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Etiqueta: España

Apuntes de un parcial irrescatable – España 7 / Coaching 0

Josué Arévalo Villalobos.

Josué Arévalo Vilallobos

Para mi curso de Psicología General asigné a los estudiantes un texto muy interesante de Renata Salecl, titulado La tiranía de la Elección (2021, Editorial Godot). Entre muchas cosas la autora analiza el papel del Coaching en nuestra sociedad. Para ella, la autoayuda (que es una farsa en tanto siempre hay un otro que «ayuda») invita a pensar que cada uno es el amo de su destino, y que basta con tener pensamiento positivo (o tonterías del tipo «los astros deben alinearse) para que nos vaya bien. Pero ya hemos visto cómo la autoayuda no funciona y lejos de estar mejor cada vez vivimos con más ansiedad y somos más infelices. Esta lógica de la autoayuda, abrió la puerta para que aparecieran figuras como los coachs, que básicamente son motivadores e intentan dar una respuesta a las angustias de la vida contemporánea, la angustia y las crisis existenciales vendrían a ser pérdidas del autocontrol, la autoconfianza o del poder de voluntad. Poco importa qué es lo que verdaderamente angustia, porque lo que importa es que cambiemos nuestra actitud, nuestra conducta, es que nos insertemos de nuevo en el rol de producción y consumo, que seamos seres iluminados pero partes funcionales dentro del capitalismo. Dirá Salecl: «Como una nueva forma de control social, el coaching insta a los individuos a regularse a sí mismos, a adaptarse contantemente a los cambios en el entorno social. Aquel que sea capaz de lograr el pleno autocontrol y la completa determinación sobre sus deseos podrá alcanzar su potencial y materializar sus objetivos». El coach nos enseñará que la vida puede dominarse y que podemos entonces ser libres, pero con la ironía de que implica el sometimiento al coach. Esto tiene además el pequeño problema de que obvia que no tenemos control de muchas cosas, obvia toda la estructura social, la desigualdad, la injusticia. O sea, obvia condiciones objetivas que hace que la vida esté fuera de nuestro control, o sea que crea una operación mental que supone que tenemos elección. Con el pequeño el problema de que el mundo sigue ahí ajeno a nuestra voluntad, y que por más motivados que estemos, esas condiciones objetivas, esa inseguridad no desaparecerá, aunque nos sintamos muy seguros para enfrentar las adversidades.

Dicho lo anterior vayamos al objeto de este apunte: la catastrófica, vergonzosa, humillante, y el largo etcetera que quieran agregar, derrota de Costa Rica ante España. Recordemos que la selección de Costa Rica se clasificó al infame mundial de Qatar jugando muy mal (a nada en realidad) en el último momento siendo ampliamente superados por Nueva Zelanda. En estos días vi las declaraciones de jugadores y cuerpo técnico diciendo que llegan para ser campeones mundiales. Eso solo puede ser obra del coaching, de una operación mental que obvia toda la realidad, y que instaló en la mente de jugadores y cuerpo técnico la negación de la realidad. Pero el problema es que a pesar de la voluntad, del esfuerzo, la realidad sigue ahí, y España es un equipo de alto nivel, y como tal, nos metió siete goles. El coaching es esa operación engañosa de la ilusión de la elección contra toda la evidencia. No se puede elegir que le ganaremos a España (contra toda la evidencia que nos brinda la realidad) solo porque decidimos que así sería, porque estamos muy motivados, a lo sumo podríamos hacer un buen partido, y no fue el caso. Para que eso ocurriera se tenían que combinar varios factores, como sí ocurrió en Brasil, donde hubo un trabajo psicológico, pero había un técnico que tuvo la oportunidad construir un equipo.

Ahora bien, el asunto (todavía más grave) no es solo que los jugadores y cuerpo técnico se la hayan creído, es que mucha gente se la creyó. El lunes anterior oí a un par de conocidos con los que mejegueo todas las semanas, haciendo un cesudo y optimista (podría que hasta nacionalista o fanático) análisis de porqué Costa Rica tenía opciones de ganarle a España (sí ganarle a España, y hasta de clasificar). No importan sus razones, eran todas absurdas, propias de fanáticos que mejenguean en una cancha de mierda los lunes por la noche. Pero digamos, en su defensa, que la gente tiene derecho a ilusionarse (claro, proporcional es el enojo frente a la cruda realidad). El caso es que esta operación de coaching funcionó a nivel colectivo apoyada por la prensa (que no cuestiona críticamente nada), el gobierno (que instrumentaliza el fútbol) y el comercio (que vende). Funcionó obviando toda la evidencia: que este equipo es un desastre desde hace tiempo. Que la federación de fútbol está compuesta por una manada de incompetentes fanáticos y mercaderes que les importa únicamente el dinero. Que la prensa deportiva nacional da vergüenza y que cada día se parece más a la prensa de la farándula (si es que a eso se le puede llamar prensa).

Los que hace unos meses eran ídolos por clasificar, siguen ahí, ya no como ídolos, si no como simples mortales que jugaron un partido horroroso en el no metieron el pie duro, porque para eso no da la voluntad ni la motivación del coach. No se puede aspirar (ya no a ser campeones mundiales) si no a hacer un papel decoroso, después de tanta improvisación, de tantas decisiones malas. Luego del mundial de Brasil pareciera que no aprendimos nada. Porque después de Pinto qué vino: Wanchope, Matosas, Oscar Ramírez, Ronald González. Hemos perdido ocho años con técnicos mediocres, que juegan a destruir y defender (el machillo), o que del todo no estaban preparados para entrenar ni a la selección de Samoa Americana. Suárez, ciertamente se equivocó en este partido, pero el desastre se venía gestando desde antes, cada quien debería asumir su responsabilidad (obvio eso no va a pasar), y nosotros tener la cabeza fría y pensar, que todo lo que se ha hecho nos condujo al ridículo de este primer partido de Qatar.

Tiremos a la basura el coaching, que no sirve para un carajo, hay que ponerse serios, y con las herramientas que tenemos empezar a construir lo que sí podemos construir, lo que sí podemos controlar, eso es lo que nos hace mejorar. Pero para eso se necesita hacer todo un trabajo de análisis profundo, de transformación profunda, hay que planificar, hay que tomar decisiones, y eso no se hace con un par de meses con un charlatán motivador. Por algo el coaching ni siquiera es psicología.

 

Publicado en http://josuearevalov.blogspot.com/compartido con SURCOS por el autor.

Gabe Abrahams y su caminata de 1.000 millas por Aragón 2018 (Sariñena-Zaragoza)

Gabe Abrahams

En 2018, caminé 1.000 millas por Aragón. Para completar las 1.000 millas, recorrí en cinco ocasiones un circuito de 320 km que iba de Monzón a Zaragoza y de Zaragoza a Monzón. En mi anterior artículo, siguiendo el recorrido de Monzón a Zaragoza, describí los lugares que más me impactaron de Monzón a Sariñera. Ahora, escribiré sobre los lugares que me causaron mayor impresión de Sariñena a Zaragoza. En el anterior artículo, quedamos citados en un pueblo de colonos, San Juan del Flumen.

De los pueblos de colonos al desierto

Tras dejar atrás Sariñena, la capital de la comarca de los Monegros, el circuito de la caminata pasaba primero por San Juan del Flumen y, después, por La Cartuja de Monegros, dos pueblos de colonos pertenecientes administrativamente a Sariñena.

Al igual que en Sariñena, en la zona de los dos pueblos de colonos, padecí un tiempo variado, encontrando sol, lluvia, niebla e, incluso, algo de viento.

Los pueblos de colonos, creados entre 1950 y 1970 por el régimen franquista, tienen una arquitectura urbana y unas construcciones muy características. Destacan por su trazado lineal, sus casas de piedra y sus plazas centrales con iglesia y servicios varios. Me llamaron la atención. Y, por eso, cuando en La Cartuja de Monegros me paré a comer y beber en un bar, procuré conversar con descendientes de colonos y conocer mejor el pasado y el presente del fenómeno de la colonización.

Tras abandonar La Cartuja de Monegros, el circuito de la caminata transcurría hasta Lanaja por dos carreteras comarcales, la de la salida de La Cartuja de Monegros y la A-1221. La carretera A-1221 camino de Lanaja, junto con la antigua carretera de Sariñena de la que hablé en el anterior artículo, es la carretera de mayor belleza de la caminata de 1.000 millas. Tiene unos paisajes muy verdes y llenos de amapolas. En primavera, es decir en las fechas de la caminata, sus laterales son alfombras de amapolas.

El circuito de la caminata llegaba por la citada carretera a Lanaja, una población que pertenece a la comarca de los Monegros y a la provincia de Huesca y supera los 1.100 habitantes. Lanaja se encuentra en medio del desierto, con todo lo que ello significa a nivel climático y paisajístico. Las temperaturas se extreman y aparece la nada.

Dentro de Lanaja, el circuito transcurría por las calles Escuer, Costa, Nueva y Mayor.  Al lado de la calle Costa, se ubica la Parroquia de la Asunción de Nuestra Señora, construida sobre una mezquita musulmana y una iglesia visigoda. La calle Nueva de Lanaja, por su parte, cuenta con el Horno de Adrián, establecimiento que en las fechas de la caminata era de reciente creación. Un lugar tranquilo y acogedor con un estupendo patio interior. En las afueras de Lanaja, está el búnker de Lanaja de la Guerra Civil Española (1936-1939), el cual fue parte de una línea de defensa republicana.

Tras abandonar Lanaja, el circuito de la caminata de 1.000 millas transcurría por la carretera A-129 dirección Zaragoza y llegaba a Alcubierre en unos pocos kilómetros. La carretera A-129 no tenía nada que ver con las solitarias carreteras por las que había trascurrido el circuito hasta ese punto. El tráfico iba en aumento camino de Zaragoza.

Alcubierre, población de la comarca de los Monegros y de la provincia de Huesca, se encuentra entre el desierto y la sierra del mismo nombre y tiene cerca de 400 habitantes. Lo más destacado que tiene esta población es su Iglesia de Santa Ana, obra del siglo XIV de estilo gótico-renacentista que cuenta con una bonita torre mudéjar.

El circuito abandonaba Alcubierre y proseguía por la carretera A-129, cruzando la sierra y sus bosques. En ella, se encuentran restos de trincheras republicanas y franquistas de la Guerra Civil que se pueden visitar. Esta zona, conocida como Frente de Aragón, fue descrita por George Orwell en su famoso libro Homenaje a Cataluña.

Del desierto a Zaragoza

Superada la sierra y sus bosques, el circuito continuaba por la misma carretera otra vez en medio del desierto y llegaba a Leciñena, una población aún de la comarca de los Monegros pero ya de la provincia de Zaragoza, con unos 1.100 habitantes.

En Leciñena, destaca la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, obra del siglo XVI de estilo gótico-renacentista, con una torre mudéjar similar a la de Alcubierre. De Leciñena, también destacan las subidas y bajadas del núcleo urbano y su aspecto propio de una población del desierto, similar a Lanaja o Alcubierre.

Desde Leciñena hasta cerca de Zaragoza, los paisajes áridos y esteparios, llenos de matorrales y escasa vegetación, se intensifican. El desierto y la sensación de soledad también. Recuerdo que era impactante. Miraba hacia la derecha y la izquierda tras horas y horas de caminar y todo era lo mismo. La nada. También en esa parte del circuito el viento, el famoso cierzo, hizo acto de presencia en casi todas las vueltas al mismo.

El circuito llegaba a Perdiguera desde Leciñena por la carreteta A-129 y, tras subir una pequeña cuesta, entraba en la población. Perdiguera es la última población de la comarca de los Monegros y cuenta con cerca de 600 habitantes. En Perdiguera, destaca la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de estilo gótico-mudéjar del siglo XV, con su torre mudéjar como las de Leciñena y Alcubierre.

El circuito de la caminata de 1.000 millas recorría el núcleo urbano de Perdiguera por la carretera hasta salir por el sur camino de Zaragoza. En ese tramo, hay dos establecimientos apropiados para hacer una parada y recuperar fuerzas: el Bar El Arranque y el Restaurante Asteruelas. El último dispone de una pequeña terraza de cara a la carretera. Recuerdo a algunos ciclistas que tenían el hábito de repostar en él.

Tras dejar atrás Perdiguera, el circuito de la caminata de 1.000 millas tomaba la dirección de Zaragoza por la carretera A-129. Y, pasado Villamayor de Gállego, antiguo barrio de Zaragoza y ahora población independiente, entraba en la capital de Aragón por el barrio de Santa Isabel. En los últimos kilómetros antes de llegar a Zaragoza, el verde volvía a dominar el paisaje.

Zaragoza

Zaragoza, capital de Aragón, tiene una población de cerca de 700.000 habitantes. Situada a orillas de los ríos Ebro, Huerva y Gállego, se encuentra justo en medio de un amplio valle. Su historia es milenaria y se remonta a los íberos.

El circuito de la caminata de 1.000 millas atravesaba nada más entrar en Zaragoza el barrio obrero de Santa Isabel y luego el distrito de El Rabal de Zaragoza. El Rabal lo cruzaba por la avenida Cataluña hasta llegar al Puente de Piedra del río Ebro, situado enfrente de la plaza del Pilar. Cada vez que pasé por la avenida Cataluña me encantó ver un magnífico edificio modernista, la Casa Solans, muy parecido a algunos edificios modernistas de Barcelona. Me recordaba a Can Deu, situado en el barrio de Les Corts.

Pasado el Puente de Piedra, el circuito entraba en el casco antiguo de Zaragoza y transcurría por la plaza del Pilar; la calle Alfonso I, la cual es peatonal; y la calle del Coso. En la calle del Coso, otros edificios centraban mi atención: el edificio modernista del Centro Mercantil Industrial y Agrícola, la casa palacio renacentista de los Condes de Sástago, etc. Recuerdo que cada vez que atravesé el casco antiguo de Zaragoza no pude dejar de fijarme en ellos.

El circuito de la caminata proseguía por el interior de Zaragoza, recorriendo los distritos Centro y Universidad. Pasaba por el Paseo de la Independencia y el Paseo de la Gran Vía, llamado en un tramo Fernando el Católico. Ambos paseos son propios del siglo XX, con grandes edificios y un paso incesante de gente. Recorrerlos, después de aguantar tanto desierto, fue algo magnífico.

El circuito de la caminata, finalmente, llegaba al Parque Grande José Antonio Labordeta, en el cual daba una vuelta e iniciaba el regreso a Monzón. El parque fue inaugurado en 1929 y rebautizado con su nombre actual en 2010. Es bellísimo. Entrando por el Puente de los Cantautores, está la Fuente de la Princesa, lugar en el que no pocas veces me recuperé de los esfuerzos bebiendo y comiendo. Después, se encuentran los largos y rectos paseos de Manuel Azaña, de los Bearneses y de San Sebastián, impresionantes como el resto del parque. Por ellos, caminé hasta el punto y final de la ida del circuito e inicié el regreso a Monzón en cada vuelta al mismo.

Terminar la ida del circuito recorriendo Zaragoza y un parque tan bello como el Parque Grande me supuso siempre una ayuda mental. Cruzar Zaragoza y el parque me restablecía anímicamente y me daba ánimos para seguir. El factor psicológico es clave en esfuerzos tan largos, de tantos días de duración.

Ha pasado el tiempo de todo lo que he escrito en los dos artículos dedicados a mi caminata de 1.000 millas por Aragón de 2018. Pero ni olvido la caminata, ni olvido Aragón. Permanecen en mi memoria.

Manuel Pina y Margot Moles: campeones 90 años después

Gabe Abrahams

Manuel Pina y Margot Moles fueron un matrimonio de excepcionales deportistas de los años treinta del siglo pasado, de la época de la Segunda República Española. En 1932, Margot Moles se proclamó Campeona de España en varias disciplinas atléticas y alcanzó la plusmarca mundial de lanzamiento de martillo. En 2022, se cumplen 90 años de su gran momento. Recordamos a ambos deportistas, a modo de homenaje.
Manuel Pina Picazo (c. 1906-1942) nació en Madrid, siendo hijo de Mauricio Pina y Manuela Picazo. Desde joven, trabajó como dependiente de comercio, en diferentes establecimientos madrileños, a la vez que se aficionó a los deportes de montaña. A partir de 1925, destacó como esquiador en los torneos sociales del club madrileño de montaña Sociedad Peñalara.
En 1928, Manuel Pina ganó su primer trofeo de importancia, el trofeo Alfonso XIII de esquí, una especie de Campeonato de España oficioso. El rey estuvo presente en el acto y la foto de la entrega del trofeo ocupó la portada del diario monárquico ABC.
En 1930, Pina fue uno de los fundadores del Real Canoe Natación Club y formó parte de su primera junta directiva. En ese año, confirmó su condición de mejor esquiador de España con un gran triunfo. Se proclamó Campeón de España de esquí de fondo.
En 1934, Manuel Pina se casó en Madrid con Margarita Moles Piña, conocida como Margot Moles, una deportista extraordinaria.
Margot había nacido en Terrassa en 1910 y residía en Madrid desde 1917. Pertenecía a una familia de intelectuales, científicos y políticos. Su padre Pedro Moles Ormella fue maestro. Su tío Enrique Moles fue el químico más relevante de la ciencia española de la época. Su tío Juan Moles fue ministro de la Gobernación de la Segunda República Española en 1936.
La joven Margot Moles enseguida se mostró como una deportista excepcional. 1932 fue su mejor año. Fue Campeona de España en varias disciplinas atléticas (lanzamiento de disco y peso), alcanzando la plusmarca mundial de lanzamiento de martillo. Su plusmarca de martillo permaneció durante 43 años.
Tras su matrimonio con Manuel Pina en 1934, Margot también fue Campeona de España de hockey con el Atlético de Madrid (1934, 1935, 1936) y Campeona de España de esquí (1936), así como olímpica en los Juegos de Invierno de ese año.
En 1936, Manuel Pina emuló los grandes logros de su mujer y repitió su hazaña de 1930. Volvió a proclamarse Campeón de España de esquí con gran brillantez, en esta ocasión en la especialidad de saltos, reafirmando su condición de mejor esquiador español.
Tras el Golpe de Estado contra la Segunda República Española del 18 de julio de 1936 y el inicio de la Guerra Civil, el matrimonio de excepcionales deportistas fue fiel a la Segunda República. Manuel Pina y otros destacados esquiadores se unieron como instructores al Batallón Alpino de esquiadores del ejército republicano para combatir en Guadarrama. Margot Moles pasó a formar parte del Consejo Nacional de Educación Física de la Segunda República.
En los momentos finales de la Guerra Civil, Manuel y Margot tuvieron una hija y él ascendió al grado de teniente de infantería del Ejército de Tierra.
Acabada la guerra y consumada la victoria de los golpistas encabezados por Francisco Franco, Manuel Pina intentó escapar al extranjero a bordo del barco Stanbrook, pero fue apresado en Alicante el 1 de abril de 1939.
Encarcelado en los campos de Almendros y Albatera, fue conducido a las prisiones de San Miguel de Orihuela y Málaga. Trasladado a Madrid, un Consejo de Guerra militar de la dictadura que gobernaba España desde 1939 le condenó a muerte. Manuel Pina fue fusilado en el Cementerio del Este de Madrid el 17 de enero de 1942.
Margot Moles intentó salvarlo, pero no pudo. Manuel Pina tenía en aquel momento 35 años, Margot Moles 31. Se separaron muy jóvenes, demasiado.
Apartada del deporte por la dictadura, Margot Moles sobrevivió a la muerte de su compañero Manuel Pina, confeccionando trajes de punto y jerséis, con su hija al lado. Las desgracias familiares fueron constantes para ella en los oscuros años de la postguerra. Sus padres y uno de sus hermanos se marcharon al exilio de México, junto a su tío y ex ministro republicano Juan Moles. Su tío científico Enrique Moles se exilió en Francia en 1939 y regresó a España en 1941, siendo encarcelado por la dictadura hasta 1945.
En las décadas posteriores, Margot Moles y sus gestas deportivas fueron silenciadas por la dictadura de Franco. Las nuevas generaciones nunca leyeron o escucharon nada de sus grandes logros deportivos, ni de sus viejas plusmarcas que aún prevalecían como su plusmarca mundial de martillo de 1932. Tampoco de los logros deportivos de su marido fusilado, varias veces Campeón de España de esquí. En medio de ese olvido, Margot Moles falleció en Madrid en 1987.
Pasados casi cuarenta años de la muerte de Margot Moles, se empezó a recuperar su figura y la de Manuel Pina. En 2018, el Centro Deportivo Municipal del distrito de Vicálvaro de Madrid pasó a llamarse Margot Moles en homenaje a la deportista. A principios de la pasada década, varios colectivos empezaron a realizar un homenaje anual a Manuel Pina y a otros fusilados en el Cementerio del Este de Madrid. Este artículo, dedicado a Manuel Pina y a Margot Moles en el 90 aniversario del mejor año de Margot (1932), es también un pequeño homenaje a ambos.

Mariano Cañardo, el primer campeón del ciclismo español

Gabe Abrahams

Mariano Cañardo Lacasta (1906-1987) nació en Olite, Navarra. Cuatro veces Campeón de España de ciclismo en ruta y siete veces ganador de la Volta a Catalunya, aún es el ciclista que más veces ha ganado ambas pruebas.

Huérfano de padre a los seis años y de madre a los catorce años, la infancia de Mariano Cañardo transcurrió entre Olite, Huesca y Barcelona, donde vivía su hermana mayor.

Tras la muerte de su padre Mariano Cañardo, un teniente de la Guardia Civil, y de su madre Magdalena Lacasta, Mariano Cañardo se trasladó a vivir a Barcelona definitivamente con su hermana mayor Eustaquia y se hizo carpintero y persianero. Antes había sido pastor de ovejas en Estallo, Huesca.

Después de aficionarse al ciclismo y de comprarse una bicicleta a plazos, Mariano Cañardo debutó en 1926 como ciclista en la Volta a Catalunya, terminando en un meritorio tercer puesto. Ese mismo año ganó la Vuelta a Cantabria.

En 1928, venció en la Volta a Catalunya, un éxito que repetiría hasta en siete ocasiones. Ganó la Volta a Catalunya de los años 1928, 1929, 1930, 1932, 1935, 1936 y 1939. Todavía hoy ningún ciclista ha sido capaz de igualar ese número de victorias.

Durante ese período de tiempo, Cañardo también fue cuatro veces Campeón de España de ciclismo en ruta (1930, 1931, 1933, 1936), acabando dos veces séptimo en el Campeonato del Mundo de la especialidad. Otro récord de victorias que permanece.

Mariano Cañardo redondeó su palmarés ganando la Vuelta al País Vasco en 1930, siendo segundo en la primera edición de la Vuelta Ciclista a España de 1935, finalizando segundo por equipos en el Tour de Francia de 1936 y ganando otras pruebas menores como la París-Lisboa y el Circuito del Norte (1939), la Vuelta a los Puertos (1940), etc.

Mariano Cañardo disputó el Tour de Francia en varias ediciones, con suerte dispar. En 1934, fue noveno. En 1936, quedó sexto, logrando el segundo puesto por equipos con la selección de la Segunda República Española que acudió a disputar el Tour. Y, en 1937 y 1938, tuvo una actuación discreta.

Son famosas las imágenes de Mariano Cañardo y de los otros componentes de la selección de la Segunda República Española (Julián Berrendero, Salvador Molina, Emiliano Álvarez, Federico Ezquerra) luciendo el maillot con los colores de la bandera republicana durante el Tour de 1936.

En aquellos años, el deporte de la República Española consiguió grandes logros, más tarde silenciados por la dictadura de Franco. 1935 fue el año del nacimiento de la Vuelta Ciclista a España, que nació republicana, pero también fue el año de otros éxitos deportivos como por ejemplo el conseguido por la selección española de baloncesto, la cual se proclamó Subcampeona de Europa en el EuroBasket. Como se ha comentado, en 1936, la selección de la Segunda República Española también alcanzó el segundo puesto por equipos en el Tour de Francia.

Durante los años de la Guerra Civil Española (1936-1939), Mariano Cañardo estuvo exiliado en Francia y residió en París y en Amélie-les-Bains, acudiendo a competir al Tour de Francia y convirtiendo su casa en un centro de acogida de republicanos españoles. Finalizada la guerra, Cañardo regresó a España y fue acusado por la dictadura de Franco de ser “republicano y separatista”. Sufrió un breve paso por prisión y fue inhabilitado durante un tiempo. Terminada la inhabilitación, Mariano Cañardo fue capaz de conseguir sus últimos éxitos deportivos como la Volta a Catalunya de 1939 o la Vuelta a los Puertos de 1940, entre otras, y se retiró del ciclismo.

En las siguientes décadas, Mariano Cañardo permaneció unido al deporte que tanto le había dado ocupando diversos cargos federativos. Fue seleccionador nacional de ciclismo, presidente de la Federa­ción Catalana de Ciclismo y director de carreras como la Setmana Catalana. Recibió diversos homenajes y reconocimientos.

Mariano Cañardo falleció en Barcelona en 1987 en la clínica Corachán, de una hemorragia cerebral. Un cáncer de colon muy extendido fue el desencadenante. Su muerte fue muy sentida por los aficionados al ciclismo de todo el mundo. Ese mismo año, la Generalitat de Catalunya le concedió la medalla Forjador de la Història Esportiva de Catalunya.

Mariano Cañardo suele ser considerado el primer campeón del ciclismo español. Su talento traspasó fronteras y su popularidad estuvo a la altura de mitos futbolísticos de su época como Samitier o Zamora. Cañardo tiene un mérito deportivo que lo termina de encumbrar aún hoy a ese nivel: sus récords de victorias en el Campeonato de España de ciclismo en ruta y en la Volta a Catalunya permanecen.

Recordar la figura de Mariano Cañardo es recordar la historia del deporte español, pero sobretodo supone recordar la historia del tan olvidado deporte republicano. Aquel que logró un pódium en el Tour de Francia de 1936. Aquel que logró otras gestas memorables. Es de justicia tenerlo presente.

En medio de la escena surrealista ¿dónde quedó la razón?

Rogelio Cedeño Castro, sociólogo y escritor costarricense

El extravío de las gentes en medio de esta extraña encrucijada histórica en que nos encontramos es tal, que sólo podemos aproximarnos a ella desde una perspectiva surrealista, recordando a Bretón y a Buñuel con las genialidades cinematográficas de este último, con su increíble pieza “L´Âge d´or” de 1930, y su más reciente suculento y discreto encanto de la burguesía, que nos dejaron con la boca abierta en muchos sentidos. Aquí no tiene cabida el panlogismo hegeliano de que todo lo real es racional y todo lo racional es real, ya el sociólogo alemán Max Weber (1864-1920) nos había expresado hace un siglo atrás que hay muchos tipos de racionalidades -por así llamarlas- entre ellas la racionalidad instrumental que se contrapone a aquella otra sólo basada en valores, pero no los de la bolsa.

Es así como los que culpan a Vladimir Putin de haber lanzado una agresión militar a su país vecino olvidan que fue el régimen, surgido del Euromaidán de febrero de 2014, el que ha venido librando una guerra no declarada contra la otra Ucrania, la que quedó excluida del poder con ese golpe de estado. La única diferencia es que ahora los gobernantes rusos decidieron actuar y darle un nombre a su acto de fuerza.

Si la invasión la hubieran ejecutado los EEUU y sus aliados no habría ningún problema ni tantas exclamaciones pudibundas acerca de las soberanías jamás respetadas por occidente: El 18 de marzo de 2003 los EEUU con el concurso de la Gran Bretaña y España atacaron inmisericordemente a Irak, incluso sin el aval del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, al haberse opuesto Francia, Alemania y Rusia a ese acto de fuerza, destinado al parecer a eliminar unas armas de destrucción masiva que nunca aparecieron, en cambio una nación entera fue destruida, humillada y envilecida hasta lo más hondo (racionalidad instrumental vs racionalidad fundada en valores, no los de las bolsas- valga la reiteración- que cayeron en estos días, al calor de la guerra también económica (con sanciones imperiales y todo) emprendida por la OTAN y sus patrones americanos para aplastar a Rusia.

No logro ver las ventajas de un mundo unipolar, en medio de esta escena más que surrealista. dejémonos de tonterías, aquí hay demasiadas cosas en juego, tantas como la posibilidad de una Tercera Guerra Mundial que no lo duden, sería la última. Tampoco veo en las imágenes de Ucrania a combatientes antifascistas, como los de aquella España Republicana (1931-1939), a la que muchos, demasiados, apuñalearon y dejaron en el olvido. ¿Cómo es eso de combatientes contra el fascismo luchando al lado de los fascistas ucranianos? Algo no calza aquí, exijo una explicación, algunos amigos me dejan sumido en la perplejidad… tal vez en el Frente de Aragón puedo recordar en las viejas imágenes en sepia a las milicias anarquistas de la FAI CNT y del POUM, encarnado por una suerte de marxistas de línea trotskista luchando casi sin armas, tal como nos la describe George Orwell en su “Homenaje a Cataluña”, un encantador texto que hasta hace un par de año pude leer completo, mientras los estalinistas preparaban su golpe de fuerza en la Barcelona de mayo de 1937, esos que terminarían asesinando a Andrés Nin, uno de los líderes obreros más queridos de la Cataluña de entonces, por orden del paranoico José Stalin, el amo del Kremlin, bajo el pretexto de que los agentes de su NKVD estaban defendiendo a la Segunda República Española, pero de una manera condicionada, donde ellos definían lo que llamaban desviaciones peligrosas de lo políticamente correcto, a diferencia de lo que hizo el México cardenista de los años treinta con su inagotable generosidad. Todo esto no deja de ser una inmensa paradoja, volvamos al surrealismo y sus genialidades a propósito de lo absurdo, con sus pirotecnias que tanto nos entretuvieron y nos hicieron pensar…pensar, al menos pensar, no gruñir como alguna gente por ahí, en medio de tanta estulticia, en un mundo que se encuentra de cabeza.

Los sevillanos japoneses y el amanecer del capitalismo

Gabe Abrahams

Coria del Río es un municipio de la provincia de Sevilla, situado a unos 12 km de la capital. Cuenta con una población de unos 31.000 habitantes.

Un dato que llama la atención de Coria del Río es que tiene más de 700 habitantes con el apellido Japón. Para entender el dato, hay que remontarse al siglo XVII y a los viajes de los españoles a Japón con el fin de hacer tratos comerciales y religiosos. Fue en ese momento de la historia cuando se entabló una relación entre España y Japón por intereses comerciales y religiosos.

En 1611, el español Sebastián Vizcaíno arribó a Japón con el ánimo de llevar a cabo esos tratos, pero su estancia en el país no consiguió llegar a buen puerto en un principio. Parece ser que Vizcaíno no respetó las costumbres japonesas, molestando a las autoridades del lugar.

Pasado un tiempo y en el momento de proseguir Vizcaíno con sus hombres la marcha hacia el norte, la embarcación de estos naufragó. El shogun (autoridad militar japonesa de rango similar a un general) aceptó construirles otro galeón, aunque a cambio de enviar una misión a España para negociar un tratado de comercio con el rey español, y también un envío de misioneros cristianos a Japón.

La expedición japonesa que acordaron Vizcaíno y el shogun fue encabezada por el samurái Hasekura Tsunenaga. Hasekura, junto a otros samuráis y comerciantes japoneses, partió de Sendai el 28 de octubre de 1613 y atravesó el Pacífico y Nueva España, para dirigirse hacia Sevilla.

Arribada la expedición japonesa a las costas andaluzas, concretamente a Sanlúcar de Barrameda, la navegación por el río Guadalquivir se complicó justo antes de llegar a Sevilla y Hasekura y sus hombres se detuvieron en Coria del Río. Un año después de partir de Japón, se instalaron en Coria y allí permanecieron hospedados durante su estancia en España que duró varios años.

Las negociaciones comerciales de Hasekura fracasaron con el rey de España en Madrid, al igual que las religiosas con el Papa en Roma, en este último caso por el asunto del envío de misioneros. Después de eso, Hasekura regresó a Japón, aunque muchos de sus hombres se quedaron a vivir en Coria del Río.

Treinta años después, hacia 1646 surgieron en Coria del Río los primeros apellidos Japón, utilizados por los japoneses que se quedaron en Coria y sus descendientes. Parece ser que sus apellidos originales resultaban tan difíciles de escribir y pronunciar que prefirieron cambiarlos por el apellido Japón.

La tradición oral de los habitantes de Coria del Río mantuvo viva la historia del samurái Hasekura Tsunenaga y de los japoneses que se quedaron en el lugar, adaptando el apellido Japón. Ocurrió lo mismo entre los japoneses. No olvidaron que una expedición suya del siglo XVII dejó descendientes en España.

En 1992, una delegación japonesa visitó Coria del Río y regaló a la ciudad una estatua de Hasekura, como símbolo de hermanamiento entre Japón y los descendientes de japoneses de Coria.

El 14 de junio de 2013, Naruhito, entonces príncipe heredero del Japón y hoy su emperador, visitó Coria del Río con motivo del 400 aniversario de la expedición de Hasekura y plantó un árbol junto al monumento dedicado a su figura. Naruhito fue aclamado por la población.

La historia del samurái Hasekura Tsunenaga y su expedición japonesa del siglo XVII que acabó en Coria del Río, más allá de su vínculo con Andalucía, está también relacionada con la historia de la economía y el capitalismo.

Cristóbal Colón, en su diario del Descubrimiento, escribió 139 veces la palabra “oro” y 51 veces la palabra “Dios” o “Nuestro Señor”. Afirmó de la tierra que se encontró que “tendrá toda la cristiandad negocio en ella”.

Cristóbal Colón acertó. Según el autor Earl J. Hamilton, en El tesoro americano y la Revolución de los precios en España, 1501-1659, desde 1501 hasta 1659, la ruta comercial América-España fue utilizada para transportar la nada despreciable cifra de 16.900 toneladas de plata y 181 toneladas de oro.

La citada ruta América-España dedicada a la plata y el oro o la ruta comercial que intentó establecer el samurái Hasekura Tsunenaga en los inicios del siglo XVII supusieron una primera acumulación capitalista en pocas manos, y el amanecer del capitalismo.

Esa primera etapa del capitalismo duró hasta comienzos del siglo XIX, cuando por vía de la Revolución Industrial pasó a dominar la escena económica el capitalismo industrial.

Hasekura Tsunenaga y su expedición japonesa del siglo XVII son recordados por su presencia en Coria del Río y por sus descendientes andaluces, pero también por su relación con la historia de la economía y el capitalismo. Algunos autores lo tienen presente cuando abordan el nacimiento del capitalismo, su amanecer.

Esta otra cara del viaje de Hasekura Tsunenaga y su expedición tiene su importancia y no debería ser olvidada, como de hecho no lo es por los historiadores de la ciencia económica.

Canarias: un archipiélago único

Gabe Abrahams

Canarias es un archipiélago que se encuentra situado en el Océano Atlántico. Tiene el reconocimiento de Comunidad Autónoma española.

Además, Canarias es una región ultraperiférica de la Unión Europea que, por formar parte del Estado español, es parte del territorio europeo, dentro del espacio Schengen.

El archipiélago canario está situado en el noroeste de África, muy cerca de las costas de Marruecos y del norte del Sáhara Occidental. La isla de Fuerteventura se encuentra a unos 95 km de la costa del África continental, mientras que su distancia con Europa es de unos 940 km.

El archipiélago canario está compuesto por ocho islas y cinco islotes, algo que muchas veces se pierde de vista. Todas y todos de una belleza extraordinaria. Hablamos, por un lado, de El Hierro, La Gomera, La Palma y Tenerife, que se engloban en la provincia de Santa Cruz de Tenerife. Y, por otro lado, de La Graciosa, Fuerteventura, Lanzarote y Gran Canaria, que forman la provincia de Las Palmas. Población total: unos 2.300.000 habitantes.

Las islas del archipiélago, de origen volcánico, se asientan sobre la placa africana y tienen un clima subtropical, aunque este varía según la altitud y la latitud donde uno se encuentre. Este clima ha generado una gran diversidad biológica, la cual ha enriquecido aún más el paisaje ya de por si bellísimo de las islas.

Las islas del archipiélago poseen cuatro parques nacionales, reservas de la biosfera de la Unesco, zonas declaradas Patrimonio de la Humanidad, etc. Todo esto unido al buen clima y las playas han hecho de Canarias un destacadísimo destino turístico, hasta tal extremo que está considerada como la primera potencia turística europea.

A nivel histórico, las raíces de Canarias son muy profundas. La colonización de Canarias se llevó a cabo por parte de bereberes norteafricanos en varias migraciones, influenciadas por la desertización del Sáhara y por el empuje de los fenicios y romanos en el Norte de África.

La primera cita histórica sobre el archipiélago canario, de hecho, la realizó el escritor y militar romano Plinio el Viejo en el siglo I en su obra Naturalis Historia, al relatar una expedición a Canarias del rey de Numidia y Mauritania, Juba II. Juba II fue el único hijo y heredero del rey Juba I de Numidia, rey bereber del Norte de África.

La relación de los bereberes con Canarias fue tan importante en la antigüedad que los aborígenes canarios o Guanches fueron bereberes tanto a nivel genético como cultural.

Las lenguas de los aborígenes canarios o Guanches (llamadas bereber canario o tamazight insular) fueron un conjunto de lenguas bereberes. El sistema de numeración muestra un parentesco indudable entre esas lenguas bereberes de Canarias y las lenguas bereberes que actualmente se hablan en diferentes puntos del Norte de África.

Canarias… Lugar privilegiado, con historia milenaria y turismo de primer nivel. Todo perfecto. ¿Todo?

La pertenencia de Canarias a África y su distancia mucho menor con las costas de Marruecos que con las europeas ha provocado que recientemente aparezcan nubarrones oscuros en el horizonte de estas islas milenarias y entrañables.

Canarias se ha convertido en uno de los objetivos del rey de Marruecos, Mohamed VI, quien ha recuperado la idea imperialista del Gran Marruecos. Una idea que parte del marroquí Allal el Fassi y que defiende un Marruecos dueño del Sahara Occidental, Mauritania, partes de Argelia, Ceuta y Melilla y Canarias.

En 2020, Marruecos oficializó leyes internas para apropiarse de las aguas canarias y las riquezas que existen en su subsuelo. De esta manera, Marruecos amplió 200 millas su zona económica exclusiva y la plataforma continental la extendió a 350 millas. Lo ocurrido en 2021 en la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y en Ceuta son parte de la misma estrategia imperialista de Marruecos.

Ante este desafío de Marruecos, la respuesta de España y la Unión Europea fue tibia, cuando lo que necesitaba Canarias era una posición firme ante el desafío imperialista marroquí.

Esperemos que tanto España como la Unión Europea cumplan con su compromiso legal de defender su integridad territorial, en la cual está incluida la milenaria Canarias, y con su responsabilidad histórica ante la misma.

Dentro del ámbito europeo, es donde Canarias puede mantener su identidad única, mostrarse tal y como es ante el mundo, progresar hacia el futuro y alcanzar logros excepcionales en turismo y otros sectores de la economía como los expuestos en este artículo.

Izquierdas del mundo, ¡únanse! y otros ensayos

Boaventura de Sousa Santos

El texto Izquierdas del mundo, ¡únanse! y otros ensayos; es una obra elaborada por Boaventura de Sousa Santos junto a otros autores y autoras bajo el sello de CLACSO y está disponible en la plataforma digital para descarga gratis.  Este material pone en evidencia la situación de crisis que se vive a nivel mundial y que se ha atenuado con la pandemia del COVID-19, mediante este recurso lo que se propone es reflexionar y construir una alternativa progresista, abarca los siguientes apartados:

Capítulo 1. El nuevo interregno
Capítulo 2. La articulación entre fuerzas de izquierda: el caso portugués
Capítulo 3. Brasil: la fractura del desgaste de gobernar
Capítulo 4. Colombia: la fractura de la lucha armada bajo la vigilancia del imperio
Capítulo 5. México: la fractura entre la institucionalidad y la extrainstitucionalidad
Capítulo 6. España: la fractura de la identidad nacional

Además, en el texto se incluyen otros ensayos sobre la realidad latinoamericana tales como:

Ecuador: del centro al fin del mundo
Evo Morales: el indio fuera de lugar
La nueva Guerra Fría y Venezuela
Soplan vientos favorables desde España
Las venas abiertas de Nicaragua
Carta abierta al presidente Iván Duque
Para alimentar la llama de la esperanza

El prólogo del texto está a cargo de Karina Batthyány (Secretaria Ejecutiva, CLACSO) y Nicolás Trotta (Ministro de Educación, Argentina); y expresa lo siguiente:

La pandemia del COVID-19 evidenció la imperiosa necesidad de construir una nueva alternativa progresista ante una crisis social y ambiental de una extraordinaria gravedad y que no tiene precedentes en la historia de la humanidad.

Frente a esta situación terminal, la tarea crucial y más urgente para los partidos y frentes políticos progresistas y las redes comunitarias y colectivos de cientistas sociales críticos consiste en construir horizontes allí donde hoy hay abismos. Si la ideología dominante postula que, ante el modelo de acumulación capitalista neoliberal no hay alternativas, nuestra tarea es fabricar bisagras políticas y conceptuales que articulen el pasado con el presente, enhebrando narrativas capaces de proyectar una nueva agenda social organizada en torno a, por lo menos, tres tareas: un trabajo de reconceptualización y profundización de la justicia social –que no es otra cosa que colocar por encima de los intereses sectoriales una política del bien común–; el reconocimiento y la sanción de nuevos derechos –especialmente dirigidos hacia grupos históricamente excluidos: las mujeres y las disidencias sexuales, las infancias y juventudes, las afrodescendencias, los pueblos originarios–, y una política orientada al cuidado y preservación del ambiente en el que vivimos –es decir, la casa de todos y todas–.

Los desafíos que estamos llamados a enfrentar tienen lugar en un momento histórico inédito cuyo principal actor venía desplegándose con toda su fuerza hasta la pandemia: las fuerzas neoliberales han hegemonizado la agenda global con el propósito excluyente de acelerar la concentración de la riqueza. Bajo los auspicios del capital financiero global, como nunca antes, un grupo reducido de personas ha concentrado un volumen de riqueza extraordinariamente grande; nunca antes, tampoco, las economías de los países estuvieron tan a merced de poderosos grupos financieros como lo están ahora, poniendo en jaque la soberanía política y la independencia económica, herramientas imprescindibles para el desarrollo sostenible de una sociedad.

Ante este escenario global, el mapa de América Latina se encuentra en un estado de reconfiguración permanente. En los dos últimos años se sucedieron de manera vertiginosa acontecimientos políticos que pueden ser hilados con la calma de quienes reconstruyen trozos del pasado, pero para quienes vivimos y palpitamos el ritmo diario de la gestión deben ser rápidamente enumerados: la victoria de Andrés Manuel López Obrador –poniéndole fin a un largo ciclo de gobiernos neoliberales en el país azteca–; el triunfo de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner hacia fines del 2019 –cuyo enorme desafío consiste en poner de pie un país devastado por las políticas neoliberales impulsadas por la coalición Cambiemos–; la libertad de Lula tras 19 meses de detención arbitraria, los estallidos sociales que irrumpieron en octubre en Ecuador y entre octubre y febrero de 2020 en Chile y que dieron lugar posteriormente al referéndum histórico que dejará atrás la Constitución pinochetista –dando cuenta de la enorme vitalidad de los movimientos populares en todo el continente–; el golpe de Estado en Bolivia y el triunfo por la vía democrática de los candidatos del MAS Luis Arce y David Choquehuanca –que permitió el retorno tras el exilio a Evo Morales. Son algunas postales de nuestra historia reciente que invitan a la esperanza y nos recuerdan que la historia es tornadiza y no puede ser digitada por oscuros intereses desde los centros del poder.

Dicho sea de paso: no está en nuestro ADN político cultivar el pesimismo; quienes escribimos estas líneas venimos de tradiciones políticas y del pensamiento que se han forjado al calor de infatigables luchas por la construcción de sociedades más justas. Y no han sido pocas y pocos los que dejaron la vida en ello. Creemos que este momento reaccionario global debe enfrentarse con convicción e inteligencia, con una estrategia de integración política y una profunda creatividad. Las encrucijadas del presente demandan conciliar las bases y fundamentos de nuestras identidades políticas con la capacidad de maniobrar en un mundo convulsionado. Hay que aprender –y este es uno de los grandes méritos de este libro– que los problemas comunes que enfrentamos nos dejan aprendizajes globales que debemos identificar y estudiar, para no repetir errores.

Precisamente por eso, y en más de un sentido, este volumen constituye una pieza fundamental para la construcción colectiva de ese horizonte que ya ha comenzado a vislumbrarse. El conjunto de ensayos que reúne este nuevo libro de Boaventura de Sousa Santos es un texto imprescindible para comprender las características del interregno histórico en el que vivimos, analizar las fuentes de donde brotan las desigualdades que nos preocupan y –sobre todo– trazar una hoja de ruta y una estrategia para consolidar proyectos políticos que contribuyan a construir otros mundos posibles, más justos y más igualitarios.

Frente a ese desafío, ¿quién mejor que Boaventura de Sousa Santos para orientar la mirada y la imaginación hacia la construcción de escenarios sociales alternativos? El gran sociólogo portugués es una de las referencias mundiales en el campo de las ciencias sociales y las humanidades; fundador de las epistemologías del Sur, Boaventura de Sousa Santos ha construido una mirada sobre el presente que combina de un modo magistral el análisis incisivo con la capacidad (propia de los grandes maestros) de formular grandes ideas orientadoras, imprescindibles en estos tiempos.

De los libros se espera que sean capaces de contar buenas historias, una cierta cortesía compositiva, indispensable claridad y precisión argumental. Pero hay libros que, además, movilizan, inquietan, azuzan e instalan preguntas.  Izquierdas del mundo, ¡únanse! Es uno de esos textos.

En sus páginas se nos propone una lectura desde las nervaduras políticas del presente identificando las potencias que tienen los partidos y movimientos progresistas para construir nuevas hegemonías políticas frente al modelo geopolítico de dominación neoliberal.

En un libro clásico del pensamiento crítico, Raymond Williams afirmaba que el problema inicial siempre es la perspectiva desde donde se mira. Junto con situar un problema, hay que definir el punto de vista desde dónde abordarlo. Siguiendo al autor de Marxismo y literatura, ¿cuál es el enfoque que asume este nuevo ensayo del sociólogo portugués? El propio Boaventura de Sousa Santos responde a la pregunta: su perspectiva es la de quien se propone realizar un análisis no coyuntural del presente. A diferencia de los enfoques a los que nos tiene habituados –las lecturas de mediano y largo plazo– Boaventura calibra la mirada en el corto plazo para realizar desde allí un análisis de fondo tanto sobre las dificultades como sobre las enormes posibilidades que tienen las fuerzas progresistas y las izquierdas en el siglo XXI para desplegar una alternativa que reviva las tradiciones del internacionalismo progresista y le ofrezca a la humanidad rumbos acordes con los principios rectores de un humanismo crítico que coloque en el centro de sus reflexiones un nuevo contrato social y ambiental.

Si siempre es difícil contar el presente, Boaventura de Sousa Santos lee este tiempo histórico bajo el signo de un interregno. Entre la caída del Muro de Berlín treinta años atrás y la crisis financiera que se desató entre 2008 y 2011 tuvo lugar un tiempo que no ha terminado de configurarse y para el cual no ha aparecido aún su relevo. Una certeza: las ideas e intereses asociados a la “nueva normalidad” más que nombrar un “tiempo nuevo” buscan naturalizar las desigualdades preexistentes, agudizadas por la crisis desatada por la pandemia. Se sabe: la palabra “nueva” es la más vieja del diccionario.

Analizar coyunturas es mucho más que atisbar lo efímero. Es un ejercicio de interpretación de los tiempos y ritmos políticos, de las palpitaciones y de las oportunidades que abren las crisis y de cómo puede ser más apropiado y potente orientar los esfuerzos. Frente a realidades que cambian vertiginosa y permanentemente, leer entre coyunturas es construir oportunidades para la generación de alternativas. Al mismo tiempo, y lejos de ser un libro que lanza advertencias e identifica peligros, Izquierdas del mundo es una cantera de aprendizajes basados en acontecimientos que han tenido lugar en la historia reciente.

Las experiencias que aborda este volumen –a los casos de Brasil, Colombia, México, Portugal y España, hemos incorporado en esta nueva edición los de Bolivia, Nicaragua, Ecuador y Venezuela– cifran también una expectativa que podríamos pensar bajo el signo de un aura pedagógica: incrementar el interconocimiento de las fuerzas progresistas para desarrollar aprendizajes globales que permitan construir alternativas políticas plurales frente al modelo del pensamiento único reaccionario desplegado a escala global.

Partamos de la tesis que hace de andamio de este potente conjunto de ensayos: la principal fuerza histórica que recorre nuestro tiempo es el discurso neoliberal configurado como una fuerza transnacional poderosa y profundamente antidemocrática. Si una imagen caracteriza este tiempo es el de las democracias secuestradas por fuerzas antidemocráticas. Sutiles a veces, extremadamente alevosas en otros casos, nuestro tiempo se caracteriza por la enorme fragilidad y la amenaza permanente de la democracia como forma de vida. Frente a ello, uno de los modos de leer este tiempo que nos propone Boaventura de Sousa Santos es la tensión entre articulaciones y fracturas dentro de los partidos y grupos progresistas y de izquierda.

Dos notas, complementarias: los primeros cinco capítulos hacen referencia a procesos de crisis: las fracturas de las izquierdas en España, Colombia, México y Brasil, del que solo queda exceptuada la articulación del caso portugués. Pero Boaventura de Sousa Santos no piensa las fracturas como quiebres irreversibles sino como oportunidades para pensar nuestros puntos flacos, una vía de interpretación que habilita modos de leer las dinámicas como tramas abiertas, en permanente construcción.

Es indispensable identificar esos puntos débiles de las alternativas progresistas para trabajar allí donde se evidencian las dificultades. La tensión creativa y las divergencias constructivas son siempre bienvenidas y necesarias sobre todo cuando estamos frente a un tiempo y una crisis que nos demanda construir fuerzas y políticas de izquierda que desbordan la idea tradicional de partido.

Al mismo tiempo, Boaventura señala que estas grandes orientaciones deben ir acompañadas de una “sabiduría pragmática” que sepa construir alternativas reales para gobernar. La otra cuestión indispensable es partir de la identificación de una irreversible contradicción entre democracia y capitalismo. Si –como estamos convencidos y convencidas– el horizonte emancipador es la democracia, los derechos humanos y la dignidad, tres lecciones se desprenden de este nuevo libro de Boa (como afectuosamente lo llamamos sus amigos y amigas): el futuro es público; sin el Estado no se puede, pero solo con el Estado no alcanza, y el papel de los movimientos sociales es cada vez más vital.

Izquierdas del mundo, ¡únanse! invita –finalmente– a un modo de lectura no coyuntural de la coyuntura en estado de actualización permanente. Tal es así que, por primera vez, se incorporan a este libro un conjunto de ensayos que actualizan y amplían los problemas abordados en la primera edición. Un libro –nos atrevemos a decir– escrito para lectores y lectoras interesados en participar de las luchas por sociedades más justas y equitativas; sociedades que deberán ser –por definición–, anticoloniales, antipatriarcales, antineoliberales. No importan tanto los nombres de las tradiciones políticas en las que se inscriban para alcanzar ese fin; su diversidad hablará de la riqueza que el campo progresista tiene para alcanzar esas metas, su capacidad de articularse dará cuenta de la inteligencia con la que sepan moverse en un escenario reaccionario global.

Ensanchar la convocatoria a todas y todos los que deseen contribuir con una democracia que debe encolumnarse en la defensa de la humanidad y del ambiente a través de la radicalización de la democracia es el propósito fundamental de este volumen. Revolucionar la democracia y democratizar las revoluciones precisas de mapas que nos ayuden a armar los recorridos, a establecer prioridades, a identificar los problemas que no pueden esperar. Este libro nos habla de cómo alcanzar la indispensable convivencia dentro de la divergencia, la imprescindible construcción de equilibrios, el diálogo como ejercicio permanente, señales irrefutables no solo de que los partidos progresistas y de izquierdas tienen la capacidad de gobernar, sino

de que son la única alternativa viable frente a la crisis terminal que atravesamos.

Entre Buenos Aires y Montevideo,
noviembre de 2020

 

Imagen tomada de El País.

Compartido con SURCOS por Óscar Jara.

Remunipalización de servicios esenciales de agua y saneamiento: las experiencias de Terrassa y Valladolid en España

El próximo 21 de octubre a las 9 a.m., hora Costa Rica se llevará a cabo el taller: “Remunicipalizacion servicios públicos esenciales de agua y saneamiento: las experiencias de Terrassa y Valladolid en España”.

Con la participación de Teresa Redondo Arranz, José Manuel Martínez Fernández, Anna Crispi Sucarrats y Marc Cadevall Artigues

Unirse a la reunión Zoom
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ID de reunión: 870 539 6800
Código de acceso: psicosta

 

*Imagen de portada ilustrativa, UCR.