Volver
Por Memo Acuña
Sociólogo y escritor costarricense
Es enero de 2020. Cruzo dos veces el aeropuerto Tocumen ubicado en Ciudad de Panamá́. La primera de ida. La segunda de regreso.
Fui invitado a un encuentro de escritores y narradores en San Francisco de Macorís, Republica Dominicana. A ese viajaba. De eso regresaba.
Entonces ya empezaban a atestiguarse las primeras escenas de una puesta impensable: gentes de todo el mundo con su cubrebocas a cuestas. No sabíamos la dimensión de lo que semanas después sería declarado: la primera y letal pandemia contemporánea asomaría sus fauces sobre esta humanidad, instalando la primera gran crisis civilizatoria de nuestros tiempos.
Fui y volví́
Entonces me fue solicitada una reflexión sobre las movilidades humanas centroamericanas. Eran los de las Caravanas, imagen que no me gusta repetir por tendenciosa y esquiva de la realidades migratorias regionales.
En aquel momento dijimos lo que sabíamos de esos procesos: eran nuevas formas de movilidad, eran colectivas y eran un reflejo de los procesos políticos llevados en sus cuerpos por quienes veían en las migraciones una acción ultima para sobrevivir.
Hoy he vuelto al mismo lugar de hace 5 años. Hice trizas aquella máxima que reza algo así́ como “al lugar que has sido feliz es mejor que no trates nunca de regresar”, pulvericé el presagio.
Hoy como ayer me fue solicitada una reflexión sobre los caminos de las personas migrantes centroamericanas. Hoy son otros los contextos.
Volver significa regresar. Lo hacemos sobre las palabras y sus significados. Sobre el sentido que despiertan. Tratamos de explicarnos y explicar cómo dibujamos estos contextos migratorios contemporáneos.
Volver siempre implica un acto hermoso de resistir al olvido. Será un acto político y absoluto. Volver y recrearse.
Volver y permanecer.