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Etiqueta: cambio climático

Huelga climática por la agroecología

  • La agroecología puede enfriar el planeta

(19/92019.) En la última cumbre de la Convención de Naciones Unidas Para Combatir la Desertificación (UNCCD) llevada a cabo del 2 al 13 de setiembre en Nueva Delhi, reconoce la importancia de los promover las soluciones basadas en la tierra para lograr combatir la crisis climática (1). La agroecología es una de las soluciones para combatir la erosión del suelo y al mismo tiempo la crisis climática.

Mañana 20 de setiembre, hacemos un llamado en el marco de las movilizaciones mundiales por el clima para poner en el centro de la discusión climática a la agroecología campesina e indígena. Saludamos la propuesta de la Vía Campesina para enfriar el planeta y hacemos un llamado a los gobiernos para que sea escuchada.

Uno se los factores más preocupantes que provocan la erosión es la intensificación de la agricultura industrial y la expansión de los monocultivos. En Costa Rica el 87% de las tierras cultivadas en el país están ocupadas por monocultivos extensivos, dato del Censo Agropecuario publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) la semana anterior. Según el INEC el monocultivo de palma aceitera alcanzó 84.000 hectáreas; mientras la industria de la caña de azúcar siembra poco más de 67.000; el cultivo del café 86.000 hectáreas y el banano unas 53.000 hectáreas (2). Por su lado el monocultivo de la piña ocupa unas 67.000 hectáreas, mientras la ganadería ocupa casi un millón de hectáreas.

La degradación de los suelos y el cambio climático es un factor importante en las discusiones sostenidas por los ministros de agricultura de todo el mundo participantes de la COP-14 de la UNCCD. Uno se los factores en la discusión la responsabilidad la perdida de suelo en la crisis climática, lastimosamente los ministros de agricultura se olvidan mencionar que es la agroecología una de las maneras de evitar que se siga degradando el suelo.

Según la organización internacional GRAIN, la deforestación y degradación de los suelos; producto de la agricultura industrial representan del 15% al 18% de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), además los procesos agrícolas, como la mecanización y la preparación del suelo generan entre un 11% y un 15% de los gases. Es decir, sólo esta parte inicial de la cadena agroindustrial contabiliza entre un 26% y un 33% de los GEI anualmente emitidos (3).

Además el reciente informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés) titulado “El cambio climático y la tierra” señaló claramente a la agroindustria como responsable de agravar la crisis climática, esto sobre todo debido a los impactos producto del cambio en el uso del suelo, es decir, la deforestación, la erosión y el uso de agrotóxicos.

Según un comunicado oficial del IPCC, publicado en agosto pasado: «La tierra desempeña una función importante en el sistema climático. El uso de la tierra para fines agrícolas, silvícolas y de otra índole supone el 23 % de las emisiones antropógenas de gases de efecto invernadero. Al mismo tiempo, los procesos naturales de la tierra absorben una cantidad de dióxido de carbono equivalente a prácticamente una tercera parte de las emisiones de dióxido de carbono causadas por la quema de combustibles fósiles y la industria» (4).

Las cifras varían, pero lo que es verdad es que mirar hacia la agricultura en tiempos de crisis climática es muy importante. No solo las emisiones por transporte son las que nos están llevando al colapso planetario. La forma en que tratamos el suelo, producimos los alimentos y la forma en la que los consumimos; deben ser parte del debate.

Debemos transitar hacia la agroecología, capaz de enfriar al planeta. Agricultura basada en el conocimiento indígena y campesino que ha alimentado el mundo y que debe de estar en el centro de las discusiones climáticas.

Organizaciones suscriben:

Fridays For Future Costa Rica

Federación Costarricense para la Conservación del Ambiente

Red de Coordinación en Biodiversidad

COECO Ceiba Amigos de la Tierra

Finca AMALUR

Revista La Agroecóloga

Vamos a Sembrar

Diwo Ambiental

JPIC CLARET CR -Justicia Paz e Integridad de la Creación-

Jaguarundi colectivo ecológico

Federación de Estudiantes de la Universidad Nacional

Movimiento Ríos Vivos-Costa Rica

La Yunta Agroecológica

Red Permanezca: promoviendo la permacultura

Frente Nacional de Sectores Afectados por la Expansión Piñera

Bloque Verde

Asociación Ambiental Sula

Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica

Ríos Libres Turrialba

Colectivo geografía crítica 24 abril

¡Ya Basta! UCR

Red de Agroecologia

Comisión Defensoría de los Ríos Convento y Sonador

Notas:

  1. Declaración de Nueva Delhi https://www.unccd.int/news-events/new-delhi-declaration-investing-land-and-unlocking-opportunities
  2. La Encuesta Nacional Agropecuaria http://inec.cr/sites/default/files/documetos-biblioteca-virtual/reena-cultivos2018.pdf
  3. La soberanía alimentaria: 5 pasos para enfriar el planeta y alimentar a su gente https://www.grain.org/es/article/5100-la-soberania-alimentaria-5-pasos-para-enfriar-el-planeta-y-alimentar-a-su-gente
  4. La tierra es un recurso decisivo, según un informe del IPCC Se encuentra sujeta a la presión del ser humano y del cambio climático, pero es parte de la solución https://www.ipcc.ch/site/assets/uploads/2019/08/2019-PRESS-IPCC-50th-IPCC-Session_es.pdf

Contactos:

Judith Pereira Vásquez,Fridays For Future Costa Rica 8791 4629

Henry Picado Cerdas, FECON 8760 9800

 

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ANEP se solidariza con la acción global por el medio ambiente

La crisis climática, consecuencia directa del modelo de producción extractivista, basada principalmente en el uso de combustibles fósiles y del consumo globalizado actual, pone en riesgo la supervivencia humana y la de un gran número de otras especies y ecosistemas, afectando especialmente a las poblaciones más empobrecidas y vulnerables.

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UNA y municipio herediano en pro del ambiente

Con el respaldo del profesional del Centro Internacional de Política Económica para el Desarrollo Sostenible de la Universidad Nacional (CINPE-UNA), la Municipalidad de Heredia es a partir de hoy el primer ayuntamiento de Costa Rica en contar con una política pública para abordar la problemática del cambio climático.

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UCR: Guanacaste en la encrucijada frente al clima

Cada diez años, Guanacaste experimenta sequías severas y prolongadas, incluso durante varios años, que agravan las condiciones secas propias de este lugar. El aumento en la temperatura en los últimos años, atribuido al cambio climático, es uno de los factores que contribuye al incremento de la aridez de esta región del país, con efectos en la agricultura y en la escasez de agua para solventar las necesidades básicas.

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UNA: Parrita en alerta ante cambio climático

Los esfuerzos por contrarrestar los efectos del cambio climático en la Gran Área Metropolitana (GAM), son muy distintos a la realidad de las zonas costeras, en donde existen altos índices de pobreza, hambre, desorganización social, rezago en el sector productivo y desempleo, destacó Olman Segura, director e investigador del Centro Internacional de Política Económica de la Universidad Nacional (Cinpe-UNA).

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Exponen por qué basarse en el PIB destruye el planeta

George Monbiot es activista climático británico y esto que dice acerca de este tema en el video que compartimos.

“Lo que tenemos que hacer es un gran cambio estructural, un cambio político económico. Lo que nos dicen que hagamos es cambiar los bastoncillos de algodón y esos pequeños objetos sin sentido, pero eso no nos va a llevar a ninguna parte. Hay una o dos cosas que puedes hacer como consumidor que pueden conseguir un cambio: cambiar a una dieta vegetariana es una de ellas. Es un gran, gran cambio, porque las macrogranjas de animales tienen un masivo impacto ambiental. Otra: dejar de volar. Pero más allá de eso, actualmente todo lo que tenemos que hacer es cambiar el sistema (…) que está comiendo el planeta en un crecimiento perpetuo. Quiero decir, ¿desde cuándo el PIB fue una medida sensata del bienestar del ser humano?”

 

Enviado por Hernán Alvarado Ugarte.

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Saneamiento seguro y cambio climático son los retos de Costa Rica para la sostenibilidad del recurso hídrico

  • Informe del AyA indica que solo solo 15% de la población en Costa Rica cuenta con saneamiento seguro frente a 92,4% con acceso al agua potable

  • Abastecimiento a poblaciones dispersas, la disminución de brechas urbano-rural y la afectación al recurso hídrico frente al cambio climático son los principales desafíos nacionales

22 de marzo de 2019. En el marco del Día Mundial del Agua, el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) hacen un llamado a reconocer la necesidad de incrementar el saneamiento seguro, así como las medidas de adaptación y mitigación frente a los efectos del cambio climático sobre las fuentes de agua.

Según el más reciente Informe de agua para consumo humano y saneamiento del Laboratorio Nacional de Aguas del AyA (2019), en Costa Rica 4,6 millones de personas cuentan con agua potable en sus hogares (el 92,4%), siendo de las coberturas más altas a nivel regional; sin embargo, solo 750.000 personas cuentan con saneamiento seguro (15%).

En ese sentido, la presidenta ejecutiva del AyA, Yamileth Astorga, resaltó la necesidad de invertir en todos los aspectos del ciclo social del agua. “Costa Rica es reconocida por la alta cobertura de acceso a agua potable, pero para alcanzar el desarrollo sostenible debemos continuar la Ruta del Saneamiento con inversiones en proyectos de tratamiento y recolección de aguas residuales”, indicó la jerarca.

El Informe también arrojó una brecha en el acceso a agua potable entre el área urbana y rural, pues la cobertura es de 96,4% y 84,4% respectivamente. En cuanto a saneamiento, aún el 13,4% de las aguas residuales se dispone en alcantarillados que no cuentan con una planta de tratamiento, por lo que persisten descargas directas a ríos, quebradas y mares.

Asimismo, las condiciones extremas de escasez de agua y estrés climático afectan cada vez más al país; por ejemplo, se prevé que en la región norte las precipitaciones disminuirán en un 15% al 2020, 35% al 2050 y hasta el 65% al 2080. De la misma manera, el incremento en la frecuencia e intensidad de eventos extremos como tormentas y huracanes amenazan directamente la infraestructura de agua potable.

“El cambio climático y el agotamiento de los recursos naturales, muchas veces por contaminación, exigen acciones inmediatas para garantizar el desarrollo sostenible. Felicitamos a Costa Rica por el compromiso de aumentar el saneamiento seguro en todo el país. Sin duda estas acciones serán una fortaleza a nivel mundial en términos de competitividad y atracción de inversión extranjera”, señaló Kryssia Brade, Oficial a cargo del PNUD.

En este momento, AyA impulsa una cartera de inversión de casi $1.000 millones que contempla 112 proyectos en el territorio nacional, tanto de agua potable como de saneamiento. Con el acompañamiento del Ministerio de Ambiente y Energía, la Dirección de Cambio Climático, el financiamiento del Fondo Mundial para el Medio Ambiente y el acompañamiento técnico del PNUD, lidera un proyecto por $5 millones para fortalecer las capacidades de 300 acueductos comunales en la zona norte, como aliados en el desarrollo local y para hacer frente al cambio climático.

 

Enviado por Ingrid Hernández Sánchez, Asesora Comunicación, PNUD Costa Rica.

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UCR: Los pastos marinos: un mundo bajo el agua por conocer

Los pastos marinos son las únicas plantas que habitan en el océano. De ellos se alimentan animales como las tortugas, los manatíes, los erizos y los peces. También contribuyen a la protección de las zonas marino costeras y a mitigar los efectos del cambio climático

En el mar se forman pastizales subacuáticos que están adheridos a los sedimentos (foto cortesía Jimena Samper).

Sin embargo, sabemos poco de ellos y podríamos asemejarlos a los pastos terrestres, pero son diferentes. Como el resto de las plantas, los pastos marinos tienen distintos componentes o estructuras, lo cual les permite realizar el proceso de fotosíntesis, gracias a la energía que aporta la luz. Para esto, absorben el CO2procedente de la atmósfera, que está disuelto en el agua.

Las algas también realizan la fotosíntesis en el mar, pero son organismos mucho más sencillos y no tienen los mismos componentes que las plantas.

En el fondo del océano se forman pastizales subacuáticos denominados praderas, que se adhieren a los sedimentos. Algunas veces quedan expuestas cerca de la costa, cuando la marea baja, y se observan como una gran alfombra verde que cubre el suelo marino.

En Costa Rica se han identificado siete especies de plantas bajo el mar, en las costas del Pacífico y del Caribe. Su estudio se ha iniciado de manera sistemática por el Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (Cimar), de la Universidad de Costa Rica (UCR), ante el vacío de conocimiento acerca del tema.

“En Costa Rica, los pastos marinos han sido menos estudiados que otros ecosistemas, como los manglares o los arrecifes de coral. Estamos tratando de cambiar eso y de generar más conciencia acerca de su importancia”, expresó Jimena Samper Villarreal, investigadora del Cimar y especialista en el tema.

Antes de 1960, no existían publicaciones científicas en el país. Es a partir del 2010 cuando se empezaron a realizar estudios en el Golfo Dulce, en el sur del territorio, con la participación de estudiantes de la carrera de Biología de la UCR.

“Nosotros analizamos el tipo de investigaciones realizadas aquí. Casi todas son reportes de cuáles especies se encuentran y en dónde. Es menor el porcentaje que aborda aspectos ecológicos, como la fauna asociada”, comentó la experta.

Las primeras indagaciones se concentraron solo en los pastos marinos del Caribe, gracias a un proyecto que funciona en toda esa región, el cual desde 1999 monitorea estos ecosistemas. También se le da seguimiento a los manglares y a los arrecifes de coral.

En 2017, el Cimar logró iniciar un proyecto de monitoreo de los pastos en el Pacífico, especialmente en el Golfo Dulce. Ahí se encuentra la pradera de pastos marinos más extensa de la costa pacífica.

Especies más comunes

En el Caribe Sur de Costa Rica, que comprende Cahuita, Manzanillo y Gandoca, crecen las principales praderas de pastos marinos. “En todas estas zonas, detrás del arrecife, donde hay lagunas y es más tranquilo, se desarrollan praderas extensas de especies de gran tamaño y muy persistentes”, explicó Samper.

En esta costa, la especie dominante es Thalassia testudinum, que es la más común y la favorita de la tortuga. Luego, le sigue Syringodium filiforme, la cual tiene una forma tubular, como un espagueti, y es alimento del manatí. Ambas solo se encuentran en el Caribe a nivel mundial.

Con respecto a los pastos del Pacífico, hay bastantes vacíos de información sobre los sitios donde están presentes. Además de ser especies más pequeñas, son más efímeras y más dinámicas, y crecen muy rápido. Esa es su estrategia de vida, expresó la bióloga.

En la costa pacífica, las especies predominantes son Halophila baillonis, Alodule wrightii y Ruppia maritima. Se desconoce si actualmente existen praderas extensas de R. maritima, luego de que en 1996 desapareciera una (de 5000 metros cuadrados de extensión, aproximadamente) en bahía Culebra, Guanacaste, a raíz de una tormenta, tal y como lo documentó el investigador del Cimar, Jorge Cortés Núñez.

El pasto conocido como trébol (Halophila baillonis), pues sus hojas tienen la forma de tal planta, se encuentra tanto en el Caribe como en el Pacífico y está clasificado como vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Esta es una de las principales especies encontradas en el Pacífico costarricense.

Por su parte, la erosión costera del Caribe, consecuencia del cambio climático, ha afectado a los pastos marinos.

Cambio climático

De acuerdo con los científicos, los pastos marinos ayudan a aplacar los efectos del cambio climático, por medio del secuestro de carbono, función que realizan a través de la fotosíntesis. La tarea que desarrollan es captar el CO2 en sus tejidos y lo retienen durante cierto tiempo.

Diversas especies de organismos marinos, como los erizos, se alimentan de los pastos marinos (foto cortesía de Jimena Samper).

“Gran parte del tejido fotosintético y no fotosintético se entierra en el sedimento, donde hay poca descomposición de la materia. El sedimento atrapa el carbono que secuestra por la fotosíntesis y el que viene de la zona terrestre debido a la erosión, y ambos quedan almacenados en la capa de pastos marinos vivos. A esto es lo que llamamos carbono azul, que sirve para mitigar el cambio climático”, detalló la investigadora de la UCR.

En este sentido, no solo hay que proteger las plantas marinas para que sigan secuestrando el carbono –insistió–, sino para que, además, no emitan el que han retenido durante miles de años.

Cabe señalar que esta función del secuestro de carbono es realizada también por los manglares.

Vulnerabilidad

El principal problema que presentan los pastos marinos consiste en que necesitan la luz para realizar el proceso de fotosíntesis y, para ello, dependen de la claridad del agua. Igualmente, existen otros factores que intervienen, como las alteraciones de la salinidad del agua y de la fuerza del oleaje.

Los pastos marinos “son ecosistemas muy vulnerables que están siendo afectados a nivel mundial. Crecen en la zona costera, cerca de donde está el desarrollo humano. Si nosotros erosionamos la cuenca, cae mucho sedimento al mar, o si echamos muchos nutrientes (aguas negras o aguas residuales) se genera gran cantidad de fitoplancton, se hace más turbia el agua y ellos no pueden realizar la fotosíntesis”, explicó Samper.

La falta de información también ha incidido en que muchas veces los pastos marinos pasen inadvertidos; aunque, a la vez, estos son importantes para ciertas comunidades, sobre todo en lugares donde no hay arrecifes coralinos. Los pescadores, por ejemplo, los confunden con las algas, indicó.

Tampoco se tiene conciencia sobre las relaciones entre los pastos marinos y los organismos que se alimentan de ellos. Por esto, el Cimar organiza talleres en comunidades costeras para informar y sensibilizar a estas poblaciones acerca de la importancia de este recurso marino.

La bióloga concluyó que existen evidencias científicas de que a nivel mundial han disminuido, considerablemente, los pastos marinos, producto de las actividades humanas. Por tanto, insistió en que para lograr conservarlos es clave saber dónde se encuentran y cuáles especies hay. De ahí la necesidad de efectuar mayor investigación.

Algunas cifras
En el mundo existen entre 60 y 72 especies de pastos marinos. De ellas, 7 se han identifico en 31 sitios de Costa Rica, la mayoría en la costa del Pacífico.
En nuestro país, estas plantas cubren un área de 133 hectáreas: 97 en el Pacífico y 36 en el Caribe.

 

Patricia Blanco Picado

Periodista Oficina de Divulgación e Información, UCR

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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