Por: Trino Barrantes Araya
Email: camilosantamaria775@gmail.com
SURCOS comparte la siguiente reflexión:
Cuando vemos actos genocidas, como los perpetrados en Honduras contra sus poblaciones aborígenes, garífunas y LGTBI; acciones dantescas y obscenas como las que ejecuta hoy el gobierno fondomonetarista de Lenin Moreno, o la metáfora de muerte de Bolsonaro contra la Amazonía brasileña, solo nos queda por argumentar que hoy “descolonizar”, se convierte en una búsqueda insoslayable y en un gran imperativo de humanización.
A 529 años del genocidio español y de los imperios que emergían, la urgencia por el rescate de la memoria de clase e histórica, tiene lugar exclusivamente, en todos estos procesos de descolonización que emergen desde la conciencia de lo popular, lo ancestral y en las construcciones de nuestras propias identidades.
No es posible, en el siglo XXI, cerrar las puertas a la interculturalidad. Tal vez hoy, mejor que ayer, las grandes masas de inmigrantes son los portadores de una nueva toma de conciencia, nos señalan la resistencia, desde una realidad compleja o son las formas particulares que asume la memoria de los pueblos para visibilizar otras formas de construcción de la historia nacional y la identidad de clase.
¿Qué debemos descolonizar ?. Ollantay Itzamná, en su excelente artículo nos dice lo siguiente:
“En el proceso de la colonización permanente, incluso durante los dos siglos de repúblicas criollas que transcurren, se fijó en la estructura psicológica, individual colectiva, de los pueblos aborígenes y mestizos, la celebración de 12 de octubre como el “Día de la Hispanidad /…/ Nos bautizaron con la promesa de civilizarnos. Nos alfabetizaron con la promesa de modernizarnos. Pero, siglos después, la “civilidad moderna” trastocó los hilos de la trama de la Vida en el planeta, al grado de llevarlo a su debacle. /…/ En un mundo matricida y suicida, el sistema-mundo-occidental, ahora, en crisis civilizatoria, va por todo y por todas partes a escarbar y destruir nuestros territorios bajo la promesa de “desarrollo sostenible, o “economía verde” que jamás llegará para nosotros /…/ El proceso de enseñanza aprendizaje anula casi por completo los idiomas nativos. Los contenidos curriculares, en todas las materias, son copias de manuales “universales” euronorteamericanas que idealizan lo foráneo y desprestigian lo nativo. ”.(1)
Descolonizar tendrá siempre, implícitamente, el ejercicio de la deconstrucción, porque descolonizar está estrechamente articulado con el “mal llamado descubrimiento”. Estamos, pues, frente a la tarea de reinterpretarnos en nuestras raíces, en nuestra mismidad en nuestras luchas cotidianas.
Ahora bien, una pequeña digresión histórica. En el marco de los 500 años, me pareció “genial “, una pinta o graffiti que estaba escrita en las paredes del baño popular -para hombres- situada en la terminal de buses que viajan a los distritos de mi cantón, San Ramón-Provincia de Alajuela, Costa Rica.
Con tintes de ser una parodia, obviamente, de un viejo texto escolar, el escrito, con la grafía que supone este tipo de pizarra contestaria decía así:
“ Nació en mil cuatrocientos
noventa y dos, puto día,
tres de agosto, media hora
de hacer su cogida el conquistador…”.
Fue de muy corta duración aquel graffiti. Para el miércoles 14 de ese mismo mes, la pared había sido pintada. Aquella “pinta” conspirativa no pudo sostenerse más. Pero como todo deja una buena enseñanza, inspirados en aquella parodia, publicamos un pequeño volante con la estrofa de la canción de Horacio Fontova: Los hermanos pinzones:
“Los hermanos pinzones, eran unos…marineros.
Que se fueron con Colón que era un viejo…bucanero.
Y se fueron a Calcuta a buscar algunas…playas.
Y los indios motilones les cortaron…la retirada”.
(https://www.youtube.com/watch?v=0PdN6M4o3vg)
Seguidamente con la seriedad y el respeto que nos merecen los pueblos ancestrales, situamos nuestro punto de vista, con respecto a la fecha que, obligatoriamente, en las escuela y colegios deben celebrar. Aquel volante llevó por título: “7 mentiras de Cristóbal Colón y un largo genocidio”. El documento original, sirvió, más tarde, de base, para dar pequeñas charlas en escuelas y colegios.
Pero hagamos un pequeño ejercicio. Una carabela, una nao y una carraca. La Santa María, gobernada por Juan de la Cosa. Martín Alonso Pinzón, capitaneó La PINTA, en apoyo explícito a su hermano Francisco Pinzón; finalmente, La Niña, fue posesionada por Vicente Yánez Pinzón.
Palos de Morgue y la isla de San Salvador, no son así, dos simples accidentes geográficos. Ambos llevan la impronta de un largo proceso de etnocidio, explotación, violaciones y sometimientos. La cruzada del oro abría una página en blanco que pronto rebosaría de sangre.
Al grito de Rodrigo de Triana, aquel amanecer del 12 de octubre de 1492; de: ¡Tierra!, ¡Tierra!, devino un nuevo momento de ampliar el mapamundi. Se inscribía así la primera cartografía de la globalización. Triana, por supuesto que no era blanco-español, era un morro, un negro, pero la historiografía ha hecho tanto el esfuerzo por blanquearlo, que así lo construyó el imaginario colectivo. Este es parte del encubrimiento, pues nunca nos dicen el color de la piel.
Pero retomemos del libro citado, cuando mencionamos la parodia, en los párrafos precedentes, la Cita de Gabriel Ureña M.
“…el indio Pedro, guía de la expedición, insinuó a Pereira la posibilidad de encontrar la gente en el rastrojo del Guapinol, y a través de la selva, por dos senderos distintos se encaminaron los expedicionarios hacia dicho lugar. Efectivamente, desde la urdimbre del umbroso bosque pudieron observar a la sombra de un frondoso guapinol, la ejecución de un rito para ahuyentar el “bukurú” o demonio maligno, que tenía enfermo a un indio. Y dentro del grupo el capitán Pereira vio una preciosa india joven y distinguida que era Biriteca, la esposa de Garabito, a la cual colocaron un collar con un magnífico amuleto de unos ojos de alcatraz, para protegerla de los ojos amorosos de los conquistadores…” (Ureña,1966:172)[i]
Del texto anterior podemos derivar muchas lecturas. El concepto del indio sumiso y servil; otro aspecto, se sitúa, ciertamente el rito, pero traduce el prejuicio de la evangelización. No se reconoce ni se respeta la espiritualidad de nuestros pueblos ancestrales, por el contrario, es el demonio del medioevo al cual se debe derrotar. El nombre de Garabito, debe ser despojado para llamar a este cacique, cuya resistencia hacia la dominación española es maravillosa y su nombre es Coyoche. Entendamos, sin embargo, que el texto responde a un momento determinado de la narrativa con la cual se mira y se analiza el contexto del 12 de octubre.
En América Latina, la América Insular y Centro América, estamos exigidos de crear y generar un nuevo discurso, una nueva narrativa para interpretar correctamente el significado real, literario, ontológico, ideológico y filosófico del 12 de octubre.
No fuimos descubiertos, esa debe ser la premisa esencial; en segundo lugar, nada que celebrar. Vamos hacia la construcción de un continente pluriétnico y multicultural. Hacia un nuevo continente inclusivo, democrático, revolucionario y sin cadenas imperialistas que nos aten.
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[1] Libro Cuarto. Centro América (1966) 178ª. Edición. Librería Antonio Lehmann: San José-Costa Rica, Pag. 172.
Malintzin, Malinalli, “la Malinche” o Marina
Por: León Triba
Nació entre los años de 1501 y 1504.
De origen chontal del poblado de Painala
“…También sabía hablar maya y náhuatl
y llegó a ser la intérprete de Hernán Cortés
durante la conquista…” (1)
I
¿Es culpable resistirse al amor?
Es natural la estrategia
de los besos con el otro,
cuando los presagios anastesiantes
dejan de ser mecánicos.
II
Gravita la ceniza,
la ciudad es un silencio único,
sin sus principales,
perdida en la cuenta larga.
Los brujos, en el ombligo
de la primera letra del (a)lba,
encienden a punta de pedernales,
obsidianas y buriles
la chispa de la hoguera
para destirpar aquella infección
venida de lejos.
“…Pasó los primeros años en Coatzacoalcos,
de ahí a Tabasco…”.(2). Después caminó
en la inexacta ruta de la esclavitud.
III
No fue acaso la diosa luna
la que hiciera el llamado
a través del humo,
para que los tenochtlas
dejaran libre el espacio
a la contaminación, la fetidez
y el suplicio de los sikwas.(4)
Portentosa, flotante,
calzadas, altares, penachos
esperan la profanación,
la blasfemia de los blancos,
porque los dioses les dijeron:
huyan
escóndanse
suicídense
vivan
cohabiten
pero no mueran,
resistan,
no es necesario vivir la mortaja,
no tiene sentido estar
entre rabia, viruela y sarampión.
Netzahualcóyotl escupe ahora
poemas fríos
“cadáveres exquisitos”
en la fragmentada tinta
y ocres desteñidos.
Tiritan de miedo las chinampas
crecen amarguras en las
chozas,
tus palenques.
Declararon en los amatles
que no eran animales domesticable.
IV
¿Por qué aceptar siempre
que Tenochtitlan fue derrotado?
Se levantó en la marcha
del vuelo del águila,
el cascabeleo de su serpiente emplumada,
las espinas del nogal,
un anagrama incómodo, embrutecido
en la neblina del evangelio,
los gruñidos del arcabuz,
ojeras en los filos de las espadas
una cruz herida y ahogada en sangre.
Los remitentes de aquel dios
invisible, incivilizado,
apolillado en las hojas
de una biblia que nadie entiende
son ajenos en estos códices
de luz y espiritualidad.
V
Vos Malitzin
tienes lugar en estas tierras,
los extranjeros son los otros.
¿En qué corriente idiomática
interpretaste los signos del barro?.
Cómo situarte en esta
odiosa narrativa de los vencedores:
Mujer enajenada
Mujer liberada
Traductora de lenguas
Bruja anticipada
Concierto de mil voces de gargantas.
¿Dónde escribiste tu historia?
Narraron los vencidos
su propia fábula
o en el desprecio de Cortés
siguieron culpándote.
VI
Trece de agosto,
Tenochtitlan es solo un caracol
sin sonido, sin sueños,
brutalmente arrebato de casas,
de templos y mujeres.
El presagio fue confuso,
seguro, antes de llegar a tus ojos,
viste el fuego, las señales,
la historia inventando traiciones.
¿Fue su destino quedarse
al lado del conquistador?,
¿o los que te entregaron como esclava
están libres en este engendro?.
(1).- https://latinoamericapiensa.com/descolonizar-la-educacion/3910/
(3) Ídem
(4).- El término “sikwas”, en los territorios ancestrales de Brörán, Térraba-Costa Rica, está referido a “demonio blanco”.
Imagen del header tomada de: Sicultura