¿Por qué la economía está frenada y a punto de precipitarse al barranco?

Luis Paulino Vargas Solís


Una primera y muy poderosa razón: el consumo de la gente -la fuerza principal que mueve la economía- está casi paralizado porque: 1) los salarios del sector privado tienen una década entera sin mejoría alguna; 2) el endeudamiento de personas y familias es ya insoportable. Súmele que el plan fiscal en aplicación garantiza que: 3) los salarios del sector público se deterioren, y que 4) se recorte el consumo del sector público, o sea, se reduzca la compra de bienes y servicios por parte de las instituciones públicas.

Una segunda importante razón: las exportaciones que no gozan de los privilegios de las zonas francas, que son también las que más empleos generan, están estancadas y en retroceso.

Otra razón clave: la rentabilidad empresarial está averiada, por razones diversas, incluso por ese fuerte frenazo de las exportaciones y de la demanda de consumo público y privado, pero también por otras causas menos visibles. Esto repercute en una caída de los planes de inversión de las empresas, lo que a su vez frena la creación de empleo, y, enseguida, frena también el consumo de personas y hogares.

En resumen: es un conjunto complejo de fuerzas que empujan hacia abajo, y se alimentan las unas a las otras, generando un peligroso círculo vicioso.

Se debe lograr romper esa espiral descendente y revertir el movimiento.

Nada en lo que se está haciendo permite creer que se logrará, porque esencialmente se ha optado por un camino regresivo y de involución: deteriorar las condiciones de la población trabajadora (privada y pública) para bajar costos y recuperar la rentabilidad.

Pero ello simplemente fortalece las fuerzas descendentes al tirar hacia abajo el consumo, tanto privado como público.

 

*Texto original en la página de Facebook del autor*.

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