La flexibilización de las jornadas es un camino equivocado que castiga más a las mujeres

Rose Mary Rodríguez Bustos

Secretaria de Género CTRN

El martes 4 febrero asistí a la audiencia en la que la Confederación de Trabajadores Rerum Novarum, en representación de miles de personas trabajado ras, expuso a la Comisión de Asuntos Jurídicos de la Asamblea Legislativa la inconveniencia del proyecto de ley que pretende modificar las jornadas laborales.

El estar entre cinco diputadas me interesó sobremanera, siendo que en ellas pesa una gran responsabilidad de tomar decisiones que podrían afectar, para bien o para mal, la vida de miles de familias costarricenses.

La reforma de los artículos 136, 142, 144 y 145 del Código de Trabajo para modificar las jornadas de trabajo excepcionales y «resguardar» los derechos de las personas trabajadoras, desde la mirada sindical, es un proyecto que atenta contra los derechos laborales de la clase trabajadora del país. Un proyecto que hace retroceder todo lo ganado en las grandes luchas dadas por muchas personas trabajadoras, como es la jornada de 8 horas, estipulada en el Código de Trabajo, y conquistada hace un siglo en nuestro país, mediante muchos movimientos y huelgas de trabajadores y trabajadoras organizados.

¿Cómo pretende hacer creer al pueblo costarricense la llamada flexibilización laboral va a mejorar la calidad de vida? ¿Cómo entender que estas jornadas tan extensas lejos de ayudar, más bien contribuyen a aumentar la precarización de las condiciones laborales, en especial de las mujeres? El trabajar bajo la modalidad 4/3 contribuirá en un alto grado al deterioro de la salud (aumento de estrés, depresión e incapacidad de atender las labores de forma eficaz, improductividad debido al agotamiento físico y mental, desatención de la familia, entre otras desventajas. Piense en las personas trabajadoras en una empacadora de banano, o en una plantación de palma africana.

Piense en quién atiende la mayoría de los trabajos domésticos no asalariados: las mujeres. Este proyecto de Ley contribuirá a recargar aún más las ya extensas y extenuantes jornadas de trabajo (asalariado y no asalariado) que las mujeres llevamos sobre nuestras espaldas.

La diputada Silvia Hernández afirma que la adopción de esta modalidad de jornada laboral será voluntaria, es una muestra un desconocimiento absoluto de la realidad costarricenses, con un desempleo crónico superior al 12%; olvidando la señora Hernández, o más bien, prefiriendo ignorar que la mayoría de las personas toman cualquier trabajo por su propia sobrevivencia y por supuesto la de su familia.

La Secretaría de Género de la Confederación Rerum Novarum hace un llamado a los y las diputadas para que revisen sus actuaciones y piensen en ese pueblo que los eligió, que día a día clama por una verdadera justicia social.

 

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