Mensaje del Arzobispo de San José con motivo del LXXXII aniversario de la CCSS

Plaza de las Garantías Sociales,
San José,
1 de noviembre del 2023

Mons. José Rafael Quirós Quirós
Arzobispo Metropolitano de San José

Un saludo fraterno a los presentes y a quienes me escuchan:

En el marco celebrativo del octogésimo segundo aniversario de fundación de la Caja Costarricense del Seguro Social, agradezco la invitación de la Unión Nacional de Empleados de la Caja, para unir mi voz esta mañana, al reconocimiento de esta Institución emblemática de la seguridad y solidaridad social de Costa Rica, que hunde sus raíces como sistema de salud en la conjunción de voluntades de costarricenses visionarios y humanistas.

Desde los valores cristianos presentes en la sociedad costarricense y el pacto social sellado en la década de los años cuarenta del siglo pasado, compatriotas comprometidos con los habitantes más pobres, privados del derecho humano a la salud, visualizaron un sistema de seguridad social que nace como expresión de la solidaridad, la fraternidad y el bien común, que nos enorgullece.

Como costarricense hago llegar el agradecimiento de muchos al personal médico, administrativo y demás áreas, que labora en la Caja, y que manifiestan día a día su amor al prójimo, danto el trato humano que merece cada paciente. Es la mirada misericordiosa del buen samaritano, capaz de hacer suyos los sufrimientos y dolores del que sufre.

Después de la pandemia, no podemos olvidar al personal hospitalario y de los EBAIS, que estuvieron en primera fila de atención de los pacientes afectados por el coronavirus SARS- CoV- 2. En particular, no debemos borrar de la memoria a los trabajadores de la salud que ofrendaron sus vidas en su misión humanitaria, que nos hace recordar las palabras de Cristo: “nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos” (S Juan 15,13).

Así, la mejor defensa que un trabajador de la Caja puede hacer de nuestra institución, en primera instancia, es el trato amoroso al paciente y la atención esmerada a todo aquel que requiere alivio a su sufrimiento humano. Me atrevo a señalar que el éxodo de profesionales médicos, que interrumpen su trayectoria laboral en la Caja, seducidos por mayores ingresos económicos, abre signos de preguntas, en lo que a solidaridad se refiere.

Destaco con mucha alegría y esperanza que continúe fortaleciéndose, el programa de trasplantes, la medicina preventiva, la atención prenatal, el régimen de pensiones no contributivo, la universalización y democratización del servicio de salud, la atención general a los estudiantes de nuestro país, la implementación de los recursos tecnológicos e informáticos, y otras acciones necesarias institucionales.

Por ello, es un compromiso permanente de parte de todos los costarricenses, incluyendo a las autoridades correspondientes, la defensa y fortalecimiento de nuestro sistema de seguridad social, que fija su mirada solidaria y fraterna, en la población más vulnerable y empobrecida del país. De ahí que, si hay voces que afirman que la Caja está enferma, entonces es el momento de hacer un diagnóstico serio y responsable, para aplicar el tratamiento oportuno, y no permitamos que se muera.

Una estrategia de intervención patriótica es unir voluntades como en el pasado mediante el diálogo objetivo, maduro y efectivo. Por eso, hay que procurar la unidad entre trabajadores, empleadores, representantes del Estado y los asegurados. Recordemos que el diálogo es el camino que siempre debemos recorrer para la paz social en Costa Rica y que es craso error poner oídos sordos al clamor de la ciudadanía.

En esa dinámica de encuentro y diálogo, destaco lo realizado por el Foro Mario Devandas coordinado por la Iglesia, cuando las autoridades de la Caja hicieron la consulta pública sobre la reforma al Reglamento del Seguro de Invalidez, Vejez y muerte de la Caja de Seguro Social, con la participación de UNDECA y la mayoría de sindicatos del sector salud, movimientos sociales, sectores políticos y académicos, y otros.

Para la consulta pública mencionada, se entregó el 4 de noviembre del 2021, una propuesta formal del movimiento sindical y social, denominada: El IVM pilar de nuestro sistema de protección social: la progresividad debe ser el eje.

En dicha ocasión una de las propuestas que llamó más la atención, fue la que argumentó a favor de la mujer trabajadora.

En este momento considero fundamental en este espíritu de solidaridad, que a quienes corresponda, poniendo su mano en el corazón, busquen los caminos para responder de manera urgente a la lista de espera para la atención médica. Unido a esto los demás temas de infraestructura y demás.

Destaco finalmente la importancia de la atención espiritual que reciben los pacientes. Las Capellanías en los hospitales, con su misión de consuelo y alivio de los enfermos y sus familiares que lo requieran, no son un mero privilegio eclesial, sino un derecho del enfermo.

En este día de regocijo por los 82 años de esta querida institución, que es patrimonio histórico social de todos los costarricenses, le pido a nuestro Señor, el Médico por excelencia, que tuvo compasión por los enfermos a quienes sanó, que nunca falte la mano amiga, solidaria y fraterna del buen samaritano, con el que sufre, con el pobre y desamparado, mediante la atención de los servicios de salud de la Caja Costarricense del Seguro Social.

Nos congratulamos todos como país que sigue recorriendo caminos de esperanza.

Muchas gracias.