La Fiesta del Agua: una celebración de la memoria que nos mantiene alertas para enfrentar las luchas que se avecinan en defensa de nuestros ríos
Oscar Beita – médico salubrista
Madeline Kiser – poeta y activista del agua
Presa de riego de Del Monte ubicada en el rio Volcán.
El 1ero de junio se celebró en Longo Mai de Volcán de Buenos Aires la octava edición de la Fiesta del Agua. Organizada entre otros por la Comisión Defensora de los Ríos Sonador y Convento, Movimiento Ríos Vivos y Programa Kioscos Socioambientales de la Universidad de Costa Rica, este Festival anual conmemora el triunfo de las comunidades organizadas de la zona Sur en su lucha para detener la construcción de 17 proyectos hidroeléctricos privados, además del Diquís, propuestos para ríos ubicados en los cantones de Pérez Zeledón, Buenos Aires y Coto Brus entre los años 2013 y 2019.
Los representantes de las comunidades que detuvieron la construcción de dichas represas estuvieron acompañados por lideres y lideresas de movimientos que actualmente enfrentan retos importantes, como la Alianza de Comunidades por la Defensa del Agua de Guacimal, Chomes y Manzanillo de Puntarenas, luchando contra quebradores que extraen material del río Guacimal y otros, y amenazan las fuentes de acueductos locales. Así mismo, las compañeras del Frente Ecologista de Cipreses (Eco-Cipreses), quienes lograron presionar al gobierno con una campaña nacional e internacional para prohibir el fungicida clorotalonil que contaminó las nacientes y acueductos de Cipreses y Santa Rosa de Oreamuno de Cartago. También estuvieron representantes del Frente Nacional de Lucha, una alianza integrada por más de 60 organizaciones de diversos sectores de la sociedad, preocupados por el rápido avance de las políticas neoliberales que han venido a deteriorar los servicios de instituciones que son parte del estado social solidario costarricense (CCSS, ICE, AyA, BCR, INA, MINAE, etc.).
Al calor de la celebración, y con un poco de duda y temor, algunos participantes nos preguntábamos si las actuales organizaciones ecologistas, grupos comunales y las nuevas generaciones de activistas, estábamos preparados para enfrentar las graves amenazas que se avecinan, como el proyecto de Ley de Armonización del Sistema Eléctrico Nacional (expediente legislativo N° 23.414) que se discute actualmente en la Asamblea Legislativa. Este proyecto, priorizado recientemente por la administración Chaves, propone modernizar la legislación del sistema eléctrico nacional: abriendo a la competencia los mercados de generación y distribución eléctrica; trasladando la rectoría del sector eléctrico del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) al Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE); y creando un mercado mayorista, donde empresas generadoras de energía, distribuidoras eléctricas y consumidores podrían comprar y vender electricidad mediante el mecanismo de subasta.
Concretamente el temor de los activistas congregados en la Fiesta del Agua es que, además de facilitar el avance hacia la privatización del ICE y la desintegración del modelo eléctrico solidario costarricenses, la aprobación de este proyecto de ley podría generar una nueva ola de proyectos hidroeléctricos en los ríos de la zona Sur. Los cuales, a pesar de estar cada día más debilitados por la intensa extracción para riego de plantaciones de piña en los meses secos y del cambio climático acelerado, todavía serían capaces, aunque por un corto tiempo, de generar energía en los meses lluviosos, a precios atractivos, para exportar a países de la región centroamericana.
Más tarde compartiendo un delicioso café con veteranos de las luchas y reflexionando sobre las acciones que llevaron al Movimiento Ríos Vivos y las comisiones de defensa organizadas en más de 20 comunidades, al triunfo que hoy celebramos, llegamos a la conclusión de que: la memoria colectiva de luchas pasada —que conmemoramos cada año en la Fiesta del Agua– es nuestra mejor vacuna contra los ambiciosos desarrolladores que vendrían a construir nuevas represas para enriquecerse con el agua de nuestros ríos.
Al igual que el sistema inmune, que produce linfocitos (células sanguíneas) dotados de memoria después de exponerse por primera vez a un patógeno (antígeno) introducido al cuerpo durante una infección o mediante una vacuna, los veteranos de las luchas por la protección de los ríos cuentan con la memoria necesaria para responder más rápida, eficaz, y contundentemente la próxima vez que un desarrollador amenace con construir un nuevo proyecto hidroeléctrico en nuestros ríos.
Para resurgir, para recomenzar, para retomar el camino de la lucha por nuestros ríos y nuestras instituciones públicas, el mensaje de la celebración de la Fiesta del Agua es que debemos volver siempre al encuentro con nuestros colegas, con los compañeros y las compañeras que nos ayudan a invocar la memoria viva, concreta y palpitante de las primeras luchas. Una vez más … una dosis de refuerzo que fortalece nuestra inmunidad para enfrentar los retos que nos trae el día de hoy.
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