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Etiqueta: Colombia

De la propuesta a la realidad de los diálogos regionales

Por Carlos Meneses Reyes

El Dialogo Regional del Alto Catatumbo se llevó a cabo en la ciudad de Ocaña el pasado martes 11 de octubre. Hicieron presencia en el Coliseo de la Seccional Ocaña de la Universidad Francisco de Paula Santander-UFPS, 2.500 asistentes con delegaciones de los municipios de El Tarra, Convención, Hacarí, San Calixto, Cachira, La Esperanza, Teorama, Ábrego, La Playa, El Carmen, Ocaña, Aguachica, Río de Oro, Sardinata. No se presentaron como entes municipales sino como núcleos de territorios locales en representación de organizaciones sociales, campesinas, indígenas, red de víctimas de El Catatumbo, de mujeres, etc.

Se inscribieron en las comisiones de deliberación 1.300 activistas instalados en los salones y aulas de la universidad. Los ejes de la temática giraron en torno a salud, educación, seguridad ciudadana humana y social, ordenamiento territorial, soberanía alimentaria, transición energética, convergencia social regional. El encuentro funcionó con participación en comisiones y elaboración de formularios con dos conclusiones concretas a reposar en Planeación Nacional y al Plan Nacional de Desarrollo. En horas de la tarde se llevó a cabo la actividad de clausura en que diferentes líderes expusieron en el uso de la palabra.

Contenido de las transformaciones

Al hablarse de dialogo vinculante caracteriza el ser inclusivos y de participación en que predomina el respeto a la diversidad. Abarca no a un municipio sino a lo predominante de una influencia regional y nacional. Resulta un ejercicio de democracia directa, en un país en que la democracia representativa de senadores y representantes esta signada por el dominio de la corrupción, el lobby corrupto y el desprecio a la cosa pública y los intereses populares. En tal sentido el contenido de las propuestas no obedece a una “lista de mercado” como si a exigentes iniciativas que expresan el sentir y salidas concretas a necesidades padecidas en el aspecto de los servicios públicos esenciales, el ejercicio de los derechos fundamentales, el respeto a la vida, a la movilización popular y la materialización de las luchas políticas, económico sociales que requiere el pueblo colombiano. Por ello la dinámica no concurre a estereotipos de proyectos estratégicos legales en donde lo detentadores del poder legislativo narco-paramilitar imperantes hacen de las suyas y juegan con las aspiraciones de todo un pueblo. No. Las Asambleas Populares en desarrollo de los Diálogos Regionales se traducen en mandatos populares cuya concreción, materialización y aplicación van de la mano con el torrente movilizador del movimiento de masas y popular. La cualificación política del movimiento popular colombiano así lo exige y garantiza.

En el caso particular de la asistencia y participación de las delegaciones al Dialogo de El Catatumbo presentes en Ocaña primo el ordenado y consciente enfoque en pro de lo regional y el apersonamiento de los lideres en torno a lo propuesto. Esta singular actitud la destaco como de incidencia pues no emulaban a título de cargo oficial o función gubernamental alguna como aliados de “su presidente” sino como imperativos exigentes de un “ojalá el presidente cumpla”.

Hacia lo realizado concreto

En mi caso particular asistí a la comisión de Seguridad Humana y Justicia Social que funcionó en tres aulas diferentes con lleno total. Abarcó los temas de seguridad ciudadana y social, en salud, informática, educación, empleo, tragedias naturales, vulnerabilidad, entre otros aspectos.

Destaco lo predominante. Fue unánime la exigencia del cambio de la doctrina militar del enemigo interno en las fuerzas armadas (ejército y policía) y su profesionalización. La exclusión de la Policía Nacional como fuerza militar y su asignación al ministerio del interior. También sobre la suerte del ESMAD. Asimilan seguridad con los índices de criminalidad y los efectos por la no productividad. 2La protección a la vida de lideres sociales, políticos, populares y comunales y de exguerrilleros desarmados. La implementación de mecanismos jurídicos eficaces el respeto a los derechos humanos en toda su extensión. La investigación penal a responsables políticos de las masacres y asesinatos selectivos durante todo el régimen de terror del gobierno pasado. Las calamidades expuestas en torno a la prestación de servicios de salud y la injerencia de la politiquería resultó predominante. Promulgar por la inclusión de jóvenes como agentes de salud y la vinculación a y con mujeres. Prelación a la niñez. Clamor contra la privatización de la salud y su comercialización. La atención primordial en y a los Hospitales y en particular al Hospital Regional Emiro Quintero Cañizares y elevarlo de categoría hospitalaria en servicios. Que todo gire en el eje del equipo humano, medios y telemedicina. Ante la calamidad invernal se alzó la voz por la no existencia de organismos de socorro en el Norte de Santander. El aspecto de la educación continua siendo de primordial importancia. Que se solucione lo de plazas de maestros. Que se aplique una política integral de transporte estudiantil en lo rural. Se supere lo de una educación antigua y medieval por una educación acorde al siglo XXI. Que la universidad pública local deje de convertirse en fortines politiqueros y propugnan por la creación de La Universidad de El Catatumbo con sedes compartidas en lo administrativo y académico con los municipios de Convención y el Tarra. Se propuso la creación de una Banda Sinfónica en Ocaña, con un cuerpo de 40 músicos y un funcionamiento anual de $133 millones conforme a estudios de proyección existentes afirmado por el ponente respectivo. También resultó prolija la participación en lo referente al empleo en el sector agrario. Que se requiere de tierras para empleo y profesionalización. La utilización de plantas de tratamiento para múltiples cultivos que exploten derivados de los productos agrícolas, generadores de empleo sin exclusión del primer empleo erradicando requisitos de experiencia en lo laboral. Que aprendizaje y trabajo agrario deben ir de la mano.

En lo referente a la ciudad de Ocaña- conocida cono la Capital de El Catatumbo-la asistencia popular fue muy concurrida. Se frustró el manejo veintejuliero que el gobernador de turno de las castas corruptas dominantes pretendió imponer en un discurso oportunista y de cariz de redentor a impulsar las grandes obras que requiere la población urbana y rural del departamento de Norte de Santander. Recibió el rechazo de los asistentes a la Asamblea Popular e igual reprimenda correspondió al alcalde de la ciudad de Ocaña a quien con silbidos, consignas y calificativos de falsario y mentiroso fue sucesivamente interrumpido en su intervención. Sabido es que en contrario a la voluntad popular el alcalde de Ocaña pretende licitar una empresa de acueducto acorde a sus intereses personales y corruptos. Su contradictor principal lo es el Comité Cívico por la Defensa del Agua, que propugna por la creación de un mega acueducto regional que proteja las nacientes de agua y salve el Páramo de Jurisdicciones. Se reavive el lecho del río Algodonal como naciente del río Catatumbo que desemboca en el lago de Maracaibo. Se centran en la prestación de servicios públicos esenciales contrarios a la privatización en diálogos y beneficios hacia zonas apartadas e insisten en el llamado a la población catatumbera en participación y trabajos los próximos diez años… Y concluyen diciendo: “Eso implica un cambio de perspectiva. Ya no hablamos de desarrollo económico u obras de infraestructura, ahora giran en torno al ordenamiento territorial para la vida, alrededor de la economía verde con un eje concreto en torno a la seguridad humana y la naturaleza”.

También se revivió lo de la carretera Ocaña- Los Ángeles, vía indispensable para la salida de Ocaña a Bucaramanga y Bogotá, o centro del país, cuyo trazado más tendido y menos pendiente se conoce como Agua de La Virgen- Los Ángeles -Morrinson y que implica para los viajeros de y hacia Ocaña un ahorro de 48 kilómetros desde el cruce de Agua Clara en Aguachica a Morrinson en San Alberto. La carretera existe con trechos pavimentados, sin mantenimiento ni ampliaciones, que irían desde el kilómetro 19 al kilómetro 46.

De igual manera se destacaron mega propuestas de obras para la cuidad de Ocaña, impulsadas por el Ingeniero ocañero Wilson Contreras Márquez e integrantes de un equipo de profesionales residentes en Bogotá DC, que se podrían resumir, dentro del aspecto de reordenamiento territorial, en la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales. La producción de energías alternas acordes con lo ecológico. La contribución a la soberanía alimentaria con la extracción de fertilizantes del caudal del Río Chiquito.

Personalidades en el municipio se preguntan: ¿qué ha hecho el alcalde con los $10 mil millones ya aprobados desde hace 2 años por el Gobierno Nacional para los 6 cruces de aguas lluvias y negras?

El ingeniero ocañero Wilson Contreras Márquez participó en le Dirección Técnica y Ejecución de 2 Refinerías en Abu Dhabi con WorleyParsons & Tecnimont Italy. Una en DAS ISLAND para refinar 450 Mil Barriles Día por USA$7.5 Billones. La otra en AlDAbylla, Abu Dhabi para 150 Mil Barriles por USA $3.5 Billones. Denuncia que la Refinería de Cartagena cuyo Costo se acerca a los $18 Billones de USA, para 250 Mil Barriles día, es el Ejemplo más grande de la Corrupción de la Junta Directiva/Dirección de Ecopetrol. El Ingeniero Wilson Contreras Márquez, es un cerebro al servicio de proyectos energéticos alternativos y serio aspirante a la Junta Directiva de Ecopetrol en representación de El Catatumbo y la Provincia de Ocaña en el actual gobierno.

Conclusión

Solo participando en la calle es posible el cambio. Solo el pueblo puede producirlo en realidad”. Presidente Gustavo Petro.

A diferencia de otras iniciativas gubernamentales a este dialogo regional lo inspira el contar con un gobierno alternativo y popular. Se desarrolla en un escenario político dominado por el narco paramilitarismo en el poder. Brillaron por su ausencia- como era de esperarse- los representantes a la cámara y senadores del Norte de Santander, ninguno de los cuales corresponden al Pacto Histórico gubernamental. Constituyen el declarado “nuevo enemigo interno” que el compañero presidente Petro denuncia en la aplicación de la malhadada jungla legalista y leguleya de leyes, decretos y disposiciones normativas que entraban, cual palos atravesados en la noria de programas populares, las medidas de búsqueda de soluciones definitivas. Por ello esta al orden del día la movilización popular y de masas en consecución de las transformaciones fondo que requiere Colombia.

Venezuela-Colombia, empresa Monómeros: destrucción y escombros

Lic. José A. Amesty Rivera
Octubre 2022

La historia de Monómeros de Venezuela es muy truculenta y digna de una mala novela cursi de los años setenta u ochenta.

Recordemos algo, en 1967, durante las gestiones de Carlos Restrepo de Colombia y Raúl Leoni de Venezuela, crearon la empresa Monómeros de Colombia, los ingresos eran 50% por cada lado, y sus socios principales fueron, por Venezuela, el Instituto Venezolano de Petroquímica, y por Colombia, el Instituto de Fomento Industrial y Ecopetrol.

Fue creada en aquella ocasión, en el auge del llamado modelo de sustitución de importaciones, e igualmente considerada en aquel momento, «la más exitosa experiencia empresarial entre Colombia y Venezuela». O él, «proyecto binacional más grande de la región en los últimos 50 años». Su objetivo era producir y comercializar: fibras y resinas de nylon, fertilizantes y alimentos para animales, considerados como productos estratégicos para países que buscaban la producción nacional agropecuaria.

Dando un salto cronológico, para el año 2006, el presidente en ejercicio, Álvaro Uribe, de Colombia, decide vender Monómeros, y es cuando el presidente venezolano Hugo Chávez compra la totalidad de las acciones, y a partir de ese momento, Monómeros es una empresa venezolana con sede en Colombia.

Monómeros, para ese momento, aportaba alrededor del 50 por ciento de la demanda de fertilizantes y más del 70% de agroquímicos, para quienes cultivaban papa, café, palma, entre otros, en Colombia.

Luego, en el año 2017, durante el gobierno de Donald Trump, Venezuela fue ingresada a la lista oscura de la Oficina para el Control de Bienes Extranjeros del Departamento del Tesoro, conocida como la «Lista Clinton», lo que afectó el buen funcionamiento de la empresa nacional.

Finalmente, como parte de esta larga, intrincada e inverosímil historia, en 2009, una Asamblea Nacional venezolana, juramenta al diputado Juan Guaidó como presidente interino, con la idea de asfixiar al presidente Nicolás Maduro y a la vez, para endurecer las sanciones contra Petróleos de Venezuela PDVSA y contra todos los activos venezolanos en el exterior, incluida por supuesto, Monómeros de Venezuela.

Al ser supuestamente Guiado «presidente de Venezuela», inmediatamente juntamente con los partidos de oposición venezolanos, EEUU, la Unión Europea, el gobierno colombiano, entre otros, tomaron a Monómeros, y por supuesto, de inmediato, el Departamento del Tesoro gringo, levantó las sanciones y restricciones a la empresa.

Esta alianza de maldad y rapaz, metieron personal directivo sin experiencia (en la producción de fertilizantes), la convirtieron en una caja chica a su discreción, destrozando sus finanzas y corrompiéndola, para finalmente quebrarla.

En este año 2022, según el medio Misión Verdad en su artículo «Viaje al fondo de los crímenes en Monómeros», señala, «este miércoles 21 de septiembre se llevó a cabo la primera reunión de la nueva Junta Directiva de Monómeros, luego de la llegada al poder de Gustavo Petro en Colombia, que puso punto y final al robo de esa empresa hecho por la banda de Leopoldo López y en compañía de Juan Guaidó. El ministro Tareck El Aissami informó que hay 23 órdenes de captura sobre quienes estuvieron involucrados en la destrucción de la empresa venezolana. El alto funcionario dijo que «la empresa es hoy un cementerio de ruinas, devastada totalmente y con una capacidad de producción al cero por ciento».

Por otro lado, en días recientes, el presidente colombiano Gustavo Petro comentó que Monómeros «es una empresa afectada, casi que quebrada, que hay que ver técnicamente cómo se puede reiniciar», e indicaba que «hoy importamos (Colombia) fertilizantes con el precio triplicado». Esto podría leerse como que Colombia podría comprar la empresa, o que Venezuela le venda fertilizantes a bajo costo a Colombia.

Toda vez que, la desaparición o no control de Venezuela, significo una pérdida importante para el patrimonio del país, y, por otro lado, una desventaja económica para la industria de los fertilizantes de Colombia, quien se abastecía de un tercio de sus necesidades agroquímicas de Monómeros.

Lo cierto es que, mientras Monómeros estuvo en las manos de Venezuela, fue considerada como una de las empresas que proveyó a Colombia en el sector agroproductivo.

Pero reiteramos, hubo un desmantelamiento y un complot político, de la empresa. En enero de 2019, le fue negada la entrada a Colombia del presidente Ronald Ramírez, quien fuera designado por el presidente Nicolás Maduro Moros.

De igual modo, la Superintendencia Colombiana de Asociaciones denuncio, un déficit en el flujo de caja, así como pérdidas por 30 millones de dólares. También el retraso de más de 45 días, en el pago a proveedores de materias primas y servicios.

«Otra actividad denunciada fue el abuso de poder y asesorías innecesarias, así como el aumento de salario a algunos empleados sin justificación. Se suma la venta de maquinaria en buen estado como chatarra y el gasto de los ahorros de la compañía», según la mencionada Superintendencia.

Luego, en setiembre de ese año, Venezuela denunció el desmantelamiento por parte de Juan Guaido e Iván Duque, quienes habrían nombrado aquella directiva ilegal.

Finalmente, queremos reseñar, como noticia de última hora, la lista de partidos y personas venezolanas, que participaron en la destrucción de Monómeros.

Voluntad Popular: Leopoldo López, Carmen Cecilia Hernández, Antonieta Mendoza de López, Enrique Sánchez Falcón.

Acción Democrática: Henry Ramos Allup, Luis Aquiles Moreno, Guillermo Rodríguez Laprea, Carlos Prosperi, Diana Bracho, Gustavo Sol, Jorge Yánez.

Un Nuevo Tiempo: Manuel Rosales, Guillermo Palacios.

Primero Justicia: Julio Borges, Tomás Guanipa, Jorge Millán, Javier Linarez, Henry Quintero, Luis Hurtado, Elimar Díaz, Sandra Flores, José Ricardo Salazar.

Deseamos, para beneficio de las dos hermanas repúblicas bolivarianas, que la empresa Monómeros resurja cuál ave Fénix.

Intervención del Presidente Gustavo Petro ante la 77 Asamblea General de la ONU

El pasado martes 20 de septiembre, el Presidente de la República de Colombia, Sr. Gustavo Petro, participó de la 77° Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que se celebró en la ciudad de New York.

Durante su intervención, el señor Petro comentó que Colombia es un país de una gran belleza y riqueza natural, pero su belleza se encuentra ensangrentada y con una violencia imperante a causa de la causa por la destrucción de la selva amazónica y la planta de la coca, posteriormente, criticó dicha causa, alegando que se está envenenando la tierra y el agua con venenos que son perjudiciales para el desarrollo de la vida, únicamente para eliminar la mata de la cosa, lo que consecuentemente asesina millones de latinoamericanos, e incluso esta lucha contra el narcotráfico, deja como saldo miles de personas asesinadas y afrodescendientes apresados en Estados Unidos.

El señor Petro acotó que, mientras la selva se ve perjudicada, las autoridades mundiales hacen la guerra y se interesan por aumentar sus arcas financieras, además, aseguró que a estos no los interesa salvaguardar la biodiversidad ni la educación, sino extirpar la selva y extraer el carbón y el petróleo de sus entrañas.

Por otra parte, instó a acabar la guerra contra las drogas, pues considera que ha fracasado y, en su lugar, se construya una nueva sociedad, más justa y equitativa, que sea capaz de atender el desastre climatológico producido por el capital y la mentalidad mercantilista del mundo.

Finalizó comentando la importancia de salvaguardar la selva amazónica y dejar de financiar los proyectos armamentísticos en pro de la vida en el planeta y la sociedad humana.

 

Compartido con SURCOS por Luis Bernardo Villalobos.

Continúa la barbarie

Por Carlos Meneses Reyes

La constante de un conflicto armado interno prolongado en el tiempo disipa los sueños de triunfo al lograr un gobierno de inspiración popular. Han continuado las masacres y asesinatos selectivos a líderes sociales. Prueba que el nexo de causalidad entre el hecho punitivo y los intereses locales permanece en funcionamiento sin oficiosidad investigadora, ni medidas de prevención eficaces. Continúa la impunidad reinante y la ineficacia del accionar estatal.

Un nuevo aspecto de conflicto social ha surgido: la contradicción existente entre el sector afro campesino y los pueblos indígenas en torno a la tenencia de la tierra en áreas del Cauca y del Valle de reconocido emporio industrial. Tema de acervo histórico en el que los colonos afrodescendientes acapararon tierras de reserva indígenas milenarias y cuáles terratenientes de hecho dispusieron de ellas bajo arrendamientos con los blancos empresarios de explotación en los grandes ingenios azucareros. Muchos son afros poderosos económicamente y actuantes en el ámbito de la competencia capitalista individual, carentes de visión, proyección de tenencia y vivencia colectivas. Los pueblos indígenas reivindican la propiedad ancestral y la defensa de la Pacha Mama, no para detentar extensiones de tierras, como argumenta la derecha en su contra, como si para cumplir el ciclo de su vínculo cultural y de defensa de lo ecológico ambiental. Este pasaje de lucha de clases no es inédito ha permanecido latente y oculto a favor de los empresarios blancos quienes han usufructuado esa situación económico racial. Al aflorar el conflicto indicado se impone la solución en favor a los pueblos indígenas y la búsqueda de soluciones en aspectos de distribución y afianzamiento de la función social de la tierra en el marco de la soberanía productiva y alimentaria. Este pasaje es totalmente diferente al de detentación de tierras incultas o la de destinación de tierras para la depredadora ganadería extensiva.

Similar enfoque corresponde asumir al afrontar el conflicto campesino e indígenas Motilon-Bari en El Catatumbo. Durante el siglo XX paralelo a la expoliación de las compañías petroleras la población originaria fue desplazada de múltiples entornos. Los colonos de los asentamientos campesinos, prima facie (“A primera vista”) de los municipios de la Provincia de Ocaña, desplazaron de sus tierras a los indígenas motilones. Esta contradicción se agudizó con la intervención de las insurgencias, como el ELN que protegía la tenencia de los colonos y el EPL que revindicaba el derecho ancestral de los originarios. Las pugnas y enfrentamientos entre ambas guerrillas se suscitaron por esa causa de motivo histórico. No por el consabido negocio de las drogas y sus rutas como la dictadura mediática lo difunde arrodillados a los mandatos del Pentágono, alimentando la falsaria e ineficaz guerra contra las drogas. Posteriormente la contrainsurgencia militar infiltró las filas del EPL y los utilizaron, como hacen con el paramilitarismo, para enfrentar al ELN. Esta organización político-militar insurgente en clara supremacía controló el territorio y solo hasta la ejecución por orden del mismo EPL del mando conocido como “el grillo”, cesaron los enfrentamientos entre ambas fuerzas guerrilleras tradicionalmente asentadas en el Catatumbo

Valga los pasajes mencionados para recordar que lo aquí enunciado es tema sine qua non del contenido de una reforma agraria integral pactada en los Acuerdos de La Habana. Utilizo la locución latina por la obligatoriedad para el funcionamiento coordinado y acorde en la búsqueda de la Paz Total, al asumir las soluciones el conflicto social en Colombia. Las contradicciones en el seno del pueblo se resuelven en el escenario del conflicto social y no como ingrediente del conflicto armado interno.

EL SUCESO EN EL HUILA

Ante el ataque de las FARC en el Huila que dejó como resultado 7 hombres de la policía nacional muertos y uno herido que logro mimetizarse durante la emboscada, el presidente G. Petro anuncio que fue obra de un ataque de las disidencias de las FARC mencionando a la columna respectiva. Positivo por cuanto descarta se trate de un cruce de “fuego amigo” u operación ejercito – narco paramilitarismo conforme a la naturaleza que aún persiste de la concepción del enemigo interno y acciones de contra insurgencia, de las fuerzas armadas. Pero a la vez, resulta inquietante puesto que si bien es cierto no se puede condicionar a las insurgencias, ni imponerle coerción conforme a la usanza de modelos de gobiernos anteriores; en el ambiente político flota el procedimiento torticero y cobarde de la derecha militarista con odio acrecentado por la pérdida de gobierno, correspondiendo investigar más a fondo y/o esperar un pronunciamiento del sector insurgente actuante.

Como jefe de Estado el presidente G. Petro conoce como el que más sobre el manejo de las conversaciones con las insurgencias. Cómo se requiere de tino en la dirección y modo de procedimiento alternativo sobre el presupuesto de una consideración del Estado-parte en reconocer que se encuentra frente a una contraparte insurgente, rebelde y por ende con estatus de beligerante. Treinta años dedicados al análisis del conflicto armado interno, asimilando las diferentes negociaciones y conversaciones, nos permite un grado de convicción y juicio que la sinceridad gubernamental y el presupuesto de buena fe planteado esta erigido sobre bases realistas y objetivas, aunadas sobre la actitud de pensamiento, comportamiento y la buena fe, de la contraparte insurgente. De haber sido lo del Huila un ataque insurgente, no media el factor de proporcionalidad, dado el entorno político que el gobierno alternativo viene manejando.

Lo anterior es demasiado inquietante para el pueblo colombiano, que primordialmente comulga y confía en la oportunidad histórica de ser este el momento de llevar a éxito el fin total de ese conflicto como salida de solución política y no militar. Se impone el contenido político de las acciones militares. Pero esto es en consecuencia bilateral y por ende se requiere de una conducta similar de la contraparte insurgente al respecto, en esta etapa preliminar de llamar a conversaciones con las expectativas de las reglas de juego por definirse.

Los medios de intoxicación masiva en Colombia dieron en llamar disidencias a los sectores armados de las antiguas FARC-EP que no se acogieron jamás a una conversación con el Estado colombiano o a aquellos que se retiraron de la corriente de conversaciones una vez comenzadas o en ultimas, quienes pese a haber firmado y acogido a los Acuerdos del fin del conflicto armado de las FARC-EP con el Estado, retomaron las armas por circunstancias y argumentos conocidos. Las denominaron “disidencias” que ha sido el estereotipo de la mediática dictatorial, cual calificación impuesta en el ámbito de la opinión pública sin entrar a considerar cuál es el contenido y a qué se refiere una disidencia como tal.

El presidente G. Petro ha dado una enseñanza de sensibilidad humana, así como de sinceridad de gobernante, al disponer que a las zonas de conflicto armado no sean enviados jóvenes auxiliares preservando esa condición de primera juventud (18 a 21 años) en que se encuentran los auxiliares de policía asimilado a los reclutas que prestan el servicio militar obligatorio. Una decisión política que redunda en la imperiosa necesidad de la reforma estructural, de fondo y cambio de naturaleza, a una no militar, ni contrainsurgente de la Policía Nacional de Colombia.

Corresponde continuar con la profundización de las reformas institucionales y contar con la aplicación del verdadero espíritu del constituyente primario de 1.991 en ejercicio de soberanía popular.

Corresponde distinguir

Por Carlos Meneses Reyes

La propuesta presidencial de un cese al fuego multilateral corresponde asumirlo dentro del contexto de la realidad del conflicto armado y social en Colombia. Se debe partir del presupuesto de que existen fuerzas insurgentes rebeldes motivados por aspiraciones políticas que los llevan a pretender destruir las estructuras e infraestructuras del modelo capitalista y por ende se enfrentan al orden constitucional y legal imperante. Pretender descalificarlos aduciendo que son narcotraficantes, terroristas, etcétera, hace parte del capítulo de desinformación orquestado por la dictadura mediática. Es preciso dimensionar el conflicto social al que corresponde calificar como insuperable en cualquier sociedad pero en el que es factible la superación de las expresiones de crueldad contra la población, conforme a los niveles de barbarie inhumana a que se ha llegado en el país nacional.

Objetivamente partamos de que estamos ante una insurgencia que aduce principios para explicar que no está incursa directamente en el narcotráfico. No son estructuras narcotraficantes. No poseen infraestructuras, laboratorios, ni realizan tareas dedicadas al narcotráfico. No comercian con insumos dedicados a esa actividad. No poseen rutas exclusivas para ese negocio. Coinciden (el EPL, las FARC-ep y ELN) en calificar al narcotráfico como fenómeno del capitalismo, ratificando que incide en el escenario político, social y militar en el que actúan y que, en principio, no pueden calificarlos como tales. Como fuerzas irregulares, buscan fuentes de financiación para sostener sus unidades armadas, pero no para el enriquecimiento personal. En busca de ese funcionamiento violan toda la normativa penal de la institucionalidad colombiana, a la cual atacan y desconocen. Al contar con un programa e ideario políticos acuden a las acciones de hecho. Como factores objetivos para su existencia argumentan -entre otras razones- la inexistencia de una democracia directa participativa, signando a la existente (representativa) como una falsa democracia, que bajo una “enredadera jurídica” imposibilita el ejercicio democrático de las comunidades y la sociedad civil organizada.

Ya por la experiencia reciente el pueblo colombiano ha asimilado qué es una fuerza insurgente y rebelde alzada en armas y por qué existen como tales. No obstante, la intoxicación mediática, distorsionadora de la realidad, no cesa en su campaña de confundir a la opinión pública, retomando bajo calificativo inocuos que se trata simplemente de delincuentes, bandoleros, etc. Ello anida por ser fuerzas irregulares carentes de medios de información masiva y por lo cual acuden a instrumentos publicitarios limitados a su alcance para transmitir sus mensajes revolucionarios.

Las insurgencias en Colombia no son progresistas, ni reformistas, son revolucionarias con un objetivo socialista. Han demostrado que contienen un elemento de praxis funcional como organizaciones armadas -seguramente conscientes del momento histórico en el cual no lograrán el poder por ese medio- enrutando la búsqueda de salidas o soluciones políticas, como objetivo al cual tampoco han renunciado. Esto posibilita colocar en el orden del día la finalización del conflicto armado interno en Colombia. Conlleva un singular y particular proceso que la fatal experiencia de otros intentos han hecho difusa la tan anhelada paz, que en forma demagógica ha sido utilizada por los intereses en el poder, desnaturalizando las aspiraciones del pueblo colombiano.

Al parecer, las fuerzas insurgentes en Colombia expresan una disposición de sentarse a conversar con el gobierno alternativo del presidente Petro para lograr transformaciones, modificaciones y reformas de fondo al y dentro del establecimiento (tanto el gubernamental como el del poder oligárquico y pro imperio) al cual no están matriculados y que ellos, de por sí, desconocen.

Por el lado de la contraparte gubernamental no existen duda al respecto con la novedosa propuesta de la Paz Total. El reto está en la consecuencia de los llamados grupos de presión que detentan el poder económico (industriales, empresarios, banca, economía subterránea del narcotráfico). Indiscutiblemente, el fin del conflicto armado interno requiere de ingentes recursos y la reacción contra ello comienza a manifestarse en torno a la propuesta de reforma tributaria. En esto, la opinión nacional no está dispuesta a admitir equívocos.

Setenta años de agudo conflicto armado han transitado por las exigencias, cual camisas de fuerza inamovibles y líneas rojas inmodificables, impuestas a las insurgencias desde antes de sentarse a conversar. Se hizo costumbre aplicar una metodología que desconoce el espíritu y actitud universal de escuchar a los contrarios y buscar fórmulas altruistas y conciliadoras que llevan, en el caso colombiano, al fracaso del fin del conflicto armado interno con las organizaciones rebeldes e insurgentes alzadas en armas.

Cual lastre, en esta nueva etapa de conversaciones pesa el incumplimiento del Estado colombiano como parte plenipotenciaria en la falta de implementación de lo acordado y en el incumplimiento de actos de convenio regidos por el derecho internacional.

Esto lo escribo con el ánimo de ilustrar para que situaciones pasadas no se repitan durante el nuevo proceso que está por comenzar.

DE LA DEFENSORÍA DEL PUEBLO

En un vídeo difundido, un frente insurgente de las FARC-ep denuncia anomalías sobre la efectividad práctica del Sistema de Alertas Tempranas (SAT) de la Defensoría del Pueblo, denunciando que se han convertido “en una táctica más de guerra”. Estas alertas se adelantan como un ejercicio técnico e independiente que valora los riesgos a los que están expuestas las comunidades y, de manera particular, sus líderes sociales y personas defensoras de los derechos humanos. Exponen que, por omisión, la Defensoría del Pueblo emite alertas tempranas relativas a movimientos de fuerzas insurgentes, pero calla ante la actividad de las fuerzas narco-paramilitares bajo influencia contrainsurgente de las fuerzas armadas estatales. Qué no decir de la carencia de eficacia ante la impunidad por los crímenes contra líderes, lideresas sociales y exguerrilleros desarmados de las FARC.

El hecho político de ser el actual defensor del pueblo, Carlos Camargo, un funcionario del anterior gobierno narco-paramilitar acusado de múltiples crímenes de lesa humanidad y acciones terroristas de Estado lo descalifica, pues más parece un defensor del puesto que un ecuánime funcionario que, por dignidad, ha debido renunciar en el momento de la posesión del nuevo gobierno. Ya el nuevo gobierno ha dictado medidas de emergencia para la protección de los líderes en las comunidades y para prevención de masacres.

Se debe aplicar un trípode de inteligencia que comprenda al Ministro de la Defensa, al Alto Comisionado para la Paz y al Director de Inteligencia Nacional para auscultar este fenómeno de crímenes de Estado; en labor conjunta a la cual debe estar integrado el Defensor del Pueblo. La cualificación política del movimiento popular y sus organizaciones de masas contribuirán, muy segura y certeramente, en aportes de inteligencia popular para poner fin a tal flagelo, que por ningún motivo se puede asomar como heredado, sino que, por el contrario, corresponde extirparlo de inmediato.

Para no incurrir en los yerros del pasado, tal aspecto debe tomarse como una denuncia seria y no terciar en anticiparse, aduciendo que colocan a los servidores de la Defensoría del Pueblo como un objetivo militar. Eso significa terciar en la discusión anticipada antes de definirse un entorno de diálogo y conversaciones que solo ha de darse con las mesas instaladas y no en expresiones motivadas de manera extemporánea.

ASÍ, OTRAS SITUACIONES…

De otro lado, el ELN, por ejemplo, en vocería oficial sostiene que no admite la acusación de que reclutan en sus filas a menores de edad, reafirmando que a su organización llegan y se vinculan jóvenes por decisión voluntaria. Admiten que la edad de incorporación no es la legal colombiana de 18 años, sino una inferior que va en los 16 años y que para ellos se acogen en consideraciones del derecho internacional que admite la edad de 16 años como capacidad de ejercicio. Se puede explicar que la mediática dictatorial asuma la objeción y despotrique contra esa decisión; pero en modo alguno resultaría aceptable que el ministro del interior, por ejemplo, optara por iniciar el debate anticipado al respecto.

En torno a estas situaciones planteadas es como se distinguirá el desarrollo de las conversaciones de cómo fueron durante la función “santista” y otro el motivo determinante del actual gobierno en búsqueda de la solución definitiva del conflicto armado interno.

MANEJO DEL MULTICRIMEN

De igual manera, el análisis sociopolítico del momento ubica la existencia del multicrimen organizado que azota a la sociedad colombiana, no dentro del espectro de comportamiento político, sino como elemento integrante del conflicto social colombiano. Permite resaltar el acertado llamado presidencial a un “cese al fuego multilateral”. Lo cual obedece a una búsqueda definitiva del fin del uso de las armas en esas dos precisas manifestaciones, de por si diferentes, del conflicto armado interno y del conflicto social, dentro de la categoría de conflictos que aquejan a la nación colombiana. Todo en el entendido de que no caben en un mismo recipiente el conflicto armado interno y el conflicto social.

Es con esa perspectiva con la que corresponde analizar la iniciativa altruista y de estadista del presidente Gustavo Petro al anunciar la “Paz Total”.

Nuevamente el análisis político (no solo académico) resalta la solución definitiva de las otras expresiones del conflicto colombiano: el conflicto político, el conflicto económico y el conflicto ambiental-ecológico. Superadas esas categorías de conflictos se construye la Paz Total.

Es por esto que corresponde asumir la distinción entre el proceso del fin del conflicto armado interno en forma definitiva con todas las insurgencias, sin circunscribirlo a un demagogo utilitarismo de “proceso de paz”.

Este proceso del fin del conflicto armado que ya comienza con las acertadas medidas gubernamentales desde el día siguiente de su posesión, llama a la participación y a la organización de toda la sociedad civil. En ese torrente, la izquierda legal, así expresada, en la participación popular de ejercicio de la democracia directa (la democracia de las calles), en la minga, como gobierno y no como oposición, en la movilización popular, campesina, de afrodescendientes, de género y LGBT, acorde con el impulso presidencial a la organización popular, asimila el llamado al pedido de cese al fuego multilateral.

Así distinguidos los escenarios, corresponde el sometimiento a la justicia y al orden constitucional a esas organizaciones multi crimen, en buena medida aliadas de un narco estado que aún permanece e insistimos en sepultar.

En el escenario de la lucha armada, el fin del conflicto armado interno, bajo la metodología de la salida política acordada y no militar, se obtendrá el ejercicio político civilizado y el imperio de un Estado con monopolio de las armas en la República de Colombia.

A manera de epilogo, un fin del conflicto armado implica elevadas inversiones. La clase empresarial, industrial y parasitaria financiera, no quieren meterse la mano al bolsillo. Un impedimento difícil de sortear. Su holgura económica no les permite desmejorar su ritmo de explotación y de consumo, acumulando riqueza e iniquidad. Debido a ello, asistiremos a históricas movilizaciones populares conforme al signo de los tiempos.

Una cúpula militar resquebrajada

Por Carlos Meneses Reyes

La actividad del nuevo gobierno, en cabeza del presidente Gustavo Petro, es digna de reconocimiento. Designó un gabinete de amplia aceptación para todos los sectores económicos, políticos y sociales.

La primera orden del mandatario fue poner la espada de Simón Bolívar no solo como símbolo de ceremonia de posesión; sino también de continuidad en los derroteros y alcances de un gobierno popular. En su primer día de gobierno radicó el proyecto de reforma tributaria. Así también el de legalización de las guardias campesinas, como complemento de la caracterización del campesinado colombiano en calidad de ente constitucional, proceso conocido como constitucionalización del campesino colombiano.

Se consagró al campesino como un sujeto de derecho. Una categoría jurídica que lo eleva como actor en la lucha de clases en Colombia, abordando el tema agrario como una cuestión de lucha de clases.

Nombró a quien era el director de la Comisión Intereclesial de Justicia y paz, Danilo Rueda, como Alto Comisionado de Paz. Este hecho engrana con el acierto de la Comisión Latinoamericana de Derechos Humanos en el nombramiento de Juan Fernando Petro, hermano del presidente Gustavo Petro, como nuevo Alto Comisionado del Cuerpo de Paz. Este organismo es principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA) encargado de la promoción y protección de los derechos humanos en el continente americano. Así aunados, se explica el notorio avance de acercamiento del nuevo gobierno con el Ejército de Liberación Nacional de Colombia (ELN), acorde con la concepción presidencial de que “Una potencia mundial para la vida significa construir la paz.»

Temas tan importantes como la transición de un sistema energético de fósiles a una renovación energética ecológica, lo asume con la designación de una ministra de minas sabedora del conocimiento universal del medio ambiente, que concatena con la nueva ministra del medio ambiente y el sabio conocedor de planeación oficial, el doctor Jorge Iván González.

De igual modo, lo punzante de la Reforma a la Salud al mando de la doctora Carolina Corcho. Comenzando por la ineficacia y lo inoficioso de un intermediario de finanzas como son las EPS. Toda una activista política y social de sobrada capacitación y calificación profesional, con acogida en el seno del movimiento popular, como lo demostró en la actividad por ella desplegada durante el Paro Político Nacional (PPN) que sacudió a Colombia y contribuyó a la apertura de este nuevo gobierno de mandato popular y no oligárquico.

Asimismo, lo acuciante de una reforma a la justicia en cabeza del doctor Osuna, bajo los reajustes de parámetros como la del ente administrador, la de la eficiencia y la eficacia de los órganos de administración de justicia, que entrelaza a los actores de la justicia bajo el imperativo categórico de que la noble profesión y ejercicio de la abogacía debe dar el salto histórico a su reconocimiento y dignidad que solo lo puede avalar la creación legal de una Colegiatura Oficial Obligatoria como requisito indispensable para el ejercicio de la profesión de abogado.

Por último, en este escrito, la necesaria e indispensable Reforma Agraria Integral bajo la concepción de implementación de los Acuerdos de La Habana con garantía indiscutible en dirección de la doctora Cecilia López Montaño.

Así pudiera referirme a cada una de las tareas de las carteras ministeriales e instituciones oficiales que alientan en la aplicación y desarrollo de programas gubernamentales de inspiración soberana y popular. Cada uno de esos aspectos es motivo de detenimiento caracterizado en el escenario académico y político.

Téngase lo hasta aquí anotado como preludio para abordar un tema de importancia nacional: la cuestión militar.

LO DE LA CÚPULA MILITAR

El nuevo gobierno ha hecho cambios en la cúpula de las fuerzas armadas. Veamos sobre el efecto que esto tiene en los territorios sin control estatal y sin liderazgo de la tropa oficial. Aún no se puede hablar de reestructurar unas fuerzas armadas, con el ejército a la cabeza, que en desarrollo de la falsa lucha contra las drogas y la política hegemónica oligárquica contrainsurgente se ha comportado como una fuerza de invasión contra el propio pueblo. Por las características de deshonor soberano como ha actuado las califico de ejercito Made In Usa.

Bajo la óptica de un análisis de clases, la oficialidad militar no hace parte de los grandes clubes sociales, ni se emparenta con mujeres de la alta alcurnia oligárquica citadina. Su vida social está supeditada y circunscrita a sus ostentosos Clubes de Oficiales, donde discriminan en jerarquía a la soldadesca -para ellos- junto a los exponentes burgueses, empresariales, terratenientes, feudales, traquetos y paraestatales que los frecuentan y visitan. Ellos, cual orangutanes con saco de leva, son portentosos, totalitarios, unificados como mando y usufructuarios de un poder acumulado como resultado de un conflicto armado interno de tipo prolongado, que los ha convertido en una casta de privilegiados.

Transformados en elefantes burocráticos se han apoderado de una porción del Estado, al que han asaltado y que en objetivo criterio civilista han pasado a ser “un Estado dentro del Estado”.

Resulta histórico el reconocimiento de las Fuerzas Armadas colombianas a su comandante Supremo, compañero presidente Gustavo Petro Urrego. La cantaleta conspirativa del generalato y oficiales en uso de retiro impune quedó relegada sin ningún peso político. El discurso en la Escuela de Cadetes José María Córdoba merece atención y análisis y, como todas las piezas oratorias y de exposición del compañero presidente, desde ya engalanan el acumulado de escritos, como guía de orientación en la consolidación de la Nueva Colombia sobre el sustento de un gobierno popular y de masas.

Conviene resaltar la enseñanza de soberanía dada al Ejército al enfilar su accionar contra el crimen multinacional asentado en el país, en un viraje total sobre la ineficaz lucha contra las drogas. Valga destacar la emulación propia en el ejercicio de la carrera militar consagrando el principio de formación desde la base a la oficialidad, de ser todo soldado un aspirante a general. Esto, coadyuvado con el ejemplo consecuente de preferir un asiento en la mesa del comedor con los soldados y no el puesto en el comedor de la oficialidad y el generalato.

El presidente Gustavo Petro ha demostrado la independencia y capacidad de mando y dirección del país que representa como Rama Ejecutiva nacional. No se dejó imponer una agenda protocolaria que, a todas luces a destiempo, le habían programado antes de estar cumplidos los requisitos oficiales en torno a los recientes nombramientos de la cúpula militar que conllevó la llamada de servicio a más de 53 oficiales y/o generales en turno de ascenso militar. Esas reuniones previas al acto de designación del reconocimiento del mando eran improcedentes y resultaron de sensibilidad para la inteligencia popular que vela por la seguridad del compañero presidente.

Las respectivas ceremonias de reconocimiento se llevaron a cabo el día 19 de agosto con los mandos policiales y el día 20 de agosto con la oficialidad militar, sin necesidad de tales “reuniones previas”. Se registra que con anterioridad al 19 de agosto la airada expresión del exgeneral Zapateiro, en uso de retiro impune, y aúlicos de la secta, que, no partido de gobierno anterior, enrarecían el ambiente con altisonantes discursos y llamados por las redes sociales a dar un golpe de Estado en Colombia.

La acuciosidad de estadista, conocedor del país y de la correlación de fuerzas activas y subterráneas por parte del presidente Petro, han sido garantía para preservar su integridad física. El olfato político popular y de conocimiento de la realidad pudo alertar al señor presidente de la gavilla que le tenían preparada los alcaldes citados por una asociación de burgomaestres desnaturalizada, antes de su posesión como presidente. Esos alcaldes eran los mismos que habían ungido, con su ilegal participación en política, al candidato de la continuidad de un gobierno narco-paramilitar que en la memorable fecha del 19 de junio de 2021 el pueblo colombiano dio al traste en su continuidad. La reunión con los alcaldes del país ya se dio como muestra de la solidez y gobernabilidad del nuevo presidente.

UN VIRAJE EN LA INTELIGENCIA DEL ESTADO

En la misma línea consecuente de hechos y actuaciones oficiales corresponde destacar el acierto, propio de auténtico estadista del presidente Petro, al nombrar como jefe de la Dirección Nacional de Inteligencia al doctor Manuel Alberto Casanova. Fue militante del M-19 y por ende funcionario que inspira confianza en los derroteros de complemento y armonía estatal para llevar a cabo en tal entidad. Fungirá como un agente de seguridad estatal a tono con el servicio preventivo de la integridad de líderes sociales y excombatientes desarmados de las antiguas FARC, así como ojo avizor de la integridad de los cuadros, activistas y militantes alternativos en el seno del movimiento popular. Por fin podremos asegurar que las alertas tempranas tendrán efectivo proceder. Un ejercicio mancomunado del señor ministro de la Defensa junto con el director nacional de Inteligencia, auguran las directrices de control y mando de y hacia la Dirección y Subdirección de la Policía Nacional en esta labor constitucional de política de seguridad.

Desempeñarán una labor conjunta y en consonancia de inteligencia popular, en cuanto a la protección de los líderes y lideresas sociales, comunales, gremiales, sindicales, afrodescendientes, del campesinado, indígenas, ambientalistas, políticos, etcétera, que conforman el colectivo de activistas en el seno del movimiento popular y que dejarán de ser objetivo de un narcoestado superado.

Todo hace vislumbrar que en armonía política conjugarán un haz de ejercicio multitudinario y de construcción de democracia directa y de masas, conforme al espectro predominante que la cualificación política del movimiento popular respira con el nuevo gobierno.

Las fuerzas armadas colombinas aún están imbuidas de una mentalidad contrainsurgente, guerrerista, ajena a una apertura de reformas política, económicas y sociales. No se puede negar el reto del actual gobierno en la superación de la crisis de legitimidad de la fuerza pública. En esto no califican formulas conciliadoras, pero sí cambios estructurales.

Lo anterior emana de la observación objetiva y dialéctica del curso de la nación colombiana como país y como pueblo organizado, puesto que el poder castrense imbuido de la política hegemónica oligárquica y pro imperio de las fuerzas armadas colombianas no se ha desmoronado.

Por eso, hablo de un resquebrajamiento, de una fractura; pero no está vencido ni roto el vetusto aparato militar, ni la doctrina fascista y militarista del enemigo interno. Ante este reto, todo está por hacerse.

Colombia, una nueva oportunidad

Lic. José A. Amesty Rivera

Agosto 2022

El 7 de agosto pasado, fue investido como Presidente de la República de Colombia, Gustavo Francisco Petro Urrego, (nacido en Ciénaga de Oro, Córdoba, el 19 de abril de 1960), es un político, economista, exsenador colombiano y exguerrillero del Movimiento 19 de abril (M-19). Es fundador del partido político, Colombia Humana y líder de la coalición política Pacto Histórico.

Su vicepresidenta, Francia Elena Márquez Mina, (nacida en Suárez, Cauca, el 1 de diciembre de 1981), es una lideresa social negra, activista medioambiental, defensora de derechos humanos, feminista, abogada, y política colombiana. Ambos, prometieron que “es la hora del cambio, empieza la Colombia de lo posible”.

De inmediato, anotamos unos tips, tomado de varios escritos de rebelion.org, preparados para el programa de radio y redes, del Colectivo Reflexión-Acción “Alternativas” de Costa Rica, en el cual participamos como organizadores y que deseamos compartir con todos/ ustedes.

  1. Petro, con visión estratégica (global) de largo plazo, el día 7 de agosto, durante su posesión de mandato, en su discurso mostró “una visión estratégica alejada de los clásicos discursos generalistas que se suelen escuchar cuando se asume la presidencia de un país y tiene ejes que lo distinguen”.

– Agregó conceptos poco desarrollados por la mayoría de gobiernos progresistas en América Latina, a saber: “la problemática de la seguridad alimentaria, los efectos del cambio climático, la importancia de la Amazonía, fue muy crítico con la falta de una respuesta unida por parte de América Latina frente a la pandemia”.

– Cuando hablamos de gobiernos progresistas, nos referimos a sus propuestas que “van desde una identificación con el socialismo y la izquierda, pasando por el nacionalismo, el populismo y la social democracia, hasta llegar al peronismo (en el caso argentino), aunque para simplificar se hable de progresismo”.

  1. Durante la posesión de Petro, hubo tres elementos simbólicos históricos, por ejemplo, “la fecha del 7 de agosto (día en el que se conmemora la batalla de Boyacá, dada en 1819, hace 203 años, cuando el abnegado y leal ejército patriota conducido por el libertador Simón Bolívar, en una sorprendente y heroica hazaña militar y humana, desde las tórridas llanuras del Orinoco, trasmonta el helado páramo de Pisba y sorprende en su propia retaguardia al ejército realista en el altiplano cundiboyacense, para derrotarlo definitivamente y poner en fuga al rey español).

– El otro elemento fue al presentar la “espada de Bolívar” con la que (simbólicamente) Bolívar derrotó al rey de España. Con razón, el rey Felipe VI de España, no se levantó al pasar la espada de Bolívar.

– El tercer elemento simbólico, recuerda “lo sucedido en la noche del 17 de enero de 1974, cuando el movimiento revolucionario M19 robó la espada de Bolívar”.

  1. Entre las primeras definiciones como nuevo presidente, Gustavo Petro, subrayó “su voluntad de cumplir el Acuerdo de Paz de La Habana y abrir en diálogo con los grupos armados para terminar con seis décadas de conflicto violento, que dejó al menos 450 mil muertos, la mayoría civiles, solamente entre 1985 y 2018”.
  2. Decálogo de Petro y Francia. “Corresponde ahora a las experiencias de reconciliación, no repetición y fortalecimiento de las políticas de la vida, la iniciativa de fortalecer los lazos de la nación olvidada, los «nadies», excluidos, marginados, trabajadores, estudiantes, jóvenes, mujeres, viejos, para recorrer la ruta planteada del decálogo del presidente Petro y Francia.

Tomarse como propio, el Decálogo anima a construir paulatinamente, con paciencia, sin exaltaciones, revanchas, ni desilusiones, las bases de un poder popular real, efectivo y eficaz. Una política de la vida, del amor, del vivir sabroso es producto de la entrega, la convicción ética y el cuidado propio y del otro humano”.

  1. Desafíos de Petro y su nuevo gobierno. El mayor desafío que tiene el próximo gobierno colombiano “es el de promover la paz, silenciar los fusiles, pero también, atacar las causas de la violencia armada como el hambre, la enorme desigualdad social y la garantía de derechos, que mucho tienen que ver con el abandono del Estado, el racismo, la plutocracia, la corrupción, el narcotráfico y el paramilitarismo que garantizan la producción y el envío de coca a Estados Unidos”.
  2. El modelo político de Petro. Se trata de ir “desandando el modelo neoliberal arraigado desde hace décadas en Colombia y para ello el nuevo gobierno propone como primeras medidas para enfrentar la pobreza, que afecta a más del 45 por ciento de la población de unos 50 millones de habitantes, una ley contra el hambre y una renta básica, que figuran en el programa del Pacto Histórico. Cuatro de cada diez colombianos pasa hambre, señalan las encuestas”. Un desafío para algunos, inalcanzables.
  3. Al otro lado de la frontera, Venezuela. “Si bien el presidente de la República Bolivariana, Nicolás Maduro Moros, no fue invitado a la ceremonia de asunción como último acto de hostigamiento del gobierno saliente, pocos días antes se reunieron en San Cristóbal, localidad venezolana próxima a la frontera, Carlos Faria, Ministro del Poder Popular para las relaciones exteriores de Venezuela y Álvaro Leyva, designado canciller del nuevo gobierno colombiano. En el cónclave, acordaron fortalecer una agenda de trabajo para la normalización gradual de relaciones binacionales y comenzar la recomposición de las interrumpidas relaciones bilaterales con el nombramiento de embajadores y funcionarios diplomáticos y consulares”.
  4. Pueblo, mucho pueblo. “Lleno de simbolismo fue el espacio que Petro dio a seis invitados de honor, personas del común en representación de los excluidos de Colombia, con quienes Petro había estado ya en el marco de su campaña. Entre ellos Arnulfo Muñoz, pescador artesanal del Tolima, Katherine Gil, líder juvenil del Chocó, Genoveva Palacios, vendedora ambulante de Quibdó y Kelly Garcés, la barrendera de una empresa de aseo, cuya resistencia al hostigamiento que sufrió por tener un volante del Pacto Histórico entre sus utensilios de labor. Rigoberto López, campesino de Caldas, y Jorge Iván Londoño, silletero de Medellín, completaron el cuadro”.
  5. Finalmente, a escasos días de su posesión, el presidente Gustavo Petro “ha cogido “el toro por los cuernos” y le metió el diente a la “cuestión militar” con mano de cirujano de alta precisión”. (ha hecho una barrida).

– “Las determinaciones tomadas con su Ministro de la Defensa, Iván Velásquez, están implicando un amplio remezón de la cúpula militar y policial, al tiempo que se formaliza la política de seguridad humana y la paz recupera su ruta perdida con el anuncio de la instalación de la Mesa de diálogos y acuerdos con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional en la Habana, Cuba”.

– “Sobre los cambios militares, el criterio del presidente Petro ha sido acoger las recomendaciones de la Comisión de la Verdad, para depurar las cúpulas militares de oficiales. Nombrando nuevos comandantes militares y policiales sin antecedentes en atropellos y desfalcos de los recursos públicos en las compras militares de armamento, alimentos y dotaciones, algo bien difícil dada la degradación de los aparatos armados del Estado encuadrados en las doctrinas anticomunistas de la seguridad nacional, del enemigo interno y del mercado neoliberal como regulador del gasto de la defensa”.

– “El presidente excluyo 55 generales para conformar el nuevo cuadro directivo, militar y policial. Es la reestructuración más grande del generalato en la historia reciente del país. Lo que se quiere es una oficialidad que no esté manchada por la sangre de los humildes masacrados a mansalva y que no sean una gavilla de rateros. La cirugía petrista en la alta dirección militar, se dio con rapidez”.

Como es costumbre, esperemos los primeros cien días de gestión del presidente Gustavo Petro, y veremos cómo le va hasta entonces. Y ojalá, no nos decepcionemos, sino más bien que nos alegremos por sus logros y por el pueblo colombiano, que tiene tantas expectativas.

Colombia: Una Segunda Oportunidad – video

El colectivo Reflexión-Acción Alternativas, llevó a cabo este martes 19 de agosto del 2022, una transmisión en vivo en el Facebook del grupo Alternativas y en Radio 16, denominada “Colombia: Una Segunda Oportunidad”.

Contó con la participación de Omar Fernández, comunicador social, Coalición de Movimientos y Organizaciones Sociales de Colombia COMOSOC y Mesa Ecuménica por la Paz; Andrés Alba, teólogo y politólogo y Gloria Narváez, abogada ambientalista, especialista en planeación.

El conversatorio se enfocó en las emociones políticas y la propuesta de gobierno que busca desarrollar el capitalismo en Colombia (Industrialización), como un proyecto refrescante y viable, gracias a la llegada del actual proyecto político alternativo que ganó por las vías electorales y no por las vías armadas, como lo han experimentado a lo largo de su historia como país.

Para profundizar en el tema se adjunta el enlace al vídeo completo del grupo Alternativas en Facebook: https://fb.watch/e-UlSYgAwz/ 

Colombia: Una segunda oportunidad

De parte del colectivo Reflexión-Acción Alternativas, se le invita al conversatorio titulado “Colombia: Una segunda oportunidad”.

Se contará con la participación de:

  • Omar Fernández- comunicador social, Coalición de Movimientos y Organizaciones Sociales de Colombia COMOSOC y Mesa Ecuménica por la Paz
  • Andrés Alba- teólogo y politólogo
  • Gloria Narváez- abogada – ambientalista. Especialista en planeación

El conversatorio tendrá lugar este 19 de agosto de 2022 a las 18:00 horas (-6UTC) en vivo en el Facebook del grupo Alternativas y en Radio 16 y en siguiente link:  https://N9.CL/ALTERNATIVAS