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Etiqueta: conflicto armado

SIFUPCR: Cápsula informativa 5 sobre el conflicto ruso-ucraniano

Juan Carlos Durán Castro 

En esta quinta cápsula, Juan Carlos Durán Castro, del SIFUPCR (Sindicato de Funcionarios Públicos y Privados de Costa Rica), discute sobre el populismo de derecha y el neofascismo como contexto del conflicto armado actual entre Rusia y Ucrania, también conocido como la Guerra del Dombás.

En particular, discute sobre las elecciones costarricenses y el espectro político de los dos partidos de la segunda ronda, el Partido Liberación Nacional y el Partido Progreso Social Demócrata. Además, hace énfasis sobre el riesgo que el resultado de las elecciones podría tener sobre la institucionalidad costarricense.

A continuación, compartimos el video:

SIFUPCR: Cápsula informativa 4 sobre el conflicto ruso-ucraniano

Juan Carlos Duran Castro 

En esta cuarta cápsula, Juan Carlos Durán Castro, del SIFUPCR (Sindicato de Funcionarios Públicos y Privados de Costa Rica), discute sobre riesgos militares y del mercado en el trasfondo del conflicto armado actual entre Rusia y Ucrania, también conocido como la Guerra del Dombás.

En particular, discute sobre la potencia de la fuerza militar rusa y el riesgo latente. Además, habla sobre el expansionismo de mercado y de la guerra por los consumidores, y su implicaciones para latinoamérica.

A continuación, compartimos el video:

SIFUPCR: Cápsula informativa 3 sobre el conflicto ruso-ucraniano

Juan Carlos Duran Castro

En esta tercera cápsula, Juan Carlos Durán Castro, del SIFUPCR (Sindicato de Funcionarios Públicos y Privados de Costa Rica), discute sobre la relevancia que tiene el conflicto armado actual entre Rusia y Ucrania, también conocido como la Guerra del Dombás, sobre los mercados y la política internacional. 

El conflicto tiene un trasfondo histórico en la geopolítica y los mercados internacionales, donde los Estados Unidos buscan retomar la hegemonía que tenían sobre los mercados asiáticos y europeos. Por consecuencia, se está afectando el mercado y las relaciones entre China y los países europeos. Los cambios económicos, en particular el precio del petróleo, tienen efecto sobre las tasas de inflación y migración, pero sus efectos se pueden observar alrededor del mundo, incluyendo en América Latina.

A continuación, compartimos el video:

SIFUPCR: Cápsula informativa 2 sobre el conflicto ruso-ucraniano

Juan Carlos Duran Castro 

En esta segunda cápsula, Juan Carlos Durán Castro, del SIFUPCR (Sindicato de Funcionarios Públicos y Privados de Costa Rica), discute sobre «leyendas urbanas» encontradas en las redes de comunicación y en el periodismo alrededor del conflicto armado actual entre Rusia y Ucrania, también conocido como la Guerra del Dombás.

En particular, discute sobre tres puntos: el estado mental de Vladimir Putin, su ideología política, y el mito de la «amenaza comunista», resaltando el ajedrez político de la «guerra fría por los mercados» entre el occidente y el oriente.

A continuación, compartimos el video:

SIFUPCR: Cápsula informatíva 1 sobre el conflicto ruso-ucraniano

Juan Carlos Duran Castro

En esta primera cápsula, Juan Carlos Durán, del SIFUPCR (Sindicato de Funcionarios Públicos y Privados de Costa Rica), discute sobre la relevancia, los antecedentes, y el contexto histórico del conflicto armado actual entre Rusia y Ucrania, también conocido como la Guerra del Dombás.

El conflicto tiene connotaciones y características de una guerra mundial, en lo político, financiero, cultural, y en todos los ámbitos de la vida humana. Por lo tanto, la disputa por los mercados se tiene que evaluar desde esa perspectiva, considerando que los Estados Unidos ha perdido su hegemonía en los mercados africanos y asiáticos, y por lo tanto «le urge retomar con esta jugada la hegemonía y rescatar, al menos, el mercado europeo».

A continuación, compartimos el video:

La reivindicación femenina

Por Carlos Meneses Reyes

Significativo y de valor, resulta la conformación de listas en el Pacto Histórico, por el alto porcentaje de mujeres que aspiran, en Colombia, a la representatividad política, por zonas regionales provinciales y departamentales; producto de la equivalencia en la igualdad de aspiración a cargos de elección popular, en un sentido de género; superando flancos problemáticos con el feminismo.

Valga la presente semblanza de la aspirante a la Cámara de Representantes, en lista cerrada por el Departamento de Norte de Santander, a nombre del Pacto Histórico, con miras a hacerla extensiva- a nivel nacional- en la serie de recomendaciones y caracterizaciones, que contiene y significa, en las actuales condiciones del país, la noble aspiración a hacer parte de un cuerpo colegiado legislativo, en el entorno del proceso electoral actual. Un proceso electoral que mantiene en impaciencia y sobresaltada a la opinión pública internacional, por la constante de un sistema electoral, concebido, ajustado y aceitado para el fraude y que califica como totalmente desprestigiado. Que, a su vez, ante la opinión pública nacional (refiriéndome por ésta a aquella que no está intoxicada por la mediática dictatorial), el poder legislativo, marca un aspecto de referencia por lo característico de anti popular y anti democrático de sus actuaciones; por sus posturas infieles a los intereses populares y por los alcances de una representación obtenida por fraudes y negociaciones de casino; a la sombra pérfida de un sistema electoral, corrupto, decadente y carente de fe pública y oscuridad en el escrutinio .

Mencionar a ALIX MARINA OJEDA ALVAREZ, como aspirante a la Cámara de Representantes, encabezando la lista del Pacto Histórico, en el Norte de Santander, significa aludir al papel de la mujer en la Provincia de Ocaña. En ese sentido, Alix Marina Ojeda Álvarez, es la expresión más representativa de la mujer actual, como ama de casa, con conocimiento de los recursos públicos, durante el desempeño como funcionaria de la empresa pública Telecom; profesional del Derecho, que ha sabido combinar su conocimiento, interpretando y difundiendo por los medios de comunicación, que la destaca como conocida, en el aspecto académico del periodismo. Una activista social de cara a abordar los temas álgidos de la conflictiva situación política y social de Colombia y en especial de la región del Catatumbo nortesantandereano.

Por primera vez, una mujer (de pesos político especifico), aspira a un cargo de elección popular para representar a la Provincia de Ocaña y al Departamento de Norte de Santander, en los escaños del Congreso de la República. No se da a conocer como una política profesional, en que todos sus réditos provengan de la política. Por el contrario, ella es un ejemplo de participación ciudadana, en el ejercicio democrático de la política; en aplicación de mecanismos y salidas decentes en su práctica. Por ello huelga explicar, que lo de “peso político especifico”, concierne al apoyo de su concepción, fundamentados en los Programas Políticos, que expresa el acumulado de experiencias y conjunto de ideas propuestas, que sustentan la representación de país y soberanía que sobre el tema sostiene y apoya la Colombia Humana y en especial el Pacto Histórico.

Alix Marina Ojeda Álvarez, reivindica el contenido del discurso político por el cambio; superando el enlodamiento demagogo del clientelismo traqueto, por el de la altivez en el compromiso adquirido con los votantes, que depositaran en ella su confianza y mandato.

Alix Marina Ojeda Álvarez, se deberá a las comunidades; es decir, a todo el conglomerado que reclama la participación directa democrática en los destinos de sus intereses y soluciones a las necesidades que les aquejan. Por ello, el mandato a asumir es el de los intereses de la pluralidad colectiva, cuyo soporte no será el lobby, caracterizado por el acato a sujetos y personas con influencias de poder político y económico y que sustentan el actual dominio de la corrupción y la pérdida de valores; sino el del Poder Popular, como mandataria de la pluralidad colectiva de las agrupaciones de las organizaciones de masas, sociales, populares y políticas. En uso y aplicación veraz de los instrumentos de participación política directa del pueblo colombiano, que son letra muerta en la norma constitucional actual. En este sentido, su labor, como representante en el poder legislativo, apuntará a la efectividad de los mecanismos de participación directa del pueblo colombiano, expresados en la revocatoria del mandato, el cabildo abierto popular, la asamblea popular, la reunión de juntas populares permanentes locales; en las que la agrupación de las colectividades, sus reuniones y asambleas, garanticen los mecanismos de participación democrática directa y de lo representativo, expresadas, en el plebiscito, los referéndum, el uso de las tutelas y las acciones populares, sobre todo en defensa de la naturaleza, la riqueza hidráulica y marina de la nación colombiana.

Alix Marina Ojeda Álvarez, representa el reto, para arrebatar aquellos espacios usurpados y lograr superar el vacío dejado por lideres y lideresas asesinados. Sus propuestas van en contraria de los intereses de los poderes hegemónicos locales; persistentes en mantener la continuidad del conflicto armado interno y bajo fuerte influencia por beneficiarios del narcotráfico.

En el caso particular del Norte de Santander, el reto de la aspirante a la Cámara. Alix María Ojeda Álvarez, radica en superar a la derecha militarista del clientelista Wilmer Carrillo, en 17 municipios del Norte de Santander, en donde contabilizaran votos comprados de bases liberales. Además, del reto en proyecciones para ser la sepultadora del actual representante a la cámara por el partido conservador, Ciro Rodríguez: un exponente de lo retardatorio y corrupto, que cínicamente aspira a repetir, pese a su rosario de calamidades. Tal falsedad, desvergüenza y maldad, raya con lo cínico, en una práctica que lo caracteriza, por actuar generalmente en forma de burla disimulada, totalmente diferente a lo que dice, prédica y práctica.

Alix Marina Ojeda Álvarez, por sus raíces familiares liberales, redundara en beneficio a lo programático Alternativo Popular. Al propulsor Gustavo Petro, se le ha caracterizado política e ideológicamente, como un socialdemócrata con ideas liberales. Sus ideas sobre la distribución de la renta; el impulso de un desarrollo del capitalismo productivo, en un modelo económico de energías no fósiles y basado en lo agro productivo de soberanía nacional alimentaria y exportación de excedentes; así como la inclusión de subjetividades como la elección de sexo, la libre determinación de autonomía y personalidad, el feminismo, entre otros logros, no son en contenido alguno socialistas.

Asistimos un momento histórico de superación de un modelo económico salvaje y afrontar las reformas radicales estructurales y de fondo que la sociedad colombiana requiere, para dejar atrás los múltiples conflictos que asolan a la nación colombiana; en particular, la salida política definitiva del conflicto armado interno.

Que, así como en el entorno de la Provincia de Ocaña y el Catatumbo en el Norte de Santander, se pudiere en otras regiones de Colombia destacar la valía de la mujer activista. Alix Marina Ojeda Awad, se ha convertido en la abanderada del recuerdo perenne de mujeres como María Susana Awad de Ojeda, quien, gracias a sus desempeños políticos, por ser luchadora infatigable por obtener el voto femenino en Colombia que materializo en el año de 1957, fue ungida como la primera alcaldesa nombrada en Colombia, posesionándose como alcalde de Ocaña el 17 de octubre de 1961. De Alix Marina Ojeda Álvarez, expresó en documento, Doña María Susana, quien falleció hace dos años a la edad de 100 años: “Hoy, a los 98 años, me siento orgullosa de que una mujer ocañera aspire a la Cámara, enarbolando las banderas de las reivindicaciones sociales, políticas y de las mujeres”.

Con la declaración de Doña María Susana Awad de Ojeda, se reivindica política y moralmente la figura de la mujer ocañera. Doña María Susana Awad de Ojeda, mostrando un aspecto hermoso y de buena salud, a sus 98 años, eleva al pedestal de la figura icónica de la publicidad, la imagen de la candidata Alix Marina Ojeda Álvarez, a semejanza y representación de su acumulado de valores, cual potencial armónico que fluye en estruendoso y saludable impacto. Al evocar, por provenir de ella, el apoyo a la aspiración electoral de Alix Marina, propendiendo a la elevación de la escogencia moral, del acierto político en la preferencia a la adulada, con el propósito o fin de no ocultar, que al presentarla a semejanza de su pulcra vida política y esa sí de ciudadana de bien, genera la satisfacción propia de un mensaje que ha sido integra y totalmente asimilado.

Saludable, desde todo punto de vista el gesto político de Doña María Susana Awad de Ojeda, a favor de la dirigente popular Alix Marina Ojeda Álvarez, en fórmula con la aspiración al Senado y hoy senador campesino Alberto Castilla, en las pasadas elecciones de 2.018 (1)

Motiva el presente artículo la evocación a la mujer, tan cercana la fecha a su reconocimiento internacional, el próximo 8 de marzo. Rememoro y cito, para concluir, con el famoso contenido que encierra el adagio oriental “las mujeres sostienen la mitad del cielo”.

(1) Artículo de David Humberto Ojeda Awad. “María Susana Awad Maestre. Algunos episodios de su vida”.

La clave en la información

Por Carlos Meneses Reyes

La noticia, con foto incluida, de un combatiente de las FARC, frente 28, abatido en enfrentamientos con el insurgente Ejército de Liberación de Colombia – E.L.N, en la frontera del Estado Apure (Venezuela) con el Departamento de Arauca (Colombia), debidamente equipado con uniforme mixto camuflado, perteneciente al ejército colombiano e insignias de la torcida facción de las FARC; constituye prueba indiciaria de la infiltración del ejército colombiano Made in Usa; del carácter expansivo militarista(tanto militar como política) de la oligarquía colombiana, de la mano con el ejército invasor imperial, a quien el títere sub presidente de turno, no pide explicación de su presencia y si lo hace, en lastimera suplica, a la República Rusa, por la supuesta presencia de tropas rusas en el sagrado territorio donde nació Simón Bolívar.

La valiente denuncia del Dr. Alirio Uribe Muñoz, candidato por Bogotá DC, a la Cámara, por el Pacto Histórico, resaltando explicaciones sobre el suceso en registro fotográfico; sustenta, de manera confiable, el contenido de mi artículo: “La Situación Insurgente” de fecha 27 de enero de 2022, en el que analizo el momento de insurrección en la frontera nororiental y el dominio territorial de fuerzas rebeldes colombianas. Dicho artículo corresponde a un material de referencia, en cuanto a la situación de las antiguas Farc, fraccionadas, en lo que he dado en llamar “Tres en Uno” a que fue convertida las extintas FARC-EP, por el malogrado Acuerdo de terminación del Conflicto Armado Interno con las FARC-EP (que no “proceso de paz”) y su no implementación, por el régimen narco paramilitar en el poder, que no ha cesado esfuerzos en “hacerlo trizas”.

La labor de un comentarista o analista, sobre las situaciones álgidas generadas durante el conflicto armado interno colombiano, difiere de las posiciones respetables de organizaciones sociales, populares y hasta de portales independientes informativos.

Destaco el ingente esfuerzo de los analistas de base popular, generalmente de provincia, que con las uñas, escarban en lo publicado por la mediática colombiana e internacional, conforme al conduccionismo de información que el generalato colombiano monopoliza- cual funcionarios nazis de inteligencia- sobre que permiten dar a conocer, si o no, acerca de los sucesos del conflicto armado interno colombiano y a los que los dueños de los medios de alienación masiva colombianos, en forma genuflexa, prestos publican.

En Colombia, un analista independiente del conflicto armado interno acude a un método deductivo de lo publicado por la multimedia. Recurre a la aplicación metodológica de la inducción, en cuanto a lo contradictorio que resulta lo enunciado, con la génesis u origen de la noticia falsaria. Utiliza el método dialéctico, para contribuir, con una dosis de capacidad de análisis, a acceder a una premisa creíble, sin incurrir en el silogismo; actuando sobre el manejo de presunción; para obtener un panorama de conjetura, bajo postulados de situación hipotética, que confluya en realidades y no en los falsos positivos gubernamentales e institucionales. Es ese el reto de la inteligencia popular, ante el poder de la dictadura mediática. Ahí radica la clave de un término medio de la información. El analista en modo alguno es periodista, pues lo motiva la sustentación ideológica conforme a su concepción del mundo y en particular, del múltiple conflicto colombiano.

Muy pocas voces o escritos alternativos encuentro, a la fecha, de analistas del conflicto colombiano, que ahonden sobre la problemática vivida en la región nororiental y en particular en la frontera de Arauca y el Estado Apure. Los medios alternativos están huérfanos de editorializar al respecto. Ha transcurrido el mes, desde los enfrentamientos del ELN contra las facciones frentes 10 y 28 de las FARC, que operan en territorio venezolano. La mediática magnifica su accionar a limites extraterritoriales inconcebibles, alejando a la opinión pública nacional e internacional. Invito a que vayamos al meollo de la cuestión.

Comprensión del conflicto

La frontera colombo-venezolana es un corredor de vida, que los perros de la guerra colombianos y del Pentágono han convertido en escenario de amedrantamiento, rabia, rebeldía, con la imposición de la matanza militar, ante la decisión de un pueblo sufrido por su permanencia en el territorio; reconstruir el tejido social hacia una nueva sociedad, por una Colombia libre y soberana.

En Arauca, por ejemplo, a diferencia de El Catatumbo, aplicó la erradicación de sustitución voluntaria de cultivos ilícitos- impulsada por el ELN y la sociedad civil-para que el gobierno y el generalato continúen con el falsario método de colocar en un mismo recipiente a todas las manifestaciones delictivas armadas, junto con los actores del conflicto armado en Colombia, que se circunscribe a organizaciones insurrectas con estatus de beligerantes y la fuerza pública estatal, contra la que combaten.

Desde el levantamiento popular en noviembre de 2.019, conocido como el Paro Nacional, iniciado el 21 de noviembre (21N), la protesta popular ha sido constante, no atendida por lo gubernamental; pero tampoco acallada. Lo iniciado el 28 de abril de 2.021, (28A) corresponde llamarlo Paro Político Nacional (PPN) y la protesta es ciudadana y popular y no (solo) reivindicativa, gremial, laboral… A la fecha, se puede afirmar que el asunto, como materia y motivo a resolverse es de resultado y esencia originaria de motivación política, como protesta interminable y en escala, que suscitó el Paro Nacional desde el 28A, en forma creciente, ascendentes, de espiral imparable. No se registra antecedente que la represión policial-militar pueda dar al traste con esta clase de protesta política. Desde entonces, el 28 de cada mes, la ciudadanía protesta en ciudades del país y las distintas expresiones de lucha popular atinan en mantener la chispa y el ánimo de rebeldía ya iniciado. Por más judicialización de la protesta y normativas pretorianas de “seguridad”, el conflicto político y social predomina. Es en ese escenario de conflicto que corresponde ubicar a la llamada “situación de Arauca”.

El ejercito oligárquico busca control del enclave minero energético, fortalecer la ofensiva neoliberal extractivista e implementar las zonas futuro.

Al movimiento popular colombiano le asiste y motiva una vocación de poder popular. El objetivo del Narco Estado imperante, con su ejército expansionista, apunta a los defensores del territorio, que luchan contra la erradicación forzada de cultivos ilícitos; enfrentando las políticas económicas extractoras, en lo de minería y deforestación, que imponen una situación de conflicto y miseria. Señalan a los y las lideres sociales, que por su arraigo popular, constituyen el factor incomodo, para la secta-que no partido- en el poder, y para la continuidad de un sistema electorero, corrupto e imperante en el país. Marcan, con el estigma contra insurgente, a toda manifestación y expresión en combatir las políticas neoliberales, de saqueo al erario público; de destino inconmensurable de recursos presupuéstales para la guerra; el rechazo a la privatización de la salud; la privatización a ultranza de los servicios públicos esenciales de la nación colombiana. Dirigen las balas asesinas hacia inermes desmovilizados de las antiguas FARC-EP, sin ocultar lo fallido e ineficacia de un Estado, asistido por una élite en politiquería, de espaldas a la realidad y aspiraciones de paz del pueblo colombiano, que hizo trizas lo pactado en La Habana y el Teatro Colón.

Como meollo del asunto corresponde ubicar el conflicto de Arauca, en las expresiones públicas de las organizaciones sociales, sindicales, populares, cuyas sedes y lideres son ahora objeto de ataques explosivos, por parte de instrumentos del narco para militarismo colombiano, que le lavan la cara, al ejército estatal, en aplicación oficial de la política del Bloque Hegemónico Oligárquico de Poder Contra insurgente y terrorista.

El próximo pasado 11 de enero, afirmó en su comunicado, la Asociación Nacional Campesina José Antonio Galán Zorro (Asonalca), que Arauca es “uno de los departamentos más militarizados del país, con una relación aproximada de un soldado por cada 29 habitantes”. – También aseguró que esta militarización se enfoca en áreas en las que las comunidades han establecido los proyectos autónomos de Territorios Campesinos Agroalimentarios. Y se elevan explicaciones que visualizan la situación de la región fronteriza con Venezuela, como de crisis humanitaria, grave y preocupante; sin ser nueva, ni peor. Tampoco que su principal causa sea la confrontación armada entre la guerrilla del ELN y la facción de las FARC, frentes 10 y 28. Lo explica es la contra insurgencia del Plan Colombia y lo complementa la confrontación armada contra la resistencia popular. La dictadura mediática atiza el fuego, de querer incluirlo todo en el narcotráfico. Buscan colocar dos bases militares más en Arauca bajo el prurito de hacer creer que el conflicto armado se resuelve con más militarización.

Se impone la resistencia y solidaridad con la lucha del pueblo colombiano y en particular con el araucano, en conjunto y por transformaciones estructurarles, que en Ensayo aparte he dado en llamar: el momento histórico de una Revolución Institucional.

Anotaciones sobre el recrudecimiento del conflicto armado interno en Colombia

Por Carlos Meneses Reyes

El conflicto armado interno colombiano, presenta visos de incremento e intensidad. Se yergue enhiesto, cuál retador desafiante, por más que la política de bloque oligárquico contra insurgente lo desconozca e intente acallarlo; haciendo cada día más difícil el entorno gobernable al cual se enfrenta un gobierno títere, del amo imperial.

En el lenguaje político destacase la tenacidad y persistencia, aún sea de gestión individual, para la obtención de un objetivo; pero resulta de eficacia relativa y por ende errónea, cuando se alista como un recurso sectario, no se admite, al contrario, ni el libre juego de las contradicciones; imponiéndose la cero tolerancia, entronizándolo en la verdad sabida y la buena fe guardada, pese a la notoria secuencia de errores. Así, se puede calificar a un gobernante de contumaz o sobre todo a una política a aplicar, degradada en contumacia; es decir, perseverante en el error y la ineficacia. A eso también se conoce como una habilidad ciega para gobernar. Es tal cual sucede con la negación del conflicto armado interno en Colombia y la obcecada, oscura y testaruda posición oligárquica, nublando la capacidad analítica y reflexiva, que conlleva a la inexistencia de un objetivo al cual confluyen, inexorablemente, la dinámica de la actuación política, por algo tan burdamente negado.

Para el corriente año en curso de 2021, el desplazamiento masivo de víctimas que huyen por los enfrentamientos en el campo, por parte de insurgentes contra las tropas gubernamentales, llegó a 57.100 personas; lo cual significó un incremento del 135%, en relación con el año anterior.

En Puerto Berrio, ubicado en el río Magdalena, a 335 kilómetros de Bogotá. DC, contabilizan el número de cadáveres, que han flotado, producto del conflicto armado y que reposan en tumbas como NN; en lo dado en llamar la adopción de muertos recogidos que tira el río, como a los “pobres de solemnidad”. La mayoría de esos cuerpos fueron recogidos y a la fecha, en labor de identificación, por actuaciones de la JEP, se encuentran con signos de violencia, impacto de bala, amarradas sus manos y pies. Corresponde a la incansable labor de hallar entre 80.000 y 120.000 desaparecidos, que ha dejado el conflicto armado interno en Colombia, en más de cincuenta años y que pese a la desmovilización de las antiguas FARC, continúa creciendo.

En Ituango, Antioquia, sumaban 3.500 campesinos que tuvieron que abandonar sus viviendas, animales y cosechas, ante los crecientes combates de guerrilleros con tropas del ejército.

El diario El Espectador en edición del 27 de julio de 2.021, destacó que “El de Ituango es el desplazamiento más grande en la historia de Antioquia”. En total 3.7321 campesinos, de 1.548 núcleos familiares, han tenido que abandonar sus viviendas, recientemente, ante el aumento de los enfrentamientos armados en sus lugares de habitación. Están siendo afectadas 28 veredas, de ese municipio. No existe acceso a la cabecera municipal, tanto por los enfrentamientos, como por el fuerte invierno.

Según Harold Cadena Vidal, representante de la Oficina para Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas en Colombia (OCHA), la cifra de desplazados en la región de río San Juan asciende a 4.608 y la de confinados a 33.280. El Río San Juan es el más importante de los ríos de la vertiente del Pacífico colombiano y recorre el sur occidente de El Chocó, pasa por territorio vallecaucano y desemboca en el océano Pacifico.

Destacando solamente algunos sucesos, al 21-10, se recrudece el conflicto en el Departamento del Cauca, Colombia. En lo que va del año 2021, han sido asesinados 23 líderes y defensores de Derechos Humanos (DD.HH.) y han ocurrido 14 masacres, las cuales se han saldado con la muerte de 43 personas.

Según Indepaz, un total de 293 líderes sociales y defensores de DD.HH. han sido asesinados en ese departamento desde la firma del Acuerdo de Paz (noviembre de 2016) hasta la fecha. En total de 229 murieron víctimas de asesinatos selectivos, durante el mandato del sub presidente Iván Duque, iniciado en agosto de 2.018.

Se registra en Colombia la masacre número 78, con el asesinato de los hermanos José Norbeý, José Javier y Édison Reyes Mosquera, en el municipio de Cajibío, Corregimiento Casas Bajas. Vereda Puerto Alto, el 15 de octubre.

Grupos armados provocan el desplazamiento de 3.700 campesinos en el municipio colombiano de Ituango. Luego se agrava el desplazamiento en Ituango, con más de 40.000 personas… La ONU advierte que el desplazamiento en Colombia va en aumento del 193% al 235%, en los Departamentos de Cauca, Antioquia, Nariño. Se registran 67.000 desplazados, 10.000 más confinados; hasta una cifra de 30.052 personas en esa situación. Mas de 1.000 niños desplazados y con hambre, tras diez días de combate ininterrumpidos del ejercito contra las guerrillas insurgentes. La explicación o posición oficial habla de disputa territoriales entre grupos armados y no de enfrentamientos con el ejército, manipulando lo de recompensas, entregas etc. Pura falsa media.

En el Departamento fronterizo de Nariño, aumenta a 40.000 el número de desplazados y sobrepasan los 21.000 desplazados en el Triángulo de Telembi, en el presente año.

El lunes 11 de octubre, con explosivo atentaron contra gobernador del Meta., a su paso por una carretera. Y el gobernador del Magdalena, hubo de abandonar el país, al ser informado de un inminente atentado en su contra.

Desde la firma de los Acuerdos con las desmovilizadas FARC, en 2016, han sido asesinados 1.218 lideres sociales. En el Departamento del Cauca, en lo que va del año 2.021, han sido asesinados 23 lideres y defensores de derechos humanos y ocurrido 14 masacres, para un total de 43 personas asesinadas.

El recrudecimiento de las acciones contra el ejército y la policía no merma. Hasta la naturaleza pareciere estar en su contra, luego que un rayo cayó y afectó a cinco soldados en zona rural del norte del Cauca, vereda La Venta, municipio de Cajibío. A ello se agrega, un suicidio y el asesinato de un soldado por su compañero de guardia. Al menos registro un caso de deserción de un soldado del ejército made in Usa, con todo y armamento.

En ese rosario de afectaciones, se registra que ladrones entraron al batallón Pichincha, sede de la tercera brigada del ejército en Cali, golpearon a un soldado de guardia y le robaron el fusil. El hecho ocurrió en la madrugada del viernes 21 de octubre. El ejercito admite que no ha podido recuperar el fusil. Sin lugar a duda no se trata de un simple pasaje de ladronzuelos, que en número indeterminado asaltaron esas instalaciones super resguardadas y protegidas. Para la inteligencia popular, más bien obedece a una acción de comando, realizado por los llamados “pisa suave”, milicianos entrenados en combate para acciones de comando. Eso, obvio, que lo oculta el generalato, con sus barbas en reposo. De paso indicar que la actividad de la Minga indígena, el 9-09, en Caldono, Cauca, decidieron expulsar de su territorio a miembros del ejército. Anuncian que no permitirán ni erradicación y menos aspersión de la coca con glifosato.

 

Acciones militares

Sujetos armados atacan a soldados que se dirigían a su batallón, en el Departamento del Meta, el pasado 27 de septiembre. También hubo ataque en el Putumayo.

El 21-09, 5 soldados resultaron muertos y 7 heridos tras atentado en Puerto Libertador, Córdoba, a un Batallón de Operaciones Terrestres.

Los Departamentos de Bolívar, Chocó, Nariño, Antioquia y Cauca, Vaupés, Guainía, Arauca, siguen azotadas por fuertes combates en sus territorios.

En lo corrido del año 2.021, van 124 líderes sociales asesinados.

Conmoción causó en el Guainía la retención de un médico el día 05 de octubre del presente año, llevado a un campamento guerrillero para atender heridos y aparece muerto, 11 días después, luego de un bombardeo del ejército a ese campamento guerrillero, en inmediaciones de los Departamentos de Guainía y Vaupés. El Doctor Leonel Martínez Mendoza, cofundador de la Asociación de Médicos Internos Residentes Extranjeros (AMIREX), Capitulo Colombia, ejercía la profesión y era graduado en la Universidad de La Habana.

EL 16-09, ocurrió ataque a la Policía en San Vicente del Caguán, en Caquetá, con resultado de dos policías muertos.

El 18-09, EL ELN libera a dos militares que tenía retenidos en Arauca. Participo la CRIC y la iglesia. El ejército se negó a desmilitarizar o cesar acciones, para atender a la liberación de estos…En este Departamento son frecuentes los ataques al ejército y a la policía, por parte de insurrectos. Como respuesta reforzaron con 380 unidades a las fuerzas existentes; mas 60 infantes de marina para el río… No obstante, el 22 de octubre, se dio otro violento ataque contra integrantes del ejercito: las imágenes de vídeo muestran cómo se bajan de un vehículo, dos comandos, quienes la emprenden a tiros contra los soldados de guarda de la vigilancia, los cuales salen pies en polvorosa. En tanto, los atacantes se suben a su carro y alejan. Los hechos relatados se presentaron en la base militar Selva de Lipa, en Arauca.

El 20-10, un patrulla del ejército es atacada, en zona rural de Puerto Inírida, Guainía, dejando como resultado, 5 soldados heridos de gravedad y un soldado muerto.

Ataque contra soldados del Batallón Especial Energético y Vial Numero 1, en el sector de Caño Verde, Arauquita, en la mañana del martes 12 de octubre, deja como resultado un soldado muerto y otro herido.

Hacia el 22-10, el Ejército confirma la muerte de diez guerrilleros de las Nuevas Farc, tras fuertes combates en el Cañón del Micay, Cauca. Lo presentan como enfrentamientos entre esas nuevas guerrillas y el ELN, conforme al desempeño de la guerra, que los asesores norteamericanos les dictan. El comandante de la Tercera División del Ejército, brigadier general Jonh Rojas, confirmó que este jueves 28 están ingresando otros cinco pelotones del Ejército por los corregimientos del Sinaí y El Plateado, en el municipio de Argelia, para apoyar a las tropas… No pueden ocultar que estos hechos bélicos, han provocado nuevos desplazamientos forzados de unas 400 personas, en Argelia. Cientos de campesinos, como consecuencia de los constantes enfrentamientos están viéndose obligadas a desplazarse hacia el Caquetá. El Alcalde de Argelia se refirió a un desplazamiento de mil personas.

También en Argelia y Cajibío, Cauca, se registra ataque con misiles artesanales, por parte de milicianos, a estaciones de la policía y puestos del ejército.

27-10. Crisis humanitaria y confinamiento en el Pacífico colombiano. En Chocó, el 16 de septiembre, el ejército colombiano mató a cuatro niños en un bombardeo, para eliminar al máximo jefe del ELN. Fabián (Ogli Ángel Padilla). El ruido ensordecedor de las ciento de bombas lanzadas y el temblor del suelo, causaron gran conmoción en los niños y vecinos del territorio. Luego de los intensos y desproporcionados bombardeos, vecinos de las comunidades afectadas se dirigieron a los lugares destrozados por las bombas, para buscar a vecinos desaparecidos. Denuncian que la aviación del ejercito disparó al agua, cerca de algunos botes en el que se desplazaban civiles, huyendo de los bombardeos en une escalonado incremento de violación de los derechos humanos y del principio de distinción, que se incrementa por la continuación del conflicto armado interno.

Todas esas comunidades están viviendo en un contexto de guerra muy fuerte, debido a la militarización de sus territorios por parte del Ejército Nacional, el avance paramilitar de quienes se llaman a sí mismas Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC). La simbiosis de estas dos fuerzas estatales y para estatales, se enfrentan al ELN, de presencia histórica en esos territorios. Estos combates en ocasiones conllevan que estos grupos se enfrenten, incluso, al interior de las comunidades. El resultado es el desplazamiento y confinamiento. La fuerzas armadas del Estado colombiano están realizando bombardeos en donde hay presencia de menores de edad, lo cual es una violación al Derecho Internacional Humanitario y a la Convención sobre los Derechos de los Niños. “Estas comunidades están sometidas a un genocidio, un etnocidio”. De igual manera denuncian que esos efectivos para estatales han portado brazaletes del ELN para amenazarles. Al ser requeridos esos forajidos por la comunidad, denuncian que llegó un helicóptero del ejército y se los llevó… “Dentro de las comunidades, la fuerza pública utiliza a los niños para sacarles información” y a todo eso se suma el hambre por las condiciones de guerra en la región.

De tal manera que baste la presente sucinta relación de hechos de solo un mes del corriente año de 2.021, para destacar que la perfidia gubernamental de desconocer la existencia del conflicto armado interno obedece a engaños en el análisis concreto de la situación concreta colombiana y por ende una estafa a la opinión pública nacional e internacional, sobre la conducción del país y la solución a tan álgido problema.

El presente artículo fue concebido, luego de la lectura del libro EL PODER OBCECADO del autor Rene Balestra y Prologo de Hugo Caigares, el cual recomiendo a mis lectores.

Los talibanes colombianos (II)

Por Carlos Meneses Reyes

Caracterización de los talibanes y cómo asimilarlos con sus pares colombianos.

Se trata de resaltar elementos básicos para comprender por qué los talibanes reciben la venia de quienes los atacaban y buscaban desaparecer.

Cuando se conoció la decisión del presidente Baden de retirar las tropas estadounidenses de Afganistán y de la colaboración con los Talibanes en la evacuación, salida del país y control del neurálgico aeropuerto de Kabul, le preguntaron al jefe del Estado Mayor de EE UU, el general Mark Milley, por la colaboración con los talibanes en la evacuación y contestó: “En la guerra, para reducir riesgos haces lo que tienes que hacer, no necesariamente lo que quieres”. Toda una lección y preocupante plantear que los estrategas del imperio gringo se vieron obligados a escoger como aliados a los menos malos y refractarios, así como a su vez, si se equivocaron en escoger como aliados afganos a los políticos más corruptos y en contraria a los intereses de esa población. Comprender si aquí jugó o de “aliarse hasta con el diablo” con tal de hacerle daño a su contra parte o contrario u odiado contradictor. Conviene partir del enfoque que una cosa son los Talibanes y otra el islamismo. Que con la salida de las tropas USA de Afganistán, ni el islamismo, como tampoco los Talibanes, fueron derrotados. ¿Entonces qué queda?

En lo concerniente al tema de los talibanes y sus pares colombianos, precisemos

En Colombia, como resultado del prolongado conflicto armado interno, se ha llegado a la bajeza de unión y armonía de lo institucional, bajo un estado de cosas inconstitucional (eci), con lo ilegal. Pero esto no se supera con el carácter de supremacía de lo legal frente a lo ilegal. Se requiere asumir la labor de un vuelco total, radical, en lo institucional. Cuando se afirma que no existe gobernabilidad en Colombia y que rige un mandato sub presidencial, se está ante un sistema político que rige a la nación en forma irregular e inconstitucional. Al calificarse al Estado colombiano como un Narco Estado, redunda en que su origen, funcionamiento y efectividad, tenga como antecedente el apoyo directo del narcotráfico. A l afirmarse la ilegitimidad del gobierno colombiano, por estar inmerso en el resultado electoral por intervención de la llamada “ñeñe política”, la impunidad al respecto genera peso político especifico de afrenta, descrédito y deshonor, en cabeza del gobernante aludido. Por ello incursionar en un parangón, en el estado actual de cosas en Afganistán y en Colombia, no resulta un desacierto.

En Afganistán rige un poder teocrático emanado cual forma de gobierno en que la autoridad política se considera emanada de Dios y es ejercida directa o indirectamente por un poder religioso, como una casta sacerdotal o un monarca. Al afirmarse, en Colombia, que el Centro Democrático- que no partido-actúa como una secta; centra en un funcionamiento de colectividad cerrada, en los que aparenta proveer fines de carácter político; pero que en la práctica funciona bajo la égida de un mesías, que ejerce un poder absoluto sobre sus adeptos.

Si conforme a lo analizado en el presente articulo los Talibanes reconfortan un Narco Estado en la actualidad; el fuero político atribuye en Colombia que la entredicha legitimidad del gobierno de turno en Colombia asimila a un desgobierno producto del narcotráfico y por ende existen presupuestos que lo califican como un caracterizado Narco Estado.

Así, puntualmente tenemos: – Se acusa en Afganistán que a las mujeres se les impone la burka. En Barranquilla se denuncia que a una acudiente le negaron el ingreso al colegio de su hijo por su forma de vestir (se presentó con pantalones ceñidos, tacones sin medias y una blusa escotada, por encima del ombligo). La reacción de ella fue: “visto moderna y gracias a dios Alá, nada me quita ni me pone”.

– Comprendamos y asimilemos que el sistema colombiano (no solo en lo electoral) está amenazado por las economías ilegales. Esas mismas fuentes poderosas que le dieron capacidad de negociación con el imperio a los talibanes.

– En Afganistán penalizan a la homosexualidad y la escogencia o elección de genero públicamente.

Desde el púlpito de una iglesia en el Departamento del Tolima, un cura católico, reprochó el hecho que feligreses no asistieran a misa por asistir a un evento LGTBI. Arengó: “En tanto que los maricas asisten a un Festival, al que nos obligan…”

– Denuncian en Bogotá. DC, que a dos jóvenes de sexo femenino no les arrendaron un apartamento, cuando indicaron que eran pareja…

– A la directora del Festival de Poesía en Cali, poeta, escritora y fotógrafa, Betsimar Sepúlveda, la discriminaron y fue objeto de vejámenes porque no era oriunda de Cali. ¿Qué entenderán, por poesía, esos guaches talibanes criollos?

– Con relación al aborto, según la opinión de un congresista de la secta de gobierno CD (que no partido) aludir a “el falaz argumento de que (sic) la mujer es dueña de su cuerpo”. Este talibán criollo argumenta la doble moral del discurso provida en Colombia. Desconoce los avances sobre el tema en diferentes países y el más reciente de la Corte mexicana que despenaliza el aborto. Desconoce las luchas de la mujer y la reivindicación bajo su lema: “Ni presas por abortar; ni muertas por intentar”.

– La columnista Olga Gayón, señala que Colombia impone la Burka institucional a su mejores escritores en la Feria Internacional del Libro en Madrid. Como país invitado elaboró una Lista Negra de escritores colombianos que no sean “neutros”; es decir, que opinen en oposición al gobierno narco paramilitar del sub presidente Duque.

Lo falsario de la guerra contra los narcóticos

Para comprender la situación del Afganistán de hoy, corresponde acudir a las llamadas guerras contra el narcotráfico o narcóticos. El escenario de guerra de esa región del oriente obedece a la dinámica de las economías ilegales y su pertenencia en cuanto a la multiplicación de sus brazos armados.

Al exponer elementos para comprender la situación de Afganistán y de Colombia ante el mundo, resalta la consideración de abordar la influencia de la lucha contra el narcotráfico y contra los narcóticos, en ambos países y en relación con el escenario geopolítico de sus actuaciones.

En relación con Afganistán atisbar que, en el periodo anterior a la guerra de invasión estadounidense, el cultivo del opio estaba prácticamente, controlado, extinguido o erradicado. Con posterioridad a esa guerra, o sea actualmente, el 80% de la heroína en el mundo se produce en Afganistán.

En relación con Colombia, la llamada guerra contra el narcotráfico ha incidido en el crecimiento, la comercialización y agudizado el factor interno del conflicto armado colombiano.

En lugar de una lucha para acabar con el narcotráfico y erradicarlo, la guerra contra el mismo no ha hecho más que alimentarlo, nutrirlo; aplicando a la extensión del intervencionismo en los asuntos internos de ambos países, conforme a sus caracterizadoras: con invasión directa en Afganistán y con invasión vedada- hasta ahora- en Colombia.

De manera que la lucha contra los narcóticos en Afganistán fue otro proyecto fallido de los Estados Unidos de América. Resultó inocultable el aumento y crecimiento del cultivo de la adormidera, base para la producción del opio y otros derivados estupefacientes. Una inversión de 8.000 millones de dólares, prácticamente botados al cesto, al igual que ocurrió con los fondos destinados al Plan Colombia, que no fue otro que la concepción de un plan de invasión e involucramiento en el conflicto armado interno colombiano.

Señalan que el principal objetivo del imperio estadounidense para invadir a Afganistán fue el petróleo, como un territorio álgido en el paso de hidrocarburos y comercialización del gas a Asia. Conocían del enorme potencial en yacimientos de hierro cobre y oro y sobre todo de litio, que, con probabilidades estudiadas durante el periodo de invasión, confirman a Afganistán, como el país de mayores reservas de litio en el mundo y estiman sus yacimientos de oro en un valor de 1.000 billones de dólares. En cuanto a control geopolítico habían logrado introducir “un Vietnam” en el ámbito de manejo de la antigua unión soviética y que concluyo con la caída de la llamada República Democrática Popular de Afganistán (RDPA), periodo de mayor logro de conquistas políticas, sociales, culturales, en ganancias hacia preferencias a la mujer y en el plano económico al pueblo afgano.

Una segunda razón importante es el ascenso de China, tras la caída del Muro de Berlín y el desmantelamiento de la Unión Soviética.

Como tercera razón para invadir destacan la existencia de más de 20 millones de uigures,

perteneciente al grupo túrquico de las lenguas altaicas, de concepción filo conservadora.

Hoy en día, existe incluso la amenaza de un nuevo e importante frente: una nueva Guerra Fría contra China, alentado por Pakistán, los Emiratos del Golfo Pérsico, el régimen misógino y represivo de Arabia Saudita. Los intereses de Rusia y Turquía, por otro lado. En el caso de Pakistán, todo gira en torno a la imposibilidad de cerrar una frontera, tan activa como la existente con Afganistán.

No obstante, el desarrollo de los acontecimientos, luego de la salida de USA, apunta a una estabilidad política de acuerdos con los Talibanes interna e internacionalmente, sin que por debajo de la mesa se incite a una nueva guerra civil que mantendría el control geopolítico de Pakistán, Israel y sus aliados de los emiratos árabes y los estadounidenses.

Afganistán vivió un momento de gran esperanza con el gobierno del Partido Democrático Popular de orientación comunista y tendencia soviética, que sí hizo grandes esfuerzos por hacer avanzar los derechos democráticos de toda la población, incluyendo los de las mujeres. Desde entonces tropezó con los intereses de los traficantes de opio y con sectores retardatorios en el seno mismo del pueblo, que no alcanzaron a comprender, ni a estar preparados para asimilar las ventajas de un Estado democrático y laico radical. No asimilaron lo de estadio cultural ante la concepción sobre la mujer, como tampoco el deslinde laico de lo religioso, que finalmente concluyó en la trágica, equivoca y contraproducente invasión soviética. Esta invasión trajo consigo la llamada Segunda Guerra y el afianzamiento del uso del tráfico de narcóticos. La actividad de la CIA resultó desenfrenada. Luego de la salida de los soviéticos, surgen los Talibanes, como lo hemos reseñado, que como amos y señores del control del opio y narcóticos acumulan control político y toman el poder en el transcurso de los años de 1.996 a 2.001, cuando son desalojados por las tropas invasoras yanquis y su aliados de occidente. Se da inicio así a la Tercera Guerra en suelo afgano. Los Talibanes fueron derrotados; pero no acabados. Imprescindibles en encauzar el negocio de los narcóticos, también se fortalecieron en lo económico. Tuvieron fábricas de heroína para el consumo y comercialización; de tal manera que pasaron del 10% del control del mercado de narcóticos durante su primer periodo de gobierno al control del 100% de lo mismo, al día de hoy.

El Pentágono organizó el traslado de miles de combatientes de Al Qaeda, con juego de los talibanes, a Bosnia, para intervenir a favor de los musulmanes en ese país, en 1999. Este es uno de los peligros latentes que asoma la llegada de africanos migrantes a Colombia, con pasaporte USA.

Las tres guerras citadas de Afganistán han sido guerras por y contra el opio. Fueron los Estados Unidos y el Reino Unido, con el apoyo de Pakistán, quienes para esos años patrocinaron la creación de bandas de extremistas religiosos que el resto de la población afgana denominó muyahidines, término similar a bandidos.

Durante el desarrollo de la tercera guerra de invasión, en el años 2.014, el Daesh, creo la conformación del Califato Islámico. En Irak apareció el Estado Islámico (EI o ISIS), que destruyó valiosos monumentos budistas en Palmira. Hacia el año de 2.015, se fundó el llamado Estado Islámico de Afganistán o ISK, obviamente apoyado, entre otras fuerzas, por los Al Qaeda y por los Talibanes. En su control territorial se dedicaron la prostitución y trata de blancas, al tráfico de órganos y al comercio del opio. Aquí desplazaron los ideales de milicia islamita y centraron en lo de narcotraficantes. Esto ratifica que el escenario de guerra en Afganistán ha sido el escenario de una guerra del opio. Al igual que en Colombia, ha sido una guerra de intervención. El 90% de la heroína mundial ha sido producida en Afganistán. Esto conlleva a la lectura que los Talibanes hoy en el poder, con el control de 100% de narcóticos, son frente a los narcotraficantes latinoamericanos, incluidos los de Colombia (en el poder) los narcotraficantes más potentes del mundo. Ambos países, a hoy, califican como Narco Estados. En el caso de Colombia, se estima que los narco paramilitares en el poder, representan el mayor productor y exportador de cocaína del mundo.

Al igual que durante la guerra de invasión, las tropas yanquis se congraciaban con los “señores del opio” para mantenerlos enfrentados con las guerrillas islamitas; los Talibanes pasaron a reclamar un 10% de impuesto sobre la producción del opio, a controlar ellos mismos el 100% de la totalidad de cultivos, producción y tráfico. Los intereses de las multinacionales de la guerra, entre ellas las farmacéuticas, requieren de la materia prima del opio para elaborar múltiples fármacos, como la morfina y la codeína. Allí radica la explicación. Se afirma que, gracias a los Talibanes, occidente cuenta con anestésicos y sicofármacos.

Resumiendo, recordemos, que en 1978 en Afganistán tuvo lugar una revolución socialista, conocida como Revolución Saur o Revolución de Abril. La revolución promovió una importante reforma agraria, distribuyendo las tierras confiscadas a los oligarcas que huyeron entre los campesinos sin tierra; legalizó los sindicatos, estableció un salario mínimo; fijó un impuesto progresivo a la renta; redujo el precio de alimentos de primera necesidad; prohibió el cultivo del opio (materia prima para elaborar heroína, de la que es principal consumidor mundial Estados Unidos): promovió cooperativas campesinas, inició una campaña de alfabetización proyectando desarrollar las industrias pesada y ligera. En ese marco se creó el Consejo de Mujeres Afganas, emitiéndose un decreto para “garantizar la igualdad de derechos entre mujeres y hombres en el ámbito del derecho civil y eliminar las injustas relaciones feudales patriarcales entre esposa y marido”. Este gobierno socialista criminalizó los matrimonios por dinero o forzados, permitiendo que las mujeres eligieran libremente su esposo y su profesión, y de ningún modo, nunca jamás obligó al burka. Por el contrario, elevó considerablemente la situación de las mujeres, ayudando a su desarrollo personal y social, tal como hace siempre el socialismo en cualquier país. Teniendo como consecuencia el final del proceso socialista y el retroceso de los derechos de las mujeres, en Afganistán, será hora de replantearlo.

Desplazados y terrorismo de Estado

Por Carlos Meneses Reyes

Eso de considerar que el gobierno de turno no preveía una escalada social de la protesta política en Colombia, incurriendo en des gobernabilidad, no es de por sí cierta; como quiera que obedece a la tozuda posición de la oligarquía colombiana, en su infinito poder de dominio, de no aceptar que los métodos de domesticación social aupadas con las prácticas sangrientas de Terrorismo de Estado aplicadas, desbordaron en ineficaces; demostrando cuan equivocadas están al pretender desconocer la fuerza arrolladora de un pueblo organizado.

En Colombia está proscrita la participación política directa y popular y por ende cualquier protesta publica es judicializada y calificada de “terrorista” dentro de la dictadura mediática de la guerra contrainsurgente y el “enemigo interno”. Con esa denominación justifican la existencia de un ejército que combate internamente a su mismo pueblo y que ha degenerado en un ejército de invasión, dada la aplicación de una doctrina militar y el adocenado y ya reiterativo comportamiento de unidades militares. La verdad de Perogrullo en Colombia es que las fuerzas militares aplican mano dura a la protesta política. Asocian la violencia desatada durante la protesta política y social, con sinónimo de vandalismo. Siempre argumentarán el libre tránsito de calles y vías; cuando precisamente en ese momento un grupo de ciudadanos y ciudadanas están haciendo un uso excepcionalmente soberano de las mismas; por ser ese el escenario natural de las protestas. Sabiéndolo de antemano, que no pueden judicializar como violento a todo aquel o aquella, que por múltiples y justificadas razones, ocultan su rostro: un ejercicio directo al derecho al habeas data, es decir, el derecho a la intimidad e identidad de la imagen; en momentos en que en Colombia el Terrorismo de Estado selectivo, continúa suministrando la información a fuerzas paramilitares y para estatales; cuando el dedo acusador contra la impunidad les hace variar de un comportamiento de ilegalidad y contra insurgencia a uno de supuesta legalidad. Que pese al maquillaje de las encuestas la institucionalidad policial en Colombia es sinónimo de temor, criminalidad y violación a los derechos humanos. Que una policía militar como la colombiana, aplica practicas militares.

Como resultado de la intensificación de la lucha armada en el país y en consecuencia, la generalización del conflicto armado interno en diversas áreas de la geografía colombiana; en este año de 2.021, se han multiplicado los desplazamientos de población campesina e indígena, hacia zonas urbanas. Ello obedece al favorecimiento de la expansión paramilitar en los territorios más altamente militarizados. Demostrado está que las zonas y áreas de influencia de las antiguas FARC, fueron copadas con efectivos militares. Debieron, pero no lo hicieron, aplicar los lineamentos de un Plan de Desmantelamiento de las Estructuras Paramilitares, tal como lo contemplaron los Acuerdos de La Habana, para lograr el ingrediente de la No Repetición. Pero esos Acuerdos no fueron implementados por la derecha militarista en el poder. Por el contrario, haciendo uso de una política contra insurgente, sembraron el campo de bandas criminales- las bacrim- y en cínica alianza de ayuda colaborativa, del elemento y recurso paramilitar, intensificaron los enfrentamientos de esas estructuras, con las fuerzas insurgentes, en tanto la oficialidad y el generalato “se lavan la cara” ante el incremento de masacres y asesinatos selectivos de líderes sociales.

El desplazamiento forzado afectó a 32.217 personas en 106 eventos masivos (Cohodes 2020.). En Nariño: 11.470 personas desplazadas, siendo la población afrodescendiente, la mayor afectada con número de 9.150 personas; mientras que 7.049 pertenecían a pueblos indígenas. Es el Pacifico colombiano, el de mayor número de personas desplazadas: 21.932. En Ituango un número superior a 5.000 desplazados, que se resisten a regresar a sus parcelas, por carencia de condiciones y permanencia de los enfrentamientos armados. Eso sí, sin cansar de repetirlo: son enfrentamientos y combates entre grupos paramilitares y las guerrillas insurgentes, sin pasar la hoja del sainete montado por la inteligencia militar y la política de contra insurgencia narco paramilitar en el poder, de ser enfrentamientos entre las distintas huestes insurgentes colombianas.

Para este año 2.021, la espiral de desplazamiento interno de población afectada por el conflicto armado es del 103%. Tanto en el Norte caribeño y el nororiente, en el sur del Departamento de Bolívar, en el occidente antioqueño y chocoano; en el la región occidental; el Arauca y el Catatumbo, el cuadro de afectación a los derechos humanos es dramático.

Hoy se está en una situación de desplazamientos y enfrentamientos armados, superior al previo escenario del proceso de terminación del conflicto armado con las antiguas insurgencias de las FARC-EP- que en modo alguno puede calificarse como un “proceso de paz”.

La permanencia narco paramilitar

La oligarquía militarista vende la idea que existe un “nuevo” paramilitarismo. Falso. Es el mismo paramilitarismo, develado, denunciado y condenado, el que actualmente funciona en Colombia. Siempre como recurso, imposible de prescindir, del ejército made in Usa, que opera en territorio colombiano. En la medida en que persiste el conflicto armado interno en Colombia, el para militarismo continua con soporte institucional, de terceros empresarios y vehículo del lavado de activos, tal cual es su naturaleza: un instrumento contra insurgente de dominación, control y miseria contra el pueblo colombiano.

El resultado de la no implementación de los Acuerdos de La Habana y el Teatro Colon, y la hechura en trizas de su contenido documentario, ha cumplido el interés de la derecha militarista: la intensificación del conflicto interno armado. Logrado que, en vez de unas FARC, existan “tres en una”. El fortalecimiento del Ejército de Liberación Nacional de Colombia (ELN); tanto por su inclaudicable consecuencia política, en una desgastante permanencia de sus negociadores plenipotenciarios en Cuba; como la no suplencia de la lucha armada en Colombia. Ello implica reiterar su vigencia, trayendo consigo el caracterizar como fuerza insurgente, a los antiguos reductos del Ejército Popular de Liberación (E.P.L), conforme a su sello de vocación de poder popular e insistencia de una salida política negociada al conflicto interno armado colombiano. De igual manera y así sea de soslayo, adelantar, que consecuencia a la no solución a los reclamos populares en la calle y el tratamiento contra insurgente dado a la protesta social en Colombia, ha traído, ello consigo, la inevitable irrupción de la guerrilla urbana en Colombia.

La opinión pública internacional ha asimilado esta constante de situación en Colombia. Comprendido que la llamada guerra contra los drogas, continúa siendo un instrumento imperial de domino geopolítico. Que la lucha contra el narcotráfico ha redundado en la instalación y perfil de un Narco Estado en Colombia; precisamente porque el negocio consiste en que el narcotráfico no se extinga y variantes como la legalización de la marihuana, se imponga.

Así le llamen eufemísticamente “cannabis” y su uso medicinal; está demostrado que solo la legalización universal de las drogas narcóticas es lo procedente y la sola legalización en un solo país, no ha traído solución definitiva al problema, de por si capitalista, como lo es el narcotráfico y su incidencia económica mundial.

Propio para el programa de matarife

La Confesión explícita del ex presidente innombrable, en el año de 2.006, en una entrevista en la W Radio, sobre la desmedida y concebida retórica presidencial, buscando desdibujar su activo papel paramilitar desde su paso por la Gobernación de Antioquia; el señalamiento en el número 82 como entre los 100 narcotraficantes buscados por la DEA; su confesión en esa entrevista difundida, de haber actuado armado, enmascarando o encubriendo actuación directa suya en operativo contra insurgente, de la fuerza pública contra un grupo de supuestos guerrilleros, que amenazaban la sagrada propiedad de sus tierras Ubérrimas, en Córdoba. Así aludido, trajo consigo, conforme a su relato, un golpe al Ejército Popular de Liberación (E.P.L), veinte años atrás; o sea hacia 1.986 y que, conforme a juristas populares, procede la acusación penal en su contra.

Esto, sumado a la distracción por las grandes contradicciones que generan sus acciones en las alturas del poder; ocultar el desgaste político que le ha representado su errada y asnal actitud frente al reclamo nacional de las Madres de Soacha y de reclamos de desaparecidos durante sus dos periodos de gobierno; perpetuando la dictadura civil de Terrorismo de Estado en Colombia; serían estos algunos del largo enunciado de situaciones que la desmedida escena de un ex presidente, fuera de sus cabales, denota.

Esa confesión paramilitar del innombrable y el mutismo del generalato de la época, se registró para entonces, en la entrevista a a él hecha, que publicaron los medios de alienación masiva (M.A.M). Demuestran su concepción paramilitar y de “justicia” por su propia mano. Relata como hace más de 20 años, con pistola en mano, participó en un operativo de la Fuerza pública (Policía y D.A.S) y se enfrentó a un grupo o cuadrilla de supuestos integrantes del Ejército Popular de Liberación (E.P.L.); obteniendo como resultado ocho bajas de los subversivos. Todo sucedió en predios de su Hacienda ganadera La Ubérrima en el Departamento de Córdoba, donde aún hoy afirman los uribeños: “todos somos paramilitares”.

(En Semana, Texto completo de la entrevista del presidente Uribe en la W Radio

3/12/2006): Dice: “Yo he tenido que enfrentar muchas situaciones de intento de secuestro a mí, a mi familia. Recuerdo que una vez casi me secuestran en el Ubérrimo, el EPL. Todo terminó porque yo mismo me armé, con una pistola, una escopeta y fui con la gente del DAS y de la Policía a enfrentar esos tipos, capturaron 8, ahí mismo fui donde los jueces de la República y les dije: espero que los traten con todo el respeto a los Derechos Humanos. Por ahí debe estar eso en los expedientes, como ha habido tanta leyenda de la oposición –me gustan estas entrevistas para poder enfrentar eso- y los tuvieron en la cárcel. Vino la amnistía al EPL, los soltaron y lo primero que hicieron fue que llegaron a la finca y se robaron 178 novillos”.

De manera que lo presento como propio para investigador, cuál fue la verdad sobre esa acción justiciera. Y lo traigo a colación, por encajar como anillo al dedo, a la vituperable practica de la “gente de bien” con camisas blancas, dispuestas a continuar actuando como sujetos de contra insurgencia en las ciudades.