UCR, Jardín Botánico Lankester: un espacio seguro frente a la pandemia para disfrutar de la naturaleza
La época de verano es el mejor momento para visitar este sitio, que le permite a la población escaparse del estrés cotidiano y disfrutar de distintos ambientes naturales.
Desde que reabrió sus puertas en agosto del 2020 con un protocolo de salud bien establecido para hacerle frente a la pandemia por el Covid-19, el Jardín Botánico Lankester (JBL) es sin duda un lugar de refugio y esparcimiento para la población costarricense.
Su cercanía a las ciudades de San José y Cartago y los atractivos que ofrece hacen de este un lugar único y preferido por muchas personas, que en burbujas sociales y familiares lo visitan para pasar el día, admirar las colecciones de plantas, tomar fotografías y compartir un almuerzo.
Durante gran parte del 2020, la visitación al JBL, de la Universidad de Costa Rica (UCR), cayó en un 40 % respecto al año anterior. No obstante, desde su reapertura las cifras muestran un incremento en la cantidad de público visitante.
De acuerdo con el director del Jardín, Adam Karremans, el ingreso de visitantes del último cuatrimestre del año pasado fue incluso mayor al mismo período del 2019 y la tendencia al aumento continúa en este 2021.
“El Jardín Botánico Lankester funge como un lugar de recreación y esparcimiento al aire libre. Al ser un espacio pacífico y tranquilo, las personas pueden disfrutar con su familia y amigos de forma segura. Esto, junto con el contacto con la naturaleza, permite que los visitantes puedan salir de la rutina diaria de la ciudad y relajarse”, expresó Karremans.
Este fue uno de los factores más importantes para poder afirmar que el Jardín ha contribuido a la salud mental de muchos ciudadanos y a contrarrestar los efectos del confinamiento y las restricciones a causa de la crisis sanitaria que vive el país y el mundo.
El Jardín Botánico Lankester, ubicado carretera a Paraíso de Cartago, puso en práctica una serie de medidas para evitar el contagio del coronavirus, como son la colocación de lavamanos al ingreso, una pantalla acrílica en la recepción y señales para respetar el distanciamiento físico en el momento de adquirir las entradas y en la tienda de souvenirs. Además, es obligatorio el uso de mascarilla.
También se redujo el tamaño de los grupos para las visitas guiadas y se implementa un aforo máximo de visitantes. Dentro de las instalaciones hay desinfectantes en las mesas y sillas durante el recorrido, la recomendación del respeto a las burbujas sociales y un lavamanos adicional a mitad del sendero principal.
“Hemos visto personas que utilizan el JBL para meditar, hacer yoga, realizar caminatas y consumir alimentos tranquilamente sentadas en nuestras áreas verdes. Estas características y la seguridad que da el Jardín con sus protocolos sanitarios y la vigilancia constante, generan un sentido de bienestar”, añadió Karremans.
Época de floración
Los meses de verano son los idóneos para darse una vuelta por el JBL, porque la mayoría de las especies de plantas que se encuentran en el lugar florecen durante esta época, en especial las orquídeas.
Entre las plantas más notorias que podemos encontrar en flor en este momento y durante las próximas semanas se encuentran las guarias moradas. “Febrero, marzo y abril es la temporada de la guaria morada, nuestra flor nacional, y en el Jardín Botánico Lankester ya están comenzando a florecer”, destacó el director.
Igualmente, la colección de cactus y suculentas, que se amplió en los últimos meses, está en condiciones extraordinarias y es un buen momento para admirarla.
El jardín japonés, con sus bambúes, lagos y cabañas tradicionales, es un lugar único en el país, que transporta a quienes lo recorran a un mundo exótico.
Además, el JBL es un espacio ideal para el disfrute en familia y con amigos para hacer un día de campo con sus seres queridos, añadió Karremans. Los visitantes pueden llevar a sus mascotas con la condición de que se tienen que hacer cargo de sus desechos y de su propia comida.
Este espacio natural es también un lugar excelente para el avistamiento de aves y para la fotografía de naturaleza, mediante las diferentes colecciones de plantas que el Jardín protege.
Una experiencia memorable
Edwin Luna Monge, vecino de Guadalupe de Goicoechea, visitó el pasado domingo 31 de enero el Jardín Botánico Lankester. Tenía cerca de nueve años de no vivir esta experiencia y regresar a este lugar le dejó un recuerdo inolvidable.
“No recordaba que fuera tan hermoso, fue una experiencia tan memorable. Además, a un precio muy accesible para que el ciudadano común y las familias costarricenses tengan un espacio de esparcimiento muy cerca de la GAM (Gran Área Metropolitana). Costa Rica debería tener más espacios como el JBL.
Con el tiempo, hemos entendido que la calidad de vida se vincula más a experiencias satisfactorias que nos hagan felices, que a objetos. En un contexto como el de la pandemia, que nos ha obligado a estar dentro de las casas, el Jardín Botánico Lankester es una bocanada de aire fresco, pues es un espacio muy cuidado, donde la gente puede mantener su distancia social y estar con sus burbujas, con sus núcleos familiares.
En sus distintos recorridos, podemos observar diferentes facetas de la biodiversidad costarricense, y por supuesto, el jardín japonés, un escenario perfecto para la meditación y la reflexión.
Definitivamente, creo que me sumó cinco años más de vida la reciente experiencia que tuve en él».
El JBL permanece abierto de lunes a domingo de 8:30 a. m. a 4:30 p. m.
Las tarifas de ingreso son: ¢2500 para residentes, ¢1500 tarifa preferencial, $10 para no residentes y $7,50 para estudiantes no residentes.
Para mayor información, llame al (506) 2511 7939.
Patricia Blanco Picado
Periodista, Oficina de Divulgación e Información