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Etiqueta: diversidad sexual

EL ODIO DETRÁS DEL MITO

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

Recientemente fue aprobada en Costa Rica una ley que penaliza con cárcel entre 20 y 35 años a quien cometa un crimen tipificado como “crimen de odio”.

Esta ley, que agrega un inciso al artículo 112 del Código Penal sobre homicidio calificado, define como crimen de odio “cualquier homicidio que suceda a causa de la nacionalidad, raza, edad, sexo, opinión política, situación migratoria, orientación sexual, identidad o expresión de género, discapacidad o características genéticas».

Constituye sin lugar a dudas un avance en la estructura normativa y legislativa del país pero las tareas pendientes siguen siendo supernumerarias.

Por ejemplo, esta aprobación ha coincidido con una denuncia interpuesta por un grupo de vecinos encabezados por el Comité de la Persona Joven de Palmares, cantón ubicado al occidente del país, en la que señalan el ensañamiento y violencia recibido por un hombre que actualmente lucha por su vida, dadas las heridas provocadas por otra persona.

Todo apunta a que su orientación sexual estuvo tras las causas de este hecho. Las autoridades judiciales, en cambio, han insistido en investigarlo como un aparente intento de asalto.

Entre la ley, la percepción, las creencias y la acción institucional hay un mundo de diferencia. Pasa con los femicidios, a los que la prensa insiste en señalar como “crímenes pasionales” o la xenofobia, que en mucho casos se reviste de “defensa a ultranza de nuestro país, de nuestro territorio”.

Hablar de odio en una sociedad construida históricamente igualitaria y pacífica como la costarricense implica desmontar los andamiajes de un mito que ya no se sostiene. Significa, por ejemplo, trabajar con los efectos que discursos de muy diversa naturaleza provocan en lo cotidiano y se entienden como reacciones que terminan siendo naturalizadas.

Hago mías las palabras de la antropóloga costarricense Natalia Villalobos, que en estos días reflexionaba acerca de la violencia en el lenguaje vertido en redes sociales a propósito del fútbol. Cito: “ Viendo Memes, videos y otras formas de comunicación propias de estos tiempos, de las cosas que una ve terribles en el fútbol es mostrar orgullo o reproducir «chistes» a través de alegorías sexuales «qué rico les dieron hasta debajo de las…!!!», «qué rico a tal equipo se la metieron toda ayer», «que buena c0g1d4, para que respeten», éstas no son expresiones inocentes o chistes forman parte de algo más grande que está muy normalizado «la cultura de la violencia» y dentro de ellas la «violencia sexual», esa que busca castigar o aleccionar a través de actos sexuales…No dudo que muchas personas van a defender esas formas de comunicación… van a decir que soy exagerada pero no, es muy alarmante ver esas formas de violencia”.

Coincido con Natalia. Es alarmante el tipo de violencia que se enquista en la aparente democracia comunicativa de las redes sociales. Por ello el trabajo es amplio. Allí donde exista discriminación por nacionalidad, clase, género, nacionalidad, etnia, orientación sexual tanto en el lenguaje como en la práctica, se debe trabajar en restablecer las bases de una convivencia horizontal que hace mucho tiempo perdimos.

La violencia inicia justamente con los discursos y luego pasa a las prácticas, normalizadas muchas veces bajo una pasivo agresividad colectiva que todo lo naturaliza.

Si queremos ser recordados por ese mito de la igualdad y el pacifismo, empecemos por construirlo. Empecemos hoy.

¿Ideología de género?

Carta abierta del Movimiento Diversidad Abelardo Araya a los candidatos presidenciales Figueres Olsen y Chaves Robles

(18 de marzo de 2022)

Lamentamos y rechazamos con indignación las declaraciones de los dos señores candidatos, cuando hacen suyo el falaz concepto de “ideología de género”, para, sobre esa base, comprometerse a intervenciones en el Ministerio de Educación, y a la realización de cambios diversos, no precisados, en los programas educativos, para, presuntamente, eliminar esa tal “ideología”. Es llamativo que ninguno de los dos candidatos haya explicado qué significado atribuyen a ese concepto, pero, en cambio, si se muestran deseosos de “suprimirlo”. Reconocemos que el señor Figueres Olsen, ha intentado rectificar su posición, pero advertimos que sus ambigüedades y contradicciones siembran muchas dudas, y hacen necesario mantener una actitud de alerta y vigilancia permanentes. Al momento de escribir esta nota, desconocemos si el señor Chaves Robles ha brindado alguna aclaración en relación con sus afirmaciones, las cuales fueron de tono muy fuerte.

En relación con todo este penoso asunto, manifestamos lo siguiente:

  • Es educar en materia de derechos humanos. De lo que se trata es de promover una educación que promueva una comprensión clara y una cabal aplicación de los derechos humanos, reivindicando, en particular, que la mayor riqueza del género humano es su diversidad y heterogeneidad. Lo cual atiende no solo a las diversidades sexuales y de género -que es evidentemente lo que perturba a los representantes religiosos- sino también, e igual de importantes, a cuestiones tales como la fe religiosa, el color de la piel, la etnia, la condición socioeconómica, la tradición cultural, las situaciones de discapacidad, rasgos físicos particulares, etc. La educación en derechos humanos, es una educación para el cultivo del respeto y la paz, es aprender a convivir reconociendo la dignidad de cada ser humano, inclusive en relación con aquello que, de alguna forma, marca una diferencia respecto del grupo mayoritario o de la cultura hegemónica.
  • Es educar, asimismo, para una sexualidad basada en el respeto mutuo y la responsabilidad compartida. La sexualidad humana envuelve múltiples facetas: afectivas, espirituales, emocionales, médicas, biológicas y anatómicas. También sociológicas y culturales. La educación sexual debe integrar, en forma balanceada, todos esos aspectos. Pero también es obligatorio reconocer que, por muchas razones que transcienden la institución educativa, las personas jóvenes inician su vida sexual a edades cada vez más tempranas. Por lo tanto, es sobre todo necesario educar para el respeto mutuo y la responsabilidad compartida.
  • ¿Es tan difícil entenderlo? Decepciona e indigna que, en vez de entrar en consideraciones de fondo, en relación con asuntos tan fundamentales, los candidatos se dejen arrastrar por un concepto falaz, un distractor que impide trabajar en lo realmente importante, y el cual pone en riesgo la observancia de los derechos humanos, y la vigencia de una educación sexual seria e integral, que, inspirada en los mismos principios de los derechos humanos, reivindique la dignidad fundamental inherente a toda persona humana.
  • La discriminación y la violencia contra las poblaciones LGBTIQ+ siguen vivas y continúan causando mucho daño y sufrimiento. Al asumir acríticamente el concepto de “ideología de género”, los candidatos, por ignorancia o de forma deliberada, se pliegan a una agenda que niega los derechos humanos de esta población, y que, por ello mismo, perpetúa y consolida las múltiples formas de violencia y discriminación que la siguen afectando:
  1. Sigue habiendo violencia y discriminación en el ámbito laboral.
  2. Las hay también en los espacios educativos.
  3. Se vive esa violencia incluso, y con mucha más frecuencia de la que mucha gente imagina, en la propia familia.
  4. También en las calles y en los espacios públicos.
  5. Se siguen enfrentando limitadas oportunidades educativas y laborales, lo cual es especialmente grave en el caso de las personas trans.
  6. La libre vivencia del amor y la afectividad, así como de la identidad de género asumida, siguen enfrentando intolerancia y rechazo.
  • Y resta mucho más por trabajar. Los anteriores son asuntos mencionados y discutidos con cierta frecuencia. Hay algunos otros que muy raramente reciben atención, pero que son igual de importantes:
  1. Se carece de políticas públicas para la prevención del VIH, el cual causa devastación entre la población gay y trans (como también entre hombres que tiene prácticas homosexuales más o menos ocasionales, con grave riesgo para su esposa o compañera).
  2. Se ha lanzado un manto de invisibilidad y silencio sobre la situación de las personas LGBTIQ que son adultas mayores, y que enfrentan una vejez amenazada por la soledad y el abandono, y por renovadas formas de discriminación.
  3. Los crímenes de odio, que hoy, como a lo largo de décadas, se siguen presentando con más o menos regularidad, y permanecen invisibilizados, cubiertos por un manto de negación y ocultamiento.
  4. No se presta atención a las situaciones, especialmente desventajosa, de quienes viven en zonas rurales, alejadas de los centros urbanos.
  5. Tampoco se le da importancia a la situación de quienes se desenvuelven en ámbitos laborales (como la construcción o las plantaciones agroindustriales), donde se viven ambientes especialmente violentos y tóxicos.
  6. Las oportunidades para la participación en el mundo de la política son casi nulas.
  7. En otros ámbitos, como el deportivo, continúan vigentes la violencia y la exclusión.
  • Nuestra lucha es por TODOS los derechos humanos, no solo los de las poblaciones LGBTIQ+. Y al decir esto, debemos llamar la atención sobre los retrocesos que en los últimos años se vienen manifestando en diversos ámbitos:
  1. La violencia sistemática contra los pueblos indígenas, el despojo de que son víctimas y la inacción del Estado, en general, y, en particular, de la policía y el Poder Judicial, lo que alienta la impunidad.
  2. Los limitados derechos conquistados por las mujeres, se ven empañados por grandes déficits -en el mundo laboral, empresarial y político, por ejemplo- y todavía más en virtud de la persistente violencia que, en la multiplicidad de sus manifestaciones, lástima su dignidad y les roba la tranquilidad a que tienen derecho, y cuya expresión más dramática y extrema, se da en la terrible recurrencia de los femicidios.
  3. Hay violencia contra los derechos humanos en legislaciones de reciente aprobación:
  • La regla fiscal, incorporada en la Ley N° 9.635 (Fortalecimiento de las Finanzas Públicas), violenta múltiples derechos humanos de la población costarricense.
  • La Ley N° 10.159 (Ley Marco del Empleo Público), hace violencia directa sobre derechos laborales fundamentales, que han sido reconocidos como derechos humanos en el pleno sentido del concepto, según deja claramente sentada la reciente opinión consultiva de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH).
  • La ley N° 9808 (Ley para brindar seguridad jurídica sobre la huelga y sus procedimientos), claramente atenta contra el derecho ciudadano a protestar y expresar su disgusto y malestar.
  • Somos una organización comprometida con la democracia y el Estado de derecho. Por eso denunciamos con mucha preocupación, la forma como la citada Ley Marco del Empleo Público, violenta tanto el principio democrático fundamental de la división de poderes, como las autonomías constitucionalmente definidas. Con verdadera alarma observamos cómo se reescribe la Constitución y se debilitan los pilares fundamentales de la democracia y el Estado de derecho.

Estos son los temas que deberían preocupar a los candidatos presidenciales, en vez de dejarse llevar por la retórica falaz de la tal “ideología de género”. Es su responsabilidad clarificar su posición sobre estos asuntos, en forma seria, fundamentada y transparente. Les solicitamos, de forma respetuosa y muy encarecida, que así lo hagan. Es lo que corresponde, por un imperativo de respeto hacia la ciudadanía costarricense.

Por el Movimiento Diversidad Abelardo Araya

Luis Paulino Vargas Solís                                              Erika Susana León Rey  

Cédula 2-0327-0373                                                          Cédula 108710011            

 

Víctor Hugo Monge Aguilar

Cédula 1 0432 0270

 

Compartido por Luis Paulino Vargas.

¿AMOR Y AMISTAD?

Marco Castillo Rojas

El origen de este día fue la celebración de un santo católico San Valentin, quien tenía la costumbre de celebrar el amor de parejas heterosexuales. Luego el comercio incluyó la amistad en la celebración porque no vendía suficiente con sólo la celebración del amor.

Pero, aparte del origen de ese día, ¿podemos decir que incluye el amor de parejas del mismo sexo y la amistad con las personas trans?

Les dejo esta interrogante que cuestiona la equidad social.

Costa Rica: ¿cómo votarán las personas del colectivo de las diversidades sexuales LGBTIQ en las elecciones 2022?

Dr. Luis Paulino Vargas Solís

Economista / CICDE-UNED

Ni idea. Simplemente no hay forma de saberlo. Pero leo comentarios acerca de las simpatías que alguna gente de ese colectivo manifiesta a favor de Eli Feinzaig. Lo cual resulta paradójico, puesto que Feinzaig ha coqueteado reiteradamente con grupos muy conservadores, de natural hostiles a ese sector de la población, cuando, por otra parte, lo que su programa plantea en esta materia, es sumamente limitado.

Dije que es paradójico, pero no necesariamente extraño. Y aquí diré algo solamente en relación con la letra G (gay), que es la que mejor conozco, reconociendo y respetando las heterogeneidades que se ocultan detrás del mencionado acrónimo.

Como lo expliqué en un artículo que publiqué en mi blog en mayo 2018 (“Los que éramos entonces, teníamos tantos nombres pero no teníamos ninguno”), el concepto “gay” jugó en su momento un papel muy importante: para quienes habíamos tenido que sobrevivir en el territorio de la denigración y la infamia (bajo apelativos humillantes como playo, platanazo, maricón, marica, pájaro, culiolo y un largo etcétera), ofrecía, por primera vez, la posibilidad de una nominación que intentaba conceder un lugar propio y digno en la vida, o sea, una posibilidad de autoafirmación desde la propia humanidad. De ahí la idea del “orgullo”: ser orgullosamente gay era simplemente ser orgullosamente humano. Reivindicar, pues, lo que se nos había negado: el respeto inherente a nuestra condición como persona parte del género humano.

O sea, el autorreconocimiento como gay era subversivo y comportaba un gesto de rebelión frente a un orden opresivo y violento.

Con el paso de los años las cosas han cambiado. El camino que se suponía conducía al pleno reconocimiento de nuestra dignidad humana, se desvió por atajos que más bien conllevan, otra vez, su negación. Progresivamente las reivindicaciones LGBTIQ fueron asumidas por poderosas corporaciones transnacionales y, con cada vez más frecuencia, vimos a sectores del activismo aliados a esas grandes empresas. Aquella fuerza contestaria y transgresora perdió ímpetu y tendió, gradualmente, a hacerse inofensiva. Se le limaron garras y colmillos; se le domesticó y apacentó.

Pero la cuestión se centra fundamentalmente en la letra G. Por razones que habría que investigar, fue ahí donde las fuerzas del marketing y el negocio tendieron a enfocarse.

De resultas de lo anterior, la identidad gay ha sido reconfigurada, alejándose cada vez más de sus fuentes originales. Es, cada vez, una construcción mercadológicamente concebida, alrededor de ciertos rasgos estereotipados: muchachos usualmente blancos, invariablemente jóvenes, muy guapos y con cuerpo de gimnasio; lucen ropa de marca, viajan por el mundo y son manirrotos en el consumo. Chicos muy individualistas, hipersexualizados, que viven para el disfrute, despolitizados e insolidarios. De ahí que hoy tanto se hable del “dólar rosa”, toda una fuente de redituable negocio.

Es una concepción terriblemente discriminatoria, que oculta mucho más de lo que revela, y que conlleva un altísimo grado de violencia. Dicho de otra forma: es una forma de reconfigurar la discriminación y la exclusión, y de reinventar la infamia y la ignominia. Ahí no caben los muchachos gais de rasgos indígenas, de piel oscura, los que son obreros de la construcción o peones en una piñera o recolectores de basura. No caben los que son pobres, pero tampoco aquellos que no tienen ingresos lo suficientemente elevados, que son la enorme mayoría. No caben quienes no son guapos y bellos y de gustos refinados. No cabemos los viejos que, con nuestras canas y nuestras arrugas, somos la más vívida negación del estereotipo, y, por ello mismo, los más invisibles, los que en mayor grado hemos sido lanzados al canasto de lo indeseable.

Esta identidad estereotipada, esculpida por el marketing, impone una norma cuyo incumplimiento es fuente de frustración y aislamiento. Reconstruye la soledad, reinstaura la indignidad vergonzante, imposibilita a muchos ser lo que son, orgullosos de poder serlo. Nos devuelve a la vía ominosa del odio hacia sí mismo, por no lograr ser lo que se le exige que sea, en vez de simplemente ser lo que realmente es. Construye nuevos armarios, obliga a nuevos juegos de fingimiento y, por lo tanto, a vivir de nuevo una doble vida. Es, al cabo, fuente de vaciamiento afectivo y emocional, y reinstauración del divorcio entre sexualidad y afectividad. También despolitiza e inmoviliza, al crear sujetos que no ven más allá de lo que tienen entre las piernas, descomprometidos con el mundo y la sociedad de que son parte.

No es de extrañar que, entonces, algún sector de la población gay opte por votar a candidaturas -como la de Eli Feinzaig- cuyo mensaje, de tonalidad fuertemente economicista, es enemigo del Estado social costarricense, puesto que es ignorante de la opción histórica de justicia social que lo hizo nacer. Votar, si, a candidaturas como la de Feinzaig, que beben de la despolitización y se alimentan de la falta de compromiso cívico y conciencia ciudadana.

 

Compartido con SURCOS por el autor, publicado en su blog
https://sonarconlospiesenlatierra.blogspot.com/2022/02/costa-rica-como-votaran-las-personas.html?m=1

Los crímenes cuyo nombre nadie se atreve a pronunciar

Luis Paulino Vargas Solís. Economista CICDE-UNED

“El amor que no se atreve a decir su nombre”
Oscar Wilde

Un hombre joven, de 35 años de edad. Se le describe como humilde, bueno y trabajador. Migrante nicaragüense, pero según repiten diversas versiones de personas que le conocen, es también un muchacho gay. Fue torturado de la manera más atroz, no solo apaleado y arrastrado por el suelo, sino rociado de gasolina y quemado. Pero, según aseguran, también sexualmente ultrajado, o sea, violado. La cuestión alcanza niveles de crueldad que sobrepasa todo lo imaginable ¿Es un crimen xenofóbico o un crimen homofóbico? Posiblemente ambos, aunque los versiones que circulan enfatizan claramente lo segundo, y si se confirma la violación ello sería indicio de que en efecto así es.

Esto me hace recordar la historia de otro hombre joven, empleado en el Hospital Monseñor Sanabria de Puntarenas. Aconteció hace algo más de 2 años. Fue asesinado brutalmente a puñaladas en un motelillo de no muy buen aspecto en Barranca de Puntarenas, y los dos sujetos que lo hicieron se dieron el lujo de filmarlo con su celular y luego difundirlo en las redes ¿Podría haber una manera más obscena de manifestar desprecio por la vida de un ser humano que hacer tal cosa?

O la de aquel otro, que, vapuleado en su propia casa, fue amordazado y amarrado de pies y manos (las propias cámaras de seguridad instaladas en su vivienda así lo registran), llevado encerrado en la cajuela de su propio auto y forzado a dar las claves de sus cuentas bancarias, las cuales fueron saqueadas. Finalmente fue asesinado. Su cuerpo, inerte, fue lanzado por sus asesinos a un río, y solo apareció después de diez días, en una represa hidroeléctrica.

Este último caso, corresponde a un patrón bastante usual: el hombre que “vive solo”, y del que se sabe que es gay. Aprovechándose de esas circunstancias, algún tipo busca ganarse su confianza y, por esa vía, tener acceso a su vivienda. Y luego ocurre lo que ocurre, a veces, no siempre, con la implicación de algún o algunos cómplices.

Una historia reciente que escuche en un noticiero televisivo, reitera ese mismo procedimiento: dos “hombres solos” asesinados de forma similar: un tipo, ojalá bien parecido, “se gana su confianza”, logra que lo admita en su casa, luego le administra una droga para anestesiarlos y robarle. Solo que, en esos dos casos, se les fue la mano (quizá deliberadamente), hasta provocarles la muerte.

Este tipo de historias son muy, muy viejas. Las he visto repetirse incontables veces. No me sería difícil hacer un largo recuento de conocidos, incluso amigos, que, a lo largo de los años, fueron asesinados en circunstancias más o menos similares a las descritas, y, a menudo, con rasgos de crueldad y ensañamiento muy parecidos. Pero también son numerosos los casos de aquellos que pasaron por lo que, sin afanes retóricos, podrían ser consideradas “experiencias cercanas a la muerte”. Por ejemplo: verse rodeado, en situación de total indefensión, por una jauría de sujetos deseosos no simplemente de robarle lo que tuviera a mano, pero, sobre todo, de humillarlo y maltratarlo atrozmente, de una forma tal que, bastaría un gramo más de exaltación y adrenalina, para culminar el asesinato.

Este tipo de crímenes, inspirados por motivos de odio, son mucho más frecuentes de lo que se quiere creer. Invariablemente quedan cubiertos por manto de invisibilidad y negación. Ni las leyes, ni la policía, ni los medios los reconocer. Nuestra cultura los niega, maquillándolos de eufemismos. En general, nadie se muestra dispuesto a reconocer la verdadera naturaleza de la fuerza que los motiva.

Son los crímenes cuyo nombre nadie se atreve a pronunciar.

Compartido con SURCOS por el autor, publicado en su blog https://sonarconlospiesenlatierra.blogspot.com/2022/01/crimenes-cuyonombre-nadie-se-atreve.html?m=1

“El poder del perro” de Jane Campion. Una lectura muy personal de una gran película

Luis Paulino Vargas Solís. Economista / CICDE-UNED

“Cuando mi padre murió, no me importaba nada más que la felicidad de mi madre.
Qué clase de hombre sería si no ayudaba a mi madre, si no la salvaba”.

Esa es la frase que abre la película, la cual es pronunciada por Peter, un joven adolescente que es, asimismo, uno los personajes centrales de esta historia, ubicada en el estado de Nevada, Estados Unidos, en el año 1925. He leído diversos comentarios que parece encontrar ahí la clave para la interpretación de la película y, de hecho, un anticipo de su desenlace. Es, nos dicen, una historia de venganza, que asimismo da cumplimiento a aquel compromiso de vida: asegurarse que su madre sea feliz, aniquilando a quien intenta impedirlo.

Todo lo anterior tiene sentido, pero, según mi modesto entender, no pasa de ser una lectura más bien lineal y simplista.

Primero que nada, es claro que Rose, la madre de Peter, es una mujer buena y dulce, pero sumamente vulnerable e insegura. Ello se hace evidente, no solo cuando le toca enfrentar al despiadado Phil, sino, asimismo, frente a sus suegros y frente al gobernador y su esposa. Pero también es claro que establece una relación tóxica con su hijo, una relación a la vez dependiente y sobreprotectora. Que Peter sienta que su vida debe estar condicionada a darle felicidad a una madre de tan frágil carácter, es por lo menos llamativo ¿Un hijo dispuesto a dejar de ser él mismo, y a renunciar a su propia felicidad, en procura de proteger la felicidad de la madre? Al final resulta que sí, y, de hecho, la famosa frase del inicio lo anticipa, aunque esta forma de plantear las cosas no parece haber recibido atención. Sobre eso volveré luego.

Los hermanos Phil y George, por su parte, son un par de ricos hacendados. Phil hace ostentación de un machismo visceral y recalcitrante. George, en cambio, es de modales amables y educados. Phil, sucio y sudoroso, trabaja, hombro con hombro, con la peonada, en los trabajos físicos más agotadores. George viste pulcramente y cuida que sus manos no se encallezcan. Guiándose por los estereotipos usuales, no sería extraño que alguien, en algún momento, al inicio de la película, pudiese haber pensado que George era homosexual. De hecho, algunos diálogos entre ambos hermanos, por su carácter equívoco, podrían propiciar esa idea.

Pero luego resulta que, desmintiendo esa posibilidad para quien pudo haberla considerado, George y Rose se enamoran y se casan. El recibimiento que ella obtiene por parte de Phil al llegar a la hacienda, es brutalmente grosero. Esa noche, Phil está en su cama, ahora solo en el cuarto que anteriormente compartía con George. Le llegan los ruidos de lo que ocurre en el lecho del cuarto contiguo, donde yacen los recién casados. Las lágrimas asoman a sus ojos, y, enseguida, en aquella fría noche invernal, se va al granero y se dedica a frotar y limpiar la silla de montar de Bronco Henry. Phil, el macho correoso e irascible, da inusitadas muestras de debilidad, como si el matrimonio del hermano lo hubiera dejado al descampado y enfrentado a una soledad que le infunde terror.

A lo largo de la película, Bronco Henry es una presencia invisible, pero permanente y decisiva. Una y otra vez es evocado por Phil: es su mentor y su maestro. Más aún -Phil lo enfatiza- Bronco Henry es quien lo hizo hombre.

Peter, por su parte, es un chico amanerado, evidentemente homosexual. Phil, y los demás vaqueros, hace escarnio de él de forma terriblemente cruel. De visita a la hacienda durante el período de vacaciones, Peter descubre lo que podríamos llamar el escondite secreto de Phil, una sección del río de difícil acceso, donde, en una estrecha casucha de madera, él guardaba revistas comprometedoras, y en el cual podía bañarse en el río, desnudo…y solo. Peter descubre las revistas, ve a Phil desnudo en el río y luego huye despavorido cuando Phil lo persigue amenazadoramente. Algunos hechos importantes han acaecido: inmediatamente antes de que este incidente tuviese lugar, la cámara nos permitió ver con los ojos de Phil, a los vaqueros que, en grupo, se bañaban desnudos en otra parte del río, pero ahora Peter descubre, como para confirmarnos la insinuación que poco antes nos había sido hecha, que Phil es homosexual. Pero, en el proceso, algo más se nos había comunicado: el juego erótico que Phil realiza con un pañuelo que tiene las iniciales de Bronco Henry, claramente nos insinúa cuál fue la verdadera naturaleza de la relación que hubo entre ambos. No sé si decir que la sugerencia de que Bronco Henry lo hizo hombre, era en realidad la forma como Phil quería decir que fue él quien le enseñó a amar.

De ahí en adelante la relación entre Phil y Peter cambia, pero es un cambio fundamentalmente inducido por Phil, quien busca acercarse a Peter y establecer un lazo de afecto y complicidad entre ambos. El chico lo acepta, al parecer con agrado. Phil intenta anudar el vínculo, elaborando para Peter una cuerda, trenzada con correas de cuero de ganado. Luego se confirmará el enorme valor simbólico que aquella cuerda tiene para Phil.

Omito diversos detalles -todos muy significativos- para desembocar en un acontecimiento clave: Rose entrega a un hombre indígena y su hijo los cueros que, según orden de Phil, debían quemarse. Cuando éste se da cuenta, su reacción, es de furia, pero, sobre todo, transmite profundo dolor y verdadera desesperación, como si experimentara un catastrófico derrumbe interno. George le dice: “¿cuál es el problema? Ibas a quemar los cueros ¿no?”. Y Phil, con ojos llorosos y rostro de desolación: “los necesitaba…los necesitaba”

Simple y aplastante: los necesitaba para terminar la cuerda para Peter. Se adivina que, en la vida de Phil, aquello, al parecer tan trivial, representaba el acontecimiento más importante, al menos desde la muerte de Bronco Henry. Era volver a tejer un lazo afectivo y emocional, que, desde aquella muerte, había quedado roto, y jamás fue reconstruido.

Y, sin embargo, esa noche Phil terminará la cuerda, con cueros que le son proporcionados por el propio Peter. La escena nocturna en el corral de los caballos, es precedida por la escena, aún a la luz del día, en que Peter le hace saber a Phil que le puede proporcionar el cuero que le hace falta. Vemos entonces a un Phil fragilizado, lloroso y agradecido. El acercamiento físico entre ambos es casi un beso. Phil le dice a Peter: “las cosas serán mejores y más fáciles para ti”, como diciéndole: “tendrás lo que a mí me ha sido negado”.

Caída la noche, ya en el corral, Campion nos pone en un escenario de claroscuros profundos que recuerdan a Rembrandt, y enfatizan la intensidad emocional del momento. Phil termina la cuerda, en un ritual donde, como en un acto de amor y liberación, desnuda el alma ante Peter, y le comparte reminiscencias y confidencias de enorme significado para su vida. Peter pareciera ser partícipe de todo ello, aunque algunas de sus miradas insinúan algo más. Lo cierto es que ahí se sentenciaba el final trágico de Phil.

Al día siguiente Phil está enfermo y deberá ser llevado por su hermano al médico. Cuerda en mano, trastabillante y ansioso, se le ve buscar a Phil para entregársela. Lo miramos como si lo hiciéramos a través de los ojos de Peter y desde el interior de la casa. Phil ansía, con desesperación, terminar de cerrar el lazo con Peter, y para ello debe entregarle la cuerda. Y, sin embargo, no logra hacerlo: la cuerda queda tirada en el suelo. Para mí es una escena extremadamente dolorosa, al punto de hacerme llorar: lo que queda olvidado sobre la tierra no es la cuerda, sino más bien la esperanza de amor y liberación de un hombre sediento de otra oportunidad frente a la vida.

El macho agresivo y dominante resultó, a fin de cuentas, ser tan solo un antifaz que malamente buscaba disimular al hombre frágil, inseguro y vulnerable, pero sobre todo solitario. Ya el matrimonio de George lo asustó y desconcertó: era como perder el último rastro de apoyo emocional del que disponía. En Peter intenta un reencuentro consigo mismo y con su yo negado, el cual es, asimismo, su verdadero yo. Ello entraña, al mismo tiempo, un intento por recuperar lo que el mundo y la vida le habían proscrito: el amor. Cuando al fin cree encontrar la salida a ese largo y oscuro túnel, lo que se encuentra es el abismo. No hay un más allá, no tiene derecho al amor.

Peter mismo se encarga de negarle esa posibilidad de redención, pero, al hacerlo, renuncia a su propia redención. No es que quisiera proteger la felicidad de su madre. Más bien opta por ser el guardián de un orden que excluía a Phil, pero que también lo excluye a él. Hacia el final, el beso de Rose y George, que él presencia desde la ventana de su cuarto en el segundo piso, sella la inviolabilidad de ese orden.

Y viene entonces la inevitable evocación al Salmo 22:20, con que se cierra el filme: “libra mi alma de la espada, mi única vida de las garras del perro”. La peligrosa disidencia que Phil representa ha sido aniquilada; el perro deja de ser una amenaza.

La vida me ha hecho vivir mil historias que, de una u otra manera, en mayor o menor grado, están sintetizadas y simbolizadas en la tragedia de Phil y Peter. Comprendo, entonces, que mi lectura de esta película tiene mucho de personal: es una lectura labrada por mi propia historia de vida. Por ello mismo, entiendo perfectamente si otras personas no la comparten.

Compartido con SURCOS por el autor, publicado en https://sonarconlospiesenlatierra.blogspot.com/2022/01/el-poder-del-perro-de-jane-campion-una.html

Organización Interseccional pro-Derechos Humanos se pronuncia en relación con candidato a Fiscalía

Costa Rica, 26 de octubre de 2021

Carta Abierta a la ciudadanía

La Organización Interseccional pro-Derechos Humanos de Costa Rica (OIDH-CR) se ha enterado por la prensa nacional que el juez Francis Giovanni Porras León se ha postulado para el puesto de Fiscal General de la República, quien obtuvo un 92 % de calificación, lo cual lo ubica con alta probabilidad de ser electo para el puesto, según lo informa el diario La Nación.

Para nuestra Organización, la simple posibilidad de que esa persona pueda llegar a ocupar semejante puesto en la Administración Pública es un contrasentido y un agravio para la garantía de los derechos humanos de las personas ciudadanas de este país, en especial, aunque no exclusivamente, para las minorías sexuales. Recordemos que en el pasado el juez Francis Porras León ha sido un acérrimo enemigo y detractor de las luchas y conquistas de la comunidad de la diversidad sexual, afectiva y de género.

No podemos permitir, de ninguna manera que se repita aquella nefasta historia de Justo Orozco como presidente de la comisión de derechos humanos en la Asamblea Legislativa, o de la actual defensora de los habitantes. Costa Rica ha apostado contundentemente por un enfoque jurídico y político de respeto a los derechos humanos de todas las personas ciudadanas que habitamos en este país y no puede ser posible que estos derechos se vean de alguna manera socavados por la presencia de un fiscal general de la República cuyo discurso y prácticas, lejos de ser independientes y objetivos, se basen en preceptos religiosos fundamentalistas como ha quedado claro en sus acciones como juez de la República.

La OIDH-CR hace un llamado a la comunidad nacional y a los movimientos sociales que en el pasado han mantenido un espíritu de lucha por la promoción y defensa de los derechos humanos de todos los grupos sociales que históricamente hemos sido vulnerabilizados a unir esfuerzos y a manifestarse en contra de una posible designación de esa persona para el puesto de Fiscal General.

Costa Rica no puede, de ninguna manera, entregar a una persona que ha dado muestras fehacientes de ser un enemigo de las luchas por la justicia, la equidad, la inclusión y contra la estigmatización, por razones ideológicas asentadas en sus prejuicios religiosos, la tarea de impartir justicia en defensa de la legalidad y de los derechos humanos tutelados por la ley. Pues, como bien ha afirmado la Fundación para el Debido Proceso:

“El Ministerio Público (MP) debe desarrollar sus funciones de manera imparcial, con total independencia, es decir, sin interferencias ya sea de los poderes estatales, fuerzas políticas, grupos económicos, sociales, incluso de presiones de grupos criminales involucrados en las investigaciones. La independencia del MP es indispensable para que todas las personas tengan la misma posibilidad de ser procesadas según el mérito de la causa, sin distinciones ni privilegios de ningún tipo” (https://dplfblog.com/2021/08/31/una-fiscalia-general-para-una-costa-rica-convulsa-reflexiones-en-torno-a-la-proxima-eleccion/).

Foro: “La diversidad afectiva, sexual y de género… no es una enfermedad o desviación, y mucho menos pecado”

SURCOS comparte la siguiente invitación:

La Organización Interseccional Pro Derechos Humanos le invita al foro digital “La diversidad afectiva, sexual y de género… no es una enfermedad o desviación, y mucho menos pecado”. De acuerdo con la declaración de la Organización Mundial de la Salud.

El foro estará a cargo de Sussana Rojas Oviedo y Rafael Semeraro Kluge y será moderado por Marco Castillo Rojas

Día: 17 de mayo del 2021

Hora: 6 p.m.

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Teléfono: 2221-1950

UCR: Especialistas hacen un llamado al respeto y protección de los derechos de familias diversas

II Coloquio Internacional sobre Humanidades, derechos humanos y diversidad sexual busca el trabajo interdisciplinar para fortalecer los derechos humanos de la diversidad sexual

El pasado 21, 22 y 23 se setiembre se llevó a cabo el II Coloquio Internacional sobre Humanidades, derechos humanos y diversidad sexual: Familias diversas, un espacio de diálogo desde distintas disciplinas orientado a la reflexión crítica, el intercambio de experiencias y la actualización profesional para fortalecer una perspectiva de derechos humanos de la diversidad sexual.

La actividad contó con 21 ponencias, 4 foros y diversas actividades artísticas que contribuyen al análisis de los principales problemas de protección y vigencia de los derechos humanos en Centroamérica y Latinoamericana sobre los derechos humanos de las minorías sexuales. De la misma manera, este encuentro interinstitucional busca sensibilizar a funcionarios y funcionarias públicas sobre los temas concernientes a las familias diversas y contribuir con la conformación de redes de investigación e intercambio académico entre profesores y profesoras universitarias y activistas de las organizaciones de las familias diversas.

En esta ocasión, se contó con la participación de personas representantes de instituciones estatales como el Ministerio de Educación Pública (MEP), el Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA) el Patronato Nacional de la Infancia (PANI), la Universidad Técnica Nacional (UTN), la Universidad de Costa Rica (UCR), entre otros. De la misma manera, participaron organizaciones no gubernamentales que trabajan el tema de diversidad sexual y respeto a los derechos humanos como Grupo de Apoyo para Familiares y Amigos(as) de la Diversidad Sexual de Costa Rica (Gafadis), Asociación Internacional de Familias por la Diversidad Sexual (FDS), Casa Rara, Defensa de los Niños Internacional (DNI-CR) y otras.

Debido a la situación actual por COVID-19, todas las actividades se realizaron de manera virtual por medio de la plataforma Zoom. La asistencia fue importante, hubo una inscripción de 104 personas y un aproximado de 50 personas de diversos países gracias a la facilidad de acceso a las ponencias y a la modalidad gratuita de esta edición.

Los foros contaron con la participación de personas ponentes y participantes de países como México, Uruguay, Estados Unidos, Argentina, Panamá, Honduras, El Salvador y Nicaragua.

El foro nació en febrero del 2020 con el nombre de Coloquio Humanidades, Derechos Humanos y Diversidad Sexual, en el que se presentaron 35 ponencias con temas variados, y dos foros principales. Entre los temas abordados, destaca la situación de la población migrante centroamericana a Estados Unidos, la relación entre la religión y la población sexualmente diversa, la transexualidad masculina, las políticas públicas de atención a los niños, niñas y adolescentes en el país, el envejecimiento de la población LGBTIQ+, los derechos de acceso a los servicios públicos, entre otros. En esa ocasión hubo una participación de 70 personas de diversos países como México, Estados Unidos, El Salvador y Ecuador.

La motivación principal para el desarrollo de este primer coloquio fueron las manifestaciones y discursos de odio presentados a partir de la campaña electoral del 2018. “Esta fue una iniciativa que comenzó a principio de año con un primer coloquio que abordaba temas más amplios, y surge por dos razones. La primera, es por la campaña electoral durante la segunda ronda y el uso y abuso del tema del matrimonio igualitario y la segunda, por la resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Entonces la agresión, los discursos de odio y la violencia verbal y física que se gestó durante la campaña fue el impulso para desarrollar esta actividad”, expresó Álvaro Carvajal Villaplana, coordinador del proyecto.

En julio de este 2020 entró en vigor la resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos generada a partir de la opinión consultiva OC-24/17 que lleva por nombre Igualdad de género, e igualdad y no discriminación a parejas del mismo sexo la cual, versa sobre si el Estado debe reconocer todos los derechos patrimoniales que se derivan de un vínculo entre personas del mismo sexo.

Esta opinión consultiva en el capítulo VIII integra el apartado mecanismos por los cuales el Estado podría proteger las familias diversas que se basa en legislación, experiencias y medidas adoptadas por otros países para la protección de los derechos y libertades fundamentales de esta población. Este es uno de los puntos fundamentales que da pie a las discusiones generadas durante los coloquios y las investigaciones necesarias desde la academia, institucionalidad y sociedad civil.

“A partir de este contexto, y al ser un tema complejo el de las familias diversas, que con la ley debía empezar a ser reconocido legalmente y que permite la adopción, nos parece necesario poner en debate esta discusión, pues existe poca investigación en Costa Rica, a pesar de hay muchas ONGs que trabajan en el tema. Queríamos hacer este vínculo entre la academia, las ONGs y la institucionalidad del Estado costarricense”, expresó Carvajal.

A futuro, se tiene pensado un tercer coloquio bajo la temática de abordajes a los crímenes de odio en latinoamérica y otros aspectos relacionados en los ejes de empleo, ciudadanía y más, pues se apunta a la conformación de una red centroamericana de investigación en diversidad sexual.

Este coloquio busca crear vínculos entre la academia, las ONGs y la institucionalidad del Estado costarricense para la investigación y defensa de los derechos de las familias diversas.

 

Autoría:
Natalia Odio González (Unidad de Comunicación Vicerrectoría de Acción Social).