La Universidad Necesaria en su afán de responder a las necesidades de las comunidades atendió la invitación de la Organización INFUTE, instancia donde se agrupan los Indígenas que viven fuera del territorio.
En el diálogo se escuchó la voz sabia y generosa de las personas mayores con el llamado a preservar aquellos aspectos de la cultura ancestral vinculados al cuido de la madre tierra, a la convivencia intercultural respetuosa-afectuosa y a la urgente necesidad de aprender a luchar socialmente por el reconocimiento de esta población, por parte del Estado y sus instituciones.
La jornada fue liderada por el hermano José Rojas, Director de la Escuela Rogelio Fernández Güell y el abuelo-docente Bonifacio Morales.
Se contó con la participación de 27 hermanos y hermanas representantes de diversas organizaciones locales, del equipos docentes de las escuelas y la hermana Marisol Vidal Castillo, como hija del pueblo bonaerense y académica de la UNA invitada para animar diálogos críticos y propositivos que aporten a forjar un proyecto ciudadano político valiente y procurador de una convivencia saludable, solidaria y justo, según los anhelos y necesidades abanderados por el INFUTE.
En la jornada se planteó el compromiso por generar procesos educativos no formales, inspirados por el diálogo crítico donde se promueve el acercamiento entre el pueblo hermano INFUTE con el pueblo ancestral que vive en el territorio y con el pueblo hermano mestizo que sufre los avatares de un sistema económico excluyente, injusto e insolidario.
Para la Universidad Necesaria es motivo de orgullo asumirse cercana y comprometida con los anhelos y demandas de las comunidades.
Colaboración:
Marisol Vidal Castillo
CIDE UNA
Enviado por M.Sc. Efraín Cavallini Acuña, Asesor Comunicación, Rectoría UNA.
Estudiantes vinculados al programa de Acción Social comparten sus experiencias y aprendizajes
Marylaura Acuña, Valeria Montoya y Juan José Álvarez, asistentes de proyectos en Kioscos Socioambientales, destacan el aporte al desarrollo académico y profesional de su vinculación con dicho programa de la Vicerrectoría de Acción Social. – foto Eduardo Muñoz.
Llegar a las comunidades para aprender de ellas, para compartir los conocimientos que adquieren en las aulas universitarias y, sobre todo, apoyar los procesos de las organizaciones sociales son parte de los aspectos positivos que destacan los estudiantes que se integran al programa Kioscos Socioambientales para la Organización Comunitaria.
Esta iniciativa de la Vicerrectoría de Acción Social (VAS) de la Universidad de Costa Rica (UCR) ha apoyado las luchas emprendidas por las comunidades por la defensa del agua, de sus territorios y de sus actividades productivas frente a la expansión piñera.
Recientemente, un equipo de investigadores de la UCR divulgó un amplio informe sobre esas plantaciones y demostró que existe una peligrosa contaminación por plaguicidas de las fuentes de agua, deficiente manejo de residuos y un crecimiento desordenado de esa actividad agroexportadora.
“Hemos encontrado muchas investigaciones que no retornan a las comunidades propiamente. Parte del trabajo de Kioskos, desde su creación en 2008, ha sido llevar esa información para que la gente tome decisiones. Hemos trabajado en comunidades muy afectadas por piñeras, como en Guácimo y Pococí, entre otras, para la protección de las zonas de recarga que abastecen de agua. Es importante protegerlas porque son susceptibles de contaminación, y ha sido relevante visibilizar estas investigaciones y relacionarlas con lo que estaba sucediendo en las comunidades, llevarlas a los consejos municipales y que los gobiernos locales tuvieran mayores criterios”, explicó el Lic. Mauricio Álvarez Mora, coordinador de Kioskos Socioambientales.
A criterio de Álvarez, se requiere de “algún grado de irreverencia en los espacios de Acción Social, en el sentido de que el mandato último de la Universidad es la transformación social, y eso implica ir un paso adelante”.
Entre los proyectos que coordina Kioscos Socioambientales está el Trabajo Comunal “Fortalecimiento de procesos de articulación con actores sociales y comunitarios en torno a conflictos socio-ambientales específicos en el territorio nacional” (TC-590).
Aprendizaje horizontal
Para Valeria Montoya Tabash, asistente en Kioskos Socioambientales desde hace tres años, su experiencia ha sido más que enriquecedora para su vida académica, personal y como futura antropóloga.
Desde que entró al programa, Montoya ha estado vinculada con organizaciones comunitarias en la zona sur y otras del Pacífico Central que defienden el agua y luchan contra la contaminación de la agroindustria.
“A mi me reta mucho estar pensando cómo trabajar en las comunidades y apoyar a los estudiantes del Trabajo Comunal que coordina Kioscos. No se si habrá otra forma de aprendizaje como esta en la Universidad. No solo es visitar los lugares, extraer la información y no volver; al contrario, se trata de mantener el vínculo”, explicó Montoya.
Por su parte, Juan José Álvarez Hidalgo, de la carrera de Sociología, indicó que su paso por Kioscos Socioambientales dio pie a que su tesis para obtener su grado de licenciatura aborde el tema de la identidad territorial de jóvenes y adultos en zonas dedicadas al monocultivo.
El estudiante ha estado inmerso en la realidad que viven las personas en La Guaria, en Pocosol, en San Carlos, mapeando el cultivo de la piña y las actividades productivas existentes antes de la llegada de los empresarios agrícolas que han asfixiado a las comunidades circundantes a las plantaciones.
“Cuando nos integramos siempre lo hacemos con una lógica de seguir el ritmo de la comunidad. No vamos con una agenda que tenga objetivos específicos, sino que acompañamos a las personas de esos lugares de acuerdo a las posibilidades que tenemos como proyecto, para no generar expectativas más allá”, explicó el futuro sociólogo.
Marylaura Acuña Alvarado, tesiaria de Ciencias Políticas y asistente en un proyecto de la zona norte, comentó que son muchos los aportes que brinda Kioscos Socioambientales al estudiantado. “Para quienes quieran dedicarse a la Acción Social, aquí se conoce sobre metodologías participativas, el cómo llevar un proceso en comunidad, generar talleres y diálogos con las personas. Y para quienes quieran dedicarse a la investigación resulta un espacio donde como equipo tenemos distintas lecturas y discusión sobre diversos temas. En general, se adquieren muchos elementos que no aprendemos en las aulas”.
Alternativas colectivas para las comunidades
El Programa Kioscos Socioambientales para la Organización Comunitaria incentiva el fortalecimiento de organizaciones rurales comunitarias mediante procesos que permitan la construcción colectiva de alternativas frente a conflictos socio-ambientales.
Esto a partir de seis proyectos de Acción Social, un proyecto de Investigación y una Cátedra; manteniendo vínculos formales con distintas unidades académicas, sedes, institutos y centros de investigación de la Universidad de Costa Rica.
Desde su creación, ha acompañado procesos socioeducativos con distintos grupos campesinos que defienden sus territorios frente a la construcción de megaproyectos extractivistas, como grandes cadenas hoteleras, marinas, monocultivos como la piña, proyectos hidroeléctricos, aeropuertos, así como iniciativas de despojo que amenazan la autonomía indígena. Actualmente, articula su trabajo con grupos comunitarios en las zonas sur y norte y en el territorio Bribri de Talamanca.
(Ilustración creada en 2016 por la estudiante Raquel Mora Vega, asistente de Kioscos Socioambientales, usada para los materiales de educación popular distribuidos en comunidades).
Río Abangares, punto de extracción de materiales. Kioscos Socioambientales visitó las comunidades de Abangaritos, Higuerilla y Manzanillo, donde comprobó las múltiples amenazas para los ríos del Pacífico Central.
La defensa de los ríos del cantón central de Puntarenas ha quedado en manos de las comunidades. Así lo han evidenciado organizaciones de las comunidades de Guacimal, Aranjuez y Abangaritos, quienes han defendido sus ríos frente a las tomas de agua para el riego privado y la extracción ilegal de materiales de río (arena y piedra principalmente) .
Los embates de la época seca es solo una de las amenazas que sufren los ríos del pacífico central. El monocultivo de caña de azúcar, la deforestación desmedida y la ganadería extensiva en las márgenes y cuencas de estos ríos, generan una serie de efectos negativos tanto para las comunidades como para los ecosistemas que en estos espacios conviven.
Los ríos de la comunidad de Abangaritos son de los más afectados por la extracción de materiales. De acuerdo con personas de la comunidad, las extracciones se realizan en fincas privadas, pero destruyen el bien común de todas las personas, el río Abangares. “Esta finca es de Germán Vargas-un terrateniente del lugar-, pero la finca es de él, el río no. De aquí sacan piedra, sacan el agua (…) se roba la arena del río, y la venden en otros lugares, a la Asociación de Desarrollo se le ha denunciado la situación para que hagan algo, y no han querido hacer absolutamente nada”, declaró Sundry Álvarez de la comunidad de Abangaritos.
Tampoco el Ministerio de Ambiente y Energía (MINAET), por medio del Área de Conservación del Pacífico Central (ACOPAC), ha dado respuesta a las múltiples denuncias interpuestas por la tala ilegal de árboles en las cercanías de los pozos de agua de las comunidades. Según las denuncias, “los dueños de las fincas enferman los árboles maderables para luego alegar la necesidad de talar dichos árboles por riesgo de caída”. Así se comprobó mediante una visita a los pozos de agua de Abangaritos, donde a escasos metros se halló un árbol señalizado con un número y con incrustación de clavos.
Abangaritos, Puntarenas. Tala de árboles en las cercanías de los pozos de agua.
Estas actividades extractivas, las cuales atentan contra los ríos y el acceso al agua de las comunidades, se desarrollan sin ningún tipo de regulación o concesión estatal, a pesar de las informaciones que han recibido el Ministerio de Ambiente y Energía y la Asociación de Desarrollo de la comunidad.
Problemáticas ambientales como la extracción de material que afecta el cauce de los ríos, así como la deforestación en las fincas donde se encuentran los pozos y nacientes de agua no son problemas menores, máxime en una zona catalogada de alto riesgo por su propensión a las sequías y desabastecimiento de agua. Este es el caso de Higuerilla, una de las comunidades que se hallan sobre la cuenca del río Abangares, y en la que el acceso al agua potable depende del paso por la zona de los camiones cisterna del Instituto de Acueductos y Alcantarillados (AyA).
Abangaritos, Puntarenas. Una muestra de los cultivos extensivos en la zona del río Abangares, producción de sandía.
La tala ilegal de árboles, la extracción de materiales, así como los monocultivos extensivos y la ganadería a gran escala, son las principales problemáticas que ocasionan la sequía y contaminación de los ríos, teniendo un efecto directo sobre las formas de vida de las comunidades costeras, ya que la disminución en el nivel de agua de los ríos, así como la afectación por agroquímicos, genera contaminación en los manglares y por ende un impacto sobre las distintas especies marinas, así como en los modos de vida de las comunidades que dependen de la pesca y la “saca” de piangüa.
Abangaritos, Coyolito, Guacimal, Punta Morales, Manzanillo, Orocú, Malinche, Judas, Chomes, todas ellas de Puntarenas, son parte de las comunidades que pertenecen a la Alianza de Comunidades por la Defensa del Agua de Puntarenas, organización que tiene como propósito la defensa de los ríos frente a los proyectos de privatización, ya que se reconoce la importancia del agua para la vida y el derecho de las personas al acceso de dicho bien común.
Para más información con Dylanna Rodríguez tel. 8886 6291, docente del Programa Kioscos Socioambientales
FB: Kioscos Socioambientales Ucr
FB: Alianza de Comunidades por la Defensa del Agua de Puntarenas.
Un proyecto presente en comunidades que han sido afectadas por el monocultivo de piña
El Programa de Kioscos Socioambientales de la UCR ha acompañado a las comunidades afectadas por el monocultivo de la piña por más de una década.
Como parte de las soluciones a la problemática que genera la expansión del cultivo de la piña en nuestro país, la Universidad de Costa Rica ha estado presente en la mayoría de comunidades que han sido afectadas por este monocultivo, desde el 2008.
A través del Programa de Kioscos Socioambientales de la Vicerrectoría de Acción Social, nuestra institución ha trabajado de la mano con diferentes comunidades de la zona norte, del Caribe y el Pacífico para brindarles herramientas que les permitan organizarse a nivel local, para hacerle frente a la expansión piñera.
Una de las acciones más importantes fue la petición de moratoria a nivel nacional para el cultivo de piña que realizó el Consejo Universitario junto con el Programa de Kioscos Socioambientales.
Mediante esta acción, la UCR instó al gobierno y a las municipalidades de Siquirres, Guácimo, Pococí, Matina, San Carlos, Upala, Los Chiles, Guatuso, Sarapiquí, Grecia, Buenos Aires y Pérez Zeledón a declarar y aplicar la moratoria hasta que existiera en estos lugares una planificación territorial efectiva y una propuesta de gestión integral de la actividad piñera.
Presencia del monocultivo de piña en Costa Rica, foto: cortesía del Programa de Kioscos Socioambientales.
Durante una década, el Programa de Kioscos Socioambientales les ha brindado a estas comunidades apoyo para organización local, facilitándoles investigaciones y estudios técnicos sobre el impacto social, económico y de la actividad piñera, y fortaleciendo sus capacidades de organización para generar discusiones y acciones locales al respecto.
Asimismo, este programa ha trabajado junto con las municipalidades de estas regiones para que comprendan las consecuencias que genera el monocultivo de la piña en los mantos acuíferos, en los ríos y mares, en la salud de los habitantes y en la vida silvestre; y que de esta manera, los gobiernos locales tomen acciones políticas que garanticen los derechos de los habitantes de sus cantones a las condiciones ambientales y ecológicas que establece la constitución.
Todo este apoyo a comunidades en materia de defensa del territorio, monocultivo de piña, tenencia de la tierra y de conflictos por el agua, se ha llevado a cabo gracias al trabajo de decenas de estudiantes, y diferentes escuelas y centros de investigación de la Universidad de Costa Rica.
Actualmente el Programa de Kioscos Socioambientales de la UCR trabaja en un estudio de caso, en la comunidad de la Guaria de Pocosol de San Carlos, en donde acompaña a los pobladores en materia de organización comunal, pero también desarrolla el tema del impacto social y las condiciones laborales de los trabajadores de las piñeras.
“Este acercamiento con la comunidad de La Guaria en Pocosol nos ha permitido ver todo el proceso de expansión de la piña en un lugar, desde el inicio de cuando llega la empresa, hasta ahora que ya han avanzado los efectos de la expansión y se notan los cambios, esto es muy importante porque pudimos confirmar lo feroz que es la expansión, y acompañar a la comunidad en este proceso, pudimos observar que los pobladores tenían otras actividades económicas como la agricultura y la ganadería y que gracias a ellas vivían bien, pero que con la llegada de la piña poco a poco se les había vendido la idea que iban a tener más empleo, y que eso no es cierto, vimos también que los pobladores tienen muchos pozos artesanales, que lamentablemente van a terminar contaminados por los agroquímicos, y junto a la comunidad pudimos realizar varias acciones legales y denuncias, y seguimos trabajando” explicó Karina Valverde, docente del Programa de Kioscos Socioambientales.
Usted puede informarse más sobre la importante labor del Programa de Kioscos Socioambientales en esta página.
De acuerdo con los datos de la Cámara Nacional de Productores y Exportadores de Piña CANAPEP, en el 2017, la exportación de piña generó un total de 941.5 millones de dólares. Este producto se vende en su mayoría en América del Norte (53%) y en la Unión Europea (44%).
Vea esta semana en Encuentro TV UNA, el compromiso de llevar la Universidad a las comunidades. El Dr. Alberto Salom, rector de la Universidad Nacional, entrevista al Máster Kenneth Cubillo, subdirector de la División de Educación Rural, CIDE-UNA.
Enviado por Msc. Efraín Cavallini Acuña, Asesor Comunicación, Rectoría UNA.
Kioscos Socioambientales de la Universidad de Costa Rica
Representantes de las comunidades de Abangaritos, Malinche, Manzanillo y Guacimal, agrupadas en la Alianza de las comunidades por la defensa del Agua – Puntarenas, fueron las protagonistas del conversatorio: “Por la defensa de los Ríos del Pacífico Central”. Esta actividad sirvió para denunciar la destrucción de los modos de vida de las poblaciones en la costa, siendo uno de los efectos de la ganadería extensiva, el monocultivo de caña de azúcar, algodón transgénico, piña, palma africana y la tala indiscriminada en los alrededores de los ríos que desembocan en el Golfo de Nicoya.
Para estas comunidades, la contaminación por agroquímicos que generan los monocultivos del cantón central de Puntarenas, llega finalmente a los manglares de río, lo cual genera la muerte de un gran número de especies, acabando así con los modos de vida de las personas que viven de la pesca y “la saca” de piangüa y moluscos en estas comunidades.
Sin embargo, según las representantes de estas comunidades, la problemática por el agua no deviene únicamente de las actividades extractivas presentes en los ríos de la zona, sino que también es una problemática que pasa por la falta de acceso al agua para uso doméstico, en muchas comunidades de Puntarenas. Sundry Álvarez de la comunidad de Abangaritos, expuso la situación que se vive en la “Higuerilla”, donde el agua de la comunidad depende del reparto del AyA en camiones cisternas, situación que se repite en otras comunidades del país, especialmente durante la época seca.
Comunidades del cantón central de Puntarenas se reunieron el pasado 3 de mayo en la Universidad de Costa Rica con el fin de compartir su experiencia de organización, así como exponer las problemáticas ambientales que viven algunas comunidades por la sobreexplotación de los ríos del pacífico central.
Mientras Ana Cecilia Ugalde de la ASADA de Manzanillo que vive en una comunidad costera asegura que “antes teníamos moluscos y peces en nuestro patio que esta prácticamente en el mar, pero ahora la contaminación que llega al Golfo hace que tengamos que alejarse cada vez más para pescar”.
La Alianza ha denunciado la falta de política en el tema de las concesiones de agua, señalando a la Dirección de Aguas y al Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) y a las empresas agroindustriales de la condición crítica actual de las cuencas.
“Empresas agroindustriales acaparan los mayores volúmenes de agua en las cuencas de todo el Pacífico costarricense. En nuestra zona, sociedades ganaderas acaparan hasta el 80% del agua de un solo río”, afirma la Alianza (ver más en http://kioscosambientales.ucr.ac.cr/docs/publicaciones/alianzapacifico.pdf).
Las Asadas y comunidades son los principales afectados de esta problemática, pues tienen que hacer constantes racionamientos para el pueblo entero; por lo cual piden a las instituciones públicas debates sobre este tema, para poner un alto a esta crisis del recurso hídrico.
Para más información con Dylanna Rodríguez tel. 8886 6291, docente del Programa Kioscos Socioambientales y Danny Villalobos tel. 8781 4512 de la Alianza de Comunidades por la Defensa del Agua – Puntarenas.
Foto del río Guacimal el pasado 6 mayo del 2018 a unos 5 kilómetros de llegar al mar su cause se seca por la sobre explotación poniendo en riesgo el agua de la ASADAS de Chomes y otras comunidades costeñas cuyos pozos están a la orilla del río.
Este sábado 19 de mayo, en el marco de la visita de Ramón Vera desde México, integrante de GRAIN, la Asociación Comunidades de Guacimal, compartió sus semillas criollas durante la feria comunitaria que realizan todos los sábados. Rafael Jiménez conversó sobre las semillas centenarias que se trasladan de generación en generación, libres, mejoradas y adaptadas desde la cultura campesina. Semillas que compartió con el resto de la comunidad.
Dionisio Gonzales, por su parte, comentó su preocupación por la Ley de Certificación de Semillas y los grilletes que las corporaciones quieren poner al comercio de semillas campesinas, tal cual se anunció desde el TLC.
Otra de las actividades fue la proyección del documental: Semillas ¿propiedad colectiva o corporativa? construido colectivamente por muchas organizaciones en defensa de territorios de América Latina.
Ramón Vera compartió la experiencia de otras comunidades de América Latina que se encuentran en la defensa de las semillas, territorios y saberes. Adolfo de la Asociación Pro Cuenca del Río Jabonal, de Cerrillos, Esperanza, recalcó la importancia de volver a cultivos agroecológicos y al trabajo colectivo de procesos autogestionados.
La feria continúo con bailes desde la marimba, bingo y comidas deliciosas, con puros saberes y sabores de las mujeres, guardianas también de semillas.
Este espacio fue posible gracias a la organización de Asociación Comunidades, Kioscos Socioambientales, Red de Coordinación en Biodiversidad y Ramón Vera (GRAIN).
La UCR abrió sus puertas para mostrar el quehacer en el Pacífico con una exposición en Esparza y Puntarenas
La UCR ha contribuido a la alfabetización de las comunidades en la provincia de Puntarenas por medio de las iniciativas desarrolladas por los profesores y estudiantes de la Sede del Pacífico. (foto cortesía de la Vicerrectoría de Acción Social).
Aportar al mejoramiento de la calidad de vida de los pescadores y sus familias puntarenenses, y promover un ambiente sano en las comunidades son dos de los proyectos que la Sede del Pacífico de la Universidad de Costa Rica (UCR) dio a conocer en la Expo UCR 2018, realizada el 17 y 18 en el parque Pérez en Esparza y en El Cocal de Puntarenas.
Según expresó la profesora Stefany Forester Delgado, la Sede del Pacífico ha concentrado su trabajo en zonas vulnerables del cantón central de Puntarenas y sus alrededores, con un enfoque que integre las áreas sustantivas de la Universidad: docencia, investigación y acción social.
Como parte de este trabajo, en Fray Casiano, una comunidad de pescadores ubicada a orillas del estero en Puntarenas, se desarrolla el Trabajo Comunal Universitario (TCU) que busca recuperar la memoria histórica del lugar, al tiempo que se fortalecen las destrezas de lectura y escritura de los pescadores.
María Barboza Gutiérrez, coordinadora del TCU denominado «Recuperación de la historia comunitaria y alfabetización de las comunidades pesqueras» que se inició este año, afirmó que los estudios previos han indicado que algunas personas adultas de Fray Casiano no saben leer ni escribir o saben muy poco, lo cual representa una limitación para sus labores cotidianas.
«Ellos tienen a la par el estero de Puntarenas y viven de este recurso, pero el estero está muy contaminado y ellos quisieran rescatarlo. Siembran mangle, retiran la basura y también participan en otros proyectos ambientales, como limpiar playas y caminos», comentó la docente sobre la labor que en materia ambiental realizan los pescadores de Fray Casiano.
Conocer y aprender a conservar los recursos marinos son objetivos que comparten la Sede del Pacífico y el Parque Marino del Pacífico. En la Expo UCR en Esparza, los niños y las niñas pudieron apreciar y tocar algunos huesos de cocodrilos y otros animales. (foto Laura Rodríguez).
Estudiantes de las carreras de Administración Aduanera, Enseñanza del Inglés, Informática y Tecnología Multimedia y Gestión Empresarial se matricularon en este trabajo de extensión a la sociedad, que pretende fortalecer las habilidades de lectoescritura de los pescadores y sus familias mediante una metodología de recuperación de la historia de su comunidad. En el TCU participan alrededor de 15 personas de Fray Casiano.
Para esto, los estudiantes elaborarán hojas ilustradas basadas en la información recopilada sobre el pasado de la comunidad, que servirán como material de trabajo para los talleres de lectoescritura con los pescadores, indicó Barboza.
«Nuestro objetivo es lograr que ellos mejoren las habilidades de lectura y escritura, y que se identifiquen con su propia historia, que tienen guardada de manera oral», agregó. Esta memoria oral se incorporará a una base de datos con testimonios e historias de vida de los habitantes de Fray Casiano.
La coordinadora del TCU explicó que los resultados también serán expuestos en la comunidad para que el resto de habitantes los conozcan, así como se compartirán con la población puntarenense.
Ambiente y ecosistemas marinos
Vivir en un ambiente sano y reducir la huella ambiental constituyen también prioridades de trabajo de la Sede del Pacífico en su zona de influencia.
Las iniciativas ambientales se desarrollan en diferentes poblaciones a fin de promover acciones que minimicen el impacto ambiental y sensibilizar a las poblaciones locales sobre la necesidad de impulsar estrategias de protección ambiental, comentó la profesora Forester, coordinadora de este proyecto de acción social.
«La situación ambiental generalmente tiene una relación directa con las condiciones sociales y económicas de las comunidades. Trabajamos con grupos organizados, entre estos: asociaciones de desarrollo, de pescadores, de artesanos, escuelas, colegios, adultos mayores y mujeres», detalló Fórester.
La relación que establecen con las comunidades parte de la identificación de sus condiciones sociales y ambientales, y de sus preocupaciones, dijo Fórester. «Lo primero que hacemos es un diagnóstico para conocer cómo las personas perciben su contexto y cómo desde la Universidad los podemos apoyar. Nosotros respetamos la voz de las comunidades, qué quieren, qué les parece, y en función de esto mantenemos o cambiamos las estrategias», recalcó.
El manejo de los desechos sólidos ha sido una constante en el trabajo ambiental que la Sede del Pacífico desarrolla con las comunidades puntarenenses. (foto archivo ODI).
Los temas de mayor recurrencia son el manejo de los residuos sólidos, para lo cual se han establecido alianzas con otras instituciones, y del agua, pues de las acciones humanas depende una mayor o menor contaminación de este recurso vital para la vida en el planeta.
El conocimiento de los ecosistemas marinos por parte de las comunidades también forma parte de las iniciativas que la Sede del Pacífico impulsa, ya que de esta manera la población puede aprender a valorarlos y a conservarlos. «Vivimos rodeados de agua: por un lado el mar y por el otro el estero», aseguró Fórester. De allí que es necesario «que la gente conozca qué hay debajo del agua y aprenda a conservar los recursos marinocosteros y a entender cómo la salud del mar repercute en sus actividades socioeconómicas», destacó.
La profesora afirmó que con el apoyo de la UCR se han sembrado 500 árboles de coco en toda la costa en campañas de reforestación en las playas y en la cuenca baja y media de los ríos Barranca y Jesús María.
Asimismo, junto al Parque Marino del Pacífico, con el que la UCR firmó un convenio de cooperación, existe un proyecto de acción social denominado «Redescubriendo Puntarenas», que desarrolla actividades dirigidas principalmente a que los niños y los jóvenes interioricen la importancia de valorar los recursos naturales y la biodiversidad marina, lo que forma parte de su patrimonio cultural.
La Fiesta del Agua Longo Mai nació hace cuatro años, como una forma de celebrar el Agua y los Ríos para la Vida, en plena lucha de las comunidades por la defensa de los Ríos Convento y Sonador, de la construcción proyectos hidroeléctricos PH Monteverde I y PH Monteverde II, para la generación de electricidad por parte de una empresa privada.
“Hace ya dos años que las ganas de festejar se nos multiplicó, cuando logramos archivar estos dos proyectos en la SETENA y sumar dos victorias más para la gente y la Naturaleza” aseguro Angélica Alvarado de la Comisión Defensora de los Ríos Convento y Sonador (ver memoria).
Así que le invitamos este próximo sábado 12 de mayo para que venga y celebremos en comunidad la Cuarta Fiesta del Agua Longo Mai, a partir de las 9:00 a.m. en el Rancho de UNAPROA, en Longo Mai de Volcán de Buenos Aires. Este día estaremos vecinos y vecinas de los Ríos Convento y Sonador, con el apoyo del programa Kioskos Socioambientales y estudiantes de TCU de la Universidad de Costa Rica, de la Federación Ecologista (FECON), así como de personas de diferentes partes del país, realizaremos juegos para niños y niñas, talleres y charlas, así como una grandiosa noche cultural con varios artistas, cerrando con el Circo Fantazzticoy la cantante Guadalupe Urbina. Tendremos un conversatorio con invitados muy especiales que nos acompañaran de la Comisión Pro Defensa del Río San Rafael y de la Alianza de las Comunidades por la Defensa del Agua, que compartirán un poco sobre su experiencia y sobre la situación de la lucha por la defensa del agua en el país.
Según Angélica Alvarado. “También se realizará un intercambio de semillas y feria de agricultura durante todo el día. Nuestra meta es la de activar la economía local y la de continuar la tradición del intercambio, especialmente el de las semillas, que es, junto con el agua, la base de nuestro sustento. ¡Queremos Ríos y Semillas libres, para seguir sembrando!”
En el pueblo de Longo Mai se promueve el turismo rural comunitario, por lo que contamos con hospedajes económicos en las casas de los vecinos y vecinas, para que quien quiera pueda pasar la noche en el lugar y disfrutar de todo el Festival con tranquilidad. La zona, además, cuenta con varios atractivos como lo son el bello Rio Convento, por supuesto, con sus deliciosas pozas, petroglifos dentro y fuera de la comunidad, senderos por el bosque, la famosa piedra de Convento y para los más aventureros, la grandiosa poza la Perica.
¡Venga a resistir, recordar y celebrar con nosotros y nosotras cuatro años de Fiesta por el Agua y por la Vida!
¿Cómo llegar? Desde San José hasta Longo Mai puede tomar en bus de la empresa TRACOPA, desde San Isidro son unos 45 minutos (ver más en http://www.sonador.info/es/index.html)
Para más información con Angélica Alvarado al 8583-0253.
Representantes de distintas regiones del país se reunieron en San José para exponer las problemáticas del cultivo de piña en sus comunidades
El pasado jueves 19 de abril, representantes de comunidades campesinas y ambientalistas; junto a estudiantes del TCU “Cartografiando el conflicto Socioambiental” de la Escuela de Ciencias Políticas de la Universidad de Costa Rica, compartieron sus experiencias respecto a las problemáticas socioambientales que se viven en distintas regiones del país a raíz de la producción piñera.
Las personas asistentes aprovecharon el espacio para hacer un repaso histórico de la lucha de las comunidades por atender las problemáticas que conlleva la producción piñera en las regiones más periféricas del país. Además, se discutió sobre la negativa del actual gobierno en aprobar una moratoria a la expansión piñera; y se expuso sobre el creciente aumento en la producción de este monocultivo. Según Henry Picado, de la Red de Coordinación en Biodiversidad, “cada año la producción piñera aumenta aproximadamente un 7%”; lo que representa 4000 nuevas hectáreas dedicadas a la plantación de piña, de las cuales un 25% se hallan en áreas protegidas.
Por su parte, jóvenes del cantón de Siquirres, agrupados en la organización COCOA, manifestaron su interés por denunciar las contaminaciones que desde el año 2010, sufre la ASADA de Milano de Siquirres a causa de las plantaciones piñeras que se encuentran en la zona.
“Como miembros de la comunidad estamos en este encuentro por la contaminación con agroquímicos de una de las cinco fuentes de agua que abastecen a la comunidad. Hace 15 años se demostró que esta fuente de agua fue contaminada por el cambio en el uso de suelo al cultivar piña, ya que anteriormente, en esas tierras, se cultivaba guanábana, y no se usaban agroquímicos tan pesados como el bromacil, el cual se usa en la producción de piña” (…) Según Gabriel, de la organización COCOA: “queremos que gente joven, gente adulta, que talvez quiere incorporarse y no sabe mucho, se sume y nos apoye para detener o aplacar la contaminación piñera”.
Este espacio representa el primer encuentro de FRENASAPP (Frente Nacional de Sectores Afectados por la Producción Piñera), de cara al Encuentro de Personas Afectadas por el Agronegocio, que se llevará a cabo el próximo 16 y 17 de agosto en San José.
Encuentro de Personas Afectadas por el Agronegocio, 2017, 22 de junio, Revista la Agroecóloga.
Enviado por Kioscos Socioambientales de la Universidad de Costa Rica.