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Etiqueta: amnistía tributaria

¿Aumento o un ajuste salarial? versus una amnistía tributaria: un ejercicio comparativo

Mainier Barboza Soto

Mainier Barboza Soto

El año 2019, es referente de lo que a continuación compararemos:

  1. Se aprueba el ajuste salarial, para los empleados de la CCSS, que, de forma particular, es eso, un ajuste, de ¢7.500 por mes, (hablar de aumento, es una forma mañosa de los grupos de poder y enemigos del sector Público y de la CCSS, en particular, de agredir al sector laboral).
  2. Al final del 2018, imponen una «Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas», (o de los grupos económicos más poderosos, que postpandemia aumentaron su riqueza), esa ley trae un «regalo», para los grupos más ricos, que es la llamada «amnistía tributaria» (1 de cada 4 grandes empresas le declaraba CERO ganancias al Ministerio de Hacienda. (Mora, 2018).
  3. El caso es que la amnistía se da sobre cobranzas de Hacienda en juicio, que ya tenían que pagar, es decir, una condonación de una deuda, en «cobro judicial»; ¡que fácil, que descaro, con ley y todo!
  4. Con la pandemia el pago aprobado a los y las trabajadoras de la CAJA, (trabajando bajo una presión increíble, sacrificando tiempo, familia, arriesgando su vida,) y congelan el pago por esa pandemia.

Aquí el primer comparativo:

Los Trabajadores (as) de la CAJA aceptan la congelación de ese ajuste. Y por otro lado, los grupos más ricos aplican la amnistía y dejan de pagar ¢194.000. mil millones, es un regalo de 5O, % de su deuda.

Otro comparativo:

El 23 de mayo 2019, el Frente Amplio, da a conocer: «El monto que no recibió Hacienda por amnistías tributarias equivale a casi 6 años de recaudación de IVA a la canasta básica» (Ducca, 2019). 

Los empleados de la CAJA siguieron siendo los héroes y heroínas, y unas pocas personas (25 empresas se beneficiaron en un 90% de los 194 mil millones).

Ahora comparativo en números a la vista:

Ajuste salarial a las trabajadoras (es) de la CAJA, (ajustamos el monto de ¢7500.00, a 14 pagos, es decir, aguinaldo y salario escolar por persona da ¢105 mil colones, anuales; esa suma por 3 años 1920-1921-1922, de enero a diciembre… total por persona ¢315 mil colones, no incluye los rebajos).

La suma anterior la multiplicamos por 64 mil empleados, nos daría un gran total de ¢20.160.000.000, unos $41.488 millones aprox.

Ahora: Amnistía:

Si aplicamos esa amnistía, primero a las 25 empresas citadas con un beneficio de 90%. Cada uno se «gano» porque dejó de pagar ¢6984.000.000.00, o si lo quiere ver de esta forma; solo 2,8 de esas empresas y/,o sus dueños, absorbe todo el pago que se ha calculado para 64 mil Trabajadores (as) de la CCSS. ¿Lo habrá visto algún diputado por ahí o don Rodrigo Chaves?

Un último dato comparativo:

Si esa amnistía se hubiese cobrado y se aplica para el pago de esos ¢,7500.00 colones a los 64 mil Trabajadores(as,) de la Caja, alcanza para pagarles aproximadamente 10 veces el ajuste mencionado.

Por último, si asumiéramos hipotéticamente, que los beneficiarios de la amnistía fueran 64 mil personas que evadieron, cada uno tendría ¢3.013.250 de regalía, pero como sabemos, solo se beneficiaron 25 grandes empresas.

Juzguen ustedes, quiénes provocan los déficits, el aumento de la deuda; porque esos ¢194 mil millones, ocasionaron un faltante, que se cubrió con deuda. ¿Tenemos muy malos políticos, muy malos economistas y muy malos cobradores? o, por el contrario, ¿tenemos una élite ambiciosa, abusadora de la democracia y de la economía, de la riqueza que debe ser distribuida?

Pensemos y actuemos bien.  

El lobo y la oveja

Hernán Alvarado

El 24 de octubre de 2020, La Nación publicó en su página 15 un artículo un poco raro de un autor tristemente célebre, titulado: «El instrumento y la toalla», factura del primer ciudadano de la República. Fue una comunicación baladí, tan inocua que pasó inadvertida, pese a que informa tanto sobre quién gobierna; o cuando menos sobre su megalomanía -conocido efecto del ejercicio del poder. Tal vez fue otro intento desesperado de mejorar imagen, mientras repite, pendiente abajo, que no le «…importa el costo político personal o la vanidad de la popularidad.»

Si los diputados hubieran cumplido con la reforma constitucional del artículo 9, del año 2003, y hubieran aprobado ya la revocatoria de mandato, otro gallo le cantaría. Hasta entonces la rendición de cuentas del artículo 11 seguirá siendo un saludo a la bandera. Pero el último informe de este mandatario fue más bien un insulto al Soberano. Raro también que mencione, entonces, en este extraño artículo, su «corazón republicano».

Dime con quien te comparas…

El artículo presenta un asunto personal y excepcional, a la sombra del actual «contexto crítico», «…coyuntura tan dura para el país». Y «más que para mostrar espiritualidad» lo hace para «delinear los valores» que guían su conducta. Ahora bien, ¿qué sentido tiene ventilarlos públicamente? ¿Acaso combate así la imagen de ateo que sus oponentes han querido endilgarle? Más adelante llega a afirmar que «Gracias a Dios no le debo nada a nadie, más que a mi familia… y al banco». ¿Y a sus electores, tampoco les debe nada? Confiesa, quizá sin querer, que el voto es para él un cheque en blanco, lo que explica bastante bien por qué gobierna como lo hace.

Al Presidente no le interesa mostrar espiritualidad, pero se apoya en una «oración que durante cinco años repetí en las mañanas y arraigó en mí como principio orientador de vida». Enseguida cita la oración que comienza diciendo: «Señor, hazme instrumento de tu paz…». Entonces, corresponde aludir primero al sujeto omitido de la oración, a Francisco de Asís (1182-1226), figura extraordinariamente significativa.

Francisco encontró su fe en el templo de San Damián, donde una imagen de Jesucristo le pide restaurar su iglesia en ruinas. Él restauró su templo, pero también su iglesia, es decir su pueblo, fundando tres órdenes religiosas. El que bautizaron Juan representa la esperanza del cristianismo, porque sustituye la pasión del sacrificio por el gozo de una presencia suprema. Lejos de fundar su fe en el miedo y el castigo, la busca en el amor humano. Francisco de Asís renuncia a su riqueza material y a sus títulos de nobleza para convertirse en un instrumento de paz; renuncia al ejército papal, a su ropa, incluso renuncia a ser sacerdote, por no considerarse digno de la investidura. Su mensaje es tan potente porque predica con el ejemplo; cuidando a los pobres, a los enfermos y protegiendo a los animales. La leyenda del lobo retrata bien su apuesta ética. Se cuenta que Francisco pactó con un lobo que azotaba a la ciudad de Gubbio; fiera que merecía el peor castigo. Pero su compasión lo amansa y convence a los pobladores de alimentarlo, en vez de perseguirlo. Su mensaje es conciliador y convoca a una convivencia pacífica, esperanzada y dichosa. En ese sentido, el Papa actual eligió muy bien su nombre, el cual porta con suma dignidad, aunque por ser la primera vez parezca más bien un síntoma.

Nada en común, entonces, con el estilo de gobierno del Presidente; así que se ve enseguida que la comparación no aplica. Más aún, resulta chocante que aluda a una voluntad espiritual tan radical para referirse a un ejercicio político tan superficial, que ha traído dolor y decepción a tanta gente; entre otros, a los miles de despedidos durante la pandemia para cuidar la rentabilidad de las empresas y los cientos de jubilados a quienes se les ha metido, descaradamente, la mano en el bolsillo.

Bien haría el señor Presidente en seguir el ejemplo de Francisco, renunciando a su arrogancia y mejor aún a su puesto, tan mal ejercido hasta ahora; por haber convertido la Presidencia de la República en piedra de discordia; en vez de erigirla, según había prometido, y según su deber, en atalaya de la concordia nacional. Por otra parte, hasta ahora él solo ha renunciado a una pensión que todavía no tiene y a una popularidad que ya había perdido irremediablemente.

¿Otro falso mesías?

El Presidente piensa que nos ha salvado de lo peor, prestándose como «un instrumento para el país», «…para hacer las cosas que antes no se quisieron o no lograron hacerse». En cambio, él quiso y pudo hacerlas porque comprende que la popularidad, que lo puso ahí, es pura «vanidad». En particular, para quien se siente llamado a «evitar una nueva crisis social, económica y política». Por eso, afirma que en el tiempo que le queda seguirá resolviendo «…por el fondo, no cosméticamente, y menos aún pateando la bola al próximo gobierno.»

Según lo que dice, él piensa que nos alejó del abismo con la reforma fiscal, aunque no hay mejor ejemplo de una decisión cosmética, que beneficia a unos cuantos y tira la bola hacia adelante. No hay mejor muestra de que en este país la clase política le tiene miedo a la mafia empresarial. La misma que hace «clavos de oro», goza de jugosas exenciones y amnistías, evade y elude sus obligaciones fiscales, se roba el impuesto de ventas, contrabandea y estafa impunemente. Cuando haya investigación en serio seguro que se encontrará también su asocio, de larga data, con el narcotráfico; con el que comparte la manía de esconder ganancias. Al respecto, el Presidente puede preguntarle a su principal asesor, el ministro que lo enlaza con el sector privado. La mafia empresarial demanda mejores servicios y carreteras, junto con el recorte del gasto público, trapito de dominguear del Presidente que revela para quien trabaja tanto.

La pandemia, junto con la crisis que desató, puso en evidencia que fue una falsa solución, una medida remendona para evadir el problema de fondo, o sea, una reforma fiscal justa y progresiva. Ahora el virus le sirve de excusa, aunque mala porque su eventualidad fue prevista desde el 2015; prueba de ello es que ya casi se tenían las vacunas listas. Hoy que el país se encuentra sumido en la anunciada crisis fiscal y en una más profunda crisis económica, el Presidente declara impávido que «Si aspiré a gobernar fue para evitar a toda costa una dolorosa crisis fiscal para las personas del país, apelmazada por 20 años durante los cuales, por un motivo u otro, no se concretaron las soluciones.»

Él está convencido de haber evitado lo peor, de haber sido un instrumento «en especial para quienes sufren pobreza y desempleo», bajo el alero de un manoseado argumento neoliberal: la medicina es amarga, pero es mejor que la enfermedad; las medidas son dolorosas, pero sería peor no tomarlas. El problema es que después de 40 años de neoliberalismo la enfermedad se ha agravado cada vez más pues la verdadera pandemia es la desigualdad social, resultado de esa política económica impuesta, desde el «consenso de Washington», mediante una dictadura en «democracia», ejercida con desparpajo por esos «representantes» que no escuchan, ni respetan, ni rinden cuentas a quienes los eligieron; puesto que ya se sabe que «La clase política no le tiene miedo al pueblo» (diputada del PLN, Yorleny León).

Si se ha gobernado o no para los pobres y desempleados lo dirán próximamente, en las urnas, los jóvenes, las personas con discapacidad, los vendedores ambulantes, las pequeñas empresas familiares, las jefes de familia, los pequeños agricultores abandonados hace años, los trabajadores despedidos, las comunidades pesqueras y fronterizas, las personas pensionadas. Y todos aquellos que se han quedado esperando una reactivación «inclusiva y solidaria». Admitiendo que el Presidente se ha prestado como instrumento, la pregunta entonces sería: ¿un instrumento de quién y para qué?

¿Y la oveja?

Lejos de ser instrumento de paz social, este Presidente ha venido a atizar la lucha de clases, apoyándose en la maquinaria mediática de la plutocracia. En complicidad con una Asamblea Legislativa que da vergüenza ajena, ha ignorado o vacilado a quienes protestan y proponen. Ha criminalizado las manifestaciones callejeras, ha satanizado las pensiones dignas y se ha aprovechado del confinamiento para aprobar, a toda velocidad, una serie de medidas anti-laborales, a cual más ocurrente, inconstitucional e irresponsable. Mientras tanto, los diputados se han ido a enterrar en su búnker, que más parece una caja de (mala) leche que un «santuario de la democracia».[1] Nos costará años reparar los desaguisados de este (des)gobierno.

Por otra parte, el Presidente dice que combate el populismo porque «…es la peor amenaza que nos acecha y contra el que había y hay que actuar». ¿Y por qué? Porque «…expresa odio hacia algunos o discriminación en todos los sentidos.» Sin embargo, pasa por alto que el principal rasgo populista es precisamente un líder mesiánico como él, que se sirve del odio y el miedo con la cuchara grande. Él se ha basado, por ejemplo, en las campañas orquestadas y denigrantes contra las personas jubiladas, contra los empleados públicos, contra las universidades y su autonomía, con el único fin de cargar de impuestos a las mismas espaldas de siempre y continuar con su obsesiva reducción del Estado. Ese populismo neoliberal, al que parece atado de pies y manos, muestra hoy sus garras más despiadadas, porque está más acorralado que nunca. Por eso crea enemigos por doquier, mediante campañas repetitivas de corte neofascista, a cual más mentirosa y manipuladora.

Así que no es casualidad que don Carlos haya salido premiado con el título del peor presidente, entre 11 países considerados, según información reciente de CID-Gallup; algo que no debería seguir tomando a la ligera. Ningún presidente que haga lo que hay que hacer obtendría una calificación tan mala. En definitiva, el Presidente no es convincente porque su discurso no pega con la realidad y él mismo convirtió el «diálogo nacional», su mayor esperanza, en otro simulacro mediático; para lanzarnos después en las fauces del Fondo Monetario Internacional.

En suma, estamos enfrentando a un Presidente que se cree salvador, hasta el punto de pretender compararse con Francisco de Asís; mientras hace un discurso incendiario, provocador y desafiante. Él dice que combate privilegios (de los pensionados) mientras defiende los lujos y privilegios de la mafia empresarial, al punto de que el último Ministro de Hacienda debió irse por poner el dedo en la llaga de la evasión y por no encontrar «el prócer» que necesitaba el país, según sus propias palabras, para enfrentar la delicada situación fiscal post pandemia. Lo cierto es que este gobierno ha sido, como lo expresara Luis Fernando Astorga, un gobierno de los ricos, con los ricos y para los ricos; que se ha dedicado, contra su juramento, a conculcar nuestra Constitución, actuando como una dictadura que impone su ley y su criterio, sorda a cualquier otra opinión. A eso llama gobernar con firmeza.

De ahí que la democracia liberal representativa esté tan herida de muerte, porque sus salvadores desprecian a quienes los eligen y les piden cuentas. Hoy mismo, esa élite gobernante se siente llamada a acabar con el Estado social que surgió del pacto histórico del 49. Pero un derecho es una libertad socialmente conquistada, por eso pretender transformar los derechos adquiridos en odiosos privilegios resulta tan regresivo, tan bárbaro, tan brutal como querer devolver la rueda de la historia. Eso atenta contra los derechos humanos, incluso contra el derecho de propiedad, infectando a todo el sistema de inseguridad jurídica, a penas propia de un Estado fallido. En conclusión, este gobierno arbitrario y autoritario, de corte neofascista, ha declarado repetidamente y de diversas maneras que ha venido a hacerle la guerra a nuestra paz social. A eso llama resolver los problemas del país.

Al final, el Presidente suelta su broma: «¿Y la toalla? Solo me sirve para secar sudor y arropar el amor por Costa Rica». Un intento ingenioso, aunque malogrado, que más bien parece otra «burrada», porque ¿en qué cabeza cabe que el amor por Costa Rica necesita ser arropado y además con una toalla sudada?[2] Para colmo, don Carlos ha resultado, como Presidente, un mal comunicador y humorista. ¿Y la oveja? Sirva solo para recordar que hoy abundan los lobos que suelen arroparse con su linda piel.

[1] Sobre la estética fascista de ese edificio ver el excelente artículo de Laura Flores Valle en el Fígaro, titulado: Mirar y obedecer: la estética autoritaria del nuevo edificio legislativo; se encuentra en: el-figaro-net.

[2] «Si digo una burrada me corrigen porque yo no paso de periodista» Carlos Alvarado, 21 de noviembre de 2020.

Apoyo al Instituto de Investigaciones Sociales

Isabel Ducca D.

Con motivo de la polémica y acusación a la Universidad de Costa Rica de estar incentivando una guerra entre lo público y lo privado por la difusión de dos videos producidos por la Oficina de Divulgación e Información (ODI), con base en una investigación del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS), en los cuales se alude a grandes empresas que se beneficiaron de la amnistía tributaria, a algunas que declararon cero impuestos durante un periodo y a tres empresarios de renombre citados en la revista FORBES, es preciso expresar un reconocimiento a una labor difícil y, por lo visto, riesgosa pues como lo señala dicha revista, fuente de la que surge parte de la problemática:

Para el equipo de investigación de FORBES, cada año representa un reto documentar y estimar las más cuantiosas fortunas de nuestra geografía, debido a que los principales obstáculos son la falta de transparencia y la poca disponibilidad de las corporaciones para compartir la información de primera mano…”[i]

Lo afirma una revista que está mil leguas de ser analítica y crítica.

Nuestra solidaridad se basa, como debe ser, en los principios que rigen y deben reinar siempre en la institucionalidad pública. Tal y como lo estipula el Estatuto Orgánico de la Universidad de Costa Rica en el artículo 3: “…contribuir con las transformaciones que la sociedad necesita para el logro del bien común, mediante una política dirigida a la consecución de una justicia social, de equidad, del desarrollo integral, de la libertad plena y de la total independencia de nuestro pueblo”.

Si hubiera que hablar de una guerra entre lo público y lo privado, tendríamos que invertir los términos pues esa confrontación la inauguran en nuestros país los sectores neoliberales desde hace más de treinta años pues las universidades públicas, al ser cuna del pensamiento crítico y analítico, han sido acosadas con el fin de recortar sus presupuestos para reducir la investigación y el aporte que realizan para un desarrollo integral de nuestro país y de protección a los sectores más vulnerables. ¡Las acusaciones no son nuevas! Desgraciadamente, con motivo de la pandemia que estamos sufriendo y con el beneplácito de un gobierno que se preocupa más por proteger a quienes más atesoran en lugar de hacerlo con quien menos tienen, ciertas voces han adquirido fuerza y prepotencia que raya, en ocasiones, en lo inhumano.

Como bien sabemos, el déficit fiscal es un problema que adquiere dimensiones gravísimas antes del Covid 19 y que debido a este llegó a proporciones catastróficas. Desde el 2018, los temas fiscales han tomado relevancia en la discusión pública y hoy, precisamente en una crisis histórica, deben ser discutidos más que nunca. La evasión, elusión y mora son problemas que perjudican la construcción del Estado social de derecho y por tanto deben ser problematizados, así como señalados sus responsables.

Las campañas de desprestigio hacia las instituciones o personas que se atreven a plantear el tema de la reforma fiscal progresiva no son nuevas. Ya a inicios del siglo XX, Alfredo González Flores fue víctima de una campaña feroz primero y, posteriormente, un golpe de estado por establecer su proyecto.

Queremos reiterar nuestro apoyo a la autonomía universitaria consagrada en el artículo 84 de la Constitución Política y esperamos que, fiel a los principios con que la concibieron figuras como Rodrigo Facio Brenes, la reflexión rigurosa, académica y comprometida con el bien común continúe por los senderos que le marcan la ética y el compromiso con los Derechos Humanos.

[i] Puede referirse a: https://issuu.com/forbeslatam/docs/forbes_ca_mayo_2019

LOS EMBUSTES DE #FIFCO (tercera entrega y última por ahora)

Embuste: “mentira disfrazada con artificio” (DRAE)

FIFCO: Florida Ice and Farm Company S.A., más conocida como la Cervecería Costa Rica.

Seguimos con estos comentarios críticos a un video que hace unas semanas publicó #FIFCO con el título “El que nada debe nada teme”.

En la primera entrega señalé el engaño de FIFCO al plantear que todas y todos los costarricenses podemos acceder a las declaraciones de impuesto sobre la renta de sus empresas o simplemente llamar a la central de Ministerio de Hacienda para verificar los montos que han pagado.

En la segunda, cuestioné la supuesta transparencia fiscal del holding (eufemísticamente comparada en su video con una abuelita que no paga impuestos) pues presentan cifras que no se pueden comprobar; cifras engañosas sobre el total de impuesto pagados, donde incluyen tributos que en sentido estricto no son pagados por las empresas sino por las y los consumidores, como es el caso del IVA; y porque omiten datos sobre la última amnistía tributaria.

Podríamos señalar otras inconsistencias y exageraciones contenidas en ese video. De igual forma, reconocer que presentan algunas aclaraciones pertinentes, como la diferencia entre un representante legal de una empresa y el capital de las personas accionarias.

Pero la pregunta es: si se trata de una empresa tan grande, asentada entre otras cosas en la explotación casi gratuita del equivalente tico a un pozo petrolero (nuestras fuentes de agua); que es de las que pagan más impuestos por el volumen de sus operaciones; empresa que se presenta como modelo y seguramente lo es en diferentes aspectos; que le da trabajo a tanta gente y en buena hora si lo hacen con responsabilidad social; que presume de sostenibilidad y transparencia, etc. etc. etc….¿POR QUÉ NECESITA RECURRIR A EMBUSTES PARA “DEFENDERSE”?

He aquí el tercero

  1. LA IDEALIZACIÓN DE LAS EMPRESAS PRIVADAS Y LA IMPRECISIÓN EN DATOS SOBRE EMPLEO

Según FIFCO, la abuelita, sus hijos y sus nietos son parte de algo así como un mundo maravilloso, el de las empresas privadas, del que debemos estar orgullosos y que “en este momento, más que nunca, están cuidando a 9 de cada 10 familias en el país …” !!!

Fantasía, propaganda, mentira descarada, no sé….cada quien póngale el nombre que quiera. Lo cierto es que esa idealización dista mucho de los dramáticas situaciones de desempleo, sub-empleo, precarización del empleo, informalidad, pobreza y pobreza extrema, que ya existían desde antes de la pandemia y que se han agudizado con la misma. Igualmente, son imprecisos los datos en cuanto los segmentos de trabajadoras y trabajadores independientes (no asalariados) y a la distribución entre sector público y privado.

Entonces, sugerencia respetuosa para doña Gisela Sánchez y para #FIFCO: si quieren hablar con la verdad y con precisión sobre empleo en Costa Rica, denle aunque sea un vistazo general a los datos del INEC o del Estado de la Nación sobre el tema. La propaganda sobre este tema está de más y resulta ofensiva en el contexto de la actual crisis social, económica y sanitaria que vivimos.

Y al mismo tiempo preguntarles: ¿de cuáles empresas privadas debemos estar orgullosas y orgullosos?

¿De las piñeras y otras mono-cultivadoras; o empresas de construcción y otros sectores que explotan mano de obra de migrante bajo condiciones precarias y hasta infra-humanas?

¿De las que incumplen derechos laborales básicos que son parte de nuestro Estado Social de Derecho?

¿De las empresas que depredan y contaminan nuestros recursos naturales?

¿De las que evaden, eluden impuestos y/o viven del contrabando?

¿De las que se niegan a una contribución solidaria en el contexto de la actual crisis?

¿De las que tienen grandes privilegios fiscales en zonas francas, operando en gran desigualdad respecto las que trabajan fuera de esos paraísos fiscales locales?

¿De las que participan del lavado de dinero en nuestra economía, actividad que alcanza niveles multimillonarios señalados recientemente por el ex Ministro de Hacienda Rodrigo Chaves?

¿De las que participan en prácticas de corrupción que desangran los recursos públicos? ¿O es que la corrupción en el sector público no tiene una contraparte en el privado?

A ver, si ustedes en FIFCO dicen ser una empresa modelo de sostenibilidad y responsabilidad social, como muchas otras empresas del país, deben por ello tener claro que el mundo de las empresas privadas no es homogéneo ni tan romántico como lo pintan en su video, como tampoco lo es el sector público donde muchas cosas deben mejorar. Es decir, hay empresas modelo y en buena hora. Pero esa característica no es aplicable a la totalidad.

Hay empresas inmensas con grandes ventajas, pero la mayoría son pequeñas o medianas que con costos subsisten.

Pero en todo caso, ¿para qué seguir alimentando esa oposición entre lo público y lo privado a partir de generalizaciones maniqueas donde unos son los buenos (casi héroes) y los otros son los malos (casi villanos)?

En lo personal, participo de una visión de complementariedad entre el sector público y el privado, reforzada con una economía social y solidaria robusta, para dinamizar nuestro desarrollo. Y que bajo condiciones de igualdad y equidad, tenga claras exigencias de responsabilidad social, ambiental y fiscal, para todos pero donde los que más tienen más contribuyan.

Por eso, esa generalización romántica sobre las empresas privadas me resulta ofensiva en un contexto en que, ni desde el mundo privado ni desde el público, se han logrado detener la creciente desigualdad, pobreza, informalidad y desempleo que sufren grandes segmentos de la población, como resultado de un modelo que favorece la acumulación para pocos y ha debilitado los mecanismos de distribución para las grandes mayorías.

Pero bueno, a lo mejor lo que FIFCO quería era hacer propaganda, como la que hacen para vender agua (pura, te-ñida o fermentada) a precios de hidrocarburos o superiores. Pero entonces no presuman verdad y transparencia. Porque con tantos embustes, son ustedes mismos los que ponen en duda su reputación, frente a una ciudadanía cada vez más informada y crítica.

Por eso, a quienes aplaudieron y se creyeron acríticamente el cuento de la abuelita, cabe recordarles un fragmento de otro: “Abuelita ¡que dientes tan grandes tienes!”.

Y como pueden ver en la foto que adjunto como ilustración (tomada del Reporte Integrado 2016-2017), se trata de una “familia” integrada por gente bien acaudalada. La acumulación de riquezas no es un cuento, es una cruda realidad frente una crecientes pobreza y desigualdad. Por eso merece toda nuestra atención, reflexión y análisis como ciudadanos y ciudadanas.

LOS EMBUSTES DE #FIFCO (segunda entrega)

Gerardo Hernández

Embuste: “mentira disfrazada con artificio” (DRAE)

FIFCO: Florida Ice and Farm Company S.A., más conocida como la Cervecería Costa Rica.

Retomo estos comentarios críticos a la publicación de un video titulado “El que nada debe nada teme”. En el mismo, la señora Gisela Sánchez, Directora de Relaciones Corporativas de FIFCO y el abogado Adrián Torrealba Navas, hacen críticas a informaciones aparecidas en unos videos de un medio de la UCR, donde aparecen fragmentos de entrevistas hechas a investigadores que estudian las grandes riquezas, la desigualdad social y temas fiscales.

Dichos investigadores ya han hecho aclaraciones y reconocido limitaciones de algunas fuentes de información, por ejemplo, la Revista Forbes. De modo que yo no pretendo hablar por ellos o meterme en la discusión metodológica correspondiente. Eso es algo que bien pueden hacer las personas y medios involucrados.

Lo que sí me interpela y me mueve como ciudadano a participar en este debate, son las inconsistencias, medias verdades y hasta falsedades que aparecen en el video de #FIFCO.

Las y los ciudadanos debemos ser críticos con la información que recibimos en redes sociales y en los medios de comunicación convencionales, vengan de donde vengan. Es nuestro derecho. Por eso, con este ejercicio pretendo mostrar justamente que no todo lo que brilla es oro y que, a nombre de la verdad, se puede incurrir también en “mentiras disfrazadas con artificio”.

Por cierto, ¿llamaron ya al teléfono (22-84-50-00) del Ministerio de Hacienda? Si no lo han hecho, les invito a llamar y hacer una simple pregunta: ¿Cuánto han pagado las empresas de FIFCO en impuesto sobre la renta del 2008 al 2018?. Llamen y nos cuentan cómo les va. Porque según doña Gisela Sánchez, con solo llamar a ese número les van a dar la información.

Y si quieren profundizar más, pueden solicitar también las declaraciones de impuesto sobre la renta de esas empresas durante el mismo período, pues según FIFCO cualquier persona las puede revisar y “para cualquier costarricense es facilísimo comprobar” el pago de impuestos de sus empresas (Adjunto una lista para mayor precisión de sus consultas).

Insisto, llamen y nos cuentan. A lo mejor les va bien o a lo mejor comprueban el embuste al que hice referencia en la primera entrega.

Ahora vamos al segundo

  1. CIFRAS QUE NO PODEMOS COMPROBAR, CIFRAS ENGAÑOSAS Y CIFRAS OMITIDAS EN EL VIDEO DE FIFCO

Por lo ya dicho en la primera entrega, NO PODEMOS COMPROBAR la cifra de 245.000 millones de colones supuestamente pagados al Ministerio de Hacienda por las empresas de FIFCO, por impuesto sobre la renta del 2008 al 2018.

Ojalá FIFCO hiciera públicas, no las cifras agregadas de los estados financieros consolidados, sino las declaraciones de todas y cada una de las personas jurídicas (descendientes de la abuelita), para verificarlo ante la ciudadanía. Esa sí que sería una demostración clara y contundente de transparencia fiscal empresarial pues, efectivamente, “el que nada debe nada teme”.

Por ahora, solo se puede dudar o creer, según cada quien elija. Igualmente dudar o suponer verdad, en cuanto a que esa cifra es total y contundentemente la que debían pagar, sin estrategias de evasión, elusión o “planificación tributaria”.

¿Por qué?, porque vivimos en el mundo de la opacidad, no de la transparencia fiscal predicada por FIFCO.

Y sí, sí… es cierto que los estados financieros consolidados y auditados de FIFCO son de acceso público. También es cierto que en esos estados aparecen cifras agregadas del pago de impuestos sobre la renta. Y algo más: hice los cálculos para el período 2008-2018 y la cifra obtenida es bastante cercana a la publicada en el video en cuestión.

¿Pero cuál es el pero? Pues que son cifras agregadas en estados financieros consolidados de toda la compañía, con una larga y variable lista de subsidiarias (digamos que hijas y nietas de la abuela), residentes en Costa Rica, Guatemala, El Salvador, México, EEUU (algunas en Delaware), Gran Caimán, entre otros (Ej. la lista de subsidiarias del 2018).

Entonces… esos datos agregados no permiten comprobar en detalle el pago o no pago del impuesto sobre la renta de cada una de las empresas, como sí lo permitirían las declaraciones que, según FIFCO, cualquier cristiano podría revisar. De manera que no hay en esos estados financieros consolidados la transparencia que pregonan.

Tampoco permiten determinar cuánto y dónde fue pagado el impuesto sobre la renta de las empresas subsidiarias residentes en diferentes países. Por eso, en lugar de claridad y transparencia surge una gran duda: la cifra de los 245.000 millones de colones planteada en el video de FIFCO, ¿refiere a pagos hechos sólo en Costa Rica o a todo lo pagado por todas las empresas en todos los países donde operan subsidiarias? #FIFCO, #Deloitte (firma auditora) o el #MinisteriodeHacienda podrían aclarar esto. Las ciudadanas y ciudadanos lo agradeceríamos.

Por otro lado, en el video se hace referencia a otra cifra fiscal CLARAMENTE ENGAÑOSA: los $2.076 millones de dólares que, supuestamente, FIFCO habría pagado en total por renta y otros impuestos, sin precisar el período.

¿Por qué esa cifra es engañosa? Porque incluye, impuestos como el de de ventas (ahora IVA) que en realidad es pagado por las y los consumidores finales de los productos, donde las empresas funcionan como recaudadoras y simplemente deben trasladar esos recursos a Hacienda. Son impuestos pagados por la gente (ahora hasta por la canasta básica) no por las empresas.

No es la primera vez que FIFCO presume como pago propio, los montos del impuesto de ventas y otros, para inflar discursiva y publicitariamente su aporte fiscal. Ya en el 2018, el programa Doble Check (galardonado con el Premio Pío Víquez) demostró que FIFCO había pagado “de su propio bolsillo” apenas una cuarta parte de lo que pregonaba al incluir esos otros impuestos (Ver: https://doblecheck.cr/cerveceria-costa-rica-ha-pagado-al-fisco-de-su-propio-bolsillo-una-cuarta-parte-del-monto-que-publicito/).

¿Por qué necesitan exagerar, mentir y presumir impuestos que pagamos otros, si el que nada debe, nada teme?

Y en tercer lugar, la OMISIÓN. El video de FIFCO omite el dato de cuánto fue el beneficio obtenido por la Amnistía Fiscal, mediante la cual, algunas de sus empresas pagaron solo el monto principal y no los intereses o sanciones.

Que eso fue legal y producto del combo fiscal aprobado en el 2018 nadie lo duda. Que eso permitió recaudar recursos frescos en momentos que urgía, tampoco. Pero ¿por qué omitir que esas empresas tuvieron un beneficio fiscal y los montos del mismo, en un contexto donde la amnistía ha generado debate porque benefició a grandes empresas al mismo tiempo que se imponía el IVA a la canasta básica?

¿Abona con ello FIFCO a la transparencia o nos presenta más bien sólo una cara, de manera publicitaria y engañosa, sobre su aporte fiscal?

Para cerrar esta entrega y con el permiso de #Delfino, un “bonus track”: Adrián Torrealba Navas, abogado experto tributario, Ex Director de Tributación, dice en el video de FIFCO que todas las empresas de la abuelita tributan con la tarifa del 30%. Pero ¿acaso no se ha demostrado (y así lo acepta doña Gisela) que algunas de esas empresas han declarado 0 utilidades por varios años y por lo tanto no han contribuido, ni siquiera en la tarifa más baja? “No aclares que oscurece”.

Continuará…

Los embustes de #FIFCO

Gerardo Hernández

Embuste: “mentira disfrazada con artificio” (DRAE)

Bajo el supuesto de decir la verdad, “con firmeza y transparencia” y “de la forma más clara y contundente posible”, #FIFCO salió al paso de unos videos basados en estudios en curso del IIS-UCR que refieren a grandes riquezas, a declaraciones de impuesto de renta con 0 utilidades y a ventajas fiscales que han tenido algunas empresas, como es el caso de la amnistía tributaria.

Con su propio video, #FIFCO plantea como base narrativa un cuento de una abuelita con hijos y nietos, el cual tiene grandes inconsistencias y hasta falsedades. A pesar de ello, ha generado un mar de aplausos, adulaciones, lecturas acríticas, hasta de especialistas en economía y comunicación política. Y por otro lado, señalamientos, sentimientos de culpa, miedo y hasta infundada vergüenza en algunos sectores de la propia academia, que se han unido a la condena a dos investigadores del IIS.

Quiero decir que a mí me parece sano que se debata con argumentos cualquier aporte que hagan las universidades. Que sean señalados errores para que se corrijan y que se escuchen las voces de los diferentes actores involucrados y participantes en los debates.

Bajo esa misma premisa, celebro que empresas como FIFCO o redes empresariales como Horizonte Positivo, salgan de su lugar de confort, de su anonimato, de sus roles de influencia tras bambalinas, a dar explicaciones sobre lo que hacen y cómo lo hacen, así como a discutir abiertamente sus posiciones e intereses. Hoy, dichosamente y para bien de una ciudadanía más informada, las grandes riquezas de este país tienen nombres y apellidos.

Si esos grupos exigen rigor, veracidad y transparencia, comparto plenamente con ellos. Pero deben estar dispuestos también a dar lo mismo y a ser señalados cuando no actúen en consecuencia.

Porque “dos errores no hacen un acierto” y lo cierto es que, a nombre de la verdad, #FIFCO incurre en prácticas propagandísticas, falsedades, datos confusos, inconsistencias, omisiones, generalizaciones e idealizaciones, que no ayudan en nada a un debate informado sobre los asuntos de interés público como es el tema fiscal.

En las siguientes estregas voy a puntualizar y fundamentar dicho señalamiento. Aclaro nada más que lo hago a título personal, como ciudadano interesado en estos temas, sin pretender ninguna representación de terceras personas, institución u organización.

Vamos punto por punto, iniciando con el primer embuste:

  1. LA SUPUESTA POSIBILIDAD QUE TENDRÍAMOS DE VERIFICAR SUS CIFRAS DE IMPUESTOS

Según la vocera de FIFCO en el video titulado “El que nada debe nada teme”, con solo llamar al número 2284-5000 (central telefónica del Ministerio de Hacienda) las y los costarricenses podríamos comprobar la veracidad de sus afirmaciones sobre el pago de impuestos. Además, nos dice que, si revisamos las declaraciones de impuesto sobre la renta de las empresas operativas de FIFCO, nos daremos cuenta de toda la plata que han pagado en impuestos del 2008 al 2018.

A ver, sobre eso último ¿cómo vamos a poder revisar las declaraciones si son documentos confidenciales? La única forma sería que FIFCO hiciera públicas las declaraciones de todas las empresas de la abuelita (digo del Holding) de la que desciende toda una catizumba de sociedades residentes en Costa Rica y en otros países.

Pero bueno, según FIFCO, para eso está el supuesto número de teléfono mágico del Ministerio de Hacienda, al que uno simplemente puede llamar y le dan los datos de cuánto han pagado o dejado de pagar zutano, mengano y perengano.

A ver, ciudadanos y ciudadanas, medios de comunicación, diputados y diputadas, hagan la prueba, llamen a ese número (22-84-50-00) y se darán cuenta que lo dicho por FIFCO en su video es una soberana mentira.

#FIFCO y Adrián Torrealba Navas, abogado tributario que aparece en el video, saben bien lo establecido en el Código de Normas y Procedimientos Tributarios, que cito a continuación:

“Artículo 117.- Carácter confidencial de las informaciones.

Las informaciones que la Administración Tributaria obtenga de los contribuyentes, responsables y terceros, por cualquier medio, tienen carácter confidencial; y sus funcionarios y empleados no pueden divulgar en forma alguna la cuantía u origen de las rentas, ni ningún otro dato que figure en las declaraciones, ni deben permitir que estas o sus copias, libros o documentos, que contengan extractos o referencia de ellas sean vistos por otras personas que las encargadas en la Administración de velar por el cumplimiento de las disposiciones legales reguladoras de los tributos a su cargo” (Código de Normas y Procedimientos Tributarios, Ley n° 4755)

Por eso, pretender hacerle creer a la ciudadanía que es posible verificar fácilmente los datos tributarios de sus empresas o de cualquier otra, además de un irrespeto a la inteligencia es de un gran cinismo.

Ha sido a punta de solicitudes ciudadanas y legislativas, resueltas por la Sala IV, que el Ministerio de Hacienda se ha visto obligado en los últimos años a publicar la lista de empresas que han declarado 0 utilidades (y por lo tanto no han pagado renta) o se han beneficiado de amnistías fiscales, como ha sido el caso de algunas de las empresas de FIFCO.

Esos han sido pasos importantes, pero en Costa Rica estamos muy, pero muy lejos de la supuesta transparencia fiscal con la que #FIFCO pretende engañarnos.

Continuará…

Una invitación a conversar: Por una mejor Costa Rica pos-pandemia

Instituto de Investigaciones Sociales – UCR

Costa Rica destaca en el mundo por una extremada y crecientemente desigualdad (OCDE,2020; CEPAL, 2020) y la pandemia del COVID-19 no ha hecho sino acrecentar las brechas económicas entre los habitantes del país. El futuro post pandemia y el país requieren de un mayor estudio y debate de la estructura tributaria actual, sobre las políticas aprobadas, sus consecuencias y sobre nuevas propuestas fiscales para el largo plazo.

Como han señalado diversos organismos internacionales como la Comisión Económica para América Latina (2020) o el Instituto Centroamericanos de Estudios Fiscales (2020), Costa Rica y la mayoría de los países en el mundo requieren un nuevo pacto fiscal, que ayude a los Estados a solventar las consecuencias de la crisis, mejorar sus fuentes de ingreso y a promover horizontes compartidos.

Como Universidad, es nuestra responsabilidad contribuir a ese propósito. El Instituto de

Investigaciones Sociales, desde ya hace más de 15 años, ha abierto foros, debates y discusiones sobre las consecuencias, causas y posibles soluciones de los problemas relacionados con la desigualdad social y la distribución del ingreso.

En días recientes, ha circulado una nota informativa desde la plataforma Desde la U de la UCR, elaborada como vídeo por la ODI, con información sobre desigualdad y tributación en Costa Rica, basada en hallazgos preliminares de una investigación en curso en el IIS. La nota analiza información pública del Ministerio de Hacienda, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y la revista especializada en negocios y riqueza FORBES Centroamérica (2019). Esa publicación ha dado lugar a diferentes reacciones, unas positivas y otras que pretenden poner en duda la validez del análisis.

En atención a lo anterior, damos a conocer las siguientes aclaraciones y precisiones sobre las fuentes, la metodología y los objetivos del video difundido:

*Sobre el cálculo de la riqueza:

En el video se menciona a las tres personas con mayores ingresos en Costa Rica, según una fuente secundaria, ampliamente utilizada por medios de comunicación y la academia: la Revista Forbes del 21 de mayo del 2019, páginas de la 68 a la 73. FORBES Centroamérica realiza sus cálculos con base al valor de las ventas de las empresas o de sus inversiones. En su reporte global FORBES Centroamérica por ejemplo, calcula los ingresos de Jeff Bezos o Bill Gates, en parte según valor de mercado de Amazon o Microsoft.

La Revista señala que “el listado de los empresarios [Centroamericanos] fue elaborado con información de sus empresas, y negocios disponibles en medios impresos, electrónicos y digitales, así como en los informes anuales de FORBES 2017 y 2018 (…) En los primeros 20 lugares del listado aparecen los hombres de negocios más importantes de la región y aunque no se tengan cifras consistentes en algunos casos, en los primeros puestos figuran los empresarios más ricos de Centroamérica y República Dominicana” (p.68).

Esa estimación conlleva una limitación metodológica de la cual somos conscientes. Todas las metodologías de investigación científica tienen fortalezas y debilidades; su rasgo distintivo es que son tan inevitables como perfectibles. Sin embargo, la limitación de los datos empleados, lejos de mostrar que no debe usarse una fuente secundaria como Forbes, muestra la urgencia de contar con información oficial, pública, fidedigna y oportuna.

La falta de información pública de los ingresos más altos es un rasgo que distingue a nuestra región y limita la posibilidad de estudiar con precisión la distribución del ingreso. Sortear ese obstáculo es un reto, pues a pesar de vivir en la era de la información, los gobiernos han fallado en recolectar y publicar información sobre la distribución de los ingresos del 1% más alto de la población.

*Sobre los impuestos a utilidades:

En el video se consignan cinco empresas que forman parte del conglomerado de empresas de la Florida Ice and Farm Co. (FIFCO), a saber: Reserva Conchal, Ecodesarrollo Papagayo Limitada, Florida Inmobiliaria, Desarrollos Hoteleros Guanacaste S.A., Florida Ice and Farm Company S.A. Los datos utilizados son del Ministerio de Hacienda y corresponden al Listado de Grandes Contribuyentes Nacionales que autoliquidaron cero en el impuesto sobre las utilidades  y al Oficio del Ministerio de Hacienda DM-0247-2020.

Se analizaron estas empresas porque aparecen entre las 20 primeras enlistadas con más años reportando cero utilidades. En el video no se afirma que estas empresas no pagan impuestos: se señala que en un período de 10 años no han pagado el impuesto a las utilidades, porque declararon cero utilidades.

De manera imprecisa, se consignó que entre 2009 y 2018, todas esas empresas declararon cero utilidades. En realidad, solo Reserva Conchal declaró cero utilidades los 10 años completos. Ecodesarrollo Papagayo declaró cero utilidades en 8 años, Florida Inmobiliaria en 7 años, Desarrollos Hoteleros Guanacaste en 6 años y Florida Ice and Farm Company en 6 años (ver tabla adjunta 1).

Tabla 1
Listado de Obligados que declararon Impuesto Cero
en el Impuesto sobre las Utilidades 2008 a 2018

Fuente: Listado de Obligados que declararon Impuesto Cero en el Impuesto sobre las Utilidades 2008 a 2018, Ministerio de Hacienda y oficio DM-0247-2020.
X: significa año en que reportaron cero utilidades
* Dejó de ser propiedad de Florida Ice and Farm Co. en 2012.

Sobre la Amnistía Fiscal:

La amnistía fiscal es un producto de la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas. Una de las empresas que se acogió a la amnistía fiscal es el grupo FIFCO y sus empresas, pagando sólo el principal de lo reclamado por el Ministerio de Hacienda. Según datos de Hacienda aportados en el oficio DM-0796-2019 y utilizados para la elaboración del video mencionado, el monto pagado por el grupo FIFCO y sus empresas por ese concepto corresponde a 3,275,227,751 colones, el equivalente a 5.6 millones de dólares (ver tabla 2).

Tabla 2,
Impuestos pagados por las empresas durante la Amnistía Tributaria 2019
(montos en millones de colones)

Fuente: DM-0796-2019

Una invitación al diálogo

Como Universidad comprometida con el bien común, la justicia social y el debate constructivo, consideramos que el análisis de la información pública utilizada constituye un insumo importante para avanzar en la discusión sobre las posibles soluciones a la situación apremiante por la que atraviesa el país. Es fundamental sumar a este diálogo los aportes de las personas y de las organizaciones, tanto del sector público como del sector privado.

El trabajo del IIS pretende contribuir al debate público y transparente sobre la desigualdad social, la distribución del ingreso y la justicia tributaria. De ninguna manera tienen como propósito dividir al país, ni atacar a personas o a empresas, sino más bien abrir espacios de conversación y de mejora en torno a esquemas tributarios y fiscales más justos y oportunos, para hacer frente a esas problemáticas, agravadas por la emergencia sanitaria que atraviesa el país.

La empresa privada y el sector público son interdependientes y la Costa Rica post-pandemia requiere de ambos sectores su mejor esfuerzo, trabajo, conocimiento y colaboración. Con tal motivo, invitamos a los distintos sectores de la sociedad costarricense a dialogar y así contribuir colectivamente a construir un nuevo pacto social, que reduzca la desigualdad social, mejore la distribución del ingreso y defina mecanismos eficientes para avanzar en la justicia fiscal. Esta sería la mejor forma de ser consecuentes con los compromisos sociales que ha tipificado la historia de Costa Rica desde mediados del siglo XX.

Consejo Científico Instituto de Investigaciones Sociales – UCR

Referencias Bibliográficas

CEPAL, N. (2020). El desafío social en tiempos del COVID-19. Disponible en:
https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/45527/5/S2000325_es.pdf
CEPAL, N. (2020). América Latina y el Caribe ante la pandemia del COVID-19: efectos económicos y sociales. Disponible en: https://repositorio.cepal.org/handle/11362/45337
Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (abril, 2020). Centroamérica: Análisis sobre posibles impactos económicos y fiscales de la crisis potenciada por el Covid-19 Elementos para la reflexión. Disponible en:
http://icefi.org/sites/default/files/icefi_-_presentacion_-_covid_19_-_analisis_de_las_consecuencias_economicas_y_fiscales.pdf
Jiménez, I., y Ramírez, M. (mayo, 2019). Los empresarios más ricos de la región 2019. Forbes, 67-77. Disponible en: https://issuu.com/forbeslatam/docs/forbes_ca_mayo_2019
Ministerio de Hacienda. (2018). Listado de grandes contribuyentes nacionales que autoliquidaron cero en el impuesto sobre las utilidades (2008-2017). Disponible en:
https://www.hacienda.go.cr/docs/5c126cb71828b_Lista%20Grandes%20Contribuyentes%20Nacionales-%20Impuesto%20Cero%20%20modificada%206%20dic%202018.pdf
Ministerio de Hacienda. (2019). Pagos realizados en amnistía: Oficio DM-0796-2019 Disponible en: https://drive.google.com/file/d/1y-MqCJM2ZcQr9YdYxpf7zm4Ak-WrpVSi/view?usp=sharing
OECD (2020), Estudios Económicos de la OCDE: Costa Rica 2020, OECD Publishing, Paris, Disponible en: https://doi.org/10.1787/84cbb575-es.

Amnistía tributaria equivale a casi seis años de IVA a canasta básica

El 90% de los montos perdonados por Hacienda en la amnistía tributaria de la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas se concentran en 25 de las 14 mil personas físicas y jurídicas que se acogieron a la misma (ver cuadro adjunto). Según los propios datos de Hacienda enviados al diputado José María Villalta, a esas 25 empresas se les perdonaron sanciones e intereses por ₡175 mil millones de los ₡194 mil millones que dejó de recaudar Hacienda.

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