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Etiqueta: Costa Rica

Los grados de violencia que registramos son históricos y hay que actuar con urgencia

José Luis Pacheco Murillo

Ha sido muy lamentable el espectáculo que se ha dado en la Asamblea Legislativa en relación con el proceso para la aprobación del proyecto de ley para combatir el crimen organizado y evitar que pongan en libertad a líderes de bandas criminales.

En primer lugar, el hecho de que derogaran el artículo 2 de la ley contra el crimen organizado, “sin darse cuenta”, fue una acción absolutamente irresponsable y más irresponsable aún el que habiéndose dado cuenta de ello desde hace más de un año no procedieran a enmendar el error en forma inmediata. No es que uno quiera pensar mal, pero es que lo obligan con ese tipo de actuaciones tan llenas de estupidez o de sensatez, dependiendo de cómo se mire y de los intereses que se estén resguardando.

Ahora, teniendo el proyecto de ley a las puertas de su aprobación para enmendar el tan craso “error” y así lograr la aprobación de la ley que duplicaría los plazos de prisión preventiva, resulta que dos diputadas del Partido Liberación Nacional llenan de mociones el proyecto con la pretensión de impedir que se vote. Mientras tanto los plazos de esas prisiones preventivas están por vencerse y los criminales pueden obtener su libertad y salir a provocar más delitos incluso homicidios. ¿De parte de quien están esos diputados? ¿A quién desean beneficiar?

Los grados de violencia que registramos son históricos y hay que actuar con urgencia para tratar de evitar que continúen escalando, pero al parecer para algunos el impedir la promulgación de leyes es su cometido y su propósito a sabiendas del daño que eso le hace al país.

Estamos claros que no son sólo las leyes las que impedirán el avance de la criminalidad y del crimen organizado, factores como la educación, el trabajo, la cultura, el deporte y la formación en el hogar también son importantes, pero por ahora esa ley es urgente y debe votarse.

Un llamado patriótico a esos “representantes” del Partido Liberación Nacional para que permitan que se vote ese proyecto y evitar esa catástrofe de libertad para los criminales. Dios quiera que lo entiendan y actúen patrióticamente.

La violencia en Costa Rica

Con el agravamiento paulatino de las olas de violencia en el país, el investigador Marco Vinicio Fournier propone un artículo que analiza el origen emocional, coyuntural e interinstitucional sobre el cual la violencia se hace presente en la sociedad costarricense.

Recientemente, entre la noche del viernes 13 de abril y el sábado 14 de abril hubo una cantidad de 9 asesinatos en menos de 12 horas en diferentes zonas del país, esta cifra alarmó a los ciudadanos. Aunque la cultura violenta sea un patrón mostrado en indicadores de los últimos años.

Por lo que Fournier comparte en once apartados un análisis de datos y su evolución en los últimos años. 

Entre los primeros apartados se hace mención de elementos psicológicos como el enojo y la frustración, siendo  una respuesta hacia los factores externos, específicamente a las normas de convivencia y dando paso a lo que el autor cita como anomia que corresponde a una situación en la cual se deslegitima valores de integración y regulación entre los individuos teniendo en consecuencia olas de violencia, debilitando así, las formas de autoridad institucional y proponiendo lo que popularmente se le conoce como “ la ley del más fuerte”.

Tales manifestaciones se convierten en agresiones de tipo proactiva (conductas intencionales) o reactiva (respuesta a un estímulo). Ejemplificados en homicidios dolosos, delitos contra la propiedad, suicidio, violencia doméstica y contra la mujer, accidentes de tránsito y otro tipo de emergencias violentas.

Asimismo, es conveniente contemplar los efectos de la pandemia que aún persisten en la sociedad costarricense como lo son el empobrecimiento en la calidad de vida; el afrontar una nueva crisis financiera son procesos socio-económicos que debilitan al sistema político, lo que provoca una reacción negativa en la convivencia pacífica. Evidencia de ello es que desde el Coeficiente Gini (mide el grado de inequidad): “Si se calcula la relación de este coeficiente con la tasa de homicidios en Costa Rica de 2000 a 2022, se obtiene una correlación de Pearson de 0,71, valor particularmente alto que indica conforme aumenta el grado de desigualdad, proporcionalmente tenderá a aumentar la cantidad de homicidios en el país” (p. 12)

En la arena política se proyecta la necesidad de un actor político autoritario sobre la cual se encuentra una sumisión hacia las decisiones que este actor ponga en práctica teniendo un efecto de satisfacción y seguridad de la autoridad, las actitudes agresivas se redirigen hacia grupos de minorías en la sociedad, esto es una de las condiciones sobre el facismo, estudiado por el Theodor Adorno (1959). Se puede decir entonces, que en situaciones de alta tensión se evoca a una figura que aparente seguridad, aunque esto sea irrespeto en el diálogo, o la negociación. La figura presidencial “refuerza permanentemente estilos de comportamiento violentos, minando las normas y valores propios de una coexistencia pacífica, al tiempo que continúa con el proceso de debilitamiento del Estado […]”(Estado de la Nación, 2021, citado por Fournier, p.16).

Entre las conclusiones de Fournier, atribuye a diferentes elementos emocionales como el enojo, resentimiento y ansiedad la razón de una respuesta que reproduce patrones violentos prolongados en un contexto post-pandémico que intensificó las fracturas sociales, económicas y culturales. Estos motivos se agravan cada vez más en los procesos de elección, ya que ocurre una reiteración de interés desde los candidatos presidenciales por la búsqueda de soluciones a las cuestiones que aquejan a la colectividad social, pero que en los resultados reales no se manifiesta un cambio verdadero, trayendo así a la visión pública un carácter autoritario, individualista o hacia la paralización como alternativas a las oleadas de violencia.

Finalmente, Fournier apunta a lo siguiente: “La única forma de enfrentar el problema es llegar a su raíz, es decir, reducir drásticamente la violencia estructural mediante un cambio sustancial en el modelo actual de desarrollo y de distribución de la riqueza y en el sistema educativo público, cambios que deberán surgir desde las mismas bases de la población, por lo que es urgente un diálogo nacional amplio y participativo que analice a profundidad todos estos aspectos y proponga estrategias de enfrentamiento integrales e inclusivas.” (p. 18)

Rechazan melones de Costa Rica en Alemania

Rechazan cargamento de melones de Costa Rica en Alemania debido a la presencia del Clorotalonil, un pesticida prohibido desde el 2020 en la Unión Europea por el riesgo a producir cáncer. En Costa Rica aún es el cuarto agroquímico más usado. Uno de los casos vigentes es en Cipreses de Oreamuno, Cartago donde a pesar que  la ley que indica que las nacientes acuíferas deben ser protegidas por 200 metros si está destina a uso poblacional, sin embargo, no se está cumpliendo este límite. Por esta razón, se ha afectado el agua con el pesticida y ahora la comunidad depende de cisternas.

Elidier Vargas, agrónomo declara que el sistema de desarrollo agrícola de Costa Rica se ha basado en el uso de agroquímicos sintéticos, sin considerar la peligrosidad, por intereses económicos y por el debilitamiento de la investigación agronómica y asistencia técnica a los agricultores, que está a mano de las empresas comercializadoras de plaguicidas.

Reseña histórica – Carlos Abbott Sharpe

Pionero del Atletismo y de los mejores velocistas que ha tenido Costa Rica

Una de las tantas anécdotas contadas por su autor: “Con los dedos afuera se logró ganar una medalla para Costa Rica”

Relator. Msc. Raúl López Gilles.
54 años de ser marchista activo y entrenador

Tenemos el honor de poder presentarles a nuestros amigos lectores, la Reseña Histórica y el Anecdotario de uno de los pioneros del atletismo nacional y de los mejores velocistas que ha tenido nuestro país.

Hablamos de Carlos Roberto Abbott Sharpe, quien nació en la ciudad de San Jose, el día 12 de mayo de 1950, e inició sus estudios de secundaria en el Liceo Rodrigo Facio en Zapote, de donde también salieron muchos de los buenos atletas de este pais, su motivador o iniciador fue el Prof., Carlos Luis Chacón, quien también fue atleta y velocista.

Nos comenta Carlos lo siguiente. “Mi primera competencia fue en 1966 en un evento en la calle en Sagrada Familia y que le pude ganar en los 200 metros de aquel entonces, al mejor velocista Francisco Castillo”.

“Posteriormente a este acontecimiento, el profesor Chacón me inscribe en varios de los eventos intercolegiales y pude correr 100-200-400 y los relevos 4 x 100 y 4 x 400 metros, que eran mis especialidades, pero sabía que me iba a enfrentar a atletas muy destacados del Colegio La Salle, Vargas Calvo, Monseñor Odio, Limón, Liceo de Costa Rica, Liceo del Sur, Limón, etc. En 1967 siendo juvenil me tocaba enfrentarme a los destacados de la época entre ellos, Eustace Brace, Carlos Ferro, Miguel Guevara, Daniel Sánchez, Isaac Sánchez, Glen Clark, Javier Sobrado, Franklin Chang, (nuestro científico astronauta), y casi todos bajaban de 11.0 segundos, aquí contra ellos logré mejorar mucho y gané algunos eventos”.

“Para 1968, integré mi primera selección de atletismo, con tan solo 17 años y estando en 5º año del Colegio Rodrigo Facio, en un evento muy importante en ciudad de Panamá y a cargo de los señores, Israel García y don Augusto Pila Teleña, corrí 400 metros quedando en segundo lugar con 50.02, ganó el panameño Juan Ardiles, y un grupo muy selecto de atletas logramos establecer buenas marcas y una buena cantidad de medallas, para ese entonces se tenían programados los Juegos Olímpicos en Ciudad de México y para los que estaban clasificados solo dos atletas Rafael Ángel Pérez Córdoba y Jean Roborthan Gourzong (fue la primer mujer costarricense que participé en unos Juegos Olímpicos, México 1968).

“En 1969 estando en la UCR, estuvimos en Nicaragua en donde se realizaron muy buenos tiempos en las pruebas de 100- 200 y 400 metros, ganado varias preseas de Oro, igual en los relevos. Las pruebas de velocidad, medio fondo y fondo eran dominadas por los costarricenses en su gran mayoría, salvo los lanzamientos y algunos saltos”.

“Para 1970 en Guatemala se volvió a presentar la oportunidad de llegar a las finales de 100 – 200 y 400 metros y de igual forma pude salir avante, contra grandes exponentes de la velocidad como, sprinter de esa época, como Salomón Rowe, Pedro Colón, Emilio Eva Mohs y así pude imponer nuevos records CA, en 100 y 200, pero para mi sorpresa fue enfrentarme al cuatrocentista de Guatemala Roberto Contreras en los 400 metros al que logré superar en una final de fotofinish. Logré 3 medallas de Oro, logramos Plata en 4 x 100 y Bronce en 4.x 400 metros en los relevos.

A nivel nacional los rivales más fuertes de la época en 400 metros eran Javier Sobrado, Gerardo Esquivel Felipe Corriols de la Salle, en los 100 y 200 metros Danny Johnson y Lloyd Winter de Limón y Glen Clark y Franklin Chang nuestro astronauta”.

“En 1971 estuve también en Cali Colombia en los Juegos Centroamericanos y del Caribe y en los 400 metros logré un 48.22 que fue nueva marca nacional y de Centro América, pero no pasé a la final ya que eran solo 6 finalistas, se realiza el Centroamericano de Atletismo en nuestro pais y en una pista con un material novedoso llamado GRASTEX, se obtuvieron muchas buenas marcas y fue un resurgimiento para el atletismo nacional, en mi caso fue así:

100 m -10.9 4º lugar – 200 m 21.8. 2º lugar 400m 1er lugar 49,0. 4 x 100 4º lugar 44.06 y 4 x 400 2º lugar 3.26.0”.

“En 1972 se realizaron los Juegos Centroamericanos en Panamá, y bueno, los resultados fueron halagadores, a pesar de estar un tanto lesionado, pero a como se pudo don Augusto Pila me hizo unos vendajes y así corrí, con una inyectable de Silocaina, sin embargo logré plata en 400 metros detrás de Ricardo Worrel con 48.9, y también participé en los eventos de 100-200 y los relevos 4 x100 y 4 x 400 metros”.

“En 1973 nos encontramos en el Estadio Mateo Flores de Guatemala en el mes de noviembre de 1973 y logré plata en 400 metros con 40.0, me ganó Amos Milwood de Panamá y logré también un Bronce en los 4 x 400 metros”.

Relevo 4 x 400 Costa Rica 1973

Santiago Vargas, Carlos Abbott, Fernando Chacón y José Miguel Vega.

En estos juegos no corrí el relevo corto de 4 x 100 el evento, pero si el de 4 x 400 en el que logramos un Bronce, eran 6 equipos de velocistas preparándose a escuchar el disparo de salida. La pista es roja, de arcilla, y una enorme expectativa del público de los países centroamericanos que han venido a presenciar el evento. Entre ellos, nuestros compatriotas, apostados en la gradería del recinto deportivo”.

Nuestro equipo estaba formado por los mejores cuatrocentistas de la época, y del que fui suplente en ese grupo y como relator de la historia estuve en los 50 km marcha y los 800 metros planos en la final en esos Juegos Centroamericanos en Guatemala.

“Todos los corredores se ubican en sus respectivos carriles previamente asignados y el Juez inicia el respectivo conteo, Plin, la carrera sale con nuestro primer corredor, José Miguel Vega, seguido de Santiago Vargas, Fernando Chacón y cerrando mi persona, Carlos Abbott Sharpe, pero tomo el relevo en un cuarto lugar y en la curva de los 200 logro ubicarme en el tercer lugar, tratando de alcanzar al segundo pero sucede lo inesperado, faltando 50 metros para llegar a la meta se rompen los Spikes Meteoro y entonces nos conformamos con una honrosa medalla de bronce para Costa Rica”.

“En 1975 no pude asistir a Honduras”.

“En 1976 fui a los Juegos Universitarios en Guatemala en donde participé en los 100 – 200 y 400 metros. Ganando estos eventos, pero con una tremenda lesión que me dio en la prueba de 200 metros, una distención muscular que me costó mucho tiempo recuperarme de esa tremenda lesión”, nos comenta Charlie.

200 planos. 1ero Carlos Abbott 2do Emilio Eva Mohs 3ero Omar Quintanilla.

“Para 1978 el atletismo de Costa Rica es invitado a participar de unos juegos en la Ciudad de México CEDOM, previo a los Juegos Centroamericanos en Medellín Colombia, que nos servía como preparación para estas justas, fue así como el grupo se preparó en cada una de las disciplinas, pero principalmente en el equipo del Relevo 4 x 100 metros con el que logramos una excelente actuación empatando con el equipo de Puerto Rico al que le dieron el triunfo, pero logramos un muy buen tiempo de 42.6 segundos y el equipo lo componíamos de primero Ricardo McVane, segundo Michael Pearson, Carlos Abbott y cerró Marvin Ramírez”.

“Posteriormente continuamos la preparación, nos comenta Charlie y en 1979 realicé una marca de 47.8 en República Dominicana en preparación para Moscú 80, cumpliendo con la marca solicitada por el CON, sin embargo dentro de la misma preparación vino lo peor que le puede suceder a un atleta. En una sesión de pesas en 1979 realizando sentadillas me lesiono en una área en la que se me hizo muy difícil la recuperación y lógicamente no pude asistir a los Juegos Olímpicos Moscú 80 y mejor opté por el retiro competitivo”.

Compartí y comparto con el autor de esta historia en múltiples eventos y puedo decir con mucho fundamento que ha sido el mejor velocista que he visto en Costa Rica.

Reflexiones sobre la delincuencia criminal organizada costarricense, la mafia, su estrategia y cómo combatirla

Luis G. Martínez Sandoval.

MBA Lic. Bach. Luis G Martínez Sandoval
Académico Universitario Titular Carreras Comercio Exterior, Administración Aduanera

Sede Central UTN www.utn.ac.cr
Ex Directivo Nacional Propietario JD ANEP – Representante Sector Académico-,
Secretaría de Organización y Conflictos, Seccional Sindical Nacional ANEP-UTN
Ex Funcionario Banco Mundial IFC Sede Ecuador, Centro América y, América Latina,
Escritor, Científico Social

Costa Rica es el segundo país en la ruta centroamericana del tráfico de cocaína.

Nuestro país se encuentra posicionado estratégicamente dentro del continente americano, lo cual resulta muy proclive para algunos grupos criminales organizados nacionales como extranjeros manejar desde nuestro territorio toda la logística relacionada con el tema del narcotráfico, sea para efectos de recibir la droga de países productores de Suramérica, ocultarla y venderla en suelo costarricense, o trasladarla hacia países consumidores de Norteamérica y de Europa, entre otros.

Tenemos grupos de delincuencia organizada y violencia de nacionalidad costarricense en conexión con extranjeros dedicados al tráfico de drogas como cocaína, marihuana, drogas sintéticas y precursores químicos, flujos humanos, trata de personas, tráfico ilícito de migrantes y, existe violencia en zonas vulnerables. Y, siendo Estados Unidos el principal consumidor de cocaína del mundo nuestro país es un puente. La oferta crea su propia demanda. Sin consumidores no hay productos…

“Costa Rica surge como un punto estratégico para el tránsito de cocaína por tierra, aire y rutas marítimas, como zona de tránsito y almacenaje de la droga”

Somos un lugar para el almacenaje y tráfico de la droga liderado por redes criminales-comerciales de personas jóvenes de nacionalidad costarricense. No hay estructuras jerarquizadas. Repitámoslo son grupos de delincuencia organizada compuestos únicamente por nacionales que establecen relaciones de negocios con pesos pesados en este mundo:

  • Traficantes internacionales
  • Grupos de Apoyo logísticos y transportistas
  • Vendedores y distribuidores

La violencia es parte de su modo operativo. Plata o plomo como decía Pablo Escobar Gaviria es lo en nuestros días está sucediendo en distintos cantones de Costa Rica en el Siglo XXI. Tenemos sicariato, por supuesto que sí …pero ellos son individuos costarricenses que actúan como asesinos a sueldo. Han aprendido. No nos equivoquemos. Son criminales locales lamentablemente para las familias involucradas conformados por jóvenes en circunstancias socio-económicas vulnerables. La violencia es el medio de resolver conflictos entre los grupos criminales y la manera de saldar ajustes de cuentas por tumbes de drogas. Ese es el meollo del asunto. Es un hecho que existe vinculación con grupos extranjeros cuyo origen tienen raíces mexicanas y colombianas, pero eso es otro tema. Quienes dirigen lo que está sucediendo en Costa Rica con las drogas son personas jóvenes de nacionalidad costarricense.

San José, sigue siendo el lugar preferido de los consumidores de cocaína y por tanto allí llegan los oferentes nacionales. En Costa Rica, aún no están presentes los grupos depredadores (tumbadores) de droga que son grupos especializados en tumbar (robar) los cargamentos de droga a los transportistas e incluso a otros grupos traficantes…

“La participación de menores de edad en los delitos de tráfico de drogas cada vez es mayor: los traficantes encuentran en la población joven alguien de quien aprovecharse. Los grupos de crimen organizado reclutan a jóvenes como narcomenudistas sirviéndose de la tentación que supone la obtención de ganancias y bienes materiales. Además, los criminales también pueden convertir a los jóvenes en adictos para más tarde forzarles a vender la droga. Este fenómeno no es exclusivo de zonas marginales, sino que también ha sido identificado en centros de educación secundaria.” Y, cuando las estadísticas nos dicen que solo el 50% de los estudiantes que ingresan al colegio se gradúan el semillero esta para cultivo…

El consumo del crack nos está despedazando a todos, pero específicamente a las personas jóvenes que están entre 15 a 35 años. Principalmente en los cantones de San José – Escazú es mayor demandante de cocaína-, Alajuela, San Carlos, Desamparados, en el Distrito Hatillo, en la provincia de Limón y, Puntarenas.

Las drogas ingresan por tierra, mar y aire a nuestro país.

Nuestras zonas productoras agrícolas (banano, piña, cítricos, etc.) son usadas para ocultar la droga entre los productos de exportación hacia los distintos mercados. La zona atlántica como la pacifica son los puertos de ingreso. Y San José la zona de bodega. Tenemos hechos contundentes: La mayoría de los condenados por tráfico de drogas son ciudadanos costarricenses. ¿Quiénes son los traficantes? Bueno son ciudadanos costarricenses con conexiones en el exterior. El 85% de los condenados por tráfico de drogas son costarricenses. Como nos diría la tira cómica creada por el genial Walt Kelly, “Jefe, hemos encontrado al enemigo: ¡somos nosotros mismos!”.

La pregunta de fonde es: ¿Tenemos creada o está en proceso una mafia costarricense basada en distribución de drogas de cualquier tipo? Mi hipótesis es que se está gestando su creación. ¿Estamos a tiempo de frenar su nacimiento y gestación? Quizás no. Talvez sí. Debemos actuar e ir por la juventud de nuestro país esos casi 2 millones de estudiantes que están en escuelas y colegios de nuestros centros educativos. ¡Hay que actuar!

 Las “mafias” – como se ha estudiado a fondo- conforman una macro criminalidad del reciclaje de dinero obtenido por venta de drogas que opera sin controles en todo el planeta y hace difícil la reconstrucción de los flujos financieros de dinero sucio.

La mafia es invisible, es asociación dirigida y explotada por personas autorizadas por edad, inteligencia, posición social, pruebas, expedientes judiciales, experiencia y pericia en el arte de delinquir impunemente. No existen estructuras organizacionales visibles… son sin rostro. ¿Quiénes conocen la Junta Directiva de la Mafia? ¡Nadie! Solo el “directorio” de los hombres de mayor confianza. La mafia es “una asociación ilícita, autentico sistema de poder criminal” que ubican a sus miembros al filo del Código Penal. Es complejidad organizativa y “mafia financiera”. Su estrategia es obtener el máximo prestigio y la máxima ganancia, el silencio y olvido, establecer relaciones e intereses con la política, obstaculizar las investigaciones, campañas de deslegitimación, de desprestigio, de agresiones contra fiscales y magistrados. La búsqueda de coberturas, asesinatos y masacres. El terror y miedo. Impedir el control de la legalidad de sus negocios. La impunidad, falsificación de datos, la santificación de imputados. Desgranar la justicia y la legalidad. Vínculos secretos. La mafia costarricense se está apenas gestando… ¡No existe!

Costa Rica, es una bodega y puente de las guerras de las drogas. Se movilizan anualmente 1.150 toneladas en ruta a México, Brasil, UE y EEUU –donde hay más de 50 millones de consumidores que gastan más de US$ 50.000 millones anuales de dólares para consumo de cocaína, heroína y marihuana proveniente de Irán y Afganistán, Myanmar, Laos, Tailandia, México, Perú, Bolivia y Colombia-. EE UU se pudre con la nueva droga zombie que carcome la piel y pone en alerta a EEUU… Se llama fentanilo y xilacina. No queremos eso para nuestros casi 2 millones de jóvenes costarricenses…

¿Cómo combatir la delincuencia criminal organizada y frenar el ascenso de una mafia costarricense?

Primero, estrategia de seguridad nacional y regional. Estamos inmersos en un área geopolítica, geoeconómica y militar en donde la seguridad nacional tiene un gran peso y cuya agenda tiene temas prioritarios, p.ej. el terrorismo, los grupos armados, los paramilitares, el narcotráfico, el tráfico de personas, las posibilidades de migraciones masivas, el lavado de dinero, los secuestros, las bandas como Mara Salvatrucha, los Zetas y el Populismo Radical. Debemos establecer una política exterior activa con Centroamérica para combatir el narcotráfico. Debemos articular esfuerzos con Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Panamá. Como estado-nación aislados no vamos a lograr ningún objetivo. Y dado que la guerra contra las drogas está perdida debemos hacer una solución regional.

Segundo, estrategia cantonal. Hay que nombrar 81 Comisionados Cantonales Antidrogas reportando a un (una) Comisionada Nacional Antidrogas. Uno por cantón para articular y coordinar esfuerzos con el Ministerio de Seguridad Publica y el Ministerio de Educación. Debemos salvar, rescatar, restaurar a nuestros casi 2 millones de jóvenes costarricenses que son el objetivo de grupos de delincuencia organizada y violencia de nacionalidad costarricense en conexión con extranjeros. Es conocido que el crimen organizado costarricense utiliza las tentaciones, las carencias y la provocación que genera la ostentación para atraer a los jóvenes.

Tercero, estrategia de premios e incentivos. Requerimos una política seria de incentivo de los arrepentimientos y colaboración con la justicia por parte de quien, por haber sido mafioso, puede revelar desde adentro esos secretos de la organización absolutamente necesarios de conocer. Hay que promulgar una legislación de “premio e incentivo” equilibrada e inclusive de impunidad total (100%) para el colaborador (res) que nos lleven a los peces gordos. Esta estrategia supera “el rastreo de llamadas”, “la prisión preventiva”, “la plataforma de información policial”, el “Centro Judicial de Intervención Policial”, “El secreto bancario” e incluye el perdón por el Poder Ejecutivo para los que colaboren.

Cuarto, estrategia de autonomía al Poder Judicial. Elección de magistrados por la Corte Suprema de Justicia y no por la actual Asamblea Legislativa.

Quinto, estrategia de comunicación pública. Hay que revisar el Plan “LODI” (Logic Distribution), en donde la solución pasa por una forma de legalización que no ha de ser libre, precisamente, sino que viene supeditada a una “distribución organizada y controlada de la droga – cualquier tipo-” que bien puede estar en manos de la Caja Costarricense del Seguro Social, los EBAIS, el Ministerio de Salud Pública, Ministerio de Seguridad Publica y, el Poder Judicial.

Sexto, fortalecimiento del Ministerio de Seguridad Publica.

 Séptimo, la juventud costarricense (escuela, colegio, universitaria) requiere intervención estatal para que puedan enfrentar las disyuntivas de la vida. Nuestra juventud se mueve por incentivos. La recompensa es lo que los mueve. El Estado puede mejorar los resultados con la juventud costarricense – para que no ingrese al Club de Mafia- ¿Cómo? Si el mundo de las drogas les ofrece dinero y bienes corto plazo y muerte segura, el Estado bien puede ofrecerles apoyo vía educación para salir de la pobreza, construir un proyecto micro, pequeño o mediano que les genere satisfacción, acceso a crédito con tasas blandas y sin garantías hipotecarias, y un tipo de educación pública atractiva que no los lleve a la deserción ni la frustración y los aleje de las aulas. Darles herramientas para construir su propio destino. La criminalidad se combate con los aparatos ideológicos del Estado (Ministerio de Educación) y los aparatos represivos del Estado (Ministerio de Seguridad Publica)

A MODO DE CONCLUSION

Somos una bodega de almacenaje de drogas al igual que los demás países centroamericanos, hay conexión de nuestro grupos de criminales organizados costarricenses dada la filtración por el lado de demanda de drogas con los oferentes que son carteles mexicanos y colombianos, que están pagando con drogas sintéticas y crack y no con dinero por ayudar en el transporte; tenemos un mercado de consumidores nacionales y espiral de violencia por drogas, sabemos que la droga se transporta por vía marítima (78%), aérea y terrestre (22%).

Debemos actuar en cada distrito y cantón de lo contrario serán tomados por los grupos criminales organizados costarricenses y alianza estratégica con las verdaderas mafias que existen y están consolidadas como las mexicanas, colombianas, los yakuza, las trías chinas, la cosa nostra o la rusa. Aún estamos a tiempo… la mafia costarricense está en proceso de gestación aún no ha nacido.

Sentires y Saberes: PSA en Costa Rica: ¿Qué implica vender para conservar? Nos acompaña Alonso Ramírez

Observatorio de Bienes Comunes

En esta ocasión estaremos compartiendo algunas reflexiones sobre las experiencias de pagos por servicios ambientales en Costa Rica. Como saben Costa Rica, en muchos de los foros internacionales ha sido puesto de ejemplo el programa de Pagos de Servicios Ambientales, especialmente en el marco de la promoción de las estrategias REDD+, estas que buscan reducción de emisiones por resumirlo. A la fecha de hoy este programa puede estar cumpliendo alrededor de 30 años, vale la pena que reflexionemos sobre sus aportes y tensiones en el contexto actual. Y para abordar esto hemos acudido a un proyecto que se está desarrollando en el CIEP ¿Vender la naturaleza para salvarla? Experiencias de pagos por servicios ambientales en Costa Rica, nos acompaña en esta ocasión el Dr. Alonso Ramírez Cover.

7 de abril Día Nacional de la Vacunación

Dr. Oscar Porras Madrigal (PhD)
Servicio de Inmunología y Reumatología Pediátrica
Hospital Nacional de Niños “Dr. Carlos Sáenz Herrera”
Miembro de número, Academia Nacional de Medicina

Vacunación es el término que identifica la aplicación de una vacuna. Vacuna y vacunación derivan de las definiciones que uso Edward Jenner (1798) en “Una investigación sobre las vacunas y los efectos de variolae vaccinae”, en la cual refirió el efecto protector de la viruela bovina contra la viruela humana. Pasteur en 1881 en “Address on the germ theory”, amplió el uso de los términos a otras inoculaciones de protección. A partir de entonces, vacuna se identifica con cualquier preparación que tenga como objetivo generar inmunidad adquirida contra una enfermedad infecciosa y vacunación con la gestión de aplicar vacunas. La palabra vacunación acompaña las actitudes responsables primero de padres y madres en la edad pediátrica, luego de nosotros como adultos y finalmente de quienes nos gobiernan generando acciones de salud pública. La vacunación moderna se inició en el siglo 18 con Jenner. Sin embargo, la práctica de la inoculación contra viruela, la precedió en Asia, donde la aprendió Lady Montague y la introdujo como “variolización” en Europa. El aporte de Jenner estuvo en el uso de un virus vivo de “Viruela Vacuna” (“Cowpox virus”) para inducir una respuesta protectora contra la “Viruela Humana” (“Smallpox virus”). Sus resultados indujeron a la aplicación del concepto a otras enfermedades y a provocar que se convirtiera en una acción de salud pública.

El primer uso con objetivos de salud pública se atribuye a la expedición de Balmis (1803-1806), al vacunar contra la viruela en los territorios coloniales en América. En Costa Rica se inició en el siglo 18 (1805 Cartago, Expedición Balmis) con el uso de vacuna contra Viruela (cuadro 1). Como resultado de un esquema nacional de vacunación efectivo desaparecieron Viruela, Fiebre Amarilla, Polio, Tétanos, Difteria, Sarampión, Rubéola congénita, Tétanos neonatal y meningitis bacteriana. Además, se previno el cáncer de cérvix, la diarrea por rotavirus, la transmisión de Hepatitis B, la varicela, la mortalidad por Influenza y la pandemia por SARS-CoV-2.

Cuando la vacunación se transforma en política de salud pública, se convierte en factor de nivelación social. Al aplicarla a toda la población, dentro de un esquema nacional, financiado por el estado con acceso universal, es un nivelador social, ya que padecer la enfermedad no estará asociado a un privilegio económico o social. La protección basada en vacunación se mide como cobertura, que debe ser >95% para producir ausencia de casos y disminución de hospitalizaciones, muertes, días no trabajados, morbimortalidad infantil, desarrollo de epidemias y productividad.

En Costa Rica el Esquema Nacional de Vacunación (ENV) incluye la infancia, la adolescencia y la edad adulta. La compra de vacunas está bajo la responsabilidad de la CCSS, con un aporte del Ministerio de Salud (MS). La CCSS es la responsable de cadena de frío, almacenaje, gestión de distribución, estrategia nacional de aplicación y formación del recurso humano. El MS realiza los procesos de gestión de la información y seguimiento de la cobertura nacional. Las vacunas que se utilizan para gestionar el ENV se adquieren en el Fondo Rotatorio de la OPS.

En Costa Rica, la vacunación pediátrica 0-17 años, es obligatoria y tutelada por el estado. A partir de los 15 años los adolescentes pueden acudir al vacunatorio sin ser acompañados por su padre o madre. El objetivo fundamental de la tutela del estado es cumplir con el Derecho a la Salud del Niño y la Niña. Varias leyes apoyan la vacunación en nuestro país: la Constitución Política, la Ley General de Salud, la Ley Nacional de Vacunación (LNV), la Convención sobre los Derechos del Niño y el Código sobre la Niñez y la Adolescencia. La LNV crea la Comisión Nacional de Vacunación y Epidemiología, como órgano técnico para el análisis y toma de decisiones en relación con vacunación.

El principio biológico está en los mecanismos de inmunidad activa: generación de linfocitos T y producción de anticuerpos por células plasmáticas diferenciadas a partir de linfocitos B. La respuesta específica se dirige a un componente del agente infeccioso, que es protector contra infección. Los linfocitos T específicos inducen memoria inmunológica y permiten el estímulo con dosis de refuerzo.  En el caso de las embarazadas la vacunación lleva a transferencia pasiva de anticuerpos (TPA) al recién nacido. En Costa Rica la TPA ha contribuido a eliminar la rubéola congénita, el tétanos neonatal, la tosferina en recién nacidos. Las estrategias capullo y de rebaño explican la protección a susceptibles. Todas las vacunas contienen un antígeno (inductor de la respuesta inmune) que depende de la estructura del microrganismo que se quiere controlar. Pueden ser organismos vivos atenuados o inactivados, polisacáridos capsulares conjugados con proteínas, estructuras de superficie y toxoides. Existen diferentes plataformas tecnológicas para producirlos como: generar atenuación, producir un toxoide o el ARNm o ADN recombinante de una estructura de superficie.

La vacuna antes de ser aplicada a una población pasa por una secuencia de investigación, que asegura seguridad, inmunogenicidad y eficacia. Cuando el proceso se ha completado, los resultados son revisados por la OMS y agencias reguladoras como FDA o EMA, aprueban el uso dentro de una gestión de vacunación indicando: eficacia, inmunogenicidad, seguridad, dosis, esquema, vía de administración y contraindicaciones, y continúan monitoreando efectividad y seguridad. Además, en Costa Rica se debe contar con el permiso del MS.

Al aplicar las vacunas se pueden dar efectos adversos, en la mayoría de los casos se clasifican como leves y de corta duración (reactogenicidad). Los efectos adversos graves son poco frecuentes y se pueden asociar con la idiosincrasia de cada ser humano. Siempre la decisión de uso está basada en principios bioéticos y la valoración del riesgo-beneficio. La historia y la experiencia con la vacunación han identificado que el proceso y la gestión de aplicar vacunas es una estrategia costo efectiva.

Cuando pensamos en vacunas siempre asociamos el concepto con la erradicación de la viruela, el control de la polio, la fiebre amarilla, el sarampión, la difteria, la tosferina, el tétanos y el de otras infecciones que, gracias a ellas, producen menos mortalidad y morbilidad en los seres humanos.

Cuadro 1. Esquema de vacunación disponible en Costa Rica.

En el mercado privado de vacunas en Costa Rica están además disponibles: Hepatitis A, Fiebre Amarilla, Meningococo-conjugada y Dengue.

Respuesta a las vacunas, ejemplo de tosferina en Costa Rica Ávila-Agüero ML et al. Vaccine 2022. 40:223.

Tengo pesadillas eléctricas

Adriano Corrales Arias

(Sobre el filme “Tengo sueños eléctricos” de Valentina Maurel)

Adriano Corrales Arias*

La película costarricense “Tengo Sueños Eléctricos” de Valentina Maurel, cineasta costarricense que estrena su primer largometraje – con dos cortos a cuestas -, ha llegado a los cines del país precedida por múltiples premios en varios festivales, entre ellos el de San Sebastián en España, el de Locarno en Suiza y el de Tesalónica en Grecia. Se le ha reconocido como mejor película, por su dirección y por la actuación de los protagónicos Daniela Marín Navarro y Reinaldo Amién Gutiérrez.

El filme está ambientado en una Costa Rica urbana, San José específicamente, y nos presenta a Eva (Daniela Marín Navarro), joven de dieciséis años que vive con su hermana menor, su gato y su madre, con quienes mantiene una ambigua y difícil relación de convivencia. Recién se han instalado en una casa heredada por una tía lejana, pero la chica busca mudarse con su padre (Reinaldo Amién Gutiérrez), quien atraviesa una suerte de “segunda adolescencia” con trastorno bipolar, sumido en la intemperancia y la ira de alguien que no puede lidiar con su soledad, la ambigüedad identitaria, sus carencias, neurosis y fantasmas. Con él Eva descubre la rabia y el dolor que carcomen, cuando se mira y se adentra en el nebuloso y trizado espejo del progenitor.

Es una película notable, bien lograda. El guion es potable, supera con creces esa condición de nuestro cine que ha carecido, generalmente, de escrituras robustas. La fotografía es sobresaliente, sobre todo con esos primeros y medios planos que nos permiten hurgar en la psicología de los personajes; la cámara en mano subraya la ansiedad y angustia de los protagonistas y crea una atmósfera de zozobra. Lo mismo la escenografía de una San José neoliberal carcomida por su decadencia, como en uno de los poemas de Luis Chaves  que se leen durante las secuencias de taller literario (quien aparece como el director del mismo). La banda sonora apoya la historia con un retro que, sin embargo, nos confunde un tanto, como veremos más adelante. Las actuaciones son solventes, aunque a veces decaen en la sostenibilidad  de la verosimilitud, sobre todo en el personaje de Palomo (José Pablo Segreda Johanning) y el de la madre (Vivian Rodríguez); se nota, eso sí, la eficiente mano de la directora. La edición y el montaje son cuidadosos, ágiles y convincentes, aunque se advierten los cortes intencionales y, como ya se sugirió, a veces confunden en términos de la temporalidad de la historia o de la sucesión de los acontecimientos. En todo caso, estamos ante un peli digna, bien lograda, certera en su factura.

Una cosa es mirar una peli internacional y otra una costarricense. Hay un cambio de mirada sin duda. Quiero decir que, el sabernos interpelados y retratados, nos convierte en críticos más severos en tanto somos, de cierto modo, agentes/actores de los conflictos que se nos muestran en la pantalla. Hay un mayor involucramiento, por ende, mayor susceptibilidad y exigencia. Por ello es que, quizás, no logramos la distancia necesaria para ver conflictos de una humanidad generalizada, sino de una clase media urbana, seudo intelectual, diletante, josefina, vallecentrista. Hay un click posmoderno que atenúa los conflictos desde una visión pequeño burguesa en una sociedad desestructurada, desigual y, por tanto, violenta.

No se trata de consideraciones morales; está claro que estamos visionando asuntos incómodos, tóxicos, en la casa paterna, en la familia tuanis y pura vida de un Chepe precarizado por la economía informal. Sin embargo, en el abordaje hay cierto desconecte del mundo social y económico. Sabemos que la violencia está allí, pero no sabemos de dónde procede. Es autodestructiva, por supuesto, pero, ¿cuáles son sus resortes?, por decirlo de alguna manera. No la vemos, o no la percibimos en bruto, pero está latente, sugerida, al acecho (como en la poesía dub antillana nacida en Inglaterra, a la cual se alude con el nombre de ese personaje silencioso, pero fuertemente simbólico: el gato negro llamado Kwesi, relativo al poeta jamaiquino Linton Kwesi Johnson, máximo representante de un estilo literario ampliamente fundamentado en los principios de belleza derivados del reggae [Dawes, 2003:1, citado por Arnaldo Valero en “Introducción a la poesía Dub: LKJ”, Cuadernos del Cilha. Nº 7/8 (2005-2006).].); uno adivina esa violencia sistémica, la estructural, es decir, la anomia de una sociedad que se desgaja por dentro debido a los cambios y presiones externas. Y ese quizás es su mayor logro, pero también su doble filo. No es que exijamos realismo social ni mucho menos, sino sencillamente entender que la violencia no es gratuita, se incuba y expresa por razones varias, fundamentalmente por las desigualdades socioeconómicas y los ajustes estructurales.

Claro que no se trata de resolver el conflicto en el producto cinematográfico, sabemos que el arte no responde ni ofrece moralejas, su tarea es cuestionar. Pero, en el filme que nos ocupa – tal vez por ese prurito de ser costarricenses, que no ticos-, quisiéramos que se nos sugieran los vínculos de la violencia en una familia de clase media costarricense que ha tenido acceso a los principales servicios del estado social de derecho a pesar de sus carencias socioeconómicas. O que, quizás por el mito de la “Suiza centroamericana”, ha obviado el huevo de la serpiente incubándose en nuestros hogares (donde los haya). La película, en todo caso, se resuelve con la denuncia judicial de la hija y el prendimiento del padre (disculpen los spoilers), con esa suavidad típica de la liviandad de nuestra clase media, cuando ambos – padre e hija – se enteran de quién es Yalina. Secuencia ambigua, casi hilarante, por ello altamente dramática, espesa, que retrata bien la frivolidad de algunas esquinas en el mundo policiaco y la relación de complicidad emocional y amorosa que, a pesar de un intento de homicidio, aún se sostiene. Es muy “a la tica”. Al final, el padre lee el poema para, metafóricamente, sintetizar la propuesta estética y ética del filme: (…) la rabia no nos pertenece. Pero antes, la aparición de un gato blanco escabulléndose bajo la cama, nos ha mostrado un poquitín de esperanza.

Reitero, no estoy abogando por una resolución dramática radical tipo culebrón o cine de aventuras o superhéroes, pero sí por un mayor involucramiento en cuanto a la resolución del conflicto central desde una perspectiva menos tica y más costarricense. (Aludo a lo tico como sensiblero, liviano, aculturado, plástico, moldeable; a lo costarricense como auténtico, seguro de su historia y tradiciones, consciente de los cambios; todo ello se expresa, por ejemplo, en nuestra dicción y prosodia, en el uso del voseo – costarricense – o tuteo – tico-. La peli, por cierto, opta por el primero, lo que la torna más verosímil y se agradece, aunque a veces se tropieza con cierta indecisión en el uso orgánico del “ustedeo” y el tuteo, verbigracia Palomo, la niña y la madre). Puntualizo: cierta ambivalencia narrativa o de conectores entre secuencias y escenas puede que delaten la misma ambivalencia en términos conceptuales.

Por último, una percepción muy personal. Atendiendo al sustantivo del título, en algunos momentos supuse ciertos elementos oníricos, o de rupturas temporales en consonancia con el uso del flashback, acaso nubarrones psicodélicos o alucinantes, dada la banda sonora un tanto retro al inicio del filme (500 millas por Los Rufos, ¡qué viaje!) y a la estupenda fotografía de Nicolás Wong tipo kodak sesentera. Lo mismo con la escena donde Eva encuentra drogado a su padre en el baño y este le dice que estuvo bien la lectura del poema, que a la gente le gustó, y ella asiente; pero el poema se lee por entero hasta el final, no sabemos sin en el mismo “taller literario” o en otro espacio. Y claro, ese plano donde el padre se subsume entre dos autobuses que se cruzan con un efecto sonoro que previene la desaparición momentánea del protagonista. Refiero a una supuesta “muerte” del padre; en específico, un suicidio. En algunos momentos percibí esa sensación por cierta ambivalencia narrativa, pero los bloques del montaje no me permitían, abiertamente, la inferencia. Me quedo con la reconcoma y con la posibilidad de una mirada otra a una película que sigue bullendo en mi cabeza, dada la refrescante experiencia estética. Desde Clara Sola de Nathalie Álvarez Mesén, no experimentaba algo parecido. Ello indica que es un trabajo riguroso, prolijo, y que, definitivamente, las jóvenes realizadoras costarricenses han venido superando a sus colegas masculinos.

Título original: Tengo sueños eléctricos
Año: 2022
Duración: 101 min.
País: Costa Rica
Dirección: Valentina Maurel
Guion: Valentina Maurel
Fotografía: Nicolas Wong
Reparto: Daniela Marín Navarro, Reinaldo Amien, Vivian Rodriguez, José Pablo Segreda Johanning
Productora: Wrong Men, Geko Films

*Escritor.

UCR, Voz experta: Defendamos nuestra Patria, apoyemos nuestro agro

Luis Felipe Arauz Cavallini.

Por: Luis Felipe Arauz Cavallini, exdecano de la Facultad de Ciencias Agroalimentarias y exministro de Agricultura

Motiva y llena de orgullo escuchar el fervor de nuestros compatriotas al entonar el Himno Nacional en apoyo a nuestra Selección Nacional. En esta hora, es imperioso que ese fervor patrio se vuelque en apoyo de uno de los grandes pilares de nuestra nacionalidad: el agro.

El propio Himno Nacional, expresión de la vida de la Patria que entonamos con tanto orgullo, nos lo recuerda en varios de sus pasajes. Evoca el prestigio conquistado por sus hijos, a quienes llama “labriegos sencillos”, en clara alusión a las personas dedicadas a la labor agropecuaria. Algunos razonamientos superficiales señalan que esa expresión se refiere a personas atrasadas o ignorantes. Todo lo contrario: la palabra “labriego” viene del latín “laborare”, trabajar, esforzarse por algo. Por otra parte, una persona sencilla es aquella que no es ostentosa, que no pretende aparentar lo que no es. A veces uno se pregunta si mucho del impacto negativo que causamos los humanos en el planeta y en la sociedad se debe a estilos de vida alejados de ese ideal de trabajo honesto, y, por ostentosos, excesivamente impactantes sobre el ambiente.

El aporte del agro a nuestra nacionalidad no se debe reducir a las cifras en las que lo queremos enmarcar. Claramente, estas son impresionantes: 35 % de las exportaciones, 12 % del empleo directo (comparemos con el 5.5 % de las protegidas zonas francas), 7.4% del producto interno bruto, 70 % de la canasta básica. Pero más allá de eso, el trabajo fuerte, honesto, tesonero e inteligente de nuestro campesinado, y su actitud noble frente a la vida, son aportes profundos que no podemos medir en las cifras del agro. Esos aportes éticos son la base de nuestra nacionalidad.

Pero nuestro querido Himno Nacional evoca el agro de muchas otras formas. Cada vez más, nuestros productores se esfuerzan por mejorar el desempeño ambiental de sus actividades, y por aprovechar la capacidad de las plantas y los suelos de limpiar el aire de los gases que provocan el cambio climático, contribuyendo así a la limpieza de la atmósfera que nos rodea…el límpido cielo de que nos habla nuestra Canción Patria. Pensemos en ello cuando entonemos con fervor sus notas.

Cierra nuestro Himno, en su última estrofa, recordándonos que nuestro pródigo suelo nos da el sustento. Nuestro alimento, nuestra seguridad alimentaria, ha sido desde los albores de la Patria, fruto de nuestra tierra fértil y del trabajo de las personas que la labran poniendo en ello esfuerzo y conocimiento. Lograr que nuestros suelos produzcan alimentos en cantidad y calidad suficiente, y de manera sustentable, va mucho más allá del trabajo físico; es sobre todo un trabajo mental: saber cuándo y cómo sembrar, abonar, regar eficientemente, combatir las plagas, podar, cosechar, cuidar los pastos, alimentar las vacas, ordeñarlas, todo lo anterior cuidando del ambiente, el bienestar animal y la inocuidad de los productos. Y si eso fuera poco, deben conocer el mercado, los precios, las fuentes de crédito y demás servicios de apoyo. Deben conocer el clima y decidir las mejores prácticas en función de él. Deben mantenerse al día con las nuevas formas de producir, desde las técnicas regenerativas hasta la digitalización de procesos.

Hoy nuestro agro está amenazado por varias políticas públicas como la ruta del arroz y la adhesión a la Alianza del Pacífico. Por eso y por lo dicho en los párrafos anteriores, debemos apoyar la marcha de nuestro sector agropecuario del próximo 29 de marzo. Apoyar nuestro agro es un acto de patriotismo. Tengámoslo en nuestra mente y en nuestro corazón cuando entonemos nuestro Himno Nacional.

 

Luis Felipe Arauz Cavallini
exdecano de la Facultad de Ciencias Agroalimentarias UCR y exministro de Agricultura

Que este no sea un 20 de marzo más

Manuel Delgado

Conmemoramos otro aniversario de la Batalla de Santa Rosa, la primera batalla de la primera derrota de los norteamericanos en toda su historia, la primera batalla de la consolidación de nuestra independencia. Lo digo así porque esa primera derrota norteamericana en el continente se consolidó poco después en la batalla de Rivas del 11 de abril, y en la segunda parte de la guerra en 1857, peleada en el río San Juan y en esta zona sur de Nicaragua, con Rivas como centro más importante. Pero Santa Rosa preparó ese camino de victoria.

Costa Rica era entonces una nación muy pequeña. Teníamos apenas 110.000 habitantes, más o menos la mitad del cantón de San José, más o menos lo mismo que tiene el Cantón de la Unión, que conocemos como Tres Ríos.

Y empezaba su vida nacional. Teníamos 35 años de ser independientes de España y apenas ocho años de ser una república.

Aun así, este pequeño país pudo enfrentarse de manera victoriosa a una invasión extranjera proveniente de la joven potencia del norte, desde aquel entonces era el país más rico y poderoso del continente.

¿Cómo fue posible esa victoria?

Esta proeza de este pequeño pueblo estuvo siempre indisolublemente ligada a una persona, la de Juan Rafael Mora Porras, hoy con el título de Libertador de la Patria, Benemérito y Héroe Nacional. Fue su visión y don de liderazgo lo que pudo unir al país y conducirlo, en medio de sacrificios, a la victoria.

La guerra del 56-57 y sus resultados están ligados a los siguientes factores:

1.— El presidente Mora, primeramente, supo descifrar quién era el enemigo. Él se dio cuenta de que el país se enfrentaba a una situación de vida o muerte, de existir o perecer. Estados Unidos, apenas ocho años antes, había invadido México, había tomado su capital y en presencia de sus tropas había obligado a los mexicanos a entregar la mitad, ¡la mitad!, de su territorio. De ese despojo hecho por la fuerza surgieron los estados de Texas, Colorado, Nuevo México, Arizona, Nevada y California y territorios que están en otros estados. Mora entendió que Walker no venía a una aventura personal y menos pacificadora. Supo que el filibustero estaba ligado a círculos de poder del sur de Estados Unidos, al gobierno de Franklin Pierce, un alcohólico proesclavista que pretendía continuar con la expansión de Estados Unidos, otra vez a costa de México y el Caribe, y que preparó las condiciones para la guerra civil contra Abraham Lincoln, la cual empezó apenas media década después.

El interés de Walker era unir Centroamérica (Five o None, la cinco o ninguna, decía) en un estado esclavista que pudiera inclinar la balanza política en EEUU hacia la perpetuación del esclavismo, una balanza que se perdió con el triunfo de Lincoln en 1860, cuando las fuerzas antiesclavistas lograron poner a la mayoría a su favor y en contra del esclavismo. Eso era lo que Walker quería impedir con su invasión y su anexión de Centroamérica.

Walker ya había invadido Baja California y había creado una llamada República de Sonora.

Una de las grandes ambiciones del filibustero y su gente era el río San Juan, la Vía del Tránsito, es decir, el canal interoceánico. Por aquellos años ni se pensaba en Panamá. Entonces esta ruta tenía un valor continental y hasta universal. Mora y su gobierno tuvieron ayuda, más moral y menos material, de Inglaterra y Francia, y era por eso. Esos países estaban interesados en impedir que esa vía cayera en manos norteamericanas al menos con exclusividad, pues ya para entonces estaba concesionada a una compañía estadounidense.

Pero, además, Mora comprendía que esa falange impía, como él la llamaba, solo podía ser derrotada por las armas, que no había otro camino. Walker le envió a Mora un emisario que fue devuelto desde Puntarenas sin siquiera ser recibido. El Libertador sabía que eso era un engaño. Y que solo la sumisión, una sumisión perruna, podía impedir la guerra. Es decir, que el honor y la soberanía solo se podían defender con las armas. Es una enseñanza fabulosa para nuestros políticos de hoy, acostumbrados a bajar las orejas frente a las nuevas invasiones norteamericanas, a las que me voy a referir más adelante.

Con esa definición del enemigo en su cabeza, se dio a la tarea de preparar a su pueblo ideológica y anímicamente. Ningún pueblo puede triunfar si no tiene claros los objetivos de su lucha, los peligros y el carácter definitorio de su enemigo.

2.— Teniendo esto claro, Mora se dio a la tarea de preparar la guerra. Siempre nos han metido la idea de que nuestro ejército estaba formado por agricultores ignorantes y sin conocimientos militares. Nada más falso. Nuestros soldados eran efectivamente campesinos, pero recibieron un esmerado entrenamiento militar, disciplina y espíritu de combate. Para ello Mora se valió de muy buenos militares. Menciono solamente al general José María Cañas, pero no era el único. Había también un exiliado alemán, Otto van Bülov, que era ingeniero militar y excombatiente de la revolución alemana de aquellos años, la revolución de 1848, quien dio un enorme aporte. Un polaco, posiblemente polaco-alemán, llamado Ferdinand von Salich también colaboró en esta tarea.

Tampoco era un ejército pequeño. Aunque muchos lo cifran en 4.000 hombres, hay documentos que señalan que sumaban 7.200 soldados y que en un momento llegó a tener 11.000. Eso equivaldría hoy en día entre 200.000 y medio millón de soldados.

También se nos confunde con el tipo de armamento. Se habla mucho del fusil de chispa, un arma con que la corría más riesgo el que la usaba y la disparaba. Claro que había muchos fusiles de chispa. Pero Mora se las ingenió para dotar a nuestro ejército de un armamento más avanzado, un parque de fusiles Minié y sus municiones, que había utilizado Inglaterra en la recién concluida guerra de Crimea y que Mora compró a ese país. Ese fusil marcaba una diferencia del cielo a la tierra. Para mencionar solo una diferencia, diré que el fusil de chispa podía dar en un blanco, con suerte, a cien metros; el Minié, casi de seguro, a 500 metros.

Cuando los filibusteros se enfrentaron con nuestro ejército en un día como hoy, quedaron sorprendidos por el poder de fuego costarricense, tanto así que dijeron a sus jefes que aquí en Santa Rosa se habían enfrentado no con costarricenses, sino son soldados franceses.

3.— Había que preparar no solo soldados y armas, sino todo lo demás: medicina, avituallamiento, transporte. No voy a entrar en detalle, pero diré solo que él puso a trabajar a un gran equipo en esas tareas.

Algunos de ellos eran Santiago Hogan Grey, Cruz Alvarado Velasco, Fermín Meza Orellana, Andrés Sáenz Llorente y otros.

He mencionado que había en el país un grupo de alemanes, como Nanne, Rohrmoser, Fisher, Gólcher, Alexander Von Franzius y Carlos Hoffman que se pusieron a las órdenes del presidente Mora. Estos dos últimos fueron fundamentales en la formación de la ciencia natural en el país. Carlos Hoffman fue nombrado por el presidente como el médico jefe del ejército nacional. Por cierto, que el puesto era pretendido por otro médico, José María Montealegre, quien se disgustó tanto con la decisión de Mora que decidió no ir a la guerra y quedarse en casita cuidando sus millones. Años más tarde va a ser el principal culpable del derrocamiento del presidente Mora. Carlos Hoffman es otro de nuestros héroes olvidados. Él estuvo en toda la guerra, se quedó en Rivas durante la epidemia del cólera y luego, llamado por don Juanito, se vino a San José para ponerse al frente en la lucha contra la enfermedad.

Quiero enviar un saludo muy afectuoso a los alemanes de nuestro país, y a los descendientes, hay algunos, de esos alemanes que lucharon con nosotros en 1856. Van Bülov y Hoffman no dejaron descendencia. Hay descendientes de un sobrino de van Bülov, que también peleó en la guerra del 56, pero ellos viven en Estados Unidos.

4.— La otra decisión clave de don Juanito fue decidir que él no iba a esperar al enemigo en la capital. San José en esa época llegaba hasta el Hospital San Juan de Dios, y don Juanito dijo: Yo no voy a pelear esta guerra en La Sabana. La guerra la vamos a pelear en las barbas de William Walker. Esto suponía un esfuerzo inmenso, que era transportar todo un ejército hasta Nicaragua. Hoy eso equivaldría transportar 200.000 hombres. Y se tenía que hacer sin vehículos, a pie, con la sola ayuda de algunos bueyes que se utilizaban para transportar dos pequeños cañones.

Para ello había que trazar una ruta, construir puentes y caminos y asegurar medios de supervivencia, sobre todo alimentos, para los soldados en viaje.

Juanito Mora contaba, como dije, con la ayuda de Otto van Bülov, conocido como el Barón, pues lucía ese título nobiliario. Este ingeniero alemán a quien Juanito Mora había nombrado jefe de caminos, brindó un enorme aporte en este sentido. Todavía quedan algunas de esas construcciones. Él tuvo a su cargo la construcción del puente de La Garita, que estaba unos metros aguas arriba del actual, y de la carretera que sube a Los Ángeles. También fue responsable del primer puente de Damas, en San Mateo. Un pueblito de por allí se llama El Barón, pero nadie sabe por qué. En una ocasión propuse que al menos la escuela, que se llama Escuela El Barón, fuera bautizada por el nombre completo del héroe alemán. Pero como siempre sucede, en este país del olvido nadie quiere hacer memoria. En el país del olvido, el desmemoriado es rey. Digo nada más que Van Bülov peleó en Rivas, cosa que él sabía hacer muy bien. Allí se contagió del cólera, enfermedad de la que murió días después en Liberia.

Entonces, ya listos, con un alto nivel de conciencia y una alta moral de combate, el ejército partió, a pie. Salió de donde hoy es el Mercado Central, caminó hasta San Rafael de Alajuela, llegó a la Garita y a los Ángeles y siguió hasta Barranca. Allí se dividió en dos: una parte se fue a Puntarenas y siguió en botes por el Golfo de Nicoya y el Río Tempisque hasta el pueblo de Bolsón. El resto siguió a pie por potreros y montes por la ruta de Bagaces y lo que hoy sería Cañas, hasta Liberia.

Allí los alcanzó el presidente Mora, que en vez de quedarse en su Palacio Presidencial se fue con la tropa a la primera línea de fuego.

El resto de la historia ya la sabemos. José Joaquín Mora, cuyo suegro había sido dueño de la Hacienda Santa Rosa, marchó hacia el norte y dirigió ese primer combate contra los filibusteros. Fue en aquel 20 de marzo. Allí murieron 20 patriotas y 25 filibusteros. Otros 20 fueron capturados durante su huida, fueron sometidos a juicio y fusilados inmediatamente.

Cabe preguntarse por las enseñanzas que nos dejaron los patriotas de 1856.

La primera es que la patria debe defenderse y no entregarse a los que vienen con falsas promesas. Eso no lo entienden muchos costarricenses y no lo comprenden o no lo quieren comprender nuestros gobernantes.

El país está enfrentado a una nueva ola de filibusteros. Son los que han sido dueños de nuestros principales productos, entre ellos el banano y la piña, y con ellos se llevan nuestra riqueza. Son los que hoy nos estafan con sus eurobonos, sus créditos y sus imposiciones, impuestos por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Son los que nos tienen atosigados con la deuda externa, y nos prestan cada vez más para que sigamos endeudados. Son los que nos roban a través del comercio internacional, vendiéndonos caro y comprándonos barato. Son los que se han apoderado de nuestras principales carreteras, puertos y aeropuertos. Son los que se llevan el dinero de nuestras pensiones y lo colocan en la ruleta rusa de las bolsas norteamericanas a costa de grandes pérdidas para nosotros y enormes ganancias para ellos. Son los que nos impulsan a destruir nuestro estado de bienestar social y presionan para que se vendan la Caja, el ICE, los bancos del estado y demás.

Quien no tiene claro que ese enemigo existe y quién es, no es un digno heredero de Juanito Mora y no podrá liderar al país para salir de la injusticia, la pobreza y el subdesarrollo.

La segunda enseñanza es que con ese enemigo no se negocia. Ya no puede hablarse con una guerra verdadera, pero la lucha es similar, y no hay peor pecado que intentar esquivarla con el timo de que debemos ser inteligentes y tolerantes, inteligentes y tolerantes contra un enemigo nada tonto y nada tolerante.

La tercera es que al pueblo hay que prepararlo para la lucha con la verdad, no con vericuetos de lenguaje, no ocultando los hechos para que no nos digan dogmáticos ni trasnochados. Los que eso hacen y así piensan no son legítimos herederos de los héroes del 56.

Ellos, los héroes del 56, consolidaron nuestra independencia y crearon una idiosincrasia, crearon la nación costarricense. Lo hicieron con su pensamiento claro y su sangre.

¡Bendito sea su pensamiento!

¡Bendita sea su sangre!