Los embustes de #FIFCO

Gerardo Hernández

Embuste: “mentira disfrazada con artificio” (DRAE)

Bajo el supuesto de decir la verdad, “con firmeza y transparencia” y “de la forma más clara y contundente posible”, #FIFCO salió al paso de unos videos basados en estudios en curso del IIS-UCR que refieren a grandes riquezas, a declaraciones de impuesto de renta con 0 utilidades y a ventajas fiscales que han tenido algunas empresas, como es el caso de la amnistía tributaria.

Con su propio video, #FIFCO plantea como base narrativa un cuento de una abuelita con hijos y nietos, el cual tiene grandes inconsistencias y hasta falsedades. A pesar de ello, ha generado un mar de aplausos, adulaciones, lecturas acríticas, hasta de especialistas en economía y comunicación política. Y por otro lado, señalamientos, sentimientos de culpa, miedo y hasta infundada vergüenza en algunos sectores de la propia academia, que se han unido a la condena a dos investigadores del IIS.

Quiero decir que a mí me parece sano que se debata con argumentos cualquier aporte que hagan las universidades. Que sean señalados errores para que se corrijan y que se escuchen las voces de los diferentes actores involucrados y participantes en los debates.

Bajo esa misma premisa, celebro que empresas como FIFCO o redes empresariales como Horizonte Positivo, salgan de su lugar de confort, de su anonimato, de sus roles de influencia tras bambalinas, a dar explicaciones sobre lo que hacen y cómo lo hacen, así como a discutir abiertamente sus posiciones e intereses. Hoy, dichosamente y para bien de una ciudadanía más informada, las grandes riquezas de este país tienen nombres y apellidos.

Si esos grupos exigen rigor, veracidad y transparencia, comparto plenamente con ellos. Pero deben estar dispuestos también a dar lo mismo y a ser señalados cuando no actúen en consecuencia.

Porque “dos errores no hacen un acierto” y lo cierto es que, a nombre de la verdad, #FIFCO incurre en prácticas propagandísticas, falsedades, datos confusos, inconsistencias, omisiones, generalizaciones e idealizaciones, que no ayudan en nada a un debate informado sobre los asuntos de interés público como es el tema fiscal.

En las siguientes estregas voy a puntualizar y fundamentar dicho señalamiento. Aclaro nada más que lo hago a título personal, como ciudadano interesado en estos temas, sin pretender ninguna representación de terceras personas, institución u organización.

Vamos punto por punto, iniciando con el primer embuste:

  1. LA SUPUESTA POSIBILIDAD QUE TENDRÍAMOS DE VERIFICAR SUS CIFRAS DE IMPUESTOS

Según la vocera de FIFCO en el video titulado “El que nada debe nada teme”, con solo llamar al número 2284-5000 (central telefónica del Ministerio de Hacienda) las y los costarricenses podríamos comprobar la veracidad de sus afirmaciones sobre el pago de impuestos. Además, nos dice que, si revisamos las declaraciones de impuesto sobre la renta de las empresas operativas de FIFCO, nos daremos cuenta de toda la plata que han pagado en impuestos del 2008 al 2018.

A ver, sobre eso último ¿cómo vamos a poder revisar las declaraciones si son documentos confidenciales? La única forma sería que FIFCO hiciera públicas las declaraciones de todas las empresas de la abuelita (digo del Holding) de la que desciende toda una catizumba de sociedades residentes en Costa Rica y en otros países.

Pero bueno, según FIFCO, para eso está el supuesto número de teléfono mágico del Ministerio de Hacienda, al que uno simplemente puede llamar y le dan los datos de cuánto han pagado o dejado de pagar zutano, mengano y perengano.

A ver, ciudadanos y ciudadanas, medios de comunicación, diputados y diputadas, hagan la prueba, llamen a ese número (22-84-50-00) y se darán cuenta que lo dicho por FIFCO en su video es una soberana mentira.

#FIFCO y Adrián Torrealba Navas, abogado tributario que aparece en el video, saben bien lo establecido en el Código de Normas y Procedimientos Tributarios, que cito a continuación:

“Artículo 117.- Carácter confidencial de las informaciones.

Las informaciones que la Administración Tributaria obtenga de los contribuyentes, responsables y terceros, por cualquier medio, tienen carácter confidencial; y sus funcionarios y empleados no pueden divulgar en forma alguna la cuantía u origen de las rentas, ni ningún otro dato que figure en las declaraciones, ni deben permitir que estas o sus copias, libros o documentos, que contengan extractos o referencia de ellas sean vistos por otras personas que las encargadas en la Administración de velar por el cumplimiento de las disposiciones legales reguladoras de los tributos a su cargo” (Código de Normas y Procedimientos Tributarios, Ley n° 4755)

Por eso, pretender hacerle creer a la ciudadanía que es posible verificar fácilmente los datos tributarios de sus empresas o de cualquier otra, además de un irrespeto a la inteligencia es de un gran cinismo.

Ha sido a punta de solicitudes ciudadanas y legislativas, resueltas por la Sala IV, que el Ministerio de Hacienda se ha visto obligado en los últimos años a publicar la lista de empresas que han declarado 0 utilidades (y por lo tanto no han pagado renta) o se han beneficiado de amnistías fiscales, como ha sido el caso de algunas de las empresas de FIFCO.

Esos han sido pasos importantes, pero en Costa Rica estamos muy, pero muy lejos de la supuesta transparencia fiscal con la que #FIFCO pretende engañarnos.

Continuará…