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Etiqueta: crisis humanitaria

Gaza/Israel a un año del inicio del conflicto

El miércoles 23 de octubre de 2024, Radio Universidad emitió en directo una nueva edición de Desayunos de Radio Universidad, un espacio dedicado al análisis de temas de actualidad. En esta ocasión, las personas oyentes tuvieron la oportunidad de escuchar a Argentina Artavia quien modera una profunda conversación con el Dr. Nicolás Boeglin, experto en Derecho Internacional y profesor en la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica.

Durante el programa, Boeglin aportó su conocimiento para ayudar a comprender los antecedentes y los elementos clave del conflicto entre Gaza e Israel, que cumple un año desde su inicio. La conversación permitió desentrañar aspectos fundamentales del contexto y las dinámicas actuales en la región.

Le invitamos a escuchar el programa con el amplio análisis de la conversación entre la conductora y el experto.

Respuesta del rector de la UCR ante el genocidio en Gaza

Costa Rica ha logrado una imagen de país pacífico desde la época post colonial.

Desde nuestros inicios de vida independiente, la paz ha jugado un rol muy importante en la creación de nuestra identidad por lo que el ciudadano costarricense asumió esta posición como característica de su idiosincrasia. Así debutó su reconocimiento internacional como tierra pacífica, donde se resuelven los conflictos por vías legales, democráticas y sin intervenciones o amenazas militares.

El premio Nobel al expresidente Oscar Arias y los pactos en los que se cimienta la postura costarricense, pacto social y con la naturaleza, además de la eliminación del ejército, le han fortalecido dicha imagen. Podríamos concordar además que históricamente este pequeño país siempre ha abogado por la paz mundial, ha sido visto como un país modelo, el cual inspira a otras naciones en cuanto a su cultura de paz sostenible.

A pesar de dichas circunstancias, al país le ha resultado un tanto complejo tomar una postura concreta con respecto al conflicto armado mantenido hasta el momento entre Israel y la Franja de Gaza. Si bien es cierto Costa Rica ha abogado por la paz, también ha manifestado su apoyo y solidaridad al estado de Israel, condenando el ataque de Hamas. Esto refleja en parte lo complejo de las relaciones diplomáticas. Algunos especialistas consideran que la inclinación del apoyo a Israel podría ser resultado de la presión ejercida por intereses económicos.

Sea cual sea la intención que se baraja en la posición asumida por nuestro país no podemos pasar por alto que lo que está sucediendo en Gaza es una crisis humanitaria de gran magnitud y extremadamente desalentadora. Por consiguiente, en mi opinión, Costa Rica debe mantener una posición de rechazo ante estos ataques y ser parte de esa presión internacional que demanda un alto al fuego en esa zona y restablecimiento de la paz y estabilidad de los afectados.

¡Qué nunca nos olvidemos de África!

Alberto Salom Echeverría

Qué desoladoras son las guerras

¡Qué horrible y patético que las fuerzas obedientes del genocida Netanyahu hayan bombardeado Ráfah, en Palestina! ¡Qué tétrico que los militares de Israel hubieran bloqueado el paso a los bomberos de Egipto, después de haber bombardeado e incendiado bodegas de alimentos! ¡Cuán funesta fue la acción militar del grupo militar de Hamás sobre Israel, ocasionando la muerte de personas inocentes y llevándose rehenes israelíes que todavía los tiene bajo su poder! ¡Qué provocadora y cobarde que fue esta acción, que facilitó que un hombre desequilibrado y cruel como Netanyahu, presidente de Israel, haya desatado toda su furia sobre la población palestina en la franja de Gaza!

¡Qué tristemente doloroso ver y escuchar por medio de un video, a un hombre de 69 años, declarando que nunca había visto un bombardeo como el perpetrado recientemente sobre Ráfah, nunca vio una guerra semejante!

¡Qué espantosa la guerra en Ucrania que estalló el 6 de abril del 2014 (y que demoró hasta el 24 de febrero del 2022), cuando los tanques ucranianos T-64, durante la batalla de Debáltseve derrumbaron edificios en la ciudad de Lysychansk, contra población civil, niños incluidos, al estallar la guerra del Dombás (o Donbás) y Luhansk, en Ucrania oriental! ¡Salvajes actos militares con el pretexto de someter a la población prorrusa! ¡Qué tristemente célebre la posterior invasión rusa a Ucrania, justo en el 2022, cuando mediante copiosa explosión de misiles por bando y bando, han dejado un “horrible coste humano”, que remonta ya a la cifra de 30.457 víctimas civiles!

Sin embargo, ¡cuán esperanzador comienza a ser que, decenas de miles de estudiantes y profesores, en grandes ciudades europeas y estadounidenses, se manifiesten ya en los campus universitarios, de algunas de las más prestigiosas universidades, protestando contra la crueldad de la invasión de las tropas de Netanyahu, tras la invasión inhumana por toda la franja de Gaza, que ha ocasionado la muerte de 34. 488 palestinos; mientras otros 77. 643 han resultado heridos!

Cuán ensombrecedor resulta en cambio, que en el continente que sigue siendo el más pobre del mundo, África, estén teniendo lugar numerosas guerras, bastante crueles; solo que en África no hay esperanza, por lo pronto, de que el mundo reaccione con la misma urgencia contra las guerras y conflictos armados, con que ha comenzado a manifestarse ante la masacre que Netanyahu y sus bastiones militares han desatado contra Palestina.

El continente africano su situación social y económica, sus conflictos

África posee una superficie de 30,37 millones de Km2; en ese extenso territorio, es donde la pobreza se manifiesta de una manera más atroz y es igualmente donde se concentra la mayor cantidad de personas miserables y sin porvenir del planeta. Al continente lo integran después de que concluyó el colonialismo europeo, que lo dejó maltrecho, empobrecido y desintegrado en la pasada centuria, 54 Estados soberanos, tres territorios dependientes y varios otros integrados en Estados no africanos como son Francia, España y Portugal. En este continente, de donde migró, hace miles de años el “Homo Sapiens” al resto del mundo, hoy se hablan alrededor de 1.500 lenguas y dialectos; con ello, entre otros factores, se advierte el grado de complejidad política, de la geografía humana que existe en este inmenso territorio.

Como veremos adelante, África no es el continente más poblado, posee el 13% de la población mundial, pero en él habita el 33% de la totalidad de las personas “sin pan” de la Tierra, o sea una tercera parte del total. En este devastado continente, una cuarta parte de la población padece de desnutrición. La pobreza es de tal magnitud que, de acuerdo con los datos de los organismos financieros internacionales, el conjunto de los países de esta región del mundo solamente produce el 1.6% del Producto Interno Bruto del Mundo (PIB mundial). Solo en el África Subsahariana, una de las regiones más pobres de la tierra, situada al noroeste, el 46% de los habitantes vive en situación de miseria extrema, con menos de un dólar por día. La cifra se ha duplicado en los últimos veinte años. (Cfr. https/www.once.es/google.com ¿Cuáles son los 54 países del continente africano?)

¿Y a qué se debe esta crisis económica y humanitaria? La ONU lo atribuye a cuatro factores, por su orden: los conflictos armados, la falta de inversión extranjera, el cambio climático y su deuda externa. Según datos del Banco Mundial, la población de África era en el 2020, aproximadamente de 1.373 millones de personas; entre el 39% y el 65% de esa población vivía en la pobreza extrema, dispersa a todo lo largo y ancho del inmenso territorio.

De acuerdo con una cita que hemos extraído del matutino “el Tiempo” de Bogotá, “Los conflictos armados han dificultado el desarrollo económico (…) La falta de inversión extranjera, debido a la percepción del continente y la corrupción, ha impedido el desarrollo económico del lugar. El clima y el cambio climático evitan que las tierras de África sean aptas para ganado o cultivos. La sequía, la desertificación y la erosión del suelo dificultan la producción de alimentos y la supervivencia de las comunidades rurales. Por último, la deuda externa limita su capacidad para invertir en el desarrollo económico y social.” (Cfr. ¿Por qué África es el continente más pobre del mundo? Estos son los motivos.” Periódico El Tiempo, Bogotá, Colombia. 9.05.2023).

Los conflictos armados en África

Estamos incluyendo en esta categoría de “Conflictos armados” los siguientes: guerras, batallas, levantamientos y pronunciamientos políticos y militares, así como atentados terroristas desarrollados en el 2024, pero la mayoría de los conflictos poseen hondas raíces históricas. El continente africano durante la pasada centuria (siglo XX), fue literalmente desbaratado por las potencias occidentales europeas que se lo repartieron como si fuera un pastel de su propiedad. Así lo desunieron, provocaron hondas y crueles divisiones de tribus, muchas de las cuales, apenas en el siglo pasado eran una sola. Fue de este modo como se crearon países que fueron inventados por los europeos, imponiéndoles sus fronteras, su cultura (idioma, religión, etc.), explotándolos económicamente de manera inmisericorde, imponiendo la esclavitud y extrayéndoles las materias primas, para el beneficio exclusivo de las potencias europeas.

Hoy África es el tercer continente en tamaño después de Asia y América; pero es el segundo más poblado después de Asia. Posee una inmensa riqueza en recursos naturales; a la postre, este es parte del problema político y militar en África, porque esa riqueza genera la codicia por poseerlos y continúa atrayendo a grandes potencias de occidente que la han desbastado. La población civil es, desde luego, la principal víctima. Por esa razón, entre otras, allí se concentra prácticamente la mitad de los cuarenta conflictos armados que se registran en la actualidad en el mundo.

Entre los casos más sonados de estos conflictos se detectan: el que tiene lugar en Etiopía, con cambio climático encima y una desastrosa hambruna; la República Democrática del Congo y la guerra por los recursos; la República del Congo que enfrenta a las milicias “Ninja” frente a los paramilitares. Otros conflictos de singular importancia en África que desangran a sus jóvenes y hasta niños involucrados en ellos, son los de Yemen, Malí, Níger, Burkina Faso, Somalia donde se escenifica un viejo conflicto, Chad, Sudán del Sur y Mozambique. Diversas intervenciones de los Estados Unidos están presentes, así como otras potencias occidentales europeas y China, que se disputan los ingentes recursos que hay en los países africanos; si bien, hay que reconocer que la República Popular China, es uno de los países que más ha invertido en el desarrollo de diferentes naciones de África.

Uno de los resultados de todos estos conflictos, se ha traducido en las constantes migraciones de millones de seres humanos, que huyen del continente africano hacia los países desarrollados. En estas migraciones, de hace décadas, se producen cantidades de muertes por hambre, ahogados en los océanos y mares durante la travesía, o asaltados por las bandas que los pretenden para usarlos como carne de cañón en sus enfrentamientos con otros grupos o sectas, con motivaciones económicas, político-militares, tráfico de droga o de cualquier otra índole.

Algunas de las guerras más devastadoras en África y sus consecuencias

Guerra en Somalia. La guerra de facciones y la profunda sequía que padece este país, constituyen las mayores calamidades de su población. La guerra, abate a los somalíes desde sus inicios en el año 1991. Recientemente han arreciado los combates en Mogadiscio, su capital. Los enfrentamientos han diezmado a sendos grupos militares, ya sea los milicianos de Al Shabaab o las fuerzas gubernamentales de la Unión Africana, sin que se haya resuelto el hondo enfrentamiento, más bien ha recrudecido.

Guerra de Chad. Este país es uno de los más inestables desde el punto de vista político. El enfrentamiento armado lleva muchos años y ha provocado la muerte de miles de sus ciudadanos, la hambruna y escasez de recursos económicos que se requiere para invertir en desarrollo socio económico. Chad está en peligro de una guerra generalizada en todo el territorio.

Guerra en Sudán del Sur. En este país la guerra lleva más de dos décadas y es una de las más crueles y devastadoras de África. Millones de personas han huido del país, aunque muchos han perdido la vida en la travesía, a causa de las enfermedades y otras circunstancias. Sudán se ve abatido por conflictos tribales de naturaleza étnica, que no parecen tener una solución inmediata.

Guerra del Congo. El Congo sufre de intensa violencia y saqueos. En este país conviven cientos de grupos paramilitares y otras tantas milicias de autodefensa comunitaria. Se consideran que han muerto cerca de 5 millones de personas, desde el inicio del conflicto en 1996. Además, se estima que la población que ha emigrado a consecuencia de la guerra y las calamidades subsecuentes ronda los 5,5 millones de personas.

Conclusión. En el continente africano existen 7 de 10 de los más grandes campos de refugiados que hay en el mundo, de acuerdo con datos de la Organización Internacional para las Migraciones OIM. Según esta organización de los 258 millones de seres humanos que son migrantes en el planeta, el 14% nació en África. A pesar de esta situación tan espeluznante, que constituye una crisis humanitaria a lo largo y ancho de todo el continente africano, el mundo no le está concediendo la atención y solidaridad que merece y urge. África sigue siendo víctima del saqueo por parte de las potencias principalmente occidentales, sin que las Naciones Unidas, ni las organizaciones humanitarias o de Derechos Humanos hayan podido movilizar los recursos indispensables para invertir en el desarrollo de este sector de la población mundial.

Más bien, África se ha convertido en un territorio ultrajado por una parte y olvidado por otra. El auxilio humanitario para lograr un radical cambio de la situación se torna impostergable, antes de que el incendio social y político se termine de propagar por todas partes.

“Me encantó”

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

Así presenta una mujer en sus redes sociales un video Tik Tok generado por un hombre costarricense desde un vehículo en movimiento. Hace un par de días un familiar cercano lo compartió en mi muro. Me solicitó mi opinión y le dije que estaba sin palabras.

Pero no es cierto. Aquí apalabro mi sentir sobre estas y otras conductas de cierto tipo de costarricenses a quienes la identidad esencial les ha constreñido su capacidad de asombro y de solidaridad.

El hombre del video muestra una molestia evidente. Se escucha por su voz y se nota en sus facciones, duras, casi violentas. “Me tienen cansado”, dice, “que no nos vean la cara de tontos” reclama “que se pongan a trabajar”, ordena.

Coincidir con los planteamientos del hombre en su video que imagino ya se ha hecho viral, es decir, repetir “me encantó” como forma de compartirlo, revela la consolidación de un núcleo duro de opiniones sobre las migraciones que transitan por territorio costarricense. Implica no reconocer de facto el carácter emergente de los procesos de tránsito regional que, constituyendo una verdadera crisis humanitaria, han experimentado muchas personas venezolanas durante los últimos años.

Estemos o no de acuerdo en el contexto sociopolítico de Venezuela, no podemos obviar que la migración constituye una salida, una estrategia de sobrevivencia para miles de venezolanos que ya no se sienten incluidos en su país de origen.

Cuando pasan por Costa Rica su intención no es quedarse, aunque el hombre del video asegure que ya han establecido una permanencia y por ello les invita a “ser productivos” y “no estar de vagos” en nuestro país.

Una percepción así hay que explicarla. Surge, al decir de Carnero (2021) desde la raíz de un pensamiento de Estado sobre las migraciones, construido a partir de las premisas que ven en sus procesos un problema permanente y cuyas categorías (migrante, refugiado, “ilegal”, por decir algunas), han sido construidas para abonar el marco securitario de los estados nación.

Este pensamiento ha sido compartido por los mecanismos de socialización y comunicación, que terminan por naturalizar la forma en que las personas ven a la migración y las personas migrantes.

No tengo duda que en el país existe una actitud solidaria y mayoritariamente enfocada hacia el apoyo y la comprensión hacia estos procesos y las poblaciones que los experimentan.

En cambio, al sujeto del video habría que invitarlo a pasar unas diez veces por El Tapón del Darién para que sus aguas y aires le laven esa identidad esencial que presenta y esa forma particular de referirse a quienes hoy vemos en las calles del país como pedigüeños, ladrones y vagabundos.

Detrás de cada persona solicitando apoyo hay una historia que no conocemos. Es preciso desmontar ese aparataje de pensamiento estatal que nos orienta la mirada hacia lo que requiere (control, seguridad) y considerar una actitud más humanitaria hasta en las redes sociales.

Empecemos por cambiar las lógicas de nuestros discursos y nuestras acciones. Un día a la vez. Pero empecemos.

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LOS EXTRAÑOS SIGUEN TOCANDO A LA PUERTA

Por Memo Acuña (sociólogo y escritor costarricense)

Las imágenes son elecuentes y revelan el drama de cientos de miles de personas desplazadas como consecuencia de la intervención rusa en Ucrania.  Los medios internacionales se han encargado de vibilizar con insistencia, escenas de personas corriendo por carreteras, tratando de abordar medios de transporte, huyendo de sus edificios destruidos, casi al borde del derribo. 

Son, evidentemente, imágenes que no quisiéramos haber visto luego de dos años de crisis civilizatoria, que nos hizo cuestionarnos todo lo que somos como especie humana: el modelo económico depredador, desequilibrante e inhumano, el daño ambiental que le hemos hecho a los territorios y que ahora llamamos de forma conveniente como los efectos del cambio climático, la desigualdad presente en el acceso a la información, la salud y los medios de reproducción de la vida. 

Pensamos, efectivamente, que estos eran tiempos de aprendizaje, de reconstituirnos como especie.  Hace unos años en una vista a la Universidad Nacional, en Costa Rica, el teólogo Leonardo Boff decía que posiblemente estábamos en los últimos cinco minutos de la existencia de toda vida posible, si no éramos capaces de cambiar nuestras formas de relacionarnos con la economía, la naturaleza, el otro y la otra. Nada aprendimos.

Lo que nos devuelven esas imágenes sobre la guerra es la confirmación de que tenemos pendiente tareas y que los aprendizajes persisten.  Si, es claro que se trata de cientos de miles de personas desesperadas, desplazadas (que es distinto conceptual y operativamente al concepto de refugio) y que buscan por todos los medios, subsistir.

Sin embargo, lo que esas imágenes provenientes de los principales medios de comunicación no nos cuentan es que no todas las personas en situación de riesgo por el conflicto tienen las mismas oportunidades de sobrevivencia. 

En un artículo publicado por Gabriela Wiener el 11 de marzo (Un mundo que nos odia. recuperado de eldiario.ar el 18 de marzo de 2022) se denuncia la desigualdad, discriminación y racismo que experimentan otros miles de personas que han querido salir de Ucrania y que por razones étnicas y de nacionalidad son conminados a permanecer en ese país en contra de su voluntad.

En su reflexión, Wiener es bastante enfática al indicar como el sistema de asilo europeo se volcó a apoyar a la población ucraniana en condiciones de desplazamiento, pero años antes amuralló sus contornos contra la crisis humanitaria producida en varios países africanos.  La actualización de esa selectividad en el sistema de solidaridad europeo ha sido tema en estas semanas de conflicto, sin que la comunicación hegemónica cuente como personas no ucranianas son obligadas a abandonar la posibilidad de escapar de los horrores de la tensión  bélica que no cesa.  Un fragmento de un testimonio incluido en su artículo, es elocuente en este sentido:

“Los negros no, los negros no, cuenta una mujer que escuchó mientras intentaba con sus hijos subir a un tren gratuito para salir de Ucrania. Vio cómo un hombre ucraniano sacaba una pistola y hacía bajar a un hombre negro del tren: ”ayudan a su gente pero no quieren ayudar a los negros“. Quienes no son blancos no llegarán al otro lado porque sus vidas no son importantes si no es para ser carne de cañón de unos bandos”.

En uno de sus últimos trabajos sobre la coyuntura migratoria en Europa, el sociólogo Sigmund Bauman refería que había personas de tercera, cuarta categoría, que literalmente “tocaban a la puerta” para ser escuchadas, sin éxito.  En esta ocasión, seguimos viendo a los extraños pasar y ya no solo no les abrimos las puertas sino que los amenazamos con quitarles la vida, por precisamente querer conservarla.

Es cierto, nada aprendimos.  El reloj de Boff sigue su marcha inexorable. Ya solo quedan segundos y posiblemente esto que conocemos como civilización se acabe para siempre.  Está en nosotros decidir cómo queremos vivir este periodo de tránsito hacia nuevas etapas, nuevos vínculos.

Añez en Bolivia, ¿Debe ser Procesada y llevada a Prisión?

Lic. José A. Amesty R.

El año pasado redactamos un artículo titulado: “Jeanine Añez: candidata a ser enjuiciada”, en el cual mostramos una serie de actuaciones y acusaciones contra Añez, las cuales deben ser denunciadas, para someterla a juicio y ser privada de libertad. Hoy esto último, se hace realidad, no somos profetas, pero se dio.

Refresquemos la memoria a quienes ahora, salen en apoyo a la “expresidenta” (OEA, evangélicos, figuras políticas de derecha, otros/as), sobre aquellas acusaciones contra ella. Yo soy de la idea que no hay que hacer leña del árbol caído, pero en este caso, no se pueden obviar hechos tan concretos.

  1. Se autoproclamó como presidenta, sin haber sido electa por el pueblo boliviano. Asume la Presidencia, en una sesión parlamentaria sin quorum, que apenas obtuvo un 4% de los votos en la última elección.
  2. La eligió un grupo liderado por la cúpula de la iglesia católica boliviana, partidos políticos minúsculos, la Embajada brasileña, representantes del Movimiento al Socialismo-Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos MAS- IPSP, designados para el caso, y la Fundación Jubileo (que confirmó esos hechos), pero fundamentalmente fue apuntalada por la cúpula del Ejército y la Policía y sin duda tuvieron la garantía de EEUU. No se debe olvidar que fue un militar quien le colocó la banda presidencial, hecho inaudito y antidemocrático.
  3. Su gestión presidencial, muestra números rojos, tales como el 6% del Producto Interno Bruto PIB, en la caída de su economía. Lo que equivale a la generación de más de un millón de nuevos pobres (1.059.672); y casi medio millón más si lo medimos por pobreza extrema.
  4. Y si consideramos los efectos de la pandemia, que ha sido mal gestionada por el gobierno de facto, esto ocasionó una pérdida de ingresos de entre 30-50%, entonces tendríamos más de dos millones de nuevos pobres en Bolivia (2.739.826). De estos, 2 millones vivirían en condiciones de extrema pobreza. Mientras tanto, Bolivia ya ha había superado las 8.000 personas fallecidas por el COVID-19 y las exportaciones han disminuido a 4.217 millones de dólares hasta agosto, cifra menor en 1.680 millones de dólares a la registrada en el mismo período de 2019. No se responsabilizó por la crisis humanitaria-sanitaria de Bolivia, ocasionada por la pandemia, generada por su mala gestión de gobierno, ocasionando la muerte, al menos, a 500 bolivianos, tirados en las calles, y el colapso del sistema de salud boliviano.
  5. La corrupción llegó a los niveles más altos, en empresas de hidrocarburos, electricidad, telecomunicaciones, ministerios como el de Salud y Obras, el incremento de la pobreza, y la ilegalidad e ilegitimidad en la política. En diez meses, Jeanine Áñez, juramentó a 36 ministros, y algunos juraron dos veces.
  6. Intentó inhabilitar, la personería jurídica del Movimiento al Socialismo-Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos MAS- IPSP, alegando fraude electoral en octubre 2019 y por haber participado en un golpe de Estado institucional. Ha declarado vilmente: “Si se prueba el delito electoral tiene que tener su sanción y una de ellas es que el partido de Evo Morales pierda su personería jurídica”. Ha agregado además, la inhabilitación del MAS-IPSP por: sedición, y por la difusión de una encuesta de intención de voto.
  7. Renunció como candidata a aquellas elecciones, para esquivar los cargos en su contra, por las masacres de Sacaba y Senkata. Se conocen como masacres de Senkata y Sacaba a los hechos sucedidos en dichas localidades bolivianas, durante las intervenciones militares ante las protestas sociales emergidas luego de la asunción de Jeanine Áñez a la presidencia de Bolivia en noviembre de 2019, en el marco de la crisis política y social de 2019.
  8. También por la represión de las fuerzas policiales y militares, durante su gestión, así como por hechos de corrupción en los que se ha visto envuelta. Según el medio Bolivia TV del Pueblo, en noticia verificada, la “senadora demócrata Warren de EE.UU denunció con documentos y pruebas que una lujosa mansión cotizada en $u$ 28.3 millones apareció en agosto a nombre de Carolina Ribera Añez, quien es hija de la presidente interina Jeanine Añez”, cuestionando que esa compra pudo ser con dinero desviado de Bolivia.
  9. Y para no hacer la lista más larga: Cometió nepotismo: trató de favor hacia familiares o amigos, a los que se otorgan cargos o empleos públicos por el mero hecho de serlo, sin tener en cuenta otros méritos; para su propio beneficio y obtener favores.
  10. Perpetró persecución contra grupos sociales, contra la prensa extranjera, partidos políticos, medios de comunicación, entre otros, contrarios a su gestión.
  11. Se develó una lista con nombres de los militares bolivianos en servicio activo y pasivo adictos al Gobierno golpista de Jeanine Añez, que estarían detrás de la organización de situaciones de extrema violencia para impedir que se realizaran las elecciones en Bolivia. Estos escenarios de violencia se registrarán antes, durante y después de las elecciones. Incluso, violación de DDHH.

El Defensor de Derechos de la Madre Tierra y Derechos Humanos desde Abya Yala, Ollantay Itzamná, señala además que los delitos que se le imputan a Añez, y a sus cuatro ex ministros, son: terrorismo, sedición y conspiración. Pero, estos no son todos los delitos, ni están todos los y las que cometieron estos delitos de lesa humanidad.

La pena máxima en Bolivia es de 30 años sin derecho a indulto. Pero, esta máxima pena, por la magnitud de los delitos cometidos por la usurpadora, motivados por el odio a la identidad indígena (confeso) es insignificante.

Añade además, no es venganza, es justicia mínima. Quienes asumen que la justicia por las masacres de Senkata y Huayllani es venganza, externalizan sus profundas convicciones que las y los indígenas en Bolivia y Abya Yala no somos seres humanos. Muchos menos nos consideran sujetos del derecho a la justicia.

¿Qué nos queda? ¡Hacer justicia! Por justicia debemos sacar, expulsar a todos los y las golpistas de Bolivia, devolver a los pueblos los bienes y patrimonios mal habidos que éstos acumularon.

Finalmente, lanza una propuesta fuerte: las y los golpistas, incluyendo sus comunicadores, sus religiosos, sus ONG, quieren conocer lo que es venganza, pues, debemos mostrarles lo que por justicia aritmética les corresponde. No sólo cárcel. Les corresponde el destierro, si no quieren morir en la cárcel.

El sólo hecho de tratar de esconderse en una caja y/o debajo de su cama, evidencia que ella sabe de sus tracalerías y que puede ser encausada por sus delitos y casos de corrupción.

Hoy, la Organización de Estados Americanos OEA, sale en defensa de Añez, tratando de imponer una Comisión Internacional, que investigue su gestión de gobierno, de paso incluyen a Evo Morales, “sin tener velas en ese entierro”.

Ayer, mediante un entramando conformado por hordas fascistas, sectores de la policía y de los militares, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, los medios hegemónicos de comunicación, la Unión Europea (UE), las agencias de inteligencia de Estados Unidos (principalmente la Agencia Central de Inteligencia, CIA) y algunos gobiernos regionales (entre ellos, el argentino de Mauricio Macri y el brasilero de Jair Bolsonaro), en noviembre de 2019, concretaron el golpe de Estado a Evo Morales.

Como teólogo protestante, me da pena y pesar, las declaraciones de César Vidal, evangélico, abogado, periodista y escritor, nacido en España y nacionalizado norteamericano, de gran renombre entre los hispanos de EEUU y en América Latina: la detención de Jeanine Añez es un atentado a la libertad en Bolivia, “La actuación contra Añez y varios exministros, es un ejercicio despótico del poder que afecta a Bolivia y su democracia, y a todo Latinoamérica. La OEA y la Unión Europea deben reaccionar, no espero nada de Biden”.

Finalmente señalamos, Jeanine Áñez fue parte del golpe contra Evo Morales en Bolivia, de la represión que causó decenas de muertes, de las detenciones arbitrarias, de las proscripciones, de la persecución política y de los negociados que se hicieron a costa de la vida de los bolivianos (como la compra de respiradores con sobreprecio en medio de la pandemia. Respiradores que, además, nunca llegaron a Bolivia). Hoy la Justicia le empieza a pedir, que dé cuenta de todos sus crímenes.

Nota Última hora. En febrero pasado 2020, la defensora del Pueblo, Nadia Cruz señaló a Áñez como responsable de estas masacres y recordó que el 15 de noviembre de 2019, la expresidenta de facto firmó un decreto, el 4.078, que autorizaba a las Fuerzas Armadas a reestablecer el orden público, sin que esto generara responsabilidad penal. Dos semanas después, lo derogó.

El régimen de Añez adoptó políticas que buscaban echar por tierra todos los avances de Evo, algo que logró en solo 6 meses.

 

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