Vladimir de la Cruz
(Intervención de Vladimir de la Cruz, el 3 de octubre del 2024, en el marco de la Semana Morista Costarricense, realizada en la Benemérita Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano)
Nos ocupa el tema de la abolición de la Esclavitud en Centroamérica, en el contexto de la Semana Morista. Se ha abordado el tema, esta semana, desde distintas perspectivas, la esclavitud doméstica en el Cartago colonial, las características entre el mestizaje y la esclavitud, mañana sobre el reintento de William Walker del establecimiento de la esclavitud de Centroamérica, cuando en ejercicio del breve período presidencial en Nicaragua, allí la había establecido, y la quería imponer en toda la región.
Haré algunas reflexiones sobre la esclavitud en la región y su abolición.
La esclavitud no es solo el sometimiento de una persona como propiedad respecto a un trabajo que debe realizar para quien lo somete a esa labor. La esclavitud pasa por la posesión de la persona privándola de su condición humana de ser libre para, bajo ese estado de privación, se pueda someter la persona a todo tipo de vejaciones, a ser trasladado de un lugar a otro, sin poder decidir; a ser llevado a otros lugares a realizar tareas o trabajos en condición forzada, ya desarraigado de su territorio original o sometido en ese mismo territorio, a ese tipo de vejámenes, sin ejercicio de libertades y derechos, ni reconocimientos salariales o de pago por el trabajo realizado; “pagado” a la mínima, con el alimento suficiente para mantenerse en el trabajo al que se le somete, con la vestimenta mínima necesaria y sin las condiciones de habitación básicas y elementales, y hasta el extremo de disponer de la vida de la persona sometida a la condición de esclavitud.
Bajo estas condiciones se oprimía, sometía, personas, hombres y mujeres, jóvenes preferiblemente, incluso niños y ancianos, que eran despojados del control de sus propias vidas, sin libertad de poder tomar decisiones por sí mismos, en condición real de cautiverio, donde su vida dependía de quien, ante esa persona en condición de “esclavitud”, se imponía como amo.
Estas personas capturadas en esta condición podían ser transadas, compradas y vendidas como cualquier tipo de mercancía. Podían ser llevadas a cualquier condición de trabajo físico por extremo que fuera.
Las condiciones de la esclavitud surgieron de las mismas guerras de los pueblos, donde al pueblo perdedor se le podía tomar y someter en condición de esclavos; por la expansión territorial de los Estados que iban avasallando regiones y sometiéndolas a la esclavitud, cuando no encontraban otros Estados dominantes sobre esas regiones y personas o pueblos.
La condición de esclavos se heredaba por el nacimiento, de quien tenía esa condición. En el desarrollo de la vida moderno adquirió otras formas. Se llegó a establecer, cuando se establecían pagos, el esclavismo por deudas, o el endeudamiento del trabajo por deudas. Esto era muy usual en el trabajo agrícola de haciendas, hasta la primera mitad del siglo XX, en el sur de México, en El Salvador y Guatemala, de la que existe documentación, donde incluso el peonaje endeudado con su patrono o dueño de la Hacienda, el hacendado, continuaba endeudándose empeñando el trabajo futuro de su hijo mayor, aunque fuera niño, de manera que a la muerte del padre, o antes si fuera necesario, el niño o joven asumía con su trabajo el pago de la deuda de su padre o progenitor, que había adquirido
En las sociedades antiguas existía justificadamente la esclavitud, en lo que no me detendré, manteniéndose como sistema y como modo de vida hasta la propia Edad Media, y el inicio de los tiempos modernos en algunas regiones. Egipto, Grecia, Roma fueron sociedades esclavistas clásicas. En la Biblia se llega a justificar la esclavitud, probablemente por el tiempo histórico en que se desarrolla este documento religioso.
Por las guerras se podían tomar esclavos. Hoy las guerras imponen formas esclavistas más modernas, sutiles, y justificadas bajo los dominios territoriales de quienes ganan en esos conflictos bélicos. La esclavitud fue social y económica, principalmente, al punto de que sociedades la llegaron a regularizar y reglamentar hasta en el procedimiento de la liberación de esclavos.
Las guerras de conquista justificaron la esclavitud. La expansión de los estados medievales se podía hacer hasta el encuentro de otro estado existente, de manera que las tierras, con sus recursos naturales y humanos, que se encontraban en ese proceso de expansión podían ser tomadas y sometidas totalmente, si no pertenecían a esos otros Estados o reinos.
En el negocio y el comercio, de los siglos XV al XVI, de Europa hacia la China y la India, en búsqueda y consolidación de las rutas comerciales, y la necesidad del control que se llevó sobre ellas, con guerras, obligó a España, y luego a Europa, a buscar otras rutas para dirigirse a Oriente.
Así se dieron las rutas marítimas, conociendo en esa época la redondez de La Tierra, y habiéndose desarrollado instrumentos que aplicados a la navegación permitían hacer grandes travesías y cruzar los océanos, como la brújula, el sextante y el astrolabio, que permitían orientarse teniendo en cuenta los astros.
Cristóbal Colón, y los grandes navegantes que le siguieron fueron precursores de estos viajes, con estos instrumentos. Por eso, al llegar a América, lanzado al mar por la ruta occidental por él trazada, pensando que iba a llegar a la India, llamó a las tierras para él “descubiertas, Indias Occidentales”, que eran tierras desconocidas en Europa y no posesionadas por ningún reino europeo de aquellos años. El desarrollo temprano del capitalismo en esos años se caracterizaba pen el poderío de los Estados, por sus riqueza metálicas, en oro y plata, y por la posesión de tierras, lo que empezó a impulsar los sistemas colonialistas.
Así, en las prácticas políticas existentes en aquellos años, las tierras que no eran dominadas por otros reinos europeos podían ser adquiridas, mediante el sometimiento de ellas, por la conquista de las mismas.
En esta época, en que el poderío de las naciones se medía por las riquezas metálicas que se poseyeran o por la cantidad de tierras que se tuvieren, un rey español, Felipe II, llegó a afirmar que en sus tierras, en sus confines, los lugares más remotos del mundo, nunca se ocultaba el sol, porque eran muy amplios y extensos
Así se inició la presencia española, que es la que nos interesa hoy, en América. Los españoles encontraron un continente ampliamente poblado. Se estima, en las tesis que sostienen la mayor población del continente, que pudo haber tenido entre 90 y 100 millones de habitantes a la llegada de los europeos. La población de Centroamérica se calcula entre 5 y 7 millones máximo y la de Costa Rica entre medio millón y un millón de habitantes. En 1800, en nuestro caso teníamos alrededor de 30.000; en los días de las Cortes de Cádiz se tuvo que unir la población de Costa Rica y Nicaragua para elegir los diputados. En los días de la lucha contra los filibusteros norteamericanos, en 1856-1857, rondábamos los 100.000 habitantes y en el censo de 1890 se dice que había 340.000 personas en Costa Rica. El proceso histórico, como lo conocemos hoy, es decrecimiento poblacional. En aquellos años de la presencia europea en el continente, lejos de hacer crecer la población existente, se produjo una catástrofe demográfica, resultado de una serie de factores, la guerra de conquista y la resistencia a la misma, las pestes y enfermedades que trajeron los españoles y europeos, el desplazamiento forzado de indígenas que se hacía a las minas de Sur América, la inhibición de las mujeres a quedar embarazadas o la interrupción de embarazos que realizaban por los vejámenes sufridos, y otras razones similares, que resultaba del modelo de violencia impuesto por España y los europeos.
España, así inició con su llegada un modelo de violencia de sometimiento de todas las tierras, con sus riquezas naturales y seres humanos, que se caracterizó por la apropiación que hicieron de los territorios, por la expropiación forzada que hicieron de esas tierras, por la apropiación que hicieron del trabajo de los indígenas y aborígenes, que dejaron de trabajar para ellos, para empezar a trabajar para otros, para los conquistadores y colonizadores, por la imposición de autoridades que hicieron los españoles y europeos resultante de su poder, acabando con las autoridades aborígenes, imponiendo su legislación que les justificaba lo que hacían y obligaba a los sometidos a acatar esa dominación, imponiendo sus valores religiosos, como una justificación moral de la conquista y el sometimiento, ofreciendo con ella la salvación a la vida eterna a condición de la aceptación de la dominación impuesta, una forma de esclavitud.
La llegada de los españoles y europeos produjo el recorrido del territorio americano descubriendo su magnitud, lo que los llevó a dividirlo en regiones para su mejor sometimiento y control. Así surgieron los Virreinatos, como el virreinato de Nueva España o de México, el primero de ellos en establecerse.
A medida que penetraban los territorios virreinales, empezaron a fragmentarlos, para su mejor dominio de tierras, riquezas naturales y de la población. Así desarrollaron las diferentes divisiones territoriales al interior de los virreinatos, capitanías generales, intendencias, gobernaciones, alcaldías mayores o corregimientos, las reales audiencias, cabildos y otras formas institucionales de manifestarse esta división territorial y de imposición de autoridades sobre esos territorios. La Capitanía General de Guatemala, en un momento llegó a tener cuatro Intendencias, una Gobernación, la de Costa Rica, ocho Alcaldías Mayores y dos Corregimientos.
De esa manera también reprodujeron sus mecanismos de poder y autoridades a cargo.
La dominación española sometió bajo opresión a las comunidades indígenas, a los habitantes, haciéndoles carecer de derechos y libertades fundamentales. Empezó, tempranamente en el reino español a distinguirse entre vasallos, siervos y esclavos. Los reyes preferían el sistema del vasallaje y la servidumbre, por la forma de súbditos, que el de la esclavitud, como se expresó en leyes que fueron dictando.
La guerra de resistencia a la dominación y las pestes ocasionadas con la presencia española provocaron una catástrofe demográfica en todo el continente. Esto obligó a España a traer mano de obra esclava africana, más fresca para los trabajos en América, en condición de esclavos. Así se empezaron introducir esclavos africanos en el continente. La esclavitud impuesta en América por los españoles encontró eco en algunas regiones donde las comunidades indígenas practicaban la esclavitud, entre ellos los arahuacos, caribes, waraos. Se dio lo que se ha llamado la esclavitud mexica, donde los esclavos podían ser vendidos sin su consentimiento, exceptuando los llamados incorregibles, que los obligaban a portar un collar de madera colgado con anillas en la espalda, o los que podían caer en condición de esclavitud por sentencia, como pago de un delito, los que debían deudas, los que se vendían a sí mismos como esclavos hasta pagarle a su comprador lo que había pagado por su venta.
La Esclavitud en el Virreinato de Nueva España se caracterizó por la importación de esclavos de África, por considerarlos más aptos para los climas del continente. En Costa Rica fueron introducidos en 1650, en condición de esclavos, hasta 1780, cuando se impuso en la región de Matina la esclavitud para quienes traídos de África trabajaban en la explotación del cacao. Españoles establecidos en Cartago, desde donde administraban esas plantaciones, trajeron esclavos a Cartago a sus servicios domésticos.
Las Leyes de Burgos, en 1512 prohibieron la esclavitud de los indígenas, leyes que usualmente no las acataban los españoles.
Desde 1517 el Rey Carlos V estableció la autorización para que sus súbditos en América pudieran usar esclavos, lo que dio origen al negocio de esclavos hacia el continente. Desde la llegada misma de los españoles al continente ya traían esclavos con ellos.
La condición de esclavitud que se fue imponiendo sobre las comunidades indígenas, en ocasiones los frailes dominicos las señalaron y denunciaron, oponiéndose al trato injusto e ilegal que se hacía con ellos.
Las Leyes Nuevas españolas, en 1542, prohibieron definitivamente la esclavitud de las poblaciones indígenas, con la sanción de la pena de muerte para quien no las cumpliera. El título completo de las llamadas Leyes nuevas era “Las Leyes y ordenanzas nuevamente hechas por su Majestad para la gobernación de las Indias y buen tratamiento y conservación de los Indios”, en el cual se establecía, desde el título mismo, la disposición al buen tratamiento y conservación de los indios.
A las Leyes de Burgos se las han considerado precursoras de la protección de las comunidades, de los territorios conquistados por España, en el derecho internacional.
Estas Leyes Nuevas, decretadas por Carlos I de España, el 20 de noviembre de 1542, pretendían mejorar las condiciones de los indígenas señalando que ninguno podía ser sometido a esclavitud ni por guerra, ni por rebeldía, ni por rescate u otra manera, extinguiendo de esa forma el sistema de Encomiendas y el de Repartimientos, que se dieron distintas partes de América y en Costa Rica.
Las encomiendas tenían tres propósitos, respetar la condición de vasallo del rey de España. El vasallo no tenía la condición de esclavo. Evangelizar al indígena y hacer productivas las tierras colonizadas con el sometimiento del trabajo de los indios.
En las Leyes Nuevas, del 20 de noviembre de 1542 entre sus principales disposiciones se señalaba:
-Cuidar la conservación, gobierno y buen trato de los indios.
-reorganizar y asegurar el buen funcionamiento del Consejo de Indias, el gobierno indiano y las reales audiencias.
-Que los oficiales reales, desde el virrey hacia abajo, no tuvieran derecho a la encomienda de indios, lo mismo que se les impedía a las órdenes religiosas, bajo la modalidad de las Misiones, hospitales, obras comunales o cofradías.
-Que no hubiera causa ni motivo alguno para hacer esclavos, ni por guerra, ni por rebeldía, ni por rescate, ni de otra manera alguna.
-Que los esclavos indios existentes fueran puestos en libertad, si no se mostraba el pleno derecho a mantenerlos en ese estado.
-Que se acabara la mala costumbre de hacer que los indios sirvieran de cargadores sin su propia voluntad y con la debida retribución.
-Que los indios no fueran llevados a regiones remotas con el pretexto de la pesca de perlas, como se hizo en algunas regiones del Caribe.
-Que las encomiendas dadas a los primeros conquistadores cesaran totalmente a la muerte de ellos y los indios fueran puestos bajo la Real Corona, sin que nadie pudiera heredar su tenencia y dominio; y que se recompensara a los primeros conquistadores y colonos con corregimientos y otras mercedes.
-Que para hacer descubrimientos mediara previa licencia, y los descubridores cumplieran con las leyes reales sobre el tratamiento de los indios.
Al considerar al indígena vasallo bajo protección del rey se le dio los mismos derechos que el resto de los súbditos de la monarquía, regulándose la Servidumbre, como sistema, así como darles potestad de poseer tierras, tributar, participar en las decisiones de gobierno, en las que se consideran cuestiones comunales, y se dio autorización para ejercer ciertos cargos públicos.
Los encomenderos antes de la Leyes de Burgos tenían mucho poder. Esto hizo que en México fueran impugnadas por el Ayuntamiento de la Ciudad de México, del Virrey Antonio de Mendoza y por el mismo Obispo, Fray Juan de Zumárraga,
Bartolomé de las Casas y Francisco de Vitoria, frailes dominicos, hicieron denuncias importantes sobre los abusos a los indígenas. Las leyes de Burgos abolieron la esclavitud, lo que era válido para todo el Virreinato, aunque no se cumpliera.
A partir de 1542 los nuevos virreyes que llegaban a América eran instruidos para cumplir las Leyes de Burgos, así el virrey de Nueva
España, Luis Velasco y Ruis de Alarcón liberó, 15.000 indígenas
El Papa Urbano VIII, en su Bula del 22 de abril de 1639, prohibió la esclavitud en los territorios de España y Portugal en América.
El Rey Felipe IV distinguió entre la comunidad aborigen de América y las personas traídas de África, manteniendo la prohibición de la esclavitud sobre los indígenas, pero permitiendo la esclavitud sobre los africanos.
En México los esclavos que lograban escapar de su condición fueron llamados Cimarrones y se refugiaron en las zonas montañosas de Córdoba, Orizaba y Xalapa, en el actual Estado de Veracruz, lo que dio lugar a la fundación en 1630, de un pueblo, del sitio San Lorenzo de los Negros, en la región de Córdoba, considerados libres desde entonces, 191 años antes de la Independencia.
En México los colonos españoles fueron autorizados a adquirir esclavos como se hacía en las Antillas. Se adquirían por la guerra de sometimiento y por el rescate de los reducidos a servidumbre por los propios indios. Los esclavos podían ser marcados con hierros en la cara o en el cuerpo.
La escasez de la mano de obra que empezaban a tener los españoles, por la catástrofe demográfica que se dio, facilitó el comercio de esclavos por parte de los portugueses, ingleses, franceses. Desde 1540 hasta 1800 los ingleses movilizaron 2.651.970 esclavos, los portugueses al Brasil llevaron 1.062.179, los holandeses movilizaron casi medio millón. África era la región abastecedora de esclavos.
En Nueva España los esclavos fueron empleados en trabajos pesados y agrícolas.
La inquisición fue un mecanismo que usaron los esclavos para enfrentar a sus amos denunciándolos de alguna de las faltas que el Alto Tribunal perseguía y castigaba.
La esclavitud en España fue natural en los diferentes reinos que estableció durante la Edad Media y la Edad Moderna, que se proyectó a las colonias españolas, especialmente por el tráfico de esclavos africanos que existía.
Los corsarios fueron los grandes comerciantes de esclavos africanos hacia la América hispana, incluidas la traída de mujeres para el trabajo doméstico.
Por el Tratado de Utrech, de 1713, entre Inglaterra y España se estableció para Inglaterra el derecho exclusivo de venta de esclavos en las llamadas Indias Españolas, para proporcionar esclavos africanos a los colonias de las américas españolas.
Hubo algunas formas para salir de la esclavitud que funcionaron en Nueva España. Los esclavos podían comprar su libertad por préstamos que podían hacer, por la liberación que sus amos les realizaban antes de su muerte, por escapar de sus amos y trabajos y refugiarse en zonas difíciles de persecución. Algunos de estos refugios dieron origen también a los palenques, que eran los sitios donde se reunían estos esclavos liberados.
En el Virreinato de México, en el ideario de los próceres de la Independencia de México, como el que hiciera el padre Miguel Hidalgo y Costilla, el 19 de octubre de 1810, en Valladolid, hoy Morelia, diciendo que la esclavitud fuera abolida. Le siguieron Ignacio López Rayón, con igual pronunciamiento el 24 de octubre de 1810 en Tlalpujagua, José María Morelos, con el Bando de Aguacatillo, del 17 de noviembre de 1810, y otro pronunciamiento del padre Hidalgo, en Guadalajara, el 29 de noviembre de 1810.
El 6 de diciembre de 1810 el Padre Hidalgo publicó su Decreto contra la esclavitud, las gabelas y el papel sellado. Cuando el padre Hidalgo falleció Ignacio López Rayón, en 1812, en el documento “Elementos Constitucionales” y José María Morelos en “Los Sentimientos de la Nación”, de setiembre de 1813, ratificaron sus posiciones de abolición a la esclavitud.
En 1817 Inglaterra, al firmar algunos tratados internacionales, abolió el comercio de esclavos, que se siguió realizando, ya no hacia las colonias hispanas, sino hacia los Estados sureños de los Estados Unidos. Con la Guerra de Secesión se abolió la esclavitud, resultante del modelo de desarrollo capitalista que se estaba dando, donde el industrialismo de los Estados norteños necesitaba mano de obra libre y asalariada, enfrentando a los Estados del sur, basados en una economía agrícola con mano de obra esclava.
Entre 1600 y 1800, el 36% de comercio de esclavos lo realizó el imperio británico, y el 30% lo hizo Francia.
En el siglo XVIII en España se constituyó la Compañía Gaditana de Negros, que era la encargada de dedicarse al tráfico de esclavos africanos.
En la Centroamérica hispana, se han estudiado, previo a los movimientos de independencia, movimientos antiesclavistas en distintas localidades de Panamá, Honduras, Guatemala, El Salvador, sin éxito ellos, pero sentando las bases de la lucha por la abolición de la esclavitud
Con la ocupación francesa de España, se convocaron las Cortes Españolas en Cádiz, a la que asistió el diputado costarricense Florencio del Castillo, quien se distinguió en ellas planteando la abolición de la esclavitud.
Cuando México se independizó, Guadalupe Victoria y Vicente Guerrero, como presidentes, ratificaron la abolición de la esclavitud con decretos presidenciales el 16 de setiembre de 1825 y de 15 de setiembre de 1829, cuatro años después de que el 28 de setiembre de 1821 México proclamara su Independencia, lo que evidencia que todavía existía la esclavitud, a favor de “las castas” para que se las reconociera de ciudadanía española.
En la Declaración de Independencia de Guatemala, del 15 de setiembre de 1821, al comunicar esa Declaración a los pueblos de las Provincias para que procedieran a elegir diputados o representantes, para reunirse en Guatemala, en Congreso, y decidir definitivamente como comunidad centroamericana, lo resuelto, se invita, en su Artículo Cuarto, para que se elijan diputados “sin excluir de la ciudadanía a los originarios de África”.
De esta manera, el pronunciamiento de Guatemala abolió la esclavitud, el vasallaje y la servidumbre y estableció la ciudadanía para todos los habitantes de Guatemala y, por extensión, a todos los habitantes de las Provincias que habían constituido la Capitanía General de Guatemala, el Reino de Guatemala o las Diputaciones surgidas de la Constitución de 1812.
Declarar la ciudadanía en ese momento le dio a los “originarios de África”, que no tenían derechos, una igualdad jurídica respeto al resto de la población y les dio a la vez el derecho de electores, de elegir y de poder ser electos a las diputaciones que se estaban convocando.
Hay que reconocer que esta Declaración de Independencia, del 15 de setiembre de 1821, es la primera manifestación de abolición de la esclavitud en Centroamérica. En ninguna de las Actas de las restantes Provincias centroamericanas se tomó o incluyó un artículo o un acuerdo similar.
Al desarrollarse los movimientos de Independencia se crearon las condiciones finales para la abolición de la esclavitud en América, precedidas por las medidas que se venían tomando, especialmente desde el mismo sistema español, con sus pronunciamientos que impuso un sistema de vasallaje sobre el sistema esclavista de trabajo.
Después de la Declaración de Independencia de Guatemala, del 15 de setiembre de 1821, fue hasta el 17 de abril de 1824, resultado del Congreso, que en ese momento se había reunido, con los delegados o Representantes de las antiguas Provincias, cuando en la Constitución Federal de Centro América se estableció la abolición de la esclavitud, que abarcó a todos los territorios de la Federación, a Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica.
El pronunciamiento del Congreso de 1824 fue contundente: “Artículo 13. Todo hombre es libre en la República. No puede ser esclavo el que se acoja a sus leyes, ni ciudadano el que trafique en esclavos.”
Igualmente se suprimió, por acuerdo del Poder Ejecutivo de las Provincias Unidas de Centro de América los tratamientos de Majestad, Alteza, Excelencia, Señoría y todos los que se hubieran usado hasta ese momento, incluso la distinción de “don”, términos o conceptos que debían ser sustituidos por “ciudadanos”, aunque eso no se expresó en el documento, pero es lo que procedía. La partícula de “Don”, porque era la forma como se dirigían a los “De Origen Noble, lo que luego se recogió en las letras D.O.N, y finalmente le eliminaron los puntos para quedar en “Don”. El Señor y el Don implicaban una condición de dominador sobre vasallos y siervos, de modo que con la abolición de la esclavitud se fue también el reconocimiento del Don y el Señor como representantes de opresores sobre ciudadanos, condición de hombres libres, con derechos y libertades, originaba el régimen republicano que surgía con la Independencia.
Hay que recordar que desde la llegada de los españoles al continente se habían abierto las puertas para el comercio y la llegada de esclavos africanos.
Al continente se estima que pudieron haber llegado más de 12 millones de esclavos durante la dominación europea. Regiones como la de Centro América fue sitio de llegada y también de paso de esclavos hacia el sur del continente.
La Independencia de las colonias inglesas en Estados Unidos, en 1776, involucró a esclavos que al participar en esa lucha adquirían su condición de hombres libres.
De la Revolución Francesa, de 1789 devino la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, de 1789, y la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana, de 1793, con la condición de ciudadano y ciudadana, que se exaltaba y reconocía al hombre libre, con derechos y libertades.
La independencia de Haití, en 1804, la colonia francesa negra del Caribe influyó en todos estos procesos independentistas y abolicionistas.
Formalmente en toda España la esclavitud se abolió en 1837 y se ratificó en 1886, cuando se prohibió el tráfico de esclavos. Quedaron fuera de esta prohibición Puerto Rico y Cuba, que lograron abolir la esclavitud en 1873 y 1886, respectivamente.
Es a partir de la Independencia que se empiezan a desarrollar las libertades y derechos individuales.