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Etiqueta: equidad

Escuela Indígena de Rey Curré será sede de la etapa circuital del FEA 2023

Por Uriel Rojas

  • Actividad artística será este jueves 17 de agosto

  • Participarán escuelas y colegios del Circuito 11

Este jueves 17 de agosto, el gimnasio multiuso de la Escuela Indígena de Rey Curré/Yímba será la sede de la Etapa Circuital del Festival Estudiantil de las Artes que promueve valores muy importantes como la solidaridad, interculturalidad, inclusividad, equidad, salud, amor, respeto, arte.

El Festival Estudiantil de las Artes es un programa nacional que busca promover espacios de participación, expresión artística y promoción de habilidades y competencias para fortalecer la identidad, convivencia y permanencia estudiantil.

El objetivo general de estos festivales es promover espacios de participación activa con un enfoque de derechos humanos, cultura de paz, e igualdad y equidad de género en donde la población estudiantil exprese sus opiniones, necesidades e inquietudes con el fin de contribuir al fortalecimiento de las habilidades y competencias inmersas en la Política Educativa Curricular vigente.

El FEA fomenta la creatividad, el talento, la reflexión, el desarrollo de habilidades y competencias desde escenarios pedagógicos diversos más allá del aula, mediante el desempeño activo en las artes escénicas, visuales, musicales y literarias enfocado al fortalecimiento de una sana convivencia y creando en el estudiantado un mayor sentido de pertenencia hacia su centro educativo.

Está abierto a la participación de personas estudiantes de todas las modalidades del sistema educativo costarricense de primera infancia, primaria y secundaria.

Para este 2023 y con el objetivo de coadyuvar a la ruta hacia el bilingüismo, estas actividades estarán de la mano con la Política Educativa de Promoción de Idiomas. Dicha política pretende fortalecer las lenguas extranjeras, autóctonas y LESCO como parte de la ruta Hacia la Costa Rica Bilingüe.

Estas actividades se deben organizar de manera presencial en todos los centros educativos del país; pero si el estudiantado así lo solicita, también se puede participar de manera virtual, combinando ambas modalidades, de manera que la persona estudiante pueda escoger cualquiera de estas opciones para exponer sus obras, dependiendo de sus posibilidades, inquietudes, necesidades, expectativas o condiciones y de las características de cada centro educativo y de su población.

Los estudiantes podrán participar según su modalidad en diferentes disciplinas, tales como las artes escénicas, artes literarias, artes musicales y en artes visuales.

A sus 46 años de su origen, los FEAs han demostrado que son espacios que colaboran en los procesos de socialización y en las relaciones interpersonales, estimula la convivencia pacífica y el trabajo en equipo con actividades atractivas; ayuda en el aumento de la autoestima de las personas estudiantes al realizar prácticas y ensayos con sus pares, además de enfrentarse al público. Todo esto genera el desarrollo de habilidades y destrezas que promueven mayor seguridad y confianza.

Para este año, los organizadores en Rey Curré han anunciado que habrá participación en baile conceptual, danza indígena, danza folklórica y danza popular.

Sus actividades iniciarán a partir de las 8am en el gimnasio de la Escuela Indígena Curré. Es gratuito y abierto al público.

Tianxia: Un concepto chino para la gobernanza global

Mauricio Ramírez Núñez
Académico

En la antigua China, el concepto de «Tianxia» (天下) desempeñaba un papel central en la concepción de la gobernanza y las relaciones internacionales. Literalmente traducido como «todo bajo el cielo», el término Tianxia representa una visión de un mundo unificado y armonioso, donde todas las naciones y culturas coexisten en equilibrio y prosperidad. La idea de Tianxia se basa en la creencia de que existe un orden cósmico en el universo y que los gobernantes tienen la responsabilidad de gobernar con sabiduría y benevolencia para mantener este orden. Según esta filosofía, el emperador chino era el gobernante supremo, a quien se le atribuía el Mandato del Cielo, y su misión era garantizar la paz y la prosperidad tanto dentro de las fronteras chinas como en las relaciones con otros estados.

Dicho concepto fue creado durante la Dinastía Zhou hace cuatro mil años, el filósofo chino Zhao Tingyang afirma que la política cuenta con dos puntos de partida para la formación de sus genes; las polis griegas que dieron lugar a la política estatal y el sistema Tianxia, que dio lugar a la idea de una política mundial. En el contexto de Tianxia, la armonía y la estabilidad se lograban a través del establecimiento de una red de relaciones mutuamente beneficiosas y respetuosas entre las naciones. En lugar de buscar la dominación o la conquista, la idea era que los gobernantes debían fomentar la cooperación, el comercio y la diplomacia para mantener el equilibrio en el mundo bajo aquella vieja enseñanza del maestro Confucio de que la virtud perdura y la fuerza es pasajera. En la práctica, esto significaba que China buscaba establecer alianzas y relaciones comerciales con estados vecinos y lejanos, basadas en principios de reciprocidad y beneficio mutuo. Los intercambios culturales, comerciales y tecnológicos eran valorados y se promovía la coexistencia pacífica de diversas culturas y sistemas políticos ya que el orden terrenal debe replicar el orden del cielo, el cual es armonioso y no excluye a nadie.

El concepto de Tianxia no se limitaba únicamente a la gobernanza china, sino que también abarcaba la interacción con los estados extranjeros. Los misioneros, diplomáticos y comerciantes chinos eran enviados a otros países como representantes de la civilización china, así como para establecer relaciones amistosas y de cooperación. Este enfoque pacífico y respetuoso hacia las relaciones internacionales se diferenciaba de la visión occidental de conquista y dominación. Desde esta perspectiva filosófica, el dominio por la fuerza de las armas y la conquista violenta no es política sino mero dominio. Para el pensamiento político tradicional chino la verdadera política es hacer de la colaboración universal y de la vida común un arte. A medida que el mundo moderno ha evolucionado y las estructuras de poder y gobernanza han cambiado, el concepto de Tianxia ha adquirido nuevas interpretaciones y significados. En el siglo XXI, algunos académicos chinos han propuesto una visión de Tianxia como un modelo de gobernanza global inclusivo, basado en la cooperación y el respeto mutuo entre las naciones.

Esta visión contemporánea de Tianxia destaca la importancia de la colaboración global para abordar los desafíos comunes, como el cambio climático, la pobreza, los conflictos y las desigualdades. En lugar de un sistema de dominación unipolar o bipolar, se aboga por una comunidad global interconectada (multipolar) donde todas las naciones tengan voz y participen en la toma de decisiones. Este enfoque de Tianxia implica una comprensión más profunda de las interdependencias y la necesidad de buscar soluciones colectivas a los problemas globales. En lugar de imponer un sistema de valores o ideologías particulares, se busca fomentar el diálogo y el entendimiento entre diferentes culturas y perspectivas para encontrar soluciones inclusivas y sostenibles.

En un mundo cada vez más interdependiente, el concepto de Tianxia nos invita a reflexionar sobre la importancia de superar las barreras y divisiones para construir una comunidad de futuro compartido, como lo ha llamado el presidente Xi Jinping. La interdependencia económica, la migración, las amenazas transnacionales y los desafíos medioambientales requieren una respuesta conjunta y coordinada. La visión de Tianxia como un modelo de gobernanza global busca promover la equidad, la justicia y la cooperación entre todas las naciones, independientemente de su tamaño o poder económico. Se trata de una forma de pensar en la que los intereses nacionales se entrelazan con los intereses globales, reconociendo que solo a través de la colaboración y el respeto mutuo podremos abordar los problemas y aprovechar las oportunidades del siglo XXI.

Además, el concepto de Tianxia también nos recuerda la importancia de la responsabilidad individual y colectiva en la construcción de un mundo mejor. Cada uno de nosotros, como ciudadanos del mundo (entendiendo este término no desde una perspectiva globalista occidental), tiene un papel que desempeñar en la promoción de la armonía, la justicia y la sostenibilidad. Desde nuestras acciones cotidianas hasta nuestro compromiso con las políticas y la participación ciudadana, podemos contribuir a la construcción de un orden mundial más justo y equitativo.

Sin embargo, también es importante reconocer que la implementación práctica de la visión de Tianxia presenta desafíos y obstáculos significativos. Las diferencias culturales, políticas y económicas pueden dificultar la construcción de consensos y la promoción de la cooperación global. Además, el equilibrio entre la soberanía nacional y la cooperación internacional plantea interrogantes sobre cómo encontrar un terreno común sin socavar la diversidad y la identidad cultural de las naciones, tal como lo hemos presenciado bajo el modelo de globalización neoliberal impuesto por occidente. A pesar de estos desafíos, el concepto de Tianxia nos invita a reflexionar sobre el tipo de mundo en el que queremos vivir y el papel que desempeñamos en su construcción. Promover un enfoque de gobernanza global inclusivo y basado en la cooperación y el respeto mutuo es fundamental para abordar los desafíos globales y crear un futuro sostenible.

En última instancia, el concepto de Tianxia nos recuerda que estamos interconectados y que nuestras acciones individuales y colectivas tienen un impacto en el mundo en el que vivimos. Al adoptar una visión más amplia y abrazar los valores de equidad, justicia y respeto mutuo, podemos trabajar juntos para construir un orden mundial más armonioso y próspero, donde todas las naciones y culturas puedan coexistir en paz y colaboración.

50 años de la Universidad Nacional de Costa Rica – UNA

¡Costa Rica confía en la U pública!

Las becas de la Universidad Nacional impulsan el desarrollo en equidad de la educación superior de Costa Rica. Varios egresados de la Universidad Nacional cuentan con su testimonio la importancia de las becas en la U pública, esto les permite desarrollarse como seres humanos y como profesionales. 

Las becas de la U pública dan acceso a una educación superior de alta calidad, cubren el costo de los créditos por materia de cada estudiante y también, aspectos económicos como la alimentación, el transporte y la vivienda. 

Para ver los testimonios ingrese al siguiente link:

Mesa de Diálogo Social y Productiva fija posición sobre proyecto de ley de jornadas flexibles

Comunicado

Posición política de la Mesa de Diálogo Social y Productiva por una Costa Rica Próspera, Inclusiva y Solidaria sobre expediente No. 21.182 proyecto de ley jornadas flexibles.

Las organizaciones sociales y productivas que participan de este espacio de diálogo nacional como mecanismo de encuentro ante la distancia acrecentada entre los poderes de la república, los sectores sociales y productivos, organizaciones diversas y de carácter asociativo como las organizaciones comunales, solidaristas, sindicalistas, cooperativistas, colegios profesionales, organizaciones de la Asamblea de Trabajadores y Trabajadoras del Banco Popular y de Desarrollo Comunal, así como otras de instancia institucional como las universidades públicas desde las federaciones estudiantiles, pero además, otras de carácter autónomo y coyuntural que en los últimos meses han sido fuertemente afectadas por el abandono estatal, tales como las organizaciones del sector agrario y agroindustrial, otros también de carácter cooperativa y privado con algunas cámaras empresariales en estrecha vinculación.

La mesa desde su conformación en el 2020, en el contexto de la crisis sanitaria, han posicionado una agenda amplia de grandes ejes y temas alrededor de una ruta por la defensa del Estado Social y Derecho, que aporte en la reconstrucción económica que nuestro país necesita con equidad y justicia social ante la desigualdad y pérdida de oportunidades de bienestar social y económico que ha devenido del Estado Social de Derecho, pero que se encuentra en amenaza ante la insistencia de una reconfiguración de sociedad en detrimento de la calidad de vida.

Por esto, la posición la mesa, respetando las propias organizaciones quienes tienen sus propios criterios y matices en autonomía de a sus procesos y realidades- concluye en un rotundo NO a cualquier proyecto de ley que ponga en riesgo la seguridad social y las garantías laborales, irrenunciables, que hemos alcanzado y heredado desde los acuerdos y convenios internacionales con la OIT, entre ellos: C029 – Convenio sobre el trabajo forzoso, C087 – Convenio sobre la libertad sindical y la protección del derecho de sindicación, C081 – Convenio sobre la inspección del trabajo, C144 – Convenio sobre la consulta tripartita (normas internacionales del trabajo) C001 – Convenio sobre las horas de trabajo (industria), C014 – Convenio sobre el descanso semanal (industria), C089 – Convenio (revisado) sobre el trabajo nocturno (mujeres), (núm. 89), C095 – Convenio sobre la protección del salario, C102 – Convenio sobre la seguridad social (norma mínima), C189 – Convenio sobre las trabajadoras y los trabajadores domésticos, C001 – Convenio sobre las horas de trabajo (industria), entre otros muy importantes.

Asimismo, nuestro NO, se fundamenta en la preocupación que ante la búsqueda de sectores empresariales y productivos por el no pago de horas extras, se pretenda legitimar desde la legislación, promoviendo la precarización laboral causando un serio detrimento, que nuestra propia constitución política nos garantiza en el Capítulo V DERECHOS Y GARANTIAS SOCIALES, específicamente en su artículo 58, que lo establece de la siguiente forma:

“La jornada ordinaria de trabajo diurno no podrá exceder de ocho horas diarias y cuarenta y ocho horas a la semana. La jornada ordinaria de trabajo nocturno no podrá exceder de seis horas diarias y treinta y seis a la semana. El trabajo en horas extraordinarias deberá ser remunerado con un cincuenta por ciento más de lo sueldos o salarios estipulados. Sin embargo, estas disposiciones no se aplicarán en los casos de excepción muy calificados, que determine la ley”.

Sabemos la realidad en la que se encuentra el país, y lamentamos mucho que se pretenda una regresión de garantías sociales, y no se busquen alternativas progresistas para la reactivación económica y refrendar los derechos laborales adquiridos, donde el futuro del trabajo se encuentra a las disposiciones de los avances tecnológicos, automatización de los trabajos mecánicos, la importancia de los trabajos de cuido, asumidos en su mayoría por mujeres, la erradicación del tráfico y trata de personas para actividades en esclavitud.

Consecuentemente nos alarma asumidos en su mayoría por mujeres, la erradicación del tráfico y trata de personas para actividades en esclavitud. Consecuentemente nos alarma alerta que de esta propuesta de jornadas flexibles quienes serían la población mayormente afectada sean: mujeres, personas jóvenes, adultas mayores y personas en condiciones especiales pues son quienes enfrentan los peores efectos de la crisis del trabajo en nuestro país por el escaso acceso a un trabajo digno, engrosando cerrilmente índices de desigualdad, no garantizando la propuesta lo contrario.

Aspiramos a estar mejor cada día, y utilizamos como ejemplo países como Suecia, entre otros, donde ante esta evolución del trabajo en un mundo que migra a la automatización, en lo contrapuesto han adoptado experimentado con jornadas laborales de 6 horas diarias, con la oportunidad de tener su salario completo pese a la reducción del tiempo laborado, lo que ha generado mayor productividad, personas trabajadoras alegres y eficientes.

Los beneficios de mantener una jornada laboral más corta se evidencian en el aumento del tiempo de ocio y de compartir con seres queridos, en un aumento de la salud, productividad, reducción de índices de ausentismo y rotación de personal, mejor actitud y mayor motivación en el trabajo.

No obstante, si la insistencia de las mayorías parlamentarias, el oficialismo y ejecutivo es proceder con una ruta en retroceso de las garantías laborales, recomendamos que este proyecto solo sea aplicable a aquellas empresas como zonas francas, quienes ya tienen implementadas modalidades de horario similares, que los derechos laborales de estas personas, puedan garantizar como mínimo a partir de convenciones colectivas, la inspección laboral-ocupacional, redes de cuido, y el pago de horas extra.

No obstante, y frente a la insistencia de mayorías parlamentarias, del oficialismo y el ejecutivo en proceder con una ruta en retroceso de las garantías laborales, recomendamos que dicha ley sea acotada únicamente a zonas francas, en el entendido de que para aquellas empresas de zonas francas que ya de manera de hecho mantienen jornadas mayores a las 8 horas, incluyendo horas extras.

Por lo que existe la necesidad, de que esta ley pueda delimitar puntualmente las actividades en zonas francas, a su vez dotar de seguridad jurídica tanto al empleador como a las personas trabajadoras, garantizando los derechos laborales de estas personas, puedan a partir de los procesos de negociación vigentes como las convenciones colectivas, la incorporación de los criterios de inspección laboral-ocupacional, redes de cuido y pago de horas extra, como mínimo para salvaguardar la seguridad social de todas las personas trabajadoras, sobre todo en el sector privado.

Finalmente recomendamos que las vías para el fortalecimiento de la construcción de proyectos de ley de esta índole debe pasar por la consulta amplia de sectores sociales y productivos determinados en el tema, vías que conocemos como ejercicios de diálogos multisectoriales, que al más alto nivel permiten construir consensos país, sin importar las diferencias de sectores que puedan existir alrededor del tema, sabemos que la política de realidades es una democracia que se construye en las diversidades y disidencias.

‘’La mesa de diálogo social y productiva aboga una Costa Rica próspera, inclusiva y solidaria considera, no solo la libertad de prensa afecta nuestra estabilidad democrática en el país, propiciar la regresión en la seguridad social y los derechos humanos y laborales adquiridos y alcanzados de las personas es la mayor amenaza a la democracia en Costa Rica, nunca vista”.

 

Imagen ilustrativa. ONU.

Voz experta: Construir sistemas de salud más equitativos, sostenibles y resilientes

Dra. Ingrid Gómez Duarte, docente e Investigadora en la Escuela de Salud Pública.

El reto mundial en materia de salud pública

Del 3 al 7 de abril se conmemora la semana mundial de la salud pública, por lo que la Federación Mundial de Asociaciones de Salud Pública (WFPHA por sus siglas en inglés) que reúne a instituciones, comunidades y actores de todo el mundo para reconocer las contribuciones de la salud pública globalmente. Este 2023 el lema de la semana es “Construir sistemas de salud más equitativos, sostenibles y resilientes”; y tiene como objetivo generar una discusión respecto de las mejores prácticas y el desarrollo de acciones que permitan reducir las brechas para la prevención de enfermedades, así como la promoción de la salud y el bienestar.

La Universidad de Costa Rica (UCR) a través del proyecto “La Red de las Américas para la Equidad en Salud (RAES)” se une a esta discusión como plataforma multidisciplinaria que reúne a expertos de la región de las Américas de diversas áreas de investigación, enseñanza y acción social con la misión de promover el intercambio de información, conocimientos y colaboración en el análisis, diseño, implementación, monitoreo y evaluación de políticas, programas y servicios para la equidad en salud desde la perspectiva de los derechos humanos y el bienestar en las Américas.

Con el lema “Construir sistemas de salud más equitativos, sostenibles y resilientes”, cobra mayor relevancia el accionar de la RAES que apunta hacia la equidad en salud por medio de vinculaciones locales, regionales y globales que permitan pasar de la teoría a la práctica, tomando en consideración abordajes tradicionales y la búsqueda de nuevos mecanismos que promuevan la participación de diferentes actores sociales.

Con el afrontamiento de la pandemia por COVID-19, se han tenido importantes lecciones y aprendizajes a nivel comunitario, local, regional y global sobre el funcionamiento de los servicios de salud, donde se reconoce la Atención Primaria en Salud como una de las estrategias esenciales para garantizar la equidad sanitaria y la resiliencia de los sistemas de servicios de salud.

La comprensión y acción conjunta entre distintos actores, grupos, sectores y poblaciones por la Equidad en la salud pública son esenciales para abordar los retos persistentes para la justicia sociosanitaria de la región. Identificar sus aportes, replantear los indicadores con que se mide, incorporarla como principio que permea la política pública y hacerla una prioridad ante el contexto pandémico y de recuperación postpandemia son tareas necesarias.

La equidad en salud como eje

Desde la RAES, la equidad sanitaria es un concepto dinámico que implica el desarrollo de acciones concretas para incidir en las desigualdades sociales en salud. En los procesos de construcción de salud de las personas, grupos y poblaciones se ven implicados e interactúan múltiples factores relacionados con su contexto y condiciones de vida, las cuales se requieren estudiar y analizar desde un enfoque sistémico que permita entender la complejidad de los elementos involucrados, las sinergias, interacciones e intersecciones y cómo influyen en la situación de salud.

Este enfoque requiere el estudio de las dimensiones sociales, biológicas, culturales, políticas, económicas, laborales y ocupacionales, de género, de acceso a servicios básicos y servicios de salud, atención primaria y otros que expliquen por qué una población puede tener mejor o peor salud que otra. Esto permite visualizar las desigualdades sociales en salud de las poblaciones, que tienen un origen socialmente construido y una estructura anclada en las condiciones de vida y los modos de reproducción de la sociedad, determinados histórica, social y culturalmente.

La comprensión de las desigualdades sociales en salud es fundamental, pero no suficiente, pues se requiere actuar de manera contundente y reducir estas brechas. Es necesario involucrar a los diferentes actores que intervienen, se requiere implementar estrategias que involucren a la comunidad como actores clave, integrando su cultura, creencias y valores. Desde la voz de las personas se puede entender mejor por qué se generan estos resultados en salud, pues son quienes viven las injusticias de forma recurrente.

El involucramiento de la sociedad civil es clave para lograr acciones en equidad que reduzcan las brechas y desigualdades sociales en salud, para ello es importante que diferentes actores participen a diferentes niveles para generar mecanismos de acción que involucren a la comunidad desde el diseño de las iniciativas.

Equidad en la salud pública

La equidad es fundamental en cualquier iniciativa de salud pública, ignorar el rol de las desigualdades sociales en salud es construir una política que puede tener un menor impacto y eficacia. Para abordar las desigualdades en salud, es necesario generar evidencia científica y comunicarla de manera comprensible a los diferentes actores sociales, involucrando a personas tomadoras de decisiones para el desarrollo y generación de políticas públicas que se construyan para y desde el abordaje los determinantes sociales de la salud.

Esto implica procesos de investigación, información, sensibilización, educación, difusión y divulgación que permitan compartir los resultados de manera coherente y que propicien políticas públicas en consonancia con la evidencia de cada contexto.

La promoción de la equidad en las iniciativas de salud pública es un proceso complejo que demanda la participación de diversos actores e implica la interacción de diferentes componentes a lo largo del tiempo. Por lo que requiere un enfoque sistémico que contemple las distintas etapas del proceso y que permita la evaluación continua para una mejora constante en función del contexto sociohistórico.

Indicadores para la Equidad en Salud

Tradicionalmente los indicadores utilizados para monitorear y evaluar la equidad en salud se han centrado en mediciones de clase social, etnia, género, ingresos, ocupación y otros. Sin embargo, es necesario complementar con otras perspectivas y otros métodos que permitan profundizar en las causas subyacentes de estas desigualdades y así explicar por qué se generan estas diferencias y cómo afectan a la salud de los grupos poblacionales.

En este sentido, las aproximaciones cualitativas son fundamentales y complementarias a los métodos estadísticos para explicar las desigualdades sociales en salud y llevar a cabo evaluaciones y monitoreos efectivos, por lo que es necesario apropiarse de otras metodologías que amplíen la mirada en la generación de indicadores y tomen en cuenta las voces de las personas involucradas en la situación de salud para comprender mejor la dimensión compleja de estas desigualdades y plantear acciones para su modificación.

La Equidad en Salud implica un marco teórico-conceptual, y también aplicaciones prácticas en diferentes territorios. Debe ser un enfoque prioritario y transversal en las políticas públicas, programas o proyectos que buscan mejorar la salud de las poblaciones.

La falta de este enfoque genera abordajes con una limitada capacidad de generar cambios en la salud de las poblaciones, por lo que es fundamental que la comprensión de la equidad en salud como marco de referencia teórico y práctico, se difunda en los contextos locales y se promueva una apropiación para generar acciones que contribuyan tanto en el contexto de la pandemia como de postpandemia.

Retos para la Equidad en Salud

Incorporar un enfoque teórico-práctico de equidad en salud, que atienda a las implicaciones en la política pública de salud, son retos complejos que requieren diferentes momentos de desarrollo.

es prioritario el desarrollo de iniciativas de investigación científica que busquen evidenciar de manera rigurosa las condiciones de vida que están generando situaciones de salud adversas en las poblaciones. Este proceso implica la participación e integración de personas expertas desde la ciencia, rectoría y prestación de servicios de salud, gobiernos locales, entidades de la sociedad civil y otros actores públicos y privados que intervienen en el abordaje de los procesos de salud y condiciones de vida de las poblaciones.

Además del sector de profesionales de la salud con formación en áreas como salud pública, promoción de la salud, epidemiología y otras disciplinas, es esencial involucrar a la comunidad y a áreas de conocimiento fuera del ámbito de la salud, ampliando hacia enfoques integrales, integrados, intersectoriales e interseccionales.

Es fundamental comprender que la salud de las poblaciones se construye socialmente y se explica a partir de las condiciones de vida. Si se logra desarrollar una masa crítica de profesionales y personas que integren este enfoque, se tendría un componente esencial para mejorar la salud y bienestar de personas, comunidades y grupos concretos en contextos locales, donde su participación es una condición determinante.

Por su parte, una vez identificadas y explicadas las situaciones de salud de los grupos y poblaciones, la comunicación en salud debe ser planificada, articulada y adaptada según grupo para evitar una desconexión entre los resultados obtenidos, la información difundida y la acción requerida sobre las desigualdades sociales evidenciadas.

Esto requiere una base sólida de comunicación con procesos multinivel y multidimensionales, que van desde la gestión y coordinación de la comunicación, la comunicación interna, externa y corporativa. Estos serán insumos clave que debidamente articulados permitirán a tomadores de decisiones y actores clave, incluyendo a la sociedad civil, profesionales de la salud, grupos académicos y la comunidad general; comunicarse y comprender los resultados obtenidos y visualizar su propio accionar, coordinado, integrado y transformador. La comunicación efectiva es esencial para facilitar el entendimiento entre los actores clave y garantizar que la información sea referente en la toma de decisiones y la implementación de acciones para mejorar la salud desde la lente de la equidad.

Para avanzar en este sentido, se requiere la implementación de acciones concretas que aborden las condiciones de vida que generan desigualdades, el diseño de políticas públicas, programas o proyectos, así como el monitoreo y seguimiento de los resultados a medio y largo plazo. Asimismo, es crucial que, tras la implementación, se evalúen los resultados para verificar si las acciones implementadas están reduciendo las brechas de desigualdad social en salud en el corto plazo y modificando las causas estructurales en el largo plazo.

Aportes de la RAES para la equidad en salud

La RAES como grupo entusiasta y creativo con amplia formación y experiencia nutre sustantivamente en materia de equidad en salud pública a Costa Rica y la región de las Américas. La tarea de integrar a personas de diferentes contextos y experiencias en equidad en salud ha permitido generar evidencia y metodologías que hacen que tenga un valor esencial en la región.

La consolidación de la Secretaría Técnica de la RAES desde el Centro de Investigación en Cuidados de Enfermería y Salud de la Universidad de Costa Rica, posiciona esta universidad y otras entidades que forman parte del Consejo Directivo a lo largo de la Región de las Américas, como líderes en temas de equidad en salud, nutriéndose continuamente desde áreas como la salud pública, promoción de la salud, epidemiología, enfermería, ciencias sociales y otras disciplinas que permiten la generación de conocimiento y seguimiento de las acciones.

En el presente y en la fase post-pandemia, es importante que la RAES como ente de referencia analice la evidencia generada en torno al abordaje de la crisis sanitaria por COVID-19, no solo desde el ámbito de salud, sino también en otros como la economía, educación, trabajo y turismo, entre otros. El análisis crítico facilita información valiosa y evidencia científica que permita una transformación de los sistemas de salud, educación y trabajo para una mejor articulación de actores clave.

En Costa Rica, la fuerte articulación institucional en etapas tempranas de la pandemia fue un gran mérito en su abordaje, aunque surgen retos en la necesidad de integrar a profesionales y comunidades más allá de las instituciones. Pensar prospectivamente y entender la salud como una construcción social, influenciada por distintos factores y las condiciones de vida de las personas, son avances importantes hacia una visión sistémica para lograr la equidad en salud más allá de los sistemas y servicios de salud, considerando el involucramiento de diferentes actores que inciden en la salud.

Desde mi visión como médica, salubrista y epidemióloga, contribuyo a la RAES con la investigación científica, rigurosa y un análisis crítico acerca de las causas de las causas que nos permiten comprender las desigualdades sociales de salud, así como la construcción de acciones que promueven la equidad, a partir de un marco de derechos humanos y un enfoque sistémico en salud en la región de las Américas.

 

Dra. Ingrid Gómez Duarte
Docente e Investigadora en la Escuela de Salud Pública, e Investigadora en el Centro de investigación en Cuidados de Enfermería y Salud (CICES) desde la Red de las Américas para la Equidad en Salud (RAES).

Hay que volver a encender los motores de la educación del siglo XXI

Alberto Salom Echeverría

Introducción.

Los costarricenses nos hemos ufanado, desde finales del siglo XIX por ser un país próspero, por haber contado con un sistema educativo que ha contribuido a apuntalar el desarrollo socio económico en diferentes períodos. La declaratoria de la gratuidad de la enseñanza primaria, se produjo durante la administración de Jesús Jiménez, 1869. A su vez, la primera institución pública de secundaria se fundó en Cartago, en el año 1842, durante el mandato del Dr. Francisco Morazán (sin embargo, bajo la Orden de los Jesuitas el colegio funcionó desde 1748); el primer Liceo de Niñas se crea en la administración del Dr. José María Castro Madriz, decreto N.14 del 19 de mayo de 1847. Con posterioridad, a finales de esa misma centuria, se crearon otros colegios públicos, como el Liceo de Costa Rica, fundado en la administración de Bernardo Soto Alfaro y siendo secretario del ramo de educación don Mauro Fernández Acuña, en 1887; apenas un año después, es decir, en 1888, se funda el Colegio Superior de Señoritas en la misma administración. Este sistema ha sido un pilar para crear bases importantes que, han dado sustento a la democracia. Quizás hemos sido demasiado jactanciosos, porque ni el desarrollo socio económico ha sido siempre tan frondoso, ni el sistema democrático tan sólido, justiciero y equitativo como lo hemos pregonado. Pero, todas estas instituciones educativas resultaron emblemáticas, esencialmente porque abrieron camino.

Lo que sí es cierto es que, Costa Rica le tomó la delantera a los países centroamericanos y a la mayoría de los latinoamericanos, principalmente a partir de la segunda mitad de la centuria pasada, en cuanto a la extensión del sistema educativo y la alfabetización de nuestra población. Según datos del 2017, la tasa de alfabetización llegó al 96.1% de la población mayor de 15 años. No obstante, en adelante veremos que, ya no podemos seguir alardeando con ello, ni nos podemos contentar con darle una mirada superficial al sistema educativo, puesto que sometido a un análisis más riguroso e integral, como los que se han efectuado recientemente, por el Estado de la Nación y la misma evaluación efectuada por la OCDE en el 2017 que, aunque adolece esta última, de sesgos ideológicos que no puedo compartir, hizo acopio de una gran cantidad de datos que muestran el rezago que el país ha experimentado en materia educativa, denominado “apagón educativo”.

A pesar del descontento que ha emergido en la población en general, respecto al estado de la educación, todo indica que los motores y el impulso que se le dio a la educación en el pasado reciente se ha detenido, los motores se apagaron y nos vemos sumidos en un desconcierto en cuanto al rumbo que debemos imprimirle al sistema educativo, para salir del atascadero. Hay datos extremadamente preocupantes de este gobierno en particular, que revelan falta de acometividad, desorientación y ausencia general de criterio acerca de cómo consolidar un sistema educativo, que funcione entrelazado, o sea de manera armónica y eficaz. Adelanto únicamente un dato que da muestras palmarias de lo expresado: dice el académico de la UNA, Pablo Chaverri Chaves que el gobierno actual hace una exposición en la que “habla de mejorar las ayudas y que van a universalizar comedores y dar dos tiempos de comida, pero -aquí viene lo central- la Contraloría acaba de reportar que el gobierno está aplicando la reducción más grande al presupuesto educativo de los últimos nueve años. -Remata diciendo- Programas como becas, transportes y transferencias a centros educativos están en grave peligro, en perjuicio -obviamente agrego- de miles de estudiantes. -Termina inquiriendo- ¿Cómo, por tanto, lo van a hacer?” Me referiré a esto en breve. (Cfr. Chaverri Chaves, Pablo. “¿Hay Ruta en Educación?” Periódico La Nación, página quince. 19.03.23)

No existe una política pública clara, que le confiera a la educación la prioridad que es requerida para que sea el ariete que necesitamos a fin de dar aliento a un desarrollo sostenible, con equidad y justicia social.

Declarar la educación como prioridad y crear un verdadero eficiente y eficaz sistema educativo.

Algunos gobiernos, el actual bajo la conducción de Rodrigo Chaves como el que más, se han dado a la tarea de supeditar cualquier objetivo de política pública, si es que lo tienen, a que le cierren los números en la propuesta presupuestaria entre las entradas y las salidas. O sea, cero aumento del déficit fiscal. Me apresuro a señalar que es evidente que debe haber una conjugación entre los objetivos de la política y el estado de las finanzas públicas, especialmente cuando estamos en períodos de crisis, como es el caso. Se impone una gran disciplina fiscal, lo que significa control del gasto público y obligación de prestar más atención a las prioridades gubernamentales. Pero esto es una cosa, y otra muy distinta es lo que está haciendo el actual gobierno, a saber, no solo no asignar recursos frescos a educación para atender sus necesidades urgentes, sino, como quedó dicho, “…aplicar la reducción más más grande al presupuesto educativo de los últimos nueve años.” Según datos de la Contraloría General de la República. (citado por Chaverri). Aquí solo caben dos posibilidades, o el gobierno de Chaves aplicó aumento al presupuesto cero, generalizado a la totalidad de los ministerios y en algunos casos hasta reducciones, o la educación no está dentro de las prioridades de la actual administración. Cualquiera de las dos opciones es grave para el país.

Si lo cierto es lo primero (ofrezco disculpas por ignorar el dato), la administración Chaves está aplicando una política super restrictiva de las finanzas públicas, contrapuesta a cualquier objetivo de desarrollo. Hasta donde he investigado, no existe en el mundo un país desde la crisis de 1929 hasta el presente que, ante una crisis contractiva de la economía, haya deprimido todas las variables de esta (lo que equivale a aumento cero en los ministerios), y, aun así haya salido indemne en las tareas del desarrollo. Se produce todo lo contrario, los países que han adoptado esa política neoconservadora se han estancado o han retrocedido gravemente, habiendo debido pagar un precio muy alto en lo social. Si lo ocurrido es la segunda opción, el poder ejecutivo se está contradiciendo con sus propuestas de campaña, y estaría incurriendo en un gran engaño a la ciudadanía y al mismo tiempo, ha incurrido en un grave error estratégico, trasladando la educación a un segundo o tercer plano. En tal caso, el “apagón educativo”, se prolongará indefinidamente.

Al país le urge, ante el caos prevaleciente en el sistema educativo, una declaratoria de política pública para la educación, que la haga prioritaria; se debe instalar un fuerte control del poder legislativo sobre el ejecutivo, a fin de que respete sus propias prioridades establecidas en el programa de gobierno y además ejecute las inversiones que se establezcan en el presupuesto, con extrema eficiencia, eficacia y rindiendo cuentas al centavo.

Por otra parte, hay que crear, porque en la vida real no existe, un verdadero sistema educativo nacional, desde la etapa preescolar, pasando por la primaria y la secundaria, hasta la universitaria. El sistema existe, pero en el papel. Se habla de cuatro sectores, preescolar, educación básica, educación diversificada y la enseñanza superior o universitaria. Si tal es el sistema, para comenzar, está desintegrado. Con lo anterior quiero decir que, se trata de cuatro sectores cada uno de ellos con sus propios problemas y necesidades insatisfechas; o sea, constituyen un bloque inorgánico por partes desiguales, inconexas entre sí; inclusive las primeras tres, por más que existe un ente rector como es el ministerio de educación, no se mantiene una conectividad que le de sentido a cada sector en función de la totalidad. Por otra parte, en la educación nacional hoy, ante la aparición de la revolución científico-tecnológica, se convierte en un tema imprescindible contar con la educación universitaria pública, cuyos componentes las universidades, sí han logrado crear su propio sistema en CONARE y son las que están preparadas para brindar un aporte de calidad, en asesoría al resto de las instituciones educativas de los niveles anteriores. Se plantea que este aporte de los universitarios repercuta tanto en los constante cambios que se producen en los conocimientos, merced a la revolución científico-tecnológica, como en apoyo pedagógico a los docentes. El aporte a los docentes debe ser constante, por la incesante transformación del conocimiento en todos los campos del saber. Dicho aporte, a pesar de que las universidades están dispuestas a darlo y hay constancia de ello en proyectos particulares, carece de la debida planificación y organicidad.

En la organicidad de este sistema de educación nacional, la autonomía universitaria no solo no es un impedimento, sino que, la independencia que ello supone en el acceso al saber científico por parte de los profesores universitarios, constituye más bien un requisito para la calidad. Por ende, debe concebirse como un sistema que respeta la autonomía de las universidades, así como también la relativa independencia de las partes para que cada una cumpla con su misión en inextricable interrelación con el resto del conjunto. Hay más. El sistema debe contar también, como muy bien lo acaba de sugerir en un interesante artículo el catedrático universitario Juan Carlos Mora Montero, con otros espacios familiares, y otros entes de la sociedad civil como son los colegios profesionales, las organizaciones sociales y comunales. Y -agrego yo- organizaciones gremiales de empresarios, de cooperativistas, asociaciones solidaristas y sindicatos, todos ellos especialmente del sector de la educación. (Cfr. Mora Montero, Juan Carlos. “¿Por qué fallan los intentos por mejorar la educación”? Periódico La Nación, página quince, 23/03/2023.)

Se trataría entonces de un sistema complejo, no por eso ineficiente e ineficaz como es ahora, sino ágil y flexible en el que las interacciones no se den exclusivamente por la vía institucional. Una de las premisas del sistema consiste en que, para alentar una educación moderna, eficiente y eficaz, que haga frente a los problemas que hoy acogotan a la educación en sus diferentes partes y en sus ligámenes, debe existir participación, en lugar de que las soluciones vengan únicamente de ‘arriba para abajo’. Otra de las premisas es que el sistema en su conjunto y cada parte deberán estar sometidos a evaluación constante, exhaustiva para que pueda haber mejora. También debe haber rendición de cuentas ante los organismos de evaluación, ante los destinatarios de los servicios de la educación y para con los organismos legales institucionales y constitucionales que corresponda a cada sector.

Algunos de los problemas centrales con los que habrá que lidiar.

Hay problemas persistentes en la educación, mientras otros forman parte de ciertas coyunturas, económicas, políticas o sociales. No me referiré de nuevo a la ausencia real de un sistema de educación, ni tampoco a la falta de conectividad de que adolece toda la institucionalidad educativa; ya quedó expresado supra.

Entre los más persistentes citamos los siguientes:

La desigualdad social y la pobreza que padece la sociedad costarricense repercute de manera consistente, profunda y sistemática en la institucionalidad educativa. No haré en esta ocasión un examen minucioso de ello, porque los datos están contenidos de una manera profusa tanto en el informe estadístico de la PEN, CONARE, “Estado de la Nación” 2016, como por el Centro de Datos del Instituto para Estadística de la UNESCO, así como por varios documentos de la OCDE, entre ellos “Panorama Económica de Latino América” (sic), (2015), “Educación de un Vistazo” (2016), “Excelencia y Equidad en Educación”, PISA, Editores OCDE (2016); entre otros. Pero sí es preciso señalar que, uno de los sectores que de acuerdo con los aportes más recientes sobre educación deben alcanzar solidez, es aquél en el que Costa Rica tiene más debilidades, como es la educación preescolar. Es allí, en la pura “puerta de entrada” del sistema como la denomino, donde menos acceso tienen los estudiantes de escasos recursos económicos. Por lo consiguiente, ya entra a la educación general básica con serias desventajas respecto del resto de los educandos.

Únicamente, muestra el informe de la OCDE (2016), el 63% de los niños asisten a dos años de preescolar y menos del 10% de los menores de 4 años se benefician de los servicios de atención. También se reconoce en dicho informe una deficiencia para inculcar habilidades cognitivas, críticas, emocionales y sociales; por lo que se acentúan las desventajas de los niños menos favorecidos.

En el caso de la educación general básica, el 33% de los estudiantes, al concluir carecen de habilidades centrales y el 30 % ya ha desertado. En la educación diversificada, alrededor del 51% de los estudiantes que se encontraban en el 2011 entre los 25 y 34 años, no había siquiera llegado a la educación diversificada. Esto implica, que esos jóvenes deberán intentar insertarse en un mercado laboral cada vez más competitivo con graves rezagos. Por lo tanto, el sistema puede describirse como un embudo, que se va haciendo cada vez más angosto conforme se va ascendiendo en cada nivel escolar. En las universidades públicas, aunque los sistemas de becas han mejorado sustancialmente, abriendo oportunidades claras para los más pobres, los jóvenes que provienen de los hogares más pobres, ya se habían desmontado del sistema educativo desde antes. Si lo vemos por zonas rural-urbanas, la desigualdad se nos presenta magnificada. A corto plazo, las oportunidades para jóvenes de más escasos recursos económicos, sociales y culturales se tornan desalentadoras.

Otro de los problemas serios con el que habrá de vérselas el sistema, es el del trabajo infantil, concatenado con el anterior. Los estudiantes se ven obligados o son conminados por sus padres a abandonar la escuela o el colegio, para integrarse a algún trabajo. Hasta el momento no ha habido forma de contrarrestar esa circunstancia de muchos en la niñez o adolescencia. El resultado para el sistema educativo es el de una deserción temprana de estudiantes.

Por otra parte, muchos padres de familia tienen muy poco que ver con sus hijos ya sea en la escuela, en la secundaria y aún en la universidad. Algunos porque sus escasos recursos cognitivos y culturales los inhabilitan para involucrarse con sus hijos, otros por su ingente dedicación a sus responsabilidades laborales, o bien, sobre todo en el caso de las mujeres, por su ocupación en las domésticas, o en ambas.

Una enorme cantidad de estudiantes confronta serios problemas de rendimiento académico, y es una de las razones, junto a los apremios económicos que inducen la deserción escolar. En muchos otros casos los mismos docentes son los que experimentan una desactualización y rezagos en sus habilidades y conocimientos, para lo que existe insuficiente atención. Está flaqueando el sistema de educación permanente.

No obstante, los esfuerzos de las universidades en la concreción de nuevas carreras, todavía tenemos una propuesta educativa limitada, especialmente en lo que se denominan las carreras STEM (Ciencias, Tecnologías, Ingenierías y Matemáticas por sus siglas en inglés). En este aspecto he advertido que no se debe caer en la trampa de bifurcar la oferta académica entre las carreras STEM y las que pertenecen al campo de la educación, las ciencias sociales, las letras y las artes, porque he expresado que lo primero que requerimos es la formación de profesionales conscientes, humanistas, solidarios, dotados de excelente preparación científica, artística o técnica; pero no compro la moneda de que nuestro sistema educativo se deslice a la formación de “técnicos o tecnólogos” en cualquier campo que sea, con prescindencia de una sólida formación en el humanismo.

Las bases y objetivos de un sistema educativo integral.

Considero que debe haber ciertas bases, propósitos y valores que deben estar presentes transversalmente, a lo largo de todo el camino de la educación ciudadana, pero es menester comenzar desde la fase preescolar:

1. Una educación para formar una ciudadanía consciente de sus responsabilidades consigo mismo y con todos los seres humanos, sin distingos de clase social, de ciudadanía, de sexo y género; con respeto irrestricto a las personas independientemente de la etnia a la que pertenezcan, independiente también de sus creencias religiosas o políticas, así como de su orientación sexual.

2. Una educación que mantenga la perspectiva de una formación integral e integradora, multi, inter y transdisciplinaria particularmente en la formación universitaria; que inculque el amor por la naturaleza, puesto que somos hijos de ella y no sus dueños, como antes se creía. El ser humano debe ser educado para defender la naturaleza, lo que significa defender la vida de todo el reino animal y vegetal.

3. La educación debe tener como eje la estricta igualdad de la dignidad entre la mujer y el hombre, y entre los géneros; las actitudes discriminatorias y violentas no deben tener lugar en la especie humana. Hay que educar para una vida consciente, un ser humano justo y solidario, que ame la libertad propia en correspondencia con la de los demás.

4. La educación debe fomentar los valores humanistas e igualmente el amor por el conocimiento científico, lo mismo que por la cultura universal, el arte, la música, la filosofía, el deporte.

5. Una educación que vele concienzudamente por la formación teniendo en cuenta las necesidades especiales de todas las personas y abra oportunidades para todas ellas, haciendo las adecuaciones curriculares que sean necesarias.

6. Una educación para la formación de seres humanos amantes de la paz y la civilidad.

7. Una educación para una convivencia civilizada, respetuosa del otro y de la otra.

 

Compartido con SURCOS por el autor.

Día Mundial del Síndrome de Down

José Luis Pacheco Murillo

Cada 21 de marzo se celebra el Día Mundial del Síndrome de Down, cuyo principal objetivo es crear conciencia dentro de la sociedad acerca del valor que tienen estas personas, a pesar de su discapacidad.

Además, se pretende reivindicar sus aportaciones a la sociedad, derechos e independencia para la toma de sus propias decisiones y crecimiento personal.

El Día Mundial del Síndrome de Down se celebra desde el 21 de marzo de 2012, por un decreto establecido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

La elección de la fecha de esta efeméride es debido al proceso de división genético denominado Trisomía 21. El día 21 del mes 3 del año se usa para simbolizar esa trisomía.

El Síndrome de Down, no es una enfermedad, como la mayoría de las personas creen. Se trata de una condición o trastorno cromosómico que ocurre cuando aparece una alteración o material genético extra en el cromosoma 21, generando discapacidad intelectual. Sin embargo, muchas personas que tienen esta condición pueden desarrollar una inteligencia poco común en y para ciertas actividades, también pueden poseer grandes destrezas ya sea para el arte, la música y el deporte.

Las personas con Síndrome de Down deben gozar de los mismos beneficios y privilegios que la mayoría de las personas en la sociedad actual. Su derecho a la igualdad, oportunidad, y felicidad plena, son inalienables.

Para la Organización de las Naciones Unidas, el Día Mundial del Síndrome de Down forma parte de la Agenda 2030, como parte del plan de acción sostenible para proteger a estas personas contra cualquier tipo de abuso, atropello o discriminación.

En la celebración de esta efeméride anualmente se selecciona un tema central. Para el año 2023, el lema del Día Mundial del Síndrome de Down es «Con nosotros, no por nosotros».

Se trata de un enfoque de la discapacidad basado en los derechos humanos y no en la caridad, como tradicionalmente ha venido siendo.

Dios quiera que nuestra sociedad muestre la solidaridad y especialmente el respeto a los derechos de las personas con síndrome de Down.

Homenaje al Padre Fernando Cardenal Martínez

Hace 7 años, el 20 de febrero del 2016 partió la presencia física de Fernando Cardenal S.J., un hombre que regaló y entregó su vida a la comunidad, un poeta, cristiano y socialista nicaragüense, que dedicó su vida a la liberación de las personas y al desarrollo humano integral, y según Óscar Jara Holliday, “una de las personas más íntegras y coherentes que he conocido”. 

La familia y amigos del Padre Fernando Cardenal realizaron un homenaje para honrar su vida. En este se menciona aspectos de la vida y camino del Padre; algunos de sus principios e ideas son la ayuda social y la liberación de los pobres, como sacerdote nunca dudó en entrar a la vida política, guiado por las exigencias y problemáticas nicaragüenses. Sus deseos eran cambiar su país, que existiera equidad y justicia para todos. Enseñar y que todos los pobres tuvieran acceso a la educación y erradicar el analfabetismo especialmente en aquellos con recursos más bajos. La vida para él consistía en el servicio, y el servicio para él era alegría. 

Como parte de sus acciones en 1976 compareció sorpresivamente en el Comité de Relaciones Hemisféricas del Congreso de los Estados Unidos, en el que formuló detalladamente una denuncia sobre las violaciones a los derechos humanos, en que dijo “vengo a hablar en nombre de los campesinos de nuestro país, trabajadores pobres y marginados, yo quiero ser aquí la voz de los que no tienen voz”. Se sentía más realizado como sacerdote enseñando a leer a su pueblo, algunas de ellas mediante “Cruzadas Nacionales de Alfabetización, héroes y mártires por la liberación de Nicaragua”. En 1984 fue expulsado de la Compañía de Jesús por su participación como Ministro de Estado nicaragüense, en 1990 entró nuevamente en la Compañía de Jesús, en la que profesó sus votos. 

Compartimos el video con el homenaje completo:

Necesitamos más transparencia y más equidad en la toma de decisiones

José Luis Pacheco Murillo

El ambiente en el que nos encontramos es muy propicio para ocultar muchas situaciones que nos afectan y de las cuales no nos damos cuenta en virtud de que ese ambiente nos absorbe y dejamos de lado muchas cosas importantes. Y lo peor es que se unió el ambiente navideño con la euforia por el campeonato mundial.

Desgraciadamente por la falta de educación, por la falta de conciencia y de responsabilidad, la mayoría de la gente no se preocupan por lo que es importante y se deja envolver por cosas intrascendentes, por cosas que brillan o que tienen una cobertura periodística masiva.

Es muy normal que estos ambientes de excitaciones populares sean aprovechados por quienes deben de tomar decisiones políticas y que las toman aprovechando ese adormecimiento que logran las actividades. Ha sido normal que aumenten las tarifas de electricidad, o que aumente la gasolina o que se tomen acciones que al final afectará a la ciudadanía y en particular a los más vulnerables.

Esas acciones de quienes toman esas decisiones han sido por lo general ligadas a actos de corrupción, pues se aprovechan de una amnesia temporal para lograr sus propósitos, pero también hay que entender que la ciudadanía, que confía en quienes tienen el poder al fin y al cabo se ve traicionada por esos que deben tomar las decisiones.

Dios quiera que haya más transparencia y más equidad en la toma de decisiones, pero especialmente que no se actúe en forma traicionera para con el pueblo y que no se aprovechen de su descuido en virtud del ambiente temporal.

Feliz navidad.

Día Internacional de la Solidaridad Humana

José Luis Pacheco Murillo

El 20 de diciembre se celebra el Día Internacional de la Solidaridad Humana, con la finalidad de promover la solidaridad como valor universal fundamental para la cooperación y el bienestar de los pueblos.

Teniendo en cuenta que la solidaridad es considerada uno de los valores fundamentales en las relaciones internacionales en el contexto de la globalización para la construcción de una sociedad más equitativa, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró en el año 2005 la creación de esta efeméride.

La palabra solidaridad proviene del latín «solidus» que significa «solidario». Es definida como un valor humano, sustentado en el apoyo a una causa o interés ajeno de manera voluntaria, imparcial y desinteresada, especialmente en situaciones de la vida cotidiana o de gran magnitud, como desastres naturales, guerras, movimientos de refugiados.

En resumen, la solidaridad consiste en ayudar a otros que lo necesitan, sin esperar nada a cambio. La única retribución de la solidaridad es sumar pequeños gestos para lograr grandes cambios en la humanidad.

El mundo está urgido de solidaridad. Por lo general este tiempo cercano a la navidad es propicio para hacer manifestaciones de solidaridad especialmente con niños y adultos mayores. Se preparan muchas actividades para regalar cosas materiales lo que está bien, sin embargo, esa actitud y esa muestra de solidaridad debería de ser permanente y hacer mayores esfuerzos para erradicar la pobreza y las injusticias en nuestra sociedad.

La solidaridad humana debe estar presente también con los que padecen enfermedades, especialmente ahora con lo referente al COVID-19.

Dios quiera que nos mostremos solidarios con los que lo necesitan, especialmente los más cercanos. No dejemos de mostrar esa solidaridad para con quienes lo necesitan y recordar que al final mostrar solidaridad es mostrar amor.