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Etiqueta: elecciones nacionales

UN NO TEMA EN EL DEBATE

Por Guillermo Acuña González (Sociólogo y escritor costarricense)

Las sextas elecciones presidenciales del nuevo siglo llevadas a cabo el pasado domingo 6 de febrero confirmaron varios elementos en la evolución de las culturas políticas costarricenses.

En primer término, la desafección con la política como norma, provoca entre otras cosas que sea inalcanzable un resultado en primera ronda. Como viene sucediendo ya en otros contextos, al menos en America Latina, el desgaste de los sistemas democráticos permea el ejercicio electoral: la ciudadanía no se siente convocada.

En segundo lugar y muy de la mano con esta primera dimensión, la confirmación de un desencanto que una vez más se ubica en la epidermis de las costas, los territorios rurales, la periferia.

La desatención crónica propiciada desde el centro del país hacia estos espacios marcados por la pobreza, la desigualdad y la gestión y administración fáctica, terminan por expresarse en un abstencionismo que ya ahora si tiene visos de perpetuarse. No es apatía lo que expresa este hecho: es enojo, cansancio, hastío, soledad.

Un tercer elemento coloca la calidad de la democracia costarricense en el centro de la discusión. Quizá fue pasado por alto en los análisis posteriores al desarrollo de las elecciones el domingo anterior, pero debe tomarse en cuenta el desafío planteado a la institucionalidad costarricense por la misión de observación internacional que acompañó el proceso.

Fueron dos señalamientos en concreto los que formuló: trabajar más y con firmeza el tema del abstencionismo y garantizar un acceso igualitario a todos los partidos políticos a los mecanismos de comunicación y divulgación existentes. De nuevo, desafección y acceso parecieran mostrar algunas debilidades del sistema, lejos de la caricatura acerca de la “fiesta electoral” con que suelen narrarse estos procesos.

Está claro que no todos entraron a la fiesta ni todos quisieron estar allí.

De cara a la segunda ronda en abril próximo, las dos opciones contendientes han empezado a señalar el camino, tratando de diferenciar sus tesis y sus argumentos. Otra vez el país pareciera estar en una encrucijada obligado por las circunstancias. Y de nuevo, el rigor de la lectura de sus propuestas es tarea obligada para tomar decisiones sobre eventuales apoyos.

En lo que a nuestras preocupaciones respecta, la consideración sobre Costa Rica como escenario migratorio debe ser tomada en cuenta. Desde esta columna hemos reflexionado en extenso sobre el tema de las movilidades humanas en todas sus variantes.

Por ello, nos alerta el hecho de que en ambas propuestas programáticas no aparezca del todo en un caso o en el otro caso continúa abordándose desde una perspectiva securitaria y restrictiva alejada de los mecanismos de implementación de los derechos humanos.

Este tema no es menor en un país cuyo 12% de su riqueza es generada por el trabajo que realizan hombres y mujeres trabajadores migrantes. La invisibilización de sus aportes y la negación de su importancia social, el tratarse justamente como un “no tema”, terminan por legitimar luego conductas reprochables de discriminación y xenofobia.

Para que la calidad de la democracia costarricense eleve su nivel, todos los aspectos deben ser considerados. Comencemos por reflejarlos en su importancia social y política: todas las personas cuentan. Todas.

Elecciones: la verdad efectiva de la cosa

COLUMNA LIBERTARIOS Y LIBERTICIDAS (21)
Tercera época

Rogelio Cedeño Castro, sociólogo y escritor costarricense

El principal protagonista de estas elecciones generales en Costa Rica, realizadas el pasado domingo 6 de febrero recién pasado, ha sido el abstencionismo que alcanzó el 40% de las personas habilitadas para emitir su voto, habiendo llegado a ser la mitad de los presuntos electores en las tres provincias costeras. Un gran sector de la población se muestra asqueado, desconfiado y no acepta más la “leyenda dorada” de la fiesta electoral, tanto como del inexistente ejercicio democrático con reglas claras y parejas que no aparece por ninguna parte, aunque algunos alucinados juran estarlo viendo in situ. El abandono en que los políticos y los burócratas del poder central tienen a los habitantes de las costas del Pacífico y del Caribe es de tal magnitud, que los afectados no han encontrado otra manera de manifestarse que no sea la del acto decente y racional de no votar, al menos ellos no pueden negar lo que están viviendo y sufriendo en la cotidianidad de sus precarias existencias.

Los problemas de legitimidad que se derivan de este hecho son de una inmensa magnitud, a pesar de la manipulación descarada de los medios de comunicación social para hacernos creer que vivimos en el mejor de los mundos posibles. Lo importante, por lo tanto, no son las cifras de quienes votaron manipulados por los medios de comunicación social, la propaganda (mala palabra en la lengua inglesa), el juego de la estafa ejecutada ante los ojos de todos por un puñado de banqueros que financian las encuestas y luego a partir de los “resultados” de ellas deciden a quienes financian y a quienes no, mediante la compra de bonos de la llamada deuda política. Esos astutos banqueros que están haciendo clavos de oro, cada vez que hay una convocatoria electoral, son los árbitros e incluso los amos de la llamada “democracia costarricense” ¿de qué o de cuál legitimidad de los poderes públicos estamos hablando entonces? Es preciso que alguna vez, por lo menos, abramos los ojos y miremos de frente a la realidad, a lo que en efecto está ocurriendo y no sigamos hablando sólo de lo que nos han hecho imaginar y repetimos como loros.

Por otra parte, hay una serie de actores políticos del llamado universo “progre”, incluida la llamada izquierda light, esa que ni aun siéndolo, deja de asustar a la ultraderecha totalitaria y mentirosa, la que ni por ese hecho comprobado deja de asustarnos también, un día sí y otro no, con los viejos fantasmas del “comunismo” y el “populismo”, que sin embargo omiten el debate sobre los problemas de fondo que nos afectan a todos, haciendo un gran ruido sobre ciertos escándalos, relativos a la vida privada de algunos candidatos presidenciales, dentro del mejor estilo del puritanismo anglosajón, pero en medio de la católica y pecadora Costa Rica: es así como logran hacer pasar a un segundo plano la gravedad de la profunda contrarreforma neoliberal, ejecutada por los dos gobiernos del PAC, con la activa complicidad y apoyo parlamentario del PLN, el PUSC, los pseudocristianos del RN y la NR de Fabricio Alvarado, así como el sistemático saqueo de los fondos públicos con las trochas, las cochinillas e innumerables affaires delictivos, la descarada evasión y la elusión fiscales ejecutada y promovida por el capital financiero con el decisivo concurso de los grandes medios de comunicación social (La Nación, canal 7 y similares), lo que ha derivado en la consiguiente especulación con los intereses de los bonos de la deuda interna emitidos por los sucesivos gobiernos para cubrir el faltante provocado por estos grandes saqueadores, la quiebra del IVM y los otros fondos de pensiones provocada por los malos administradores de la CCSS que buscan su privatización, la implacable regla fiscal que amarra al sector público y desfinancia los programas sociales destinados a las poblaciones más vulnerables, la criminalización de la protesta social, promovida por la fracción liberacionista, con Carlos Ricardo Benavides a la cabeza y aprobada por el resto de la coalición que nos ha venido desgobernando desde abril de 2018, la ansiada liquidación(ojalá a precio de remate) de las instituciones públicas más importantes, promovida abiertamente por la ultraderecha de Elías Feinzag, disfrazada de liberal progresista, pero en realidad ultraconservadora, y para rematar el pastel la ley de empleo público, ya avalada por la Sala Cuarta, con la que se le pone fin a la Costa Rica del pacto social de 1949, con su estado social de derecho y sus garantías sociales, hoy vilipendiadas a título de “privilegios”. Se acabó la Segunda República, ahora empieza el despliegue total de la dictadura neoliberal en democracia, tan cara a los hermanos Arias Sánchez.

En 2018 como ahora se lanzaron cortinas de humo, a partir de ciertas agendas light, fue así como muchos se olvidaron las luchas de la clase trabajadora, al menos ahora el nefasto PAC por fin fue castigado por el electorado y mandado al   basurero de la historia, en medio de los hipócritas lamentos de su fundador. Sus cómplices continúan allí, vivitos y coleando como las olominas, y no hay duda de que están en las filas de los dos candidatos presidenciales que se enfrentarán en el ballotage del domingo 3 de abril entrante. ¿Cuál será la agenda durante los próximos cuatro años del Frente Amplio y sus seis diputados electos, un sector político que dice haberse corrido hacia el centro, al parecer para captar los restos “progres” del PAC? ¿Es que acaso se terminó la lucha de clases en Costa Rica? Sólo la lucha callejera nos lo dirá, aunque la clase dominante dice en sordina que son ellos los que van ganando.

Leve visión de la primera ronda

Vladimir de la Cruz

Sin lugar a dudas la democracia electoral y política nacional se fortaleció el pasado domingo con la culminación de las elecciones, con la participación de 25 partidos nacionales y 36 partidos provinciales, con un mínimo de 26, por provincia hasta un máximo de 29. Opciones había. Lo que no hay, en esto se sigue debiendo, es un sistema de financiamiento que permita contribuir a cubrir los gastos de todos los partidos políticos, y no solo de aquellos que terminan sacando un 4% de votación o elijen un diputado. Ni siquiera los partidos pequeños, y de izquierda, que en el pasado fueron víctimas de este injusto sistema han propuesto proyectos, cuando han tenido o tienen diputados, para tratar de enmendar esta injusticia electoral. En ello quizá pesa el que por elegir diputados no se preocupan de los que no eligen o sacan el porcentaje, porque esa situación permite y posibilita eliminarlos como partidos contrincantes o que les disputan electores, hacia el futuro.

De los 25 partidos nacionales era claro, y así lo había manifestado en distintas intervenciones que hice, que solo un grupo pequeño iba a despuntar, porque así lo iban a definir los primeros encuentros que se hicieran de candidatos, especialmente escogidos por el sector privado, como ocurrió con el primero organizado que preparó la UCCAEP, al que no asistió el candidato del partido Acción Ciudadana, lo que era un grave error, porque dejaron de invitarlo. Es claro también que los encuentros de candidatos organizados por organizaciones privadas, entre ellos los medios de comunicación, que podían invitar solo a quienes ellos quisieran, aun cuando justificaban su escogencia por el puesto delantero, que llevaban en las encuestas. En este sentido escogieron ocho candidatos que a veces los zarandeaban dejándolos a seis o siete. Y esa escogencia a la vez contribuía a influir en las opiniones de los ciudadanos que terminaban reflejándose en las encuestas, como si fuera un círculo perverso, cerrado, obsceno y, así se fue el desarrollo de la campaña.

Ciertamente algunos medios de comunicación, especialmente radiales, entrevistaron a los 25 candidatos, casi nada más para dejar registro de que a todos los dieron al menos un espacio. Con los candidatos diputados a diputados fue semejante con mayor desventaja, porque no era posible tomar en cuenta, por lo menos, a todos los primeros lugares de cada una de las provincias cuando el mínimo de partidos en una provincia resultó de 26 partidos y el máximo de 29.

Ridículo hizo el Tribunal Supremo de Elecciones de organizar un único debate, en tres turnos, como si eso fuera suficiente, con los 25 candidatos, a la ocho de la noche. El Tribunal pudo haber mantenido debates continuos para haberle dado mayor oportunidad a todos los partidos, especialmente a los que la gran prensa y medios de comunicación no tomaban en cuenta y por lo que no aparecían ni despuntaban en las encuestas. Canal 13 y Radio Nacional debieron haber cumplido un papel más decoroso, digno y decente en este sentido. La franja publicitaria de todos los partidos no se hizo sentir. En esto el Tribunal, Canal 13 y Radio Nacional, siempre en estos procesos electorales en este aspecto quedan debiendo. Así como el Tribunal dirige la Fuerza Pública, y queda bajo su control durante el período electoral, así todo el Sistema Nacional de Radio y Televisión debería estar al servicio del Tribunal para estimular la divulgación de los programas, planes de gobierno y la presentación de los candidatos a la Presidencia y por lo menos los primeros lugares de las candidaturas a diputados.

Los llamados debates de candidatos no tienen ese carácter. Tan solo son una presentación en una pasarela televisiva para que expongan ligeros conceptos sobre algunos aspectos que les preguntan, sin posibilidad de debatir, discutir sobre esos temas, apenas para delinearlos o para medio exhibir a algún candidato en que no conoce nada o muy poco de lo que se le pregunta.

En esta segunda ronda a los únicos dos candidatos deberían enfrentarlos sobre temas concretos, y sobre cómo piensan llevar a cabo lo que se les pregunta sobre sus programas, diciéndoles sobre qué les van a preguntar y dándoles más tiempo para explicar sus lineamientos generales.

Que hubiera 25 candidatos presidenciales no me asustaba. En campañas anteriores había hasta 14 partidos. El número de 25 partidos iba a resolverse como sucedió en esta campaña. Los electores escogieron y se decidieron por un grupo de seis partidos que superaron el 8% de votos. El resto, los otros 19 partidos, ninguno llegó al 1% de votos y en su totalidad alcanzaron los 150.000 votantes, que si hubieran actuado en coalición hubieran peleado la elección de 5 diputados.

El resultado de 6 partidos con seis o más diputados fue posible por el alto nivel de abstencionismo que se produjo, lo que los benefició porque el subcociente se redujo notablemente. Si el abstencionismo se hubiera mantenido en el 30% los partidos que sacaron 6 y 7 diputados hubieran reducido a sus diputados a 3 o 4.

A nivel de partidos políticos provinciales en 1990 y 1994 participaron 15, solo 5 eligieron diputados, en 1998 participaron 23 y eligieron 7, en el 2002 participaron 18 y solo 5 eligieron, en el 2006 participaron 27 y solo 8 eligieron, en el 2010 participaron 18 y solo 8 eligieron, en el 2014 participaron 20 y solo 9 eligieron, en el 2018 participaron 25 partidos y solo 7 eligieron. Para estas elecciones del 2022 se inscribieron 36 partidos a nivel provincial pero solo 6 partidos lograron elegir diputados.

A nivel presidencial desde 1990 en dos ocasiones participaron 7 partidos, en tres elecciones lo hicieron 13 partidos, en una fueron 9 partidos, en otra 14 partidos y ahora 25 partidos.

Viendo los anteriores datos, al menos yo estaba claro, que la cantidad de partidos a nivel presidencial o de diputados n o iba a alterar sustantivamente el resultado electoral de diputaciones. Lo que podía alterarse era el de los finalistas presidenciales, como sucedió.

Hay que estudiar, lo haré para próximos artículos, el alto abstencionismo de esta elección, especialmente su distribución geográfica. Por ahora sigo creyendo que los abstencionistas parten de la idea de que no tienen nada que perder con cualquier candidato o partido que gane las elecciones presidenciales. De alguna manera pueden considerar que el que llegue a Zapote les puede mejorar sus condiciones socio económicas o materiales de vida. Pueden ser las condiciones extremas de pobreza los que los lanza objetivamente al abstencionismo y la poca proyección territorial efectiva que tienen los partidos políticos, exceptuando los partidos religiosos cristianos que tienen mayor presencia por sus “templos”, “garajes”, “locales” o iglesias cristianas no católicas, de allí la mayor presencia de Nueva República en las provincias costeras y pobres.

La propaganda electoral, especialmente en vallas, para mí fue deficiente y pésima, en general, para todos los partidos que pudieron poner vallas. El que mejor las conceptuó fue Fabricio Alvarado. Los grandes temas sociales asociados a la pobreza, la extrema pobreza, el desempleo, la necesidad de recuperación de empleos, salarios e ingresos, costo de la vida no se tocaron ni llamaron la atención, excepto en el último de los encuentros programados, el de Canal 7, que empezó con una pregunta en este sentido. Lo mismo que el tema de educación. En general la campaña en esta temática giró alrededor de los grandes temas, a modo de consignas, de carácter económico, poco asimilables para el elector común, el del pueblo.

La segunda ronda, la del primer domingo de abril, será interesante en su desenvolvimiento. Allí puede ser que se planteen dos modelos de desarrollo económico, social y político futuro. Va a depender de la conceptualización política de la campaña electoral que sigue, no de la campaña publicitaria para tratar de vender un producto comercial electoral, con la forma de un candidato. Si se mantienen con la propuesta de un solo modelo y dos variantes no va a suceder un cambio significativo, pero podría ganar el que presente la tesis más populista, más antisistema y que se perciba como la tesis del cambio, aunque no cambie nada… el gatopardismo.

Los signos en las elecciones

José Luis Pacheco

Las elecciones del pasado domingo fueron el reflejo de esta Costa Rica bendita en la que vivimos. La alegría con la que salió la gente a votar y el entusiasmo con el que los partidarios recibían a sus candidatos, evidenciaron que el proceso electoral sigue vibrante y con la consigna de hacer grande la democracia de este país.

El encuentro entre candidatos y especialmente el de Figueres con Villalta demostró el ser costarricense, abrazos y compartir como amigos, y las frases de los hijos de Villalta hacia Figueres demostraron una formación fuera de odios o rencores. Fue muy emotivo.

Ahora viene el proceso de la segundo ronda. Vienen las negociaciones y también los compromisos para lograr apoyos y esto implica que los colores políticos se traslapan y unos que eran de tal color apoyaran a alguien de colores diferentes, y por eso, insistir que a la hora de votar la bandera que debe imponerse es la bandera tricolor, la blanca, azul y rojo.

Nuevos elementos saldrán a relucir y nuevas circunstancias motivarán a la gente a votar y por qué no decirlo, nuevas peculiaridades tendremos presentes, como efectivamente ya han salido algunas, como la mencionada por el propio Rodrigo Chaves al contar en una entrevista que su padre fue el guardaespaldas del padre de José María Figueres. Es decir, los dos hijos de quienes tuvieron una relación cercana en circunstancias de empleado y patrón, son quienes están disputando la presidencia de la República.

Muchas conclusiones se pueden extraer de esa anécdota, especialmente sobre las oportunidades de crecimiento social gracias a la educación gratuita y obligatoria que hemos tenido.

Por eso, es que debemos de hacer lo necesario para que nuestra democracia y las políticas sociales de Costa Rica sigan fortaleciéndose. Dios quiera que esta segunda ronda nos permita conocer más sobre las ideas y planes que tiene los aspirantes para hacer lo mejor por nuestro país.

Neoliberalismo: el verdadero ganador de las elecciones

Marcos Chinchilla Montes

No era una sorpresa, pero ya las encuestas lo venían anunciando con contundencia: el candidato del partido de gobierno sería derrotado de manera estrepitosa, aunque se esforzará en afirmar que el de Alvarado, era un gran gobierno. Lo cierto es que años atrás el PAC social demócrata y de centro fue tomado por las élites del PUSC y del PLN y le dieron un viraje neoliberal que terminaría cristalizando buena parte de la reforma del Estado que no lograron materializar durante varios de sus gobiernos. A la postre, en estas elecciones dejaron al PAC en la absoluta bancarrota electoral, sin representación legislativa y con el riesgo de no salir de cuidados intensivos. El PAC es el principal perdedor de esta contienda.

El Partido Restauración Nacional también fue otro sonado perdedor en estas elecciones; siendo el que llevó a Fabricio Alvarado al primer lugar de las elecciones del 2018, en esta oportunidad obtuvo cerca de 10 mil votos, menos incluso que el PAC. Esta situación demuestra que Alvarado en su momento fue el eje articulador del partido, y que la confrontación entre el grupo de Avendaño y el de Alvarado resultó nefasta para el primero.

Aun así, y contrario a lo que sugerían la mayor parte de las encuestas, Alvarado se impuso con el Partido Nueva República al PUSC y obtuvo el tercer lugar. Dichosamente su moralismo bíblico, su posición anti derechos, sus propuestas depredadoras del medio ambiente y su desconocimiento de la institucionalidad pública quedan fuera de la contienda, pero la amenaza fundamentalista tiene ganados seis asientos en la Asamblea Legislativa.

Inaudito me resultó la derrota del PUSC. Alcanzar el cuarto lugar se podría explicar en parte por una candidata que por lo general evitó el debate de ideas, que tuvo limitaciones para sostener sus propuestas, por un lastre partidario de tres gobiernos que no solucionaron la desigualdad social. También podría abonar en su derrota la movilización de una parte de su base electoral hacia los partidos de Chávez y Feinzaig con la cual comparte un ideario y trayectorias políticas.

Figueres con la histórica maquinaria electoral que ha caracterizado a su partido, alcanzó a duras penas el primer lugar con poco más del 27% de los votos, va a segunda vuelta con Chávez (16.7% con el corte de las 12:00 pm del 7 de febrero), ex funcionario del Banco Mundial que salió por la puerta trasera dadas sus prácticas de acoso sexual contra funcionarias de esa institución.

Ese juego de porcentajes, derrotas, primeros lugares y las alianzas que se avecinan, tenemos que entenderlo como una expresión en la cual el gran capital nacional y transnacional se configura en Costa Rica para mantener un poder económico y político que le sea plenamente funcional a sus intereses. Intereses que confluyen, o que son contrapuestos (véase el caso del PLN y la forma como integró los intereses del sector figuerista, el arista y el toñista) según la fracciones de clase del gran capital, y que en la actual coyuntura se materializa en cinco de los seis partidos que obtuvieron la mayor parte de los votos. Esos cinco partidos neoliberales concentraron el 83.47%. de las intenciones de voto, lo que supone haber conquistado los sueños de miles de personas de ingresos medios y bajos que paradójicamente apostaron por una perspectiva política, económica, ideológica y cultural que privilegia la concentración de la riqueza (en sintonía con el cierre de campaña que hizo Feinzaig en un Mercedes Benz de alta gama) y la ampliación de la pobreza y la exclusión social.

Para finalizar, esta coyuntura electoral necesariamente tenemos que relacionarla con las luchas sociales contra el Combo del ICE (2000), contra el TLC (2003-2007) y al menos la lucha social contra el Combo Fiscal (2018).

En su momento, las dos primeras luchas supusieron el surgimiento de un amplio abanico social contra el neoliberalismo y en defensa de la institucionalidad pública costarricense; mismo que tuvo como corolario el surgimiento del Partido Acción Ciudadana -hoy devorado y sacrificado en las fauces del neoliberalismo- y el Partido Frente Amplio.

Este último partido alcanzó el sexto lugar en las intenciones de voto presidenciales, y tiene la posibilidad de conquistar seis diputaciones que necesariamente enfrentarán la avanzada por consolidar la reforma neoliberal de nuestro Estado y sociedad. El Frente Amplio en conjunto con los movimientos sociales populares, las comunidades y profesionales progresistas, se enfrentan al enorme reto de seguir luchando por construir justicia social, igualdad, garantía de derechos, sustentabilidad ambiental. En suma, esperanza como rezaba su lema partidario.

Un Figueres en el poder durante el periodo 2022-2026, o en su defecto un Chaves, tendrán que lidiar con bancadas legislativas insuficientes y en confrontación para materializar sus intereses; con la decepción de sus electores por no beneficiarse de manera pronta con las mieles del neoliberalismo; por el aumento de la pobreza y la exclusión social; por la expansión de la violencia y el crimen organizado; por la crisis económica derivada de la pandemia; o por el aumento de la inflación.

Las manifestaciones contra el Combo Fiscal le recordaron dolorosamente al PAC que el haber ganado en segunda ronda con un 60% de los votos, no fue suficiente para legitimar un plan fiscal impopular y cortado a medida de los intereses del empresariado, el que a la postre contribuiría a la ruinosa debacle del PAC.

Domingo 6 de febrero: lo que nos jugamos es mucho

Luis Paulino Vargas Solís

No olvidemos: el voto, cuyo significado a veces es menospreciado con ligereza, es una conquista democrática que sintetiza una larga historia de luchas. Ni surgió fácil, ni fue fácil que se universalizara, cuando por mucho tiempo fue negado a las mujeres y a una porción mayoritaria de hombres. No exijamos del voto, más de lo que éste en sí mismo representa: la democracia debe ser mucho más que el voto, pero la democracia sin voto dejar de ser democracia.

Este domingo debemos ir a votar. Creo no exagerar si digo que esta elección no es una elección más. Más aún diré: creo que están en juego cosas importantísimas.

Lo resumo así: el Estado social costarricense, con sus múltiples defectos y limitaciones, con el cúmulo de distorsiones que en los últimos 35 años le ha sido introducidos, con su debilitada y desfalleciente capacidad de liderazgo estratégico, sigue siendo un patrimonio importante, fruto de muchas luchas a lo largo de muchas décadas, y, en particular, es el logro esculpido con lucidez por generaciones enteras de mujeres y hombres, comprometidas con los valores de la paz, la democracia, la justicia social y la equidad.

Nunca, como en esta oportunidad, he visto candidatos a tal punto dispuestos a ignorar esa historia y despreciar ese legado. Nunca vi candidatos con tal ímpetu mesiánico, dispuestos a arrasar con ese patrimonio. O, para ser más preciso, sí los hubo antes, pero nunca contando con tan poderosos altavoces para hacer oír su voz e influir en el ánimo de un electorado, al que la frustración y el disgusto, lo hace más vulnerable a esos cantos de sirena.

Una cosa es evidente: el paisaje electoral costarricense se ha movido pronunciadamente hacia la derecha del espectro político. No solo hay profusión de partidos que se sitúan a ese lado de la acera, sino que, claramente, las tesis de derecha se han vuelto ruidosamente dominantes y, cada vez más, aparecen algunas propuestas bastante recalcitrantes, enredadas en posicionamientos de tono subidamente autoritario.

Son muy pocas las opciones progresistas, o, por lo menos, relativamente sensatas y moderadas, dispuestas a reconocer y valorar el legado histórico que, en su momento, hizo de Costa Rica un país líder a nivel latinoamericano, y líder, además, en muchos aspectos a la vez: por su madurez democrática y su paz social; por la relativa equidad social lograda, pero, también, por su avance económico.

Ese legado se ha debilitado de a pocos a lo largo de los últimos 35 años. Hoy hay candidatos que parecieran dispuestos a darle una patada para, de una buena vez, tirarlo al canasto de la basura.

Votaré con mucha congoja en el corazón y teniendo todo esto en mente. Mi sugerencia para usted, supremamente respetuosa, es solo una: no deje de votar, por favor, y, al hacerlo, medítelo con mucho cuidado. Lo que hay en juego, es mucho y es muy grande.

Feliz domingo – día de elecciones nacionales

José Luis Pacheco

Hubo un programa radial, o no sé si existirá todavía, que se llamaba o se llama : “un llamado a la conciencia”. Hoy quiero retomar ese título para hacer un llamado a la conciencia de cada una de las personas que va a votar el día de hoy.

Un llamado a la conciencia para que en el momento de emitir el voto, en lo único que deba pensar es en Costa Rica, que se sienta patriota, que se llene del espíritu de Juanito Mora y de Juan Santanaria. De Caelos Luis Fallas y de Joege Manuel Dengo. De todos aquellos que han puesto el nombre de Costa Rica en alto como las hermanas Pol (nacidas en Nicaragua) Nery Brenes, Gabriela Traña y muchos más.

Un llamado a la conciencia para que vote por lo que le dicte su corazón y aquí quizá peque de soñador, sin pensar en colores de banderas de partidos políticos, sino en la bandera de Costa Rica. La campaña electoral ha sido más que violente y por ello quizá engañosa. Se han dicho muchas cosas. Unas verdades otra no y algunas con muchas manipulaciones. Algunas creíbles otras no. Por eso, dejarse llevar solamente por aquello que escuchamos de unos y otros quizá no sea lo correcto. Quizá sería conveniente reunir varias alternativas de decisión y hacerlo de forma cociente y objetiva.

Que no sea solo un asunto emocional o de tradición, “porque en mi familia siempre han sido”, eso ya no tiene sentido. Ahora es Su decisión pensando en el país, en sus familias, en sus hijos, en sus nietos. En lo mejor para todos en el futuro. Eso nos lo dirá el corazón.

Recuerdo e que el voto es SECRETO, nadie más que Dios y cada uno de nosotros sabrá de su decisión. No nos sintamos comprometidos con nadie. El centro de votación es el lugar en el más libertad debemos sentir y que esa libertad se refleje en nuestro voto. Hacerlo de manera diferente sería estar en un régimen alejado de la democracia.

Nadie juzgará nuestro voto. Que Dios nos ilumine e ilumine a todos aquellos que sean electos el día de hoy. Si fuéramos a una segunda ronda, desde ya saber que no necesariamente la escogencia nos va a satisfacer, pero, que serán las personas sobre las que deberemos de decidir el futuro de la patria.

Dios quiera que sea lo mejor para Costa Rica. El llamado a la conciencia es para que su conciencia quede tranquila y la patria agradecida.

Colectivas feministas denuncian el encubrimiento de las acusaciones por acoso sexual contra Rodrigo Chaves Robles

Comunicado

Desde diferentes colectivas feministas denunciamos el abordaje que se le ha dado a la candidatura de Rodrigo Chaves Robles por el Partido Progreso Social Democrático (PPSD), en donde se ha encubierto de manera solapada las diferentes denuncias por acoso sexual presentadas en su contra, mientras trabajó para el Banco Mundial (organismo internacional).

A lo largo de su campaña electoral Chaves se dejó decir que dichas denuncias eran falsas, sin embargo, en el debate del día viernes 04 de febrero transmitido por Teletica canal 7, el candidato dijo:

“Don José María (Villalta) habla de invitarlas a hacer una orgía con seis especies de animales diferentes; eso fue un chiste y a ellas les molestó, así como le molestó a una que yo dijera ‘amor de lejos, felices los cuatro’, porque ella consideró que, al tener ella un novio en Europa, yo estaba insinuando algo”.

Le recordamos a Rodrigo Chaves y al equipo que lo respalda, que realizar insinuaciones de carácter sexual, es acoso. Asimismo, le recordamos que el Banco Mundial sí sancionó su accionar, después de abrir un procedimiento administrativo por acoso sexual y ambiente laboral hostil en su contra, el cual terminaría en una degradación de su puesto, imposibilidad de ascenso y congelamiento de salario; dictamen por el que usted renunció y luego sería recibido en el país como ministro de Hacienda en el 2019.

En el debate de Canal 7 Chaves señaló que tres instancias judiciales determinaron que sus conductas no fueron acoso sexual, insistiendo en que las dos colegas denunciantes habían dicho que las situaciones fueron “comportamientos de carácter subjetivo”. Además, Chaves agregó: “Lamento muchísimo lo que pasó; me hubiera encantado que alguna de ellas se hubiera quejado”, sin embargo, en la Decisión 649 del Banco Mundial, en el punto 223 referente a las conductas de Chaves se señala claramente que: “Las denunciantes demostraron un inmenso coraje al presentarse a denunciar la conducta de un miembro del personal que se encontraba en una posición de poder sobre sus carreras”.

A su vez le recordamos a Chaves y a su partido que las acusaciones por acoso sexual, especialmente cuando este se encuentra mediado por puestos de poder, son un proceso complejo de llevar a cabo para las personas denunciantes, especialmente cuando dichos comportamientos suceden de manera repetida.

Finalmente, repudiamos la violencia política con la que se ha encarado a la candidata a la presidencia Lineth Saborío Chaverri (PUSC), en los dos debates desarrollados el día jueves 03 de febrero y viernes 04 de febrero en televisora nacional, de parte de los candidatos José María Figueres Olsen (PLN) y Rodrigo Chaves Robles (PPSD), en donde además de hacer muecas en las intervenciones de Saborío, Chaves a la hora de responderle a su pregunta sobre las acusaciones de acoso sexual, mencionó que Lineth “debería tener la ´capacidad intelectual´ para leer las respuestas a resoluciones judiciales”, comentario que además de fuera lugar, permite visualizar la misoginia internalizada del candidato Rodrigo Chaves.

Adjuntamos el documento oficial del Banco Mundial.

Desempleo de personas con discapacidad: La norma más que la excepción

Luis Fernando Astorga Gatjens

En estos días, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) publicó la preocupante situación del empleo que actualmente enfrenta el país: La tasa de desempleo cerró al finalizar el año 2021, en 13,7 %. De acuerdo al INEC, el país tiene a 333 mil personas sin empleo y, por tanto, sin ingreso alguno. Mientras tanto el subempleo alcanza un 13, 1 % y hay casi un millón de personas dentro de la informalidad. Otro dato que también debe generar preocupación es que 217 mil personas tuvieron reducción de su salario o ingresos asociados a suspensión o reducción de jornada, o bien tuvieron que suspender la actividad propia o negocio durante la pandemia. Este sector afectado por esta situación alcanza el 10,3% de la fuerza laboral.

Como se puede apreciar, se trata de datos nada halagüeños en un contexto donde el gobierno hace malabares con las cifras para mostrarnos un crecimiento económico, que tiene como base de referencia la estrepitosa caída de la economía en 4,1 % que se dio en el pandémico 2020. Ese crecimiento económico relativo lo disfrutan, entonces, algunos sectores de la sociedad; no así los miles de personas que están desempleadas, subempleadas, tienen ingresos reducidos o padecen las limitaciones económicas y en derechos propios de la informalidad laboral.

Es muy probable que la cifra de desempleo sea un poco mayor, ya que hay un sector de la población en edad productiva que no está, debidamente, considerada en la investigación estadística, por la particularidad de ser personas con discapacidad. Se trata de un sector invisibilizado en muchos aspectos.

En sentido general, la metodología para determinar la Población Económica Activa (PEA), se hace indagando si la persona está trabajando en alguna actividad remunerada y, en caso que no lo esté, preguntando si ha realizado alguna gestión de empleo en las últimas cinco semanas. Si esa persona responde que afirmativamente, se considera que forma parte de la PEA pero está desempleada.

En caso de responder que no ha realizado gestiones de búsqueda de empleo en el lapso indicado, se coloca dentro de la Población Ecomómicamente Inactiva (PEI). Valga precisar que la PEI es el grupo de personas en edad de trabajar que no participan en el mercado laboral; es decir, que no realizan ni buscan desarrollar alguna actividad económica.

Aquí habría que considerar a las personas económicamente desalentadas o desanimadas. Y ahí, en primerísimo lugar se deben colocar a las personas con discapacidad en edad productiva, que no han realizado una gestión de empleo en las últimas cinco (o cuatro semanas, como fija el INEC), no porque no aspiren a conseguir un empleo sino porque han realizado múltiples gestiones –o conocen gestiones de otras personas con discapacidad–, con resultados reiteradamente negativos. Obviamente que tal experiencia termina por desanimarlas para seguir realizando gestiones de búsqueda de empleo. El estar chocando contra una pared que les dice que “no”, las persuade a que no realicen más gestiones.

El desempleo asociado a discapacidad tiene varias causas a considerar, siendo la principal la subvaloración y los prejuicios existentes que la mayoría de empleadores asocian con discapacidad. Los modelos prevalecientes en nuestro entorno socio-cultural tienden a subvalorar a las personas con discapacidad, en general y, más aún, cuando se trata de su independencia, su autonomía y su capacidad productiva y laboral. Otro factor que limita o impide la contratación de personas con discapacidad son las múltiples barreras de acceso físico, informativo y comunicacional, que se presentan en la gran mayoría de centros de trabajo. Dentro de esta misma barrera se puede incluir las condiciones ergonómicas inapropiadas que presentan muebles y equipos, que complican su accesibilidad para personas con discapacidad. En la suma de limitaciones se debe incluir asimismo la accesibilidad en el transporte público. En este rubro aunque podemos reconocer algunos avances, es más lo que sigue pendiente.

Hay otro valladar que también complica el acceso al empleo de las personas con discapacidad. Es la calidad de mano de obra que ofrece el sector. El limitado acceso a la educación y a la formación técnica que enfrentan las personas con discapacidad, les impide aprovechar las escasas oportunidades laborales que se han presentado en los últimos tiempos.

Se podría pensar que la otra opción laboral es a través del auto-empleo propio de pequeños emprendimientos productivos. Sin embargo, con tan escaso apoyo del Estado y con tantas obligaciones y requisitos, es una actividad casi vedada para las personas con discapacidad.

De esta manera, de ese 18, 2 % de personas con discapacidad en edad adulta dentro de la población nacional (ENADIS, 2018, INEC-CONAPDIS), un porcentaje reducido es el que tiene acceso al trabajo. Con ello, el desempleo es más la norma que la excepción.

Consecuentemente, el derecho al trabajo contemplado en la Ley 7600 (artículo 23) y en la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad (artículo 27), por ahora son más expectativa que realidad concreta, para la inmensa mayoría de las personas con discapacidad del país.

Desafortunadamente, en esta campaña electoral que ya llegó a su fin (por lo menos, en su primera ronda), la situación de discriminación y exclusión social que padecen las personas con discapacidad, no ha estado presente, en la urgencia y profundidad necesaria, ni en el diagnóstico, ni en los programas, ni en las intervenciones de los candidatos presidenciales. Y este debería ser un tema importante, tanto por el peso del sector poblacional como por el agravamiento de su situación general como consecuencia de la pandemia de la Covid-19.

En un deteriorado Estado Social de Derecho como el nuestro, las esperanzas de mejora en inclusión laboral para las personas con discapacidad están marcadas por la incertidumbre. Para revertir tal situación habrá que apostar a la movilización y la lucha de las personas con discapacidad y sus aliados, guiados por la consigna inevitable: ¡Sin acción, no hay derechos!

A ESTA HORA, OTRO PAÍS

Por Memo Acuña (escritor y sociólogo costarricense)

Costa Rica se enfrenta a su segunda disyuntiva de este siglo. Debe escoger un proyecto, seleccionar unos planos de construcción para levantar su edificio con distintos materiales, que pueden fortalecerlo o llevarlo a perder los cimientos que durante décadas se han levantado para garantizar inclusión, igualdad, oportunidades.

El primer momento clave fue en 2007 cuando hubo de dirimir también entre dos tesis que partieron en dos el mapa de las culturas políticas locales. El referéndum para decidir la aprobación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos significó no sólo un resultado, sino la escogencia de una ruta que a la vuelta de lo años ha implicado polarización, polifonía, incertidumbre. La imposibilidad de vernos y hablarnos entre diferentes: el diálogo truncado.

Son estos juegos electorales, los sextos del presente siglo. Los primeros de la era pandémica, los que inauguran una nueva posibilidad civilizatoria. Los que marcan la continuidad de las votaciones de la diáspora costarricense que algunos medios comerciales utilizan como anécdota, pero que en lo profundo implica reconocer qué hay gente que se ha ido y se ha alejado del paraíso costarricense por distintas razones.

Serán estos los primeros comicios donde la idea de franquicia ha pulverizado de una vez y para siempre el significado de los partidos políticos en su sentido amplio, como organizaciones intermediarias entre los sujetos y la sociedad.

Si bien se presentan a si mismos como la oportunidad de elegir entre 25 opciones, la cantidad no implica diversidad en un espectro ideológico que tiende a correrse en su amplia mayoría del centro a la derecha, con muy pocas, poquísimas alternativas hacia el otro lado.

Los juegos del hambre electoral no resuelven las profundas fracturas de un país sin proyecto común, sin comunidad amplia, sin ruta integradora hacia el futuro. En su lugar, la idea del consumidor político ha sustituido a la de ciudadano que elige. Por ello la “burguerización” del espectáculo electoral, la hamburguerización del debate, la sensación de superficialidad en la discusión, la confirmación de que el principal partido existente en todas las encuestas de intención de voto sigue siendo el indeciso.

A esta hora otro país espera y aguarda. Estaremos a punto de decidir o ya habremos decidido. En la novela Cruz de Olvido del escritor costarricense Carlos Cortés el personaje central comenta “En Costa Rica no pasa nada desde el Big Bang”.

En efecto, habremos de haber pasado de nuevo por una hora clave y probablemente el estupor y la cacofonía de las redes sociales disputarán para si el sentido de la discusión profunda y necesaria.

Otra vez, de nuevo, temas como la desigualdad, la pobreza, la desterritorialización de los pueblos originarios, la violencia, la fragmentación territorial, cederán a la lectura epidérmica y con ello la memoria irá de plano dando paso a la urgencia del presente.

Muchas veces hemos dicho en esta columna la necesidad de recomponernos como comunidad, ampliada e imaginada. No para homogenizarnos. Sino para salvarnos.

A esta hora, otro país que no necesariamente sea el de la bullaranga electoral, aguarda por lo segundo.