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Etiqueta: BRICS

¿Reordenamiento o repartición?

Por Arnoldo Mora

Comenzaré por explicar los términos del título que encabezan estas líneas. Es ya un lugar común afirmar que el mundo va hacia un nuevo orden político. Dichas así las cosas, me parecen inaceptables. Lo que yo cuestiono es el término “orden”, como si hubiese habido alguna vez en la historia de la humanidad un verdadero y auténtico “orden”, cuando en la realidad siempre ha imperado el desorden de una u otra manera, provocado por un sector para beneficio propio, sea este un grupo de individuos, sea una región geográfica entera. Por eso el término más adecuado es el de “reordenamiento”, pues ordenar equivale a poner orden ciertamente, pero obedeciendo a un mandato las más de las veces de carácter despótico y a costa de un doloroso derramamiento de sangre. Po desgracia, así se ha escrito la historia real. Por eso lo que ahora corresponde es reconocer que se está implantando un nuevo reacomodo de las fuerzas imperiales, pues buscan establecer una nueva partición del mundo, desde el punto de vista geográfico en vista a la apropiación de las riquezas. Ambas expresiones, “reordenamiento” y “repartición”, tienen como prefijo la sílaba “re”, que puede significar tanto repetición como énfasis. Estructuralmente no denotan nada nuevo, por desgracia, al menos en las intenciones de algunos de los dirigentes sobre todo provenientes del mundo político-cultural de Occidente.

Aclarado lo anterior, debemos ahora ahondar en el tema. Lo que hoy se da en el mundo es el reconocimiento por parte de los Estados Unidos, potencia dominante en el mundo occidental, de que su poder hegemónico universal ha terminado; quien primero tomó conciencia de esa realidad fue el presidente Obama; sus sucesores intentaron con inhumano furor mantener el status quo. Pero ha sido en vano todo intento por mantener una hegemonía que no se da ni en el ámbito comercial, donde China impera, ni en el campo militar, donde Putin ha demostrado estar ganando la guerra. Los Estados Unidos están endeudados como ningún país en la historia de la humanidad lo ha estado; 36 billones de dólares no se pueden pagar nunca; es imposible sostener 800 bases militares dispersas en todos los rincones del planeta. Por eso Trump ha encargado a su superministro Elon Musk aplicar recortes draconianos en el aparato burocrático federal en todos los ámbitos, incluidos el Pentágono y los servicios de inteligencia y espionaje como la CIA, ambos hasta ahora intocables, pero especialmente en el ámbito social, obligando al resto del mundo, especialmente a sus vecinos México y Canadá y a sus aliados de la Unión Europea y, por supuesto, a sus rivales comerciales como China, mediante la imposición de aranceles, a pagar su deuda incluso a costa de un precio muy elevado políticamente. Pero lo más grave es que lo hace pisoteando la legalidad por la que se regía el comercio mundial y las relaciones diplomáticas, políticas y militares, con lo que la confianza de las naciones amigas se ha hecho añicos en estos pocos meses del retorno de Trump a la Casa Blanca. Por su parte, Putin ha demostrado no estar dispuesto a doblegarse ante las exigencias imperiales de Trump; tampoco China cederá en su política de acrecentar cualitativa y cuantitativamente sus relaciones comerciales con el mundo, basado en una política respetuosa del derecho internacional y del crecimiento exponencial de las tecnologías de punta; los gobiernos musulmanes, inclinándose ante la voluntad ampliamente mayoritaria de su población, dan muestras cada vez más contundentes de tomar distancia de la política prosionista de Washington; los países periféricos marchan hacia una consolidación del BRICS, lo cual y de consonancia con la naturaleza de estas alianzas, se abren posibilidades de alianzas políticas que no excluyen alianzas militares . Resultado: el Tío Sam está más aislado que nunca.

Dado todo lo anterior, resulta claro que hay indicios de que se están creando las condiciones para forjar un nuevo reordenamiento del mundo multipolar, compuesto por regiones que rebasan la jurisdiccionalidad de las naciones-Estado; en otras palabras, la concepción misma de democracia surgida de las revoluciones norteamericana y francesa de la segunda mitad del siglo XVIII ha periclitado, lo mismo que la hegemonía plena de una nación-imperio proveniente de Occidente. Pero esto, no se dará mecánicamente sino dialécticamente, como todo en la historia, en donde la dinámica de los grandes procesos se rige por la ley de la física newtoniana, según el cual a toda acción se da una reacción en sentido contrario directamente proporcional. El imperio norteamericano no parece estar dispuesto a ceder en sus intenciones de apropiarse del mundo entero. Pero ha cambiado de estrategia; ya sus círculos más lúcidos no pretenden hacerlo mediante una guerra total, que significaría la desaparición de la humanidad, incluso de ellos mismos, sino mediante la conquista de regiones hasta ahora inexplotadas, como son los dos polos: El Ártico y la Atlántida; de ahí su decisión de anexionarse Canadá y Groenlandia, para luego disputarle a Rusia la posesión total del Ártico y todas sus inexplotadas riquezas. Otro tanto se da con las Islas Malvinas en el Atlántico Sur, que la OTÁN está convirtiendo en una base nuclear con el fin de dominar militarmente la Atlántida. La pérdida del control de muchas regiones de África y el Medio Oriente, especialmente de la estratégica Península Arábiga, hace aún más apremiante para las potencias occidentales lograr la apropiación de los dos polos. Específicamente, para los Estados Unidos el dominio total del Continente, inspirados en la doctrina Monroe es vital. Los Estados Unidos no pueden reconocer la independencia de Nuestra América porque la consideran su patio trasero, no sólo por razones geopolíticas sino también por razones económicas; los datos son contundentes: Wall Street controla el 80% de las “commodities”, 31% de las cuales provienen de América Latina; en consecuencia, la pérdida de Nuestra América significaría, ni más ni menos, que el derrumbe total del imperio yanqui.

Esa es la razón por la cual todo Occidente lucha, ya que carecen de las materias primas indispensables para su desarrollo científico-tecnológico, base de su crecimiento económico, su poder político y su irradiación y prestigio culturales. Los datos hablan por sí mismos. Esas materias primas están en Rusia (gas natural y petróleo, riquezas inexplotadas en Siberia y el Polo Norte), en el Medio Oriente (petróleo), en África y en Nuestra América, por no hablar de China que posee la casi totalidad de las tierras raras, y Bolivia que posee el 67% del litio. Eso es lo que está en juego detrás de todas las bravatas e intrigas del escenario político mundial. Una “repartición” de esas riquezas sería el primer paso para un nuevo “reordenamiento” mundial; su control mediante su apropiación por parte de las grandes trasnacionales, es el objetivo final de ese supuesto “nuevo orden mundial”. Pero eso no será posible mientras Rusia se imponga militarmente, China comercialmente y los países del BRICS crezcan en número y solidez política y económica. Esa es la encrucijada a que se enfrenta una humanidad angustiada ante la amenaza de un fin apocalíptico inminente si las potencias dotadas de armas nucleares desataran una guerra mundial, o la destrucción ecológica sigue sin que la detengamos a tiempo.

Trump, crisis hegemónica y multipolaridad

Mauricio Ramírez

Mauricio Ramírez Núñez
Académico

La política internacional está atravesando una transformación sin precedentes: la transición hacia un mundo multipolar. Durante varias décadas, el sistema internacional ha girado en torno a una hegemonía occidental que imponía su versión del multilateralismo, un orden basado en reglas, pero en realidad diseñado para perpetuar su supremacía en todos los campos.

Sin embargo, ese modelo muestra signos irreversibles de desgaste, erosionado por el renacer de varias potencias, la reconfiguración de alianzas estratégicas y la creciente resistencia de diversos actores a la imposición de un orden unilateral global. En esta transición llena de turbulencias, Europa reacciona como bloque frente a EE. UU. y su guerra arancelaria, Asia responde de manera coordinada, África desempeña un papel distinto al de décadas pasadas y los BRICS emergen como el verdadero motor de un multilateralismo real, no subordinado a un solo poder. Es así como se está configurando una estructura más realista donde las posibilidades de romper la vieja hegemonía son más tangibles que nunca.

Bajo las administraciones demócratas globalistas y liberales, EE. UU. proyectaba su influencia bajo la fachada del consenso, la defensa de la democracia y la promoción de los derechos humanos, asegurando que las instituciones internacionales sirvieran a sus intereses sin aparentar imposición directa. Este fue el soft power que muchos hoy añoran, demostrando una alarmante falta de imaginación y profundidad analítica, como si la única alternativa a la prepotencia de Trump fuera el retorno a una hegemonía disfrazada de benevolencia.

Sin embargo, con Donald Trump en la Casa Blanca, las reglas del juego cambiaron, evidenciando la crisis a la que ese modelo ha llevado a su propio país. Consciente de esta realidad, la política de «América Primero» no solo profundizó el aislamiento de EE. UU., sino que también desaceleró el dinamismo económico global, al priorizar una agenda proteccionista con una política arancelaria nunca vista en la historia reciente, y enfocarse en resolver los problemas internos, antes que en sostener el clásico liderazgo internacional de Washington.

El historiador francés Emmanuel Todd describe a EE. UU. en su último libro titulado La Derrota de Occidente, como un “Estado posimperial”, es decir, una potencia que aún se aferra a su antigua gloria, pero que ya no puede ni va a poder sostener por mucho tiempo más su dominio. La crisis que enfrenta EE. UU. no es solo externa, sino también interna, afirma Todd. Mientras intenta proyectar poder a nivel global imponiendo aranceles a todos, el país se desgarra desde adentro con una fractura política y social irreconciliable. Los valores de los dos bandos políticos son diametralmente opuestos, hasta el punto de que ya no hay un espacio de consenso nacional y el mismo Trump coquetea con la idea de un tercer mandato.

La paradoja de Trump es que, a pesar de su retórica nacionalista, su política ha contribuido involuntariamente a abrir espacios para que otros países y regiones, incluida América Latina, busquen nuevas alianzas fuera de la órbita de Washington. Aunque Trump promovió una agenda de «América Primero» con la intención de reforzar la hegemonía estadounidense y reducir la dependencia de otros países, sus políticas proteccionistas, su distanciamiento de aliados tradicionales y su enfoque transaccional en la diplomacia están debilitando la influencia de ese país y fomentando un mundo más multipolar. En lugar de consolidar su liderazgo como antes, su postura impulsa a muchas naciones a diversificar sus relaciones internacionales, fortaleciendo bloques como los BRICS y acercándose a potencias emergentes como China, India y Rusia.

Ante esta transformación, el liberalismo globalista occidental se ha quedado atrapado en su propio laberinto conceptual. En lugar de ver la multipolaridad como una oportunidad para corregir las fallas del viejo orden, la interpretan como una amenaza o incluso como el preludio de una nueva forma de autoritarismo. Nada más alejado de la realidad. Su ceguera epistemológica les impide ver más allá de sus propios dogmas, llevándolos a aferrarse a un EE. UU. en decadencia, que, incluso bajo administraciones demócratas, libraba guerras y derrocaba gobiernos legítimos en nombre de la libertad. Prefieren la ilusión de un orden hegemónico disfrazado de benevolencia, aun cuando ello signifique perpetuar su propia subordinación, en lugar de adaptarse a una nueva realidad donde el poder ya no tiene un solo centro.

Esta actitud no solo es un error estratégico, sino también una manifestación explícita de lo que en psicoanálisis se conoce como un complejo de Edipo no resuelto o una identificación con el agresor. Durante décadas, el mundo ha sido condicionado a depender de EE. UU. y Europa occidental como las únicas fuentes de legitimidad y orden. Ahora, ante su declive, muchos reaccionan con miedo, rechazando alternativas y aferrándose a un sistema que los ha mantenido subordinados.

¿De verdad creen que hemos llegado al “fin de la historia” y que cualquier otro orden mundial sería peor que este? ¿No se supone que somos optimistas y que creemos en la posibilidad de un futuro mejor? La ironía es evidente: quienes se autoproclaman defensores del progreso y la innovación son los mismos que hoy temen el cambio y se resisten a imaginar un mundo donde no solo uno mande.

El mundo multipolar no será un proceso ordenado ni libre de turbulencias. La transición conlleva costos, especialmente para aquellos países más dependientes de la esfera occidental. Sin embargo, esta reconfiguración es inevitable y necesaria. El monopolio del poder global por parte de EE.UU. no solo ha sido injusto, sino que también ha limitado el desarrollo de otras naciones. En este nuevo escenario, los países que se adapten y busquen diversificar sus relaciones internacionales tendrán mejores oportunidades de crecimiento. América Latina, por ejemplo, puede fortalecer sus lazos con Asia, África y los BRICS.

Si lo analizamos a fondo, Trump no está haciendo nada que EE. UU. no haya hecho siempre; la diferencia es que, al no poder imponer su voluntad mediante el soft power porque ya hay otros países que defienden sus intereses de manera soberana, ahora recurre a la vía dura: proteccionismo, sanciones y confrontación directa. Su objetivo sigue siendo el mismo de siempre: mantener su dominio y dictar las reglas del juego. Lo que Washington se niega a aceptar es que ya no es el imperio que alguna vez fue y que el mundo ha cambiado de manera irreversible.

Paradójicamente, la postura de Trump nos ofrece una oportunidad. Al despojar a EE. UU. de su máscara de hegemonía benevolente, nos obliga a reconocer la realidad y a pensar con mayor astucia en una nueva arquitectura de las relaciones internacionales. En lugar de lamentar el colapso del viejo orden, es momento de diseñar uno nuevo, basado en el equilibrio de poder y la cooperación sin imposiciones.

La multipolaridad no es una amenaza, sino una realidad que ofrece nuevas posibilidades. El problema es que aquellos que han sido moldeados por la hegemonía estadounidense aún no logran imaginar un mundo donde EE. UU. no sea el centro. Pero ese mundo ya está aquí, y lo único que queda por decidir es quién sabrá aprovecharlo y quién seguirá atrapado en una nostalgia imperial anacrónica.

Frente a esta realidad, la comunidad internacional debe abandonar la reacción superficial y apostar por una comprensión estratégica de estos cambios. En lugar de lamentar el fin de una globalización idealizada, es necesario replantear los términos de la integración económica, fortalecer mecanismos de cooperación autónomos y diversificar las relaciones comerciales. Solo así los Estados podrán navegar en este nuevo escenario con mayor independencia, sin quedar atrapados en las tensiones de una potencia que lucha por redefinir su rol en el mundo.

¿Tiene Venezuela posibilidades de ingresar a los BRICS+?

Mg. José A. Amesty Rivera

Acaba de concluir la 16 Asamblea de los Brics+, celebrada en la ciudad de, Kazán-Rusia, durante los días 22 al 24 de octubre de 2024. Esta ha tenido una repercusión histórica —pre-durante y post-a la celebración de la misma. Esta generó expectativas en torno a la entrada de nuevos participantes en la misma. En esta, a su vez, hubo sorpresas; una de ellas fue el veto por parte de Brasil a Venezuela, para su no ingreso a los Brics+. Asimismo, «fue seguida con cautivadora atención por toda la Mayoría Global y con perplejidad por gran parte del decadente orden occidental».

Atendiendo a la pregunta del título del presente artículo, veremos que Venezuela tiene muchas posibilidades-caminos para ingresar al organismo integrador, aún y a pesar del veto de Brasil.

Antes veamos algunos elementos importantes:

  1. La primera Cumbre del BRIC se celebró en Ekaterimburgo en 2009, donde los líderes electos de los primeros cuatro países (Brasil, Rusia, India y China) anunciaron oficialmente su adhesión al bloque económico del BRIC. Luego, en diciembre de 2010, Sudáfrica fue invitada al bloque, dando como resultado el surgimiento del BRICS.
  2. Los primeros objetivos de esta etapa fueron:

– Fortalecer su posición en el mundo a través de una cooperación activa entre sí, por medio de las principales potencias con economías emergentes.

– Crear las condiciones para una cooperación efectiva y un fortalecimiento significativo del potencial económico y tecnológico de los países participantes.

  1. Más adelante, en el año 2015, los BRICS se reunieron en la ciudad de Ufa-Rusia, lanzando el Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) de la institución. Comprometiéndose con los siguientes principios:

– Promover un desarrollo para todos

– Ser transparente y democrático

– Establecer estándares fuertes y asegurar su cumplimiento

– Promover el desarrollo sustentable.

  1. El Nuevo Banco de Desarrollo (NDB), comenzó a funcionar, realmente, en julio de 2014, y los miembros fundadores de los BRICS, aportaron 100.000 millones de dólares como capital autorizado del banco. Cada miembro fundador del BRICS, posee una participación igualitaria en el NDB y contribuye con una parte igualitaria a los activos del banco. Otros países se han convertido en miembros del NDB desde su creación.
  2. Junto con el NDB, los BRICS pusieron en marcha el Acuerdo de Reserva de Contingencia (CRA), cuyo objetivo es proporcionar moneda líquida a los países que atraviesan dificultades económicas. A diferencia del NDB, el CRA no está sujeto a una estipulación de contribución igualitaria, y China aportó el 41 por ciento de los activos iniciales del acuerdo.
  3. Ahora, ante lo expuesto, se pretende mostrar que los BRICS+, desde sus inicios, tienen una estructura, que luego con los años se ha venido fortaleciendo y evolucionando, como los veremos adelante.

A su vez, los BRICS, entre los objetivos señalados en el documento oficial de la asociación «Estrategias BRICS», se encuentran los siguientes:

  • Buscar un crecimiento económico inclusivo para erradicar la pobreza, abordar el desempleo y promover la inclusión social (objetivo clave de BRICS).
  • Consolidar los esfuerzos para garantizar un crecimiento de mayor calidad mediante el fomento del desarrollo económico innovador basado en tecnologías avanzadas y el desarrollo de habilidades con el fin de construir una economía del conocimiento.
  • Esforzarse por una mayor interacción y cooperación con los países que no pertenecen a BRICS, así como con las organizaciones y foros internacionales. Los miembros del BRICS trabajarán con la comunidad empresarial de sus países para implementar la Estrategia. La meta de BRICS es fomentar una cooperación más estrecha entre los círculos empresariales de los países del BRICS.

También entre los objetivos y metas del BRICS, está el desarrollo de cálculos en monedas nacionales para acelerar el crecimiento económico. Esta debe ser una de las áreas de cooperación para lograr conjuntamente el crecimiento económico.

Estos objetivos establecidos por los BRICS, darán un nuevo impulso a la cooperación económica global. Por ejemplo, el comercio y las inversiones de BRICS, con los países de bajos ingresos, han servido como el principal sistema de apoyo después de la crisis financiera mundial.

  1. Igualmente, en el documento oficial, ya citado y titulado «Estrategias BRICS», se especifica las siguientes funciones:
  1. Cambio Económico de BRICS, así como otras plataformas acordadMejorar el acceso a los mercados y facilitar las interconexiones de los mercados.
  2. Promover el comercio y la inversión mutuos y crear un entorno empresarial favorable para los inversores y empresarios en todos los países BRICS.
  3. Ampliar y diversificar la cooperación comercial y de inversión que contribuya a la creación de valor añadido entre los países del BRICS.
  4. Fortalecer la coordinación de las políticas macroeconómicas y aumentar la resiliencia ante las crisis económicas externas.
  5. Facilitar el intercambio de información a través de la Secretaría Virtual de BRICS y la Plataforma de Intercas.

8) Y finalmente, los países BRICS, reúnen características que se consideran claves para el potencial de crecimiento económico, como son la gran extensión territorial, la riqueza en recursos naturales y población absoluta, lo que puede traducirse en mayores oportunidades y competitividad.

– A estos factores de crecimiento se suman otros rasgos característicos de las economías emergentes:

+ Ingreso per cápita menor al promedio.

+ Potencial de crecimiento rápido.

+ Volatilidad de sus mercados.

Reiteramos que, ante lo expuesto anteriormente, los BRICS+ tienen una estructura administrativa, objetivos, metas, principios, funciones y características, que revelan que Venezuela sí cumple con los requisitos para poder ingresar a al organismo multipolar.

Además, según el escritor Luis Britto García señala que, «como alternativa, el Brics+ propone una divisa con respaldo de 40% en oro y recursos naturales, y un 60% en una canasta de monedas de los miembros, llamada 5-R por su composición en reales, rupias, rublos, renminbis y rands. Venezuela, el país con la primera reserva de oro de América Latina, y segunda de América a pesar del latrocinio efectuado por el Bank of England, podría contribuir a ese respaldo, que a su vez implicaría la desdolarización global, la dilución del efecto de las medidas coercitivas unilaterales y el fin del mundo unipolar.

Finalmente, para aclarar la posibilidad o los caminos que tiene Venezuela para ser parte de los BRICS+, en el ámbito práctico de las diferentes formas en las que el BRICS ha buscado ampliar su membresía, evaluando así, cuáles han sido los criterios y condiciones que se han aplicado hasta el momento en el proceso de admisión de nuevos miembros, que es el principal aporte de este artículo, los vemos:

  1. Los BRICS han incorporado miembros en tres lugares institucionales diferentes:

– a) Los miembros que componen el acrónimo inicial.

– b) Los BRICS plus.

– c) El Nuevo Banco de Desarrollo NBD.

En cada uno de los casos, los procedimientos seguidos no fueron similares, pero, sí, fueron experiencias que informaron e incidieron en la manera en que se dieron las posteriores negociaciones y deliberaciones, en relación con quiénes incorporar, dónde hacerlo y en qué momento.

Pero haciendo un resumen de la historia de estos tres lugares diferentes y sus procedimientos, para asociarse a los BRICS+, por parte de los países fundadores, serían los siguientes:

  1. Todos los países han entrado, con el auspicio de uno de los países miembros, siendo casi siempre el miembro fundador proveniente de la región correspondiente el que asume este papel.
  2. El tener vinculaciones económicas de importancia con varios de los miembros fundadores.
  3. Siempre se ha procurado, durante el proceso de incorporación, el mantener una representación equitativa de todas las regiones, a las que pertenecen los países fundadores.
  4. Otra posibilidad es hacerse socio del Nuevo Banco de Desarrollo NBD, cumpliendo todos los requisitos necesarios, y de allí ser potencial asociado a los BRICS+.

Es evidente, que Venezuela reúne casi la totalidad de las características y/o es poseedor de condiciones para ser miembro de los BRICS+; además de todos los rasgos, símbolos, lenguaje corporal y actitudes de parte de los miembros de los BRICS+ en Kazán-Rusia, hacia Venezuela que fueron igualmente obvios.

30 de octubre, 2024

Los BRICS y las Zedes

Marlin Ávila

23 de septiembre de 2024

Es de mucha satisfacción ver a la población hondureña celebrando un año más de independencia, el 14 y 15 del presente mes. Esta celebración coincidió con el haber abortado la denunciada conspiración de un golpe de estado contra el gobernante partido Libre. Aun no estamos seguros si esa fue una verdadera conspiración o fue un autogolpe táctico que hiciera mover todas las fuerzas sociales y políticas del pueblo, que consolidara el poder de la presidenta Xiomara Castro de Zelaya, luego de doce años de gobierno del Partido Nacional de oposición. Si este fuese el caso, no cabe dudas en que el partido Libre logró con creces el cometido.

Si el Partido Nacional hubiese seguido al mando de los destinos de Honduras, es muy dudoso que este país hubiese quedado como uno de los cinco que conforman la región centroamericana (sin incluir a Belice) dado el proyecto de las ZEDES (Zonas de Empleo y Desarrollo Económico) o “ciudades modelo” que el Partido Nacional tenía pendiente de implementar sí seguía gobernando. Con este proyecto se pretendió dividir la administración del país en zonas independientes, para atraer inversión extranjera, aprobadas por la Corte Suprema de Justicia en junio de 2021, sin embargo, el gobierno de Xiomara la derogó por considerar que cedía soberanía al extranjero dentro del territorio hondureño. Después de constituir una ZEDE, estaría a un paso la separación y división del territorio nacional en pedazos.

No cabe duda de que después de las grandes concentraciones en las calles de la capital y en el estadio nacional, el gobierno de Libre se consolidó. A 16 meses por concluir su período.

No obstante, el asecho existente para cambiar el poder político en Honduras está latente. No se puede confiar de la amistad en Washington quien ve con recelo la autonomía con que actúa la presidenta Xiomara y, sus acercamientos con el grupo de BRICS, acercamiento que cada día son más los países del sur global que buscan unirse.

Venezuela y la crisis de las elecciones del 2024

Carlos Delgado Rodríguez
2-8-2024

Carlos Delgado Rodríguez

El capitalismo mundial hoy está atravesado por profundas crisis: crisis ambiental, dificultades para convertir el dinero en capital, dificultades para convertir la fuerza de trabajo en mercancía, lo cual significa la creación de una población sobrante que ni siquiera puede ser explotada. Pero tal cosa no quiere decir que todo esto esté desembocando en procesos revolucionarios; no los hay de hecho. La derrota del campo popular (clases subalternas interesadas en la construcción de un nuevo orden que supere al capitalismo) desde hace décadas, ha sido acompañada por la disolución de las organizaciones políticas que se planteaban las transformaciones revolucionarias dentro del capitalismo; lo que aún queda está disperso y debilitado en cada país y en el campo internacional.

Lo que, si está sucediendo, ante nuestros ojos, como parte de la crisis del capitalismo sin procesos revolucionarios, es una reorganización del capitalismo mundial, que produce una gran fractura entre “oriente” y “occidente”. Estados Unidos al frente de occidente, como potencia hegemónica que no tiene ningún contrapeso en el G7, se enfrentan a dupla de China y Rusia más los BRICS (los BRICS son un grupo abigarrado que se articula para enfrentar la decadencia ya completamente palmaria del occidente hegemonizado por Estados Unidos, entre otras cosas). Esta lucha ha fracturado el capitalismo mundial, y se extiende por todas partes: Ucrania, Asia, África, Medio Oriente. El cuestionamiento al dominio imperial por potencias contra hegemónicas como Rusia y China se ha vuelto completamente explicito. La lucha es en el campo económico, militar, cultural y geopolítico.

China tiene un gran proyecto mundial para construir su propio entorno geoeconómico y se llama ruta de la Seda. Es la articulación de su propia área de influencia, que a su vez se acopla con otros procesos geoeconómicos en marcha promovidos en Asia Central, Medio oriente, Asia y África. Rusia acompaña este proceso y se vincula también directamente a la economía China. Este bloque se ha ido consolidando a partir del tenaz enfrentamiento de Rusia con Estados Unidos y la OTAN. China también ha sufrido el asedio del imperialismo en torno a Taiwán.

El imperio estadounidense no tiene nada que ofrecer, no hay ningún gran proyecto, no hay ninguna alternativa para articular el mundo capitalista en crisis, y menos aún su propia periferia. Gracias a esta debilidad de Estados Unidos, China ahora tiene una fuerte presencia en América Latina, incluso en países como Uruguay, Perú o Ecuador, gobernados por derechas que suelen ser incondicionales con los mandatos imperiales.

La estrategia imperial, como lo indican algunos analistas como Thierry Meyssan, es la estrategia del caos, que ha sido aplicada intensamente en lo que ellos denominan Medio Oriente. Tal cosa pasa por provocar un caos permanente que impida que los rivales y los países víctimas de estas acciones, puedan lograr alguna estabilidad. Siria, Irak, Afganistán son, entre otros, algunos ejemplos. Asimismo, Israel en Medio Oriente es el principal instrumento del imperio; los genocidas sionistas quieren hoy provocar una guerra total que involucre directamente a Estados Unidos contra Irán y cuyas consecuencias son imprevisibles.

Hoy el imperio no solo tiene al frente formidables adversarios (Rusia, China, Irán), sino que también profundas contradicciones internas. El estado profundo -esa estructura no visible y tampoco elegida “democráticamente”- es la que gobierna más allá de cualquier agenda partidaria. Ese estado profundo está exacerbando las contradicciones geopolíticas en aquellos lugares que considera relevantes para los intereses imperiales: Asia, África, América Latina. Mientras, por otra parte, ha reducido a Europa a una colonia sumida en un vasallaje total.

Venezuela

Desde que dio inicio el proceso bolivariano conducido inicialmente por Hugo Chávez, el imperialismo norteamericano intentó desestabilizar el proceso y sustituirlo por gobiernos vasallos como siempre lo ha hecho en América Latina. Se fue configurando también un discurso mediático contra Venezuela: Venezuela fue presentada como un modelo del mal, como una referencia de lo que no se debe hacer en ninguna parte. Esto el imperialismo siempre lo hace con sus enemigos. Esto ha llegado a un punto tal que no es necesario decir mucho contra Venezuela, lo único necesario es invocar su nombre, que se asocia con un modelo del mal. Chávez primero, Maduro después, son los jefes de ese modelo del mal que hay que extirpar. Las “masas”, la gente del común, no saben nada de Venezuela, pero no es necesario saber nada, puesto que es suficiente saber que Venezuela es un modelo del mal, con esto se obtiene un rechazo automático, que no está sujeto a ningún tipo de experiencia concreta, es un rechazo apriorístico que no está sujeto a ningún tipo de comprobación puesto que no es necesario hacerlo. Esa es la forma en que funcionan los procesos de modelación, manipulación y condicionamiento del pensamiento y la conducta, aplicados por los estrategas de la dominación.

Venezuela ha sido víctima de esto una y otra vez. Cuando hubo el golpe de estado en Honduras la gran prensa internacional no hizo mayor alboroto. No hubo un canciller gringo que le dijera a los golpistas que se tenían que ir. Los países aliados incondicionalmente de Estados Unidos guardaron silencio. Lo mismo ocurrió en Paraguay cuando echaron a Lugo. Igual pasó en Brasil con el golpe de estado que le dieron a la presidenta Vilma. Igual pasó con el golpe de estado en Perú. Esta ha sido la historia reciente.

El proceso bolivariano ha sido atacado de forma brutal por el imperio, de esto hay datos de sobra: el robo de Citgo, el robo de miles de millones de dólares que estaban en la banca de los Estados Unidos, los sabotajes, los bloqueos, el financiamiento de grupos de choque, normalmente procedentes del lumpen, que hacen un trabajo pagado. Las campañas interminables contra Venezuela. Trump lo expresó abiertamente: estuvimos a punto de derrotarlos y todo el petróleo hubiera sido nuestro.

En días atrás pude ver un video de Bukele refiriéndose a Nicolás Maduro. Decía que Maduro violaba los derechos humanos, que era un genocida, que era un dictador. Curiosamente, todo lo que dice Bukele de Maduro lo dicen sus adversarios políticos de él.

Los gobiernos bolivarianos han tratado de construir un proceso socialista en medio del asedio, y de una correlación de fuerzas francamente desfavorable. Como decía anteriormente, salvo Cuba y unos cuantos países más, las revoluciones no han sobrevivido luego de la década de 1990. Estamos en medio de una crisis capitalista sin revoluciones, y eso hay que tenerlo claro. Y no solo no hay revoluciones, sino que no existen las condiciones correspondientes para que estas sucedan, a pesar de lo terrible que es la vida para las mayorías sociales en el capitalismo actual. El factor subjetivo (el querer hacer una revolución), fundamental para cualquier revolución ha desaparecido. Hoy las grandes mayorías están sumidas en un sopor aletargante, tratando de resolver su insoportable vida cotidiana, y fascinadas con el consumo y el entretenimiento.

El proceso bolivariano asediado (y entender esto es fundamental) ha tenido una evolución cargada de contradicciones internas. Ha sido una lucha contra la parasitaria Oligarquías Venezolana, contra el imperialismo, contra sus propios errores, y contra un contexto internacional en el cual las revoluciones no existen, ni se toleran.

Hoy día este proceso mantiene una posición de tipo nacional, anti imperialista, y se pronuncia por la unidad latinoamericana. Internamente, se ha debatido en medio de una gran crisis económica que ha sido el resultado de errores propios, pero también de una política explicita de bloqueo y desestabilización impulsada sistemáticamente por Estados Unidos, apoyada por Europa y por varios países latinoamericanos, que han hecho lo imposible por tratar de derribar el gobierno bolivariano. Recuerdo cuando desde el lado de la frontera de Colombia el difunto presidente chileno y el presidente de Colombia, de aquel momento, le pedían al ejército de Venezuela que derrocara a Maduro, y al pueblo que se revelara. Ellos se fueron primero, cosas de la historia.

El Partido Socialista de Venezuela, al que pertenece Nicolás Maduro, es posiblemente el partido más grande de América Latina y uno de los más estructurados. Esto no dice necesariamente sobre su calidad, pero es sin lugar a dudas un instrumento poderoso, que la llamada oposición no tiene ni de lejos.

La oposición venezolana ha sido permanentemente un fiasco, y la corrupción y la ausencia de una visión estratégica de país la han acompañado siempre. Guaidó y María Corina, no han sido capaces de articular un discurso en el que se vislumbre alguna salida real y consistente para la crisis política inducida por el imperialismo norteamericano. Y resalto inducida: si, efectivamente, la crisis política de Venezuela no sería la misma ni a nivel local ni internacional sin la intervención de Estados Unidos, orquestando campaña mediática, tras campaña mediática contra Venezuela, manteniendo con millones de dólares a los políticos corruptos, serviles y apátridas como Guaidó o Machado, solo para citar a dos conocidos; financiando, como ahora mismo lo están haciendo, con millones de dólares, la desestabilización del gobierno Venezolano, sin tener de ninguna manera, una salida para el caos que están provocando. Esto es lo más terrible. La derrota, que tendría que pasar por una intervención militar de Estados Unidos, del gobierno venezolano, abriría un largo proceso de convulsiones sociales y guerra interna, y la destrucción completa de la economía venezolana. Esto no es una exageración, simplemente es el curso de los hechos conocidos que resultan de la intervención de Estados Unidos en donde sea.

También, hay quienes dicen que este gobierno de Maduro es represivo, bonapartista, burgués. Esto no son más que etiquetas que no están acompañadas del análisis concreto de los acontecimientos. Igualmente, cuando se habla de las masas que acompañan a la oposición ¿de qué masas estamos hablando? De las que acompañaron a Hitler, a Mussolini, a Milei en Argentina, a Shakira en el concierto del Estadio Nacional. Las masas son precisamente un conglomerado de gente que no adscribe ningún proyecto político específico. Y cuando suscriben un proyecto revolucionario dejan de ser masas para ser pueblo político, organizado, clasista, que aspira a una gran transformación social. Hoy día ese pueblo está con Maduro, a pesar de sus errores y debilidades, no con Guaidó, ni con María Corina, ni con el abuelito. Estos últimos son acompañados por un pueblo social (masa) que no es poseedor de ninguna conciencia política, ni siquiera nacional. No están ni siquiera dispuestos a defender los recursos estratégicos de Venezuela (que son muchos), porque son esa masa inconsciente que vive atrapada en la terrible alienación de la vida diaria. Que esas masas le fueron arrebatadas al Chavismo, en parte, esto puede ser cierto, pero tal explicación no hace más plausible la existencia de la oposición venezolana.

Hoy nuevamente todos los gobiernos de derecha de América Latina, las grandes cadenas de prensa internacional se vuelcan contra Maduro. Los mismos que reprimen y reproducen acríticamente el capitalismo dependiente; los mismos que siempre han puesto nuestros recursos y fuerza de trabajo al servicio de las grandes transnacionales de Estados Unidos. Nadie se plantea realmente verificar si hubo fraude o no; eso no importa, es irrelevante, el imperio y sus lacayos vienen nuevamente con todo para intentar destruir el proceso bolivariano, y hacerse con las grandes riquezas de Venezuela, y eliminar un incómodo gobierno que expresa una posición anti imperialista en el contexto latinoamericano, siempre considerado por los gringos como su patio trasero donde deben mandar ellos.

Hace unos días atrás el canciller de Estados Unidos decía que ya bastaba de seguir tolerando lo que pasa en Venezuela, y que hay que defender la democracia. Lo dice el representante del gobierno que está sosteniendo y alimentado el genocidio en Gaza. Que hoy sigue apoyando incondicionalmente al genocida y pirómano de Netanyahu, que está dispuesto a incendiar todo Oriente Medio sin tener tampoco una salida posible. Hoy el imperio se comporta demencialmente, y esa demencia y esa irracionalidad brutal también se descargan contra Venezuela.

Yo sí estoy con Maduro, sin vacilaciones. No porque crea que ahí hay una revolución perfecta. Simplemente reconozco gradaciones, y Venezuela con todas sus limitaciones es un estado de corte nacional, que defiende sus recursos estratégicos y aboga por la unidad latinoamericana, imprescindible para poder construir un futuro propio. Y todo esto sucede en un mundo en el cual hay una profunda crisis capitalista, pero sin revoluciones.

Chavizmo con zeta

Manuel Delgado

El triunfo de las fuerzas revolucionarias en las elecciones venezolanas de este domingo tiene una significación muy especial. Será posiblemente un hito en la historia del continente y repercutirá en la política latinoamericana y mundial.

La primera razón es que se trató de una derrota de las fuerzas de la reacción, de inspiración y de financiamiento imperialistas, y solo por sí solo esa una gran cosa. Pero eso es solo el comienzo.

El triunfo del chavizmo (así con zeta, para que no se vaya a confundir nadie) es una muestra de la madurez y de la alta conciencia del pueblo de Bolívar. Cada venezolano tuvo la oportunidad de votar por Maduro o por González, y en la soledad de su mesa de votaciones y ante su conciencia, una mayoría se decantó por Maduro. Las fuerzas opositoras hicieron campaña en torno a la idea de que un triunfo de la oposición iba a ser el inicio de un cambio en las relaciones con Estados Unidos, que se iban a levantar las sanciones y los bloqueos, culpables de las incomodidades y las estrecheces del país. Bueno, esto puedo haber cambiado con ese voto ciudadano. Pero no fue así: el pueblo votó por el sacrificio, pero por la dignidad de su Patria. Lo hicieron los viejos, pero también un gran porcentaje de la juventud, que son la garantía de la continuidad revolucionaria.

En estas elecciones se ponía en juego la misma ficha que empleó el imperio en Nicaragua en 1990, cuando el pueblo votó no por Chamorro sino por acabar con la guerra. Muchos temíamos que esa misma lógica iba a prevalecer aquí: votos a cambio de levantamiento de las sanciones, pero no fue así.

Este triunfo del chavizmo representa, además, la madurez de la revolución, que se mantiene viva y pujante después de un cuarto de siglo y que en medio de tantas dificultades comienza a marcar un repunte en todos los campos, en especial en el económico.

Ni qué decir de hace 24 años, hace solo 6 años, cuando Maduro ganó las anteriores elecciones y lo único que se vislumbraba era el enfrentamiento total, el apocalipsis; la situación del mundo y de Venezuela en el mundo era muy diferente a la de hoy. Entonces, el BRICS era apenas un niño y empezaba a dar sus primeros pasos. Hoy el BRICS es una fuerza en plena adolescencia, preparada ya para irrumpir en la adultez. Ese tratado internacional y Venezuela dentro de él van a transformar el mundo y van a poner en el museo de antigüedades muchas de las artimañas del imperio. Otro mundo está a punto de nacer, y Venezuela es pieza fundamental en él. He allí la importancia histórica de este triunfo.

La última observación que quiero hacer es que la revolución consolida su continuidad. Venezuela es la segunda revolución del continente y constatar su fortaleza es una alegría. En medio de tanta pusilanimidad y tanto desconcierto, constatar eso es como un baño de agua fresca. Sí, la revolución se mantiene a pesar de todo, a pesar de los ataques imperialistas y a pesar de sus propios errores, de las incomprensiones de muchos y de cobardía de otros tantos.

Hoy todos agradecemos a Cuba sus 65 años de resistencia. Esa resistencia nos ha hecho la lucha más sencilla. Ahora también debemos agradecer a Venezuela el cuatro de siglo de la suya. Ella nos ayuda en nuestra lucha, nos hace más fuertes y redobla nuestras esperanzas.

¡Viva Venezuela!

Los BRICS ¿Otro mundo es posible?

Félix Madariaga Leiva

Por Félix Madariaga

Se denomina BRICS al conjunto de cinco países que partieron formando este grupo y trabajando de forma consensual en áreas como el comercio, inversión, tecnología y finanzas con el fin de promover sus intereses en común en el panorama mundial, buscando hacer frente a la hegemonía de otras instituciones internacionales como el G7 o el Banco Mundial. Este grupo se fundó formalmente en el año 2006 cuando los líderes de los países miembros celebraron una reunión en Nueva Delhi, India. En el año 2010 Sudáfrica se unió al grupo para formar lo que hoy se conoce como BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).

El BRICS es visto por muchos como un importante contrapeso a los países del G7 y su rol en la economía mundial es una cuestión que está generando debate y controversia, sobre todo, por los importantes resultados que han obtenido. El objetivo del BRICS es buscar una mayor independencia económica y financiera, especialmente en lo que respecta al sistema global y las instituciones financieras internacionales. También busca fortalecer los sistemas multilaterales entre estos países y también con otros que no son integrantes.

Otro de sus objetivos es impulsar a países emergentes y economías en desarrollo para que logren alcanzar su potencial de crecimiento; y de esta manera, crear un sistema político y económico mundial más justo y equilibrado.

Economías emergentes vs economías maduras

En conjunto los países del BRICS constituyen una gran parte de la población mundial y una proporción significativa del PIB mundial. El grupo reúne alrededor de 3.500 millones de personas (cerca del 45% de la población mundial) y según proyecciones del FMI, en 2028 los países del BRIC representarán el 33,6% de la producción mundial. Estos países en conjunto tienen un gran potencial de mercado, cuentan con una importante fuente de mano de obra y manejan recursos naturales claves para las economías mundiales.

Los BRICS+ en el panorama mundial

Sin duda los BRICS han surgido como una alternativa al orden económico y político dominado por naciones occidentales, lo que está generando un cambio en el equilibrio del poder global. Han formado nuevas alianzas y acuerdos con otros países emergentes y con algunos países desarrollados lo que les ha dado mayor influencia política y diplomática en organizaciones internacionales como las Naciones Unidas, lo que se verá reforzado con el ingreso, a partir del 1 de enero 2024, de 5 nuevos miembros: Irán, Egipto, Etiopía, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, que en conjunto conformarán los BRICS+.

Han permitido una profundización de la cooperación económica, ya que los países del BRICS han establecido instituciones financieras para competir con las existentes y han intensificado su cooperación económica en áreas como el comercio, inversión y tecnología con países en desarrollo.

A pesar de las oportunidades de cooperación y colaboración entre los países miembros del BRICS, también existen tensiones entre ellos y con otras potencias mundiales que no están en el grupo, lo que podría generar conflictos, crisis económicas y políticas.

Hoy en días las naciones BRICS son conocidas por su significativo crecimiento económico y su influencia creciente en asuntos globales, en conjunto representan un 42% de la población mundial, el 23% del PIB mundial, alrededor del 30% del territorio terrestre y más del 18% del comercio mundial, comenzaron a organizarse como bloque económico y político, celebrando cumbres anuales desde el año 2009 y estableciendo el nuevo Banco de Desarrollo, conocido como el Banco BRICS desde el año 2014, el que está diseñado para financiar proyectos de desarrollo sostenibles en esos países y en otras economías emergentes y en desarrollo, aumentando su influencia en la economía mundial.

Cada vez más tiende a debilitarse y desaparecer el dólar como moneda de intercambio. Los BRICS podrían constituir una alternativa, una manera diferente de transar con otra moneda, otro sistema internacional libre de sanciones, libre de imposiciones por parte de las grandes potencias reunidas en el G7 (liderado por Estados Unidos) y otros países europeos. Los BRICS representan la libertad de usar la moneda que quieras.

Imagínense también si se lograse un bloque militar entre los BRICS, donde participan las mejores economías del mundo, Rusia, China, Brasil, India, Irán. Lamentablemente muchos países son extorsionados por EEUU para continuar utilizando el dólar bajo amenazas de represalias y corte de las ayudas. Será interesante ver la evolución con la incorporación de nuevos países que aportarán ideas, recursos, personas a un proyecto que podría convertirse en una seria y clara alternativa a la tradicional hegemonía occidental, que sólo explota a los países en desarrollo, y no los considera sus socios en la construcción de sociedades más libres, solidarias y equilibradas. Un caso claro es el de Argentina.

Argentina era uno de los países que había sido invitado a incorporarse al BRICS, sin embargo, con la llegada del nuevo gobierno de Javier Milei, se anunció la negativa, ya que los compromisos de los nuevos administradores estaban ya firmados con Estados Unidos, es así como a fines de 2023 anunciaron oficialmente su retirada, anunciando nuevas medidas económicas para su País entre las que lamentablemente destacan el cese de obras públicas y la cancelación de contratos que ya estaban aprobados. Esto tiene como consecuencia inmediata que abruptamente aumentará la tasa de cesantía, habrá mucha mano de obra paralizada, lo que en el mediano plazo profundizará la crisis económica que ya afecta a los trabajadores y provocará un aumento insostenible de la extrema pobreza.

Otra de las medidas tomadas por Milei es el fin de los subsidios en energía y transporte público, lo que aumentará los precios de los pasajes en los transportes públicos y estatales, y esto se verá reflejado directamente en los trabajadores que los utilizan, reduciendo aún más su poder adquisitivo; y junto a ello ha anunciado también la reducción de la plantilla del estado, lo que ya ha dejado a miles de cesantes nuevos.

En la nueva estructura del Estado argentino, los ministerios pasaron de 18 a 9, y las secretarías de 106 a 54. Esto significa más despidos, más cesantía y mayor presión para los funcionarios que quedan. Otra medida es la reducción “al mínimo” de las transferencias que el Estado hace a las provincias, las que en muchos casos dependen del gobierno central para funcionar. Estos son sólo algunos ejemplos de una política que no se entiende, medidas que no contribuyen al desarrollo económico integral de la nación. El fin del sistema SIRA, por el cual el Estado decidía qué importadores tenían acceso o no a dólares para cancelar sus pagos en el exterior, se reemplazará por un sistema estadístico y de información que no requerirá de la aprobación previa de licencias: el que quiera importar, ahora podrá hacerlo, ¿pero a qué precio?

Ante estas medidas – del todo opuestas a los principios del BRICS – más de un centenar de economistas de todo el mundo firmaron un texto en el que alertaron al resto del mundo que las propuestas del ultraliberal argentino son “potencialmente muy perjudiciales para la economía y el pueblo argentino”, entre ellos destacan entre otros, por la India Jayati Ghosh, el serbio Branko Milanovic, el francés Thomas Piketty o el colombiano José Antonio Ocampo. El de Argentina es un esquema neoliberal que ya conocemos, que ha sido aplicado en muchas de nuestras naciones, también conocemos de cerca las consecuencias en la piel de los más pobres. Tal vez, y sólo tal vez si nos permitiéramos pensar en que un mundo distinto es posible, comprenderíamos la enorme importancia que puede tener para las personas reales el crecimiento y consolidación del BRICS.

Fuente:

https://elpais.com/argentina/2023-12-13/las-diez-medidas-economicas-del-gobierno-de-javier-milei-para-argentina.html

https://elpais.com/argentina/2023-11-08/mas-de-un-centenar-de-economistas-de-todo-el-mundo-alertan-sobre-los-peligros-del-programa-de-milei.html

https://elpais.com/argentina/2023-11-08/los-peligros-del-programa-economico-de-javier-milei-en-argentina.html

https://es.statista.com/grafico/30676/paises-miembros-del-g7-y-brics/

https://www.youtube.com/watch?v=pPRzGuqvwoM

BRICS: Un Bloque Geopolítico Alternativo

Desde principios del siglo XXI, el escenario geopolítico internacional ha estado en constante cambio. Actualmente, países emergentes, nuevos actores y potencias regionales han planteado una alternativa al gastado modelo del mundo unipolar.

El caso más claro es el de BRICS+, compuestos por Brasil, Rusia, India, China Sudáfrica y otros países del Medio Oriente y Norte de África. Son países que por su territorio, población, su cooperación mutua, potencial de crecimiento económico y apertura comercial han logrado consolidarse como una representación que desafía el control del G7 y el tradicional mundo unipolar. 

En un mundo cada vez más interconectado y globalizado, el ascenso de los BRICS+ representa un fenómeno de gran importancia geopolítica y económica. Su capacidad para desafiar el status quo y promover un sistema más equitativo de gobernanza mundial es fundamental para comprender la evolución del orden geopolítico en el siglo XXI.

Bajo esta premisa presentamos el texto “BRICS: Un Bloque Geopolítico y Económico Alternativo” escrito por la MBA. Hellen Ruiz Hidalgo del Observatorio de Comercio Exterior de la UNED.

Compartimos el documento:

Información compartida con SURCOS por Carlos Carranza.

Imagen, Semanario Universidad.

Geopolítica, geoeconomía, intereses, maniobras … costos humanos, destrucción

Edgar Chacón Morales

Edgar Chacón Morales

5 de noviembre de 2022

Estallido del acorazado Maine (1898) … incidente de Gliwice (1939) … incidente del golfo de Tonkín (1964) … ¿Y Hamás el 7 de octubre de 2023?

Que los palestinos evacúen Gaza, que abandonen Gaza, fue la advertencia, orden, designio de Israel.

Entre otros planes de Israel USA/G7/OTAN figura el canal Ben Gurión. Éste, junto al petróleo, el gas y las demás rutas estratégicas, hacen parte de los elementos de la geopolítica regional. El canal Ben Gurión, transcurre entre el Mar Rojo, el Golfo de Aqaba y el Mediterráneo, son alrededor de 260 kilómetros y ahí está Gaza (desde Gaza-Ashkelon). Gaza debe estar desocupada de población palestina.

Como alternativa al canal de Suez, es un proyecto que contiene varios alcances, propósitos y finalidades.

Es una ruta comercial, energética, estratégica que, no sólo es una nueva ruta, es la alternativa para arruinar el canal de Suez, los ingresos y lo que supone como importancia estratégica, política y económica para Egipto. (Turkiye Newspaper, 2/11/23)

Los cálculos son que reportará varios billones de dólares de ingresos para Israel, entre 7 y nueve mil millones de dólares.

Puestas así las cosas, la salida al mar Mediterráneo, no sería una simple salida, sino todo un centro de organización logística y militar para controlar la región.

Pero no sólo para la ruina de Egipto, sino que supone un golpe estratégico para China, para la Franja y la Ruta de la Seda, que implica planes de contención para los BRICS plus, siendo que Egipto, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Irán, Etiopía y Argentina, se unieron a la iniciativa BRICS, recientemente en agosto, en Sudáfrica.

Agreguemos otro elemento ya conocido: con la participación de la República Popular China, hace poco se dio el acercamiento entre Irán y Arabia Saudita.

Estos elementos hacen parte del movimiento de China, La Federación de Rusia, India y en general de los BRICS; también son parte del escenario en el que “occidente” lleva a cabo sus maniobras genocidas.

Por un lado, 100 mil millones de dólares de los BRICS, para el desarrollo, el comercio, construcción de infraestructura; por otro lado, más de 100 mil millones de dólares de “occidente”, de USAG/7OTAN, pensados para la guerra, la destrucción, en “ayuda” para Ucrania, Israel y la frontera con México (para América Latina, el conflicto ya no está tan lejano). En medio de fuertes protestas de personas mostrando sus manos manchadas de sangre.

La Región se muestra, todo tiene que ver: Irán, el Golfo Pérsico, el Estrecho de Ormuz, el Estrecho de Bab el Mandés entre Yemen y Djibouti; Egipto y Etiopía; el Canal de Suez y la salida al mar Mediterráneo y Europa; pasos, gargantas y rutas estratégicas de petróleo y gas; comercio de otras mercancías, oleoductos y gasoductos (por construir, por destruir: valga traer de nuevo el ejemplo de la destrucción del Nord Stream), espacio aéreo, ¿ciberespacio?

Al afectarse Irán, se afectará la ruta India/Irán/Mar Caspio/Novgorod (que mencioné en un artículo anterior); al fectarse Egipto, el Mar Rojo, Etiopía y Bab el Mandés, se afecta también el Sahel; y de todo esto, se abre al irresponsable descontrol de la situación.

Es condición sine qua non para los planes de Israel y USA/G7/OTAN, una franja de Gaza, sin población palestina. Bombardeos, invasión, ocupación; población palestina sin alimentos, agua, combustibles, electricidad; hospitales y ambulancias atacadas. Que abandonen, que se evacúe Gaza. Debe ser expulsada, echada, eliminada, no debe estar ahí. Se ha hablado de una “Limpieza étnica”. Vergüenza para la humanidad.

“El secretario general de la Liga Árabe (Ahmed Abul Gheit) denuncia la “guerra de exterminio y limpieza étnica contra Gaza … a la vez que se exige una tregua humanitaria inmediata”. (Europa press, Madrid, 4 de noviembre)

De nuevo un llamado a la opinión pública mundial, individual y colectiva a no ser presa de la desinformación interesada; que disfraza las guerras, saqueos, masacres y despojos, de democracia y libertad.

Cada vez hay más conciencia de USA/G7/OTAN como agresor, guerrerista; y a Israel y al capital sionista, cada vez más, se les cae la máscara de víctima.

Todo es una muestra aborrecible de la maldad, la mezquindad y la miseria humana. No puede ni debe continuar.

Los BRICS, hacia una utopía integral de desarrollo

Mg. José A. Amesty Rivera

El proceso de desdolarización se inicia en los años setenta en América Latina, con el respaldo y el ingreso del esquema oro.

Otro aspecto de la desdolarización reciente es, según RT español, la iniciativa de países como Indonesia, Tailandia, Vietnam, Filipinas, Brunei, Malasia, Singapur, quienes se unirán al sistema de pago con códigos QR, eliminando la necesidad de utilizar el dólar estadounidense, pagando con sus monedas nacionales.

Más atrás, según el escritor y profesor costarricense Juan F. Montero Aguilar, en su comentario: «BRICS resume hoy sueños y anhelos del pasado. En el siglo pasado se daban periódicamente reuniones mundiales del movimiento sindical de la FSM (Federación Sindical Mundial) que aglutinaba la clase obrera de los países del socialismo real, así como de la mayoría de países del capitalismo. También se daban reuniones de los Partidos Comunistas del mundo en las cuales Costa Rica participaba con el Partido Vanguardia Popular. Era natural encontrar en los documentos de resolución de ambos eventos como consigna principal, la necesidad de UN NUEVO ORDEN ECONÓMICO INTERNACIONAL. También se dio en esa época la reunión conocida como la TRICONTINENTAL, promovida por el Partido Comunista cubano, encabezada por Fidel y el Che Guevara, cuyo objetivo era unir la lucha de los pueblos de América Latina, Asia y África, la cual quedó institucionalizada en la ORGANIZACIÓN DE LOS PUEBLOS DE AFRICA, ASIA Y AMÉRICA LATINA(OSPAAL), los BRICS, son hoy un comienzo para la concreción de aquellos anhelos y sueños que veíamos tan lejanos y que muchos perdieron la esperanza de alcanzarlos algún día».

Este proceso, a través hoy de los BRICS, se ve fuertemente impulsado por el ingreso de seis nuevos países a este bloque, tres de ellos productores de energía. Si la mitad de los intercambios mundiales de gas, petróleo y alimentos primarios se hace fuera del dólar, esto implicará la pérdida definitiva de los EE.UU. de la guerra de monedas.

Esta es una realidad inminente y un proceso imparable. El mundo financiero va cambiando a reservas de oro monetario, para que los pueblos aseguren su soberanía.

¿Pero que son los BRICS? Este término fue acuñado en el año 2001, por el economista británico Jim O`Neill, aunque en sus orígenes la letra final S, que corresponde a Sudáfrica, no estaba incluida pues, se incorporó diez años después.  

Se refiere a la primera letra de inicialmente, cinco países: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. El objetivo de estos países es unirse, para buscar un sistema mundial más equilibrado y justo en las relaciones económicas y en una reforma del sistema financiero actual.

Pero, ¿por qué se unen estos países? Porque tienen mercados emergentes, (son llamadas economías emergentes), con un gran potencial de crecimiento. Porque son el 25% del Producto Interno Bruto PIB del mundo; porque son el 43% de la población de todo el planeta; porque son el 20% de la inversión en todo el mundo.

¿Por qué se eligió originariamente estos cuatros países? Entre otras razones por: una gran población y gran territorio, sus recursos naturales, alto crecimiento del PIB, atracción de la inversión extranjera.

Sus logros más significativos, hasta ahora, la creación de un nuevo Banco de Desarrollo; el financiamiento de Proyectos de Infraestructura y cambio climático en naciones en vías de desarrollo por cincuenta millones de dólares. Hasta el momento, al menos, veintitrés países han solicitado formalmente ser miembros del BRICS, entre ellos: Arabia Saudita, Argelia, Argentina, Bahréin, Bangladesh, Bielorrusia, Bolivia, Cuba, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopia, Honduras, Indonesia, Irán, Kazajstán, Kuwait, Nigeria, Palestina, Senegal, Tailandia, Venezuela, Vietnam.

En la última Cumbre XV de los BRICS, realizada en Sudáfrica-Johannesburgo, del 22 al 24 de agosto del presente año, resuelve incluir al bloque a Egipto, Argentina, Etiopía, Irán, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos a partir de 2024, llamándose ahora, por algunos, los BRICS11.

Así mismo, la declaración final de la Cumbre, plantea la posibilidad de adoptar monedas nacionales en el comercio internacional, convoca a una reforma del Consejo de Seguridad de la ONU y de las Instituciones Financieras Internacionales.

El Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) de los BRICS, cuenta con 100 mil millones de dólares. Actualmente, 32,8 miles de millones de dólares serían destinados a financiar 96 proyectos aprobados. Entre sus objetivos están: promover proyectos de infraestructura y desarrollo; establecer una red de alianzas con otras instituciones multilaterales y bancos de desarrollo; cuidar el equilibrio geográfico de los proyectos. El NBD tiene la característica de financiar proyectos en monedas de los miembros. Entre 2016 y 2023 se han aprobado proyectos financiados en renminbi (rmb), dólares y zar, la moneda de Sudáfrica. En rmb se han financiado 9 proyectos por un valor de 4,2 billones, en zar hay 4 proyectos por 11,3 billones. En dólares hay 55 proyectos por 4,2 billones de dólares en Brasil (18), China (3), India (16), Rusia (11) y Sudáfrica (7).

En términos geopolíticos, según el escritor Aníbal García Fernández, en su artículo «Geopolítica de los BRICS«, señala: «Los BRICS conforman una propuesta geopolítica multipolar que pretende expandirse en países en espacios geográficos relevantes, por ejemplo, India y China en el Indo-Pacífico; Sudáfrica, Brasil, Argentina en el Atlántico Sur. Estos dos espacios se encuentran actualmente en disputa por EE. UU. y China. La expansión implica, además, a países que son relevantes en términos de minerales estratégicos y energéticos. Los BRICS más Irán, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita estarían controlando el 41 % de las reservas probadas de petróleo, el 53,1 % de las reservas probadas de gas natural y el 40,4 % de las reservas de carbón. En cuanto a los minerales, la entrada de Argentina a los BRICS, implica que el grupo sume el 32,1 % de las reservas de litio. Destaca que China controla el 77 % de la producción mundial de baterías de litio, posee en su territorio el 80 % de las reservas mundiales de tierras raras y produce el 56 % del acero mundial. Los BRICS también son una potencia exportadora de productos agrícolas: China es el primer exportador, Brasil el tercero, India el cuarto y Rusia el quinto».

Igualmente, en términos estratégicos, el escritor Pepe Escobar en su artículo «BRICS11, un giro estratégico» indica: «Pasemos ahora a las apuestas estratégicas. A efectos prácticos, en términos euroasiáticos, el BRICS11 está en camino de apoderarse de la Ruta Marítima del Norte, el Corredor de transporte internacional Norte-Sur, la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI, por sus siglas en inglés), el Golfo Pérsico, el Mar Rojo y el Canal de Suez. Esto combina varios corredores terrestres con varios nodos de las Rutas Marítimas de la Seda. Todo ello con un solo movimiento estratégico en el tablero geopolítico/geoeconómico. Mucho más que un aumento del PIB colectivo del BRICS11 hasta el 36% del total mundial (ya mayor que el del G7), con el grupo abarcando ahora el 47% de la población mundial, el principal avance geopolítico y geoeconómico es cómo el BRICS11 está a punto de hacer literalmente saltar la banca en los frentes del mercado de la energía y las materias primas. Al incorporar a Irán, de petróleo, el 45,9% de las reservas probadas y al menos el 47,6% de todo el petróleo producido en el mundo, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, el BRICS11 brilla instantáneamente como una potencia en petróleo y gas. Controla ya el 39% de las exportaciones mundiales según InfoTEK. Con la posible incorporación de Venezuela, Argelia y Kazajistán como nuevos miembros en 2024, el BRICS11 podría controlar hasta el 90% de todo el petróleo y el gas comercializado en el mundo. Corolario inevitable: operaciones liquidadas en divisas locales eludiendo el dólar estadounidense. Y conclusión inevitable: el petrodólar en coma. El Imperio del caos y el saqueo perderá su almuerzo de menú gratuito, así como el control de los precios mundiales del petróleo y medios para imponer la «diplomacia» mediante un tsunami de sanciones unilaterales».

En fin, en total, la plataforma BRICS al 2024, «constará de 11 países. Tras la ampliación, los Brics representarán 37% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial y 46% de la población mundial. Hay más: la expansión superará el PIB del G7, en términos de paridad de poder adquisitivo en más de 11 billones de dólares», según el Grupo de Investigación y Análisis Venezolano Misión Verdad, en su artículo «Un paso clave y decisivo: lo fundamental de la XV Cumbre BRICS«.

Todo lo anterior, revela que los BRICS a mediano y largo plazo, son en términos económicos y financieros un avance muy importante en estos rubros.

Ahora, pensemos y soñemos en unos BRICS, con el aporte de las economías emergentes, que se irán sumando a este mecanismo, que pudiera ser integrador de aspectos: científicos, culturales, educativos, políticos, sociales, deportivos, agrícola-pecuario, entre otros, que son los avances y aportes de estos países emergentes.

Que como señala Atilio Boron en su artículo » El irresistible ascenso del policentrismo«, no sólo «cristaliza una nueva configuración del poder mundial, que pone fin al unipolarismo de EEUU y a la primacía global de Occidente», sino, además, abre un amplio abanico de posibilidades de desarrollo en otras áreas. Se agrega, que los BRICS no aceptarán a países que apliquen medidas coercitivas unilaterales, sanciones económicas o comerciales contra otros países.

Este abanico de posibilidades y sueños, lo vislumbra el presidente de Cuba, Miguel Díaz Canel, cuando saludó la existencia de una “nueva nación arco iris”, capaz de integrar “su rica diversidad de culturas, lenguas y creencias religiosas” para avanzar “hacia un futuro más justo y sostenible”.

Igualmente, lo vislumbró el presidente venezolano Hugo Chávez Frías, al prefigurar el concepto de diseñar la arquitectura de las nuevas relaciones Sur-Sur, de las que Venezuela es un actor central, tomando el ejemplo de Cuba. «Además de la experiencia del poder popular que, primero con Chávez y luego con Maduro, acompañó la experiencia de las cumbres, alimentando propuestas y exigiendo que se concreticen más allá de la retórica de las declaraciones y de los compromisos geopolíticos. Una experiencia que, con Cuba, ha dado el ejemplo de relaciones igualitarias para compartir, no lo que sobra, sino lo que uno tiene, y ha indicado el camino hacia un cambio estructural para los sectores populares, que sólo el socialismo puede lograr». «Lo que Cuba y Venezuela han ofrecido a los BRICS«, Geraldina Colotti.

Aportes no económicos-financieros de los BRICS:

Alberga la mayor reserva forestal del planeta; La energía y diversidad, que, en términos culturales, emerge de la diversidad de su entramado étnico; La dimensión y calidad de su comunidad científica. Amén de su sólida preparación y vinculación con los más importantes centros de producción de conocimiento; El amplio muestrario de todas las categorías en el tema del turismo; Las experiencias de izquierda, así como capitalistas, de algunos de sus miembros; Las experiencias en materia de organización popular, comunal y política, El aporte del desarrollo del deporte en varias disciplinas; El desarrollo en campo de la música, el arte y escénicas; La capacidad de resistencia ante las adversidades; La diversidad de lenguas y creencias religiosas; La multiplicidad en las áreas culinarias; El avance medico en varios de sus miembros; Las diversas propuestas educativas.

Estos son algunos aspectos en los cuales los BRICS, muestran su capacidad de contribución a esta iniciativa de los países emergentes.

La suma de todos ellos son un valioso cumulo de alternativas, para no solo desarrollarse en términos económicos-financieros, sino que ir hacia una integralidad de desarrollo múltiple, ¿qué es una utopía? cierto, pero hay que ir hacia allá.

¡Vivan los BRICS, y su entorno de aliados o Mundo Multipolar! El dólar cae y entra la nueva moneda BRICS+, respaldada en oro. Viene la revaluación de las monedas nacionales de los países BRICS+, y sus aliados a la par de la redención de activos históricos e intercambio.