Sin duda alguna, los acontecimientos del 11 de julio en Cuba, lo que ocasionaron fue que Cuba Socialista saliera triunfante y dictándonos una catedra de estrategias y tácticas para enfrentar la arremetida con claros matices de imperial.
Y es que el objetivo era claro para los mercenarios y contrarrevolucionarios: son una serie de pasos muy bien estudiados y perfeccionados, a partir de la experiencia de su aplicación previa en disímiles países de Europa del Este, Oriente Medio y África: Yugoslavia, Hungría, Ucrania, Libia, Egipto, Iraq; lo intentaron en Siria, Venezuela y Bielorrusia, a saber:
*Generar una situación de caos e ingobernabilidad.
*Entrada de una “intervención humanitaria” en forma de una fuerza militar foránea.
*Conducción del país invadido hacia una forma de Gobierno entreguista y dócil, que permita a la élite financiera y monopolios extranjeros, saquear sus riquezas en detrimento de las clases sociales más desfavorecidas.
Una de las lecciones que nos da Cuba, es saber detectar noticias falsas, antes las múltiples mentiras que publicaron y siguen publicando sobre el hecho de las marchas, y nos sugiere lo siguiente:
Leer la información completa y no dejarse llevar por un título demasiado llamativo, es imprescindible para no dejarse engañar.
Verificar las fuentes.
Detenerse a mirar quién firma la noticia y, ante la duda, investigar sobre esta persona, averiguar qué otras noticias tiene publicadas bajo su nombre o seudónimo.
En ocasiones las noticias de este tipo se encuentran en páginas no oficiales.
Se recomienda buscar más fuentes que tengan esta misma información, este paso ayudará a verificar qué tan cierta es.
El chequeo de las imágenes que se utilizan debe ser otra premisa, así como utilizar las herramientas de Google para determinar si están manipuladas.
Revisar el Dominio o URL, así como los comentarios de la publicación también ayudarán durante la verificación.
Inmediatamente a la intentona golpista, el presidente Diaz-Canel, dando una lección de liderazgo y temple de acero, comisiona al mismo pueblo a defender su revolución, estando consciente que el pueblo cubano, va a defender su revolución a costa de lo que sea.
Un hecho significativo de lo anterior, se refleja en la expresión de un señor, que culminada una marcha multitudinaria revolucionaria consciente, expresa y brota lo que le ardía dentro de sí: “¡Aquí, precisamente, frente al águila destronada!”. Su vista veía la multitud desde donde un pueblo en Revolución como derribaba el símbolo imperial.
No olvidemos que, el artículo 3 de la Constitución cubana, regula que la soberanía reside en el pueblo: “del cual dimana todo el poder del Estado”. Ese texto (aprobado por 86% de votos) obliga a respetar la soberanía popular y los derechos fundamentales.
El derecho de resistencia se regula contra “cualquiera que intente derribar el orden político, social y económico establecido por esta Constitución”, e incluye todas las vías. Por ser un recurso extremo, requiere el empleo previo de otros recursos.
Y es que los contrarrevolucionarios apostaron a, gente inexperta o con poca preparación, propensas a ser fácilmente manipulables, para hacerles creer que todas las calamidades que enfrentaban eran culpa de la ineptitud del Gobierno, y no producto de las acciones externas que se habían emprendido desde un año y medio antes, unidas a otros factores fortuitos.
Lo seguido fue y es, enfrentar y contraatacar las matrices digitales de opinión, develando las mentirosas imágenes y videos falsos, que buscaban atizar las mentes inescrupulosas y exacerbar los ánimos contrarrevolucionarios, así como hacerse eco en los medios occidentales.
Recordemos que, la televisora estadounidense, FoxNews, opacó unos carteles de apoyo a la Revolución Cubana, durante una entrevista con el congresista Ted Cruz, uno de los mayores defensores de la política de línea dura de Washington contra la Isla.
La cadena usó las imágenes para mostrar una supuesta manifestación contra el gobierno cubano, cuando realmente las pancartas eran usadas en una demostración de apoyo al presidente Díaz-Canel con el siguiente mensaje: Las calles son de los revolucionarios.
Un elemento sumamente publicitado fue el “supuesto” fracaso del Socialismo en Cuba, ante tan “estrepitosa” expresión del “cansado” pueblo.
¿Fracasó el Socialismo entonces?, depende del criterio con el que se lo aborde. Sin dudas, en la Isla no hay “shopping centers” repletos de mercaderías, no hay hiperconsumo de artículos fabricados con obsolescencia programada y la población no se mide por el vehículo o el reloj que posee, por la ropa de marca que viste o por el tope de su tarjeta de crédito.
Ahora bien: como el capitalismo se basa en la explotación, hace lo imposible para que los explotados no reaccionen. ¡Eso es la lucha de clases! Y en esa lucha, lo ideológico cobra un papel preponderante. De ahí que los pocos espacios socialistas existentes son mostrados por la derecha como «fracasos» estrepitosos.
A su vez, el pueblo cubano ha reiterado y es un momento crucial para continuar denunciando el cruel bloqueo del imperio norteamericano, recalcando en insistiendo que, durante seis décadas, de acuerdo con datos oficiales, ha representado para su población un perjuicio equivalente a 147.853 millones de dólares.
Solo durante la pandemia los daños alcanzaron 9.157 millones de dólares, una cantidad comparable con el préstamo de “servicio ampliado” que en 2019 acordó Ecuador con el FMI (y otras entidades financieras) por 10 mil millones de dólares.
Se agrega que, un estudio del PNUD, refuerza el problema del impacto Covid-19 en la economía y la sociedad cubanas. Bajo las consideraciones históricas evidentes, es imposible dejar de coincidir con las NNUU, de manera que se impone la demanda universal por acabar con el bloqueo.
Pero lo que jamás imaginaban, las fuerzas oscuras del imperio, fue y es el poderío de los pueblos de América Latina y del mundo consciente, en manifestaciones y apoyos a la Revolución Cubana, que es cada día mayor en número y simpatía.
En cualquier caso, esta osadía gringa pasará a la Historia como esa otra ocasión (otra más del montón), en que los “geniales” gringos se volvieron a equivocar por enésima vez de una esquina a la otra con Cuba, como siempre les ha ocurrido en los últimos 62 años.
Sonaron otra vez las campanas por “el fin” del Socialismo en Cuba. Salivaron seguro algunas bocas desde los balcones del imperio (y más allá o acá del mar que separa esta isla del resto del mundo), y también desde algunas alcantarillas, pero no pudieron ni podrán contra este pueblo aguerrido, que se afinca en la resistencia, de más de sesenta años de agresiones y con una mística revolucionaria en contra de todo.
Finalmente, el presidente Diaz-Canel, para seguir apoyando al pueblo cubano, el 14 de julio 2021, anuncia varias medidas económicas y sobre la importación de alimentos y medicamentos.
Durante una comparecencia televisiva el presidente Díaz-Canel, el primer ministro y el titular de Economía, también abordaron el tema de las afectaciones de la generación eléctrica, así como cambios relacionados con la empresa estatal y las micro, pequeñas y medianas empresas.
¡Adelante Cuba Socialista!
Recordemos que las “tropas de choque” del imperio contra los procesos revolucionarios, son ahora en Nuestra América las marras que arrasaron los barrios de Managua; los guarimberos de Caracas, que asesinaron y quemaron a simpatizantes de la Revolución Bolivariana; los grupos de tarea fascista que azuzaron el Golpe de Estado en Bolivia, que extorsionaron, arrasaron residencias, secuestraron y apalearon a indígenas, mujeres y dirigentes del Movimiento al Socialismo (MAS). Del mismo pedigrí son los “protestantes” del día 11-12 en Cuba.
El Departamento Ecuménico de Investigaciones, desde su compromiso fundacional con los movimientos de liberación y emancipación antiimperialista y anticolonialista, reafirma la solidaridad que durante décadas nos ha unido con el pueblo cubano, sus instituciones, organizaciones e iglesias.
Nos unimos a las múltiples voces, incluyendo los 184 países que han pedido que se levante el bloqueo, las múltiples sanciones que han interpuesto unilateralmente por parte de Washington al pueblo de Cuba; así como la ilegal ocupación de Guantánamo, violentando explícitamente el principio de soberanía territorial.
La crisis pandémica que azota al mundo ha dejado a muchas familias sin seres queridos, así como un sentido de impotencia generalizado y la precarización de las condiciones de vida de poblaciones ya vulnerables. La falta de medicamentos y saturación hospitalaria es una realidad que enfrentan muchos países latinoamericanos, en parte por el acaparamiento que las naciones del norte han hecho de las vacunas contra la COVID-19. El bloqueo impuesto por Estados Unidos agrava la situación de Cuba donde el pueblo sin los medicamentos y equipos necesarios sigue aportando y buscando alternativas solidarias para afrontar esta crisis mundial.
Pese a las vicisitudes de este contexto, y la considerable pérdida de recursos por la caída del turismo, el pueblo cubano ha mostrado de nuevo su rostro solidario al mundo, brindando la primera vacuna latinoamericana contra la COVID-19, cuya eficacia es superior al 92%.
Con respecto a las protestas de las que hemos recibido noticias, manifestamos nuestra solidaridad con el pueblo cubano, confiamos en la capacidad de diálogo entre las partes involucradas, en la no violencia como camino para la resolución de los conflictos y en la sabiduría que les ha acompañado en tantos años de lucha y resistencia.
Desde el cariño, las esperanzas y el compromiso que nos unen, sumamos nuestra voz clamando por respeto a la autodeterminación, por justicia y paz.
Lo que más les duele es que el pueblo cubano, a pesar de todas las continuas criminales agresiones, que le privan de muchas necesidades básicas, es un pueblo saludable, educado, solidario y estoico.
Lo de saludable y educado no lo inventamos, están en los informes de los organismos especializados de Naciones Unidas que sitúan a Cuba en los primeros lugares de América Latina.
Lo de solidario con otros pueblos sobran los ejemplos, y lo de estoico es esa increíble y admirable resistencia durante tantos años de constantes hostigamiento. Eso les duele, y mucho a los que, de manera abierta o encubierta, critican o atacan su sistema de gobierno, obviando, minimizando y hasta negando el bloqueo, el asedio, el embargo o como quiera llamársele.
Todos son actos de guerra y de lesa humanidad de un país poderoso contra uno pequeño. Con hablar una vez sí y otra también, en circunstancias tan adversas, sobre malos o equivocados manejos del país por parte de las autoridades de Gobierno, que si los hay y los seguirá habiendo como en cualquier otro país o realidades, lo único que logran es ofender la inteligencia de las personas bien informadas. No se atreven a publicar una foto de un niño cubano durmiendo en la calle o desnutrido, o gente viviendo en tugurios porque es fácil probar su falsedad.
Por Rogelio Cedeño Castro, sociólogo y escritor costarricense
Con la arrogancia acostumbrada, tan propia de los emperadores romanos de la antigüedad, el ocupante de la Casa Blanca se deja decir que “Cuba es un Estado fallido que reprime a sus ciudadanos” (Diario La Nación, San José de Costa Rica, viernes 16 de julio de 2021, pág.23), lo que da a lugar a que -exteriorizando nuestros pensamientos- le preguntemos ¿si la isla mayor de las Antillas es un estado fallido?, entonces ¿qué son países como Guatemala, Honduras, Colombia, Paraguay, Haití, la semicolonia de Puerto Rico (a la que Donald Trump quiso desahuciar hace un par de años) y otras islas caribeñas, en las que la vida resulta insufrible?, cuando bien sabemos que son unas naciones o estados-nación que son incapaces de resolver las necesidades más elementales de la gran mayoría de sus habitantes, además de acudir, de manera sostenida, a la represión más cruenta y despiadada de la protesta social, tal y como ha venido sucediendo en los casos de Colombia, Ecuador, Honduras, Chile y la Bolivia de Áñez, la pobrecita aprendiz de dictadora, en fin unos países donde hay cientos de detenidos, innumerables desaparecidos, además de centenares de víctimas mortales.
En una muestra de lo que es la brutalidad imperial, el emperador o presidente Joe Biden, declaró: “También dejó claro que no prevé permitir el flujo de remesas, que podría aliviar la presión económica que contribuyó a la ira generalizada” (ibidem) con lo que no oculta la descarada intencionalidad de hacer capitular por hambre al pueblo y a la nación cubana, un acto de confesa criminalidad que los latinoamericanos dignos no podemos aceptar jamás, a condición de aceptar ser vasallos de ese imperio despiadado, ese que acabó con la democracia guatemalteca en 1954, la que jamás regresó a esa desdichada nación.
En realidad sucede que aún en el caso de que quisiera variar su política hacia Cuba, este gobierno estadounidense no se atreve a retomar el camino de Obama en relación con la isla, por temor a la ultraderecha cubana en el senado, donde los demócratas tienen una precaria mayoría.
La protesta está bien y es un derecho irrenunciable del pueblo cubano, el actual gobierno y cualquier otro debe atender las demandas más sentidas de la población, lo que espero es que los cubanos de a pie eviten caer en la trampa que les ponen desde el otro lado del estrecho de la Florida, pues la ultraderecha cubana no es democrática y sólo espera, siempre obediente a los mandatos imperiales, caer sobre los bienes existentes en la isla, además de conculcar los derechos políticos, y sociales de las grandes mayorías cubanas para crear un remedo de democracia, uno donde no cabrían ni la izquierda en el poder, pero tampoco las disidencias socialistas que fueron perseguidas otrora por la propia revolución, el imperio estaría abriendo el campo al neofascismo, cuidado mis queridos isleños, hijos de José Martí. Es necesaria la unidad y el debate abierto entre las diversas fuerzas y sectores revolucionarios, además de un diálogo franco y valiente con los jóvenes, pues me atrevo a decir que las nuevas generaciones tendrán que decir lo suyo (nunca en la historia, ha sido de otra manera), asumirlo y luchar por esas metas, con esas sensibilidades que les son inherentes a los jóvenes. Éstas son sólo son unas reflexiones en voz alta, no pretendo imponer nada, es al pueblo de Cuba a quien le corresponde decidir sin imposiciones genocidas, sin ese puñal en la garganta con el que hace más de medio siglo el imperio amenaza a la nación cubana.
Para rematar esta puesta en la escena surrealista continental, la que ha resultado ser digna de los trabajos más exquisitos de Luis Buñuel y de André Breton, en el Perú milenario, gemelo del Alto Perú o Bolivia, la derecha totalitaria del fujimorismo, y otros sectores todavía más fascistas, ha venido poniendo en ejecución una especie de golpe de estado en cámara lenta, de tal manera que cuando faltan apenas unos pocos días para la fecha en la que debe ser juramentado el nuevo presidente de ese país, todavía el Jurado Nacional de elecciones no ha proclamado al ganador, el que indiscutiblemente es el profesor Pedro Castillo, un mestizo quechuahablante, originario de Cajamarca, en la sierra centro-sur, un hijo del Perú Profundo, del otro país, ese que ha sido relegado durante doscientos años. No hay día en que el fascismo no saque las garras en el Perú, tratando de sembrar el pánico en las calles, y ha estado asediando la casa del presidente del Jurado Nacional de Elecciones, como no ha dejado de hacerlo en Bolivia la muy racista derecha cruceña, siempre con sus amenazas, y en el vecino Chile, donde una convención constituyente se prepara para refundar ese país. Estemos atentos, porque esto de Cuba en cuanto a Washington no pasa de ser una jugada geopolítica en una región como la nuestra, en la que están perdiendo el control, ya sabemos que ellos no exportan la democracia, si es que todavía la profesan, aunque sea sólo de la boca para afuera, y prefieren recetarnos el neofascismo, a la manera de la Keiko Fujimori o la Yanine Áñez, sin ningún respeto para los derechos de las gentes.
De La Habana nos han llegado voces inquietas y llamados a la sensatez, para que en medio de todas las adversidades, y las justificadas protestas de la población, se entable el diálogo y la búsqueda de soluciones efectivas a los problemas del diario vivir, pero también a los que plantea la gestión política de la sociedad.
Una de esas voces, dentro de un texto muy extenso, nos dice que: “Hay que quitarle dramatismo al asunto. Hay que darle su justo lugar. El tiempo dirá si la Revolución se repone de estas protestas y las que vengan, aprende las lecciones o sucumbe ante ellas. Deseo con todo mi corazón que la Revolución no se venga abajo. Si esto ocurre, Cuba se convertirá en Haití en cuestión de semanas o meses. No en Miami, como promete la gusanera (la ultraderecha de Miami, diría yo). Y para mi tristeza personal, mi barrio de Santa Fé se convertirá en un lugar insufriblemente pobre y violento, como todas las periferias de las ciudades latinoamericanas hoy en día… «
El señor Roberto Mora Salazar escribe al señor Ministro de Obras Públicas y Transportes, Ing Rodolfo Méndez Mata para hablar sobre la situación de la Constructora Hernán Solís, S.R.L, (H Solís) la cual se encuentra con un adeudo con la Caja Costarricense de Seguro Social de ¢248.207.017.00 por concepto de cuotas obrero-patronales.
Le recuerdo, que esta deuda imposibilita a H Solís, a contratar con el Estado y, por esta misma razón, si existe algún monto pendiente con esa empresa por medio del Consejo Nacional de Vialidad (CONAVI) no se le puede cancelar hasta que honre su compromiso con nuestra Benemérita Institución, ello de acuerdo a lo que indica nuestro ordenamiento jurídico y normativa vigente (Artículo 74 de la Ley Constitutiva de la CCSS).
Cuando España alcanzó los 80 mil muertos por COVID-19, a finales del año anterior, ni el diario “El País”, ni “El Mundo”, ni “ABC”, entre otros, consideraron oportuno pedir a la Organización de Naciones Unidas (ONU) y sus fuerzas intervencionistas llamadas “cascos azules”, una “intervención humanitaria” en la península ibérica ante las valiosas vidas pérdidas por un sistema sanitario inoperante.
Tampoco leí – a lo mejor usted fue afortunado y encontró alguna nota al respecto – que pidieran la libertad del rapero español Pablo Hasél, condenado a nueve meses de cárcel por inspirarse en el atavismo y decrepita monarquía, inmune ya a los escándalos por corrupción, infidelidades palaciegas y andanzas africanizadas subrepticiamente. Ni hay referencias de solicitudes de libertad para los presos políticos catalanes, encerrados entonces por el “neofranquismo”, porque exigieron la independencia de su tierra, con la misma vehemencia que el gobierno hispano “exigió” la “libertad inmediata” de una periodista española que animaba las protestas promovidas contra la Revolución, el pasado 11 de julio, gracias a financiamiento recibido desde el exterior a través de ONGs y sus aliadas redes sociales.
Asimismo, Perú, Ecuador, Brasil, Colombia y los mismos Estados Unidos estuvieron en la cumbre de la pandemia por COVID-19 y nadie pidió la intervención militar de la ONU bajo la excusa de llevar “paz” ante los miles de muertos tirados en las calles, en un alto porcentaje todos ellos pobres y marginados de los caros servicios hospitalarios. La denominada “comunidad internacional” – entiéndase poderes hegemónicos con absoluto permiso para utilizar 90 mil militares de ocupación de ese organismo mundial, en cualquier parte del planeta- en Etiopía los 7.500 soldados en nada contribuyeron con la independencia y autodeterminación de este país africano, otros 6500 en Bangladés, Ruanda e India, más otros 5000 en Nepal y Pakistán, o los más de 6.700 en Haití, entre otros países, tampoco llegaron a liberar a sus pueblos; por el contrario, los subordinaron a un injusto orden internacional que ya no aguanta más y no ve otra salida que el saqueo y el despojo para sobrevivir el mañana incierto. Todos son ejemplos latentes de cómo la utilización del actual “derecho internacional” por la “comunidad internacional” (entiéndase OTAN, UE y USA) acomoda todas sus acciones para que los milmillonarios del mundo posean actualmente más riqueza que 4600 millones de personas (el 60% de la población mundial). Mientras, aproximadamente 735 millones de personas siguen viviendo en la pobreza extrema. (Fuente: https://www.google.com/search?q=porcentaje+de+ricos+y+pobres+en+el+mundo&rlz=1C1UUXU_esCR944CR944&oq=porcentaje+de+ricos+y+pobres+en+el+mundo&aqs=chrome..69i57.22299j0j7&sourc).
COLORETEANDO INTERVENCIONES
Como se recuerda, con el criminal exterminio del líder libio Muamar al Gadafi y su familia en 2011, las llamadas “revoluciones” de colores van desde las llamadas “primavera árabe”, pasando por las “democráticas”, la de las “libertades”, “ las humanitarias”, los “jazmines”,etc.; en fin, todas, sin excepción alguna, impulsadas por las fuerzas hegemónicas occidentales aglutinadas en los infinitos recursos de la industria militar, “la Gran Farma”, la corrupción y el tráfico ilegal de drogas, dirigido todo a terminar de despojar a los países que ayer fueron sus colonias y hoy “desafortunadamente” aparecen con petróleo, metales preciosos, mares con comida abundantes, tierras fértiles, agua potable en billones de metros cúbicos, selvas vírgenes o insumos necesarios para la tecnología de la sumisión.
En Túnez, la “primavera” se llamó “Revolución de los Jazmines”, en Egipto la “Revolución Blanca”, en Yemen “la Revolución de las cintas rojas”, para la tierra de Bolívar y Hugo Chávez disfrazaron la intervención, aquel 22 de febrero de 2019, con el eufemismo, de “Música por Venezuela: Ayuda y Libertad”. Con tales “revoluciones” surgen, paradójicamente, la dictadura de las redes sociales como Facebook o Twitter, comprometidas a fondo con la denominada “guerra electrónica” o de “cuarta generación”. Ejemplo de ello es la guerra que enfrenta en actualidad el gobierno sandinista de Nicaragua, por atreverse a pedir cuenta a los antisandinistas financiados desde el exterior, usando fundaciones privadas y ONGs; todo conforme a una ley que es un efecto directo del ejercicio soberano de un Estado independiente, pero que para los “revolucionarios” de colores en este tiempo no tiene por qué existir soberanía ni dignidad. Estas son palabrejas disonantes. ¡Son términos horribles e hirientes ¡. Es el mismo caso que enfrenta la Revolución y pueblo cubanos cercados por todas las administraciones estadounidenses, desde que decidieron darse sus propias leyes y recorrer su propio camino independiente. Puede estarse en desacuerdo o compartir el proyecto cubano con sus logros, limitaciones y desaciertos cometidos en estas seis décadas enfrentadas al rastreo de 500 años dejados como herencia en todo el continente; pero nadie tendría el derecho ni la osadía de invadir o cercar a su prójimo, hasta verlo morir de hambre, simplemente porque si lo dejan arreglar su casa en paz, otros pueden seguir el ejemplo.
Desde esta perspectiva, el gobierno cubano no está obligado a aceptar de nadie los llamados a la guerra y a la confrontación que se hicieron con financiamiento desde Miami, Florida, a través de las redes sociales desde el 11 de julio pasado. El uso de la internet para quitar y poner gobiernos, recuerda los embates que sufre el Ejecutivo de La República Bolivariana de Venezuela desde 2014, cuando en las redes sociales el mantra era que un “avión especial espera por el presidente Nicolás Maduro para que viaje a Cuba”. Había que meter en la mente del pueblo la creencia falsa que la revolución chavista llegaba a su final. Ante el fracaso de la mentira y la ausencia total de decoro – los depósitos de oro y petróleo valen más que cualquier honra- aparecieron en el país suramericano las llamadas “guarimbas”; no otra cosa que intentos estadounidenses y de la UE por cambiar el proceso venezolano desde Facebook, Twitter o Youtube, junto a un gobierno ficticio por quien nadie puso un voto para presidente. Así, con un “presidente interino” cantinflesco, los magnicidios en grado de tentativa, pasando por la quema de personas vivas, sabotajes a la electricidad, al agua potable, refinerías, etc., hasta llegar a la versión más depurada: financiamiento y armamento para grupos irregulares (bandas delincuenciales llamadas oficialmente) infiltrados en las principales urbes venezolanas, gracias a dinero proveniente del narcotráfico y los paramilitares de la Colombia del exgobernante Álvaro Uribe y su pupilo Iván Duque, precisó recientemente Diosdado Cabello en su programa “El mazo dando”. En una alocución pública hecha además por el diputado Jorge Rodríguez por la cadena Telesur (13/7/2021) se mostró asimismo una variada gama de armas de fuego decomisadas a estos grupos que van desde pistolas, pasando por subametralladoras, fusiles para francotiradores, armamento anti tanque y miles de municiones de distintos calibre. Difícilmente un delincuente corriente utilizaría a la perfección estas armas sin capacitación paramilitar.
Todo lo anterior indica que la promoción de la violencia en Cuba el pasado 11 de julio no es un hecho aislado. Se sumará a los intentos experimentados de incendiar Nicaragua, Venezuela o Bolivia, pues hay una cruzada contra todo olor a progresismo o independencia en América, precisó para “Surcos” el analista local, Oscar Barrantes. O parafraseando al conocido cantautor, Silvio Rodríguez, comentando la intentona estadounidense de convertir la isla en un caos, que facilitase la creación de un vacío de poder y consecuentemente justificara la intervención extranjera, aduciendo motivos de seguridad interna de los Estados Unidos, tomando en cuenta que Cuba está 90 millas de Miami: “Al socialismo le falta mucho -muchísimo- para ser justo. Quizá al final ni se llame socialismo, porque va a ser un híbrido. Pero no hay mal mayor que el cáncer imperial, que devora la vida donde esté, despojando pueblos a miles de millas de sus costas. Sus beneficiarios son un 1%, pero sus adoradores, aun cuando también son víctimas, callan sus abusos y recogen nerviosos sus migajas. Se sienten seguros bajo la inmensa sombra de la matrix todopoderosa, y ella les toca los resortes y se expresa a través de sus voces, pantallas, pedacitos de mundo a su servicio. Lógico que no nos soporten, lógico que con vernos resistir, sobrevivir y respirar nos llenen de diatribas. Escogimos no ser dóciles asalariados, escogimos la estrella que ilumina y mata. Que asuman su vergüenza” (Fuente en: #SomosCuba #EliminaElBloqueo #CubaNoEstaSola).
El camino de la dignidad como persona y la soberanía de los pueblos del continente vienen desde hace 200 años por culpa del prócer Simón Bolívar. Sí el discurso de Angostura, aquel sábado 15 de febrero de 1819 se hubiera desaparecido para siempre, el dilema entre sumisión y genuflexiones refinadas, con quienes ven el decoro y a la independencia como un valor supremo innegociable, se los juro, no existiría con tanta vigencia como cuando abordamos el sueño panamericanista.
¡ABAJO EL BLOQUEO: PÉRDIDAS POR $147.853 MILLONES!
Cientos de estadounidenses acaban de marchar por las calles de Nueva York pidiendo el fin del acoso contra Cuba, a pocas horas de ponerse en relieve la guerra mediática por redes sociales promovida por el sector más reaccionario y fascista de la Florida, desde donde con pitoretazos pidieron la intervención de marines y celebraron, según ellos, “el fin del comunismo” en la Antilla Mayor. Todavía el 14 de julio – tres días luego de las protestas – en las redes sociales habían videos que daban cuenta de la caída en manos rebeldes de “la ciudad de Camaguey, en el centro-este del país. La “libertad de Cuba era irreversible”.
Día normal en La Habana (foto cortesía de Cubadebate).
Y aunque la CNN unió “esfuerzos profesionales” a dicha guerra (ya uno se acostumbró a la “objetividad” del periodismo estadounidense, luego de las “armas de exterminio masivo en Irak”), la realidad es que, frente a una situación concreta, la cadena termina exhibiendo “tomas” televisivas desde La Habana y otros sitios con cubanos caminando tranquilamente por sus calles olorosas a salitre y tabaco, así como gente dirigiéndose a sus centros de trabajo, en la “lucha del día al día, coño, chico”, como dice el cubano, que antes no tenía educación, su ingreso a barrios exclusivos estaba vedado, a nadie importaba sí su hijo iba o no a la universidad, simplemente moría esperando una cita hospitalaria o quedaba ciego con la esperanza de que pronto sería intervenido por el oftalmólogo.
Las multitudinarias manifestaciones, a lo largo y ancho del país, en apoyo a la Revolución, no gustaron nada a estos sectores que vieron como caería el gobierno y su proyecto social perdía, supuestamente, apoyo (La Nación 18/7/2021; pág. 20). Añadieron más sal a la herida de quienes con imaginación graciosa (a veces ella resulta grosera, tengan cuidado), piensan que como en algunos de sus países ellos contribuyen a borrar la memoria de sus pueblos para vivir de fiado y los sobrantes que otros no ocupan ya, en el caso cubano era tan fácil como inventar una de sus famosas revoluciones de mentirillas.
Es decir, por si no me dí a entender, que a 125 años de ausencia física del apóstol, José Martí, éste es de los muertos que nunca mueren.
Contrario a lo esperado por “Biden y sus muchachos”, la intentona del 11 de julio, provocó entre personalidades de todo signo ideológico alrededor del orbe, condenas contra el bloqueo económico; mecanismo de desestabilización interna, desde hace más de medio siglo, contra lo que el gobernante imperial denominó “fracaso del comunismo”, “Estado fallido” y un sinfín de términos que él no tiene por qué dominar.
La ONU lleva 28 años en forma consecutivos pidiendo el fin del cerco a la isla. En su más reciente Asamblea General la solicitud para que Estados Unidos pongan fin al bloqueo- Biden dijo hace poco que no quitará ninguna de más de 140 medidas contra el pueblo cubano- recibió el apoyo de 184 países, solo dos votaron en contra (Estados Unidos e Israel) y tres se abstuvieron (Colombia, Ucrania y Emiratos Árabes Unidos).
Según comentó el canciller cubano Bruno Rodríguez desde su cuenta de Twitter, “una vez más, desde Naciones Unidas, “El Mundo Dice No” a la agresión y a las políticas fracasadas de EEUU contra Cuba. “Es una gran victoria del pueblo cubano, de la justicia y de la verdad”, agregó el alto diplomático. En esta misma línea el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, acogió los resultados de la votación, afirmando que “son ya 28 años de rechazo mundial al #Bloqueo. Los bloqueadores se quedan sin argumentos. Los solidarios refuerzan su apoyo”. Públicamente dijo que se flexibilizarán medidas para ingresar alimentos y medicamentos por quienes llegan a su país, como paliativo a las dificultades económicas. En este contexto citó palabras del líder histórico de la Revolución, Fidel Castro, cuando éste en una oportunidad precisó: “Los tiempos difíciles son los tiempos difíciles. En los tiempos difíciles el número de vacilantes aumenta; en los tiempos difíciles – y eso es una ley de la historia- hay quienes se confunden, hay quienes se desalientan, hay quienes se acobardan hay quienes se reblandecen, hay quienes traicionan hay quienes desertan…”
Se estima conservadoramente que el bloqueo de abril de 2019 a diciembre de 2020 produjo daños por $ 9157 millones a precios corrientes; en el último lustro las pérdidas superaron los $ 17.000 millones. Los daños acumulados en las seis décadas pasan de $147.853 millones.
Presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, pide fin de bloqueo a Cuba. (Foto: Formes México).
Por eso el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en su tradicional conferencia denominada la “mañanera”, dijo un día de estos que sí se quisiera ayudar a Cuba “lo primero que se debería hacer es suspender el bloqueo, como están solicitando la mayoría de los países del mundo. Eso sería un gesto verdaderamente humanitario. Ningún país del mundo debe ser cercado, bloqueado. Eso es lo más contrario que puede haber a los derechos humanos”.
El destacado pensador brasileño y dirigente cristiano, Fray Beto, acaba de publicar en el blog comunicadores en REDH, su solidaridad con los esfuerzos que hacen los cubanos por mantenerse unidos, solidarios e inquebrantables, con dignidad e independencia. “No deseo para el futuro de Cuba, el presente de Brasil, Guatemala, Honduras o incluso Puerto Rico, colonia de Estados Unidos, a la que se le niega la independencia. Tampoco quiero que Cuba invada Estados Unidos y ocupe una zona costera de California, como es el caso de Guantánamo, que se ha convertido en un centro de tortura y encarcelamiento ilegal de presuntos terroristas”. (https://redh-cuba.org/2021/07/cuba-resiste-por-frei-betto-2/).
Autor de libros casi vedados en Costa Rica, como las obras “Fidel y la religión” (Fontanar / Companhia das Letras) y “Paraíso perdido – Viajes al mundo socialista” (Rocco), bajo el título de “Cuba resiste”, Beto critica ácidamente como prostituyeron en nuestros países el concepto de la democracia griega, diciendo: “Democracia, en mi concepto, significa el «Padre Nuestro» – la autoridad legitimada por la voluntad popular – y el» pan nuestro » – el compartir de los frutos de la naturaleza y el trabajo humano. La rotación electoral no asegura ni asegura la democracia. Brasil e India, considerados democracias, son ejemplos evidentes de miseria, pobreza, exclusión, opresión y sufrimiento.
En este sentido, reportes de prensa dan cuenta igualmente que en Argentina y Bolivia organizaciones populares rechazaron con multitudinarias manifestaciones el bloqueo norteamericano y destacaron que la dignidad del pueblo cubano se impondrá a los momentos difíciles, consignó el canal de televisión en castellano RT.
La ciencia cubana, con Soberana 2, desarrolla por primera vez en el continente una vacuna contra la Covid 19 de forma independiente (Foto BBC News).
En lo que respecta a los costarricenses, el Circulo Bolivariano Yamileth López (CBYL) salió en defensa de la Revolución Cubana y llamó a concretar en acciones precisas la solidaridad de los ticos frente a una nueva agresión de Estados Unidos en la región. En un extenso documento divulgado en redes sociales llama a activar “las trincheras de la solidaridad mundial con el pueblo y el gobierno cubanos frente a la mentira, la calumnia y la falsedad esparcidas por el terrorismo mediático”.
Y pensar que nosotros no reportamos pérdidas por $147.853 millones por bloqueo alguno, aunque cerramos 2020 con un déficit fiscal equivalente al 8,3% del producto interno bruto (PIB), según el Ministro de Hacienda, Elián Villegas. Esto equivale, según la Contraloría General de la República, a 2.9 billones de colones, que traducido en dólares menos, dólares más, son $ 4.677 millones. La pobreza aumentó en 5,2 puntos porcentuales y la línea de pobres extremos se incrementó y llega a 7.0% (Fuente: https://www.google.com/search?q=crc+numero+de+costarricenses+en+pobreza&rlz=1C1UUXU_esCR944CR944&ei=_4XzYKmNOMGxggep3KroDA&oq=crc+numero+de+costarricenses+en+). En cuanto a la gente que come una vez al día o carece de una vivienda digna mejor ni piense; se va a deprimir. ¡No hemos producido nuestra propia vacuna contra el Covid 19, pero ya nos regalaron 500 mil dosis que sobraban! Nos declaramos territorio protegido por el FMI y libre de bloqueos.
Iglesia Metodista Wesleyana Costarricense Cédula Jurídica 3-002-133432 Iglesias Fe y Esperanza y Señor de la Paz
PUEBLO CUBANO, ACECHADO Y ATACADO
Que estamos atribulados en todo, mas no angustiados;
en apuros, mas no desesperados;
perseguidos, mas no desamparados;
derribados, pero no destruidos. 2 Corintios. 4:8-9 (V. RV-1960)
La Iglesia Metodista Wesleyana Costarricense IMWC, se solidariza con el pueblo cubano y con nuestras Iglesias hermanas en Cuba, en este momento que arrecia el embargo contra la isla, así como contra las últimas acciones desestabilizadoras en contra de los ciudadanos y el gobierno de Cuba.
Recordemos que desde, el año 2018, se profundiza el acecho norteamericano contra la isla, a partir de movimientos internos como el Movimiento San Isidro, y otras acciones de carácter disidente, tratando de desestabilizar el gobierno cubano y entorpeciendo el diario vivir del pueblo, quien trata de sobrevivir al ataque imperial.
No obstante, recordamos, además, los sesenta años de bloqueo imperial a Cuba, que más bien es un estado de sitio. Esos ataques se realizan más crueles en medio de la pandemia del Covid-19, la cual heroicamente Cuba enfrenta en medio de tantas vicisitudes, con una posible inminencia de la nueva cepa llamada Delta, creando varias vacunas.
A este incansable acecho, se agrega que el pasado 11 de julio, grupos de personas actuando como enceguecidas, opositoras al gobierno e ingenuas, junto con sujetos delincuenciales, salieron a protestar contra el impacto de la crisis económica, provocada por el embargo, así como contra la gestión del gobierno sobre la pandemia y exigiendo un acelerado proceso de vacunación. Lamentablemente, las personas manifestantes fueron instigados por organizaciones como la USAID para subvertir el orden del pueblo cubano.
Veamos lo que señalo una señora cubana: “Estoy muy dolida y preocupada porque a esta altura, después de tantos años de paz, tranquilidad y sacrificio, percibo cómo un grupito quiere destruirlo todo. Nadie está obligado a pensar de determinada forma, pero no es correcto el vandalismo en tu propio país. ¿Cómo vas a hacer eso contra tu tierra?”.
Reiteramos el llamado a la Solidaridad Latinoamericana, tanto de pueblos hermanos como Iglesias, para dar a conocer, apoyar y exponer, la arremetida contra Cuba. Nuestro apoyo es hacia el pueblo cubano, que, como vecinos de áreas cercanas al malecón habanero, tomaron las calles para defender su Revolución ante las provocaciones.
No olvidemos, que después de más de casi año y medio de pandemia, Cuba superó, en los últimos días, la barrera de los seis mil casos confirmados, cifra mucho menor si la comparamos con otros países; además de embarcarse, como ya señalamos en una lucha vacunal contra el virus mortal, vacunando ya el 20% de su población, alrededor de 7 millones de habitantes y acelerando cada día este proceso.
Como cristianos evangélicos metodistas wesleyanos, nos anima la esperanza bíblica de Isaías. 9:2, para con el pueblo cubano: El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos. (Isaias.9: 2 V. RV 1960)
Rogelio Cedeño Castro, sociólogo y escritor costarricense
Para entender el inmenso drama que se vive en nuestra área continental o subcontinente latinoamericano, por así llamarlo, como un hecho que no es reductible a lo que pueda acontecer en un solo país, hay que examinar –como paso previo- las tendencias de larga duración y los momentos coyunturales, sus encuentros y sus desencuentros, donde las primeras hacen aflorar los segundos que suelen aparecer como estallidos sociales.
La tragedia cubana del presente ha sido el resultado de una larga pugna entre el nacionalismo cubano, asociado con los llamados comunismo o socialismo contemporáneos, hoy muy difíciles de definir siquiera, después de tres décadas del fin de la guerra fría y con la inevitable, además de ominosa, presencia del hegemonismo estadounidense, siempre interesado en mantener o recuperar su control sobre la isla mayor de las Antillas, desde la perspectiva del destino manifiesto, la que no es ajena a la que se vive en los demás países latinoamericanos, en los que jamás han existido democracias dignas de ese nombre. Desde 1960 los EEUU impusieron un embargo brutal a la economía cubana, el que se ha intensificado con el paso de las décadas, en las diferentes coyunturas y como consecuencia de un lobby cubano ultraderechista que tiene secuestrada la política de Washington hacia la isla.
La imposibilidad estructural de autodeterminarse como una nación de verdad soberana e independiente, llevó a Cuba a no poder consolidar ese proceso, iniciado durante la segunda mitad del siglo anterior, por el hecho inevitable de caer en la tenaza, dentro de la que vino siendo apretada por las dos superpotencias de aquel entonces, un factor que condujo a exacerbar la influencia del estalinismo, o más bien neoestalinismo sobre la revolución misma, el que terminó por aplastar a las otras tendencias revolucionarias dentro de la izquierda cubana de entonces, dándole un rasgo autoritario al régimen revolucionario que se tornó en una especie de sino fatal.
En fin, esto fue algo que vino vía Moscú, dando como resultado una dependencia económica, científica y tecnológica creciente de los países del entonces Bloque Soviético. Al disolverse la Unión Soviética, a principios de los años noventa, se evidenció la fragilidad de la economía cubana que dependía de esos países en casi todos los rubros más importantes, entonces vino el llamado “período especial” en el que estuvo a punto de derrumbarse la sociedad cubana entera, mientras tanto la ultraderecha cubana de la emigración y los EEUU pensaron que era el momento de exigirle a Cuba la capitulación total si querían que el embargo se levantara. ¿Es qué acaso han querido otra cosa para el pueblo cubano? Al intensificarse este tipo de presiones el régimen surgido de la revolución (o más bien, su dirigencia histórica) tuvo que apretar las tuercas del control político-militar e intentar sobrevivir, en condiciones heroicas, desesperadas e insufribles, enfrentándose al ya mencionado embargo comercial, como también a la insólita y descarada piratería a que venía siendo sometida la nación cubana entera, con grandes sufrimientos para el pueblo, y sin posibilidad de una negociación política entre los mismos cubanos que diera lugar a una convivencia más democrática y abierta en el orden de lo político. Nada de esto fue posible entonces. y sigue siendo la esencia de los componentes de la tragedia de hoy.
Hay responsables ocultos (ya que se culpa sólo al gobierno cubano de lo que está ocurriendo) en el drama cubano y sus múltiples aristas, como son los Estados Unidos, y el sector ultraderechista de la migración o exilio cubano que terminó por insertarse dentro del aparato estatal estadounidense, haciendo imposible cualquier solución humanista al diferendo planteado. Con tal de decir que el modelo cubano del “socialismo” fracasó (una discusión en la que no voy a entrar por ahora) someten a todo un pueblo a crecientes penalidades, a la vez que financian a una oposición interna condicionada al juego de sus intereses, la que también termina siendo víctima de esa pirotecnia mortal. En Cuba nunca habrá una democracia verdadera mientras exista esa despiadada política estadounidense, con esa exacerbada polarización entre los cubanos de aquí y de allá, siempre causándose daño mutuamente.
Es hora de que se ponga fin al embargo comercial, bancario e incluso naviero y de que la familia cubana pueda resolver sus serios problemas acumulados en la larga duración histórica, hoy agravados por la pandemia, la dificultad para conseguir insumos para las vacunas, tecnología, medicamentos para atender a los enfermos y poder viajar entre la isla y los EEUU, -al prohibir este último país-, muchos vuelos además de los envíos de dinero, por parte de los emigrados, a sus familias en la isla.
La solución que venga tiene que venir la por vía de la negociación para ponerle fin a los inmensos daños ya provocados, amén de todo tipo de tragedias individuales y colectivas, debe ser sin imposiciones, más o menos encubiertas, de la superpotencia del norte. ¿Quién o quiénes son los responsables de esos “éxitos” o “fracasos” para impedirle alcanzar sus metas o para que el otro actor político tenga que capitular? Mientras tanto, al resto de los habitantes de este continente pretenden obligarnos a aceptar una dictadura neoliberal, un régimen que es incluso la negación del libre mercado y la llamada competencia (también libre, al parecer), con unas “democracias” en las que cuando la derecha no gana o no logra imponer sus fraudulentos manejos político-electorales, entonces es fraude y el sistema electoral es una trampa, puesto que cuando ellos ganan, entonces ni chistan. Los casos recientes de Perú y Bolivia son aleccionadores.
La historia es todo el tiempo, pero hay momentos de definiciones, donde la historia condensa sus contradicciones y los acontecimientos se precipitan, a veces en el sentido del progreso, a veces en el sentido del retroceso, son múltiples los factores que dan lugar a esos instantes, lo mejor es vivirlos con la mayor conciencia de lo que está pasando y poner los esfuerzos propios a contribuir para que la vorágine se mueva en la dirección que se cree correcta, ese es el desafío de los seres humanos comprometidos con un determinado sentido de la historia. Cada quien carga con la responsabilidad y consecuencia de sus acciones.
Hace tiempo muchos venimos insistiendo en la urgente necesidad de avanzar en los cambios que necesita Cuba y que finalmente dejaron de ser propuestas encerradas en polémicos textos académicos para, no en su totalidad pero si en su esencia, convertirse en acuerdos de la sociedad y del partido de gobierno, ahí están la nueva Constitución y el documento de la Conceptualización, para sólo citar dos textos cumbres, darle total vida a estos acuerdos magnos es una necesidad aún en medio de la tremenda complejidad del momento actual y del tiempo que se ha perdido.
Por mi parte he expresado en varios textos, entre otras, las dos siguiente ideas: 1-los cambios necesarios (mil veces expuestos y debatidos) son incluso un asunto de seguridad nacional 2-el tiempo es una variable crítica.
Como demuestran los acontecimientos recientes, la situación es muy compleja y el impacto de la pandemia deja márgenes de acción más estrechos, pero a pesar de esto y del bloqueo genocida hay que actuar con imaginación, con audacia, con flexibilidad y con firmeza. Si alguien afirma que no hay recursos para tales cambios la respuesta es que precisamente (entre otras cosas) para obtener recursos es necesario avanzar en los cambios.
Una de las claves principales de la situación actual está en la economía, el sistema económico actual es obsoleto, limita las capacidades productivas de la sociedad y debe ser reformado, ya esta es una verdad tan admitida (al menos formalmente) como antes fue rechazada, pero el avance y la integralidad de la reforma aún es insuficiente, no hay dudas de qué hay fuerzas internas e intereses conservadores que se le oponen, el propio Presidente de la República lo ha expresado con énfasis de una forma u otra en más de una ocasión.
Sin embargo, el problema cuya raíz está en la economía no se reduce a esta y cada vez menos. Es necesario comprender los malestares de la gente, fatigadas por las tremendas dificultades de la vida cotidiana más allá de las causas que las provocan, acentuadas principal y sistemáticamente por una agresión que se hace cada vez más evidente y notoria. Incrementar esos malestares es el eje de esa agresión a la que se somete al país.
El bloqueo no es todo, pero el bloqueo afecta todo, tiene un carácter genocida, criminal y oportunista y viniendo de un poder tan inmenso y en medio de situación tan compleja como la actual con la pandemia resultados da, acaso no es eso lo que busca?, no es para eso que existe?, no es buscando eso que se mantiene?, o sea agudizar al máximo posible todas las dificultades, generalizar los malestares y convertir la crisis económica en una crisis política que termine con el “régimen” para colocar otro sistema dócil a los intereses externos. Eso es así, pero no es que nadie lo invente o imagine, así está descrito y declarado en la política desde su comienzo hace ya seis décadas. El desafío fue y se logró, neutralizarlo en su propósito mayor, ese desafío hoy sigue siendo el mismo, ahora en circunstancias que por muchas razones son más complejas.
Las simultáneas protestas públicas en diferentes lugares del país del día 11 de julio son sin dudas parte de una articulación de acciones contra el gobierno, las costuras se ven por todas partes, pero se asientan en malestares reales, objetivos, en la situación de dificultades cotidianas y escaseces de todo tipo, aunque estas sean en gran medida provocadas y en otra también resultado de insuficiencias propias, sería un error hacer una lectura simplista o unilateral de tales acontecimientos. Agresión hay y fuerte, perversa, errores e insuficiencias propias también y no son pocas.
Como expresé antes el momento exige imaginación, audacia, flexibilidad y firmeza, sentido político. Escuchar y dialogar con todo el que tenga sentido dialogar a la vez que no dar ni un milímetro de espacio a la reacción proimperialista.
También es preciso ser autocríticos, insisto en que el bloqueo lo afecta todo, pero no es todo. Hay retrasos y parálisis que se pagan ahora, creo que es necesario comprender esto con honestidad y sentido crítico.
Con éxito ha logrado Cuba una proeza extraordinaria frente a la tremenda pandemia que golpea en todas partes, sus científicos han creado vacunas efectivas, trabajando en las peores condiciones que se puedan imaginar, han sido prácticamente laboratorios en una trinchera, sin disponer de los mínimos recursos que posee cualquier científico en el mundo, un país que ha logrado eso no se puede subestimar, cómo antes logró otras tantas cosas.
Sin embargo, como demuestran los acontecimientos, no basta, la pandemia se ha expandido por delante del efecto de las vacunas, en algunos lugares del país de manera exponencial, se le ha enfrentado con lo que se tiene, pero se han visto salas de hospital repletas, con pacientes incómodos creo que en la medida de lo posible hay que continuar colocando todos los recursos disponibles, con los balances necesarios, en función de esto. La provincia de Matanzas, por ejemplo, una de las más afectadas es también una de las que tiene la planta hotelera más amplia del país, podrían emplearse una parte de esos hoteles como hospitales temporales para los enfermos sin costo alguno, sin suspender totalmente el turismo con los cuidados del caso, por declaración reciente de la dirección del gobierno sabemos que esto ha comenzado a implementarse.
De otra parte, sin darle el más mínimo espacio a la demagógica y cínica “ayuda” promovida por los mismos que apoyan el bloqueo, se podría convocar a una aún mayor solidaridad internacional a un mundo que le debe moralmente tanto a Cuba.
También, creo, se podrían buscar novedosos negocios para elevar sustancialmente el nivel de abastecimiento de las (ojalá que temporales) tiendas en MLC a cambio de mantener un razonable nivel de abastecimiento en las tiendas en Moneda Nacional, sobre todo de comida y productos de primera necesidad. No existirán, por ejemplo, empresas chinas enormes interesadas en acceder a un mercado interno en Cuba que como se ha visto posee divisas, entregándoles temporalmente las tiendas en MLC y a cambio de esas ganancias abastezcan el mercado en MN, dejando además un margen de ingresos adicionales a la economía nacional. Si hay ganancias y pagos asegurados, que nadie dude de que estarán allí las empresas y garantizan al abastecimiento, además del lógico interés geopolítico.
También, creo que la situación exige un cambio táctico en la actual política de inversiones, de hoteles a producción e importación de alimentos y medicinas. ¿Si hubiera razones que impiden un movimiento así cuáles son?
Y lo más importante, continuar sin pausa y con prisa la reforma económica, ya discutida hasta la saciedad. La reforma no sólo permitirá producir más, también permitirá incluir más.
Hay que hacerlo todo, atender la pandemia, avanzar firmemente en la reforma y defender la seguridad del país. La solución no puede ser parcial, es integral, a lo estratégico de la transformación hay que integrar las urgencias de la coyuntura; difícil y complejo es, imposible no.
Ahora y a propósito una digresión, como hemos visto en estos días debido a su aniversario se ha hablado bastante del discurso de Fidel conocido como palabras a los intelectuales pronunciado en el año 1961, por supuesto que todo hecho histórico debe ser analizado en sus circunstancias específicas, aunque también en sus trascendencias, esas que van más allá de su tiempo, en este sentido quiero expresar mi opinión de que aquellas palabras no iban dirigidas exclusivamente a la intelectualidad y a la definición de la política cultural, creo que se trata de un discurso político referido al proceso revolucionario en general, con una lección importante para la política y para la política ideológica toda: “sólo renunciar a lo incorregiblemente contrarrevolucionario” yo añadiría a lo incorregiblemente proimperialista, “dentro de la revolución todo, contra la revolución nada” y otras definiciones que expresan un sentido político amplio, sin estrecheces ni extremismos ideológicos, que buscan darle al proceso revolucionario la base de consenso popular más amplia posible. Por supuesto que también expresó el derecho de la revolución a defenderse y con ella a defender la soberanía del país.
Sin embargo hemos visto más de una vez, a lo largo del tiempo y sobre todo recientemente, la promoción, aún en medios oficiales, de una retórica excluyente, de a rajatabla, de definiciones estrechas que agreden lo que debería ser la base amplia del proceso de cambios, el cierre y el estigma a cualquier posición mínimamente crítica (portadoras de razón o sin ella y muchas veces con razón) pero que de cualquier manera son parte legítima de lo que opina la sociedad, incluida esa parte amplia de ella que no es incorregiblemente contrarrevolucionaria ni proimperialista, ni siquiera pro capitalista. Considero que este no es un detalle menor, el consenso es imprescindible para la viabilidad de cualquier revolución pero mucho más para la cubana, ubicada en una isla pequeña, sin suficientes recursos, sin importantes alianzas internacionales y vecina de un poder hostil y monstruoso (por su tamaño y por su conducta), ese consenso le es tan necesario como el oxígeno a la vida y el consenso no se forja a martillazos, mucho más con las complejidades del mundo contemporáneo, con nuevas generaciones en edad política, después de la onda expansiva del desastre del socialismo en Europa, del impacto manipulador de las redes, etc.
Junto a la disposición de combatir intelectual y físicamente frente a la agresión perversa y asimétrica que se le hace al país, es necesario también la apertura al diálogo más amplio, más inclusivo, más constructivo, más autocritico cuando sea necesario. No confundir la soberbia con la firmeza, ni la prepotencia con la fuerza legítima que se posee.
Desde el punto de vista de las ideas está más que demostrado que no hay certezas totales, si para algo ha servido el derrumbe del socialismo europeo ha sido para eso, ¿hemos aprendido la lección?, ¿es una pregunta que debemos hacernos todos los días? Tenemos solo algunas certezas fundamentales: que la soberanía de la nación es irrenunciable, que la justicia social es un valor absolutamente propio de una revolución “si es verdadera”, que un sistema económico que favorezca el desarrollo, el progreso y el bienestar material es imprescindible, de lo contrario la revolución no pasaría de ser una quimera sin futuro, que, en el caso de Cuba, el socialismo es la única alternativa que puede garantizar todo lo anterior, que debemos basar la acción en nuestra propia historia, hasta por ahí las certezas, todo lo demás, quiere decir el aterrizaje, las vías, las formas, las rutas, las políticas para el alcance de todo esto forma parte de las incertidumbres que se deben enfrentar, que se deben debatir, que se deben resolver, sin dogmas, desde la inclusión, desde la comprensión, desde el sentido crítico. Insisto en que la soberbia y la prepotencia, hijas además de la ignorancia y el aldeanismo, poco ayudan en ese camino, es más ayudan, pero en el sentido contrario.
Estoy de acuerdo en qué hay momentos de definiciones donde se debe ser claro en qué lugar se está y con quién se está, o para decirlo de otra manera, en qué lugar o con quiénes jamás se estará. Es el dilema que se ha planteado Cuba por siglos desde épocas del anexionismo “ancestral”, hasta el anexionismo “moderno” y “posmoderno” siempre minoritario pero que todavía sobrevive y hasta cobra fuerzas del otro lado del estrecho con sus lamentables expresiones locales, recursos financieros no faltan para fomentarlo. Creo que en eso no debe haber ni confusión ni ambigüedades, es preciso conocer la historia.
Creo que lo sucedido recientemente es un llamado de atención, hay que defender la soberanía, pero hay sobre todo que reflexionar para continuar por donde se debe y se puede avanzar, incluir todo lo incluible, todo dentro del proyecto de nación (soberanía, justicia social, desarrollo económico y democrático) nada contra el proyecto de nación.
La geografía y la historia han colocado a nuestro pequeño archipiélago en un lugar muy difícil para consolidar su proyecto nacional, lo viene haciendo desde el Siglo XIX contra el viento y la marea, lo que se ha avanzado es un trecho enorme, sorprendente, pero el camino aún no ha terminado, ni es irreversible, ahí están los desafíos, esta generación, la mayoría de esta generación, lo mejor de esta generación debe estar a esa altura, es mucho lo que está en juego.
El pasado viernes 25 de junio, en el Programa Radial Alternativas se conversó sobre: Cuba: preguntas del auditorio y repuestas de su señor embajador. Se contó con la participación de:
Jorge Rodríguez Hernández, Embajador de la República de Cuba
Maday Traba, segunda secretaria de la Embajada de la República de Cuba
En este espacio se conversó sobre la situación, económica, política y social de la República Cubana; primeramente, se contextualiza sobre la historia y contexto de la economía de este país. Por otra parte, Rodríguez analizó el proceso revolucionario que se gestó en Cuba y las implicaciones de este en la actualidad.
Asimismo, se expone sobre las medidas que el gobierno cubano tomó para enfrentar la pandemia del COVID 19, y el sobre el estado actual del proceso de inmunización.
Se le invita a ampliar la discusión y conocer más sobre este tema, se adjunta el link del programa https://fb.watch/6macm7AN0c/