Ir al contenido principal

Etiqueta: Henry Mora Jiménez

El abc de la deuda del Estado costarricense con la Caja Costarricense del Seguro Social

Henry Mora Jiménez

Introducción

La deuda del Estado costarricense con la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) es un tema que debe preocuparnos a todos, sin excepción. A febrero de este año la deuda ascendía a 3.7 billones de colones (según datos oficiales de la Caja, aunque el ministerio de Hacienda no avala esta cifra). De este monto, un 80% corresponde al Seguro de Salud, un 18% al IVM (más de 660 mil millones de colones) y el 2% restante a otras obligaciones establecidas por ley. El lunes 17 de junio la prensa nacional informa sobre una “carta de entendimiento” firmada entre el gerente de pensiones de la Caja y el ministro de Hacienda para conciliar la deuda del IVM. Esta no es la deuda mayor, pero sería un avance si se cristaliza en un acuerdo que finalmente se respete.

En los últimos años este monto ha crecido de manera descontrolada, aumentando en un 20.74% solo entre febrero de 2023 y febrero de 2024. Otro dato impactante: entre mayo de 2022 y noviembre de 2023 (Administración Chaves Robles) esta deuda creció un 35.5% (cerca de 1 billón de colones más).

No hay que profundizar mucho para darse cuenta de que esta deuda afecta de múltiples maneras a la sociedad costarricense, por ejemplo, en la infraestructura y el equipamiento de los centros de salud en todos los niveles (EBAIS, clínicas, hospitales), en la atención a pacientes y en las interminables listas de espera, entre otras. La solución integral no se vislumbra en el horizonte, pero sería un buen comienzo si se lograra parar en seco este crecimiento y garantizar la estabilidad y robustez financiera de la institución más querida de los costarricenses.

¿Cómo ha surgido esta deuda gigantesca?

Desde la fundación de la CCSS a inicios de los años cuarenta del siglo pasado, el Estado asumió un compromiso subsidiario y solidario con el financiamiento de la seguridad social de nuestro país, formando parte de lo que se ha denominado el esquema de contribución tripartita: empleador, trabajador y Estado.

En los años setenta, nació el aseguramiento voluntario del trabajador independiente, convertido como obligatorio en el 2005, producto de una disposición contenida en la Ley de Protección al Trabajador (LPT). En esta figura, el Estado se comprometió a complementar el aporte del trabajador independiente, dada la ausencia de un patrono. Esta lógica se extendió luego a los asegurados voluntarios, personas que no ejercen una actividad laboral como tal, pero desean inscribirse en los seguros sociales administrados por la CCSS.

Si bien es cierto que parte de la deuda del Estado se explica por el incumplimiento en el pago total de estas obligaciones por concepto de contribuciones sociales, han sido las coberturas de poblaciones altamente vulnerables y sin capacidad contributiva, cuyo financiamiento recae en el Estado, los rubros que acumulan los montos adeudados más significativos. En este sentido, destacan las obligaciones asociadas a la protección de las personas y familias en condición de pobreza básica o pobreza extrema, a través del programa Asegurados por Cuenta del Estado; los menores de edad cubiertos por el Código de Niñez y Adolescencia; y múltiples grupos incluidos en diversas leyes especiales, cuya situación de riesgo social, imponen un aseguramiento con cargo al Estado.

Así mismo, con el traslado a la CCSS -a mediados de la década de los años noventa- de los programas y servicios que otorgaba el Ministerio de Salud, nació una nueva obligación, constituida por el financiamiento del Primer Nivel de Atención por parte del Estado, situación ratificada en 2019 en una sentencia judicial en firme que se encuentra en fase de ejecución, y podría implicar un monto adicional de la deuda actual por casi 6 billones de colones.

De forma adicional, la deuda del Estado con la CCSS incluye otros rubros menores, tales como, montos no pagados por concepto de la Ley de Paternidad Responsable, Ley de Control del Tabaco, Fecundación In Vitro (FIV) y un contrato con la OPS para la aprobación de los Indicadores de Desembolso del Préstamo con el Banco Mundial, suscrito en abril de 2016.

En todos estos casos, la continuada “morosidad” del Estado afecta los distintos servicios que la Caja debe suministrar a la población y cuya responsabilidad está plasmada en el párrafo tercero del Artículo 177 de la Constitución Política.

Fuente: CCSS, Gerencia Financiera

¿Cómo afecta esta deuda a los asegurados y al personal médico y administrativo?

La afectación a los pacientes es evidente:

Respuesta insuficiente en el Primer Nivel de Atención: Existe una brecha de más de 350 EBAIS en todo el territorio nacional, que no se ha podido cerrar por el incumplimiento del Estado de sus obligaciones, limitando la oferta de citas médicas en estos centros, y generando largas filas en los servicios de emergencia de las clínicas y hospitales de la CCSS.

Listas de espera prolongadas e interminables: La deuda redunda en largas demoras para recibir atención médica oportuna. Los pacientes esperan más tiempo para consultas, cirugías o tratamientos, lo que afecta su salud y calidad de vida y, en ocasiones, su vida misma.

Acceso limitado a servicios: La falta de recursos limita la disponibilidad de ciertos servicios médicos, como pruebas diagnósticas o medicamentos, especialmente si estos últimos son de alto costo.

Calidad de atención comprometida: La infraestructura deficiente y la falta de insumos afectan la calidad de la atención brindada.

Aumento de los gastos privados en salud. Cuando la Caja no da soluciones a tiempo, a los asegurados no les queda más remedio que cubrir con sus propios recursos el pago por medicamentos, tratamientos y cirugías.

Pero también afecta al personal médico y administrativo:

Sobrecarga laboral: El personal médico enfrenta una mayor carga de trabajo debido a la alta demanda y la escasez de recursos. Esto impacta en su salud física y emocional y repercute en el trato a los asegurados.

Salarios y condiciones laborales: La deuda dificulta el pago de salarios y beneficios “competitivos” al personal especializado y los hace migrar al sector privado.

Recursos limitados: La falta de inversión en infraestructura y equipos afecta la capacidad del personal para brindar una atención óptima.

¿Es esta deuda factible de pagar en el corto plazo por parte del Estado costarricense?

La factibilidad de pagar esta deuda es un tema complejo y multifacético. Algunos factores por considerar son:

La capacidad económica: El Estado debe evaluar su capacidad para generar ingresos y asignar recursos sin estrujar demasiado al sector privado.

Las prioridades presupuestarias: La deuda compite con otras necesidades, como educación, seguridad, infraestructura y servicios sociales. El Estado debe equilibrar estas prioridades al asignar sus recursos.

La voluntad de pago. El actual gobierno, embarcado en una cruzada fiscalista, ha mostrado particular reticencia a reconocer la deuda y a hacer las amortizaciones correspondientes.

En definitiva, la posibilidad de pagar la deuda estatal con la Caja es inviable en el corto plazo, ya que representa cerca de un 7% del Producto Interno Bruto, una cifra cercana a la totalidad de los impuestos que el Estado recauda en un año. Pero por esta misma razón no se debe seguir postergando una salida negociada de mediano y largo plazos.

¿Qué estrategias se han considerado para abordar la deuda del Estado con la CCSS?

En los últimos años se han considerado diversas estrategias para abordar la deuda con la Caja, las más importantes han sido:

  1. Que el Estado realice aportes excepcionales periódicos a la deuda, que han sido muy limitados.
  2. Negociaciones bilaterales Caja – Ministerio de Hacienda para establecer un plan de pagos a mediano y largo plazo, pero sin resultados tangibles hasta ahora.
  • También se ha propuesto que un porcentaje de los préstamos para inversión que contrae el Gobierno (deuda externa) se dedique a amortizar parte de la deuda con la CCSS, pero esta opción ha contado con la férrea oposición del actual ministro de Hacienda.

¿Qué opciones de pago graduales por parte del Estado pueden considerarse?

El Estado costarricense puede y debe considerar varias opciones de pago gradual pero constante para abordar la deuda con la Caja, entre otras:

Convenios de pago: Establecer acuerdos formales con la CCSS para pagar la deuda en cuotas preestablecidas a lo largo del tiempo. Esto permite una distribución más manejable de los pagos.

Reestructuración de la deuda: Negociar plazos más largos o tasas de interés de morosidad más bajas para facilitar el pago gradual.

Asignación presupuestaria específica: Destinar una parte del presupuesto estatal anual directamente al pago de la deuda con la CCSS.

Fondos específicos: Crear un fondo específico para la deuda con aportes regulares del Estado.

Cualquiera que sea la opción o el abanico de opciones, la primera medida debería ser detener de manera inmediata el crecimiento de la deuda (más allá de los intereses acumulados), de manera que el Estado empiece a cumplir con sus obligaciones legales y constitucionales con la Caja.

Como vemos, el problema pasa por una necesaria e ineludible negociación y un dialogo transparente que, increíblemente, no se ha podido llevar a cabo. En estas condiciones la presión de la ciudadanía se vuelve insustituible.

P.D. Agradezco los valiosos comentarios a un primer borrador de este artículo por parte de un funcionario anónimo de la CCSS.

2014 y aquel increíble primero de mayo

Henry Mora Jiménez

Ese trepidante día mis asesores más cercanos y yo llegamos muy temprano al recinto legislativo. Había una poderosa razón: aún no contábamos con los votos necesarios para obtener la presidencia del Congreso.

Las negociaciones con el Frente Amplio resultaron rápidas y transparentes, gracias a un acuerdo sobre proyectos de ley que nos comprometíamos a impulsar. Algunos de ellos, como la reforma al código procesal laboral, que contó con el apoyo decidido de otras fracciones, se hicieron realidad. Otros, como Territorios Costeros Comunitarios fueron veladamente saboteados al inicio y abiertamente después.

También habíamos superado una agria y penosa disputa con un compañero y una compañera de la fracción, que objetaron mi “atrevimiento” (que no fue mío) a postularme para la presidencia legislativa. Decidieron mantener sus diferencias en privado, aunque un año después sí las harían públicas.

Las negociaciones con el PUSC se mantenían en vilo y no fue posible concluirlas hasta minutos antes de la votación, a cambio de ceder las dos secretarías del Directorio. Aunque sería más correcto decir que la votación no se realizó hasta que se amarraron los votos. Con don Luis Vázquez y don Jorge Rodríguez mantuve una linda y leal amistad durante nuestro paso por el Directorio, a pesar de que a menudo discrepábamos en el debate parlamentario.

Fue un año de intenso y acelerado aprendizaje, con yerros y aciertos, virtudes y defectos, penas y alegrías. Y no podía ser diferente estando en el centro de un torbellino llamado “política parlamentaria”. Doce meses después me convencí de lo obvio: la política partidaria “no era lo mío”, regresando a mi papel de “intelectual orgánico” en octubre de 2017, aunque ahora con mayores reservas. Y es que ese paso por la política me enseñó, entre otras lecciones, a valorar con mayor humildad la presunta “sabiduría académica”.

Me sirvo de la ocasión para volver a agradecer profundamente a quienes me acompañaron de cerca en esa imborrable aventura entre mayo de 2014 y abril de 2015. A Oscar, Gabriela, Lorena, Leonardo, Jorge, Rolando, Miguel, Cyd y Margoth. Sin sus consejos y apoyos no habría sobrevivido.

Introducción al Pensamiento Crítico de Franz Hinkelammert

Henry Mora Jiménez

La semana del 26 de febrero al 1 de marzo tuve la dicha de estar en La Habana, Cuba, para participar en dos importantes eventos: i) el XV Taller Internacional sobre Paradigmas Emancipatorios y, ii) la presentación del libro póstumo de Franz Hinkelammert Razones que matan y la respuesta del sujeto. Introducción al Pensamiento Crítico Emancipatorio (para descargar), obra en la que colaboré con el maestro Hinkelammert.

El libro ha sido publicado por la editorial CAMINOS, con el apoyo de la Rosa Luxemburg Stiftung.

Tratándose de una de las últimas obras de Hinkelammert, que bien puede verse como una introducción a su pensamiento crítico, quiero compartir públicamente la versión digital del libro con todas las personas que han conocido la prolija y profunda obra de Franz y con quienes desean introducirse en su pensamiento.

Agradezco a SURCOS por facilitar su distribución.

Fraternalmente

Henry Mora Jiménez

In Memoriam Franz J. Hinkelammert (12 de enero de 1931 – 16 de julio de 2023) (Semblanza de su legado intelectual)

Henry Mora Jiménez

Tuve la dicha de conversar con Franz Hinkelammert apenas dos semanas antes de su partida física, aunque fuese por vía telefónica. Los dos quedamos sumamente contentos. Yo, por notar en él una notable mejoría luego de varias semanas postrado en su cama; y él, por enterarse de la pronta reimpresión de su último libro en la Universidad Nacional, por la publicación de otro libro suyo en Cuba y, más aún, por el seminario sobre su obra que desde México se planifica para realizarse el próximo noviembre.

Fue como en los viejos tiempos, cuando a menudo conversábamos sobre el avance de las obras en que trabajamos juntos o de aquellas suyas que yo con entusiasmo le revisaba (aunque solo fuese para seguir aprendiendo); conversaciones siempre enriquecidas con sus agudos comentarios sobre el acontecer mundial que tanto le preocupaba. En los últimos meses, de hecho le atormentaba el triste papel de lacayo que han venido jugando los gobernantes de su patria, Alemania, en la OTAN. Y es que su lucidez, su brillo y su ternura le acompañaron hasta el último momento.

Franz nos deja un colosal legado al pensamiento crítico emancipatorio y al humanismo de la praxis, y nos deja también un recuerdo imborrable de una vida plena dedicada a enseñarnos que todavía es posible evitar el suicidio colectivo de la humanidad, siempre que nos guiemos por una racionalidad de la vida, de la convivencia y de la solidaridad, especialmente con quienes más sufren, los oprimidos y explotados del mundo (naturaleza incluida, como solía decir).

Conocí en persona a Franz Hinkelammert en 1988, cuando nos impartió el módulo de un curso en la maestría de economía en la Universidad Nacional, Costa Rica. El tema de sus clases: el sistema de coordinación del trabajo social, planificación y mercado. Para entonces, yo conocía sólo una pequeña porción de su obra intelectual, pero quedé gratamente sorprendido por la potencia de su pensamiento y de su personalidad. Años después lo busqué para que me dirigiera la tesis doctoral, un periodo en que le conocí sobre todo como ser humano, cuando lo visitaba a menudo en su oficina en el DEI. Su impacto en mi fue aun mayor, al descubrir tanta sabiduría y humildad, tanta fortaleza y bondad, tanta altura intelectual y generosidad, en una misma persona, combinación poco común en pensadores de renombre mundial. En una ocasión una amiga colombiana me dijo: “que suerte la de ustedes los ticos, que tienen a Franz tan cerca”. ¡Cuánta verdad!

Luego, a finales de 1999 le realicé una entrevista en la que pasamos revista de su obra hasta entonces más conocida, y así nació una gran amistad y un proyecto de colaboración que duraría veintitrés años. Para poder realizar aquella entrevista tuve que estudiar varios de sus libros, especialmente, Dialéctica del Desarrollo Desigual (1970), Crítica de la Razón Utópica (DEI, 1988) y El Mapa del Emperador (DEI, 1996). Y fue en ese momento cuando decidí que era urgente poner en un solo texto los aportes de Hinkelammert a la crítica de la economía política. Fue así como en 2001 publicamos Mercado, División Social del Trabajo y Reproducción de la Vida Humana (DEI, 2001) y posteriormente, en 2005, la primera edición de Hacia una economía para la vida, ambos publicados por el DEI.

Franz nunca se preocupó demasiado por difundir ampliamente sus obras, y la mayoría de ellas han sido publicadas por editoriales locales. A pesar de eso, su pensamiento es muy conocido en los medios de la intelectualidad crítica en América Latina y en sus círculos de colaboración en Alemania y Suiza. Pero seguramente, su obra será mucho más conocida a partir de ahora, como tantas veces sucede con autores de su estatura intelectual.

A riesgo enteramente personal, quiero dividir la trayectoria del pensamiento de Franz Hinkelammert en cuatro períodos (según mi apreciación y desde un punto de vista cronológico):

i) Sus diez años de estadía en Santiago de Chile (1963-1973), durante los cuales, según sus propias palabras, termina su período de formación académica. Esta fase incluye dos de sus obras principales en Chile: Dialéctica del desarrollo desigual e Ideologías del desarrollo y dialéctica de la historia. Durante esta época se concentró en la economía política y en la sociología económica.

ii) El camino hacia la madurez de su pensamiento (1977-1984), época en la que funda en Costa Rica el Departamento Ecuménico de Investigaciones (DEI) junto a Hugo Assmann (1933-2008) y Pablo Richard (1939-2021). Su madurez intelectual la alcanza Hinkelammert con Crítica a la razón utópica, una de sus obras más conocidas. Casi tres años de este período los vivió en Honduras, como codirector del postgrado centroamericano en economía y planificación del desarrollo de la UNAH.

iii) Luego tenemos sus años de intenso trabajo en la línea economía-teología (1985-2006), siempre desde el DEI y con obras como Democracia y Totalitarismo (DEI, 1987), Sacrificios Humanos y Sociedad Occidental (DEI, 1993), Cultura de la Esperanza y sociedad sin exclusión (DEI, 1995), El grito del sujeto (DEI, 1998) y, El asalto al poder mundial y la violencia sagrada del imperio (DEI, 2003). En esta etapa Hinkelammert constituye su ética del sujeto (“yo soy si tu eres”, “yo vivo si tu vives”) y se convierte en un digno exponente de la teología latinoamericana de la liberación.

iv) Finalmente, su último período (2007-2023), en el que retoma y profundiza sus “críticas” a la razón mítica y al totalitarismo del mercado, al tiempo que afina su proyecto del humanismo de la praxis (“el ser humano como ser supremo para el ser humano”), que según Hinkelammert, se inicia con Marx y su imperativo categórico de “echar por tierra todas las relaciones en que el hombre sea un ser humillado, sojuzgado, abandonado y despreciable”. El humanismo de la praxis que propone Hinkelammert es su revisión y actualización del materialismo histórico de Marx y Engels, una vez hecha, entre otras, la crítica de la religión. De este período debemos mencionar La maldición que pesa sobre la ley. Raíces del pensamiento crítico en Pablo de Tarso (Arlekin, 2010), una contribución decisiva al estudio de las raíces del pensamiento crítico y su inversión con el marco categorial de Agustino. Y es en esta obra donde, como último capítulo, Hinkelammert nos presenta su “programa de investigación”, centrado en el análisis de la crisis actual, los mitos del poder y, la crítica de la economía política y de su antropología (el valor de uso, la reflexión trascendental, la legalidad del mercado y, la irracionalidad de lo racionalizado).

Quienes deseen introducirse en el pensamiento de Hinkelammert pueden consultar estas dos obras: Teología Profana y Pensamiento Crítico. Conversaciones con Franz Hinkelammert (CLACSO/CICCUS, 2012), una larga pero muy pedagógica entrevista realizada por Estela Fernández y Gustavo Selnik; y Razones que matan y la respuesta del sujeto. Introducción al pensamiento crítico emancipatorio (Hinkelammert y Mora, 2021 y próxima a publicarse en Cuba). Ambas disponibles, junto a toda la obra publicada de Hinkelammert, en la colección digital de sus obras gestionada desde la UCA, San Salvador.

A continuación hago un repaso (necesariamente incompleto) de los aportes más importantes de Franz Hinkelammert al pensamiento crítico a través de sus obras más reconocidas. Dejo de lado sus trabajos más “económicos”, recogidos básicamente en Hacia una economía para la vida, un libro con seis ediciones en varios países de América Latina.

Durante mis años de docente en temas del “desarrollo” en la Universidad Nacional, estudiábamos en profundidad Dialéctica del Desarrollo Desigual (Amorrortu 1970, EDUCA 1984), una obra que, considero, los teóricos latinoamericanos de la dependencia no supieron aquilatar. En ella, Hinkelammert propone una teoría del desarrollo capitalista desigual, que se fundamenta en una teoría del desequilibrio en el espacio económico y estable claramente las condiciones históricas y teóricas para el surgimiento del subdesarrollo capitalista, que Hinkelammert no confundió con la condición de dependencia ni con la situación periférica. Además, pasa en ella revista a los principales problemas de la “acumulación socialista”, mucho antes de que la crisis del socialismo real se hiciera evidente y con sugestivas y siempre respetuosas sugerencias, especialmente para el socialismo cubano.

Ese mismo año Hinkelammert publica un libro a mi juicio incomprendido hasta hace muy poco: Ideologías del Desarrollo y Dialéctica de la Historia (Universidad Católica de Chile, 1970). Considero esta obra el “laboratorio teórico” de Hinkelammert, ya que en ella nos presenta, muchas veces aun en fase de gestación, el núcleo de su pensamiento inicial: su crítica a la ideología liberal de los siglos XVIII y XIX, su crítica recuperadora de Marx, lo mismo que sus críticas originales al neoliberalismo, al neocapitalismo y al desarrollismo socialista. Pero la mayor parte de esta obra se dedica a lo que Hinkelammert denomina la dialéctica de la historia y su necesaria conclusión en una dialéctica trascendental; temas a los que regresará a lo largo de su vida.

¿Y quién no tiene presente Las Armas Ideológicas de la Muerte (DEI, 1977, 1981)? un largo y exquisito ensayo que bien podemos entender como una crítica teológica del capitalismo. De este texto es muy conocido su capítulo primero (Fetiches que matan), un aporte extraordinario de Hinkelammert a la teoría del fetichismo de Marx, en el cual retoma y amplía trabajos previos publicados en Chile a inicios de los años 70. También encontramos aquí una exposición crítica de la doctrina social de la iglesia, sobre todo en su versión más conservadora y hostil a la teología de la liberación.

Con Crítica a la razón utópica (DEI 1981, desclée, 2002), Hinkelammert llega a su madurez intelectual. En ella critica los marcos categoriales del pensamiento social contemporáneo (el neoliberalismo, el anarquismo, el pensamiento conservador y el pensamiento soviético), bajo un mismo hilo conductor: la crítica de la ingenuidad utópica en las ciencias sociales. Este libro también nos dejó un aleccionador ajuste de cuentas con K. Popper y una larga y profunda reflexión sobre el espacio para las alternativas al capitalismo y el papel del sujeto humano en los procesos de liberación. Conviene leer y releer estos aportes, aún vigentes en lo fundamental.

El Mapa del Emperador (DEI, 1996) es para mi uno de los ensayos científicos más brillantes de Hinkelammert. Seguramente su parte más leída ha sido el capítulo primero, en el que da una forma definitiva a su tesis de “la irracionalidad de lo racionalizado”, el núcleo de su crítica del capitalismo y de la modernidad. Pero no menos valioso es su último capítulo sobre determinismo y autoconstitución del sujeto, en el que amplia y enriquece la ley del valor de Marx, justo en aquello que en ésta poco se enfatiza: una ley que se impone “a espaldas de los productores” y que constituye un orden por el desorden (el orden del mercado), una constante en su reflexión desde 1970 pero que en esta obra adquiere un nivel inusitado de profundidad y claridad. Por cierto, Hinkelammert nos enseñó también a leer El capital de Marx de una forma rigurosa pero no dogmática. Sus teorías del valor, de la plusvalía y de las clases sociales, entre otras, adquieren un significado mucho más profundo y fructífero en la interpretación de Hinkelammert.

En 2003, la editorial de la Universidad Nacional (Costa Rica), publica El sujeto y la ley. El retorno del sujeto reprimido. Con esta colección de ensayos Hinkelammert gana en Costa Rica el Premio de Cultura Aquileo J. Echeverría y en Venezuela el Premio Libertador Simón Bolívar, e incluye textos sobre Adam Smith, Nietzsche y David Hume, así como otros propios de la coyuntura mundial de la época.

De 2007 es su obra Hacia una crítica de la razón mítica. El laberinto de la modernidad (DEI, 2007). Y es que una crítica de la razón mítica es la conclusión necesaria de sus críticas anteriores: su crítica de las ideologías, su crítica de la religión y su crítica (discernimiento) de las utopías. Ninguna de estas críticas es una pretendida destrucción de lo criticado, sino una crítica dialéctica, que critica las incoherencias y los fetiches, recuperando al mismo tiempo lo que haya de valioso en el pensamiento criticado. Hinkelammert nos enseñó a practicar esto con todos los grandes autores que estudió, desde F. Hayek hasta M. Weber y, por supuesto, Marx. Esta obra tiene un capítulo sorprendente (Prometeo. El discernimiento de los dioses) que hizo a Hinkelammert entrar en una agria disputa teórica y teológica con algunos de sus colegas en el DEI; que finalmente abandona para fundar y dirigir el Grupo de Pensamiento Crítico (GPC) que ha trabajado desde Costa Rica pero con alcance en toda América Latina y el Caribe.

En la última década de su vida Hinkelammert trabajó especialmente en dos preocupaciones centrales: la crítica del mercado total y la recuperación del humanismo de la praxis, que funda Marx. De esta época es su libro Totalitarismo del Mercado (Akal, 2017), prologado por el recordado amigo Juan José Bautista (1959- 2021), que reúne algunos de sus principales aportes sobre el tema.

Buscando una Espiritualidad de La Acción: El Humanismo de la Praxis (Arlekin, 2020), es una obra colegiada del GPC editada por Hinkelammert. Su hilo conductor: la necesidad de una espiritualidad de la acción en la línea del humanismo de la praxis. Como mencionamos anteriormente, se trata de una línea de investigación siempre presente pero a la que Hinkelammert le dedicó un especial énfasis en la última década. El cambio en “las estructuras”, nos decía, es necesariamente insuficiente si no es acompañado por un cambio en el ethos y en la espiritualidad de la cultura occidental.

También en 2020 se publica la primera edición de Cuando Dios se hace hombre el ser humano hace la modernidad. Crítica de la razón mítica en la sociedad occidental (Arlekin, 2020), con una segunda edición, ampliada y revisada en 2022 (UNA, 2022). Esta, su última obra (y él lo sabía) es, dicho en sus propias palabras, su testamento intelectual. Por su título pareciera un libro sobre teología (teología profana en todo caso), pero su subtítulo es mas revelador, y es que en ella Hinkelammert concluye el largo camino (iniciado en 1970) de sus críticas, al estilo de las críticas de Kant al utopismo ingenuo, asentando su exposición en dos términos centrales: los conceptos trascendentales y su crítica de la ilusión trascendental. Pero también retorna a Pablo de Tarso y a su primera declaración de derechos humanos, tema que también fue una constante a lo largo de toda su vida. Hinkelammert llegó a considerar a san Pablo como el primer intelectual crítico de la historia.

Franz Hinkelammert no fue un “tratadista”, nunca buscó escribir la última palabra sobre tema alguno. Al contrario, siempre deja la puerta abierta para el desarrollo y la crítica de sus ideas. A quienes nos consideramos sus discípulos, cientos de hombres y mujeres esparcidos sobre todo en América Latina y el Caribe, nos corresponde el honor y el compromiso de que su potente mensaje de vida, hermandad y solidaridad perdure por siempre.

Entrevista de Henry Mora a Franz Hinkelammert

SURCOS comparte la entrevista que realizó en abril del 2019 el académico de la UNA, Henry Mora al economista y teólogo, Franz Hinkelammert, quien falleció este 16 de julio de 2023.

Compartido con SURCOS por Juan Carlos Cruz Barrientos.