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Etiqueta: dignidad

Hacia una sociedad más justa y equitativa. En defensa de los derechos humanos y la dignidad de las personas

Lic. Javier Francisco Cambronero Arguedas, Tomada de: http://www.encuentromunicipal.com/

Lic. Javier Francisco Cambronero Arguedas
13-IX-24
Fiesta de San Juan Crisóstomo

Con el paso del tiempo, los costarricenses hemos sido capaces de construir una sociedad cada vez más inclusiva que ofrece mayores oportunidades y mejor calidad de vida a: adultos mayores, niñez, población en condición de discapacidad y mujeres. Es decir, prácticamente la mitad de la población no poseía las mejores condiciones para desarrollarse plenamente.

En la Francia revolucionaria de fines del siglo XVIII surge la proclama de los derechos humanos universales, reivindicando la existencia del ciudadano, ante el poder del monarca. El pueblo pasa a ser el soberano, en vez de un rey o figura similar. Francia y Estados Unidos, luego Haití, avanzan en esa dirección, reconociendo la existencia de derechos inalienables para todas las personas, sustentados en la libertad y en un claro delineamiento de lo que serán las relaciones entre el individuo y el Estado. Un Estado que ya no es absolutista ni unipersonal, sino que será democrático y bajo el principio de delegación. Las personas decidirán cada cierto periodo quiénes serán sus gobernantes, y sobre ellos descansa velar por la consecución del Bien Común y el progreso de los pueblos a la luz de la doctrina democrática.

De manera que los derechos humanos en su conjunto, están asociados a los logros históricos de los pueblos de luchar por mejores condiciones de vida y que implica el reconocimiento del derecho a la vida y a la libertad en primera instancia, posteriormente al derecho a la libertad de pensamiento, a la libre expresión y la promulgación de deberes por parte del estado de proveer derechos como el acceso a la educación, a la salud, a un trabajo digno para la población, especialmente la más necesitada. A la luz de este nuevo contrato social que surge entre semejantes, también se adquiere conciencia para financiar un estado que brinde los servicios más elementales para que la sociedad en su conjunto, funcione y surja el respeto a la ley, a la libertad a poseer bienes propios.

Surge el pago de tributos como tal. En el caso de Costa Rica, inicialmente, tras la independencia, para financiar gastos militares, policiales, mantenimiento de aduanas y la burocracia encargada de ello. Posteriormente, a partir de 1850 en los gobiernos de Mora Porras y Castro Madriz, empieza a aparecer el financiamiento de la educación como uno delo rubores más importantes en los presupuestos del Estado, sea poder ejecutivo o incipientes municipios que surgen en comunidades más organizadas. Se requiere contratar maestros, pagarlos y darles un espacio físico donde impartir sus lecciones a niños y párvulos. Hasta antes de 1885, sólo primaria, una escuálida Universidad de Santo Tomás y el colegio San Luis Gonzaga. Luego, tras la reforma de don Mauro y ponerse en práctica las ideas de don Julian Volio Llorente, con mayor participación activa del estado en lo público, surgen otros liceos como Instituto de Alajuela, Liceo de Costa Rica, Liceo de Heredia, Liceo de Señoritas, y escuelas en los municipios cabeceras de provincia y otros. Hay una gran claridad entre los gobernantes de nuestra época, sobre la importancia de impulsar la educación, facilitar el acceso a ella de la mayor parte de la población y que a partir de ahí se garantice el disfrute de otros derechos para la población. Además una población más alfabetizada, aún en una sociedad agrícola como la nuestra, a fines del siglo XIX e inicios del Siglo XX, con una incipiente industria y actividad comercial, es mucho más productiva. En la década de los veinte, surge la secretaría de Salubridad Pública y algunas leyes en protección de los derechos de los trabajadores. Allí el magisterio nacional jugó un papel muy importante, pues descubrió que la calle es otro espacio de lucha para las propuestas y reformas, y pode avanzar de esa manera, en el desarrollo social del pueblo. Se descubre la fuerza de la unidad y poder arrancar al poder político ciertas conquistas, sea a través de la promulgación de leyes más justas o de la negociación franca y transparente. El pueblo avanza con mayor acceso a servicios de educación y de salud. En esos mismo años veinte -hace cien años- llega el turno por mejores condiciones laborales, consolidar una jornada ordinaria, un salarios mínimo y un régimen de protección social que garantice una mejor atención en la vejez, la maternidad y ante la enfermedad.

La búsqueda de mejores condiciones de vida para la mayoría de la población, nunca ha sido una concesión graciosa de clase dominante alguna, sino que obedece a la legitima aspiración de los pueblos de buscar el Bien Común y emprender todas aquellas acciones que se consideren válidas. Surgen como una lucha contra la tiranía, en lo civil y lo político y luego se van configurando en lo económico, lo social, lo cultural. Mucho de lo cual queda plasmado tras la fundación de la Segunda República, en 1948, hasta la mitad de la década de los ochenta. Durante ese lapso las aspiraciones del pueblo costarricense, se han visto en mucho concretadas a través de la apertura de colegios y escuelas por todo el territorio nacional, la creación de clínicas y hospitales a lo largo y ancho de la geografía nacional. Y en el último cuarto del siglo veinte, la creación de sedes universitarias públicas y privadas que contribuyen a atender la brecha educativa en ese nivel, entre zonas rurales y urbanas, y la aparición de muchos puestos de salud, gracias a la estrategia Hospital sin Paredes. Así como brindar servicios de agua potable, letrinización, electricidad y telecomunicaciones a todo el país. Donde el Estado, para el servicio del sector privado, la producción y de la población, ha sido capaz de desarrollar diversas redes de servicios en rutas terrestres, cabotaje, y otras.

Durante todo ese periodo hemos disfrutado de gobernantes conscientes de esa ruta de crecimiento, desarrollo y bienestar y profundización de la convivencia democrática y la paz social.

Todo ello depende y dependerá de que NO DEJEMOS de invertir en lo social: salud educación, vivienda, alcantarillado, seguridad social. Los logros históricos que poseemos como pueblo costarricense, están fuertemente inspirados en la Doctrina Social de la Iglesia, en el pensamiento de pontífices como León XIII y Pablo VI. Esta exitosa cosecha no ha caído del cielo. Son fruto del esfuerzo de muchas décadas de apoyar y decidir sobre lo mismo, lo bueno, lo sano, lo justo. No nos debemos de cansar de preocuparnos por los demás, por los más desfavorecidos, los pobres, enfermos, inválidos y adultos mayores. Para eso pagamos impuestos y permitimos que parte de la riqueza que generamos, vayan a la atención de esas necesidades sociales para combatir la desigualdad y permite cerrar brechas de todo tipo.

Es decir, el edificio social construido con tanto esfuerzo, generosamente por varias generaciones, con grandes acuerdos nacionales, donde tejer esos acuerdos significa renuncia de alguien o algunos a algo, ha prevalecido sensatamente el fin último a perseguir; que es vernos todos como hermanos y forjar una patria en la que quepamos todos, que no se parezca mi país a un latifundio de gamonal. Llegar hasta aquí ha costado, y es por mucho, fruto del ahorro nacional. Estas condiciones no son inmóviles ni un regalo de nadie, o sea hay que cuidarlas y mantener los estándares de desarrollo social que hemos alcanzado con el paso del tiempo.

Pero si no hay inversión social, si no seguimos construyendo escuelas, buenas carreteras y atender la salud y la vejez como corresponde, veremos un marcado deterioro social. Que a su vez tendrá un impacto en las condiciones de equidad, seguridad, generación de empleo y búsqueda de oportunidades.

La incapacidad de llegar a acuerdos va a ser que aparezca el conflicto y la discordia. De ninguna manera debemos de permitir que ambos afloren en las relaciones entre las personas; con su insana y nada conveniente presencia, estamos a un paso que sea la violencia, el odio y la intolerancia quienes sustituyan las pacificas armas del diálogo y la paz social. Ello conduciría a una involución ante tanto progreso social que hemos logrado en la construcción de una sociedad más justa y solidaria; y el destructivo fantasma del retroceso estaría a la vuelta de la esquina.

Hoy preocupa imaginar, qué destino le espera a nuestra niñez y juventud, cuando en mi país, cada día 136 mujeres solicitan medidas cautelares ante la violencia intrafamiliar existente. Eso equivale vergonzosamente a más de 60 mil denuncias a año, dicho de otra manera, más de 5 por hora. ¡Qué horror! La degradación a la que nos estamos exponiendo en los últimos años, enciende las alarmas de que algo no lo estamos haciendo bien. Es penosa y descarnada expresión de una sociedad enferma, que pareciera irse quedando sin salidas.

No permitamos de ninguna manera, que nos inunde el sentimiento de derrota. Ese no es nuestro espíritu ni ese ha sido nuestro talante histórico. Eso sí, solo juntos podemos salir de allí y seguir construyendo.

Nuestra institucionalidad debe estar al servicio de la búsqueda del Bien Común, y como fin, debemos perseguirlo siempre y ahora. No claudiquemos, no tenemos ese derecho. Con el discernimiento espiritual que tenemos desde la fe, podremos retomar el camino. Debemos de ser capaces no sólo de ver las cosas, sino además de juzgar y actuar. Actuar con decisión y determinación desde cualquier espacio que ocupemos como ciudadanos.

Ante tan apremiante circunstancia, tal y como aconseja San Pablo, en la primera carta a los Corintios, ser indiferentes, no nos es lícito, no es una opción. Con sagacidad y humildad debemos retomar la ruta de la solidaridad que siempre nos ha hecho distintos.

Doble pecado de ser pobre y mexicano

Manuel Delgado

“Lo peor que tiene la pobreza es la humillación. No la necesidad, porque uno puede pasarse días sin comer. Pero no te puedes escapar de la indignidad de la pobreza. Ser pobre tiene mal olor, una cierta pestilencia”.

Muchas frases así son lanzadas como dardos y como cuchillos afilados hacen trizas la mente. Pero no las dice cualquiera, la dice uno que de verdad conoció la pobreza y la discriminación.

Anthony Quinn provenía de esos botaderos del México profundo. Era hijo del hijo de un irlandés, Francisco Quinn, y de una empleada doméstica. Cuando ella solo tenía 16 años, el muchacho le dijo que se había enrolado en las filas de Pancho Villa y que quería que ella lo siguiera como soldadera, es decir, la mujer que le hacía la comida, le lavaba y le zurcía la ropa, lo ayudaba en el campo de batalla, le curaba las heridas y la que, además, le dio un hijo, ese muchachito llamado Antonio, nacido en un vagón del tren militar en mitad del combate.

Por ese padre, el pequeño desarrolló un sentimiento de amor y de odio irresolubles que lo atormentarán por siempre. Él era el mejor y el peor padre, amoroso las pocas veces que estaba presente con él y luego con su hermanita; ausente casi todo el tiempo. Antonio vivió de su mamá que iba de un sitio a otro buscando trabajos miserables, sobre todo de empleada doméstica, lavadora de ropa (en el río y en batea) y planchadora, a los que, además, tenía que arrastrar a sus dos hijos.

Huérfano a los diez años (en realidad había sido huérfano toda su vida), Antonio (o Anthony, como pasó a llamarse) hizo todos los trabajos: recolector de frutos, limpiabotas, mandadero, dibujante, saxofonista en una banda de jazz, boxeador y… predicador en una iglesia pentecostal (“Quizá la ley de Dios no dijese que unos deben morirse de hambre mientras otros viven en la abundancia”).

La necesidad lo arrojó a una ocupación no prevista, la de actor, primero en teatro y más tarde en pequeñísimos papeles en el cine, quizá porque, como él dice, “la ficción era la única realidad con que podía contar”.

Allí, como figura de celuloide, su ascenso fue vertiginoso, aunque siempre, antes y después, tuvo que combatir esa discapacidad de ser un “sucio mexicano”, situación que tuvo oportunidad de disimular a menudo pues por su físico (pese a su tez morena) y su apellido, bien podía pasar por un irlandés. Pero terco hasta decir basta, nunca renunció a su patria de origen, quizá porque, como él mismo dice, “necesitamos molinos de viento…”

Esa condición de cuasi espalda mojada le puso obstáculos siempre para obtener papeles estelares. La Hollywood blanca nunca le otorgó un Oscar a mejor actor, aunque sí dos por papeles de reparto. Pero todos lo recordamos por sus grandes actuaciones, sobre todo por su entrañable Zorba el Griego.

Son apasionantes su obra, su vida y su autobiografía, titulada “El pecado original”, una rareza bibliográfica.

Es una autobiografía muy curiosa, muy original, porque no cuenta el transcurso de su ascenso en el cine ni los detalles de su vida amorosa, sino que, toda entera, es una conversación con su psiquiatra, un reporte de su psicoanálisis, donde va dilucidándose ese zipizape con un niño diez años que no es otra cosa que su conciencia. Una pieza maestra de la literatura que no sé cómo se escribió, pero que supongo que tiene mucho de la mano de su personaje, al que hay que inscribirlo también como representante de la literatura norteamericana.

No era la intención del autor, pero la obra retrata el desagradable ambiente de Hollywood y la desagradable vida gringa, pero tiene, entre otros encantos, el de nunca apartarse de ese México sufrido, mágico, amado e inagotable de donde proviene.

Costa Rica: “Trabajadores uníos” … O terminaremos en el patíbulo

Rafael A. Ugalde Quirós*

La época de falsos salvadores del pueblo costarricense terminó. La hora de las verdades y las decisiones políticas ganan terreno frente a las excusas y los viejos sofismas de desarrollo social, con dignidad y justicia social. La democracia la elevamos a la participación de la gente, sin trampillas legalistas ni mañosos intermediarios, o nos seguimos hundiendo.

a.-Las “medias tintas” se acabaron. No es fácil en la región, por consiguiente, tampoco en Costa Rica, pasar de un “pueblo masa” disperso, desesperado y destrozado por la “politiquería” a sueldo, pero aún con enormes reservas morales, a un “pueblo politizado”, articulado y, sobre todo, con un camino unitario por construir sin recovecos; subidas y bajadas, para dejar atrás treinta y ocho años de saqueos, despojos y simulaciones groseras, por las élites del poder.

Ello pareciera difícil en nuestro país cuando hacen agua el congreso, el poder judicial, el ejecutivo, las instituciones autónomas, la educación pública, la seguridad social, la agricultura, nuestra soberanía y, la credibilidad, en general, de quienes fueron jefes de la política nacional, desgastados y carentes de la más mínima moral e imaginación, con pocas excepciones a la regla.

Lo anterior implica una oportunidad real de rectificación por parte de los trabajadores y sus organizaciones populares, porque irremediablemente se ahondarán las contradicciones sociales y los diversos relatos oficializados, en torno a un modelo de desarrollo económico y social absolutamente inhumano y evidenciado, desde hace tiempo, como una estafa sin precedentes para millones de jóvenes, obreros, empleados públicos, amas de casa, jubilados, pequeños y medianos ahorrantes, empresarios honestos, entre otros.

Quizá, cuando comprendamos que, la democracia pertenece directamente a un soberano llamado “pueblo”, encargado de poner y quitar a sus servidores como parte de su “institucionalidad”, asimilaremos que las grandes marchas y protestas sociales quedan reducidas a manifestaciones de fuerza, sí los trabajadores carecemos de un horizonte claro y definido hacia el cual todos caminamos.

La experiencia histórica en otros lados así ha sido. A los mexicanos, para poner un ejemplo, costaron 42 largos años de ver como su Seguro Social era saqueado, su educación pública, en todos los niveles, era prolegómenos de los negocios y privilegios privados más sui generis, su poder judicial y legislativo era un verdadero templo de mercaderes modernos, controlados por los dos partidos tradicionales, el Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN).

Aquello no fue obra de generación espontánea. El presidente Miguel de la Madrid (1982 – 1988) inició las humillaciones para su pueblo. Los tecnócratas siguientes, sin excepción alguna, como Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), blindaron luego legal y constitucionalmente todos los caminos para que sus sucesores, hasta 2018, hicieran creer a los votantes que cambiando de caballo cada seis años seguirían por el camino correcto trazado por ellos.

b). – Entre el viejo caballo y la construcción de un nuevo camino.

(F. de la página del PLN en https://www.plncr.org/paes).

La idea que la miseria y la pobreza de millones de costarricenses están causadas por las pérdidas acumuladas por las empresas del entonces llamado “Estado social ” o “capitalismo del bienestar”, caló hondo y sigue calando profundo en nuestro país, gracias a un eficiente grupo de opinólogos y politiqueros a sueldo – paradójicamente la mayoría de ellos nunca trabajaron y vivieron a expensas del Estado- que posesionaron en las mentes mayoritarias la necesidad imperiosa de la disminución estatal para ser felices y dignos.

Fue cuando, empero, escogimos el camino de “vivir de fiado” para que los pocos miembros de una casta insaciable viviesen como príncipes y la mayoría pagáramos por el sendero delineado centímetro a centímetro por el Banco Mundial, mediante los llamados Programas de Ajuste Estructural (PAE).

Los PAES, según los hechos históricos, se establecieron durante los gobiernos liberacionistas de Luis Alberto Monge Álvarez (1985 PAE I); de Óscar Arias Sánchez (1989 PAE II) y de José María Figueres Olsen (1995 PAE III).

El PAE I suponía un cambio de paradigma en la política económica del país. (Puede consultarse https://www.plncr.org/paes) . Restructuraría el aparato productivo, diversificaría la producción industrial, la promoción de exportaciones no tradicionales a mercados fuera de la región centroamericana y la democratización económica, entre otros.

En cuanto a la política agrícola, prometía la implementación de un nuevo sistema de incentivos a la producción agropecuaria para la exportación, tanto de cultivos tradicionales como nuevos (aceite de coco, piña, jugos cítricos, nueces de macadamia y marañón); la reforma del CNP y el apoyo financiero a los agricultores; y el desarrollo de la investigación agrícola dirigida hacia productos exportables, etc.

Ya en elPAE II– citando la misma fuente – se hablaba de la reestructuración del aparato productivo, la diversificación de la producción industrial, la promoción de exportaciones no tradicionales a mercados fuera de la región centroamericana y la democratización económica.

Reformaría el sistema arancelario para reducir aún más la protección efectiva, que supondría la fijación del arancel máximo en el 40% y un nuevo sistema de incentivos a la exportación que incluiría una modificación de los Certificados de Abono Tributario (CATs).

Estos certificados alcanzaron relevancia cuando descubrieron una estafa por muchos millones de dólares con fondos públicos por parte de beneficiarios, calificándose ese hecho en la Asamblea Legislativa de entonces como “un asalto multimillonario a los dineros del Estado”.

La fuente citada, informa, que las reformas en el sistema financiero se centraron en la reducción de la cartera de préstamos vencidos de la banca pública; la modificación de las reglamentaciones bancarias para mejorar el control y la eficiencia del sector financiero y la creación de la Comisión Nacional de Valores, entre otros.

En cuanto a el PAE IIIrecordemos a groso modo aquella falta de acuerdo entre la Administración Calderón y la llamada oposición liberacionista, que prolongó su aprobación hasta 1995- estaba orientado hacia la modernización, racionalización y reforma integral del Estado. La influencia del PAE III es sostenida por todas las siguientes administraciones, incluyendo los últimos dos gobiernos dirigidos por Luis Guillermo Solís y Carlos Alvarado, del Partido Acción Ciudadana (PAC), así como el presente, encabezado por el ex funcionario del Banco Mundial y presidente de la república, Rodrigo Chaves Robles.

Sí bien es cierto en el PAE III, estrictamente, sólo se hace referencia a el programa acordado con el Banco Mundial, hay tres acuerdos firmados con el BID, denominados “Programa de ajuste del sector público”, “Programa sectorial de inversiones” y “Programa de crédito multisectorial”, todos ellos enmarcados dentro de la misma línea de este PAE. Ninguno de los gobiernos dichos se ha apartado de ese derrotero.

(F. Wikipedia).

c.-País de grandes reservas morales. No sabemos con exactitud el porcentaje de sindicatos disueltos desde que la política fiscal empezó a golpear a aquellos gremios que se creían inmunes a los efectos desbastadores de los PAEs, por ser apéndice de éste o aquel partido. La realidad es que, los esfuerzos por debilitar o desconocer las organizaciones de los trabajadores son sostenidos hasta nuestros días. La existencia de siete centrales sindicales contabilizadas ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT), más otra de reciente fundación, demuestra un innegable activismo del sindicalismo costarricense; eso sí, hay que decirlo, con poca articulación entre sí, como para hacer pensar a las élites atrincheradas en sus doctrinas liberales, disfrazadas de socialdemócratas, izquierdas inoperantes, religiosas o socialcristianas, que están en peligro sus privilegios por un cambio de modelo con justicia social y participación popular determinante.

El redireccionamiento del trabajo de nuestros gremios, en busca de un modelo de desarrollo más digno, inclusivo, mayor equidad social y democracia abierta, entre otros, no parece fácil ni que esté a la vuelta de la esquina, sí comparamos cantidad de centrales sindicales, número de sindicatos, tamaño de territorio y fuerza de trabajo.

Sin embargo, por la misma dinámica social, no está lejano el día cuando se refuerce la labor de las actividades sindicales por TikTok, YouTube X, Whatsaap o Instagram, entre otras importantes redes sociales a nuestra disposición, con la experiencia acumulada por más de 75 años con faenas planificadas del “cara a cara”, casa por casa, calle por calle, vecindario completo, más allá de sí seguimos o no inmersos en el bonito oficio de la “reunionitis”,”seminaritis” y “encuentrotitis” ,fomentado por largos años por viejos líderes de la vieja guardia.

Según estos registros de la OIT, hablamos de más de 240 sindicatos, sin sumar 20 más aglutinados alrededor de la “Confederación de Trabajadores Unidad en la Acción Sindical” de reciente inauguración. (Consúltese: Centrales Sindicales Costa Rica en (https://webapps.ilo.org/public/spanish/region/ampro/mdtsanjose/worker/sindi/cr.htm).

Contrasta, lo anterior, según información emanada del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, el estado de las convenciones colectivas en el sector público, dónde se supone, está la mayoría de sindicatos con mayor actividad gremial. De 1994 a 2024 hay poco más de 43 convenios colectivos renovados, caducos o a negociarse este año. (Consúltese: https://www.mtss.go.cr/elministerio/ConsejosTripartitosyDialogosocial/Convenciones_Colectivas.html).

Es cuando, la afirmación que plantean no pocos sabiondos, en el sentido de que es “locura hacer lo mismo una y otra vez, esperando resultados diferentes’”, no tiene ninguna cabida dentro de las leyes de la Física, independientemente a quien atribuyan la frase. Para entender la falsedad de este axioma hay que mirar unos pocos ejemplos en nuestra región. En Argentina, los Fernández transitaron por el mismo camino marcado por Carlos Saúl Menemy Mauricio Macri, cabalgando con caballos distintos, pero luego dejaron la mesa servida para que un pueblo desarticulado, robado, engañado, mentido y herido en lo más profundo de sus entrañas, sentara a un grupo de fascistas de nuevo cuño. Otra cosa es que ahora quieran evadir responsabilidades.

Y sí hay un pueblo que sabe cómo los resultados nos fueron peores con el “hacer lo mismo” con idénticos efectos, es el costarricense. El proyecto de ley para imponer las llamadas jornadas4x3 está vivito y coleando a la espera de cualquier parpadeo de los trabajadores, como si fueran insipientes las horas de trabajo efectivo realizado por los ticos.

Hay un número creciente de adultos mayores, pensionados de la Caja, que están obligados a trabajar ocasionalmente para “redondearse” el 60% de la jubilación asignada, según consignaron una tarde de estos telenoticieros nacionales.

El faltante acumulado de vivienda digna en el país es de 759.055 casas. Citando datos del Colegio Federado de Ingenieros y el Programa de Posgrado en Arquitectura de la Universidad de Costa Rica, dados a conocer por el Semanario Universidad, la necesidad de casa representa un 42.7% del total de moradas en la actualidad.

En relación con la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), todas las ultimas administraciones han arrancado “bocaditos” a la institución, en su afán de “normalizar” la sostenida desnaturalización de la seguridad social tripartita, solidaria y universal, frente a un modelo asistencial privado, que cada día gana terreno e impone sus condiciones.

Al 1ª enero de 2017, según registros de la CCSS, la deuda acumulada del Estado ascendía a ¢840.247,2 millones, monto que al 30 de abril de 2022 alcanzó la cifra de ¢2.758.332,0 millones, de los cuales ¢2.250.313,3 millones (81,6%) corresponden al Seguro Salud (SEM) y ¢508.018,8 millones (18,4%) al Seguro de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), precisó la Contraloría.

(Foto: Katya Alvarado- Semanario Universidad).

d.- La democracia en profunda crisis: En cuatro décadas, los grupúsculos encargados de controlar el poder, lograron erradicar del costarricense promedio la más humanas de todas las reacciones: la capacidad de asombrarnos. Nos fue totalmente “normal” ver el chorro de dinero echado por el tubo controlado por estas élites: Los CATs, el cierre del Banco Anglo, del Crédito Agrícola, la “Trocha”, el “Cementazo”, “Asebanco”, “Cochinilla”, Caja Fischel”, “ICE Alcatel”, “Diamante”, “Banco Nacional”, “Coopeservidores”, “Aldesa”; la lista es larga, sí sumamos la evasión, subfacturación, amnistías tributarias y el contrabando.

Según el secretario general de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP), Albino Barrantes, la deuda pública costarricense es espeluznantes. Precisó que para atenderla se necesitan 16 mil millones de colones diarios o el equivalente a 31.200.000 dólares al día.

Esta central sindical sostiene que los trabajadores públicos llevan cinco años con los salarios congelados, producto de una serie de medidas fiscalistas. Se refirió a la llamada “Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas”, “Plan Fiscal” o simplemente denominado “Combo Fiscal”, aprobada en la administración de Carlos Alvarado

Débase recordar que la Asociación de Profesores de Segunda Enseñanza (APSE) se opuso férreamente en 2018 a la aprobación del “Combo Fiscal” porque, argumentó, precarizaría los salarios de la clase trabajadora, aplicaría impuestos a los principales productos de consumo diario y afectaría a las pequeñas y medianas empresas

En aquella ocasión, próxima a las navidades, votaron a favor del “Combo Fiscal” una mayoría de 35 diputados:16 del PLN, 10 del fenecido PAC, 7 del PUSC, 1 del PRSC y 1 autodenominado “Independiente”.

Los profesores de Segunda Enseñanza rechazaron el Combo Fiscal en setiembre de 2018. (F.APSE)

Hoy, el “combo fiscal”, aprobado por 35 diputados, está presente en los intentos de dar el zarpazo final a la educación superior universitaria, tras desamparar por años la construcción de escuelas y colegios públicos en todo el país.

Por eso, plantear en “abstracto” el financiamiento del 8% para las instituciones de educación superior públicas, sin mirar hacia atrás y cómo impactamos a los campesinos, los obreros, las amas de casa, los jóvenes etc., de todas las regiones, podía conducirnos a idénticos caminos transitados ya en Chile, Perú, Argentina, entre otras naciones, donde destrozaron la enseñanza humanista y la noble virtud de enseñar a pensar.

Gracias a los impuestos pagados por la gente más humilde, los empresarios honestos, los profesionales, e intelectuales etc., lograron muchos ser médicos, economistas, periodistas, veterinarios, abogados, sociólogos, bailarines, actores, poetas, nanotecnólogos, biólogos, entre una larga lista, a pesar que ya en la década de los ochenta sabíamos para qué servía la prueba de admisión.

¿Cuántos médicos, ingenieros, veterinarios, abogados, actores, economistas, pintores, músicos, arquitectos etc., procedentes de Talamanca, Liberia, la reserva indígena de Mora, Puriscal o Upala, solo a manera de ejemplo, graduaron las universidades públicas en sus sedes regionales en los últimos 20 años, contribuyendo así con el desarrollo nacional y en defensa del bien común? Es cuando se cumple aquello de “tus hechos os defenderéis” o la afirmación martiana: el deber cumplido sencilla y naturalmente.

Durante mi vida como universitario conocí a dos muchachos, uno proveniente de un selecto colegio al que no se ingresa sí no se cumplen ciertos requisitos extra materias, aunquetenga todo el capital del mundo, el otro decía que había cursado toda su primaria y secundaria en un colegio ubicado entonces en Moravia; ambos se jactaban que solo pagaban la cuota de bienestar estudiantil porque “no tenían nada inscrito a su nombre”

Hoy, las élites, desarrollan la misma estrategia inhumana con nuestra educación pública estatal. Es idéntica a la aplicada contra quienes madrugan desde la 4 a.m. para una cita en un Ebais, esperan dos años para una intervención quirúrgica en los hospitales o los padres de familia obligados a dar dinero para cubrir materiales en las escuelas y colegios estatales.

Dejaron de último la aplicación de esta malvada estrategia contra las universidades públicas porque, como dijo Günther Anders (1953) en “La obsolescencia del hombre”, estas clases sociales requieren idiotas. Palabras más, palabras menos: dijo que para sofocar cualquier revuelta al estilo de Hitler hoy resulta “arcaico”, pues basta con crear un condicionamiento colectivo reduciendo “el nivel” y la “calidad” de la educación.

Y 134 años antes de la publicación “La obsolescencia del hombre”, Simón Bolívar – el 15 de febrero de1819 –, como si se estuviera dirigiendo a los costarricenses de hoy y tuviera conocimiento de los planes actuales de nuestras élites, nos alertaba: “Por la ignorancia nos han dominado más que por la fuerza”.

*Periodista, abogado y notario por la UCR.

1991

Por Memo Acuña
Sociólogo y escritor costarricense

Eran jornadas enormes. En el entonces edificio de la facultad de Ciencias Sociales de la UCR se montó una tarima por donde pasaron y pasaron artistas incentivando la movilización estudiantil. Allí conocí, una tarde de música y poesía, a la Virginia Grutter de entonces. Allí escuché a Cantoamérica, María Pretiz, Esteban Monge.

En esa tarima mi compañero del Taller de Poesia Activa Eunice Odio leyó ese hermoso texto de Bertold Brecht que aún hoy me mueve el piso y la cabeza:

Preguntas de un obrero que lee

Quién construyó Tebas, la de las siete puertas?
En los libros se mencionan los nombres de los reyes.
¿Acaso los reyes acarrearon las piedras?
Y Babilonia, tantas veces destruida,
¿Quién la construyó otras tantas?
¿En que casas de Lima, la resplandeciente de oro, vivían los albañiles?
¿A dónde fueron sus constructores la noche que terminaron la Muralla China?
Roma la magna está llena de arcos de triunfo.
¿Quién los construyó?
¿A quiénes vencieron los Césares?
Bizancio, tan loada,
¿Acaso sólo tenía palacios para sus habitantes?
Hasta en la legendaria Atlántida, la noche que fue devorada
por el mar,
los que se ahogaban clamaban llamando a sus esclavos.
El joven Alejandro conquistó la India.
¿Él solo?
César venció a los galos;
¿no lo acompañaba siquiera un cocinero?
Felipe de España lloró cuando se hundió su flota,
¿Nadie más lloraría?
Federico Segundo venció en la Guerra de los Siete Años,
¿Quién más venció?
Cada página una victoria
¿Quién guisó el banquete del triunfo?
Cada década un gran personaje.
¿Quién pagaba los gastos?
A tantas historias, tantas preguntas.

Desde un alto parlante ubicado en el cuarto piso de ese viejo edificio, se emitía una constante transmisión de mensajes y consignas: era la radio 24 de abril transmitiendo para el mundo de entonces.

Era setiembre, octubre de 1991 y las universidades públicas entendimos la dimensión de lo que se estaba jugando: el futuro de la educación pública del país. Hoy el desafío es mayúsculo.

Entonces tomamos San José varias veces. Lo hicimos con la fuerza de un movimiento vigoroso, repleto de alegría, arte y expresión. En las aulas había reflexión constante. Hubo que ir a sacar grupos secuestrados por docentes dogmáticos en lo económico y político. No pudieron con nosotros.

Una tarde de esas, esto ya lo he contado en otros momentos, nos convocaron a un grupo de estudiantes a una reunión con el entonces Director de la Escuela de Artes Dramáticas, Stoyan Vladich.

Al llegar nos encontramos una persona intransigente, defendiendo los recortes a la Educación Superior Pública, provocándonos hasta el enojo. Cuando vio nuestra ira estudiantil, soltó una gran carcajada y nos motivó a que saliéramos con esa actitud a defender con todo nuestro derecho. Siempre recordaré esa reunión y esa forma de Stoyan de sacarnos de adentro cosas nuevas, renovadas, comprometidas.

Eran jornadas de mucho color. Me devuelvo a buscar al estudiante de sociología de ese momento y lo encuentro en este 28 de agosto. Más maduro cada vez y menos roto. Más artista. Más incompleto. Más humano. Más imperfecto. Pero siempre convencido de que la Educación Superior Pública es uno de los últimos reductos de dignidad que nos quedan para defender al Estado tal y como lo conocimos.

Marcharé como representante de mi querida Universidad Nacional. La historia, el tiempo, quiso colocarme aquí desde donde tengo la posibilidad de incidir.

Marcharé con Brecht y junto a la querida Grutter que alguna vez dijo:

TÚ LLEGARÁS OLIENDO A MADRUGADA

Tú llegarás oliendo a madrugada
a musgo y a camino.
Traerás aún hojas desconocidas
Enredadas al pelo
y no estarás cansado
Pero yo besaré tus ojos de águila
Hasta secar la última lágrima
La última gota de sangre
y con ramos de veranera y de bellísima
Limpiaré la pólvora
Que aún quede entre tus dedos.

Marcharé con la poesía en mi corazón. Porque ese es el único acto político que conozco. Marcharé porque no hay otro camino. Marcharé con la alegría de ese muchacho estudiante de 1991 que enseñó a creer en lo que creo.

Cuando la esperanza compite y gana

Por Memo Acuña. Sociólogo y escritor costarricense

Hicieron su aparición por primera vez en los Juegos Olímpicos de Río en 2016. Entonces el contexto global de la población en condiciones de refugio hacía referencia a la realidad europea, con un Mar Mediterráneo como fosa común para cientos de miles de personas que intentaban llegar a las costas de países como Grecia, España e Italia, para salvar su vida.

Se desarrollaba la crisis en Siria, que aún no cesa y más bien comparte condiciones con otras crisis que generan el desplazamiento de millones de personas en el mundo. Hoy la cifra se calcula en 100 millones de personas en condiciones de refugio.

Cuando el primer equipo olímpico de personas refugiadas emergió en Río, generó una serie de preguntas sobre su representatividad y especificidad. Era un equipo de personas viviendo con este estatus en países diferentes a los de su origen y fueron acogidos bajo el emblema olímpico de la deportividad. Cinco años más tarde, volverían a aparecer en los juegos de Tokio, llevados a cabo en 2021 como consecuencia de la pandemia planetaria que paralizó cualquier actividad un año antes.

En París 2024, 36 atletas provenientes de 11 países distintos conforman el equipo olímpico de personas refugiadas. En esta oportunidad, se desempeñarán en 12 deportes diferentes: acuáticos (natación), atletismo, bádminton, boxeo, breaking, piragüismo (eslalon y esprint), ciclismo (en ruta), judo, tiro, taekwondo, halterofilia y lucha (estilo libre y grecorromana), de acuerdo con la información consultada en la página oficial del Comité Olímpico Internacional.

Abrir espacio a una población con estas condiciones, que ha debido luchar en grado sumo por salvar su vida, protegerla y reconstruir su proyecto personal y aún familiar, solo habla de un hálito de esperanza que asoma en medio de crisis humanitarias sin comparación experimentadas a nivel contemporáneo. La esperanza constituye finalmente ese esfuerzo colectivo por trascender y ponerse en el pecho una medalla, quizá la más importante jamás otorgada: la de la dignidad.

Respeto para ser respetado

José Luis Valverde Morales.

José Luis Valverde Morales

Don Héctor Guzmán, periodista de larga trayectoria, corresponsal extranjero, laboró en importantes medios escritos y televisivos del país.

A Rodrigo Chaves Robles, le molesta lo cuestionen con argumentos, prefiere a representantes de medios desconocidos, quienes hacen preguntas a la medida del gobernante.

Gracias, apreciado colega, usted representa a quienes no nacimos con vocación de alfombra.

Enlace al video: https://fb.watch/tg0nLLfLmo/

San José Obrero

Mons. José Rafael Quirós
Arzobispo Metropolitano de San José

La figura del carpintero de Nazareth ha de inspirar y animar a todos los trabajadores en las distintas ocupaciones, a realizar bien lo que se les encomienda, por su parte los patronos han de dar el trato humano requerido y cumplir también lo establecido en la legislación laboral. En lo que toca a los gobernantes, en palabras del Papa Francisco: “… deben dar a todos la posibilidad de ganarse el pan, ya que esta ganancia les da dignidad. El trabajo es una unción de dignidad, y esto es importante.”

En orden a la dignificación del trabajo de los sencillos, qué importante es contar con una política impregnada de justicia hacia a los pequeños y medianos productores agrícolas. No es justa la medición desde ganadores y perdedores, sino colocar la dignidad de nuestros hermanos en el centro de atención. Trabajar la tierra siempre ha sido exigente y duro, y hoy todavía más en las actuales condiciones económicas y climáticas. No es posible volver la mirada hacia otro lado, se trata de personas en medio de sus angustias que no pueden decir hoy, mañana tomo una computadora en mis manos y cambio de trabajo.

Todos somos hermanos, con la misma dignidad de hijos del mismo Padre. El pequeño productor agroalimentario merece cercanía, acompañamiento, respeto y no ser explotado. Requerimos encaminarnos hacia políticas públicas para el agro, que favorezcan una economía social solidaria, donde la riqueza de nuestros campos se distribuya equitativamente. Es fundamental dar herramientas, insumos y asistencia técnica a los productores nacionales para asegurar nuestros propios alimentos. También, fortalecer las líneas de comercialización en las Ferias del Agricultor, el Programa de Abastecimiento Institucional (PAI) del Consejo Nacional de Producción, el Programa Integral de Mercadeo Agropecuario (PIMA), el Centro Nacional de Abastecimiento y Distribución de Alimentos (CENADA) y otros, eliminando las distorsiones que no permiten alcanzar los fines para los cuales fueron creados.

La producción cooperativa ha sido exitosa, pero requiere de un apoyo decidido de quienes corresponda desde el ámbito gubernamental. Se debe pensar en el productor nacional, asegurando el mercado justo para lo que produce, que garantice precios justos a sus cosechas y la reactivación de sus actividades, que procure la seguridad alimentaria de la población con éstos, y otros productos básicos. En consecuencia, que las importaciones respondan a las exigencias de justicia efectiva para todos.

Dígase lo mismo con relación a las empresas agroexportadoras, que esperan una política cambiaria que no afecte sus actividades productivas y así poder seguir ofreciendo fuentes de empleo a numerosas familias trabajadoras de zonas rurales.

Por tanto, en San José Obrero, evocamos la figura de la persona trabajadora que con su labor contribuye con Dios en la obra creadora, y es también sujeto en la construcción de la paz social y de la justicia. Esa paz social que se construye desde el desarrollo humano integral.

Sergio Rojas Ortiz fue un árbol que dejó muchas semillas

Sergio nos enseñó a defender nuestra propia existencia y a vivir con dignidad

Hace 5 años, el 18 de marzo de 2019, Sergio Rojas Ortiz, del clan Uniwak fue asesinado y la impunidad de su crimen reafirma que las personas indígenas seguimos valiendo menos para el Estado costarricense.  Antes había sufrido otras agresiones como ser encarcelado por 7 meses sin una acusación formal, y también el 11 de agosto del 2012 fue declarado “non grato” por la Municipalidad de Buenos Aires, en un acto de racismo inconcebible y vergonzoso (Acta ordinaria 31-2012, artículo 5).  Hace 4 años fue el asesinato de Jehry Rivera Rivera, y a pesar de que hay un responsable confeso, tampoco se ha hecho justicia.

Queremos que el Estado costarricense sepa que Sergio Rojas Ortiz fue un árbol que dejó muchas semillas.  Que si no hubiera sido por él no estaríamos viviendo en nuestras propias tierras recuperadas.  De Sergio, que fue fundador y coordinador del Frente nacional de pueblos indígenas, FRENAPI, aprendimos que para poder existir como Pueblos originarios, con derechos y sin miedo, es posible que también nos cueste la vida.  Seguiremos lamentando su muerte, pero a la vez seguiremos aprendiendo y nutriéndonos de su valor ilimitado.  Sergio nos enseñó que el Estado no iba a resolver a favor nuestro y fue así que reconocimos que éramos personas expulsadas de nuestra propia Tierra.  Aprendimos de él que debíamos terminar con nuestra condición de peones y casi esclavos en nuestra propia Tierra.   

Sergio nunca tuvo miedo.  Sabía y decía que lo podían matar.  Caminó solo y acompañado por los territorios.  Se enfrentó sólo y acompañado, dentro y fuera de los territorios, a personas y grupos agresores, a la policía, a jueces, abogados y matones.  Incluso dijo que los juicios y procesos que nos hacían por defender nuestro derecho a la Tierra debían realizarse en nuestro propio territorio y no en los juzgados donde aumentaban las amenazas, las agresiones y la vulnerabilidad de la gente indígena.  A Sergio lo atacaron incluso porque supo aprovechar estructuras del Estado como las Asociaciones de desarrollo integral, en favor de los derechos de los Pueblos originarios.  Lo odiaron también por ser profundamente paciente, conocedor e inteligente.

En Salitre fuimos las mujeres impulsadas por Sergio quienes asumimos las recuperaciones y retomamos nuestro papel cultural como portadoras y transmisoras de los clanes y troncos familiares.  Cuando estábamos con miedo, perseguidas, con nuestros niños y niñas en la montaña, huyendo por muchos días, noches y semanas, le pedimos consejo para mantener nuestras recuperaciones y recibimos también su cariño, su solidaridad y acompañamiento.  En medio de las recuperaciones fortalecimos nuestras propias “estructuras comunitarias tradicionales”, como los Consejos de Mayores y Mayoras y los Tribunales de derecho propio, reconocidas por los Relatores Especiales sobre los derechos de los pueblos indígenas de las Naciones Unidas.  

A Sergio lo recordaremos por siempre como defensor incansable de los Pueblos originarios hasta su último respiro.  Él es el símbolo más elevado de nuestra historia actual y es un honor que las Universidades públicas declararan el 2024 año de las “UNIVERSIDADES PÚBLICAS CON LOS PUEBLOS ORIGINARIOS” señalando que “se reconocen las luchas históricas que los Pueblos Indígenas han desarrollado en pro de exigir el cumplimiento de la legislación y la posibilidad de ejercer sus derechos plenamente. En este sentido, se reitera que el derecho a la tierra implica un vínculo fundamental para los Pueblos Indígenas, tal como lo establece el artículo 13 del Convenio Número 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales”.

Sergio no sólo dio su vida por nuestro derecho a la Tierra.  Propuso ideas para que desde el sistema educativo se incluyera la cultura originaria en los procesos de aprendizaje.  Fue él quien abrió el camino para que personas indígenas estudiaran medicina en Cuba, algunas de las cuales trabajan hoy en sus propios territorios de origen.  Esta es una hazaña que muy pronto esperamos pueda replicarse en muchas otras carreras acá en Costa Rica, gracias a los esfuerzos que estamos realizando en conjunto los Pueblos originarios y el CONARE por medio del proyecto “Pueblos Originarios y Universidades Públicas” (POUP) y la Declaratoria 2024 como año de las “UNIVERSIDADES PÚBLICAS CON LOS PUEBLOS ORIGINARIOS”, que entre otros retos incluye “incentivar la formación de profesionales indígenas según las necesidades de los propios pueblos”.  De hecho, ya se han creado nuevas alternativas de incorporación de más personas indígenas a la educación superior pública.

Hoy, en el quinto aniversario de la muerte de Sergio, en la sede del Consejo Brorän en Térraba, personas de los Pueblos originarios Cabécar/China Kichá, Bribri/Salitre, Brorän-Térraba y Yäbamï dí Kátà/Cabagra, estamos estudiando para seguir los pasos de Sergio Rojas Ortiz.  Preparándonos para conocer y poner en práctica las leyes nacionales y convenios internacionales que incluyen nuestros derechos pero que son ignorados.  El homenaje más grande que le hacemos a Sergio es reafirmarlo en las luchas por nuestra Tierra y cultura.  Mantenerlo en la recuperación de nuestra espiritualidad para compartirla con nuestros hijos e hijas de las nuevas generaciones de indígenas. 

A Sergio lo asesinaron hace 5 años pero quienes pensaron que matándolo iban a desaparecer y borrar su lucha, ahora pueden ver que sus semillas están germinando en las tierras cultivadas, en los bosques regenerados, en los animales silvestres que han regresado, en la dignidad recuperada, en la cultura propia fortalecida, en los niños y niñas que han nacido dentro de las recuperaciones, y en las personas indígenas de todas las edades que están rehaciendo su vida gracias a que ahora viven en su propia Tierra.   Sergio también revive en cada encuentro entre Pueblos originarios que sin quererlo fuimos separados.

Sergio Rojas Ortiz nos enseñó a defender nuestra propia existencia y a vivir con dignidad.  Nos enseñó que pueden sacarnos de nuestras tierras, que pueden volver a quemarlas, que pueden seguir agrediéndonos, que pueden borrar nuestros nombres, que pueden enjuiciarnos y meternos a la cárcel, pero que todo ese odio no podrá acabar con nuestro espíritu de lucha.

Térraba, 16 de marzo de 2024, sede del Consejo Brorän.

Grupo de estudio de Pueblos originarios Cabécar/China Kichá, Bribri/Salitre, Brorän-Térraba y Yäbamï dí Kátà/Cabagra, del proyecto “Pueblos Originarios y Universidades Públicas” (POUP).

Alejandro Figueroa F

Alexander Morales Jimenes

Antonio Badilla Villanueva

Arley Mayorga Morales

Arlyn Mayorga V

Atenea Garro Cortes

Brandon Marín Figueroa

César Días Reyes

Christian Fabian Venegas Lezcano

Danny Nájera Días

Doris Ríos Ríos

Fabricio Ortiz Zúñiga

Francis Ortiz Rojas

Geiner Alberto C.F.

Geisel Figueroa Morales

Héctor Vargas Figueroa

Isabel Brenes Nájera

Iver Figueroa Morales

Jorge Sivas Vega

José Gabriel Esquivel Ortiz

Jose Villanueva Ortiz

Josué Fernández Zúñiga

Keik Mateo Ortiz Calderón

Kristel Figueroa Calderón

Leonardo Vargas Figueroa

Lesner Figueroa Lázaro

Luz de Angel Sosa Villanueva

Manfred Acuña Villanueva

María Navas Obando

Mariela Cordero Villanueva

Marifran Fernández Zúñiga

Marjorie Navas Obando.

Mildre Fernández Zúñiga

Nacira Segura Rivera

Nancy Jazmín Badilla Villanueva

Nicoles Cortés López

Pablo Sivas Sivas

Roxana Figueroa Calderón

Ruth Ortiz Figueroa

Samira Carranza Vigil

Saray Delgado F.

Sharon Solano Rivera

Sofía Carranza Vigil

Sonia Nájera Días

Valerit Amanda Hernández Ríos

Víctor Julio Días Díaz

Virginia Lezcano Ortiz

Wesly Cisneros Quiel

William Hernández Gonzales

Foto: Francisco Javier Mojica-Mendieta.

Logos: POUP y Declaratoria CONARE 2024.

Red de Emergencia Cultural pide al MCJ que no promueva la vulneración de derechos y la precarización laboral en la EXPOPYME 2023

La Red de Emergencia Cultural envió una carta al Ministerio de Cultura y Juventud, en la cual solicita “que se abstenga de promover eventos en los que son vulnerados los derechos de las y los artistas, se fomenta la precarización laboral y se menosprecia el valor del aporte creativo.

Asimismo, pide al Ministerio de Economía Industria y Comercio que implemente “un pago a derecho a las y los artistas que se presenten en la EXPOPYME y se les dote de una póliza de riesgos laborales en los casos que se requiera”.

También la Red insta “a las organizaciones del Sector Cultura a tomar en cuenta estas observaciones a la hora de valorar su participación en EXPOPYME 2023”.

SURCOS comparte la carta que envió a nuestra redacción Arabella Salaverry, escritora, actriz, gestora cultural y Premio Magón 2021.

19 abril 2023

Señor Francisco Gamboa Soto
Ministro de Economía Industria y Comercio

Señora Nayuribe Guadamuz
Ministra de Cultura y Juventud

La Red de Emergencia Cultural (REC), Premio de Cultura Nacional 2021, es una organización integrada por asociaciones de diferentes subsectores de la cultura, gestora de Ley 10041 y otras acciones en favor de sostener los derechos culturales de las personas, tanto habitantes como trabajadoras del arte y la cultura, se dirige a ustedes para manifestar nuestra posición en relación a la convocatoria a artistas realizada por el MEIC/MCJ en oportunidad de la Feria EXPO PYME 2023:

1)        Que la Feria EXPO PYME 2023 lleva por título “Reactivando Costa Rica” y es producida por el MCJ y MEIC.

2)        Que la Feria EXPO PYME incluye en su programa la presentación de numerosas agrupaciones de danza, música y teatro.

3)        Que en el documento oficial de convocatoria a artistas se lee cuadro de “Abanico de Oportunidades” en el que se observa la columna Aporte del MEIC: Vehículo pickup, refrigerio, tarima y sonido.

4)        Que al consultar al MEIC sobre los rubros a pagar a las y los artistas por estas presentaciones, este indicó que el pago era el aporte descrito en la convocatoria.

Por lo que desde la REC, siempre en defensa del mejor interés del sector, manifestamos nuestro pesar en relación a esta convocatoria, ya que aunque lleva por título “Reactivando Costa Rica” la EXPOPYME no prevé un presupuesto de ejecución adecuado para solventar las remuneraciones de las y los artistas que se presentan en dicha feria, lo que tiende a inhibir la reactivación del sector.

Se intenta sufragar nuestro trabajo con el ofrecimiento de un carro con cajón, refrescos y galletas, escenario y sonido. Tampoco se indica la aplicación de algún tipo de póliza en caso de accidente en las presentaciones culturales en beneficio de las y los artistas, amén de que promueve la idea de que el trabajo artístico no debe ser pagado, lo que agudiza la crisis que existe en el sector desde antes de la pandemia global.

Por esta razón desde la REC, promoviendo el respeto integral a los derechos laborales de las y los artistas solicitamos:

1-        Al MCJ que se abstenga de promover eventos en los que son vulnerados los derechos de las y los artistas, se fomenta la precarización laboral y se menosprecia el valor del aporte creativo.

2-        Al MEIC que subsane esta situación supra descrita, con la implementación de un pago a derecho a las y los artistas que se presenten en la EXPOPYME y se les dote de una póliza de riesgos laborales en los casos que se requiera.

3-        A las Organizaciones del Sector Cultura a tomar en cuenta estas observaciones a la hora de valorar su participación en EXPOPYME 2023.