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Etiqueta: cultura política

Supuestos e Hipótesis sobre la Cultura Política y el Origen y Desarrollo de la Democracia Costarricense

Roberto Salom-Echeverría, sociólogo y académico expuso ante estudiantes de la UCR una serie de reflexiones sobre la evolución histórica y estructural del sistema político costarricense, abordando desde los cimientos coloniales hasta la crisis de los partidos políticos actuales.

En la penúltima clase del curso de Ciencias Políticas impartido por la profesora Violeta Otero en la Universidad de Costa Rica (UCR), el académico Roberto Salom-Echeverría fue invitado a compartir sus conocimientos sobre la cultura política costarricense y su relación con el desarrollo democrático del país. Su exposición, basada en el documento titulado «Supuestos e Hipótesis Sobre la Cultura Política y el Origen y Desarrollo de la Democracia Costarricense,» expone un análisis sobre algunos de los elementos históricos que han permeado el sistema democrático del país a través del tiempo, en esta nota detallamos algunos de los más destacados:

La importancia del Enfoque Histórico-Estructural

Salom-Echeverría detalla la importancia de utilizar el análisis histórico-estructural para ofrecer una mirada a la configuración sociocultural y política de Costa Rica. Según el académico, esta metodología permite describir la dinámica entre lo económico-social y lo jurídico-política y cultural, destacando cómo la primera influye de manera determinante en la segunda.

Del bipartidismo a la fragmentación política

Según señala, una de las dinámicas más relevantes fue la transición del sistema político costarricense desde un bipartidismo estable hacia una fragmentación cada vez mayor. Salom-Echeverría detalló cómo el debilitamiento del bipartidismo a finales del siglo XX y principios del XXI ha dado lugar a la aparición de nuevas fuerzas políticas, siendo el Partido Acción Ciudadana (PAC) un claro ejemplo de esta tendencia.

Un panorama político en transición

La intervención concluye con una reflexión sobre la crisis actual del sistema de partidos del país, por su dinamismo, anomia política y el abstencionismo de la ciudadanía.  Este contexto, según Salom-Echeverría, existe mayor vulnerabilidad al populismo, así como la necesidad de la presencia de nuevos actores políticos, lo que podría redefinir el panorama político costarricense en los próximos años.

La presentación de Salom-Echeverría no sólo ofreció una revisión histórica crítica, sino que también invitó a los estudiantes a reflexionar sobre los desafíos y oportunidades que enfrenta la democracia costarricense en la actualidad. Su análisis subraya la necesidad de entender el pasado para abordar las complejidades del presente y futuro político del país.

Para ver con detalle los enunciados expuestos por el académico compartimos el PDF que se adjunta en la nota.

Subjetividades políticas frente a la inacción: los estudiantes de secundaria en Costa Rica

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

Lo sucedido en días recientes con los estudiantes de secundaria en Costa Rica debería llevarnos a la reflexión sobre la cultura política en transcurso.

En diferentes estudios de opinión se ha planteado la ausencia de horizonte futuro en las expectativas de las personas jóvenes costarricenses. Sus esperanzas no están puestas ni un proyecto país ni en suyo propio.

A esta incertidumbre debe agregarse la promesa de una vida de lujo y dinero fácil proveniente del narcotráfico, que ya ha extendido sus tentáculos en todos los espacios posibles de la realidad nacional.

No es casual entonces que esa promesa haya hecho decir recientemente a un joven estudiante en un ejercicio promovido por su profesor: “quiero ser un narco porque mi papá ahora tiene un carro y otras cosas que no tenía”.

Una revelación de esta naturaleza no es para nada aislada. Responde ciertamente a esa especie de sustitución de la política como sentido de organización de la vida (y obviamente como expresión orgánica de agrupamiento y colectivización) por estas nuevas formas de ingreso al Mercado, el consumo, la “igualdad” a través del reconocimiento y el poder.

Por eso las formas mediante las cuales los estudiantes de secundaria encararon al Presidente de la República durante una serie de manifestaciones para expresar sus necesidades en materia educativa, deben ser leídas en el contexto de subjetividades que están logrando romper la lógica de la inacción y la inmovilidad.

Recién salimos de una época compleja como lo fueron los dos años de aislamiento social producto de la pandemia. Todavía está por verse qué efectos tuvo esa individualización extrema en la cultura política nacional.

El movimiento estudiantil recién observado es por estas razones una respuesta no solo a sus deficientes condiciones educativas sino a su configuración en un sujeto político en vías de consolidarse.

El próximo Timonel de la Patria, ¿el número 95, el 83, el 71, el 66 o el 19?

Vladimir de la Cruz

El próximo Timonel de la Patria se sumará a la lista de Jefes de Estado y Presidentes de la República que ha dirigido la Nación costarricense, como Autoridades Superiores, desde el Estado, cuando así se estructuró la organización político institucional del país, desde 1824 hasta 1848, denominándose Jefe de Estado a su conductor, o desde la República, así establecida desde el 31 de agosto de 1848, denominándose Presidente de la República a quien la dirige.

A estas Autoridades Superiores hay que agregar y considerar a quienes dirigieron Costa Rica desde el momento mismo que se declaró la Independencia, el 29 de octubre de 1821.

La noticia de la Declaración de Independencia hecha en Guatemala el 15 de setiembre nos llegó el 13 de octubre, la que se puso en conocimiento de los pueblos para que nombraran sus delegados que se reunirían en Cartago el 29 de octubre para decidir sobre esta importante noticia, Independencia de Costa Rica que se hizo en este fecha. A cargo de Costa Rica se encontraba el último Gobernador colonial, Juan Manuel de Cañas.

Declarada la Independencia se procedió a comunicar la Decisión de Cartago a los pueblos para su respectiva Jura, quedando hasta el 12 de noviembre el Gobernador con el cargo de Jefe Político Subalterno. En esta fecha, 12 de noviembre por el rechazo de San José y Alajuela a la autoridad de Juan Manuel de Cañas y su desconocimiento como Autoridad a cargo, se dispuso integrar la primera forma de gobierno nacional, Junta de Legados de los Pueblos, del 12 de noviembre al 1 de diciembre de 1821, a la cual le siguieron la Junta Interina, del 1 de diciembre de 1821 al 5 de enero de 1822, la Junta Electoral, del 5 al 12 de enero de 1822, la Junta Superior Gubernativa, del 13 de enero de 1822 al 14 de marzo de 1822. Durante todo el año 1822 hubo cuatro Presidentes de esta Junta. Esa primera Junta fue la que preparó la redacción de la Primera Constitución Política, la del Pacto social Fundamental Interino de Costa Rica o Pacto de Concordia, del 1 de diciembre de 1821.

Del 14 al 29 de marzo de 1823 funcionó la Diputación Provincial a cargo de un Presidente y, del 29 de marzo al 5 de abril a cargo de dos Comandantes Generales de las Armas y hasta el 6 de mayo de 1823 a cargo del Presidente del Congreso Constituyente.

Luego le siguió la Junta Superior Gubernativa hasta el 8 de setiembre de 1824, cuando se estableció el Estado de Costa Rica, desarrollándose la Jefatura de Estado Interina hasta el 7 de abril de 1825 y luego la Jefatura de Estado constitucional.

Durante este período del Estado de Costa Rica ejercieron la Primera Magistratura figuras con el nombre de Jefe de Estado Interino, Jefe de Estado Constitucional, Jefe de Estado Provisorio, Vice Jefe de Estado Constitucional Encargado del Poder Ejecutivo, Jefe Supremo de las Armas, Senador Encargado del Poder y Presidente del Estado, según los distintos momentos de la Historia Nacional y según hubiese un Gobierno Constitucional o un Gobierno provisorio, donde se gobernaba con Constitución Política o sin ella.

A partir del 31 de agosto de 1848 se estableció la República de Costa Rica. Quienes asumieron la representación del Poder Ejecutivo, en sus distintos momentos, se les llamó Presidente de la República, Representante Encargado del Supremo Poder de la República, Vicepresidente en Ejercicio del Poder, Presidente Constitucional, Presidente Provisorio, de acuerdo a los distintos momentos históricos y de conformidad a la existencia o no de una Constitución Política vigente.

La República en su aspecto formal llegó hasta el 8 de mayo del 1948 cuando se declaró la Segunda República, que llega hasta nuestros días.

Siendo así el desarrollo del Poder Ejecutivo, y de quienes lo han dirigido, hemos tenido durante el período 1821 hasta 1824, trece personas, en orden cronológico, independientemente de si se repetían en el cargo, que dirigieron los primeros gobiernos, o Juntas, antes de la constitución del Estado de Costa Rica. Dos de ellas repitieron el cargo una vez.

Durante el período del Estado de Costa Rica, que coincidió también cuando formábamos parte de la República Federal de Centroamérica, hubo 17 personas que asumieron el cargo de dirigir el Poder Ejecutivo durante esta época. De estas, cuatro repitieron el cargo una o dos veces.

No considero para estos datos a los pocos Presidentes de la República Federal de Centroamérica, 1824 -1838, que en sentido formal también fueron Presidentes para los costarricenses en tanto formábamos parte de esa República, como Estado.

El único que ejerció la Presidencia del Estado fue el Dr. José María Castro Madriz.

Durante la República de Costa Rica, la que podría considerarse la Primer República, 1848 – 1948, ejercieron cronológicamente el cargo de Presidente 45 personas, de las cuales once repitieron el cargo.

Durante la Segunda república, desde 1948 hasta el gobierno del 2018-2022 inclusive, 19 personas han ejercido la dirección del Poder Ejecutivo, considerándolo desde la Junta de Gobierno, de las cuales dos han repetido su Magistratura, uno dos veces y otro una.

De esta manera si consideramos la continuidad de gobiernos o administraciones desde 1821 hemos tenido 94 Gobiernos o períodos gubernativos a cargo de un Jefe o Presidente del Poder Ejecutivo, y por ello 94 personas que han dirigido estos gobiernos.

Si consideramos que algunas de estas personas ejercieron el cargo varias veces, una o dos veces, hemos tenido 69 personas que han desempeñado el principal puesto del Poder Ejecutivo. De esta forma, el próximo Presidente de la República puede ser el número 95, por ser el Gobierno número 95 que se ha dado desde 1821, o puede ser el número 71 si consideramos el número de personas que se han desempeñado en el alto cargo de presidir o jefear el Poder Ejecutivo Nacional desde ese año.

Si solo consideramos el período de la Segunda República, a partir de 1949, desde esa época hemos tenido 17 gobiernos constitucionales, partiendo del Gobierno que se eligió en 1953, por lo que el próximo será el 18, y a cargo de ellos hemos tenido 15 personas, por los dos que han repetido la Presidencia, José Figueres y Oscar Arias, por lo que el próximo Presidente será el 16 de la Segunda República.

En cuanto a Presidentes de la República, desde que el Dr. José María Castro Madriz la Presidió como Presidente de Estado y como Presidente de la República, hemos tenido 65 Presidentes, por lo que el próximo será el 66.

Finalmente, solamente durante el período de las Juntas de Gobierno, 1821 –1824 estuvieron en el gobierno Presbíteros o sacerdotes ejerciendo la presidencia del mismo.

Lista de Autoridades Superiores de Costa Rica, que han ejercido la jefatura o Presidencia de los órganos del Poder Ejecutivo de Costa Rica, desde los primeros gobiernos 1821-1824, hasta la Jefatura de Estado y la Presidencia de la República

Timoneles de la Patria – en orden cronológico numerado

Lista de los Presidentes de las Juntas de gobierno (1821-1824), de los Jefes de Estado (1824 – 1848) y de los Presidentes de la República (1848 – 2018)

Presidieron las Juntas de Gobierno 1821 – 1824 las siguientes personas:

01 – Presbítero Nicolás Carrillo Aguirre, Presidente Junta de Legados de los Pueblos, 12 noviembre – 1 diciembre 1821
02 – Presbítero Pedro José Alvarado, Presidente de la Junta Interina, 1 diciembre 1821 – 5 enero 1822
03 –Rafael Barroeta Castilla, Presidente Junta Electoral, 5 –12 enero 1822
04 –Rafael Barroeta Castilla, Presidentes de la Junta, 13 enero –31 diciembre 1822
05 –Santiago Bonilla Laya, Presidentes de la Junta, 13 enero –31 diciembre 1822
06 –José María Peralta, Presidentes de la Junta, 13 enero –31 diciembre 1822
07 –José Rafael Gallegos, Presidentes de la Junta, 13 enero –31 diciembre 1822
08 –José santos Lombardo, Presidente de la Junta Superior Gubernativa, 1 enero –14 marzo 1823
09 –Rafael Francisco Osejo, Presidente de la Diputación Provincial o Triunvirato, 14 marzo –29 marzo 1823
10 –Joaquín de Oreamuno, Comandante General de las Armas, 29 marzo –5 abril 1823
11 – Gregorio José Ramírez, Comandante General de las Armas, 2 – 16 abril 1823
12 –José María Peralta, Presidente Congreso Constituyente, 16 abril – 6 mayo 1823
13 –Presbítero Manuel Alvarado H., Presidente Junta Superior Gubernativa, 16 mayo 1823 –8 setiembre 1824

Jefes de Estado, 1824 –1848

01 – Juan Mora Fernández 1824 – 1833
01 – Juan Mora Fernández 8 setiembre 1824 – 7 abril 1825 Jefe de Estado Interino
02 – Juan Mora Fernández 7 abril 1825 – 8 marzo 1829 Jefe de Estado Constitucional
03 – Juan Mora Fernández 8 marzo 1829 – 8 marzo 1833 Jefe de Estado Constitucional
04 – José Rafael de Gallegos Alvarado 8 marzo 1833 – 4 marzo 1835 Jefe de Estado Constitucional
05 – Juan José Lara Arias 4 – 17 marzo 1835 Jefe de Estado Provisorio
06 – Manuel Fernández 18 marzo – 5 mayo 1835 Vice Jefe de Estado Constitucional Encargado Poder Ejecutivo
07 – Braulio Carrillo Colina 5 mayo 1835 – 28 feb 1837 Jefe de Estado Constitucional
08 – Joaquín Mora Fernández 1 marzo – 17 abril 1837 Jefe de Estado Provisorio
09 – Manuel Aguilar Chacón 17 abril 1837 – 27 mayo 1838 Jefe de Estado Constitucional
10 – Braulio Carrillo Colina 27 mayo 1838 – 12 abril 1842 Jefe de Estado Provisorio
11 – Francisco Morazán Quesada 12 abril – 11 setiembre 1842 Jefe de Estado Provisorio
12 – Antonio Pinto Suárez 11 – 27 setiembre 1842 Jefe Supremo de las Armas
13 – José María Alfaro Zamora 27 setiembre 1842 – 28 noviembre 1844 Jefe de Estado Provisorio
14 – Francisco María Oreamuno Bonilla 29 noviembre 17 diciembre 1844 Jefe de Estado Constitucional renunció
15 – Rafael Moya Murillo 17 diciembre 1844 – 30 abril 1845 Senador encargado PE
16 – José Rafael de Gallegos Alvarado 1 mayo 1845 – 7 junio 1846 Senador encargado Poder Ejecutivo
17 – José María Alfaro Zamora 7 junio 1846 – 8 mayo 1847 Jefe de Estado Provisorio

Presidente de Estado

01 – José María Castro Madriz 8 mayo 1847 – 31 agosto 1848 Presidente de Estado

Presidentes de la República

01 – José María Castro Madriz 31 agosto 1848 – 16 noviembre 1849 Presidente de la Rep.
02 – Miguel Mora Porras 16 – 26 noviembre 1849 Representante Encargado del Poder Ejecutivo
03 – Juan Rafael Mora Porras 1849 – 1959
03 – Juan Rafael Mora Porras 26 noviembre 1849 – 30 diciembre 1849 Vice Presidente en Ejercicio
04 – Juan Rafael Mora Porras 30 noviembre 1849 – 8 mayo 1853 Presidente Constitucional Primer Período
05 – Juan Rafael Mora Porras 8 mayo 1853 8 mayo 1859 Presidente Constitucional Segundo Período
06 – Juan Rafael Mora Porras 9 mayo – 14 agosto 1859 Presidente Constitucional Tercer Período
07 – José María Montealegre Fernández 1859 – 1863 Provisorio
08 – José María Montealegre Fernández 14 agosto 1859 – 29 abril 1860 Presidente Provisorio
09 – José María Montealegre Fernández 29 abril 1860 8 mayo 1863 Presidente Constitucional
10 – Jesús Jiménez Zamora 8 mayo 1863 – 8 mayo 1866 Presidente Constitucional
11 – José María Castro Madriz 8 mayo 1866 – 1 noviembre 1868 Presidente Constitucional
12 – Jesús Jiménez Zamora 1868 – 1870 Presidente Provisorio
13 – Jesús Jiménez Zamora 1 noviembre 1868 – 15 abril 1869 Presidente Provisorio
14 – Jesús Jiménez Zamora 15 abril 1869 – 27 abril 1870 Presidente Constitucional
15 – Bruno Carranza Ramírez 27 abril – 9 agosto 1870 Presidente Provisorio
16 – Tomás Guardia Gutiérrez 1870 – 1876
16 – Tomás Guardia Gutiérrez 9 agosto 1870 – 8 mayo 1872 Presidente Provisorio
17 – Tomás Guardia Gutiérrez 8 mayo 1872 – 8 mayo 1876 Presidente Constitucional
18 – Aniceto Esquivel Sáenz 8 mayo – 30 julio 1876 Presidente Constitucional
39 – Vicente Herrera Zeledón 30 julio 1876 – 11 setiembre 1877 Presidente Provisorio
20 – Tomás Guardia Gutiérrez 11 setiembre 1877 – 6 julio 1882 Presidente Provisorio
21 – Saturnino Lizano Gutiérrez 6 – 20 julio 1882 Presidente Provisorio
22 – Próspero Fernández Oreamuno 1882 – 1885
22 – Próspero Fernández Oreamuno 20 julio – 10 agosto 1882 Presidente Provisorio
23 – Próspero Fernández Oreamuno 10 agosto 1882 – 12 marzo 1885 Presidente Constitucional
24 – Bernardo Soto Alfaro 1885 – 1889
24 – Bernardo Soto Alfaro 12 marzo 1885 – 8 mayo 1886 Presidente Constitucional
25 – Bernardo Soto Alfaro 8 mayo 1886 – 8 mayo 1890 Presidente Constitucional
26 – Carlos Durán Cartín 1889 – 1890
27 – José Joaquín Rodríguez Zeledón 8 mayo 1890 – 1 8 mayo 1894 Presidente Constitucional
28 – Rafael Yglesias Castro 1894 – 1902 Presidente Constitucional
28 – Rafael Yglesias Castro 8 mayo 1894 – 8 mayo 1898 Presidente Constitucional
29 – Rafael Yglesias Castro 8 mayo 1898 – 8 mayo 1902 Presidente Constitucional
30 – Ascensión Esquivel Ibarra 8 mayo 1902 – 8 mayo 1906 Presidente Constitucional
31 – Cleto González Víquez 8 mayo 1906 – 8 mayo 1910 Presidente Constitucional
32 – Ricardo Jiménez Oreamuno 8 mayo 1910 – 8 mayo 1914
33 – Alfredo González Flores 8 mayo 1914 – 27 enero 1917
34 – Federico A. Tinoco Granados 27 enero 1917 – 8 junio 1917 Presidente Provisorio
35 – Federico A. Tinoco Granados 8 junio 1917 – 20 agosto 1919 Presidente Constitucional
36 – Juan Bautista Quirós S. 20 agosto – 2 setiembre 1919 Presidente Constitucional
37 – Francisco Aguilar Barquero 2 setiembre 1919 – 8 mayo 1920 Presidente Provisorio
38 – Julio Acosta García 8 mayo 1920 – 8 mayo 1924 Presidente Constitucional
39 – Ricardo Jiménez Oreamuno 8 mayo 1924 – 8 mayo 1928 Presidente Constitucional
40 – Cleto González Víquez 8 mayo 1928 – 8 mayo 1932 Presidente Constitucional
41 – Ricardo Jiménez Oreamuno 8 mayo 1932 – 8 mayo 1932 Presidente Constitucional
42 – León Cortés Castro 8 mayo 1936 – 8 mayo 1940 Presidente Constitucional
43 – Rafael Ángel Calderón Guardia 8 mayo 1940 – 8 mayo 1944 Presidente Constitucional
44 – Teodoro Picado Michalski 8 mayo 1944 – 20 abril 1948 Presidente Constitucional
45 – Santos León Herrera 20 abril – 8 mayo 1948 Presidente Constitucional

Junta Fundadora de la Segunda República

46 – José Figueres Ferrer 8 mayo 1948 – 8 noviembre 1949 Presidente Junta Fundadora de la Segunda República

Presidentes de la Segunda República

01 – Otilio Ulate Blanco 8 noviembre 1949 – 8 noviembre 1953 Presidente Constitucional
02 – José Figueres Ferrer 8 noviembre 1953 – 8 mayo 1958 Presidente Constitucional
03 – Mario Echandi Jiménez 8 mayo 1958 – 8 mayo 1962 Presidente Constitucional
04 – Francisco José Orlich Bolmarcich 8 mayo 1962 – 8 mayo 1966 Presidente Constitucional
05 – José Joaquín Trejos Fernández 8 mayo 1966 – 8 mayo 1970 Presidente Constitucional
06 – José Figueres Ferrer 8 mayo 1970 – 8 mayo 1974 Presidente Constitucional
07 – Daniel Oduber Quirós 8 mayo 1974 – 8 mayo 1978 Presidente Constitucional
08 – Rodrigo Carazo Odio 8 mayo 1978 – 8 mayo 1982 Presidente Constitucional
09 – Luis Alberto Monge Álvarez 8 mayo 1982 – 8 mayo 1986 Presidente Constitucional
10 – Oscar Arias Sánchez 8 mayo 1986 – 8 mayo 1990 Presidente Constitucional
11 – Rafael Ángel Calderón Fournier 8 mayo 1990 – 8 mayo 1994 Presidente Constitucional
12 – José María Figueres Olsen 8 mayo 1994 – 8 mayo 1998 Presidente Constitucional
13 – Miguel Ángel Rodríguez Echeverría 8 mayo 1998 – 8 mayo 2002 Presidente Constitucional
14 – Abel Pacheco De la Espriella 8 mayo 2002 – 8 mayo 2006 Presidente Constitucional
15 – Oscar Arias Sánchez 8 mayo 2006 – 8 mayo 2010 Presidente Constitucional
16 – Laura Chinchilla Miranda 8 mayo 2010 – 8 mayo 2014 Presidente Constitucional
17 – Luis Guillermo Solís Rivera 8 mayo 2014 – 8 mayo 2018 Presidente Constitucional
18 – Carlos Alvarado Quesada 8 mayo 2018 – 8 mayo 2022 Presidente Constitucional

Si solo lo consideramos a partir de la constitución del Estado de Costa Rica, en 1824, hasta hoy, ha habido 82 gobiernos por lo que el próximo gobernante sería el número 83, considerando la continuidad de gobiernos.

De las coaliciones externas e internas de los partidos

Vladimir de la Cruz

He insistido, en distintos artículos, en la importancia de desarrollar coaliciones políticas, alianzas político-electorales, con el propósito de mejorar la representación política, tanto para la escogencia de candidatos presidenciales, como para escoger los candidatos a diputados.

Por otro lado, las coaliciones permitirían agrupar partidos con afinidades políticas, o tendencias, e identidades ideológicas, precisando mejor el panorama electoral, enfocando en los proyectos país y programas de gobierno con base a estas uniones partidarias.

Las coaliciones reflejan también un mayor nivel de cultura y educación política y ciudadana.

La vida electoral del país conoce pocas coaliciones electorales a nivel presidencial, a pesar de que en tres ocasiones han sido exitosas para ganar elecciones, en 1958 con Mario Echandi Jiménez, en 1966 con José Joaquín Trejos Fernández, y en 1978 con Rodrigo Carazo Odio.

La dificultad mayor en la construcción de coaliciones es que priva en ello los intereses particulares, individuales, de los líderes, y de los grupos o cúpulas dirigentes, de los distintos partidos, pequeños o grandes, la discusión sobre la repartición de puestos en candidaturas presidenciales o de diputados, y hasta en la distribución de plazas en el Poder Ejecutivo, tanto en Consejo de Gobierno, como ministros, así como en las juntas directivas de las instituciones del Estado y del Gobierno. El Presidente, ya electo, tiene en posibilidad, por nombramiento de personas en Juntas Directivas y otros puestos, poco más de 1500 personas. Pero, esta posibilidad solo se da hasta que haya un ganador, mientras tanto son expectativas, en la mayoría de los casos lejanamente posibles.

El plazo para constituir coaliciones para las elecciones de febrero próximo ya venció. No se constituyó una sola. Hubo intentos de impulsar por lo menos dos, que fracasaron ad-portas. Al no haber coaliciones se amplía la gama de partidos participando directamente, al punto de que se anuncia la posibilidad de que puedan haber cerca de 28 partidos políticos con candidatos presidenciales, con los partidos que todavía corren por lograr su inscripción.

Oficialmente en el registro electoral hay ya 28 partidos políticos de carácter nacional, que son los que llevan candidatos presidenciales. Todavía hay varios partidos que no han terminado sus trámites. Pongo los nombres de los partidos, sin sus candidatos, con la sola intención, de que usted lector, que ha llegado hasta aquí, vea la dificultad de poder escoger, saber escoger o distinguir entre ellos, si por identificación partidaria se trata. No se señala tampoco la identificación política o ideológica que se les atribuye o que los partidos mismos señalan o enarbolan.

Los partidos son, en orden alfabético, Accesibilidad sin Exclusión, Acción Ciudadana, Alianza Demócrata Cristiana, Alianza Patriótica, Avance Nacional, Centro Democrático y Social, Costa Rica Justa, De los Trabajadores, Encuentro Nacional, Frente Amplio, Fuerza Nacional, Integración Nacional, Liberación Nacional, Liberal Progresista, Movimiento Libertario, Movimiento Social Demócrata Costarricense, Nueva Generación, Nueva República, Patria Nueva, Progreso Social Democrático, Renovación Costarricense, Republicano Social Cristiano, Restauración Nacional, Unidad Social Cristiana, Unidos Podemos, Unión Costarricense Democrática, Unión Liberal y Unión Nacional.

Los partidos nacionales generalmente participan, de igual manera, con candidatos a diputados en todas las provincias. Así tenemos a estos partidos y a 26 partidos más, que solo están inscritos para elegir diputados. Así, en las candidaturas a diputados tenemos 54 partidos distribuidos en las siete provincias, en unas habrá más partidos que en otras. A nivel de las candidaturas presidenciales la papeleta coloca el color de la bandera y la cara del candidato presidencial, que puede ayudar al votante. En la lista de diputados solo se coloca el color de la bandera en la casilla de votación.

La no realización de coaliciones obliga a este listado amplio en la oferta electoral, que debilita mucho la escogencia por su amplitud.

Al interior de algunos partidos, especialmente los que escogen candidatos por la vía de Convención, como son Liberación Nacional, la Unidad Social Cristiana y el próximo domingo Acción Ciudadana, también se ven obligados a realizar coaliciones de grupos que han participado en la escogencia de sus candidatos presidenciales.

En el caso de Liberación Nacional la primera coalición interna se produjo en la limpieza que se hizo de candidatos sumándose algunos de ellos a José María Figueres. De ese primer nivel, la coalición de tendencias más importante fue la de Antonio Álvarez Desanti hacia Figueres. De ello es natural que los principales acuerdos políticos de Figueres, ya electo candidato, haya sido con Antonio Álvarez. Los restantes, que se le sumaron a Figueres antes de la Convención, casi no suman como Antonio, pero no los puede descuidar ni dejar de atender en posibilidades de participación. El segundo círculo de alianzas internas o de coaliciones internas, dentro de Liberación Nacional, fue el que se produjo con la Convención, que midió electoralmente a varios candidatos, cuyos votos a su favor cuentan como votos dentro de Liberación Nacional. De este segundo círculo, por el resultado de votación, Rolando Araya, era la fuerza más importante a considerar y a pactar con él algunas posibilidades de su participación electoral dentro del Figuerismo como tendencia dominante en ese partido. A Rolando se le fue la mano exigiendo puestos y a Figueres negándole espacios. Ello condujo a la salida de Rolando Araya de Liberación Nacional para buscar su propia candidatura independiente con otro partido, que le fue prestado. Una fractura para Liberación Nacional en el escenario electoral. La segunda alianza interna, o coalición interna, de los que fueron a la Convención, dentro de Liberación era de Figueres con Claudio Alpízar, no tanto por su resultado sino por la calidad de los equipos políticos y profesionales que le acompañaban. Lo que pedía, no tanto como Rolando, es posible de satisfacer. Si eso no se logra esta semana hay la posibilidad de que Claudio Alpízar también se vaya de la campaña electoral a favor de Liberación Nacional haciendo cada vez más difícil el posible triunfo de José María Figueres, del que él está convencido que va a lograr. Estas coaliciones internas que han fracasado en Liberación Nacional, de grupos, puede hacerse sentir negativamente en el resultado electoral. Los otros candidatos eran casi candidaturas solas para tratar con ellas de tener algún puesto en el próximo Gobierno en caso de que Liberación gane las elecciones. Con estas debilidades no va a ser tan fácil ganarlas.

En la Unidad Social Cristiana la sorpresiva llegada de Lineth Saborío, y su triunfo en la Convención, descarriló ese partido. Pedro Muñoz se ha dedicado a debilitar su presencia, además de que por la estructura estatutaria Lineth no tiene ninguna capacidad de nombramiento de candidatos, que le van a ser impuestos. La tienen con camisa de fuerza en ese partido que parece un manicomio político. El mismo Pedro Muñoz trabaja para que la Unidad Social Cristiana pierda al no haber sido él, el ganador en la Convención. Ha tratado incluso legalmente de anularla y repetirla, que es casi dejar por fuera a este partido del proceso electoral.

En Acción Ciudadana ya se produjo una primera coalición de Marcia González Aguiluz, con Welmer Ramos, dándole fortaleza a esta candidatura, frente a la de Carolina Hidalgo, que tiene el apoyo de la Casa Presidencial. Habrá que ver los resultados electorales el próximo domingo. Todo avizora que no habrá terremoto ni sismos fuertes gane quien gane. El Partido Acción Ciudadana pareciera que va compacto, al menos más que Liberación y la Unidad Social Cristiana a la campaña.

Una candidatura de coalición que no fue es la de Rodrigo Chaves con el Partido Republicano Social Cristiano. Rafael Ángel Calderón y su grupo no le dieron márgenes de proponer nada. Le tenían escogidos todos los candidatos principales de diputados. Solo lo tenían como una etiqueta de campaña. Así Rodrigo Chaves va como candidato de otro partido, alrededor del cual se movieron partidos en proceso de inscripción para coaligarse, que no lo lograron. Estos grupos siguen considerando su apoyo sobre la base de las candidaturas que ofrezca Rodrigo Chaves, algunas que ya tiene escogidas.

La otra coalición que no se hizo fue la de Eli Feinzaig con Mario Redondo, debido a las publicaciones que se hicieron, el día anterior al anuncio de la coalición, de los posibles vínculos del Mario Redondo con Meco y Solís en medio del escándalo de corrupción que han provocado estas firmas constructoras con funcionarios públicos.

La candidatura de Rolando Araya en el partido del diputado Dolanescu es un galimatías político, difícil de comprender por lo confuso de esa alianza, por las distancias ideológicas y de cultura que se supone tiene Rolando con Dolanescu, salvo que Rolando se haya Dolanesqueado más que Dolanescu se haya Arayado. En cualquier caso, Rolando entra a un partido que no es de él, que no influyó nada en su gestación. Rolando es para todos los efectos políticos, en ese partido, tan solo una franquicia política, un producto para la venta en la tienda de Dolanescu, bajo las condiciones existentes en ese partido. Rolando no puede partir que la gente que votó por él en la Convención de Liberación va a ir a votar por el partido de Dolanescu.

Así vamos a la campaña electoral sin coaliciones electorales. Vamos con 28 partidos políticos nacionales y con 28 candidatos presidenciales. Hay candidatos presidenciales para escoger.

Si solo estos partidos participan, con los 26 partidos adicionales con candidatos a diputados, todos, los 54 partidos, postularán 3.074 candidatos a diputados por todas las provincias. También hay candidatos a diputados para escoger.

Candidatos a Presidente y a diputados

Vladimir de la Cruz

El sistema electoral costarricense es en toda su forma presidencialista, aunque el mismo día se elijan los diputados, y como se hacía antes que también se elegían regidores y síndicos municipales. Toda la campaña electoral gira en torno a las figuras presidenciales, alrededor de quienes son los candidatos de los distintos partidos políticos.

Cuando se separó la elección de alcaldes, regidores y síndicos, lo que viene funcionando desde el 2002, y cuando se separaron estas elecciones de la nacional, como se hace actualmente, se avanzó en enriquecer la posibilidad de escoger mejor a los alcaldes, regidores y síndicos, en darle más importancia a los gobiernos locales, en hacer de estos y de sus municipalidades mejores espacios de participación ciudadana, y especialmente de darle fuerza a los gobiernos locales, lo que no se ha logrado porque en las comunidades y municipalidades no funcionan, en términos reales, los partidos políticos nacionales, ni provinciales y tampoco sus expresiones locales o los locales propiamente dichos, excepción hecha de los cantones de Escazú, Santa Ana, Curridabat donde ha habido experiencias de gobiernos locales con partidos locales que le dieron vida a esos cantones, y lograron cierta participación popular alrededor de sus proyectos políticos cantonales, sin poderse desarrollar como fuerzas políticas mayores y hasta perdiendo los gobiernos que habían logrado. La izquierda política que llegó a tener cierta influencia en los cantones de Barva y Montes de Oca, poco pudieron hacer, aparte de que en el ejercicio de su gobierno dilapidaron su pequeño capital político.

Los candidatos presidenciales siguen siendo los grandes motores de toda la campaña política, aunque debilitados de sus bases municipales, hoy separadas electoralmente. Las elecciones de diputados no mueven tanto a la población como lo hacían las elecciones municipales, cuando estaban todas estas elecciones juntas.

Para lo inmediato tenemos las elecciones nacionales, las de presidente y vicepresidencias, y las de diputados, que se realizarán el primer domingo del próximo febrero, dentro de nueve meses. En esta dirección se mencionan precandidatos en los principales y más grandes partidos del espectro electoral, y algunos candidatos ya consolidados en los partidos pequeños. De estos últimos es interesante que en su mayoría se vislumbran participando en la doble candidatura, como candidatos presidenciales y a la vez como candidatos a primer puesto a diputados en aquella provincia donde consideran que son más fuertes.

Siguen débiles y casi inexistentes las coaliciones electorales. Nos hace falta cultura política, educación política, madurez política para avanzar en este camino de coaliciones, que pueden resultar victoriosas como lo fueron en las elecciones de 1958, 1966 y 1978, donde en esos tres procesos electorales fue derrotado el Partido Liberación Nacional.

No se mencionan, al menos en el escenario público, los candidatos a diputados. En algunos partidos personas que se presentan como candidatos presidenciales, en lucha con otros candidatos, lo hacen en tanto esa participación les da un reconocimiento posible para que puedan ser considerados como candidatos a diputados, u otros puestos de la Administración Pública en caso de que su partido gane.

El peso está entonces en los candidatos a Presidente. Los electores, el pueblo electoral, sigue marginal del conocimiento de candidatos a diputados, los que aparecerán como abejones en mayo en esos partidos.

Las encuestas como métodos de medición por ahora se mueven en ver cuáles candidatos son más conocidos, o cuales son más apoyados o rechazados, principalmente a escala nacional. No se están haciendo todavía distinciones importantes al interior de cada partido políticos de los que tienen varios candidatos, con su propio caudal electoral, con los propios simpatizantes de cada partido.

En la mentalidad política de analistas y gestores de opinión pesa el resultado electoral de los últimos procesos electorales, por lo menos de las campañas electorales del 2010, 2014 y 2018, para sobre ellas valorar si los partidos políticos tienen músculo político y hasta para presagiar la posible segunda vuelta electoral en el 2022.

Las posibilidades de un triunfo de un partido en la primera vuelta electoral, la de febrero, como la posibilidad de que haya que ir a la segunda ronda, con dos candidatos en abril, existen de manera igual. Ello dependerá de los candidatos presidenciales que lleven los partidos políticos en primer lugar, y de los temas centrales de campaña electoral que cada uno agite. Aparte se sumará su experiencia política, sus vínculos nacionales e internacionales, sus ofertas al electorado sobre los principales problemas del país y de cómo solucionarlos.

Los temas de campaña electoral que ya se están agitando y tratando de introducir, como interrupción de embarazo y eutanasia, sin que existan en la realidad parlamentaria como Proyectos de Ley en trámite, me parecen altamente distractores de los principales problemas inmediatos que tenemos, y artificialmente montados con la intención de que se coloquen como temas principales.

Si se quiere montar un debate artificialmente alrededor de estos temas nadie puede asegurar cual va a ser su resultado final en elecciones, pero podría suceder como se resolvió el tema del llamado matrimonio igualitario, con mucha tensión nacional, pero con resultado progresista y liberal más que conservador.

El tema central para los partidos políticos será el de ganar las elecciones, claro está, pero ganarlas con la mayor cantidad de diputados posibles, para tratar de asegurar la mejor posibilidad de gobernar, para tener el músculo parlamentario en posibilidad de aprobar proyectos de ley y asegurar en ese sentido la mejor gestión de gobierno posible. Ningún candidato ni partido político puede estar aspirando a gobernar con 10 diputados como tiene el actual gobierno, o 14 como tuvo el anterior. El Partido Liberación Nacional sabe al menos que ha tenido no menos de 18 en los últimos dos gobiernos, lo que aún no le da la fuerza suficiente para un buen gobierno, porque ello también depende de la capacidad de negociación del Gobierno y de su fracción parlamentaria, lo que ha hecho muy bien el actual Gobierno y el Partido Acción Ciudadana, que le han aprobado prácticamente toda su agenda legislativa, que no era diferente a de la de los partidos Unidad Social Cristiana y de Liberación Nacional, porque han tenido la misma élite política económica dominante que, desde esas trincheras, han aprobado toda la agenda neoliberal, que el mismo Presidente Carlos Alvarado Quesada lidera en silencio, desde la misma campaña electoral, y que el Partido Acción Ciudadana de manera camaleónica ha disfrazado también muy bien, excepción hecha de los distanciamientos últimos que hace la Comisión Política del PAC, de su propio gobierno en aspectos o políticas que no le parecen, que debe hacerlo en esta etapa de gobierno y de campaña electoral. Ese carácter camaleónico es justamente su posibilidad de volver a ganar el Gobierno. Quedará por ver quién será su candidato o candidata presidencial para tratar de asegurar esa posibilidad de triunfo.

La campaña del 2022 la veo, en forma estrecha, promoviendo candidatos presidenciales, y a estos y a sus partidos, pidiendo votos para ellos pero también para sus diputados, como equipo de gobierno. De allí la importancia que puedan llegar a tener los candidatos a diputados que hasta hoy se desconocen, que están invisibilizados, pero que ya deberían empezar a sacar sus orejas, y algunos para verles sus colmillos y dientes, como se hace con algunas especies que se ofrecen en venta, para ver que gozan de buena salud, en este caso salud pública, salud política, personal, profesional, empresarial… la que tengan, y puedan y deban exhibir, para poder pagar con los votos el paquete de Presidente y diputados, y no sufrir un PACquetazo.