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Etiqueta: gastronomía

La explotación de la hospitalidad: turismo en Guanacaste, Costa Rica

Marinus Gisolf*
Agosto, 2024

El turismo depende de dos componentes básicos: el transporte y la hospitalidad. Estos dos componentes han experimentado grandes cambios a lo largo de la historia. El caso del desarrollo de los medios de transporte está bien documentado, pero es este último elemento, el de la hospitalidad, el que ha recibido mucho menos atención. La práctica de la posada o la recepción de huéspedes en una casa residencial es tan antigua como la propia humanidad, y se denomina la hospitalidad social. No obstante, la comercialización de esta hospitalidad despegó a partir del siglo XVII, y alcanzó proporciones industriales ya en el XIX, con los balnearios y los spas. Después de la segunda guerra mundial, esta forma de hospitalidad siguió las tendencias de mercado del capitalismo, y destaca la separación cada vez más llamativa entre cliente y proveedor. Es el turista, como cliente, quien es exigente dentro del marco comercial de la hospitalidad, como mercancía con valor de mercado; mientras que la relación original huésped-anfitrión desaparece del panorama. Una vez que las grandes inversiones internacionales empezaron a desplegarse en Costa Rica, no sólo cambió el concepto de la hospitalidad, sino, lo que es más importante, toda la estructura económica de una provincia, en este caso, Guanacaste.

Cae la tarde en Tamarindo, distrito costero de esta provincia costarricense. La calle paralela a la playa empieza a llenarse de gente tras el calor de la tarde. Frente a un pequeño bar abierto se detiene un gran 4×4 -supuestamente de alquiler- del que se bajan tres cuarentones de complexión robusta que conversan en voz alta en inglés. El acento delata un origen tejano. Uno de ellos entra en el pequeño bar para comprar cerveza, dos «six-pack». Paga con un billete de 50 dólares, y recibe diez mil colones de cambio de la mujer que está detrás de la barra. Se hacen bromas sobre los miles de colones que el hombre recibe de cambio. En esencia, son unos 20 dólares, y él ha pagado unos 30 por sus 12 latas de cerveza; casi dos dólares y medio por lata, que apenas cuesta un dólar en la tienda.

Los efusivos norteamericanos vuelven a su carro y se marchan, mientras la mujer detrás de la barra los mira con desprecio, y un cliente local con una gaseosa en la mano niega con la cabeza. “Estúpidos gringos,” piensan. “Estúpidos costarricenses con su astucia campesina,” piensa el gringo. Ambos se desprecian. El costarricense que intenta explotar al turista, y el turista que quiere derrochar todo en su semana de vacaciones al año, y no le importa ese jaleo del dinero, y menos aún esos estúpidos locales. El desprecio de los gringos afecta, sobre todo, a las mujeres locales. Entre ellas las hay, en efecto, quienes intentan sacarles todo el dinero posible a los norteamericanos; esencialmente un mercado infeliz de relaciones sociales asimétricas. El joven cliente de la gaseosa, el que presenció la escena de las cervezas, Carlos es su nombre, paga. La mujer de la barra le dedica una cálida sonrisa. Carlos se pone el casco, se sube a su moto y se va al pueblo de Cartagena, más arriba, a entrenar con su equipo de fútbol.

Lugares del litoral de Guanacaste, como Tamarindo, El Coco o Flamingo, tienen muy poco que ver con el resto de Costa Rica, y parecen ser enclaves dentro de la provincia. Muchos turistas llegan a ‘resorts’ de playa a través del aeropuerto internacional de Liberia y, tras aterrizar, siguen en coche de alquiler o en autobús de lujo a toda prisa hasta el destino de playa, porque de eso se trata y no del camino hasta él. No se trata de unos pocos hoteles de playa, sino que ahora han surgido grandes ‘resorts’ con cientos de habitaciones, piscinas gigantescas y varias opciones de restaurantes. Es el tipo de ‘resort-hotel’ que forma un pueblo en sí mismo, y pretende mantener al turista dentro de su propio cerco, fuertemente vigilado: las comidas y el entretenimiento están incluidos en el precio.

¿A cuáles bolsillos va el dinero que entra? ¿Entra realmente o se queda parcialmente en el país de origen de las cadenas hoteleras internacionales? Si bien, todas estas enormes inversiones extranjeras ayudan al mercado de divisas de Costa Rica, al mismo tiempo es necesario plantear la cuestión de su utilidad esencial para las comunidades rurales de esta provincia de Costa Rica. El inglés, tan vital para el turismo y aún tan poco hablado en América Latina, es entonces un escollo mayor a la hora de andar por ahí con pantalones negros y camisa blanca con corbatín negro, sonriendo a los clientes. Fíjese en Carlos, que trabaja media jornada en un hotel boutique de playa, de propiedad suiza, y también juega al fútbol en segunda división, con lo que ha ganado lo suficiente para comprarse una moto.

Así que, lo que investigan principalmente los científicos locales gira en torno a la pregunta clave ¿de qué región costera se trata? ¿La región como espacio según la mirada de los turistas, o como los inversores u otros extranjeros esperan crearlo? ¿O el hogar de una población local? Se trata del turismo como producto de exportación, como ocurrió con la exportación de carne en la misma región el siglo pasado: miles de hectáreas de bosque fueron sacrificadas para servir a las cadenas de hamburguesas norteamericanas. Los dos factores principales que provocaron las mayores fricciones en toda esta región costera, según los científicos de las universidades locales, fueron la falta de participación y, por tanto, de implicación de la población local y, además, la injerencia exterior de las grandes empresas multinacionales a través de inversiones directas. Son precisamente estos dos elementos los que dieron origen al término neocolonialismo, que muchos investigadores utilizan para referirse al fenómeno.

Lo que en las universidades se analiza principalmente es el cambio dentro del propio sistema capitalista. Económicamente, en las modernas economías de mercado, el concepto de riqueza se refiere únicamente a lo que tiene valor monetario. Los bienes o servicios cuyo valor no puede expresarse en términos monetarios -valor de cambio de mercado- no se incluyen en el concepto de riqueza. Esto significa, entre otras cosas, que la naturaleza pura tampoco está incluida, ya que no representa un valor de mercado -financiero. La destrucción de la naturaleza no se registra entonces como una pérdida contable. Por el contrario, la tala, el arranque o la caza de flora y fauna es un componente importante para aumentar la riqueza, desde el punto de vista de las economías de mercado.

Esta vertiente formal, en la que el valor de algo lo determina el mercado, se ha impuesto en la actualidad. Esto ha llevado cada vez más al uso del capital para ganar más dinero sin ser productivo. La especulación en bolsas es un ejemplo de ello, al igual que el comercio de bienes inmuebles –más que todo en zonas de playas-, de seguros, o divisas. Esta forma de comerciar sin añadir ningún valor a un producto o a una comunidad o a un país entero, que no se enriquece ni en un céntimo, ha tomado protagonismo. La mentalidad de la gente se ha adaptado a ella y, hoy en día, lo que importa mucho más es cuánto se gana y no cuánto produce alguien, física, mental o culturalmente. Es esta premisa la que ha llegado a dominar en el mundo occidental y cada vez más en el resto del mundo. No sólo eso, en una de las mayores actividades económicas del mundo que puede resumirse bajo el concepto de turismo, podemos observar una evolución similar.

Se han escrito miles de artículos sobre qué es y cómo funciona el turismo, y es uno de los fenómenos sociales más estudiados de los últimos 50 años. Y no sólo eso: casi todo el mundo occidental ha sido turista alguna vez, así como anfitrión de viajeros. La actividad turística es o debería ser una copia fiel de la sociedad en la que se desarrolla. Si no es así, como en el caso de Guanacaste, surgen tensiones sociales. Estas cuestiones se relacionan entonces directamente con el desarrollo de lo que a veces se denomina postcapitalismo: el predominio de la forma del capitalismo sobre su fondo como influencia exterior a Costa Rica. De nuevo, suenan entonces las campanas de las influencias neocolonialistas.

La hospitalidad comercial se reduce a un eslogan publicitario que promueve lo idílico y lo paradisíaco. La autenticidad del encuentro entre lo local y lo extraño se transforma así en un mundo experiencial de fastuosa belleza, impresionantes fenómenos naturales, animales exóticos de bellos colores, e incluso se tiende al cuento de hadas. En esencia, gira entonces en torno al encuentro del turista consigo mismo y al reflejo de sus propias emociones. La apariencia en sí y, por tanto, la superficialidad, son las consecuencias, mientras que la forma domina sobre el contenido. Se trata de espacios impersonales, como los que ofrecen las cadenas hoteleras internacionales, que propugnan lo mismo en todo el mundo, basándose en estándares occidentales con un toque autóctono aquí y allá.

Entre estas tendencias globales, la gastronomía es quizá la más llamativa: los tacos mexicanos, las pizzas italianas, las paellas españolas, los sushis japoneses o el curry indio hace tiempo que se han adaptado a un sabor unitario, despojando a los ingredientes individuales de sus aromas y sabores más intensos. Se oye entonces el grito de la uniformidad, que sólo indica que la forma en que se produce el encuentro entre el forastero y el lugareño sólo cubre lo externo y los auténticos elementos sustanciales quedan cada vez más disimulados. La forma de este tipo de turismo hace hincapié en el presente, remitiendo el pasado -o el futuro- a los museos. El turismo como forma intenta ignorar el tiempo, donde los turistas pueden comer y beber cuando quieran sin preocupaciones. La dictadura del tiempo, a la que la mayoría de los occidentales suelen estar sometidos en sus propios lugares de residencia, se levanta entonces brevemente.

Al igual que en el capitalismo como forma, la ganancia monetaria se ha desvinculado cada vez más de la productividad. Este tipo de turismo ha perdido muchos vínculos con una hospitalidad original, y la propia experiencia del turista ocupa un lugar cada vez más central. Son estas experiencias las que deben animar al turista a rendirse de nuevo tras sus vacaciones al estricto patrón de días, meses, años: la dictadura del calendario. En sus vacaciones, el turista no huye tanto de su ciudad natal como de la presión del tiempo, que no le permite ni un segundo de descanso. El turismo contemporáneo, como expresión de una hospitalidad comercial que aboga por los espacios impersonalizados y lo intemporal, encaja a la perfección con la vertiente formal del capitalismo y, por tanto, con el neoliberalismo pragmático.

Para los turistas occidentales que visitan Costa Rica, la playa puede ser un espacio ajeno a ellos, pero han venido para adueñarse de ella, desnudarse hasta el mínimo permitido -o incluso menos- y tomar el sol tranquilamente, a menudo con personal a mano para proporcionarles bebidas y aperitivos. Esto es lo que estos turistas han venido a buscar, porque esto es en lo que les han hecho creer: el paraíso tropical “virgen”, con las hermosas playas casi rubias, las palmeras que susurran suavemente, casi ni un alma que ver, con sólo el murmullo arremolinado y decreciente de un oleaje ondulante mezclado con el breve piar de pájaros, y un ligero olor a agua de mar -el Océano Pacífico casi no deja olor en esta región.

Sin embargo, un puñado de futbolistas gritando, las risas chillonas de las señoras locales, y una radio tintineante, no están entre esas estampas idílicas, como tampoco lo está el olor a cebolla frita o a carne asada. Una población local para la que la playa tiene una función totalmente distinta choca entonces frontalmente con lo que quieren los inversionistas extranjeros. Éstos no sólo compran los terrenos para sus grandes complejos hoteleros, sino que también piensan que pueden adueñarse de las playas, aunque pertenezcan al Estado y deban seguir siendo accesibles a todo el público. En este contexto también se oye el grito del neocolonialismo.

No obstante, el capitalismo siempre ha tenido un lado de contenido desde el punto de vista del capital y, sobre todo, de la productividad. Una iniciativa requiere una inversión, y ésta debe conducir a la producción de bienes o a su valor agregado. Este valor se relaciona directamente con los costos involucrados. Como tal, la inversión inicia una vida económica y con el capital se reproduce. Sin embargo, este concepto de contenido ha pasado a un segundo plano, sobre todo después de la segunda guerra mundial, mientras que ahora prevalece el lado formal: el valor de algo sólo lo determina el mercado.

Ni la producción capitalista dirigida a generar riqueza, ni la hospitalidad social del turismo dirigida a generar experiencias sociales han desaparecido, sino que simplemente perviven en el seno de las comunidades de todos los continentes del planeta -en unos más que en otros. La hospitalidad social implica entonces un encuentro entre anfitriones por un lado y huéspedes por otro. Los huéspedes se comportan como tales y expresan su gratitud por la acogida que se les ha dispensado. No existen entonces espacios impersonales, sino lugares acogedores, donde uno puede sentirse como en casa. Uno escucha, observa y aprende, y esto se aplica entonces a ambas partes. La importancia de la cultura y, por tanto, del pasado, es inseparable de este encuentro con extraños, porque se trata de lo propio, que se pone a prueba frente a la mirada de los foráneos.

Tradicionalmente, las formas de acoger a los extranjeros se han establecido culturalmente en las comunidades. Mientras que en el turismo del siglo XXI las habitaciones de hotel son espacios impersonales para dormir, carentes de emociones, en nuestras propias casas o con nuestros anfitriones, un dormitorio es un lugar cálido, donde se han aferrado muchas emociones a lo largo del tiempo. Son encuentros entre «nosotros» y «ellos», donde en realidad somos ambos a la vez. El encuentro se toma en serio y se le dedica tiempo. Los visitantes intentan transformar espacios que les son extraños en lugares familiares, y buscan ante todo un vínculo de amistad con sus anfitriones. Es este encuentro entre personas, que puede darse en cualquier parte del mundo, el que sirve de base para ampliar los horizontes de cada uno: uno se encuentra en el reflejo con el otro.

Un día conducía por una playa llamada Brasilito, en el noroeste de la costa de Costa Rica, también en Guanacaste, y vi un par de coches de policía aparcados. Me detuve y miré por la ventanilla. Había obreros municipales instalando bolardos de hormigón, mientras un pequeño grupo de lugareños miraban y gritaban enojadamente. Unos ocho policías observaban desde una pequeña distancia. Me bajé y vi rápidamente de qué se trataba: los bolardos se habían colocado para impedir el acceso en carro a la playa. Instintivamente, yo también me enfadé. Hacía tiempo que se había prohibido acampar en la playa, pero para que los excursionistas de la zona fueran a comer allí con sillas y mesas, ollas y sartenes, se necesitaban coches o carretas de bueyes. Eso ya no era posible, cortando una tradición sobre todo cultural. Hice unas cuantas fotos y me sentí como un periodista.

Así que se trataba de una ordenanza municipal, razoné, destinada a hacer esta playa más idílica para los turistas, sin la interferencia de las alegres familias locales. No era tan novedoso, ya que esto había ocurrido antes en la cercana playa Conchal, con el hotel Meliá Resort de 300 habitaciones cerca. Al parecer, se quiere evitar el choque entre dos tipos de hospitalidad, y cada uno tendría su propia playa; una extraña solución que plantea una interrogante sobre el concepto de soberanía y, por tanto, de neocolonialismo.

La mera masificación de la hospitalidad comercial en los llamados países del Tercer Mundo, los impactos medioambientales y climáticos resultantes y los flujos de dinero asociados se centran en última instancia en satisfacer necesidades evocadas artificialmente desde los países occidentales. Se plantea entonces la cuestión de hasta qué punto las vacaciones no son más bien una compulsión, impuesta por la dictadura del tiempo de la mano de la presión de las economías de mercado, que convencen a la gente de que necesitan viajar. La hostelería comercial funciona cada vez más como una vasta maquinaria en la que se absorbe al público. Aunque en Costa Rica la potencia colonial original hace tiempo se retiró, sigue existiendo la presión occidental – ahora no sólo de Europa, sino sobre todo de los Estados Unidos – para aumentar su influencia económica en este tipo de países pequeños. Algunos lo llaman neocolonialismo, otros, influencias neoimperialistas, o incluso se oye el grito de la aplanadora globalizadora.

No hace mucho acompañé a Carlos, el camarero futbolista, al campo de fútbol de Cartagena, donde iba a dirigir un entrenamiento de colegiales estadounidenses de entre 13 y 15 años, que venían a jugar al fútbol y a conocer el país. Los chicos con algunos padres se alojaban con familias de allí, y todo el conjunto formaba una gran familia que se comunicaba entre sí utilizando las manos, y sobre todo los pies, con algunas palabras en inglés de por medio. Carlos organizó una sesión de entrenamiento con algunos compañeros y también con los jóvenes del club local. El tiempo era mucho más fresco por la tarde, el sol estaba más bajo, y ya empezaban a proyectarse sombras más largas. Los jóvenes corrían, gritaban y entraban en contacto con otra cultura a través del deporte. Lo que más me gustó fue que Carlos estaba disfrutando, rugiendo palabras en inglés como si dominara el idioma, y todos los demás estaban completamente implicados. Respirando entusiasmado después, me confesó: “en realidad son como nosotros, ¿verdad?”

Un turismo que no se basa tanto en su vertiente formal de una estricta relación cliente-proveedor, sino en el contenido de un encuentro basado en la hospitalidad social y las normas locales que conlleva, ofrece al estresado hombre occidental una oportunidad de ir más allá del cuidado de su propio cuerpo y bienestar. Escapar del yugo del tiempo puede ser un motivo para que muchos se suban a un avión o a un tren, pero sigue siendo una medida temporal que aporta poco al propio desarrollo humano, y es improductiva en ese sentido. Así pues, el turismo de contenidos no es tanto una liberación de la dictadura del tiempo, sino un ejercicio para adquirir nuevas experiencias y, sobre todo, para buscar al «otro», tan importante para descubrirnos a nosotros mismos.

Sin embargo, los países receptores de turismo tienen que enfrentar una actividad económica que a menudo no encaja en sus modos de vida tradicionales. El resultado es una adaptación forzada o un rechazo espontáneo. Esta adaptación puede consistir simplemente en aprovecharse de las diversiones que buscan los turistas, como por ejemplo cobrar demasiado dinero por una cerveza. Pero es algo superficial y concierne a la forma. Estadísticas sobre Guanacaste demostraron recientemente que sigue siendo la provincia más pobre del país, con un elevado desempleo entre su población rural, una indicación clara que, desde el punto de vista económico, la productividad está relativamente baja a pesar de las enormes inversiones extranjeras directas en el sector inmobiliario y turístico.

El desarrollo de la actividad turística en Guanacaste requiere de una planificación a largo plazo, basada en fundamentos teóricos y prácticos. En el presente ensayo he propuesto algunos conceptos que sirven para distinguir los diferentes elementos de que consiste el turismo en esta zona y sus influencias en el desarrollo económico y social. Para la urgente reconceptualizión del manejo y planificación del desarrollo turistíco en Guanacaste es indispensable contar con las herramientas teóricas necesarias para poder fundamentar futuras decisiones.

* Consultor turístico y escritor e investigador. Ha publicado los libros The Functionality of the Tourist Supply Chain (2005) y El Turista y la sostenibilidad (2009), además de una considerable cantidad de artículos académicos en diferentes revistas especializadas de Costa Rica y otros países. También es el autor y gestor del sitio web tourismtheories.or , en el que expone su obra y pensamiento acerca del fenómeno turístico, y que además sirve de repositorio de muchos de sus artículos. Con el presente ensayo, el señor Gisolf participa como autor invitado en el OBTUR.

Esta es una publicación de la Universidad Nacional, compartida con SURCOS por el Observatorio de Turismo, Migraciones y Sustentabilidad de la Región Chorotega (OBTUR).

Fuente: https://www.obtur.una.ac.cr/index.php/la-explotacion-de-la-hospitalidad-turismo-en-guanacaste-costa-rica

Experimente el buen vivir de la cultura indígena bribri y conozca parte de su cosmovisión milenaria

Uriel Rojas

  • Emprendimiento te lleva a conocer sus leyendas, tradiciones, gastronomía, naturaleza y mucho más.

En la comunidad de Cabagra de Buenos Aires, existe un emprendimiento indígena llamado Posada y Mirador Huacábata, un proyecto netamente local que te permite experimentar el buen vivir indígena y conocer parte de la cosmovisión milenaria de este territorio.

Huacábata te ofrece caminatas con vistas panorámicas increíbles, donde podrás divisar las imponentes montañas que rodean el territorio indígena Cabagra.

Sobre su gastronomía, todas las comidas son preparadas con ingredientes locales y de temporada.

Este tour incluye desayuno, almuerzo, cena y merienda.

También incluye charlas sobre las historias milenarias de la cultura bribri de Cabagra contadas por un guía cultural haciendo énfasis en el proceso de conservación ambiental y cultural.

Conozca nuestro itinerario, el cual consta de día y medio.

Día 1. Los visitantes llegan a Cabagra a mediodía en donde se les da la bienvenida, se les presenta el proyecto y algunas particularidades del territorio.

1 pm-2 pm. Se disfruta de un delicioso almuerzo.

2 pm-3 pm. Se inicia una narración de historias bribris, en donde el guía explica la cosmovisión indígena el cual se basa en la conservación de los recursos naturales.

3 pm-5:30 pm. Exposición de artesanías. Los visitantes podrán conocer en detalle los procesos que implica cada arte indígena bribri.

5:30 pm-6 pm. Libre.

6 pm-7 pm. Cena. Con ingredientes propio de la cultura indígena bribri, respetando los gustos de cada persona.

Segundo día. Itinerario.

8:00 a.m. – 9:00 a.m.

Desayuno.

Al despertarse las personas visitantes podrán disfrutar de un desayuno tradicional.

Gallo pinto, huevos, tortillas hechas a mano y podrán optar por café, té o jugo. Al finalizar el desayuno tendrán un espacio para prepararse para la siguiente actividad.

9:30 a.m. – 12:00 p.m.

Caminata al Mirador

El recorrido al Mirador comenzará desde la posada, y es una caminata de dificultad media/alta, de dos horas aproximadamente hasta llegar al mirador. Incluye guía y merienda.

Podrás disfrutar de hermosos paisajes naturales, vistadas de aves, quebradas.

12:00 p.m. – 2:00 p.m.

Almuerzo y despedida

Antes de la despedida, las personas podrán disfrutar de un delicioso almuerzo tradicional con bebida natural con frutos de temporada.

HUACABATA es un nombre en idioma bribri que significa, “lugar donde abundan los cementerios indígenas” y es un emprendimiento participante del Programa de Incubación de Turismo Indígena Raíces en su 2da edición.

El territorio indígena de Cabagra, se ubica en el cantón de Buenos Aires, Puntarenas, está conformado por 22 comunidades y alrededor de 3,188 habitantes, preservan su lengua bribri y una parte cabécar.

Sus pobladores se dedican principalmente a la agricultura, resaltando cultivos como cacao, plátano, maíz y tubérculos.

Para más detalles sobre reservación puedes contactarse al 89728099 con Claudia Rojas Rojas o a su correo electrónico claudya02rojas@gmail.com o visitar la página: https://huacabata-posada.webflow.io/

Pueblo Ngäbe de Comte Burica hablará con instituciones de salud y agroecología

Feria indígena mostrará costumbres, tradiciones, gastronomía, artesanías, vestidos tradicionales, danzas y producción agrícola de la cultura indígena Ngäbe

Este próximo 25 y 26 de noviembre en la comunidad de Niviribotdä (Las Vegas río la Vaca, Laurel, Corredores) se realiza el primer conversatorio que contará con presentaciones culturales y feria agrícola y artesanías Ngäbes.

En este evento están siendo invitados personas representantes de instituciones públicas, universidades, organizaciones ambientalistas entre otros.

Las personas participantes podrán adquirir artesanías, productos agrícolas, comidas tradicionales y conocer y disfrutar el baile Jegui. La feria también tendrá espacio para nuevas iniciativas económicas ofreciendo la oportunidad de exponer, vender o promocionar sus productos.

La agenda comienza el viernes 25 de septiembre con el recibimiento de participantes y por la noche intercambios de saberes y bebida de cacao. Mientras que el día sábado 26 por la mañana, habrá una visita guiada a la finca modelo proyecto Agro-Ecoturistico Finca Kare, y a partir de las diez de la mañana dará inicio el conversatorio donde abordaremos la importancia de cultivar, producir bajo sistemas agroecológicos y reafirmar la acción solidaria como una estrategia de trabajo conjunto en el desarrollo de proyectos productivos.

La actividad es organizada por Sistema Agro-ecoturismo Finca Kare, apoyada por la Asociación Niviribotdä –las Vegas y la Asociación de Desarrollo Integral de Comte Burica y patrocinada por la organización Pro Regenwald. Colabora también el proyecto ED-3526 “Geografía y Diálogo de Saberes» Escuela de Geografía y Programa Kioscos Socio ambientales UCR.

Las actividades se desarrollarán en la plaza y Salón comunal de Niviribotdä o Las Vegas río la Vaca, Laurel, Corredores, Puntarenas.

La finca Kare es un proyecto que busca fomentar la agricultura ecológica, la cultura Ngäbe, la interculturalidad, acción social y turismo. Esto mediante la diversificación de cultivos de plantas frutales, medicinales y hortalizas, con el fin de establecer un modelo de autosuficiencia y sustento familiar. Junto a esta diversificación, está el proyecto de agro-ecoturismo para fomentar la agricultura orgánica, rescatar las costumbres y tradiciones de la cultura indígena Ngäbe, estimular el intercambio y potenciar productos de la comunidad Ngäbe en mercados justos y solidarios.

En el Sur del país, entre los cantones de Corredores y Golfito que colindan con la frontera panameña, se encuentra el territorio indígena Ngäbe – Bugle de Conte Burica con una extensión de 11.910 hectáreas y una población de 1144 habitantes autoidentificados como indígenas Ngäbe. No obstante, existe una migración histórica transfronteriza, que conecta este territorio dentro de Costa Rica, con el resto de los territorios Ngäbe en Panamá, que abarcan las regiones de Chiriquí, Veraguas, y Bocas del Toro, incluyendo las zonas montañosas.

Los indígenas Ngäbe lucharon por la cedulación en los noventa y por un proyecto de Ley de Autonomía de los Pueblos Indígenas, por demarcación y establecimiento de los territorios. Actualmente luchan por la conservación de su territorio y su cultura. Recientemente las comunidades Ngäbe de Sixaola de Talamanca están dando una importante lucha por los derechos de las personas Indígenas transfronterizas para obtener la nacionalidad costarricense, logrando aprobar una ley y ahora luchando por un reglamento y su implementación efectiva.

El 26 de marzo pasado el Proyecto “Geografía y Diálogo de Saberes” de la Escuela de Geografía y el Programa Kioscos Socio Ambientales UCR, en conjunto con el Centro Nacional Especializado en Agricultura Orgánica (CNEAO) del INA, estuvieron presente en la feria para documentar y colaborar en la promoción de este importante espacio. Puede ver un video de la feria de ese pasado marzo en:

Para más información y visitar la Finca Kare, se puede contactar por medio del teléfono 62536955 a Marcos Jiménez Montezuma, vía correo electrónico a nivingabe@gmail.com

Encuentro Virtual de Arte y Cultura Binacional

Arte y Cultura Binacional invita a emprendedores de territorio fronterizo a participar del V Encuentro Virtual de Arte, Cultura y Gastronomía que se desarrollará del 20 al 28 de noviembre de 2021.

Para mayor información del encuentro lo invitamos a visitar la siguiente nota: https://surcosdigital.com/encuentro-virtual-de-arte-y-cultura-binacional/

A partir del 20 al 28 de noviembre se tendrá la inauguración en los canales de Facebook https://www.facebook.com/ARTE-Y-Cultura-Binacional-105180715004802 YouTube https://www.youtube.com/shorts/GaJqmF2PPrM y el sitio web www.arteyculturabinacional.com

Para más información puede contactar al correo electrónico: info@arteyculturabinacional.com o al teléfono: 70165572

Encuentro virtual de Arte y Cultura Binacional

Arte y Cultura Binacional invitan a emprendedores de territorio fronterizo a participar del V encuentro virtual de Arte, Cultura y Gastronomía que se desarrollará del 20 al 28 de noviembre de 2021.

El encuentro reúne propuestas de Panamá y Costa Rica celebrando el bicentenario.

Para participar debe enviar 5 fotografías, su logo y la descripción de la empresa o emprendimiento a los correos info@arteyculturabinacional.com o asoguitucorredores@gmail.com

 Para más información: 

www.arteyculturabinacional.com

+506 7016-5572 o +507 69267250.

FENTRAGH CR en Facebook

Maikol Hernández nos comparte que la Federación Nacional de Trabajadores de la Agroindustria, Gastronomía, Hotelería y Afines, Fentragh CR, ha creado su página en Facebook e iniciarán con un nuevo proyecto social.

En la página se puede leer la siguiente información:

“Bienvenidos a la Federación Nacional de Trabajadores de la Agroindustria, Gastronomía, Hoteleria y Afines (#FENTRAGH).

Nacimos con la intención de llenar un vacío sindical que existe en Costa Rica: la baja tasa de trabajadores/as sindicalizados en el sector privado; por ello, el fortalecimiento de FENTRAGH es indispensable y urgente para el #movimiento #sindical nacional.

Es apremiante organizar sindicatos y formar líderes en el sector privado.

Una federación plural en lo #político, fuerte en lo #social que tiene como fin la #defensa y #protección de los #derechos laborales y el mejoramiento y bienestar de los trabajadores y trabajadoras inicialmente en el sector de la agroindustria y posteriormente ampliado al gastronómico y hotelero. Ejercemos influencia en las grandes decisiones políticas, económicas y sociales del país, sin descuidar los requerimientos y necesidades de las organizaciones afiliadas.

Nuestros sindicatos afiliados son #fuertes, bien organizados, con #dirigentes comprometidos con nuestra misión compartida, expandiendo así proyectos de renovación, expansión y sobre todo recuperación de la imagen sindical.

La #equidad de #género es un eje común para esta federación, queremos una federación que promueva la participación femenina en la dirigencia y con enfoque de género.

#Actualmente nos encontramos innovando e impulsando nuevos proyectos en beneficio de las personas trabajadoras empleadas y desempleadas, desarrollamos nuevas herramientas que involucran la transformación digital en el mundo sindical, procurando una participación inclusiva y activa de todas las personas beneficiarias. Estamos trabajando en la gestión de alianzas #multisectoriales, apostando por un modelo desarrollo sostenible y acción sindical en sinergia y solidaridad”.

Culturas indígenas dicen presente en la Expo Tamal Buenos Aires 2018

Los territorios indígenas que habitan en el cantón de Buenos Aires el día de hoy dicen presente en la EXPO Tamal 2018.

Muestras de su arte, cosmovisión y gastronomía forman parte de sus exposiciones.

La invitación a todo el cantón a que visite sus locales y disfruten de esta riqueza ancestral.

Enviado por Uriel Rojas.

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En Turrialba estarán centrados en analizar actividad turística

Lidiette Guerrero Portilla,

Periodista Oficina de Divulgación e Información

Fachada Sede de Turrialba
El próximo jueves y viernes en la Sede del Atlántico de la UCR, en Turrialba, se efectuarán las conferencias y mesas de trabajo del VIII Congreso Nacional de Educación Turística (foto: Archivo ODI).

Turismo para todos, una suma de oportunidades y sentidos, es el nombre del VIII Congreso Nacional de Educación Turística, que se efectuará el 12 y 13 de noviembre, en la Sede del Atlántico de la Universidad de Costa Rica, en Turrialba.

A las 9:30 a.m. del 12 de noviembre, luego de la inauguración, se efectuará la conferencia Logros, retos y amenazas del turismo costarricense, con la participación como expositor de Rodolfo Lizano, director de Planeamiento del ICT y una hora después se iniciará un conversatorio titulado Inclusión laboral para personas con discapacidad: un enfoque de educación por competencias.

En el transcurso del día se desarrollarán otras conferencias por bloques de especialidad, en cuatro temas: Hotelería, Pedagogía, Gastronomía y Servicios Turísticos. El primer bloque comenzará a la 1:30 p.m sobre temas como: Servicio al cliente accesible, Tecnologías interactivas para la pedagogía, Sostenibilidad y salud: característica de la gastronomía costarricense actual, y Agroturismo: perspectivas y retos. Un estudio de caso en la comunidad de Mollejones de Turrialba.

El segundo bloque abordará los siguientes temas: Revenue Management, Modelado en 3D para clases interactivas, Pérdidas, desperdicios en alimentos y bebidas; y Perspectivas del turismo cultural en Costa Rica.

Para el día siguiente, el programa tiene planeadas actividades diferentes por bloque de especialidad, a partir de las 9:30 a.m. Por ejemplo en la especialidad de Hotelería: visitarán el Hotel Casa Turire, en la especialidad de Pedagogía: efectuarán un taller herramientas para el aprendizaje dinámico, en la especialidad de Gastronomía: visitarán el CATIE y en la especialidad de Servicios Turísticos: abordarán el tema del Beneficio de café y la agricultura orgánica.

A partir de las 2:00 p.m del viernes 13 de noviembre efectuarán cuatro conferencias de treinta minutos cada una, que analizará el Marco de cualificaciones en educación, el Seguimiento de las personas graduadas en Turismo, la Cultura de café como identidad costarricense y El Museo de Arte Costarricense como recurso didáctico.

Esta actividad es organizada por la Comisión Nacional de Educación Turística y Hotelera, con el patrocinio de la Universidad de Costa Rica, el Ministerio de Educación, el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA), el Instituto Costarricense de Turismo (ICT), la Cámara Nacional de Turismo (Canatur) y la Asociación de Profesionales en Turismo.

Dicha comisión, creada por decreto presidencial en el 2006, tiene como objetivo revisar los programas curriculares de las entidades públicas encargadas de impartir las carreras y cursos de capacitación turística y hoteleras, con el fin de sugerir su adecuación a las nuevas exigencias del sector turístico, así como a las especialidades que requiere el mercado laboral de la industria turística.

La comisión está integrada por representantes de varios sectores: del empresarial turístico, del profesional organizado, de las universidades privadas, universidades y colegios universitarios estatales, del Consejo Nacional de Enseñanza Superior Universitaria Privada (CONESUP), del Consejo Superior de Educación (CSE), del Ministerio de Educación Pública (MEP), del Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) y del presidente ejecutivo del Instituto Costarricense de Turismo (ICT).

 

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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