La venta del Teatro Arnoldo Herrera González a espaldas de toda la comunidad Castella por parte de la Fundación Castella, especialmente de Gustavo Rojas, es parte de un proceso de privatización que hay que leer políticamente. Tanto secretismo es sólo la cara visible de una actitud autoritaria de la Fundación, lo cual no sorprende porque el autoritarismo está siendo parte de nuestra cultura política actual.
Pero lo que más me preocupa es la «argumentación» (que detectamos por filtración de audios privados porque ni el señor ni la Fundación han hecho públicas sus decisiones) de que como el Estado, léase el MEP, es ineficiente resolviendo los problemas de infraestructura educativa entonces hay que pasarle la responsabilidad a la Fundación para resolver el problema, nótese que es la misma «argumentación» que en el proceso de privatización de la CCSS: es una orquestación bien organizada de corte neoliberal para privatizar la educación, el arte y la salud. Pero tanto la Fundación como don Gustavo no contaron con que nuestra rabia e indignación se convertirán en resistencia, así que esto sólo comienza:
¡El Castellá no está en venta!
Texto de Viviana Guerrero Chacón.
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Compartido con SURCOS por Juan Carlos Cruz Barrientos.