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Etiqueta: fundamentalismo

Caída y ascenso del movimiento fundamentalista cristiano

Marcos Chinchilla Montes

 

Me conmovió de sobremanera leer sobre todas aquellas personas que hicieron el esfuerzo por regresar a Costa Rica, casi que con el fin exclusivo de votar y alzar su derecho a favor de una sociedad que continúe acogiendo un orden democrático que aunque imperfecto, brinda garantías de una institucionalidad y convivencia social orientada a la tolerancia, la justicia social, la integración y el respeto del derecho.

Si bien desde el gobierno de Monge (1982-1986) esas condiciones se han venido deteriorando con la intromisión del neoliberalismo, lo cierto es que la sociedad costarricense no ha claudicado en su anhelo y esfuerzo por alcanzar una sociedad donde todas las personas quepamos en condiciones de justicia, igualdad y equidad en la distribución de riqueza, y en los años recientes, con mayor nivel de armonía con la naturaleza.

Las últimas semanas, y particularmente con la presentación del Plan de Gobierno 2.0 del Partido Restauración Nacional, dejó en evidencia la odiosa confluencia de los intereses económicos de la burguesía nacional que parecieron tener muy buena sintonía con un discurso moralizante, evangelizador y discriminatorio de todo aquello que se aparta de la moral fundamentalista cristiana. Doloroso tener que reconocer como el odio, la intolerancia, la persecución, el fundamentalismo religioso y la violencia se visibilizaron y posicionaron con simpleza en nuestra sociedad; estábamos o estamos a un paso de que se instalara el pensamiento nazista que otrora acabó con la vida de millones de negros, judíos, gays y gitanos

Dichosamente, hoy le asistimos un duro golpe a esa visión de mundo que pensaba retrotraernos 2000 o 2500 años hacia atrás, heredándonos incluso tradiciones e instituciones del oscurantismo medieval y de la inquisición católica.

Muchas pueden ser las razones por las cuales la sociedad costarricense se volcó contra la propuesta del sequito de Fabricio y los neoliberales que posteriormente se le adhirieron; sin embargo, me voy a concentrar brevemente en las siguientes:

La ampliada indignación nacional que borró las fronteras de la pertenencia partidaria y que reconoció el riesgo de violentar un orden societal basado en la defensa, promoción, respeto, exigibilidad y disfrute de los derechos humanos.

Indiscutibles falencias intelectuales, profesionales y personales de Fabricio Alvarado que quedaron ampliamente demostradas en los pocos debates en que participó. Participar en política no es lo mismo que hablar en lenguas en un culto.

Incomprensión e irrespeto aberrante hacia la normativa internacional con la que el país se ha comprometido durante varias décadas, y que a su vez son garante de la promoción de los derechos humanos y las normas de convivencia internacional.

La relación personal y espiritual entre Fabricio y Rony Chávez (este último su padre espiritual) se tornó en un elemento de conflicto en la campaña en la medida que Chávez argumenta que la Virgen de los Ángeles es un espíritu demoniaco que debe ser combatido y desterrado. Este es un tema muy sensible para millones de católicos en el país y Fabricio nunca fue capaz de aclararlo o procuro desviar la discusión.

Un plan de gobierno que en sus diferentes versiones no demostró ni coherencia, ni una direccionalidad política nacional, y que más bien dejó la sensación de ser el plan de una iglesia que quería expandirse a nivel nacional e imponerse como orden moralizante.

Choque frontal y un cuestionamiento continuo hacia la institucionalidad electoral costarricense.

Adhesión oportunista de una serie de figuras ampliamente cuestionadas y mohosas del Partido Liberación Nacional, entre ellas Antonio Álvarez Desanti -candidato perdedor; lo que permitió dejar en claro que el Partido Renovación Nacional es sumamente poroso, que eso de las manos limpias es solo un eslogan de campaña, y que para hacer negocios, se lo hace desde cualquier partido político. A esto hay que sumarle la adhesión de Otto Guevara y otros candidatos presidenciales perdedores que más bien resultaron inconvenientes.

La sospechosa relación entre la campaña de Fabricio Alvarado, el diario digital el Mundo y OPol Consultores que generalmente le favorecía en las encuestas y que solía distanciarse con creces a las encuestas del CIEP de la Universidad de Costa Rica. Los resultados electorales dejan en amplio descredito a OPol y las personas que estaban detrás de esa empresa.

La indignación nacional se expresó no solo en el voto, sino en una sostenida campaña de memes, videos, comentarios, noticias y reflexiones en las redes sociales y en Whatsapp, las mismas debe asumirse como formas de participación social y de educación que permitieron conocer los riesgos que implicaba un posible ascenso de Fabricio Alvarado a la presidencia del país.

La derrota de Fabricio es a su vez una derrota para los hermanos Arias pues sus intereses económicos y políticos se posicionaron rápidamente detrás de éste; es una doble derrota para un deslucido Álvarez Desanti, sus seguidores y el sector más rancio del PLN; y es una humillación para la Iglesia Católica costarricense que le cedió espacio al fundamentalismo evangélico, perdiendo credibilidad social.

Sin embargo, deseo llamar la atención sobre el siguiente aspecto. En este round Fabricio resultó perdedor; no obstante, desde hace varios años el fundamentalismo cristiano aprendió a degustar las mieles del poder, y van por éste. Desde mi lectura, el fundamentalismo cristiano es ya un movimiento social (eso sí, de derecha), y han venido demostrando que tienen músculo político y que tienen capacidad para movilizarse y hacer temblar la institucionalidad costarricense; sino, recuérdese la cantidad de diputaciones que ganaron para la próxima Asamblea Legislativa, situación que avizora una situación especialmente delicada para el gobierno de Carlos Alvarado.

Finalmente, tenemos cuatro retos muy importantes y que no se deben de descuidar, a saber:

Carlos Alvarado debe hacer un excelente gobierno en términos de justicia social, distribución de riqueza, desarrollo de infraestructura, protección del medio ambiente y defensa de los derechos humanos; de no hacerlo, puede que no resistamos un nuevo embate del movimiento fundamentalista cristiano y su asociación con el pensamiento neoliberal.

El Tribunal Supremo de Elecciones debe revisar y modificar su normativa. Resulta inverosímil que ante tanta violación a la norma electoral, el tribunal se quede casi de brazos cruzados.

La vivencia espiritual debe complementarse con un pensamiento científico que permita enfrentar el pensamiento mecánico-mágico-religioso que está en la base del fundamentalismo cristiano. El desarrollo de una política cultural, educativa y participativa podría incidir en que recuperemos lo mejor de pensamiento de la ilustración, sin descuidar una relación constructiva y respetuosa con el medio ambiente.

La capacidad de reacción y acción social que asumió una buena parte de la sociedad costarricense contra la intolerancia debe mantenerse y fortalecerse. Como lo externé líneas atrás, el fundamentalismo cristiano es ya un movimiento social, con músculo y presencia en la Asamblea Legislativa; vendrán días aciagos en los que intentaran imponer su visión moral y excluyente de lo que es el ser humano, y debemos tener capacidad para cuestionarlos y enfrentarlos.

Dichosamente ganó la sensatez, el respeto a lo socialmente diverso, una agenda que garantiza los derechos humanos, y especialmente, la institucionalidad republicana que con sus evidentes limitaciones, aún permite la convivencia y la inclusión y existencia de la diferencia. Por el momento, con buen tino enterramos la intolerancia.

 

*Imagen tomada de https://semanariouniversidad.com/pais/fabricio-alvarado-presenta-su-plan-de-gobierno-2-0/

Enviado por el autor.

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Una semana de compromiso con el país

Marcos Chinchilla Montes

 

Estamos a una semana de la segunda ronda electoral. Aunque algunas personas no lo crean, la situación es bien delicada: un pastor fundamentalista, mentiroso, inepto, inexperto en la función pública, incapaz de desarrollar una idea con claridad, que niega los derechos humanos y con reconocidos dotes de discriminador de la diversidad humana, podría convertirse en presidente de este país. Será una debacle nacional, tal y como le tocó a Guatemala años atrás, experiencia que se saldó con miles de asesinatos.

En esta oportunidad, si votaré, cosa que no hice en la segunda ronda entre Luis Guillermo y Johnny Araya. Al menos yo, votaré contra de Fabricio.

Soy del criterio, que durante esta semana tenemos que aprovechar nuestro Facebook, Instagram, Twitter y Whatsapp para dar a conocer de manera masiva -entre nuestros vecinos, amigos, compas de escuela y secundaria, gente de la iglesia, compas de la universidad o el centro de trabajo, familiares- todas aquellas malas virtudes de Fabricio y el fundamentalismo religioso.

En el caso de Whatsapp, recuerde que usted puede hacer una lista de divulgación, o varias listas, incluir ahí a sus contactos, y compartirles información. Y porque no, que sus contactos hagan lo mismo, será solo por una semana. En este tramo final de la “campaña”, tenemos que darle a conocer a nuestra sociedad, los riesgos que implica la elección de Fabricio Alvarado.

 

*Imagen tomada de conozcasucanton.com

Enviado por el autor.

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Los pobres y el Catolicismo perderán

Licda. Susan Rojas Alvarado

 

El poder político en manos de grupos evangélicos fundamentalistas es nefasto para los pobres.

Estos grupos evangélicos neopentecostales se orientan por la «teología del bendecido, prosperado y en victoria», muy afín al capitalismo, que tienen como «proyecto de vida» la acumulación de riqueza material, porque la consideran una retribución por parte de Dios a la persona moralmente buena.

En América Latina siempre que se ha unido el neopentecostalismo y el poder político, terminan favoreciendo a los sectores económicamente poderosos e impulsando el neoliberalismo.

Eso sucedió en Perú cuando llevo a Fujimori al poder. Hubo privatización de empresas estatales, más pobreza y corrupción.

Y está sucediendo en Guatemala con un presidente Pastor evangélico.

Lamentablemente, mucho católico votó por Fabricio en razón de lo mandado por la CIDH y la ideología de género.

Ahora, se anuncia una alianza entre los evangélicos y los neoliberales de los partidos tradicionales.

Recordemos lo que ha sucedido en la Asamblea Legislativa, entre Liberación y Pastores, a la hora de aprobar leyes.

Esa alianza será en contra de los pobres y la Iglesia Católica.

Los partidos tradicionales con su modelo de desarrollo y políticas económicas neoliberales, han sido incapaces de bajar los índices de pobreza extrema, desempleo y otros en los cantones que votaron mayoritariamente por Fabricio (cantones más pobres del país, IDS).

De manera que a la molestia popular por el tema de «ideología de género» se le sumó el de un voto protesta contra políticos y partidos tradicionales. Y en gran parte contra el Partido de Gobierno que abrió grandes esperanzas de cambio y no lo logró.

Lo dramático es que Fabricio, si llega a la presidencia no tiene equipo económico para gobernar y se lo pedirá prestado a agrupaciones políticas tradicionales (desde la alianza evangelismo y neoliberalismo).

Conclusión los pobres seguirán perdiendo.

También, el voto Católico que llevó a Fabricio a la segunda ronda, favoreció servir en bandeja de plata el poder político al evangelismo que se va a revertir contra los intereses y posicionamiento de la Iglesia Católica en Costa Rica y su visión de desarrollo integral desde la Doctrina Social de la Iglesia.

Conclusión los católicos también perderíamos.

 

*Imagen con fines ilustrativos tomada de prtemistocles.com.br

Enviado a SURCOS por la autora.

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#FuimosMiles: Mujeres de Costa Rica invisibilizadas y violentadas

Movimiento Mujeres en Acción pide ayuda internacional para apoyar campaña en redes de #FuimosMiles, ante la invisibilización de la marcha multitudinaria del 8 de marzo en San José, la capital de Costa Rica, por parte de los medios de comunicación locales. En la marcha, dice un comunicado del movimiento, participaron alrededor de diez mil mujeres y personas aliadas en contra del fundamentalismo religioso y a favor de los derechos de las mujeres.

Además denuncian la violencia sexual que continúan sufriendo las mujeres, así como la escalada de femicidios en Costa Rica. En lo que va del año, «seis mujeres han muerto en manos de hombres por ser mujeres en una sociedad que nos discrimina«. Tres femicidios sólo en una semana, justo en la que conmemoramos el Día Internacional de las Mujeres, agrega el texto que puede leer y descargar en este enlace:

Fuimos miles el 8M – Comunicado de prensa

SURCOS comparte además las fotos que la diseñadora gráfica Angélica Baldí tomó en la marcha y que fueron enviadas a SURCOS por Álvaro Fernández González.

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Enajenación e instrucción oficial – aporte al debate

Rafael Ugalde

 

Releo los artículos fundamentalistas, tanto con tintes políticos, electorales y religiosos, en relación con los Alvarado, y encuentro que, hay sectarismos, en todos los bandos. Esta carambada parece unas nuevas Cruzadas desde una pequeña Costa Rica, subjetivista y en la que parece que el sistema de instrucción ha servido más a la enajenación que a liberarnos como personas. Estas elecciones nos tienen enceguecidos a expertos y misceláneos en política y religión, porque nos empujan a que pensemos que éste o aquel va a ser mejor gobernante, ¿por cierto, quién gobierna en Costa Rica?, a ocultarnos que la democracia representativa, herida de muerte y agonizante para el pueblo de Costa Rica, es pasajera. Dicho esto, y que para que quede claro, reitero que, ni uno, con Biblia en mano, ni el otro, con una supuesta humildad aparente, resolverán al pueblo sus graves problemas y su más de 100 años de injusticia y exclusión, ya que el sectarismo religioso y el antirreligioso que vivimos estos días, unas veces disfrazados de intelectualismo, otras de forma chambona, nos llevará a auto excluirnos y en esta carrera en pos de justificar lo injustificable, hasta alteramos contextos históricos. Cuando atribuyen a Jesús haber dicho a “Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César” olvidamos una máxima dialéctica: “Un texto sin contexto es un pretexto”. En este caso basta ir y analizar el contexto histórico, político y económico, así como a quién iba dirigido el mensaje de este líder, a fin de tener una idea del por qué Jesús fue tan categórico en materia de impuestos. Mientras pasemos de puntillas sobre todo este contexto, me parece, y lo digo con el mayor respeto, es un simple pretexto para defender una tesis, que se convierte en una falacia de autoridad, como suelen llamarla los juristas, que consiste en recurrir al conocimiento o trayectoria moral de alguien de peso para convencer con mis argumentos. Diez Picasso nos puede dar más luz en su libro sobre el Estado y el PODER.

II).- Yo supongo que nadie calificaría hoy a Francisco de intentar ponerle mecha a una MOLOTOV, anunciando, como lo hizo, la canonización de Monseñor Romero que hizo del contexto de la pobreza, los desaparecidos, los expatriados de El Salvador, una actualización del mensaje de Jesús que, por cierto no gustaba nada a la jerarquía conservadora, y especialmente, de quien después pasó a ser venerado como santo: Juan Pablo II. Este acto de Francisco, respecto a ROMERO, no puede calificarse de mero acto: Es una manifestación política de un religioso que está a la cabeza de la religión católica, apostólica y romana. Agrego algo más: NO HAY UN SOLO Estado en LATINOAMERICA, en el cual la religión católica, apostólica y romana no haya tenido que ver con la formación del mismo, desde el mismo momento que el europeo llegó a saquear estas tierras, hasta el día de hoy. POR EL DESARROLLO HISTÓRICO DE CADA UNO DE LOS Estados, en algunos de ellos, la presencia de los purpurados se disimula más que en otros, pero está presente en todos, la hipocresía de Occidente, que en casi todas las áreas ética y morales, tiene doble rasero, pues nos ha hecho creer que religión y estado deben ir separados, cuando eso no se cumple ni siquiera en la Federación Rusa, donde los ortodoxos tienen influencia directa en el KREMLIN; NO POR ESO PODEMOS DECIR QUE LOS RUSOS ESTÁN EN LA COLA DEL DESARROLLO POR LA RELIGIÓN. Lo traigo a colación para que veamos hasta donde llega la hipócrita moral religiosa de Occidente, donde sí la religión ha servido materialmente al poder que ellos mismos ayudaron a establecer, en detrimento de los oprimidos a quienes ofrecen un Reino lejano, ocultándoles que el verdadero Reino está acá y es que usted y yo levantamos con la lucha día a día.

III).- Con el desarrollo de los medios de comunicación en América Latina el monopolio del saber religioso, así como la interpretación de la Biblia, su sistematización y visión de otros grandes escritores que fueron excluidos arbitrariamente, amenazó seriamente el conservadurismo de la jerarquía de la iglesia. Para peores de males, para estos conservadores, se vino para América LATINA LA Revolución Cubana, y a millones de nosotros el marxismo y el materialismo histórico, nos abrió los ojos para ver que la opción por los pobres, las mujeres lanzadas a vender su sexo por falta de trabajo y falta de escolaridad (EUFENISTICAMENTE OCCIDENTE las llama trabajadoras del sexto y no prostitutas, como la MAGDALENA), POR EL CAMPESINO SIN TIERRA, POR EL OBRERO REPRIMIDO, NO SOLO TENÍA CABIDA EN EL DISCURSO DE JESUS, sino que era muy semejante a la bandera que levantaron revolucionarios como FIDEL, El Che, Camilo Torres, Cabañas, etc.. Después vino la teología de la liberación y enseño en América Latina que la religión de nuestros ancestros esclaviza; el cristianismo como conducta y ética, libera. Y todo iba muy bien, hasta que el enemigo número uno de la humanidad descubrió que las estructuras del catolicismo, del que se había servido históricamente, necesitaba ser reforzadas, con tal de que jamás naciera una IGLESIA latinoamericana con características propias, con un cristianismo que hiciera de JESÚS histórico su eje primordial. Financió y desarrolló por todos los medios la llamada iglesia electrónica, escogiendo como sus actores principales la denominación pentecostal, partiendo y haciendo suya una enseñanza que el catolicismo había repetido Y ATRIBUÍDA A Jesús, cuando dijo que debía de irse pero a ustedes dejo un ayudador. Se refería al espíritu santo. Fue cuando por todo América Latina las congregaciones pentecostales brincando, bulliciosas, hablando en lenguas, según ellas, curando enfermos etc, salieron de debajo de las piedras; la respuesta del catolicismo fue los carismáticos. Pero la CIA había logrado su cometido. Había puesto a pelear el catolicismo romano contra la teología de la liberación, y a los llamados “protestantes” o evangélicos los metió a todos en el mismo saco, habiendo distintas denominaciones cristianas como presbiterianos, anglicanos, bautistas etc- a fin de que la brecha histórica surgida a raíz de la reforma de Martín Lutero, se agrandara hasta nuestros días.

IV- Por eso veo con tristeza, como incluso, personas que se suponen tienen una capacidad analítica admirable, que un patas vueltas como este humano no les amarra los cordones de los zapatos, estén enfrascados en convencernos que éste es mejor, porque anda con una biblia debajo del brazo, es mejor el otro Alvarado, porque tenemos matrimonios homosexuales defiende las guías sexuales o el estado laico, hay que apoyarlo. Al 20% de la población se le está cayendo la casa, unos 500 mil costarricenses comen gracias a la tarjeta de crédito, los latifundistas de Guanacaste están dejando sin sus parcelas a los campesinos si no se apuntan a sembrar piña y melones, los salarios en el país están congelados en el sector privado, el sindicalismo en la industria es un sueño. PERO Fabricio ya escogió su equipo de gobierno.¨ ¡Ay….y qué equipo de neoliberales!, el otro Alvarado no se queda atrás. PROMETIÓ A LAS CÁMARAS PONERLES A DISPOSICIÓN UN MINISTRO SIN CARTERA. Y en la mira de ambos grupos está el negocio privado de la Electricidad, está el BANCO nacional que lo van a quebrar. PIDAN LA LISTA DE NOTARIOS EXTERNOS QUE DESIGNÓ ELPLN y el PAC EN EL Nacional y ustedes verán las mansas palomas que están cartulando; está RECOPE, está la educación pública, la salud…. En lugar de estar en esas babosadas deberíamos estar ya reuniéndonos para finiquitar una estrategia de lucha, buscando coincidencia para organizarnos, articularnos y movilizarnos.

 

*Imagen con fines ilustrativos tomada de intereconomia.com

Enviado por el autor.

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Costa Rica: los retos de la democracia, el republicanismo y los derechos humanos ante el desafío que plantea la intolerancia religiosa

Pronunciamiento del Centro de Investigación en Cultura y Desarrollo (CICDE)

Vicerrectoría de Investigación

Universidad Estatal a Distancia (UNED)

Acuerdo del Consejo Científico del CICDE de fecha 26 de febrero de 2018

 

La evolución que hemos observado las últimas semanas en el proceso político-electoral de Costa Rica, suscita mucha preocupación y convoca a un muy necesario ejercicio de reflexión crítica.

Hemos visto ascender una propuesta política, cuyo fortalecimiento surge en lo inmediato de discursos de odio contra las personas diversas por su orientación sexual y/o identidad de género. Ello ha dado lugar a múltiples manifestaciones de violencia simbólica, verbal y física en contra de tales personas, las cuales en el futuro podrían agravarse. Y si bien es cierto que en Costa Rica los discursos homofóbicos siempre han gozado de mucha legitimidad, lo ocurrido recientemente implica trasponer límites anteriormente insospechados, al punto que tales expresiones de odio parecen ganar estatus como un discurso “políticamente correcto”. Lamentamos profundamente tales expresiones de odio y toda la violencia que las acompaña y llamamos a las autoridades públicas a mantener una actitud vigilante en resguardo de los derechos humanos de los grupos y las personas que son víctimas de tal agresión.

Es preciso subrayar que esto es parte de un planteamiento ideológico y discursivo, que amenaza la vigencia de los derechos humanos en general y, en particular, los derechos y avances logrados por las mujeres en su lucha por una sociedad más justa e igualitaria.

Defendemos con absoluta convicción el derecho de cada persona a vivir con toda libertad la fe religiosa que elija. Pero advertimos con mucha preocupación acerca del grave peligro que conlleva hacer de la religión, y en particular de versiones fundamentalistas del cristianismo, un factor que decida acerca de la vigencia de los principios más fundamentales en que se asientan los conceptos de democracia y república.

Democracia y republicanismo conllevan una propuesta y una aspiración por la construcción de un sistema político, asentado en un Estado de derecho donde debe haber igualdad de deberes y derechos ante la ley para todas las ciudadanas y los ciudadanos. Es innegable que en la realidad esa plena igualdad no es efectiva, a causa de diversos obstáculos económicos y culturales. Reconocer esto último plantea el deber de luchar permanentemente por avanzar hacia sociedades más igualitarias, para lo cual, entre otras cosas, se requiere construir discursos y visiones de mundo inclusivas, verdaderamente respetuosas de la dignidad de cada ser humano.

Sin embargo, lo que estamos presenciando es una campaña política que, apelando a una visión religiosa particularmente intolerante, que involucra grupos neopentecostales y sectores ultraconservadores y fundamentalistas de otras corrientes religiosas, formula discursos discriminatorios y estigmatizantes que lastiman gravemente la dignidad de muchas personas, y generan un clima sicológico de exclusión, proclive al irrespeto y la violencia.

Lo que se propone conlleva involucionar hacia un orden legal e institucional, en el cual, y partiendo de criterios religiosos, se estaría cercenando la universalidad de las leyes y de los derechos humanos.

Advertimos respetuosamente acerca del peligro que conlleva restarles importancia a las manifestaciones de violencia, intolerancia y exclusión en contra de determinados grupos de nuestra comunidad nacional, y a las implicaciones de mediano y largo plazo que esto tiene para la democracia y nuestros estilos de convivencia. No es de ninguna manera trivial, el que adquieran tal peso propuestas políticas teñidas de visiones de mundo que excluyen y resultan proclives a la violencia, y que en muchos sentidos descansan en concepciones políticas pre-modernas. En el mejor de los casos, ello impondrá obstáculos importantes para poder avanzar en materia de derechos humanos e igualdad. Pero lo cierto es que existe un riego efectivo de que se produzca una grave involución.

Debemos reconocer que esta coyuntura política, tan compleja y desconcertante, es manifestación de una situación subyacente, estructural y de largo plazo, donde se combinan y se refuerzan mutuamente, sentimientos de profundo disgusto y desconfianza hacia el sistema político, grave desprestigio de la institucionalidad democrática, y situaciones de marginalidad social, falta de empleo, carencia de oportunidades y pobreza. Esos problemas de desigualdad y exclusión fracturan a la sociedad costarricense, y claramente se visibilizan en los territorios, en la forma de graves asimetrías entre la región central del país y el resto, pero también con un claro deslinde –también a lo interno de las ciudades del Valle Central– entre los reducidos espacios donde se concentra la riqueza, y las áreas mucho más amplias donde se hacen manifiestos los rezagos y la postergación sin plazo de las necesidades fundamentales.

Llamamos a la ciudadanía costarricense a una reflexión reposada sobre lo que todo esto significa. Debemos reconsiderar críticamente las orientaciones del desarrollo del país, las falencias de nuestra institucionalidad pública y de nuestro sistema político y las limitaciones de nuestra democracia. Pero también debemos meditar sobre nuestras propias aspiraciones como pueblo y como nación. Inclusive debemos interpelarnos muy seriamente acerca de la sinceridad y hondura de nuestras convicciones democráticas y nuestro compromiso con la justicia social, y acerca de la claridad y coherencia con que asumimos los principios y la doctrina de los derechos humanos ¿Realmente hay sinceridad cuando declaramos nuestra adhesión a cada una de estos principios, valores y compromisos, o tan solo es propaganda para la exportación? Confiamos que sea lo primero.

Nos urge interrogarnos sobre el tipo de país que queremos, y la calidad de convivencia a la que aspiramos. De por medio está la propia democracia, nuestra concepción republicana y el lugar digno y respetuoso que debe concedérsele a cada ser humano, por el solo hecho de serlo. No es asunto del interés tan solo para las actuales generaciones, cuando, en realidad, dice mucho de la Costa Rica que heredaremos a las generaciones aun no nacidas.

 

Dr. Luis Paulino Vargas Solís

Director CICDE

Mercedes de Montes de Oca, 26 de febrero de 2018

 

Enviado por Luis Paulino Vargas.

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Alberto Rojas explica el vínculo entre el fundamentalismo religioso y la política – Desayunos de Radio UCR

¿Cómo nacen las expresiones fundamentalistas en las iglesias evangélicas? ¿Cuál es su vínculo con la política? En el programa Desayunos, en Radio UCR del viernes 23 de febrero, el teólogo, sociólogo y profesor de la Escuela Ecuménica de Ciencias de la Religión de la UNA, Alberto Rojas, lo explica.

Invitado por el especialista en relaciones internacionales y teoría política, Constantino Urcuyo, y el economista Ronulfo Jiménez, -conductores del programa-, Alberto Rojas expuso sobre el tema Religión y Política.

Le ofrecemos el vínculo para escuchar el programa; la conversación se inicia en el minuto 18.

http://radios.ucr.ac.cr/radio-universidad/programas?playlist=81&track=404212683

 

*Imagen tomada del artículo La re-espiritualización de la política, CELAG http://www.celag.org/la-re-espiritualizacion-la-politica/

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Alto riesgo en Costa Rica

Marlin Oscar Ávila

 

Costa Rica entra en un alto riesgo de perder su democracia y el nivel de bienestar social, a partir de la segunda ronda electoral en dos meses. El fundamentalismo religioso la tiene acosada a sufrir de un acelerado deterioro económico, político y social. Las sectas religiosas que en toda américa latina penetran las poblaciones pobres y muy frágiles, están diciendo que se debe nombrar un gobierno dominado por su ideología religiosa, a través del Partido Restauración Nacional, y un pastor predicador, periodista y cantante, llamado Fabricio Alvarado, uno de los pastores neo pentecostales que acumulan riqueza sin pagar impuestos al Estado. Este señor y su partido no tienen programa político más que un simple discurso en favor de la familia, con todo el fervor de xenofobia, contra toda relación bisexual, homosexual, transexual, concluyendo en una actitud anti femenina. Es decir, retrocede un siglo los avances de filosofía y de derechos humanos.

Se acercan al radicalismo conservador de la derecha internacional, racista y nacionalista. Con un discurso cerrado y reducido al círculo familiar, su gobierno no pasaría de ser presa fácil de los organismos internacionales promotores del neo liberalismo. Este partido político nacido de religiosos fundamentalistas con ambiciones terrenales, no tiene programa alguno para resolver la problemática financiera, económica, de infraestructura, de salud y educación, menos una política de protección medio ambiental, sobre personas con discapacidad y adultos mayores, así como de relaciones internacionales. Como no es lo mismo ir al reino de los cielos como reinar en la tierra, no cuentan con un equipo profesional con las capacidades exigidas en el contexto nacional e internacional.

Esto llevaría a Costa Rica, país reconocido por su alto nivel educativo, a perder la calidad de los servicios públicos que hasta la fecha ha logrado mantener. Entregaría fácilmente sus recursos naturales y capacidades profesionales y técnicas a la iniciativa privada internacional, es decir, a las grandes transnacionales que acumulan la riqueza mundial en pocas familias. De allí a convertir al país en uno de los países pobres y miserables de América Latina, solamente restarían los cuatro próximos años. En otras palabras, la pobreza mental en la que se basa su partido, llevará a Costa Rica, a una pobreza en todos los aspectos de la vida humana.

 

Enviado por el autor.

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Los datos y cálculos electorales… y la conciencia

Héctor Ferlini-Salazar

 

Desde cualquier punto de vista que se mire, el proceso electoral 2018 en Costa Rica ha significado un socollón político. El ascenso de una opción de gobierno con marca religiosa no estaba contemplada. En mi artículo “Cuatro claves para una elección”, publicada en SURCOS el 26 de enero, comenté que los temas de la corrupción y de los derechos humanos habían disparado las candidaturas de Juan Diego Castro y Fabricio Alvarado respectivamente; a la postre este último resultó ganador de la primera vuelta.

Los datos obtenidos, las declaraciones que provienen de representantes de las opciones electorales descartadas para la segunda ronda, y especialmente, el renacimiento de un compromiso ciudadano que se expresa en redes digitales con la creación de múltiples grupos con tono pluralista y en el activismo palpable que busca evitar un gobierno dirigido por una religión altamente conservadora, augura un gane amplio de Carlos Alvarado para otorgar cuatro años nuevos de gobierno al PAC.

Será, muy probablemente (si ese compromiso ciudadano se mantiene y aumenta conforme se acerque el 1 de abril), un triunfo contundente de Carlos Alvarado que enviará al país al menos dos mensajes: a) las opciones fundamentalistas no tienen hoy viabilidad política para llegar al Poder Ejecutivo en Costa Rica, b) las bancadas del PLN y del PUSC tendrán que tener mucho cuidado con las alianzas que hagan con Restauración Nacional en la Asamblea Legislativa si desean renacer como opciones electorales, pues habrá una ciudadanía que ya no estará atada a sus partidos. Tendrán que asumir con responsabilidad los grandes temas como el problema fiscal, el sistema de seguridad social (incluye educación, salud, recreación y otros), la protección de los derechos humanos, el agua, para citar los más apremiantes y que concentran la mirada ciudadana.

¿Pero qué ocurrirá si este compromiso ciudadano que hoy observamos en redes digitales se acaba el 1 de abril? Para responder quiero comentar tres experiencias vividas recientemente en mis constantes actividades en comunidades para trabajar el tema de la construcción de cultura de ciudadanía y democracia participativa. En la Zona Sur, durante un taller en setiembre, un participante dirigente sindical del sector de pequeña agricultura, aprovechó su comentario sobre el tema del encuentro para arremeter contra “la ideología de género y las guías de educación sexual”. En la Zona Norte, en octubre, en otra actividad, una compañera de larga lucha y compromiso con los derechos de las mujeres campesinas habló también contra las guías para promover la afectividad y la sexualidad integral. En Limón, en las semanas finales de 2017, otro participante de las actividades que promuevo en torno al tema de  construcción de cultura de ciudadanía y democracia participativa, dirigente comunal de larga trayectoria y participante de muchas organizaciones comunitarias, igualmente se pronunció en contra de los temas relacionados con la sexualidad. En esas fechas no se conocía el pronunciamiento de la Corte Interamericana de Derechos Humanos acerca del matrimonio igualitario. Como vemos, todas son personas comprometidas con su gente y sus comunidades, ninguna tenía una argumentación consistente para sus discursos, pero los asumen plenamente y los defienden a viva voz porque los mensajes difundidos desde fuerzas políticas y medios de persuasión no son inocentes y están diseñados para ser incorporados. El compromiso social no siempre implica conciencia política.

¿Es suficiente entonces si se gana esta elección de Carlos Alvarado? ¿Se rendirán las fuerzas que impulsan esos temas y otras ideas como que el problema del déficit fiscal está en los programas sociales que gastan mucho y no en la evasión, la elusión y un sistema tributario injusto? ¿Qué vendrá después? Como lo propuse en el texto “La fuerza nace desde las comunidades” (2011), la construcción de una fuerza social transformadora que oriente al país por una ruta de justicia social, implica dos ingredientes claves: – Elevar la conciencia del pueblo, esto es, desarrollar un proceso educativo para lograr una clara comprensión de los problemas, sus causas profundas, y las soluciones. – Elevar la calidad organizacional, lo cual implica, más gente participando conscientemente en las organizaciones sociales y comunitarias con ánimo plural, y mejor articulación entre los grupos.

Esta tarea, que es la tarea de construir una sociedad nueva basada en la justicia y el respeto a los derechos de cada persona, no se hace desde las redes digitales que si son útiles como medios de difusión, pero la construcción de conciencia política implica un cara a cara, una comunicación directa para palpar la realidad de cada comunidad y de cada persona, desentrañar ideas, percepciones y vibraciones para comprender por qué una persona acepta y divulga determinadas ideas y estar en capacidad de construir una respuesta inteligente a partir de la credibilidad que provee la cercanía humana. Esas ideas, percepciones y vibraciones solo se comprenden en la vivencia concreta, no por la vía digital, y en esa vivencia concreta, se descubre los elementos que pueden generar rupturas culturales y construir, primero, conciencia social, y luego, conciencia política, es decir, reconocimiento del rol o papel que se tiene en la dinámica de poder y definir si se desea seguir con ese papel o se quiere transformar en unión con las personas cercanas. Por eso la fuerza nace desde las comunidades. No hay que ver esta frase con dramatismo y argumentar que “no tengo tiempo”, pues todas las personas tenemos una o varias comunidades: habitacional, laboral, familiar, deportiva, artística, estudiantil… donde podemos sembrar con inteligencia la semilla de la conciencia y cuidar que germine y se multiplique.

Hay que ganar esta elección porque se reconoce la calidad del candidato, porque se siente identificación con el programa, o porque se quiere evitar el triunfo del fundamentalismo religioso, pero luego la tarea sigue… desde las comunidades.

 

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¿Costa Rica la nueva Sodoma y Gomorra? O más bien en una democracia

Carlos José Cabezas Mora

 

Cuando cualquier se atreve a hablar del tema de la homosexualidad, parece ser obligatorio primero decir que se es heterosexual, pues quienes leen de inmediato piensan que el redactor defiende una posición porque es gay o lesbiana, lo cual considero un atrevimiento, pues implica que si uno no es negro o no es mujer no puede defenderlos contra la discriminación social, que en algunos países llega en pleno siglo XXI a ser hasta esclavismo.

El segundo elemento, gústeme o no, es que el planteamiento que se argumenta generalmente con aspectos religiosos como fundamento para prohibir de manera legal cualquier cosa que se considere “pecado”, lo extraño es que, siendo humanos, según este mismo enfoque, cometeremos multiplicidad de pecados, de diferentes tamaños, colores y sabores. Para algunas fes religiosas unos serán imperdonables y otros se podrán perdonar, sin embargo, eso no quiere decir que en nuestros tiempos, todos los pecados están prohibidos por ley, eso solo suceden en países fundamentalistas, donde la unión entre Estado y religión no se da.

La resolución de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos que concluyó que a los homosexuales se les deben dar los mismos derechos que a los otros ciudadanos, haciendo referencia específica al matrimonio, ha causado tal revuelo en nuestro país, supongo que también en el resto del continente que están bajo la jurisdicción de ese organismo de la Organización de Estados Americanos, que ha sacado a la luz todas las opiniones cargadas de odio, desprecio y desde lujo prejuicio, igual que cuando muchos se opusieron décadas atrás al matrimonio interracial.

En todos los grupos virtuales, Facebook donde estoy de gentiles personas, incluso dulces “almas” inteligentes, las que empiezan diciendo algo como “yo no soy homofóbico, ni condeno ni juzgo,  incluso tengo amigos gay pero…” han salido los sapos y culebras (aquella expresión del cuento infantil) así de la boca de familiares, compañeros de trabajo, dirigentes sindicales, excompañeros de escuela de colegio, “expertos” en derecho, todos condenando lo resuelto incluso cuestionando la validez legal de la resolución de la Corte Interamericana, incluso demandando respeto a la soberanía o a salirse del sistema interamericano de derechos humanos.

Hemos leído también una especie de advertencia apocalíptica que culminará primero con la destrucción de la familia y posteriormente la prohibición del ejercicio de la fe religiosa, incluso una internauta que advirtiendo que “correrá sangre”, hasta han dicho que nos van a “homosexualizar a todos, se acabará el mundo por falta de hijos.

Nos encontramos ante una discusión que mezcla los temas religiosos con los derechos civiles, quizás es así por tener una Estado Confesional cuya religión oficial es la católica, apostólica y romana, algo así como que el Estado costarricense fuera una persona real -no jurídica- con alma que puede profesar una religión, aunque respeta la libertad de culto.

En este tema puntualizo:

  1. Todos tienen derecho a pensar y expresarse libremente, pero esto tiene límites pues hay opiniones xenofóbicas, racistas, homofóbicas, machistas, las cuales no se deben respetar.
  2. Cada pareja tiene derecho a las prácticas sexuales consensuadas que desee y no puede ni debe ser condenado menos restringido.
  3. Todos los ciudadanos tienen derecho a un trato igualitario, aunque eso sea considerado pecado por cualquiera de las religiones, pues la fe es una decisión privada no pública.
  4. El país ha reconocido que existen todo tipo de familias, no solo la familia de mamá, papá e hijos.
  5. La jurisdicción de la Corte Interamericana de derechos humanos es incuestionable, así lo ha dicho la Sala Constitucional aunque el país se saliera de esa convención, las sentencias previas seguirán siendo obligatorias, lo que procede al Gobierno de la República, es acatarlo de inmediato, de implementarlo a la mayor urgencia posible en lo que corresponda desde la Administración, el Registro Civil y el aparato consular, como desde la Institucionalidad pública, para asegurar el desarrollo de los Derechos que allí se han reconocido.
  6. No podemos atar la vida democrática a las creencias de ninguna religión pues de ser así, el divorcio no se permitiría, estaría prohibido el matrimonio por segundas nupcias, la unión libre posiblemente sería delictiva, la educación estaría dirigida por una religión que pondría en duda los avances científicos que entren en contradicción con sus postulados y los cementerios, quizás serían todavía católicos y no podríamos enterrar a quienes no son de esa fe, etc.
  7. Debemos aprender a incorporar los valores de la tolerancia y respeto por los demás, aunque eso le incomode a cualquiera, es imperativo superarlo para vivir en una sociedad democrática.

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