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Etiqueta: comunicación

El fascismo y los medios en el Perú

Juan Huaylupo

Juan Huaylupo

Las palabras son la manifestación del pensamiento, cultura, historia e identidad de las personas. Ellas son posesionarias de significaciones complejas en la interacción comunicativa de sus protagonistas, las cuales trascienden la relación personal para ser referentes particulares de cada tiempo espacio social.

La pluralidad social en el presente globalizado requiere de la comunicación por ser un requisito para la convivencia, para la vida en comunidad y para nuestra socialización como seres humanos. La heterogeneidad social, que es inherente de las personas, no es un obstáculo para la comunicación, pues no existe nadie que piense o actúe igual que otros, ni existen patrones culturales idénticos. No, obstante, las diferencias no son limitaciones para la comunicación social, por el contrario, son escenarios para el dialogo peculiar e inédito para aproximarse a conocer otras costumbres y culturas.

El odio racial, cultural o ideológico, no ocurre por ser diferentes, porque todos los somos. Los enfrentamientos sociales, en muchos casos son cicatrices del pasado, alimentadas e incentivadas por quienes les interesa mantener separadas las poblaciones para impedir la unidad de pensamiento y acción conjunta por el bien común entre pueblos y naciones.

La fragmentación social, racial o ideológica, constituyen un pretexto para el fomento del odio y la destrucción genocida en una sociedad y sistema, caracterizado por la desigualdad y la explotación generalizada de los pobres y el desprecio hacia los trabajadores gestores de la historia nacional y de la riqueza privada. En el universo de las relaciones sociales, donde pocos propietarios millonarios, desprecian, explotan y sacrifican cotidianamente a miles de trabajadores, sin derechos ni reivindicaciones, sin duda es la simiente del enfrentamiento, pero en el contexto peruano y otras sociedades, proviene de los pocos que poseen todos privilegios y leyes que los amparan, y que gozan de la protección del monopolio de la violencia del Estado.

El fascismo, de ayer y de hoy, en el Perú se estigmatiza y polariza social, política y económicamente a las mayorías nacionales, basándose en el odio, la discriminación y la represión asesina, como un artilugio para manipular y crear el odio entre trabajadores del campo y la ciudad y de este modo, distraer, distorsionar y diferir el antagonismo entre explotados y explotadores, entre demócratas y tiranos, entre víctimas y victimarios, por ello, el fascismo peruano corrompe y controla de los medios para privatizar la información e intentar el control del pensamiento colectivo, así como para ocultar y falsificar la información, a la vez que justifica las acciones de espurios tiranos, parlamentarios corruptos y las decisiones violentas de los militares, que sin conciencia, sin pensamiento propio ni nacional, reprimen a quienes deben servir. Ese periodismo y otros protagonistas son culpables del odio, enfrentamiento y asesinato contra nuestros hermanos y sus pueblos.

El fascismo en el poder, no es por la caduca consideración racial, de creerse unos superiores a otros, ello es una mascarada que oculta la imposición de la colonialidad del poder y del saber en la sociedad peruana. El miedo, la impotencia y la ignorancia del poder, ha reproducido viejos prejuicios contra los gestores históricos de nuestra peruanidad, con los cuales no se identifican, ni se estiman nativos. La privatización de la nacionalidad por los que se creen mistis o dueños de la nación, es la inimaginable regresión histórica, ideológica, cognoscitiva y cultural ocurrida en el Perú contemporáneo. Pero, no ha sido espontánea, ha sido creada intencionalmente por el poder colonialista existente, los medios y la educación del poder.

El totalitarismo fascista, con los dineros de las empresas globales, ha convertido a muchos periodistas en auténticos sicarios, tan culpables como los asesinos de nuestros hermanos y de los anhelos ciudadanos. Asimismo, los han despojado de la honorabilidad del periodismo continuador de sus predecesores, luchadores por la verdad y la libertad del pensamiento.  

La espuria presidenta protegida y amparada solamente por los militares, no gobierna, tampoco lo hacen los corruptos parlamentarios, pues no se gobierna con represión policial y militar y sin legitimidad social. Esos personajes son ridículos fantoches del poder de los millonarios de las empresas globales que imponen las decisiones económicas y se apropian de las riquezas nacionales y del funesto Fondo Monetario Internacional que controla, fiscaliza y decide la finanza estatal que ha liquidado las políticas públicas y los derechos ciudadanos.

Las tiranías requieren de las palabras y discursos, no para dialogar ni concertar, sino para imponer las decisiones y acciones contra quienes les han negado la palabra y el de ser escuchados.  Los medios simplifican y falsifican la complejidad de los acontecimientos y realidades, ofenden a la inteligencia e impiden el pensamiento complejo. La veracidad y la pluralidad del pensamiento, así como el debate serio, plural, comprometido, sobre los derechos ciudadanos, la democracia o el desarrollo nacional, están ausentes en dichos medios, porque están protegidos, mantenidos y ser esclavos del poder fascista.

La incomunicación social es la condición privativa del poder, pero ninguna tiranía mediática o estatal es eterna, como tampoco lo es la incomunicación. Las protestas populares son las expresiones del fracaso del discurso del poder, de la imposibilidad seguir dominando y explotando, así como son evidencias concretas y trascendentes de la absurda pretensión de eternizar un poder irracional y sin horizonte histórico. El pensamiento y conciencia crítica y disidente, son la esperanza para reconstruir una sociedad plural y un mundo mejor, en aras de una cuestionable y endeble hegemonía global norteamericana. Las políticas y las instituciones públicas han sido liquidadas.

(*) Juan Huaylupo Alcázar, Catedrático de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Costa Rica.

Día Escolar de la No Violencia y la Paz

30 de enero

El hogar y la escuela juntos enseñan la paz

El día 30 de enero se celebra el Día Escolar de la No Violencia y la Paz y se conmemora el aniversario de la muerte del Mahatma Gandhi (India, 1869-1948). Gandhi fue un líder pacifista que defendió y promovió la no violencia al rechazar de forma tajante, cualquier tipo de violencia o maltrato contra los seres vivos y desdichadamente, fue asesinado por defender estas ideas.

El objetivo de recordar este día, es que todos los centros educativos de nuestros niños, niñas y adolescentes promuevan ambientes defensores de la paz e incentiven dentro de sus aulas una cultura dedicada a la no violencia en ninguna de sus formas, sea tanto física como verbal.

En la actualidad, hablar con nuestros niños sobre la importancia de fomentar la paz, es fundamental. Estamos viviendo situaciones que sólo hace unos pocos años llegamos a considerar que serían impensables. Entre ellas, el desarrollo de la guerra Rusia versus Ucrania y numerosas situaciones trágicas ocurridas en años recientes donde niños inocentes pierden la vida ante el uso de violencia desmedida dentro de un ambiente seguro como su propia escuela. El ejemplo más reciente, es lo ocurrido en EUA donde un niño de sólo 6 años le disparó a su maestra por haber tenido un desacuerdo con ella: ¿Cómo puede ser esto posible? Sin duda, como adultos responsables del cuidado de nuestros niños debemos preocuparnos y analizar más allá: ¿Qué estamos haciendo mal como sociedad?

La paz no solamente se siembra en las escuelas, más importante aún, se siembra en el seno de cada uno de nuestros hogares. Mientras el niño crece, es dentro de su familia donde el niño aprende cómo comunicarse con otros niños y con los adultos, cómo comportarse durante las diferentes circunstancias de la vida (sean experiencias positivas o negativas) y cómo interactuar con los demás para ser parte de una sociedad. Debemos recordar que cuando el niño inicia ya el primer año de la escuela, cerca de los 6 años, está madurando y desarrollándose como persona pues imita las acciones de socialización de los padres e incorpora los valores morales trasmitidos. Es por esta razón que la responsabilidad de los adultos que cuidan a los niños durante estos primeros años de la infancia es tan importante. Sin duda alguna, la paz inicia y termina en casa.

Una educación inspirada en una cultura de la no violencia y paz, permite que los niños adquieran los conocimientos, actitudes y competencias que refuercen su desarrollo como ciudadanos globales críticos y comprometidos con sus derechos y los de otras personas (UNICEF, 2020).  Enseñar a nuestros niños y adolescentes herramientas valiosas para una adecuada convivencia, no sólo les ayudará a aprender a vivir en armonía con los demás, sino también en el desarrollo de su vida profesional a futuro. Entre ellas, están las habilidades blandas, también conocidas como “habilidades de las personas” o bien “habilidades interpersonales”. Al contrario de las habilidades duras, las habilidades blandas son una combinación de habilidades humanas, subjetivas y no cuantificables que juegan un papel esencial en la forma que nos relacionamos e interactuamos con otras personas.

En conmemoración de esta fecha, deseo destacar 5 habilidades blandas que si las enseñamos y fomentamos en nuestros niños y adolescentes, tanto en el hogar como en la escuela, serán “semillas de la paz” para las futuras generaciones:

  1. Empatía: Permite ver las cosas desde la perspectiva del otro en vez de la nuestra, es la habilidad de aprender a “ponerse en los pies del otro”. Es enseñar a los niños sobre el significado de desarrollar el valor de la sensibilidad para con los demás, que interioricen y apliquen en su forma de vivir la frase de Confucio que una y otra vez, nos decía mi papá cuando éramos pequeños: “No hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti”.
  2. Habilidades de comunicación:En estos tiempos donde existe tanta globalización y la comunicación es tan diversa gracias a los medios tecnológicos y digitales, el saber comunicarse de forma asertiva es primordial. Enseñar a los niños a escuchar activamente a los demás y a que desarrollen estrategias de negociación durante las diferentes circunstancias de la vida, les dará un mundo abierto a un sin fin de posibilidades de crecimiento y a nunca dejar de aprender.
  3. Tolerancia: Es promover el respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás, aunque sean diferentes o contrarias a las nuestras. Es un derecho de la infancia y de toda la humanidad el lograr desarrollar un adecuado entendimiento entre personas de distinta procedencia y modos de pensar. El lograr que nuestros niños y adolescentes desarrollen habilidades pacíficas de resolución de conflictos hará sin duda que el uso de la violencia no forme nunca parte de sus vidas.
  4. Respetar los derechos de los demás: Los derechos humanos son normas que reconocen y protegen la dignidad de todos los seres humanos. Estos derechos rigen la manera en que los individuos viven en sociedad y se relacionan entre sí, al igual que sus relaciones con el Estado y las obligaciones del Estado hacia ellos. Las personas también tienen responsabilidades; así como hacen valer sus derechos, deben respetar los derechos de los demás. Ningún gobierno, grupo o persona individual tiene derecho a llevar a cabo ningún acto que vulnere los derechos de los demás (UNICEF, 2015). Es enseñarle a los niños y adolescentes la frase del filósofo Jean-Paul Sartre: «Mi libertad se termina dónde empieza la de los demás”.
  5. Trabajo en equipo: Aprender a ser un líder positivo y saber trabajar en equipo son hoy en día habilidades indispensables para todos. En 1964, Robert Greenleaf fundó el llamado “liderazgo servicial” o  “liderazgo compasivo”, el cual es un enfoque de liderazgo en el que ayudar a los demás está por encima de todas las demás prioridades. En lugar de gestionar para obtener resultados, un líder servicial se centra en crear un entorno en el que su equipo pueda prosperar y realizar su labor de la mejor forma posible. Por el contrario, si enseñamos a nuestros niños y adolescentes a ser individualistas, difícilmente serán líderes serviciales. El promover el conocimiento, la comprensión y la práctica de la importancia del trabajo en equipo en nuestros niños y adolescentes, sea con sus propios hermanos como con sus amigos y compañeros de clase, fomentará la búsqueda de objetivos comunes, el sentido de lealtad, seguridad y alta autoestima. Lo anterior, llevará a que se esfuercen por mantener relaciones positivas dentro y fuera de sus grupos de pares y siempre serán voces que mitiguen las expresiones o acciones negativas dirigidas hacia los demás.

Como madres, padres, hermanos, cuidadores, maestros y educadores los invito a construir con los niños y adolescentes el camino hacia la paz y la no violencia y así hacer un mundo mejor para aquellos que vendrán detrás. Como una vez dijo Mahatma Ghandi: «Nosotros tenemos que ser el cambio que queremos ver en el mundo.»

Dra. Hazel M. Gutiérrez Ramírez

Pediatra. Especialista en Cuidado Paliativo Pediátrico y Bioeticista

Invitada de ACANAMED

 

Imagen ilustrativa.

Comunicación y diálogo cercano sin intermediarios tecnológicos

José Luis Pacheco Murillo

Se supone que todos los adelantos tecnológicos que hemos tenido en los últimos 30 o 40 años deben o deberían servirnos para tener hoy una mejor calidad de vida, una mayor y mejor comunicación y por ende una mayor cercanía. Sin embargo, como que ese objetivo no se ha logrado.

Si bien es cierto, hoy nos comunicamos al instante e incluso con video instantáneo, eso no ha logrado que tengamos una “mejor” comunicación.

El asunto es que es muy fácil ahora, simplemente marcar o enviar un mensaje en cualquiera de las redes sociales,, decir lo que deseamos o transmitir nenes o postalitas con mensajes de saludos s toda hora del día, hasta oraciones y llamados a una mayor espiritualidad, sin embargo, nada de eso cumple el propósito de la cercanía.

No hay nada para fortalecer los lazos familiares y de amistad como la presencia. Esa cercanía que ha sido atacada despiadadamente por la pandemia a la que se le dio más importancia que a la fortaleza de las relaciones.

Esta sociedad y este mundo no llegarán a esos niveles de desarrollos deseables mientras que la comunicación y el diálogo no sean intensamente cercanos y ojalá sin intermediarios. Esto para todos los ámbitos de la vida social, política y económica.

Debo reconocer mi falta de consecuencia en esta práctica y asumo el reto de cambio como una prioridad para este 2023: más presencia, más cercanía, más ver s los ojos y más ayudar a que eso sea factible en otros que lo quieran, sin presiones ni obligaciones.

Es un buen tiempo para entender que todo adelanto tecnológico debe estar y así debemos asumirlo que lo está, para mejorar nuestra calidad de vida y nuestra comunicación, para hacerla más profunda y más cercana.

Que Dios nos ayude a disfrutar de la manera más sana y sensata de todo adelanto tecnológico y que sean para nuestro servicio y no para esclavizarnos a ellos.

EPIDERMIS

Por Memo Acuña (sociólogo y escritor costarricense)

Tomo un asiento en primera fila. Es un autobús repleto de estudiantes. “Soy estudiante”, me digo para tranquilizarme. Estoy en medio de la escritura de mi tesis doctoral y eso me acredita para ir en este autobús que nos llevará desde Heredia, donde está la sede central de la Universidad Nacional hasta la Rotonda de la Hispanidad, centro neurálgico que igual acoge manifestaciones por la defensa de derechos y manifestaciones colectivas de felicidad gracias a un triunfo deportivo.

Felicidad y expectativa es lo que escucho en las conversaciones de quiénes son mis acompañantes de viaje. Muchachas y muchachos identificados con signos vinculados a la Federación de Estudiantes de la UNA. Se repiten una y otra vez la información importante que debe manejarse en caso de que haya un momento de tensión con las autoridades policiales (antimotines es la palabra más mencionada) y sean detenidos: nombre completo y número de cédula.

Esa parte del viaje me abstrae por momentos.

Voy urgido, un lunes de agosto a las 7:30 de la mañana, por llegar a San Pedro a las instalaciones de la televisora universitaria Quince Televisión, de la Universidad de Costa Rica, donde he sido invitado a acompañar como analista-observador una transmisión especial acerca de la jornada convocada por las universidades públicas en defensa del derecho constitucional a la educación.

El viaje me resulta premonitorio. “Estamos a las puertas de algo grande”, pienso. Mientras sigo escuchando con atención las expectativas de mis compañeros de viaje: “la ministra se equivocó”, “la ruta de la marcha la enviaron en un mensaje de WhatsApp”, “esperemos mucha gente”.

Llegamos. La urgencia me baja del autobús con la misma ligereza con que subo tres o cuatro cuadras hasta las instalaciones de la televisora universitaria. Voy a contrasentido de mucha gente que camina hacia el punto de reunión acordado: la fuente (reservorio, fluidez, energía) de la hispanidad (identidad: ¿quiénes somos? ¿Centroamericanidad, tal vez?).

De repente alguien repara en las tres letras en blanco puestas arriba y en mi pecho sobre una camisa en rojo: UNA. Es mi insignia, mi sello.

Sigo avanzando. Me anuncio en la puerta: vengo a la transmisión. Paso directo a la sección de “enderezado y pintura” que no es ni más ni menos que un favor que la maquillista del canal hace por mi cara. Me pregunta mi percepción: “fea”, le digo a esa hora de la mañana, basado en la incuestionable mayoría de apoyo popular que el gobierno ha logrado aglutinar en sus primeros 99 días de gobierno. “la tenemos difícil”, le digo. “me vine con La Roja puesta”, le reafirmo. “así es como hay que venir”, me apoya.

Somos convocados al set. Este set que ya aprendo a observar con detenimiento luego de tantas jornadas como observador participante: tres cámaras, un apuntador, 4 sillas y mucho empeño. Mucho vigor y ganas. Esta es la universidad en su esencia. Esto es lo que debemos defender. Lo que defendemos.

Es una transmisión amplia, cimentada en datos desmitificadores, en guiños a la marcha que incesante sigue su paso. Pienso en la acción comunicativa. En lo que implica esa responsabilidad. Me declaro absoluto ante esta confirmación: mi rol en este tiempo es comunicar. A eso me dedico: a comunicar.

Terminamos con una satisfacción compartida con la producción. Se puede hacer televisión de calidad desde nuestras trincheras universitarias. Saludo y agradezco. Salgo despavorido tratando de alcanzar la marcha o lo que queda de ella. Otra vez camino a contrasentido. Gente que ya viene y yo apenas voy. Pero voy. Llego.

Mi epidermis es delgada. Y por eso de ella salen cosas parecidas a la emoción, a una energía inexplicable. Lo que veo me gusta: pancartas, color, baile. Baile: una cosa parecida a un corazón diría Víctor Manuel, que suena duro y ancho, contundente. Es una batucada. Llena de estudiantes. Yo le pondría de nombre epidermis: piel. Se me levanta al escucharla.

Luego el rito del anuncio. La felicidad colectiva. Por un momento olvido mi investidura eventual en mi querida Facultad de Ciencias Sociales de la UNA y me declaro estudiante. Me incluyo en las alertas que anuncian el músculo del movimiento estudiantil. Estoy con ellos. En su cadencia. En su piel.

Hoy ha sido un día amplio. Ancho. Epidérmico. “estamos a la puerta de algo grande”, confirmo: hoy una vez más se ha levantado un sujeto colectivo que se creía dormido. Y siente. Y baila. Y se emociona.

Como yo.

Encuentro: Feminismos, Género y Comunicación 2022

SURCOS comparte la siguiente información:

El próximo 8 y 9 de junio se llevará a cabo el encuentro “Feminismos, Género y Comunicación 2022”; se le invita a participar de este espacio de discusión, análisis e intercambio donde confluyen, desde distintas perspectivas teóricas, metodológicas y disciplinarias, investigaciones culminadas o en proceso relacionadas con la comunicación y los estudios de género y desde los feminismos.

El CICOM recuerda que está habilitada la recepción de ponencias para participar en el Encuentro Feminismos, Género y Comunicación 2022. Consulte las bases de participación y las nuevas fechas accediendo al siguiente enlace:  https://bit.ly/cicom_encuentro_feminismos_2022

DESCARBONIZAR LOS RELATOS

Por Memo Acuña ( Sociólogo y escritor costarricense)

En los cinco minutos finales que Leonardo Boff señalaba, refiriéndose al desastre ambiental planetario, deberíamos haber aprendido algo, algún cambio de conducta, de patrones, de comportamientos. No lo hicimos. En todos los órdenes de la vida pareciera que vamos debiendo.

Pero en la producción de los discursos nos vamos quedando solos.

No solo lo que consumimos es dañino. También lo que decimos y cómo lo decimos. Hablamos hasta gasificar el aire. Escribimos y lo que emitimos es una nube de toxicidades que salen y se devuelven en conceptos, estigmas y estereotipos.

Esta era de la globalización, de las autopistas de la información y del exceso de dispositivos de comunicación, nos encuentran en una polifonía profunda, en un aparente diálogo de sonidos incomprensibles. Por eso nos cuesta tanto la convivencia, horizontalizarnos, construir debates que nos aseguren un ejercicio sano de discusión profunda y sentida.

Hay espacios por ejemplo, que se han convertido poco a poco en lugares poco seguros para la reflexión. Un día sí y otro también notamos como el sentido de la comunicación ha sido sustituido por la dispersión de un ruido que cansa, que no contribuye y alimenta una peligrosa sensación de libertad de opinión.

Tras la aparente democracia de las redes sociales e institucionales, entonces, se esconden los principios de impulsos hacia el insulto y la provocación. Esto no es sano.

Hemos dicho hasta la saciedad que algo debimos aprender con la crisis civilizatoria de los últimos años: construir mejores proyectos humanos, trazar las rutas de una buena experiencia colectiva, ser mejores o procurar al menos avanzar hacia esos estadios. Buscar aquellas formas que inclinen el péndulo hacia el respeto, la interacción, el debate de ideas. No lo logramos.

En su lugar provocamos el sobre calentamiento de los interacciones al punto de volver incomprensible todo posible acto de comunicación en el que emisor y receptor se relacionen y el mensaje fluya.

Dicho todo lo anterior, lo que se vuelve absolutamente necesario es repensarnos en esa idea romántica de esfera pública que Jurgen Habermas tanto procuraba, como condición ex ante de la vida democrática.

Es imprescindible hacer consciente este estado de crisis en la comprensión, volver a inventar el fuego primero para aprender a emitir sonidos que eduquen y dignifiquen. Hablarnos de la manera original, sin interferencias: descarbonizar los relatos.

Encuentro: Feminismos, Género y Comunicación 2022

¡Convocatoria abierta!

Les recordamos que está habilitada la recepción de ponencias para participar en el Encuentro Feminismos, Género y Comunicación 2022.

El encuentro se realizará el 08 y 09 de junio del 22, bajo la modalidad virtual;

Este espacio busca generar discusión, análisis e intercambio donde confluyen, desde distintas perspectivas teóricas, metodológicas y disciplinarias investigaciones culminadas o en proceso, relacionadas con la comunicación y los estudios de género y desde los feminismos.

Consulte las bases de participación y las nuevas fechas en el siguiente enlace: https://bit.ly/cicom_encuentro_feminismos_2022

Comunicación, comunidad y soberanía

Por Esteban Beltrán Ulate. Educador

Las noticias falsas (fake news) son pan de cada día en los medios de comunicación costarricense. Dicho mal se acrecienta en contexto de cambio de riendas políticas, en el marco de procesos electorales. Sin embargo, en medio de las campañas de miedo que se han desarrollado en diversos escenarios. Ha surgido un contra-movimiento, gracias a la academia, por medio de plataformas que intentan desarrollar mecanismos para develar las informaciones falsas. A su vez, otros medios de comunicación (incluso los hegemónicos) han recurrido a la campaña contra la información falsa, como un mecanismo para limpiar la imagen ante una sociedad que clama por mayor ética.

En la reciente historia de la política costarricense las noticias falsas catapultaron la polarización del proceso electoral nacional costarricense (bajo una dualidad progreso-religión), así como la tensión por el uso de la vacuna contra el COVID19 (bajo una dualidad ciencia-conspiración).

Las fake news buscan las 3D (desalentar, despistar, desviar), frente a esto, las comunidades de la liberación deben dirigir sus esfuerzos por el boicot a los medios de comunicación que se alimentan de este tipo de prácticas, y de la mano de la beligerancia pacífica por medio del boicot, propiciar el surgimiento de nuevas plataformas de comunicación de carácter alternativo, tanto con visión global como local.

Uno de los grandes desafíos que afrontamos los países, es el de democratizar las franjas televisivas y radiales, ya que estás siguen siendo el mecanismo más popular; por otro lado, es fundamental apropiarse de los espacios de opinión en los diarios impresos, para empujar hacia un futuro que reclama mayor transparencia en la exposición de la información.

Enfrentamos un gran desafío, con el desarrollo de internet y el uso de redes sociales como collage de información organizada de manera no aleatoria por una serie de algoritmos, que responden al perfil han elaborado de nosotros la cabeza invisible del internet. Frente a esta dominación es imprescindible crear tejidos de comunicación de esperanza.

Tenemos que garantizar una comunicación tradicional y orgánica desde y con nuestra comunidades, por eso es fundamental alentar nuevas formas de comunicación. En este sentido, frente a la hegemonía de la comunicación dominante y alienadora en la dinámica de comunicación y desarrollos políticos, resulta más que urgente, en medio de la revolución emergente del internet y sus productos, propiciar la alternativa, por medio de la producción y reproducción de nuevos relatos en la comunicación, donde emerjan las propias ficciones y emociones de las comunidades, despuntar la autonomía de la comunicación, eso sin duda alguna alimenta al ser soberano de un país y precursor de soberanía.

Presentarán libro con crónicas sobre conducta empresarial responsable

Exponen buenas prácticas empresariales en relatos vivenciales

  • Taller ofrecido por CERALC-OIOT a periodistas activos en medios especializados de negocios y economía finaliza con la presentación de un libro.

  • CERALC-OIT premiará a los tres mejores relatos y pondrá a disposición del público las historias de vivencias personales relacionadas con la conducta empresarial responsable.

Con la finalidad de fomentar la conversación sobre buenas prácticas empresariales en relación a los derechos humanos, el proyecto Conducta Empresarial Responsable en América Latina y El Caribe (CERALC) de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) organizó un Taller llamado “Empresas y derechos humanos: potenciar la cobertura narrativa de las buenas prácticas” para periodista activos en medios de negocios, economía y finanzas de nueve países latinoamericanos.

De 96 solicitudes para participar en el taller 15 fueron seleccionados y, finalmente, 13 textos serán publicados en el libro “Hacer la diferencia es un buen negocio. Crónicas periodísticas sobre empresas y derechos humanos” que se presenta este martes en una actividad por medio de la plataforma Zoom de participación abierta en tinyurl.com/libro-ceralc-oit

Para la jefa del proyecto CERALC-OIT, Olga Orozco, “el surco que pretendimos cultivar fue labrado por 13 periodistas con notable experiencia y que se aventuraron a estudiar, investigar y escribir historias vivas sobre personas que han topado con la suerte de encontrar empresas que han cambiado sus vidas, en apego a principios y valores que las hacen diferentes y que tienen un compromiso con los derechos humanos”.

Las crónicas que son parte del libro que se presenta este martes 16 de noviembre reflejan que la conducta empresarial responsable no es un asunto de unos u otros, sino más bien que es un tema “donde todas y todos podemos aportar para mejorar el entorno común que tenemos, para que ojalá cada vez más organizaciones empresariales se sumen y reflejen que la relación empresas-derechos humanos no es un riesgo sino más bien una oportunidad”, señaló Orozco.

El taller, realizado entre setiembre y octubre de 2021, brindó herramientas en temas como derechos humanos incluidos los derechos laborales, periodismo social, comunicación corporativa, conducta empresarial responsable y estructuras narrativas. La facilitación del taller estuvo a cargo del periodista Fernando Francia, quien además editó y compiló los trabajos finales en forma de libro.

Para Francia el taller habrá tenido sentido si se despertó la curiosidad por el periodismo narrativo y por buscar las buenas prácticas en la sociedad. “Esperamos que estos relatos sean semilla para muchos más en la prensa latinoamericana y para que las empresas valoren la importancia estratégica de la conducta empresarial responsable y, con ello, nuestras sociedades sean cada vez mejores y que los negocios sean ese motor del desarrollo que tienen la potencialidad de ser”, aseguró el comunicador y docente.

Las empresas tienen el enorme potencial de fortalecer las buenas prácticas de la conducta empresarial responsable para demostrar lo importante que es hacer la diferencia desde los negocios en el mundo.

La complejidad de las palabras y la simplicidad del discurso del poder

Juan Huaylupo

Las palabras son la manifestación del pensamiento, cultura, ideología, historia e identidad de las personas. En este sentido, las palabras son ricas y poseen complejas significaciones presentes en toda comunicación, las cuales trascienden la interrelación entre individuos para ser también expresiones de grupos y sociedades en tiempos-espacios particulares.

Esto es, la comunicación requiere de algunas condiciones para establecer la interacción, sin embargo, en determinados contextos la situación, condición y pensamiento distinto entre los interlocutores la inhibe porque las palabras y su articulación, no son comprendidas por no poseer significaciones ni intereses comunes. La incomunicación en el presente, es el resultado de la fragmentación y separación social, no necesariamente física, en una sociedad paradójicamente articulada e interdependiente, plagada de medios técnicos para la comunicación.

La pluralidad social en el presente globalizado requiere de la comunicación porque es un requisito necesario para la convivencia, para la vida en comunidad y para nuestra socialización como seres humanos en un mundo integrado e interdependiente. Sin embargo, a pesar de su necesidad social e histórica, la incomunicación está presente y nutre muchas de nuestras relaciones sociales y políticas con el poder prevaleciente.

Se podría afirmar que, la incomunicación es una condición patológica de la sociedad contemporánea, que impide el conocimiento entre unos y otros, a pesar de una extensa e intensa relación en la diversidad de nuestra cotidianidad.

La incomunicación no solo es una separación con quienes tenemos que convivir, es una ruptura con los otros, a los cuales les niegan absurdamente tener comunidad de intereses y anhelos compartidos. La incomunicación es antagónica a todo proceso democrático, no representa el interés de todos ni el respeto al pensamiento, actuación e ideologías distintas a la propia. Es parte consustancial de un proceso político totalitario que crea enemigos, que separa lo que está unido, que desprecia y pretende desaparecer a los otros, y que en pulsión suicida asesina a quienes sustentan su existencia.

La actuación y pensamiento idéntico entre las personas, no existe, todos somos distintos, nunca máquinas estandarizadas, como tampoco contendientes ni enemigos. Creer que las diferencias son separaciones absolutas, es asumir absurdas posiciones totalitarias que auguran confrontaciones y guerras infinitas de destrucción contra la humanidad.

Gran parte de los medios de comunicación en Costa Rica, son ejemplos de la incomunicación, porque con la mercantilización de las noticias pueden decir cuanta falsedad quieren sus contratantes, privados o gubernamentales, además de mentir, calumniar y difamar, crean miedos y desconfianza informando sobre asesinatos, asaltos, fraudes y accidentes. Así, promueven ilusiones, frustraciones y disputas entre los seguidores del futbol, mientras se enriquecen los negociantes que usurpan y corrompen el deporte popular.

Esos medios no son públicos, son privados, se imponen con palabras parciales y parcializadas que ofenden la inteligencia e impiden el pensamiento complejo, así como simplifican la complejidad de los acontecimientos y realidades. La veracidad y la pluralidad del pensamiento, así como el debate serio, plural, comprometido, sobre los derechos ciudadanos, la democracia, la planificación o el desarrollo nacional, están ausentes en dichos medios, no obstante, están protegidos y mantenidos por el poder. Los propietarios de los medios encubren su funesta actuación con la honestidad, honradez y sacrificio de muchos otros periodistas, que en honor a su compromiso social denuncian a gobernantes ilegítimos, a los corruptos, así como defienden la institucionalidad pública y los derechos ciudadanos.

Las palabras del discurso del poder en Costa Rica están dirigidas a las mayorías trabajadoras para ocultarles que son ellas quienes sustentan los ingresos fiscales y que son los generadores de las ganancias y riquezas privadas. También para imponerles decisiones y acciones, como verdades absolutas, de las cuales supuestamente depende el bienestar y la existencia de los trabajadores, a pesar de que los perjudica y empobrecen. Asimismo, el discurso del poder se dirige a las mayorías para buscar apoyo y legitimar su poder con mentiras y demagogia. Esas intencionalidades del discurso del poder dictatorial, hacia los trabajadores, es para mantenerlos pasivos, obedientes, engañados, confundidos, enfrentados, enfermos e incomunicados para posesionarse en el poder dictatorial.

Las tiranías requieren de esas palabras y discursos, no para dialogar ni concertar, sino para imponer las decisiones y acciones contra quienes les han negado la palabra y no son escuchados. El discurso del poder no solo son palabras del mandatario, también hablan y actúan las leyes, los medios, la educación formal, la administración pública, la religión o “las fuerzas del orden”, que contribuyen con la difusión de sus palabras y miedos a la consecución de los propósitos del poder.

La incomunicación social es una condición privativa del poder, pero ninguna tiranía es eterna, como tampoco lo es la incomunicación. El fracaso del discurso del poder, es la imposibilidad de seguir dominando y explotando, es la absurda pretensión de eternizar un poder irracional, sin horizonte histórico. El pensamiento y conciencia crítica y disidente, son la esperanza para reconstruir una sociedad plural y un mundo mejor.

¿Cómo explicar que los empresarios se les exima pagar las deudas al seguro social, cómo se permite la elusión y evasión tributaria y el no pago de intereses moratorios, a pesar que fueron cobrados en las mercancías y servicios que venden?, ¿cómo es posible que un mandatario afirme que fue electo para emitir criterio?, ¿qué podemos esperar de un Estado que pregona democracia y libertad, cuando impone acciones contra el pueblo que dice representar?, ¿cómo confiar en alguien que defraudó y traicionó la decisión electoral del pueblo?

Al parecer las palabras y acciones de los autócratas, de los intelectuales del sistema, de los propietarios de los medios y del capital, revelan transparentemente el cinismo de su poder. Es lamentable que aún no podamos democráticamente destituir al mandatario, dado que no tiene la solvencia moral de renunciar ni reconocer su traición al pueblo costarricense. Nuestra población será callada y disciplinada, pero no es ignorante ni tonta, son tales, quienes creen engañar y defraudar eternamente al pueblo.

Imagen: https://steemkr.com/spanish/@luzmar/el-poder-del-discurso