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Etiqueta: ACANAMED

19 de octubre, Día Internacional contra el Cáncer de Mama

Dr. Alexander Blanco Valverde
Especialista en Cirugía General
Unidad de Patología Mamaria
Hospital México
Invitado de ACANAMED

Cáncer de mama: del máximo tratamiento tolerable al mínimo tratamiento eficaz
Del tratamiento generalizado al tratamiento dirigido.

El cáncer de mama como los otros tumores malignos que se pueden presentar en el ser humano se produce por un crecimiento desordenado y descontrolado en las células, que por diferentes razones pierden los mecanismos naturales que les regulan el cómo, cuándo y cuántas veces pueden reproducirse.

En la mama encontramos tres diferentes tipos de tejidos que pueden producir tumores malignos, el más común es el de los conductos encargados en la lactancia de conducir la leche, el segundo se trata propiamente del tejido encargado de producir la leche conocido como lobulillos y por último y menos frecuente, los que se derivan de las células que forman los tejidos que por decirlo de alguna forma dan soporte y estructura a los conductos y los lobulillos y la mama como tal.

Es de esta división anterior, que los tumores reciben su primer nombre según sea su origen, así vamos a tener los tumores llamados ductales, lobulillares y por ultimo los que vienen del tejido de soporte y que si bien son mucho menos frecuentes hay diversos tipos y nombres como tumores fillodes, sarcomas y otros.

Otra división fundamental que tenemos en todos estos tumores se trata de si se encuentran encerrados en sí mismos (tumores in situ) o si por el contrario ya rompieron la barrera natural que tienen dentro del tejido que les origina (infiltrante). Esto es muy importante ya que los tumores in situ, no tienen la posibilidad de migrar o escaparse de la mama hacia otros órganos para continuar su crecimiento a distancia, como si la tienen lo tumores infiltrantes.

Es precisamente este crecimiento a distancia de las células, lo que se conoce como metastasis, las células cancerosas se desprenden del tumor y comienzan un viaje a través de los vasos linfáticos, sanguíneos u otros mecanismos hasta alcanzar sitios cercanos como los ganglios linfáticos de la axila u órganos muy lejanos como el cerebro, el hueso, el hígado y el pulmón. Ahí continuan su crecimiento destruyendo los órganos que invaden e impidiento que estos órganos puedan cumplir con su función lo cual termina por producir la muerte.

Con el paso de los años se han realizado grandes avances en el conocimiento de todos estos tumores y actualmente sabemos que existen una gran cantidad de familias diferentes de tumores que se comportan de diferente forma y que requieren manejos diferentes, esto se logra haciendo estudios al tejido que fue biopsiado y que en general se conocen como inmunohistoquímica. Con ellos le podemos poner varios apellidos a cada uno de los tumores antes mencionados y de esta forma agruparlos en familias.

Cada vez se conocen más y más familias diferentes de tumores, lo cual permite poder conocer mejor cuál será su respuesta a diferentes tipos de tratamiento.

Este conocimiento de las diferentes variantes de tumores ha permitido en las últimas décadas el desarrollo de una gran cantidad de medicamentos con los cuales se pueden tratar los tumores, así pues al tratamiento clásico de cirugía quimioterapia y radioterapia se han unido una gran cantidad de medicamentos nuevos e innovadores en hormonoterapia, inmunoterapia, terapia con anticuerpos.

En el campo de la radioterapia los nuevos equipos y estudios realizados han logrado disminuir las secuelas en los tejidos irradiados como la piel, la pared costal, el pulmón y corazón entre otros, sino también disminuir el número de días que se deben asistir para el tratamiento pasando de treinta y tantos días a esquemas de diez o quince días.

El uso de la mamografía, el ultrasonido, la resonancia magnética, como estudios de diagnósticos y el desarrollo de equipos cada vez dedicados y capaces de encontrar lesiones cada vez más pequeñas; todo el conjunto de avances antes mencionados a su vez llevado a que la cirugía también siga una tendencia a realizar resecciones cada vez más pequeñas que logren conservar la mama, logrando seguridad desde el punto de vista oncológico pero a la vez logrando un resultado estético que permita a la mujer manterner su imagen corporal, fundamental en la cirugía mamaria.

Hemos llegado a un punto en el cual cada paciente, una vez diagnosticada con cáncer debe pasar por un proceso exhaustivo que permita clasificarla no sólo por el tamaño del tumor, la presencia de metastasis en ganglios u órganos a distancia, sino dentro de una de tantas familias de las antes mencionadas y así lograr un tratamiento casi como un traje hecho a la medida por un sastre. Es por esto que ya no se puede generalizar a la hora de hablar del tratamiento para el cáncer de mama y lo que para alguna paciente es adecuado para otra no lo será. Así algunas recibirán quimioterapia antes de la cirugía, otras después y algunas no recibirán quimioterapia, solo hormonoterapia o mezclas con anticuerpos, etc.

Todo esto da un panorama alentador, sin embargo, en nuestro país aun cuando las estadísticas nos muestran que la mejoría en la sobrevida por cáncer de mama (la posibilidad de sobrevivir un tiempo determinado) ha ido mejorando y cada vez acercándose a las que logran países con mayor desarrollo, ésta sigue siendo la principal causa de muerte por cáncer en mujeres, siendo de 427 para el año 2020 según datos del Ministerio de Salud.

Claramente al día de hoy no existe forma de prevenir el cáncer de mama, por lo que decir que se realizará una campaña de prevención es absolutamente incorrecto, ni siquiera cuando se realizan mastectomias en mujeres portadoras de mutaciones genéticas que llevan un mayor riesgo de tener cáncer que en la población general, se puede decir que se previene ya que lo correcto es decir, se disminuye el riesgo de desarrollar un cáncer. Lo que sí podemos hacer es realizar una detección precoz, pilar fundamental del éxito de todas las terapias dirigidas al cáncer de mama.

La detección precoz sólo se logra con un adecuado programa de tamizaje que involucre no solo la edad, idealmente, iniciando la mamografia a los 40 años, sino también midiendo el riesgo en mujeres menores que requieran iniciarlo antes, y comprendiendo que en las mujeres mayores de 75 años se debe valorar su estado funcional, ya que cada vez más nuestra esperanza de vida avanza y con ella la obligación de realizar detección en este grupo de mujeres.

Por último, destacar el esfuerzo que como país se ha realizado por crear, desarrollar y sostener instituciones como la Caja Costarricense de Seguro Social, la cual, a pesar de sus problemas internos, que los tiene, las listas de espera, la morosidad de propios y extraños y algunas ocasiones los ataques a la que se ve sometida con objetivos bastante premeditados, brinda actualmente todos y cada uno de los tratamientos antes indicados. Claramente el tamizaje es actualmente su punto más débil.

Soy cirujano general, inicie mi residencia en 1998, desde ahí he estado en contacto con pacientes con cáncer de mama, mujeres en su gran mayoría, aunque también hombres en una proporción mucho menor y desde el año 2010 dedicado el 100% del tiempo a tratar enfermedades de la mama. He visto cientos, posiblemente miles ya de pacientes con esta enfermedad, cada quien con su historia, muchas batallas ganadas, muchas perdidas, pero me quedo con la resilencia de la mayoría y con el grupo de trabajo que hemos conjuntado en mi centro de trabajo, el Hospital México (cirujanos, cirujanas, oncólogos, oncólogas, patólogos, patólogas, enfermeras, radiólogas, radioterapeutas, psicólogos, psicólogas, terapistas físicos) para poder dar a todas estas pacientes el mejor tratamiento, que es aquel que brinda un verdadero equipo multidisciplinario enfocado en lograr el mejor tratamiento para cada caso individual.

17 de octubre, Día Mundial contra el Dolor 2025

Nuevos Avances en el Dolor

Dr. Isaías G Salas Herrera, M.D, Ph.D
Especialista en cuidados paliativos y control del dolor
Catedrático de la Escuela de Medicina de la Universidad de Costa Rica
Ex director del Centro Nacional del Dolor y Cuidado Paliativo
Miembro Correspondiente de la Academia Nacional de Medicina

El dolor es un síntoma generalizado e incapacitante que afecta significativamente la calidad de vida de las personas. Es siempre una experiencia personal, influenciada por factores biológicos, psicológicos y sociales. Debido a su naturaleza multifactorial, concurrente y cambiante en el tiempo, el dolor representa un síntoma complejo y multidimensional que plantea importantes desafíos tanto para los pacientes como para los profesionales de la salud.

El dolor constituye una causa frecuente de consulta en atención primaria y se asocia principalmente con la edad avanzada y la presencia de enfermedades crónicas, donde su prevalencia oscila entre el 12 % y el 30 %. Según la Organización Mundial de la Salud, a nivel global uno de cada cinco adultos sufre de dolor y a uno de cada diez se le diagnostica dolor crónico. Por otro lado, en la población infantil, estudios epidemiológicos sugieren que el dolor crónico y recurrente está presente en aproximadamente un 25 %. En Latinoamérica, la prevalencia del dolor crónico varía entre el 27 % y el 42 %, mientras que el dolor agudo en pacientes hospitalizados fluctúa entre el 30 % y el 70 %. En cuanto al dolor oncológico, este afecta entre el 30 % y el 50 % de los pacientes con cáncer, y hasta un 60 % en etapas avanzadas, siendo causado tanto por la enfermedad como por los tratamientos médicos, tales como cirugía, radioterapia y quimioterapia.

El dolor es, por tanto, un problema de salud pública cuya búsqueda de estrategias eficaces para su manejo resulta cada vez más urgente, dada la complejidad de los mecanismos involucrados. La investigación actual se orienta a explorar alternativas de tratamiento específicas para el dolor crónico (definido como aquel que dura más de tres meses), el dolor neuropático (causado por deterioro del sistema nervioso periférico y central), el dolor nociceptivo (producido por inflamación de los tejidos) y el dolor nociplástico (caracterizado por dolor crónico sin lesión nerviosa directa o inflamación evidente, como ocurre en la fibromialgia, el síndrome de dolor regional complejo tipo 1 y el colon irritable).

El objetivo del tratamiento es reducir el sufrimiento y restaurar la función del órgano afectado mediante una estrategia integral que incluya enfoques farmacológicos, no farmacológicos e intervencionistas. Entre las opciones farmacológicas se encuentran los opioides y los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs); entre las alternativas no farmacológicas destacan la terapia cognitivo-conductual y la fisioterapia; y entre los procedimientos intervencionistas, los bloqueos nerviosos. Sin embargo, estas estrategias presentan limitaciones, como la baja tasa de éxito en algunos casos, los riesgos asociados a los procedimientos y los efectos indeseables de los opioides, tales como el abuso y la dependencia farmacológica.

En los últimos años, los métodos de analgesia se han diversificado gracias a un mejor conocimiento de los sistemas de señalización del dolor. Han surgido innovaciones que superan las debilidades de los métodos tradicionales, como la neuro modulación (estimulación eléctrica de los nervios), la administración de células madre para reparar tejidos lesionados y el desarrollo de nuevos fármacos opioides, como el tramadol, la buprenorfina y el tapentadol. Estos presentan menos efectos adversos, menor compromiso respiratorio y menor riesgo de dependencia que los opioides tradicionales. Algunos de estos nuevos fármacos se administran por vía transdérmica mediante parches cada tres días, lo que aporta comodidad y seguridad al paciente.

Otras innovaciones incluyen el uso de nanopartículas, que permiten la administración dirigida del principio activo analgésico en el sitio exacto, mejorando así la eficacia terapéutica. Asimismo, se ha avanzado en el uso de anticuerpos monoclonales que bloquean específicamente moléculas implicadas en los procesos de dolor, como el péptido relacionado con el gen de la calcitonina, empleado en el tratamiento de la migraña.

El fármaco no opioide más reciente es la Suzetrigina, aprobada por la FDA, que modula la señal del dolor en el sitio de emisión, en lugar de actuar sobre los receptores cerebrales, resultando especialmente útil para el dolor moderado a severo.

Las conclusiones más relevantes sobre el manejo del dolor giran en torno a la necesidad de adoptar un enfoque holístico, multidisciplinario y centrado en el paciente, reconociendo que el dolor crónico es una enfermedad en sí misma y no solo un síntoma. Se abandona la visión exclusivamente biológica y se adopta el modelo biopsicosocial del dolor, desaconsejando el uso de una única terapia y promoviendo la combinación de enfoques, como la farmacoterapia, las terapias restaurativas y las intervencionistas, entre otras.

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Referencias

Astudillo Alarcón, W., García Pérez, & Sánchez, L. (2009). Cuidados paliativos y tratamiento del dolor en la solidaridad internacional. Revista de la Sociedad Española del Dolor, 16(4), 213–220.

Cadavid Fuentes, A. M., Marín Velásquez, P. M., & Rangel Garzón, C. J. (2021). Control inadecuado del dolor agudo postoperatorio, prevalencia, prevención y consecuencias: Revisión de la situación en Latinoamérica. Revista Mexicana de Anestesiología, 44(3), 190–199.

Deng, A., Patel, M., & Smith, R. (2025). Innovaciones generales del dolor. Journal of Clinical Medicine, 14(7), 5957.

Federación Latinoamericana de Asociaciones para el Estudio del Dolor (FEDELAT). (2023). Declaración de Lima sobre dolor crónico.

González Méndez, L. L., Londoño Villegas, J., & Velásquez Restrepo, P. (2015). Prevalencia y caracterización del dolor en pacientes hospitalizados. Revista Colombiana de Anestesiología, 43(1), 6–12.

López, Freijeiro, M., & Torres, D. (2017). Avances en el tratamiento del dolor: aplicaciones clínicas. Medicina Clínica. https://doi.org/10.106/j.med2016.12004

Wong, L. V. (2017). Manejo clínico del dolor: Práctica actual e innovaciones recientes en investigación. Medical Clinics of North America, 101(3), 1017–1027. https://doi.org/10.1016/j.mcna.2016.12004

13 de octubre, Día Mundial de la Trombosis

Dra. Claudia García Hernández
Hematóloga de Adultos
Especialista en Coagulación y Trombosis
Invitada de ACANAMED

El día mundial de la Trombosis se estableció en el 2014 por la Sociedad Internacional de Trombosis y Hemostasia (ISTH) con el fin de crear conciencia mundial sobre su importancia. Se celebra todos los años el 13 de octubre en honor al nacimiento de Rudolf Virchow, médico pionero que desarrolló el concepto de la “trombosis” y nos ayudó a entender su mecanismo fisiopatológico, en aras de combatir las posibles condiciones que llevan a su desarrollo.

¿Qué sabemos de la trombosis?

El sistema de coagulación sanguínea es el que regula el proceso a través del cual la sangre líquida pasa a convertirse en coágulos de sangre semisólidos, comúnmente conocidos como “trombos”.

Cuando nos cortamos o se produce una lesión, el cuerpo activa el sistema de la coagulación y envía células sanguíneas llamadas plaquetas en conjunto con otras proteínas especiales, llamados factores de la coagulación, al sitio de la lesión para formar un coagulo. Con lo cual se evita que se pierda sangre ante cualquier daño que surja en los vasos sanguíneos.

La trombosis es la formación de un coágulo de sangre en un vaso sanguíneo. El vaso sanguíneo puede ser una vena o arteria, y en ambos puede bloquear el paso de la sangre normal; o inclusive desprenderse y viajar por el cuerpo a otros sitios.

A nivel mundial 1 de cada 4 personas fallece por condiciones relacionadas con la trombosis, por lo cual constituye una de las principales causas de muerte y discapacidad.

Tipos de trombosis

Existen dos tipos de trombosis, las que ocurren en las venas y las que ocurren en las arterias, y se clasifican según el lugar del cuerpo donde se den.

Ambos van a tener distintos factores de riesgo, tanto adquiridos como heredados.

Factores de riesgo:

Dentro de los más comunes están:

  1. Edad: más de 60 años.

  2. Tabaquismo.

  3. Sobrepeso u obesidad.

  4. Falta de movimiento: reposo prolongado. (Fractura, cirugía)

  5. Enfermedades: como el cáncer, cardiopatías, hipertensión arterial, diabetes, colesterol alto.

  6. Antecedente de una trombosis previa.

  7. Embarazo o uso de píldoras anticonceptivas o terapia de remplazo hormonal.

  8. Trastornos de carácter hereditarios: Trombofilia.

Signos y síntomas:

Saber detectar las manifestaciones más comunes de los coágulos en la sangre puede ayudar a detectar e inclusive prevenir una afección mortal.

Su clínica va a estar en relación con el sitio donde ocurran y el grado de daño que produzca.

La Trombosis Venosa Profunda (TVP) se manifiesta con edema, dolor, enrojecimiento y aumento de temperatura del sitio que afecte. El Embolismo pulmonar (EP), se manifiesta con dolor de pecho, falta de aire, taquicardia, tos con sangre o mareos y desvanecimiento.

En el caso de las trombosis arteriales, los síntomas ocurren cuando se bloquea la sangre a una parte del cuerpo, lo que provoca problemas graves como infarto de miocardio o ictus.

Tratamiento:

El tratamiento va a diferir según el tipo de trombosis, sitio de ocurrencia y según el paciente. Sin embargo, tiene como objetivos:

  1. Evitar que el coágulo aumente.

  2. Evitar que se desprenda y migre a otros sitios.

  3. Evitar que vuelva a aparecer y deje secuelas.

Los mismos se tratan con medicamentos conocidos como anticoagulantes y antiplaquetarios. La duración del tratamiento va a depender del cuadro, pero en general es de 3 meses. En algunos casos puede ser indefinido.

Es importante saber que la trombosis no discrimina y puede afectar cualquier persona, edad, o raza. La medida más importante que tenemos para protegernos es saber si tenemos factores de riesgo, controlarlos y conocer los signos y síntomas que nos permitan consultar a tiempo.

Celebración del Día de la Artritis Reumatoidea -12 de octubre

Dr. José Manuel Vega Ortiz
Especialista en Reumatología y Medicina Interna
Miembro de Número

Este 12 de octubre se celebra a nivel mundial el Día de la Artritis Reumatoidea (AR).

Una enfermedad de evolución crónica de compromiso generalizado, cuya expresión más prominente es el compromiso de múltiples articulaciones. Suele acompañarse de manifestaciones en otros órganos y sistemas de nuestro cuerpo. Tiene una evolución crónica.

Fue caracterizada por Alfred Garrod en 1959, pero hay evidencia de esta enfermedad en pinturas antiguas y más aún en épocas de Galeno.

Jacob Jordaens 1593-1678

Es sin lugar a duda la enfermedad reumatológica más frecuente, con una prevalencia a nivel mundial entre 0.2% hasta 2.4% en algunas poblaciones indígenas norteamericanas siendo en promedio de 0.5% a 1%. Más frecuente en mujeres con una relación de 3:1 con hombres y predomina en grupos de edades ente 30 a 50 años; una población que se encuentra en plena etapa productiva con múltiples compromisos familiares, laborales y sociales de ahí su impacto en la sociedad y salud de un país. Esto es algo que demos tomar en cuenta en su tratamiento.

El pintor August Renoir padeció los últimos 40 años de su vida de AR y siguió pintando.

Aunque no está completamente esclarecido su causa, sabemos que hay factores genéticos predisponentes y factores ambientales que actúan como elemento gatillo para el desarrollo y perpetuación de la enfermedad tales como tabaquismo, alteración de la microbiota en cavidad oral e intestinal, agentes infecciosos virales como el virus de Epstein-Barr, Parvo virus B19 y más recientemente con el SARS CoV-2. Una vez desarrollada la enfermedad, la activación del sistema inmune produce anticuerpos contra componentes de nuestro organismo y substancias inflamatorias, perpetuando la enfermedad. Ya podemos inferir que como parte del tratamiento es importante tener un estilo de vida saludable, no fumar, una alimentación sana para evitar alteraciones de la microbiota normal, evitar obesidad y adecuada actividad física.

Tiende a manifestarse por comprometer múltiples articulaciones al mismo tiempo, se presenta bilateral, a ambos lados del cuerpo, con mayor predominio de las articulaciones de manos y pies, pero también afecta en forma importante rodillas, tobillos, codos, hombros. No debemos olvidar su compromiso general con manifestaciones de agotamiento, impotencia funcional, rigidez articular de predominio matinal y que puede dañar a otros órganos y sistemas como pulmones, corazón, piel, nervios de las extremidades y sistema vascular. Por ser un estado inflamatorio generalizado y crónico puede facilitar el colesterol y dar lugar calcificaciones de vasos sanguíneos con mayor riesgo de infartos y derrame si no controlamos la enfermedad.

Surgen preguntas: ¿Se llega a curar la enfermedad? Es una enfermedad crónica que requiere control médico periódico y la enfermedad se puede controlar, evitando que progrese. ¿Mis hijos heredarán la enfermedad? Se hereda la predisposición genética a tenerla, no la enfermedad como tal. Si hay una propensión dos veces mayor que en la población general. ¿Me llegaré a invalidar? Hoy en día se puede evitar con un tratamiento y control adecuado.

Actualmente se ha avanzado mucho en el tratamiento de esta enfermedad existen drogas sintéticas y biológicas que al ser iniciadas en los primeros meses la enfermedad y con un adecuado cumplimiento por parte del paciente, hará que la enfermedad se controle, no progrese, no desarrolle impotencia funcional y se tenga calidad de vida normal.

Existe una percepción errónea y anticuada de la enfermedad, llevando a la creencia que es una condición que producirá indefectiblemente a la pérdida de nuestras capacidades funcionales, lo cual no es cierto. Un tratamiento temprano, con la terapia adecuada permitirá a los pacientes llevar una vida productiva, funcional de buena calidad.

8 de octubre Día Internacional de la Dislexia

Dr. Luis Diego Herrera Amighetti
Especialista en psiquiatría de niños y adolescentes
Miembro de Número ACANAMED

¿Qué es la dislexia y cómo se identifica?

La dislexia es un trastorno específico del aprendizaje que afecta principalmente la capacidad de leer. Los niños y adolescentes que sufren dislexia tienen dificultades para aprender a leer con la fluidez esperada para su edad y grado escolar, leen lentamente y tienden a “adivinar” las palabras por sus sílabas iniciales (por ejemplo pueden leer orquesta en donde dice orquídea). En general les cuesta reconocer las palabras con rapidez y precisión y su ortografía es deficiente. Habitualmente, entienden mejor un texto si alguien lo lee o se les da una explicación verbal, a si ellos lo leen. Típicamente evitan, o no disfrutan de la lectura aunque aquellos que tienen curiosidad intelectual intentan leer no obstante las dificultades mencionadas. Otra evidencia de la presencia de dislexia es que existe una discrepancia entre su capacidad general y para otras formas de conocimiento, como la matemática, por ejemplo, y sus destrezas para leer, en detrimento de esta última.

¿Qué causa la dislexia?

La dislexia es un trastorno del aprendizaje con un componente hereditario muy claro. Lo que ocurre es que debido a alteraciones en las neuronas de ciertas partes del cerebro, no se logran hacer las conexiones necesarias entre la corteza occipital, encargada del procesamiento visual, de imágenes, con la corteza temporal izquierda, encargada del procesamiento auditivo, es decir de los sonidos. En la persona disléxica, no se forman y estabilizan las conexiones o circuitos entre estas áreas lo que produce un déficit en lo que se llama conciencia fonética. La conciencia fonética es lo que permite asociar en forma rápida y precisa una sílaba con un sonido, lo que los lingüistas llaman un grafema con un fonema (es decir que las letras p y a, cuando están juntas suenan “pa” y viceversa, que si uno quiere escribir el sonido “pa” tiene que escribir las letras “pa”.

¿Qué tan frecuente es la dislexia?

La prevalencia de la dislexia varía de un lugar a otro y de un idioma a otro. En general se estima que entre el 10% al 15% de la población presenta algún grado de dislexia. En los países en donde el idioma es fonético, como el español en Costa Rica, la prevalencia de dislexia es más baja porque no hay excepciones ni irregularidades (“pa” siempre suena “pa” y “pa” (el sonido) siempre se escribe “pa”). Por el contrario, idiomas como el inglés que no son fonéticos, tienen cientos de excepciones lo que hace que las vulnerabilidades neurológicas asociadas a la dislexia se hagan más evidentes.

¿Cómo se trata la dislexia? ¿Se cura?

Idealmente, la dislexia debe ser detectada en los primeros años de enseñanza primaria, entre los 6 a los 8 años. El cerebro de los niños es extraordinariamente plástico, es decir, se forman conexiones nuevas o se refuerzan conexiones existentes más fácilmente que por ejemplo, en un cerebro de un joven de 16 años. Los profesionales encargados de tratar la dislexia son los psicopedagogos, es decir, profesionales en docencia especializados en problemas de aprendizaje. Estos utilizan una serie de técnicas y estrategias para fomentar la conciencia fonética y superar o compensar las dificultades en la lectura.

¿Por qué es importante identificar y tratar la dislexia?

La lectura es una actividad que consume la mayor parte del tiempo de nuestra vida de estudiantes, desde la enseñanza primaria hasta los estudios superiores. Si una persona es disléxica no solamente estará en clara desventaja con respecto a personas de su misma capacidad, sino que su logro se verá afectado por bajo rendimiento, retención escolar, abandono de los estudios y una experiencia íntima, sostenida, de que hay algo defectuoso en ella o en él que le llevará a sufrir de baja autoestima, inseguridad y todo esto afectará su calidad de vida y eventualmente podría llevarle a cuadros depresivos y desmoralización.

En el Día Nacional e Internacional de la Persona Adulta Mayor

Dr. Fernando Morales Martínez*

La Agenda de Salud Sostenible para las Américas 2018–2030 constituye la respuesta del sector salud a los compromisos adquiridos por los Estados Miembros de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en el marco de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Este documento estratégico hace un llamado urgente a movilizar esfuerzos hacia un desarrollo sostenible que abarque todos los aspectos de la salud, con el objetivo de garantizar un envejecimiento saludable. Este desafío representa una exigencia significativa tanto para el sistema de salud nacional como para la población adulta mayor del país, que requiere servicios integrales, equitativos y adaptados a sus necesidades.

Este compromiso trascendental nos impulsa a seguir promoviendo conceptos innovadores y enfoques actualizados sobre diversas patologías que afectan a las personas adultas mayores, con el objetivo de informar y difundir este conocimiento de manera accesible. Entre estos nuevos abordajes, se destaca la promoción de la independencia física, estrechamente vinculada con la autonomía personal, la cual cada individuo posee y debe preservar con responsabilidad. Ambos componentes son fundamentales para alcanzar una calidad de vida óptima, especialmente en las etapas avanzadas de la vida.

Construir la salud a lo largo del curso de la vida se basa en tres conceptos sólidos que son:

  1. La revolución de la longevidad. Significa que nunca antes en la historia de la humanidad hay tantas personas mayores con edades tan avanzadas que requieren una atención integral.

  2. Efecto de la cronicidad. Se refiere al aumento de la proporción de años vividos con una enfermedad o discapacidad, por lo tanto, nos obliga a pensar más allá de la presencia de enfermedad, buscando ese anhelado grado de independencia.

  3. Salud para desarrollo. Este concepto exige una visión más allá de la supervisión como objetivo central; implica que la salud trascienda la concepción simplista de la lucha contra la enfermedad. Una trayectoria de vida saludable se refleja por medio de las nociones de la capacidad, la resiliencia, la longanimidad y la habilidad funcional que son parte integral del enfoque del curso de vida de la salud.

Este enfoque del curso de vida proporciona una nueva comprensión del significado de estos conceptos que resultan esenciales para entender cómo se desarrollan.

El envejecer bien se convierte en un arte que debe ser desarrollado por cada uno de nosotros: incluye los buenos hábitos de higiene de la salud, las actitudes positivas y la responsabilidad de realizar actividades físicas diarias.

La actividad física es vital para mantener una adecuada independencia, y óptima calidad de vida, facultades que contribuyen con nuestra autonomía, estimulan la capacidad de juicio y la toma de decisiones para elegir lo que deseamos.

Es importante considerar que el proceso de envejecimiento no es una enfermedad; es una parte muy importante del curso de la vida, y para envejecer con bienestar, es fundamental superar los prejuicios del edadismo, una forma de discriminación que atribuye injustamente todas las limitaciones a la edad. Este estereotipo no solo invisibiliza las capacidades y aportes de las personas adultas mayores, sino que también limita su participación activa en la sociedad.

Nunca se debe claudicar en ese esfuerzo por evitar la soledad no deseada o el abandono en las personas adultas mayores. Debemos acortar las distancias que muchas veces nos separan y transformar esas distancias en un sentimiento cercano, afectuoso con pleno acompañamiento humano.

El proceso de envejecimiento es propio, individual, progresivo e irreversible, relacionado con el funcionamiento interno de nuestro organismo y con el entorno que habitamos. Podemos incidir positivamente en la forma de envejecer bien, mediante un buen autocuidado, con amigabilidad, armonía, factores positivos que se deben mantener en todas las relaciones familiares, amistades y entre personas conocidas.

En este Día Nacional e Internacional de las Personas Adultas Mayores, honramos la sabiduría, la experiencia y la resiliencia de quienes han recorrido largos caminos y siguen dejando huellas profundas en nuestras vidas. Reconocemos que el envejecimiento no es una etapa de retiro, sino una oportunidad para fortalecer vínculos, compartir conocimientos y construir una sociedad más justa y solidaria. Que esta celebración nos inspire a valorar cada historia vivida, a promover el respeto intergeneracional y a garantizar que todas las personas adultas mayores vivan con dignidad, autonomía, plenitud y libre de discriminación. Porque cuidar, incluir y aprender de quienes nos preceden es también cuidar nuestro futuro.

  • El autor es Médico en Geriatría y Gerontología, Ph.D, Miembro Honorario de ACANAMED y Decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Costa Rica.


Día Mundial del Corazón – Rehabilitación Cardiaca

Dra. Sofía Chaverri Flores
Especialista en Medicina Física y Rehabilitación
Invitada de ACANAMED

La enfermedad cardiovascular, en especial la cardiopatía isquémica, constituye la principal causa de mortalidad a nivel mundial, así como a nivel nacional. De igual manera, estas patologías presentan un alto índice de morbilidad que pueden llevar a las personas a una situación de discapacidad, con alteraciones en su capacidad funcional y en su calidad de vida.

Es por ello, que es indispensable crear programas de prevención secundaria, como lo son los Programa de Rehabilitación Cardiaca, con el fin de brindar una atención integral y especializada por parte de un equipo interdisciplinario de trabajo, para optimizar el estado funcional del usuario cardiópata, atacando los factores de riesgo cardiovascular y así, disminuir la incidencia de nuevos eventos coronarios, lo cual puede conllevar a reinternamientos y reintervenciones quirúrgicas.

La Organización Mundial de la Salud, ha definido a las Unidades de Rehabilitación Cardiaca como el conjunto de medidas que persiguen la recuperación y readaptación del individuo que padece o ha padecido alguna enfermedad cardiaca, hasta conseguir los niveles óptimos en los aspectos físico, psicológico, social y laboral. Por lo tanto, estos programas tienen como objetivo fundamental ayudar a los pacientes a recuperar su forma de vida, dándole herramientas necesarias para alcanzar un nivel de independencia que le permita reintegrarse como miembro productivo a la comunidad, así como promover medidas que busquen prevenir la discapacidad o, adaptarse a las limitaciones impuestas por su enfermedad.

La Rehabilitación Cardiaca se considera una intervención costo-efectiva, ya que mejora el pronóstico al reducir el número de hospitalizaciones sucesivas y los gastos sanitarios, a la vez que prolonga la vida. Abarca múltiples componentes como lo son la prescripción del ejercicio físico, el optimizar los niveles de actividad física diaria y prevenir el comportamiento sedentario. Así mismo, también se basa en otros pilares fundamentales para gozar de una buena salud: el control de factores de riesgo, el cese del tabaquismo, una alimentación saludable, un descanso reparador, el control del estrés y una gestión adecuada de las emociones, así como el ámbito social y laboral del individuo.

El Programa de Rehabilitación Cardiaca se divide en III fases, comenzando con la fase I durante la hospitalización. Inicia a las 24 a 48 horas del después del evento, procedimiento o cirugía cardiaca, ya sea en la Unidad de Cuidados Intensivos o en el salón. Su objetivo es prevenir los efectos de la inmovilización sobre el sistema cardiovascular y muscular, trabajando con ejercicios de baja intensidad. Además, sirve para monitorizar al paciente mientras realiza el ejercicio físico, para así asegurar un egreso seguro a casa. Como en todas las fases, esta fase tiene un fuerte componente educativo y su duración es variable, en general tiene una duración de tres a doce días y depende de la condición médica, del riesgo residual, de la capacidad funcional y de los progresos obtenidos del paciente. La fase II es ambulatoria, pero debe de ser supervisada y tiene una duración de 8 a 12 semanas. Por último, la fase III o fase de mantenimiento, se desarrolla en la comunidad y es supervisada ya sea por profesionales de la salud fuera del ámbito hospitalario o con grupos organizados. El objetivo principal de esta etapa es estimular la continuidad en la realización del ejercicio físico y sus nuevos hábitos de vida.

Día Mundial del Alzheimer

Dra. Oliva Brenes Antonini
Especialista en Psiquiatría y en
Administración de Servicios de Salud
Miembro Honoraria de ACANAMED

Enfermedad de Alzheimer

El 21 de setiembre es el Día Mundial del Alzheimer, esta enfermedad fue descrita en el año 1906 por Alois Alzheimer (1864 – 1915) médico psiquiatra alemán quien examinó post mortem el cerebro de una paciente quien sufría de demencia. Alzheimer describió los cambios histopatológicos de la corteza cerebral de la paciente la que encontró con atrofia y con placas amiloides y ovillos neurofibrilares.

Esta enfermedad es un importante problema de salud pública. El Alzheimer es la causa más frecuente de demencia, hasta en 60% de ellas; es de evolución lenta, progresiva, causa daños irreversibles en el cerebro, es incurable y letal. Tiene altos costos físicos, emocionales y económicos.

Consta de varias etapas, donde uno de los primeros signos es la pérdida gradual de la memoria reciente. Los síntomas se van agravando y a los trastornos de memoria se suma la desorientación en tiempo y en espacio, trastornos de pensamiento, trastornos de conducta y trastornos sensoperceptivos. Los pacientes tienden a hablar cada vez menos, hasta llegar al mutismo; descuidan su higiene personal, pierden control de esfínteres, y hay que manejar debidamente sus problemas de deglución.

El cuidador debe ocuparse de todas estas situaciones, de acuerdo con las etapas en la que esté el paciente, movilizarlo para evitar úlceras de decúbito, y aspirarle flemas. Si tiene enfermedades crónicas como hipertensión arterial, problemas cardiovasculares, diabetes, hipotiroidismo hay que proporcionales el soporte farmacológico indicado.

La enfermedad suele diagnosticarse por la clínica, generalmente es un familiar allegado del paciente el que lo lleva a consulta; pero algunos enfermos tienen la capacidad de darse cuenta de que algo anda mal, en etapas tempranas y acuden al médico. En la actualidad hay biomarcadores que pueden ayudar con un diagnóstico temprano.

Se han logrado algunos avances en la comprensión de la enfermedad, se sabe que la edad es un factor de riesgo, especialmente después de los 65 años; también tiene importancia el estilo de vida, algunos factores genéticos y comorbilidades, como la hipertensión arterial.

El paciente con Alzheimer es un reto para su familia, necesita cuidado continuo y escrupuloso. Este cuidado agota al cuidador que debe tener completo apoyo familiar, con días de descanso y soporte económico. Es importante la dinámica familiar, donde las relaciones familiares juegan un papel vital evitando la institucionalización del paciente. Los cuidadores pueden experimentar deterioro de su salud física, mental y social. Cuidar a una persona con Alzheimer significa una gran responsabilidad. La familia como sistema integrado por elementos interactuantes e interdependientes debe asumir el compromiso de reconstruir las relaciones con el enfermo y entre ellos, dentro de un marco de respeto.

El cuidador debe ser capacitado en la atención del enfermo y establecer un sistema que beneficie a ambos en una buena calidad de vida. Se puede acudir a los grupos de apoyo.

Hay que simplificar actividades y adaptar la vivienda para que no haya riesgos para el paciente, el que de preferencia debe mantenerse activo en el día para que duerma mejor en la noche.

Actualmente hay investigaciones científicas con el fin de encontrar un medicamento para controlar la enfermedad e, idealmente, curarla. Son fármacos que buscan reducir las placas amiloides en los pacientes con Alzheimer, tratando de mejorar la capacidad cognitiva de estas personas.

Día Internacional de Concientización sobre la Mordedura de Serpiente

José María Gutiérrez
Instituto Clodomiro Picado, Facultad de Microbiología, Universidad de Costa Rica
Invitado de ACANAMED

El envenenamiento por mordedura de serpiente es un serio problema de salud pública a nivel global. Se estima que cada año cerca de dos y medio millones de personas sufren estos envenenamientos en el mundo, lo cual resulta en cerca de 100.000 muertes y en más de 300.000 personas que sufren secuelas físicas y psicológicas permanentes. Esta es una ‘enfermedad de la pobreza’ ya que afecta principalmente a personas en condiciones sociales y económicas vulnerables en las regiones rurales de África, Asia y América Latina.

Las serpientes venenosas se clasifican en varias familias y existe una gran variación en la composición de sus venenos, lo cual resulta en una diversidad de manifestaciones clínicas de los envenenamientos. Algunos venenos, como los de cobras, mambas y serpientes corales, inducen un efecto neurotóxico que paraliza los músculos. Otros venenos, como los de las víboras (terciopelo, cascabel, mata buey, víbora de Russell) inducen patología local (destrucción de tejido, ampollas, hinchazón) y severas alteraciones sistémicas (problemas de coagulación, sangrado, alteraciones renales). Pese a la importancia de este problema de salud, durante mucho tiempo recibió muy poca atención por parte de grupos de investigación, laboratorios farmacéuticos y autoridades de salud. Por eso el envenenamiento ofídico ha sido catalogado como una ‘enfermedad tropical desatendida’ por la Organización Mundial de la Salud.

Afortunadamente, gracias a una intensa campaña internacional en la que han participado muchos países y organizaciones, y en la cual Costa Rica ha tenido un papel de liderazgo importante, la Organización Mundial de la Salud y sus oficinas regionales le han dado más atención al tema en años recientes. En Costa Rica esta enfermedad no ha sido desatendida ya que, a lo largo de varias décadas, el país ha desarrollado recursos científicos, tecnológicos y salubristas propios que le han permitido controlar debidamente el problema, con generación de conocimiento mediante la investigación, producción y distribución de antivenenos o sueros antiofídicos, capacitación de las y los profesionales de la salud y consolidación de un sistema de salud pública robusto. Gracias a ello, el país ocupa una posición de liderazgo en este tema.

Los esfuerzos internacionales condujeron a la aprobación de una resolución sobre el envenenamiento ofídico en la Asamblea Mundial de la Salud en mayo del 2018 y a la elaboración de una estrategia global que procura reducir, en un 50% para el año 2030, el número de muertes y discapacidades causadas por estos envenenamientos ver: https://www.who.int/publications/i/item/9789241515641). Esta estrategia incluye (1) el empoderamiento y la participación de las comunidades en la solución del problema, (2) la provisión de terapias eficaces y seguras, (3) el fortalecimiento de los sistemas de salud y (4) el incremento de las alianzas multisectoriales, la coordinación y los recursos.

Como parte de estas iniciativas, en el año 2018 se estableció el Día Internacional de Concientización sobre la Mordedura de Serpiente, el cual se celebra el 19 de setiembre de cada año. En esta fecha, personas, grupos, instituciones, gobiernos y organizaciones de la sociedad civil desarrollan múltiples actividades dirigidas a elevar la conciencia sobre la magnitud de este problema de salud y a promover acciones e intervenciones que reduzcan su impacto y el sufrimiento humano que representa. Costa Rica, como actor importante en el estudio y la búsqueda de soluciones al envenenamiento ofídico tanto a nivel nacional como internacional, participa en diversos eventos y acciones relacionadas con esta celebración.

¿Qué hacer y qué no hacer en caso de sufrir una mordedura de serpiente?

Lo que NO debe hacer:

  • NO trate de capturar o matar la serpiente que lo mordió.

  • NO se aplique un torniquete en la extremidad mordida.

  • NO intente succionar el veneno con la boca o con un aparato de succión.

  • NO efectúe incisiones con objetos cortantes en el sitio de la mordedura.

  • NO ingiera sustancias químicas o naturales.

Lo que SÍ debe hacer

  • Mantenga la calma y busque ayuda.

  • Inmovilice en la medida de lo posible la extremidad mordida.

  • Indague sobre la localización del centro de salud más cercano (EBAIS, clínica u hospital).

  • Trasládese lo antes posible al centro de salud más cercano para recibir el tratamiento apropiado.


12 de septiembre Día Internacional de Acción contra la Migraña

Dr. Franz Chaves Sell
Médico, neurólogo, Academia Nacional de Medicina de CR.

Migrañas:

En estos días se ha celebrado en muchos países el mes para la concienciación de las migrañas, condición que afecta a un porcentaje importante de la población mundial (ejemplo, 1 de cada 5 mujeres).

Las migrañas son dolores de cabeza que pueden causar sensaciones punzantes o pulsátiles generalmente en un lado de la cabeza, aunque también pueden ser bilaterales y acompañarse de náuseas, vómitos y extrema sensibilidad a la luz y al sonido.

Los ataques de migraña duran horas o días y el dolor en muchos casos interfiere con las actividades cotidianas. Los investigadores aún hoy no han identificado una causa definitiva para la migraña, pero todavía creen que la condición se debe a actividad cerebral «anormal» que afecta la conducción interneuronal, alteración en químicos como sustancias vaso activas y neurotransmisores (Serotonina, Calcitonina) y eventualmente inflamación aséptica de las paredes de los vasos sanguíneos cerebrales. También hay muchos factores desencadenantes de la migraña como las luces brillantes, calor severo, deshidratación, cambios en la presión barométrica, cambios hormonales en las mujeres, la ansiedad, sonidos fuertes, intensa actividad física, saltarse las comidas, alteración en los patrones de sueño, uso de ciertos medicamentos, etc. Las migrañas pueden progresar a través de cuatro etapas:

Pródromo: Uno o dos días antes del dolor de cabeza, la persona podría notar cambios sutiles como fatiga, ansiedad, euforia y constipación. También el deseo de consumir alimentos ricos en aminas vasoactivas.

Aura: Esto ocurre antes o durante la fase de dolor. Son síntomas reversibles del sistema nervioso y pueden ser visuales como destellos de luz, escotomas, distorsión de las figuras, pero también pueden incluir otros disturbios. Por lo general, cada síntoma comienza gradualmente, se acumula durante varios minutos y puede durar hasta una hora.

Ataque: En promedio los ataques de dolor duran de 4 a 72 horas y es posible encontrar dolor generalmente en un lado de la cabeza, pero a menudo en ambos lados, sensibilidad a la luz, al sonido y a veces, al olfato y al tacto. También es común la presencia de náuseas y vómitos.

Post dromo: Después de un ataque de migraña, es posible que la persona se sienta, eufórica, pero también agotada y confundida hasta por 24 horas.

Las migrañas a menudo no se diagnostican ni se tratan y debe entenderse que se trata de cefaleas crónicas recurrentes. Se recomienda asistir al médico incluso si existen antecedentes de dolores de cabeza, sobre todo si el patrón de los dolores de cabeza de repente cambia.

El tratamiento puede ayudar a que la migraña sea menos severa y este depende de la edad del paciente y con qué frecuencia tiene ataques de migraña, el tipo de migraña, otras comorbilidades, etc. Son muy importantes las recomendaciones relacionadas con estilos de vida y debe promoverse el ejercicio y las dietas saludables, así como algunos suplementos vitamínicos como el magnesio y la riboflavina.

Medicamentos: Los medicamentos se pueden usar para prevenir un ataque de migraña o para detener un ataque agudo.

Los medicamentos agudos se toman tan pronto se avecina un ataque de migraña e incluyen:

AINES: ejemplos como el ibuprofeno o la aspirina, generalmente se usan en casos leves a moderados.

Triptanos: sumatriptán, eletriptán y rizatriptán, suelen ser la primera línea de defensa para las personas que tienen ataques de migraña.

Antieméticos: metoclopramida, clorpromazina y proclorperazina.

Alcaloides ergotamínicos: no se recetan con tanta frecuencia y generalmente están reservados para personas que no responden a los triptanos o analgésicos.

Medicamentos preventivos: recetados a personas cuyos ataques de migraña pueden ser debilitantes o ocurren más de dos veces al mes:

Antihipertensivos: Los bloqueadores beta (Propranolol) son ejemplo de fármacos antihipertensivos utilizados para la prevención de la migraña.

Anticonvulsivos: Topiramato y Valproato

Antidepresivos: Los IRSS, pero más aún la amitriptilina y la venlafaxina, también previenen los ataques de migraña.

Botox: Las inyecciones se administran en los músculos de la cabeza y el cuello cada 3 meses.

Péptidos relacionados con el gen de la calcitonina, gepantes y ditanes: se administran en forma oral o a través de inyección para evitar que se desarrolle un ataque de migraña.