José Luis Pacheco Murillo
Cuando la comunicación entre los Poderes de la República no es buena, muy probablemente el avance y desarrollo del país tampoco lo es. Una muestra de esa mala comunicación es la aplicación por parte del Poder Legislativo del resello de leyes que han sido vetadas por el Poder Ejecutivo.
En estos nueve meses de gestión la Asamblea Legislativa ha resellado en tres oportunidades leyes que el Poder Ejecutivo vetó y eso es de cuidado ya que por muchos años está circunstancia no se daba.
El resello es un instrumento contemplado en la Constitución Política, mediante el cual 38 legisladores diputados superan el veto del Poder Ejecutivo y convierten un proyecto en ley con las firmas del Directorio Legislativo, es decir que, el ejecútese lo da la misma Asamblea Legislativa ante la negativa del Poder Ejecutivo.
Tres vetos en nueve meses y tres resellos indican que el camino del diálogo y de la comunicación entre ambos Poderes no es la mejor y menos cuando esos resellos superan por mucho el número de diputados requeridos para eso.
Un llamado de atención a la ministra de la Presidencia a efecto de que busque una mayor cercanía con las fracciones legislativas y que logre acuerdos en cuanto a las formas en que se aprueban los proyectos de ley, para que no haya necesidad de veto y si lo hubiere para que sea acogido y se modifique el proyecto de ley, si las razones son las adecuadas y contundentes, de lo cual corresponde a dicha ministra convencer a los diputados.
Cuando eso no se logra, estamos expuestos a muchos conflictos entre Poderes y el resultado es que tendremos leyes que, dependiendo de los razonamientos, pueden crear mayores circunstancias negativas para el país que lo que puedan beneficiar a los involucrados en ellas y al país en general.
Dios quiera que se logre un diálogo, abierto, profundo, transparente y sincero entre ambos Poderes de la República y eso permita un mejor transitar de los proyectos para convertirse en ley con el aporte de ambos poderes y no sólo de uno.