Gabriel González Vega nos hace esta recomendación:
ESTRENO EN LÍNEA DE LA PELÍCULA: Waak an Danz (Aquí la gente cuando camina baila).
Sinopsis: A la orilla del mar un cuerpo germina entre la arena y el cemento. Con su danza nos guía en un viaje a través de la herencia ancestral afromestiza y las diversas formas de vivir la danza en la ciudad de Puerto Limón. Un lugar donde la gente cuando camina baila.
Largometraje de videodanza documental protagonizada por bailarines y artistas limonenses en territorio caribeño.
Realizada por el colectivo Tierra Púrpura con la dirección de Esteban Richmond. Estreno mediante YouTube el domingo 30 de agosto a las 6 p.m. (hora Costa Rica).
Compartimos el libro: Mapa de radio de América Latina y el Caribe, en el cual se resalta la existencia durante 100 años de la radio y 35.000 emisoras en América Latina y el Caribe.
“Conocer el número de radios en América Latina y el Caribe, sobre todo en el año 2020, cuando este medio de comunicación cumple 100 años desde su primera transmisión, resulta pertinente y necesario para analizar su estado, su existencia, no solo en datos y cifras, sino en su calidad de vida. Las cifras aquí presentadas resultan reveladoras. Por momentos favorecen a un tipo de emisoras que crecen en el tiempo, pero también marcan preocupaciones para otras tantas que se evaporan en el cuadrante.
El deseo de censar las emisoras en la región fue el punto de partida de este ejercicio colaborativo realizado por primera vez en 2012 en el que participaron radialistas de 19 países. El trabajo, publicado en un documento digital, fue coordinado por el comunicador social colombiano Tito Ballesteros López y su blog Radios de América. Los datos recogidos fueron aportados por colegas de México (Claudia Segura), Guatemala (Amalia Jiménez), El Salvador (Guillermo Ramos), Costa Rica (Otto Chinchilla Coto), Nicaragua (Wendy Quintero), Panamá (Eunice Meneses), Colombia (Mónica Valdés), Venezuela (Elvis Castillo), Ecuador (Santiago García), Perú (Carlos Rivadeneyra), Bolivia (Rubén D. Choque), Brasil (Arthur William), Chile (Natacha Gómez), Uruguay (Carlos Castillos), Paraguay (Haydeé Galeano), Argentina (Jorge Arabito), Cuba (Fabio Bosh), y República Dominicana (Ana Bélgica Güichardo).
Para 2014 y 2017, Santiago García Gago, de RadiosLibres.net, se sumó a la iniciativa para trabajar en la diagramación de los mapas, 10 actualización y procesamiento de los datos. Entonces, el texto digital en PDF cambió su diseño, fue actualizado y presentado en sociedad.
Ahora, en 2020, no solo se censan las emisoras, sino que se contextualizan y precisan los datos oficiales con informes de comunicadoras y académicos de 19 países que transmiten el modo de ver y sentir la radiodifusión desde sus territorios. Cada uno de los autores y autoras ha realizado una lectura detallada de los datos del mapa y su evolución desde 2012. Casi después de una década radiofónica, se toma una nueva foto para describir la realidad actual y, a partir de ella, analizar el contexto en el que cada día se habilitan las palabras desde los micrófonos.
El libro avanza de apartado en apartado para ingresar a niveles de análisis cada vez más particulares. Cada autor, desde su visión personal, respondió a los cuestionamientos que le planteaban las cifras oficiales de las radios en su país. Cada mirada local alimentó la visión regional contenida en esta obra.
¿Corresponden los datos citados en los informes con la realidad de cada país? ¿Cómo están clasificadas las radios en cada rincón de nuestro continente? ¿Cuántas son las emisoras de AM y FM en cada uno de los 19 países que aquí se citan? ¿Qué lectura hacer al descender o aumentar el número de emisoras de AM en algún país de la región? ¿Cuál es el estado de salud del medio? ¿Cuáles son sus principales logros y necesidades? En los informes aparecen preguntas, respuestas, provocaciones, temas de discusión, acuerdos y, seguramente también, desacuerdos que usted podrá discutir con el texto. El mapa es un producto inacabado con un sello inconfundible: está en proceso. Es, además, la esencia misma de los datos. Cifras que crecen y disminuyen, que mutan y se mueven, que están vivas, al igual que las radios en América Latina y el Caribe.
Los autores que aportaron su análisis en la presente edición fueron: Adriana Solórzano (México), Edgar Zamora Orpinel (Guatemala), Oscar Pérez (El Salvador), Santos Gálvez Martínez (Honduras), Juan Carlos Duarte Sequeira (Nicaragua), Sebastián Fournier Artavia (Costa Rica), Alfredo Calzadilla (Panamá), Ana Teresa Badía Valdés (Cuba), María Eugenia del Pozo (República Dominicana), Andrés Barrios (Colombia), Javier Barrios (Venezuela), Jorge Guachamín (Ecuador), Alejandro Cornejo Montibeller (Perú), Javier Aliaga (Bolivia), Nair Prata (Brasil), Carlos Montenegro Armijo (Chile), Javier Pérez 11 Seveso (Uruguay), Salustiana Caballero (Paraguay), Francisco Godinez Galay (Argentina).
Les agradecemos enormemente su esfuerzo, mucho más cuando el estudio estuvo atravesado por la pandemia del coronavirus (COVID-19). Una situación que evidenció, una vez más, el trascendente papel que ha desarrollado la radio para ayudarnos a sobrellevar las medidas de confinamiento impuestas en la mayoría de países alrededor del planeta. Situación que, sin duda, será profundamente estudiada en los próximos años y que nos plantea nuevos retos y renovados interrogantes.
La democratización de cualquier ecosistema de medios pasa por la tenencia de los mismos y no solo por la recepción de mensajes. Entonces, ¿en manos de quiénes están las más de 35.000 emisoras extendidas en nuestros pueblos? ¿Quiénes son sus propietarios? ¿Es suficiente el número de radios en un país? ¿La mayoría de emisoras en la región son universitarias, comunitarias o comerciales? ¿Cómo es la evolución de las dos bandas principales de radiodifusión, AM y FM? Estas son algunas de las preguntas planteadas en el texto y que se intentan responder con este estudio.
Les invitamos a examinar los datos del Mapa de Radios de América Latina y el Caribe y hacer un análisis pormenorizado para nutrir la discusión radial”.
Ingrese en el siguiente enlace para descargar el libro.
El programa Etapa Básica de Música de la Sede del Caribe de la UCR organizó el I Campamento de Jazz 2020
Durante tres días 25 jóvenes de Limón aprendieron sobre el jazz y pulieron sus habilidades musicales, de la mano de expertos en la materia. Foto cortesía Donald Quintero.
La música encierra pasión, disciplina, libertad, energía y creatividad, entre muchas otras condiciones, pero además ofrece una oportunidad de esparcimiento y resulta una excelente aliada para mantener la mente y el cuerpo ocupados en aprender y perfeccionar las técnicas musicales que se practiquen.
De ahí que la música pueda representar un cambio en la vida de las personas y una oportunidad de oro para que los jóvenes aprovechen y descubran habilidades propias, que tal vez ni sospechan que las tienen.
Donald Quintero Sanjur,músico y profesor de laSede del Caribede la Universidad de Costa Rica (UCR), promueve el aprendizaje de la música como una forma de ayudar a poblaciones en riesgo social y así ofrecer opciones de crecimiento personal, en especial a los jóvenes.
Los talleres y el campamento forman parte de los esfuerzos que se realizan dentro del programa Etapa Básica de Música de la Sede del Caribe de la UCR. Foto cortesía Donald Quintero.
Quintero se unió desde el año 2018 al programa Etapa Básica de Música, inscrito en el Departamento de Acción Social de la Sede del Caribe, desde donde se impulsan actividades dirigidas a mejorar la calidad de vida de los limonenses.
Una de ellas es el Campamento de Verano Jazz Caribe 2020, que se celebró por primera vez en la ciudad de Limón del 27 al 29 de enero, y que es producto delTaller de Jazzque dirige Quintero dentro de dicho programa en la Sede del Caribe.
“Este taller se dio a conocer en poco tiempo y con muy buen suceso en las actividades de la Sede del Caribe a las que fue invitado. Luego de un año de trabajo se da la oportunidad de desarrollar un proyecto de verano, con la intención de fortalecer y expandir la idea de formar músicos por medio de la interpretación del jazz”, indicó Quintero.
La Sede del Caribe mantiene activos diversos proyectos de acción social, investigación y docencia, con los que mantiene vivos los vínculos de intercambio de conocimiento con las comunidades limonenses. Foto cortesía Donald Quintero.
El campamento surge además ante la necesidad de contar con un espacio en el que los participantes del taller puedan adentrarse en el aprendizaje del jazz, agregó Quintero, al calificarlo como una expresión artística o idioma musical, “el jazz al igual que el calipso constituyen formas musicales que se desarrollaron en ambientes con características similares y con una raíz común: África. El progreso de la músicaen Limón sin duda se ve enriquecido con un evento de esta índole”, afirmó.
Una de las características más importantes de este evento y que es catalogado como el objetivo principal por sus organizadores, es que se realizó en una zona de vulnerabilidad social, “logramos que exista una vía de acceso hacia los conocimientos básicos y avanzados relacionados al jazz y la improvisación musical, aplicados en todos los instrumentos que se imparten en la Sede del Caribe como la trompeta, saxofón, piano, guitarra y clarinete, entre otros, a una población en riesgo social”, comentó Quintero.
Dentro de las metas que se cumplieron resaltan también la realización de clases magistrales en las que participaron todos los estudiantes y músicos inscritos; la conformación de bandas de jazz y su presentación en un concierto abierto al público en el que se aplicaron todos los conceptos musicales que se compartieron; se actualizaron los conocimientos pedagógicos e interpretativos en el área de la improvisación, como una herramienta útil para el desarrollo creativo y de cambio social entre los jóvenes; se contribuyó con la escena musical y cultural de la zona; y se ofrecieron ambientes didácticos que permitieron a la juventud aprovechar su tiempo en actividades sanas.
“Un total de 25 personas, provenientes en su mayoría del cantón Central de Limón, se matricularon en el campamento, de los cuales 23 aprovecharon la oportunidad y culminaron con la presentación pública del repertorio que se trabajó durante los tres días. Eventos como esteson determinantes para elprogresocultural de cualquier región o comunidad, debido a que permiten promoverel trabajo en equipo, la solidaridad,laresponsabilidadyel sentido de pertenencia, siendo la música la herramienta perfecta para el cambio”, detalló Quintero.
El profesor Donald Quintero resaltó la gran labor de Josh Quinlan, Pablo Campos, Osvaldo Vargas y Fernando Fernández, quienes fueron los los maestros invitados al campamento, “se trata de profesionales quienes trabajaron con mucha mística y motivación para compartir musicalmente con los jóvenes de Limón”, acotó finalmente.
La Casa de la Cultura de Limón acogió la presentación final del Campamento de Verano Jazz Caribe 2020. Foto cortesía Donald Quintero.
Iniciativa de la Sede del Caribe comparte conocimientos sobre arqueología marina en Cahuita
La Sede del Caribe y el Centro Comunitario de Buceo trabajan en conjunto para rescatar la historia de las comunidades costeras del Caribe, por medio del estudio de los objetos que se encuentran bajo las aguas (foto cortesía Julio Vargas).
Existe una enorme herencia cultural en las costas del mar costarricense que pertenece a las poblaciones cercanas y es un deber rescatar ese conocimiento, estudiarlo,divulgarloy conservarlo para que las generaciones actuales y futuras puedan conocer su pasado y escribir un mejor futuro.
El proyecto El mar y sus beneficios, inscrito en el Departamento de Acción Social de la Sede del Caribe de la UCR, formó parte de la organización de un curso introductorio con certificación internacional sobre arqueología marina, al que se inscribieron 25 personas en Cahuitay que precisamente tiene como objetivo descubrir nuevos rastros de la historia del Caribe costarricense.
Esta actividad contó con la participación del arqueólogoAndreas Blochcomo instructor principal,quien impartió el nivel introductorio sobre arqueología marítima de la Sociedad de Arqueología Náutica (NAS, por sus siglas en inglés) durante los días 30 de noviembre y 1 de diciembre en el Salón Comunal de Cahuita.
Durante dos días se desarrollaron diferentes dinámicas dentro del curso sobre arqueología marina, que incluyeron el análisis de objetos sumergidos (foto cortesía Julio Vargas).
En esta actividad se abordaron temas como la historia de laarqueologíasubacuática, conceptos básicosde esta disciplina, ética y técnicas de inventario, entre otras variables más.
El proyecto El mar y sus beneficios es coordinado por la M.Sc. Marianita Harvey Chavarría, investigadora, profesora y coordinadora de Acción Social de la Sede del Caribe, y cuenta con la colaboración de la Dra. María Suárez Toro, especialista en buceo arqueológico e historia afrocaribeña y quien forma parte del Centro Comunitario de Buceo (CCB), en Cahuita, una de las organizaciones que apoyan esta propuesta.
Según comentó Suárez, es la cuarta vez que se ofrece estecurso en el paísy ya cuentan con28personasgraduadas, y agregó que la arqueología es el estudio de las sociedades antiguas pormedio desus rasgos materiales, comopor ejemplo:instrumentos de trabajoopara producir alimentos,elementos de convivencia o dedicados a la espiritualidad, etc., en este caso en Limón, se trata de analizar la evolución del desarrollo de las comunidades del Caribe mediante el estudio de objetos materiales.
El acercamiento de los habitantes de las comunidades costeras del Caribe con su historia les abre una nueva perspectiva sobre los orígenes de la región (foto cortesía Julio Vargas).
“En este curso participaron 25 personas y al final se graduaron 19, quienes completaron los dos días en los que se abordaron los fundamentos teóricos y la historia de la arqueología náutica,sobre técnicas para analizar naufragios,cómomedir un sitio arqueológico, reconocer qué tipo de naufragio pudo haber sido y aprender a mapear un sitio arqueológico. Queremos que la población capacitada aprenda y pueda empelarse como asistentes de arqueólogos profesionales cuando vengan a hacer estudios más profundos”, describió Suárez.
El arqueólogo costarricense, Lic. Arturo Hernández, impartió una charla dentro del curso sobre la historia de la arqueología subacuática y sus aportes para lograr conocer la historia precolombina de Costa Rica, además recalcó la importancia de poder conocerlas técnicascon las que secaracterizanlos objetos arqueológicos que se encuentran, sinllegar atocarlos, yelaborar unreportepara que sea presentado ante lasautoridades competentes.
“La idea es que de estos cursos surjanasistentes técnicos altamente capacitados, pero también comprometidos con la protección, el conocimientoy la divulgación delpatrimonio cultural. La arqueología estudia los objetos que ha dejado la historia antigua, por lo menos 100 años para atrás y fuemuy interesante ver lapasiónque mostraron todos los participantes del curso”, detalló Suárez.
La experta afirmó que cada vez se identifican más con las historias y los acontecimientos que no han sido expuestos al público y analizados más a fondo, pues se trata de un conocimiento que debe pasar a formar parte de la historia de los pueblos caribeños y del acervo cultural de las comunidades, “en ese sentido, el avance que hemos logrado con estos cursos y talleres ha sido tremendo y nos sentimos muy orgullosos de que gracias a laarqueologíamarina lascomunidadespueden aprenderla historia de sus raíces”, finalizó Suárez.
La Dra. María Suárez Toro (de pie, al centro) colabora con el proyecto El Mar y sus beneficios de la Sede del Caribe de la UCR desde hace tres años (foto cortesía Julio Vargas).
En el segundo semestre del 2019, el Foro Institucional se desarrolló en cada sede de la UCR. La Sede del Caribe efectuó parte de las actividades
La comunidad universitaria de la Sede del Caribe estuvo presente en el Foro Institucional UCR 2019. Foto: Anel Kenjekeeva.
La Sede del Caribe de la Universidad de Costa Rica (UCR) tiene como objetivo primordial aportar al progreso de múltiples sectores de la provincia de Limón. Todo ese quehacer fue expuesto durante el Foro Institucional 2019.
Bajo el título «Sedes de la Universidad de Costa Rica en diálogo con las comunidades: los aportes de la universidad pública», salieron a relucir los esfuerzos para mejorar la calidad de vida de los limonenses, así como las principales características que distinguen a la Sede del Caribe.
El Dr. Juan Diego Quesada Pacheco asumió la dirección de la Sede del Caribe en el año 2018. Foto: Anel Kenjekeeva.
Su director, el Dr. Juan Diego Quesada Pacheco, inauguró las exposiciones e hizo hincapié en que la existencia de las universidades estatales responde siempre a una misión que, en esencia, es de servicio y de impacto social para el país.
“‘Los alegrones de burro’ están a la orden del día en la provincia más verde del país, desde el equipo de fútbol, al proyecto Ciudad Puerto, la ruta 32, una terminal de contenedores —que es la esperanza del merecido progreso— hasta la supuesta reestructuración de Japdeva —que no es más que otro componente del proyecto neoliberal de privatización de todas las instituciones del país con miras a la destrucción del estado social de derecho—”, advirtió Quesada.
El director añadió que ante este panorama sombrío emerge la Sede del Caribe de la UCR como la institución benemérita que nunca le falla al pueblo caribeño, porque le pertenece a los limonenses. “Mantenemos un compromiso con la provincia de Limón, a la cual nos debemos porque de ella venimos. Son tiempos en que el neoliberalismo y la voracidad de las oligarquías acechan al estado social de derecho, pilar al que pertenece la educación superior pública. Por esto, la unión entre las comunidades y la UCR debe de solidificarse, ya que la labor en pro de las comunidades solo es posible desde la universidad pública, cuya esencia está asignada por el servicio y el impacto social”, apuntó.
El proyecto Obtur Caribe está bajo la coordinación de la M. B. A. Ivonne Lepe Jorquera, docente e investigadora de la Sede del Caribe. Foto: Anel Kenjekeeva.
Por un mejor Limón
Para responder a este compromiso, desde la Sede del Caribe germinan diversos proyectos de acción social, investigación y docencia que impulsan el desarrollo socioeconómico local. Tal es el caso del Observatorio de Turismo Sostenible del Caribe de Costa Rica (Obtur Caribe), un proyecto de recopilación, generación y análisis técnico e interdisciplinario de la información proveniente de diversos sectores del Caribe, con el objetivo de articular esfuerzos, identificar actividades socioeconómicas y estrechar lazos entre sus participantes, apoyar procesos de estudio para el diseño de políticas públicas para la provincia de Limón, así como actualizar datos claves sobre el sector turístico.
“Entre nuestros principales resultados, podemos citar que contamos con una base de datos de instituciones públicas y privadas vinculadas al sector turismo; ofrecemos cursos, conferencias, jornadas y foros para compartir conocimientos; realizamos infografías sobre el perfil del turista que visita el Caribe sur del país; y elaboramos mapas georeferenciados sobre playas, acueductos, cantones, corredores biológicos, cuencas hidrográficas y otras variables más; todo esto está al servicio del público”, destacó la M. B. A. Ivonne Lepe Jorquera, docente de la Sede del Caribe y coordinadora del Obtur Caribe.
El historiador, investigador, docente y coordinador de Vida Estudiantil, M. Sc. Axel Alvarado Luna, expuso sobre los beneficios que ofrece la Sede del Caribe a sus estudiantes, entre otros temas. Foto: Anel Kenjekeeva.
Por su parte, el coordinador de Vida Estudiantil, M. Sc. Axel Alvarado Luna, resaltó el papel de guías estudiantiles que desempeñan las ferias vocacionales. Por ejemplo, en este 2019, un total de 2 820 alumnos de secundaria —provenientes de 47 instituciones educativas de Limón— visitaron la Sede del Caribe, para conocer su oferta académica y adquirir información que les sirviera para tomar la decisión de cuál carrera universitaria elegir.
Asimismo, Alvarado mencionó durante su exposición que en la Sede poseen un Programa de Liderazgo Estudiantil dirigido a potenciar el desarrollo y fortalecimiento de las habilidades sociales de los jóvenesde Limón. Para poder cumplir con tales metas, han organizado 525 convivios, 232 talleres, 47 módulos de trabajo y cuentan con la cooperación de 27 facilitadores. Hasta la fecha, han logrado visitar 26 instituciones educativas y han alcanzado a 2 131 estudiantes.
“En la UCR, se forman personas pensantes. Por las políticas de manipulación que hacen algunos medios de comunicación, se dice que aquí se forman ‘chancletudos’. Eso no es real. A pesar de que existe la libertad de cátedra, nosotros no obligamos a nadie a pensar como lo hacemos nosotros. En mis clases, desarrollo y hago mucho énfasis en la crítica, en el análisis, e inclusive en no creer y dudar de lo que les digo. Con eso, formamos a personas pensantes que es lo que necesita el país”, expresó Alvarado.
La M. Sc. Cindy Briceño Mendoza es la directora del Centro Infantil Universitario Bilingüe (CIUB) de la Sede del Caribe, la única unidad infantil universitaria donde la formación es en dos lenguas. Foto: Anel Kenjekeeva.
Muchos alumnos de la Sede del Caribe provienen de otras provincias, aseguró Alvarado, y tanto ellos como sus familias se sienten tranquilos, pues los servicios estudiantiles les aseguran estabilidad y seguridad para poder concluir sus estudios. “Una vez que se gradúan, muchos de estos estudiantes se quedan en Limón, porque se insertan en el mercado laboral local y se convierten en un limonense más”, dijo Alvarado.
En cuanto a la acción social, la M. Sc. Cindy Briceño Mendoza, profesora de la Sede del Caribe, fue la encargada de exponer sobre este tema durante el Foro Institucional 2019. Ella hizo hincapié en que la relación entre esta Sede y las comunidades limonenses es fuerte y está en constante crecimiento.
“En un inicio se veía a la acción social como un vínculo dinámico entre la sociedad y universidad, y como una posibilidad de crecimiento para ambas partes o una puerta abierta para la mejora continua. Pero ahora existe un nuevo concepto: la responsabilidad social universitaria, cuyos objetivos van dirigidos a adquirir las habilidades y destrezas que permitan marcar un antes y un después en las comunidades en donde se desarrollen los proyectos, así como en las iniciativas que se gestan en la Universidad, o sea, es una relación dinámica en la que la Universidad le aporta a las comunidades y viceversa”, manifestó Briceño.
Rachel Chavarría Núñez es estudiante de tercer año de la carrera de Contaduría Pública en la Sede del Caribe y también es representante de la Audel. Foto: Anel Kenjekeeva.
Cada cantón de Limón tiene algún proyecto de acción social ideado desde la Sede del Caribe. En Pococí, hay tres; en Guácimo, cinco; en Siquirres, diez; en Matina, siete; en el Cantón Central, veinticuatro; y en Talamanca, ocho.
Al respecto, la estudiante de la carrera de Trabajo Social, Kendra Vincent, afirmó que su experiencia en el TCU «Jóvenes limonenses construyendo su propio entorno» le sumó tanto en el ámbito personal como a su formación como profesional. “Trabajamos con jóvenes de comunidades aledañas al Cantón Central de Limón y allí puse en práctica valores importantes para la formación integral como personas. La UCR se proyecta por medio de la acción social. Las comunidades siempre se percatan y sienten esta labor”, comentó.
Del mismo modo, Shalaisha Barret Parkinson, egresada en el 2013 de la carrera de Preescolar con Concentración en Inglés, recordó que en el Centro Infantil Universitario Bilingüe (CIUB) de la Sede del Caribe (donde participó con horas estudiante y horas asistente desde su segundo año de estudios) aprendió que, como docente, ella es una fuente de inspiración para los niños. Por esto, el compromiso con su profesión es enorme.
“Con nuestro trabajo, queremos que los niños lleguen a la sociedad a impactar, a hacer la diferencia, y la acción social es un puente por el cual estos niños aprenden a ser no solo estudiantes, sino seres humanos comprometidos con el bienestar de los demás, gracias a valores como la empatía, solidaridad, respeto y responsabilidad. Durante mis estudios, pude participar en la formación integral de niños que llevaban en su corazón la acción social, como una huella para impactar en la sociedad cuando es participativa e inclusiva”, subrayó Barret.
Finalmente, otra voz joven que se sumó al Foro Institucional 2019 fue la de Rachel Chavarría Núñez, quien forma parte de la Asociación Universitaria de Estudiantes Limonenses (Audel). Chavarría afirmó que, gracias al sistema de becas de la UCR, ha podido ser parte de la Sede del Caribe, lo cual le ha abierto múltiples opciones de desarrollo personal.
“Somos jóvenes con ganas de ser escuchados, somos innovadores y llenos de sueños. Vamos a retribuir a la sociedad desde los sectores económicos, sociales, políticos y culturales. Estos espacios que abre la UCR —para que los jóvenes también podamos expresar nuestras preocupaciones con respecto al futuro y para buscar resolver interrogantes sobre nosotros mismos y la sociedad en la que vivimos— son invaluables. Actualmente, el mundo vive acelerado, con constantes cambios debido a las nuevas tecnologías, a la globalización y a la forma actual del capitalismo —caracterizada por la exclusión y desigualdad social que crean un clima de incertidumbre—. Sin embargo, es en las crisis en donde surgen las oportunidades y como estudiantes tenemos la capacidad de responder ante estas situaciones, gracias a la calidad de la formación que nos da la UCR”, concluyó Chavarría.
El Foro Institucional 2019 en la Sede del Caribe se llevó a cabo el viernes 18 de octubre. A la actividad asistieron alumnos, docentes, personal administrativo, representantes comunales y de otras instituciones limonenses, así como público en general.
Sede del Caribe en cifras
Inauguración: 1975.
Dimensión: 22 hectáreas.
Población estudiantil: 1 357 (50 % mujeres).
Becas: el 90 % del estudiantado tiene algún tipo de beca (2019).
Servicios estudiantiles: residencias, promoción deportiva, odontología, psicología y orientación vocacional.
Sector laboral: es la primera fuente de profesionales para puestos de trabajo en Limón.
El quitosano se extrae de exoesqueletos de cangrejos, camarones y conchas
El quitosano proviene de la quitina que está presente en el caparazón de los camarones y otros crustáceos (foto: Archivo ODI).
Un grupo de estudiantes dela carrera deIngeniería Químicaenla Sede del Caribe de la Universidad de Costa Rica (UCR), diseñó un método para tratar aguas residuales por medio del quitosano, un biopolímero quesederiva de la quitinapresentes endiferentes crustáceos.
En este caso, los jóvenes universitarios usaron agua contaminada con tinte de cabello, para aplicarle el tratamiento con el quitosano.
Dicho proyecto participó en la pasada Expo IQ el 12 de julio anterior, la cual se realizó en el edificio de parqueos de Ciudad de la Investigación de la UCR.
“Usamos el agua diariamente para muchas cosas, pero aun cuando es tan importante no le damos el cuidado adecuado”, expuso la estudiante Keilyn Garita Mejía.
Garita, en conjunto con Irving Jiménez Fonseca y Gabriel Gómez García, extrajeron el quitosano de exoesqueletos o caparazones de camarones y cangrejos, que obtuvieron de marisquerías y restaurantes ubicados enLimón. De esta forma, buscaban reducir laproducción de desechos proveniente de la industria pesquera que contaminan el ambiente y reutilizar lo que sería considerado como un residuo.
Irving Jiménez, Gabriel Gómez y Keilyn Garita (der. a izq.) expusieron a jueces e invitados su proyecto durante la Expo IQ del Primer Semestre de este año (foto: Anel Kenjekeeva).
El quitosano es un biopolímero que deriva de la quitina que está presente en exoesqueletos de crustáceos, sales de insectos y paredes celulares de algunos hongos, explicaron los universitarios. De hecho, este material tiene diversos usos en la industria alimentaria.
“La quitina es el segundo biopolímero más abundante en la naturaleza, después de la celulosa”, dijo Gabriel Gómez.
El proceso de extracción consistió de dos tipos de tratamiento: en primer lugar, un procedimiento físico con lavado profundo, triturado, tamizado y otros filtros, para posteriormente pasar al tratamiento químico con la ayuda de varias sustancias.
Los estudiantes lograron concluir que los camarones tienen mayor cantidad de quitina y dieron un mayor rendimientoa la hora delimpiar el agua. Por otra parte, al probar las conchas se dieron cuenta que no son unafuente suficiente de quitina que pueda ser transformada en quitosano.
Este proyecto lo desarrollaron estos tres jóvenes en el Laboratorio de Ingeniería Química con que cuenta la Sede del Caribe de la UCR en Limón.
Francisco Ruiz León
Asistente de Prensa Oficina de Divulgación e Información
El Caribe latinoamericano es diverso, cambiante y basto, por esta razón la Universidad de Costa Rica (UCR) con el financiamiento de la Unión Europea (UE) dará lugar a investigaciones interdisciplinarias que permitan escribir una nueva historia caribeña.
Los pastos marinos son las únicas plantas que habitan en el océano. De ellos se alimentan animales como las tortugas, los manatíes, los erizos y los peces. También contribuyen a la protección de las zonas marino costeras y a mitigar los efectos del cambio climático
En el mar se forman pastizales subacuáticos que están adheridos a los sedimentos (foto cortesía Jimena Samper).
Sin embargo, sabemos poco de ellos y podríamos asemejarlos a los pastos terrestres, pero son diferentes. Como el resto de las plantas, los pastos marinos tienen distintos componentes o estructuras, lo cual les permite realizar el proceso de fotosíntesis, gracias a la energía que aporta la luz. Para esto, absorben el CO2procedente de la atmósfera, que está disuelto en el agua.
Las algas también realizan la fotosíntesis en el mar, pero son organismos mucho más sencillos y no tienen los mismos componentes que las plantas.
En el fondo del océano se forman pastizales subacuáticos denominados praderas, que se adhieren a los sedimentos. Algunas veces quedan expuestas cerca de la costa, cuando la marea baja, y se observan como una gran alfombra verde que cubre el suelo marino.
En Costa Rica se han identificado siete especies de plantas bajo el mar, en las costas del Pacífico y del Caribe. Su estudio se ha iniciado de manera sistemática por el Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (Cimar), de la Universidad de Costa Rica (UCR), ante el vacío de conocimiento acerca del tema.
“En Costa Rica, los pastos marinos han sido menos estudiados que otros ecosistemas, como los manglares o los arrecifes de coral. Estamos tratando de cambiar eso y de generar más conciencia acerca de su importancia”, expresó Jimena Samper Villarreal, investigadora del Cimar y especialista en el tema.
Antes de 1960, no existían publicaciones científicas en el país. Es a partir del 2010 cuando se empezaron a realizar estudios en el Golfo Dulce, en el sur del territorio, con la participación de estudiantes de la carrera de Biología de la UCR.
“Nosotros analizamos el tipo de investigaciones realizadas aquí. Casi todas son reportes de cuáles especies se encuentran y en dónde. Es menor el porcentaje que aborda aspectos ecológicos, como la fauna asociada”, comentó la experta.
Las primeras indagaciones se concentraron solo en los pastos marinos del Caribe, gracias a un proyecto que funciona en toda esa región, el cual desde 1999 monitorea estos ecosistemas. También se le da seguimiento a los manglares y a los arrecifes de coral.
En 2017, el Cimar logró iniciar un proyecto de monitoreo de los pastos en el Pacífico, especialmente en el Golfo Dulce. Ahí se encuentra la pradera de pastos marinos más extensa de la costa pacífica.
Especies más comunes
En el Caribe Sur de Costa Rica, que comprende Cahuita, Manzanillo y Gandoca, crecen las principales praderas de pastos marinos. “En todas estas zonas, detrás del arrecife, donde hay lagunas y es más tranquilo, se desarrollan praderas extensas de especies de gran tamaño y muy persistentes”, explicó Samper.
En esta costa, la especie dominante es Thalassia testudinum, que es la más común y la favorita de la tortuga. Luego, le sigue Syringodium filiforme, la cual tiene una forma tubular, como un espagueti, y es alimento del manatí. Ambas solo se encuentran en el Caribe a nivel mundial.
Con respecto a los pastos del Pacífico, hay bastantes vacíos de información sobre los sitios donde están presentes. Además de ser especies más pequeñas, son más efímeras y más dinámicas, y crecen muy rápido. Esa es su estrategia de vida, expresó la bióloga.
En la costa pacífica, las especies predominantes son Halophila baillonis, Alodule wrightii y Ruppia maritima. Se desconoce si actualmente existen praderas extensas de R. maritima, luego de que en 1996 desapareciera una (de 5000 metros cuadrados de extensión, aproximadamente) en bahía Culebra, Guanacaste, a raíz de una tormenta, tal y como lo documentó el investigador del Cimar, Jorge Cortés Núñez.
El pasto conocido como trébol (Halophila baillonis), pues sus hojas tienen la forma de tal planta, se encuentra tanto en el Caribe como en el Pacífico y está clasificado como vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Esta es una de las principales especies encontradas en el Pacífico costarricense.
Por su parte, la erosión costera del Caribe, consecuencia del cambio climático, ha afectado a los pastos marinos.
Cambio climático
De acuerdo con los científicos, los pastos marinos ayudan a aplacar los efectos del cambio climático, por medio del secuestro de carbono, función que realizan a través de la fotosíntesis. La tarea que desarrollan es captar el CO2 en sus tejidos y lo retienen durante cierto tiempo.
Diversas especies de organismos marinos, como los erizos, se alimentan de los pastos marinos (foto cortesía de Jimena Samper).
“Gran parte del tejido fotosintético y no fotosintético se entierra en el sedimento, donde hay poca descomposición de la materia. El sedimento atrapa el carbono que secuestra por la fotosíntesis y el que viene de la zona terrestre debido a la erosión, y ambos quedan almacenados en la capa de pastos marinos vivos. A esto es lo que llamamos carbono azul, que sirve para mitigar el cambio climático”, detalló la investigadora de la UCR.
En este sentido, no solo hay que proteger las plantas marinas para que sigan secuestrando el carbono –insistió–, sino para que, además, no emitan el que han retenido durante miles de años.
Cabe señalar que esta función del secuestro de carbono es realizada también por los manglares.
Vulnerabilidad
El principal problema que presentan los pastos marinos consiste en que necesitan la luz para realizar el proceso de fotosíntesis y, para ello, dependen de la claridad del agua. Igualmente, existen otros factores que intervienen, como las alteraciones de la salinidad del agua y de la fuerza del oleaje.
Los pastos marinos “son ecosistemas muy vulnerables que están siendo afectados a nivel mundial. Crecen en la zona costera, cerca de donde está el desarrollo humano. Si nosotros erosionamos la cuenca, cae mucho sedimento al mar, o si echamos muchos nutrientes (aguas negras o aguas residuales) se genera gran cantidad de fitoplancton, se hace más turbia el agua y ellos no pueden realizar la fotosíntesis”, explicó Samper.
La falta de información también ha incidido en que muchas veces los pastos marinos pasen inadvertidos; aunque, a la vez, estos son importantes para ciertas comunidades, sobre todo en lugares donde no hay arrecifes coralinos. Los pescadores, por ejemplo, los confunden con las algas, indicó.
Tampoco se tiene conciencia sobre las relaciones entre los pastos marinos y los organismos que se alimentan de ellos. Por esto, el Cimar organiza talleres en comunidades costeras para informar y sensibilizar a estas poblaciones acerca de la importancia de este recurso marino.
La bióloga concluyó que existen evidencias científicas de que a nivel mundial han disminuido, considerablemente, los pastos marinos, producto de las actividades humanas. Por tanto, insistió en que para lograr conservarlos es clave saber dónde se encuentran y cuáles especies hay. De ahí la necesidad de efectuar mayor investigación.
Algunas cifras
En el mundo existen entre 60 y 72 especies de pastos marinos. De ellas, 7 se han identifico en 31 sitios de Costa Rica, la mayoría en la costa del Pacífico.
En nuestro país, estas plantas cubren un área de 133 hectáreas: 97 en el Pacífico y 36 en el Caribe.
Patricia Blanco Picado
Periodista Oficina de Divulgación e Información, UCR
El material consta de cuatro audiovisuales de 30 minutos que visibilizan el proceso migratorio y sus aportes al país
El material fue dado a conocer el pasado mes de noviembre, ante sus protagonistas y comunidad universitaria. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.
El seriado documental «Construyendo nuestra nación: el aporte de las migraciones afrocaribeñas en Costa Rica», elaborado por la Cátedra de Estudios de África y el Caribe de la Universidad de Costa Rica (CEAC-UCR), ya está a disposición de los docentes de primaria y secundaria de todo el país.
La iniciativa, planteada como herramienta educativa para reivindicar la historia afrodescendiente en Costa Rica, consta de cuatro audiovisuales de 30 minutos, los cuales desde el pasado mes de agosto están disponibles para el Ministerio de Educación Pública (MEP).
Los audiovisuales retratan la historia de la migración afrocaribeña a través de testimonios de hijos y nietos de migrantes procedentes de las islas de las Antillas, quienes ahora residen en la zonas de Caribe Sur, Limón Centro, Turrialba y San José.
El material, que tiene como objetivo visibilizar la migración y los aportes de la población afrocaribeña, será utilizado por 64 000 docentes y docentes administrativos como resultado de una alianza entre el Ministerio de Educación Pública (MEP) y la Comisión Nacional de Estudios Afrocostarricenses (Conea).
Según el Asesor Nacional del Departamento de Educación Intercultural del MEP, Anger Smith Castro, existe una clara intención de concretar el enfoque de interculturalidad en la oferta educativa ministerial en todo el territorio nacional.
“La idea es que la temática de la afrodescendencia no dependa única y exclusivamente de un programa de estudio en particular, sino que el material pueda ser utilizado por docentes de cualquier asignatura para el trabajo con sus estudiantes en todos los niveles, ciclos y modalidades”, señaló Smith.
El Colegio de Licenciados y Profesores en Letras, Filosofía, Ciencias y Artes (Colypro) también se unió a la iniciativa, pues según la gestora académica Mayra Montiel, existen importantes vacíos en los programas de estudio sobre la “temática afro” a los que responden los documentales.
“El colegiado se ha visto plácidamente sorprendido ya que es el primer esfuerzo que se hace para reivindicar la historia y el aporte afro en el país a través de una mediación pedagógica”, señaló la educadora.
El Colypro forma parte del equipo técnico pedagógico que trabaja actualmente en la elaboración de guías didácticas que también serán puestas a la orden de los docentes como apoyo para realizar un adecuado abordaje de las temáticas señaladas por el documental.
Según la académica del CEAC-UCR, Rina Cáceres, varias naciones centroamericanas ya manifestaron su anuencia en proyectar el material y no descartan su interés en implementar iniciativas similares desde la particularidad de sus contextos.
“Siempre tuvimos certeza de la pertinencia, pero no teníamos idea de la magnitud de la necesidad y esto habla de otra Costa Rica, más allá de la Costa Rica reflejada recientemente en los sucesos xenofóbicos contra la población nicaragüense, esa otra Costa Rica que quiere saber, esa otra Costa Rica creativa, solidaria…”, señaló Cáceres.
El seriado documental ya fue proyectado en diversas comunidades del país y se planea el desarrollo de nuevos espacios, tanto dentro como fuera del territorio nacional.
El día 8 de agosto la Rectoría, la Rectoría Adjunta, la sedes Regional Chorotega y Huetar Norte y Caribe de la Universidad Nacional (UNA), realizaron el taller: “Articulación de Universidades Públicas en pro del desarrollo territorial”, este en el Centro Universitario UNED, Pavón de Los Chiles (Territorio Norte-Norte).
El taller del miércoles 08 de agosto pretendía ejecutar una acción sustantiva entre las cinco universidades estatales y los comités cantonales, para contribuir a las necesidades de formación de aquellas poblaciones en situación de riesgo y desventaja social. De ahí que se formulará la creación de una comisión que en mediano plazo defina la estrategia a seguir en procura de la calidad de vida de los pobladores del territorio Norte-Norte. La idea primordial es que cada universidad contribuya con estas comunidades de acuerdo con sus planes de acción en las zonas rurales.
En el caso de la UNA, desde la Rectoría Adjunta se contará con el acompañamiento de la Sede Regional Chorotega y el Campus Sarapiquí de la región Huetar Norte y Caribe de la UNA, mediante el impulso de las carreras itinerantes, es decir plantear una oferta académica y acompañamiento desde las Sedes Regionales y de estas hacia las comunidades que han vivido en exclusión y pobreza.
Para el éxito de las carreras itinerantes cada unidad académica, Sede, Sección o Centro deberá identificar qué otras universidades públicas brindan servicios en cada territorio y promover una alianza que permita integrar en cada contexto la acción universitaria, la interpretación conjunta del territorio y el aprovechamiento de los recursos disponibles.
Las carreras itinerantes se aperturan vía convenio con las instancias territoriales (Municipalidades, Asociaciones de Desarrollo, Instituciones del Estado); esto permite un trato diferenciado a aquellas poblaciones que están en desventaja social, por lo tanto son exonerados de realizar examen de admisión, los criterios de selección los determina cada unidad académica, (nota de presentación, cuestionario escrito, entrevista cualitativa, entre otros).
Las alianzas con actores beligerantes en los territorios debe ser una acción permanente de las autoridades académicas correspondiente para que las acciones universitarias tengan una contraparte local activa en función garantizar la permanencia de los estudiantes en la carrera y un apoyo logístico coherente con la realidad de cada territorio.
*** Mayor Información con: Alejandro Ubau (8946-5000) o con la Oficina de Comunicación de la Universidad Nacional, (2277-3464).
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Imagen con fines ilustrativos.
Enviado por M.Sc. Efraín Cavallini Acuña, Asesor Comunicación, Rectoría UNA.