«IGUALITO QUE EL AÑO PASADO», dice el borrachito del chiste

Freddy Pacheco León

ANTE LA AGRESIÓN del diputado Feintzaig (seguido por otros a su cola) contra el SALARIO ESCOLAR y a favor de que ese dinero subvencione a los dueños de vehículos que pagamos el impuesto único a los combustibles, una breve nota:

HACE 28 años se aprobó ese ajuste salarial que se paga diferido, y que para el trabajador significa una retención obligatoria que cae muy bien a inicios del Año Nuevo.

Despreciado por el sector privado, que no lo acepta porque quizá muchos patronos, reportan salarios menores haciendo pagos como »servicios profesionales», para escamotear cargas sociales y pagos de renta al reportar menores ganancias (¡la evasión de impuestos supera el déficit fiscal!); se les «jodería el negocio», dicen en el barrio.

Ahora bien, para conocer el origen histórico del «salario escolar» veamos lo que nos dice su gestor en el gobierno de Figueres Olsen, el exministro de Trabajo Farid Ayales:

»El salario escolar es parte integral del salario del trabajador con la particularidad que el 8.25% se paga en forma diferida a final de la primera quincena de cada enero. Se constituyó de acuerdo a mi propuesta que el aumento salarial del primer semestre de 1995, se pagara así. Mi propuesta fue acogida por el Consejo Nacional de Salarios que es independiente. Por tanto, NO se puede eliminar o incautar porque sería una rebaja ilegal del salario». Palabras reafirmadas por fallos judiciales terminantes.

¡Lástima que los críticos no son dados a estudiar! porque se hubiesen evitado el ridículo que están haciendo y hacen todos los años por esta época.

Que tal práctica debería extenderse al sector privado para beneficio de sus trabajadores, es cierto, pero depende de las posibilidades que se analicen entre empleadores y empleados, si se lo proponen.