiempo y sabiduría para detener el avance del Juicio Final…?
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