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UCR: La brecha entre las infancias sigue hipotecando el futuro del país

La exclusión educativa es uno de los derechos violentados de la niñez costarricense: infraestructura en pésimas condiciones o inexistentes, escasos recursos para el proceso de enseñanza aprendizaje, la persistente brecha entre las zonas urbanas, rurales, costeras y fronterizas son elementos que inciden en el acceso a una educación de calidad para los niños y niñas en el territorio nacional. Foto CIUB

Día del Niño y la Niña

La Constitución Política garantiza la educación primaria, pero un gran porcentaje de la niñez carece de las condiciones mínimas para el pleno disfrute de sus derechos

Cada 9 de setiembre Costa Rica celebra el Día de los Niños y las Niñas con actividades recreativas y culturales, sin embargo tras la cortina de la fiesta anual el país esconde los rezagos en materia de derechos humanos de la niñez costarricense.

Según la última Encuesta Nacional de Hogares 2022 (ENAHO), el 39% de las niñas, los niños y los adolescentes vive en pobreza monetaria, especialmente cuando las mujeres son jefas de hogar, ya que incluso ellas mismas tienen tres años menos de escolaridad que aquellas con mejores condiciones socioeconómicas.

En términos educativos, la ENAHO 2022 calculó que el 33.5% de la población de niñas, niños y adolescentes entre los 6 y 17 años no asisten a educación formal o muestran un severo rezago escolar, lo que compromete las posibilidades futuras para un gran porcentaje de la población en Costa Rica.

Para la docente Ana Catalina Siles Solano, coordinadora del proyecto de Acción Social “Potenciando las habilidades de los niños y niñas, aprendiendo de la idea a la acción” (TC-778), ejecutado por el Recinto de Paraíso, de la Universidad de Costa Rica (UCR), la situación de la niñez en zonas rurales agrícolas es radicalmente distinta en comparación con la vida en los centros urbanos.

En nuestro caso, desde marzo pasado este trabajo comunal trabaja en tres escuelas unidocentes en la región de Orosi, Purisil, Guavata y Puente Negro, y las carencias institucionales inciden en la calidad de la educación que recibe un centenar de niños y niñas en edades desde preescolar hasta sexto grado”.

La UCR ejecuta 39 proyectos de Acción Social relacionados con los derechos de la niñez y adolescencia costarricense, relacionadas con la salud, el mejoramiento educativo, el estímulo del pensamiento crítico y el fomento de la participación en los procesos comunitarios. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez, UCR

Aunque al inicio el TC-778 se propuso el desarrollo de habilidades blandas, las que Siles planteó como una meta del proyecto debido a que son necesarias en un mundo interconectado y de trabajo en equipo, al llegar se dieron cuenta que habían otras necesidades educativas básicas no resueltas.

Para citar un ejemplo, Siles subrayó que aunque la Fundación Omar Dengo dotó de computadoras a esas escuelas, “debido a la pandemia de la COVID-19 nunca se usaron y se entregaron a los estudiantes para clases virtuales, y la realidad es que las madres y padres no sabían usarlas o carecían de conexión a Internet. Entonces, cuando empezó este trabajo comunal llegamos y los estudiantes de la UCR las revisaron, instalaron y los estudiantes han empezado a aprender a usarlas, así garantizamos su derecho a la tecnología”.

Además, agregó, el equipo estudiantil universitario apoya al personal docente del Ministerio de Educación Pública destacado en esos centros educativos, brindando tutorías en Matemáticas y Español, incluso en aspectos elementales como deletreo, en Ciencias, Informática e incluso en Educación Física, ya “hay algunos maestros de materias especiales que no llegan y entonces los muchachos hacen ejercicio con ellos”.

Ana Lucrecia Rodríguez Rojas, quien además de docente tiene rol de dirección en la Escuela de Purisil, una comunidad agrícola alejada del centro del distrito de Orosi, en Paraíso, agradeció el apoyo recibido de parte de estudiantes universitarios. “Para mis niños y niñas estos jóvenes son un ejemplo de que es importante seguir estudiando, esforzándose, y cada vez que llegan los reciben con mucha alegría. Nos ayudan con el material didáctico, con actividades recreativas y han sido una gran ayuda, ya que en mi caso además de dar lecciones tengo que asumir trabajos de dirección”.

“Agradezco mucho al Recinto de Paraíso de la UCR por venir a estas escuelas, a estos pueblos de gente tan buena, pero que carecen de los avances de la Internet y de oportunidades que otros niños y niñas tienen en otros lugares del país”.

Dichas disparidades se evidenciaron en el informe sobre la Estimación de los Recursos Públicos Destinados a la Niñez y a la Adolescencia en Costa Rica 2021, presentado este año por el Patronato Nacional de la Infancia. El país tiene dos realidades: del total del presupuesto público destinado a la niñez y las adolescencias, la inversión en educación en las zonas costeras y fronterizas dista mucho del 52% invertido en la Región Central, y el focalizado a comunidades indígenas o afrodescendientes apenas llega al 4% y 2%, respectivamente.

La situación de vulnerabilidades relacionadas con la condición de pobreza afectan al 39% de menores de edad. El “Índice de Bienestar de la Niñez y la Adolescencia 2020: estimación cantonal con datos administrativos” (OBINA), elaborado por el Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica (Mideplan), en coordinación con Unicef-ONU, un tercio de los cantones tienen enormes pendientes en materia de Derechos Humanos de la niñez y adolescencias y que la brecha entre el Gran Área Metropolitana y las periferias se sigue consolidando.

Aunque el Día de los Niños y las Niñas tiene una orientación festiva, para miles la celebración está marcada por la pobreza, ya que un 39% de la niñez y adolescencia viven en pobreza, especialmente aquellos con mujeres con jefas de hogar. Foto Fabiana Castillo Murillo, UCR

Universitarios comprometidos con la infancia

El TC-778 se propuso como una instancia para “promover el espíritu emprendedor en los niños y las niñas en comunidades vulnerables de la zona de Cartago y Paraíso, potenciando habilidades y destrezas como herramientas futuras para su desarrollo personal y de esta manera contribuyan como agentes de cambio”. Este trabajo comunal reunió a estudiantes de diversas carreras como Administración de Empresas, Turismo Ecológico, Informática Empresarial y Enseñanza del Inglés.

Henry Moreno Calderón, con 22 años de edad y estudiante de Informática Empresarial, comentó que tras su paso reciente por este trabajo comunal “aprendió a valorar mucho las cosas, lo que uno aprendió a esas edades, lo que uno tuvo, ver nuevas ideologías, pensamientos y sobre el manejo con niños que no es algo sencillo”.

Además, el joven estudiante destacó que uno de los problemas fue la escasez de recursos en esas escuelas en zonas agrícolas. “Para enseñarles algo de tecnología era difícil y la brecha social que existe les dificultaba entender conceptos que intentamos explicarles a los niños; además, la lejanía lo hacía bastante retador. Pero en general, uno se lleva muy buenas cosas, yo no había tenido la experiencia de trabajar con niños lo que implicó ser comprensivo, entender qué les gusta o no, y aunque hace unos pocos años uno dejó esa etapa, hay diferencias entre las generaciones”.

Otra de las experiencias fue la de María Ángel Guerra Rodríguez, de 23 años y quien cursa el tercer año de Dirección de Empresas. Aunque ha vivido toda su vida en Paraíso, en Cartago, aseguró que no sabía sobre las dificultades en las escuelas unidocentes de la región. “Siendo 100% honesta en algunas ocasiones como persona he cometido el error de creer que todos tenemos las mismas posibilidades cuando en realidad hay zonas vulnerables, como lo son las diversas escuelas en las que he realizado el trabajo comunal, en lo personal he aprendido a valorar el esfuerzo que realizan los docentes y el personal administrativo de nuestro país”.

Como miembros de este proyecto estamos en toda la disponibilidad de brindar ayuda a dichos individuos y a la población meta que son los niños, el poder verlos crecer y aprender cada día me llena el corazón de orgullo y agradecimiento, ya que al final son dichos estudiantes el futuro de nuestro país y que labor sería más gratificante que poder sembrar una semilla en cada uno de ellos para que crezcan día a día. Le agradezco mucho a la universidad porque nos ha ayudado en todo el proceso, y poniendo atención a estas zonas que lo necesitan”, afirmó Guerra.

Finalmente, el estudiante Moreno Calderón concluyó que una de sus mayores satisfacciones fue “poder enseñarles a los niños y niñas cosas nuevas e incentivarles a nuevos mundos, porque viven en pueblitos muy lejanos y cerrados y la idea del TCU era expandirles ese mundo

Políticas públicas costarricenses y derechos humanos

La magister Laura Rivera Alfaro, coordinadora del Programa Interdisciplinario de Estudios y Acción Social en Derechos de la Niñez y la Adolescencia (PRIDENA) recalcó que en materia de políticas públicas el Estado costarricense tiene graves deficiencias que hipotecan el futuro de la niñez costarricense.

Por ejemplo, “el porcentaje de personas menores de edad que viven en condición de pobreza supera el dato del total de la población en general, lo que significa que el acceso a derechos básicos se violenta aproximadamente a 3 de cada 10 personas que habitan el territorio costarricense, lo que convierte a Costa Rica es el país de la OCDE con más pobreza en este grupo etario”.

En el ámbito educativo, explicó Rivera, “se requiere atender de manera urgente las inequidades que vienen agudizando en las últimas décadas, que ha polarizado las formas que adquiere la educación pública en los entornos rurales y urbanos, en el centro y la periferia costarricense, y entre la educación pública y privada en todos sus niveles, situación que empeoró debido a la pandemia por la COVID-19”.

Desde las contribuciones sustantivas de los trabajos comunales, en los que estudiantes de las diversas disciplinas se vinculan con organizaciones, instituciones o espacios locales, se impulsan actividades orientadas a ese fortalecimiento y defensa de los derechos de las personas menores de edad. Además, solo para mencionar algunos, la UCR produce conocimiento en otros espacios, como el Instituto de Investigación en Educación (INIE) y en la formación de profesionales altamente capacitados desde la Maestría Interdisciplinaria en Niñez y Adolescencia (MAENA), del Posgrado de Trabajo Social, o el proyecto de investigación que genera el informe Estado de los Derechos de la Niñez y la Adolescencia (EDNA) que se constituye en un valioso insumo para la generación de políticas públicas.

 

Eduardo Muñoz S.
Periodista, Vicerrectoría de Acción Social, UCR

La UCR llama a cambios en políticas públicas sobre niñez y adolescencias

En el Día del Niño y la Niña, la UCR propone una reflexión sobre la realidad social que vive la niñez costarricense para responder a sus necesidades e intereses desde un ejercicio institucional crítico y comprometido con el enfoque de Derechos Humanos centrado en las personas menores de edad. Imagen ilustrativa de la obra coreográfica El Ladrón de Diamantes. Archivo VAS.

Día del Niño y la Niña

En la próxima década se incrementará la situación de exclusión de personas menores de edad en las regiones más vulnerables

Este 9 de setiembre en Costa Rica se celebrará el Día de los Niños y las Niñas, una fecha que va más allá de las fiestas y los regalos, ya que según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) el país tiene importantes desafíos por superar para lograr que más de 1.2 millones de personas menores de edad, es decir un 23% según el último Censo Nacional vigente, tengan las mismas oportunidades.

Según Unicef, un 39% de menores de edad viven en condiciones de vulnerabilidad asociada a la pobreza. Así lo confirmó el informe “Índice de Bienestar de la Niñez y la Adolescencia 2020: estimación cantonal con datos administrativos (OBINA), elaborado por el Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica (Mideplan) en coordinación con Unicef, que revelaron que más del 30% de los cantones tienen grandes desafíos en materia de niñez y adolescencia y que la desigualdad entre el Gran Área Metropolitana y las periferias siguen consolidando importantes brechas sociales.

Superar estos pendientes requiere una articulación interinstitucional, y como parte de ese compromiso la Universidad de Costa Rica (UCR), mediante su Programa Interdisciplinario de Estudios y Acción Social de Derechos de la Niñez y la Adolescencia (PRIDENA), adscrito a la Vicerrectoría de Acción Social, ha realizado valiosos aportes desde el año 2002 a diversas instancias gubernamentales para el diseño de políticas públicas en materia de niñez y adolescencia, a la luz de instrumentos nacionales e internacionales como la Convención sobre los Derechos del Niño.

Aunque la pandemia sanitaria de la COVID-19 impuso limitaciones, este año el PRIDENA regresó a la presencialidad con una serie de talleres con escolares del Caribe Norte. Ese trabajo inició este primer ciclo 2022, y que continuará en el segundo, es parte del Eje de Trabajo con Comunidades, incluido en el plan anual del programa.

“Durante los años 2020 y 2021, el trabajo directo en los territorios transitó a la virtualidad. A pesar de esto, el eje en mención mantuvo su labor y compromiso, ajustándose a las dinámicas del contexto y procurando la cercanía con las comunidades”, afirmó la Lic. María Cristina Bolaños Blanco, docente de la Escuela de Trabajo Social e investigadora del PRIDENA.

Según Bolaños, el enfoque en el Caribe Norte responde al análisis realizado en el 2021 sobre los programas y proyectos de Acción Social e investigación de la UCR relacionados con niñez, adolescencias y juventudes, confrontados con el Índice de Desarrollo Humano (IDH) e Índice de Género (IDG), ya reiterados por el OBINA 2020.

Esa investigación identificó la necesidad de generar acciones sistemáticas en algunas regiones del país, entre ellas, la Región Huétar Atlántica. Dentro de la línea, el PRIDENA está ejecutando con el Corredor Biológico Río Parismina, una instancia de participación local que expresó su interés de articular con la UCR, una intervención conjunta por la defensa y cumplimiento de los derechos de la niñez y las adolescencias que forman parte de este territorio.

Acercamiento fructífero

A la fecha, el PRIDENA realizó un diagnóstico en tres comunidades prioritarias en esa zona, a saber: Las Lomas de Camaroncito, Los Ángeles y Santa María del distrito de Río Jiménez, de Guácimo.

Según Bolaños, en estos lugares “se torna evidente la desigualdad y exclusión expresada en diferentes problemáticas socio-ambientales, como la expansión de monocultivos, deforestación, contaminación, entre otros; así como condiciones socioeconómicas relacionadas con la pobreza, el desempleo y las violencias, entre otras”.

En el primer taller, realizado el 22 de junio en la escuela unidocente Las Lomas de Camaroncito, participaron 18 estudiantes escolares. Con actividades lúdicas se propició la reflexión entre los niños y niñas en temas relacionados con la biodiversidad de la comunidad y la necesidad de su conservación. La misma dinámica se llevó a cabo en las escuelas Los Ángeles y Santa María. Este proceso continuará el próximo 12 de setiembre donde se abordará el tema de los derechos humanos de las niñas, niños y adolescentes. Posteriormente, se le dará seguimiento en noviembre próximo, previo acuerdo con el personal docente de las escuelas mencionadas.

De acuerdo con la magister Grace Hernández Rojas, coordinadora del PRIDENA, “más allá de este primer encuentro, se reconoce la importancia de realizar un proceso socioeducativo sostenido durante este segundo semestre con la niñez de estas comunidades, el cual pueda ampliarse posteriormente a otras escuelas; además de vincularse con colegios presentes en este territorio. Es una forma de reforzar el compromiso de la UCR con las infancias y adolescencias que, frente a contextos de gran vulnerabilidad social, económica y ambiental, ameritan de mayor atención y acompañamiento”.

La UCR, mediante el Programa Interdisciplinario de Estudios y Acción Social de Derechos de la Niñez y la Adolescencia, realiza actividades de promoción de derechos entre la población estudiantil. En la foto aparecen escolares de la Escuela Las Lomas de Camaroncito, en Guácimo, Limón, durante uno de los talleres impartido en junio pasado. Foto cortesía PRIDENA.

Hora de cambio

De acuerdo al IX Estado de los Derechos de la Niñez y Adolescencia, un informe elaborado por la UCR con apoyo de la Unicef, para el año 2030 habrá más niños, niñas y adolescentes en las zonas más vulnerables, lo cual incrementará las brechas sociales existentes, aumentando la migración hacia el Gran Área Metropolitana, lo que presionará sobre las posibilidades reales del Estado para responder a las demandas de esa población.

Una investigación realizada por el PRIDENA en 2021, coordinada por Alejandra Hernández Solano, José Rodríguez Monge y Cristina Bolaños Blanco, recomendó la articulación de los proyectos de las vicerrectorías de Acción Social e Investigación a la luz de los índices de desarrollo humano cantonales, especialmente en materia de niñez y adolescencias. “Repensar el quehacer de la academia y su papel frente a la realidad social se estima fundamental, dado que, si bien esta no es una discusión nueva o reciente, sí es necesaria desde la cotidianidad institucional para garantizar un posicionamiento, compromiso y ejercicio crítico que responda a las necesidades e intereses de grupos social e históricamente excluidos y vulnerados, como lo han sido las niñas, niños, adolescentes y juventudes en el territorio costarricense”, concluyeron.

Las personas interesadas en conocer más sobre el trabajo de la UCR sobre niñez y adolescencias pueden solicitar información al correo electrónico pridena@ucr.ac.cr, o directamente al número telefónico del Programa 2511-6390. También, conectarse a las redes sociales del programa donde se difunden las opciones de capacitación disponibles.

 

Eduardo Muñoz Sequeira

Periodista, Vicerrectoría de Acción Social, UCR