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Etiqueta: Estado Plurinacional de Bolivia

Biotecnología agrícola: ¿una solución para la seguridad alimentaria?

Por Vladimir Huarachi Copa

Aunque la biotecnología agrícola se presenta como una posible solución para mitigar los efectos del cambio climático, como la sequía y las heladas, así como para afrontar otros desafíos de la agricultura, en varios sectores de la sociedad boliviana persiste una fuerte resistencia hacia su adopción. Esta reticencia se debe, en parte, a las preocupaciones sobre los posibles efectos negativos de las técnicas biotecnológicas, especialmente relacionadas con las promesas de mayores ganancias, incremento de la producción, reducción de agrotóxicos y la noción de que los transgénicos podrían “salvar el planeta”.

En cuanto a las ganancias, los principales beneficiados por los cultivos transgénicos son, en su mayoría, los grandes empresarios agroindustriales, no los pequeños agricultores. Respecto a la mayor producción, no hay evidencia suficiente que respalde la afirmación de que los cultivos transgénicos generen más ni mejores alimentos. En cuanto a los agrotóxicos, el uso de tecnologías biotecnológicas no ha demostrado reducir su aplicación; por el contrario, puede aumentar su dependencia, lo que representa un grave riesgo para el agua y el suelo. Finalmente, los transgénicos no contribuyen a salvar al planeta del cambio climático; de hecho, algunos estudios sugieren que podrían ser uno de los factores que agravan el calentamiento global.

No obstante, el 12 de agosto de 2024, el ministro de Medio Ambiente y Agua, Alan Lisperguer, expresó públicamente que el uso de biotecnología debe ser regulado por una ley y no a través de un decreto supremo. Además, propuso que su alcance se amplíe a otros sectores, como la salud y la industria, siempre dentro de un marco de evaluación rigurosa. Esta declaración se produce en un contexto en el que, hasta la fecha, el uso de biotecnología en Bolivia solo ha sido aprobado para un evento: la producción de soya resistente al herbicida glifosato (evento RR), autorizado en 2005, un herbicida que ha sido señalado como potencialmente cancerígeno y que afecta la producción agrícola sostenible.

En este sentido, el uso de biotecnología se presenta como un tema controvertido y complejo. Tal como señaló el ministro Lisperguer, su implementación y regulación deben llevarse a cabo mediante una ley, y no a través de un decreto supremo. Esto se fundamenta en el artículo 409 de la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia, que establece que “la producción, importación y comercialización de transgénicos será regulada por ley”. Sin embargo, también se encuentra en conflicto con el artículo 255, numeral 8, de la misma Constitución, que promueve la “Seguridad y soberanía alimentaria para toda la población” y prohíbe la “importación, producción y comercialización de organismos genéticamente modificados y elementos tóxicos que dañen la salud y el medio ambiente”.

Actualmente, se encuentra en tratamiento dentro de la Cámara de Senadores el Proyecto de Ley N° 104/2024-2025 C.S. “Que Implementa y Regula el Uso de la Biotecnología Agrícola en el Estado Plurinacional de Bolivia”. Este proyecto, que está siendo evaluado por la Comisión de Economía Plural, Producción, Industria e Industrialización, busca regular no solo la importación, sino también la comercialización de cultivos, incluidos los cultivos hidropónicos, que emplean biotecnología agrícola.

En conclusión, a pesar de las controversias y preocupaciones expresadas en este documento, es fundamental generar espacios de diálogo entre todos los sectores sociales involucrados en la agricultura y la seguridad alimentaria del país. El objetivo debe ser encontrar puntos de convergencia que aseguren la seguridad alimentaria a través de un enfoque equilibrado, que contemple tanto la agricultura familiar como la industrial, en el marco de una regulación coherente y sostenible.

El general Zúñiga en su laberinto

Por Vladimir Huarachi Copa

Desde hace mucho tiempo, el general del ejército Juan José Zúñiga Macías, venía trazando su camino en forma de laberinto y fue hasta el miércoles 26 de junio de 2024, que no pudo salir del mismo. La forma como se iba exponiendo en distintos eventos civiles donde era invitado, no era común de un militar de su rango que se muestre como un político en campaña, al menos no de este tiempo. Pese a ello, nadie de su entorno cercano ni mucho menos sus inmediatos superiores le explicaron que estaba entrando a un túnel aparente de proselitismo político, que con el paso de los días empezó a perderse en su accionar.

De algunos días hacia acá, pasó de posarse en eventos civiles a verter comentarios sobre un político en particular, Evo Morales, y, peor aún, se puede decir, a confundir algunos artículos, 245 y 246, de la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia, referentes a las fuerzas armadas (FF.AA.), que le catapultaron a la movilización de los medios de comunicación tradicionales y digitales, donde sus argumentos fueron tomados como acertados y desacertados para la población. Tras generar este hecho, al encontrarse en un retorno sin salida dentro de su laberinto, aparentemente, optó por seguir vías trazadas por aquellos que no le limitaron su accionar frente a la población civil.

Ya encontrándose en situación de afronte con aquel que le había dado el camino de salir de su laberinto por la fuerza, aparentemente, desistió tras un cruce corto de palabras, que luego de su retiro de Palacio Quemado (gobierno), donde se encontraba Luis Arce, presidente de Bolivia, a quien se lo sindica de ser posible autor intelectual del golpe de Estado; alcanzó a exponer que su hecho se fundaba en contra del deterioro de la democracia a causa de la elite política, que por esa razón y otras más, las FF.AA. iban a tomar el gobierno del país. Pero esta aventura golpista, como luego lo llamó el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, el más convencido de su papel de titán con el país, terminó con la toma de un nuevo alto mando militar.

Con la toma de este nuevo mando militar de las tres fuerzas, Ejército, Fuerza Aérea y Armada Boliviana, aquel general de ejército, que se dice que vino forjando su carrera militar desde muy abajo de su promoción, hoy, quedó en la soledad de su laberinto. Con ello, el país al que en su imaginario trató de “salvar”, de nueva cuenta volverá a enfrentar sus desavenencias políticas, económicas y sociales, con una desprestigiada FF.AA. y una democracia decadente.

Distopía de una Agencia de Inteligencia Plurinacional y una Guardia Plurinacional

Por Vladimir Huarachi Copa

Se escribe este documento a modo de distopía a razón de ideas de actores políticos estructurales que exponen la necesidad de generar organizaciones que se posicionen como contrapesos a la Policía Boliviana y las Fuerzas Armadas (FF.AA.). Para la primera, se propone una Agencia de Inteligencia Plurinacional, con el fin de afrontar actividades del crimen organizado, de esta manera restar a la Policía Boliviana la responsabilidad de ser “juez y parte” en relación a sus elementos que hayan transgredido la Ley Orgánica de la Policía.

En cuanto a la creación de la Guardia Nacional, para el caso boliviano, Guardia Plurinacional, su función nada clara, sin embargo, se podría decir que se establecería como un contrapeso a las FF.AA. Todo esto, en palabras más o menos, vinculado a lo expuesto por actores políticos estructurales que demandan la adición de estas organizaciones al aparato estatal. Ahora bien, ¿cómo operaría la Agencia de Inteligencia y la Guardia Plurinacional en todo el territorio boliviano?

Desde una perspectiva distópica, ambas organizaciones, una vez establecidas, no responderían a la coyuntura en la que se encuentra el país, pese a que se expondrían como novedosas. Dado que la defensa del Estado, interna y externa, ya recaen dentro de la Policía Boliviana y las FF.AA., respectivamente. No obstante, frente a estas dos organizaciones tradicionales, el discurso que manifestarían las dos nuevas instituciones castrenses reconocidas en la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia, es que en ningún momento podrían compararse a ellas, debido a sus características y funciones diferentes.

Hasta aquí, lo que se expone no es más que el aumento del gasto público al erario nacional a través de las dos nuevas organizaciones castrenses y con ello un peso más para el déficit fiscal del país. Entonces, con el paso de los años, ante la falta de recursos económicos para mantener su permanencia con el fin de cumplir sus funciones, entrarían en una espiral de corrupción en contubernio con las organizaciones tradicionales, la Policía Boliviana y las FF.AA. Y así, la creación de la Agencia de Inteligencia Plurinacional y la Guardia Plurinacional, nacerían dentro del fango de la corrupción.

No obstante, pese al déficit fiscal que generaría el establecimiento de dos nuevas organizaciones castrenses, el Estado Plurinacional tendría que renunciar a toda esperanza de una buena Policía Boliviana y FF.AA., potenciadas acorde a la evolución de la democracia del país y de otros países que están a la vanguardia; más allá de lo establecido dentro de sus institutos de formación, para que desempeñen y participen en tareas de necesidades sentidas del colectivo de la sociedad a causa de las consecuencias entre la sociedad y la naturaleza, y, entre otras necesidades relacionadas a la crisis civilizatoria.

Por tanto, la creación de la Agencia de Inteligencia Plurinacional y la Guardia Plurinacional, como medios para combatir la corrupción dentro la Policía Boliviana y las FF.AA., además de otros fundamentos, no tendrían razón de ser. De modo que, instituir dos nuevas instituciones castrenses sólo respondería a necesidades políticas del momento. Puesto que las dos organizaciones tradicionales del país ya responden a funciones que se les pretenda asignar a las dos nuevas corporaciones, aunque de manera inadecuada a causa de la descomposición social, la cual, hace imposible el ejercicio de las mismas.

24/11 Jornada por la libertad de Facundo Molares

Comunicado. Desde la coordinadora en solidaridad con Facundo Molares, familiares, amigxs y organizaciones solidarias, se convoca a participar a todas las personas posibles, desde los espacios y lugares propios, a realizar cualquier tipo de actividad que permita de alguna manera poder visibilizar el caso de Facundo Molares, periodista argentino preso en Bolivia desde hace un año aproximadamente.

Se difunde el mensaje expuesto por su padre, quien relata el grave peligro que corre la salud de Molares, debido a una deficiencia renal y la falta de atención médica, este se encuentra en una prisión de máxima seguridad de Chonchoro, Bolivia. Se recalca el peligro que Facundo Molares corre, debido a la pandemia por Covid-19 y los padecimientos que sufre en este momento. La consigna de este movimiento exige su inmediata atención e internación en una institución médica acorde a su necesidad, para poder resguardar su integridad física.

Por último, organizaciones y personas firman una petición que la podés solicitar al correo: solidaridadconfacundo@gmail.com en la que se exige al gobierno de la República Argentina y al gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia que actúen de forma inmediata para liberar y repatriar al fotoperiodista.

¡Libertad y Repatriación de Facundo Molares YA!
¡Justicia para Sebastián Moro!
¡Libertad a todxs lxs presxs políticxs!
¡Juicio y castigo a todxs lxs autorxs de la dictadura en Bolivia!

 

Información compartida con SURCOS por Mario Cabrera Burgos