Skip to main content

Etiqueta: IMWC

Carta Pastoral IMWC. La tolerancia en Costa Rica

«Hagan todo lo posible por vivir en paz con todos».
Romanos. 12:18, NTV.

Es increíble que en pleno siglo XXI, con todos los avances en tecnología, emerjan en nuestras sociedades manifestaciones de etnocentrismo, xenofobia contra los migrantes, agresiones racistas y discriminación contra los indígenas y los negros, las mujeres, personas adultas entre otros sujetos; donde todas estas represiones implican una intolerancia actual.

Los valores de igualdad y libertad han sido olvidados. Surgió la intolerancia contra grupos sociales compuestos por personas con características diferentes; ya sea de clase, raza, género, con posiciones diversas sobre temas como el aborto, las preferencias sexuales, el consumo de drogas, la eutanasia, la prostitución; entre otras.

Estas manifestaciones no escapan a la realidad costarricense. Por ejemplo, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en su resolución 16/15 de abril del 2015, con la medida cautelar 321-12, al sucederse la muerte, represión y persecución contra los indígenas en Costa Rica, llama -juntamente con la Universidad de Costa Rica (UCR)- a la tolerancia, la inclusión y la solidaridad, y no alimentarse de la intolerancia, la inequidad y el egoísmo. También abogó por una cultura de la no violencia, como fundamento para la convivencia de respeto y tolerancia.

Por otro lado, el diplomático y miembro de la Academia Costarricense de la Lengua, Armando Vargas Araya, señala que la sociedad costarricense «está partida en dos mitades casi iguales: Unos quieren continuar y perfeccionar un modelo de sociedad arraigado en la solidaridad. Otros proponen la alternativa de una sociedad signada por la competencia«.

El mismo autor recuerda que en el año 2016, «se comprobó, en un nuevo estudio académico, que el valor promedio del índice de tolerancia política es de 57,9 en la escala de 100. Un importante segmento de la población (que ronda entre el 40% y el 50%), muestra un importante nivel de intolerancia. Si se compara con mediciones anteriores, este resultado señala que en materia de tolerancia política el país apenas ha variado en casi una década«.

En este sentido, en forma general; la intolerancia no permite la expresión de opiniones distintas; descalifica a las personas, casi nunca por sus ideas, sino atacando y denigrando a las mismas.

La razón es remplazada por estados de ánimo; olvidando lo cerebral por lo visceral, la comprensión por el odio; condenando al otro; sin permitir oír sus argumentos. Se presenta al otro o la otra como el enemigo a aniquilar, sin permitir su pensar diferente. No existe el pensar disidente, sino la perspectiva adversaria.

La noción de la tolerancia -como lo señala el filósofo y ensayista francés Èmile Auguste Chartier- es más bíblica, ecuménica e inclusiva al señalar a la tolerancia como: «Una clase de sabiduría que supera el fanatismo, ese temible amor de la verdad«.

Así, la noción bíblica de la tolerancia está atravesada por las experiencias paz y verdad, en relación con los otros y otras; así como por el bien para todos y todas, y no por la maldad del ser humano.

Es necesario que, en Costa Rica, se logren contrarrestar las actitudes intolerantes y destructivas, que nos alejan como comunidad de las dinámicas esenciales de un colectivo participativo. Costa Rica nos pertenece a todos y todas; no solo a los gobernantes que son empleados temporales de la nación.

Recientemente, por ejemplo, el presidente Rodrigo Chávez, ha externado una serie de declaraciones donde se manifiesta la intolerancia hacia los migrantes venezolanos. Karina Fonseca Vindas Directora Nacional del Servicio Jesuita para Migrantes Costa Rica, con el respaldo de la Red Jesuita con Migrantes Centroamérica y Red Jesuita con Migrantes de Latinoamérica y el Caribe, le ha salido al paso a esas declaraciones:

Las palabras iniciales del presidente fueron, “No podemos seguir aceptando refugiados, que no son refugiados políticos, sino que son refugiados económicos «. A lo cual Fonseca Vindas responde, «DON RODRIGO sepa usted que la revisión de las solicitudes de refugio es competencia de las autoridades establecidas en la legislación vigente del país.

En primera instancia, la Comisión de Visas Restringidas y Refugio y en segunda instancia, el Tribunal Administrativo Migratorio (TAM), quienes deciden el otorgamiento del estatus de persona refugiada en el país, según los estándares y acuerdos internacionales, que en materia de Derechos Humanos han sido suscritos por Costa Rica.

Las personas solicitantes de refugio tienen la obligación de someterse al procedimiento establecido por ley. Tampoco es un asunto nuevo, las limitaciones que, por décadas han enfrentado las instancias encargadas de este reconocimiento, para cumplir en tiempo y forma con todos los procesos que tienen a cargo».

Continua el presidente señalando que, “Yo entiendo que la gente se quiera venir a quedar aquí”, ripostando Fonseca Vindas, «DON RODRIGO sepa usted que las personas llegan a este país porque han tenido que huir, para resguardar su integridad física y emocional. Es fundamental no caer en un tratamiento ligero de la tragedia que significa la movilidad forzada de personas y la complejidad de los flujos migratorios que suceden en Costa Rica y el resto del continente. Lo que sueña la gente es poder retornar a su país y eso lo sabemos muy bien las organizaciones que acompañamos a tantas personas que experimentan estas realidades«.

Finalmente, la exhortación de Fonseca Vindas indica que, «RECHAZAMOS CATEGÓRICAMENTE “las advertencias” del presidente Rodrigo Chaves que pueden colocar en circunstancias de mayor vulnerabilidad a las personas refugiadas en Costa Rica«.

Indicamos a su vez, desde la IMWC, que el presidente prioriza los elementos económicos, por encima de los humanos, y a su vez, hace una especie de amenaza con actuar con los aparatos de seguridad del Estado.

La intolerancia envenena y enferma; por eso hay que controlarla y dominarla; sustituirla por la tolerancia, el amor, la paz, la verdad y el bienestar para la sociedad costarricense en general.

Deseamos citar como ejemplo de tolerancia en Costa Rica, dos hechos significativos: «cuando unos norteamericanos, de fe protestante, se salvaron de un naufragio por las costas de Golfito, estos hicieron una visita al templo de la Virgen en Cartago, para expresar su agradecimiento. A nadie se le ocurrió preguntar por qué llegaban personas de otra religión en un peregrinaje a un santuario católico«.

También recordemos que, en la historia costarricense, y de otros países de América Latina, «empresarios de religiones no católicas, han llegado al país para implementar sus sueños por lo menos desde el siglo XIX; ferrocarriles, librerías, tiendas de ropa y de artículos del hogar, siembras de café (la lista es extensa), fueron fundados por personas que no comulgaban con la fe basada en Roma«.

Como señala el escritor y profesor costarricense Ángel Ocampo, «hoy es manifiesto el valor que ha cobrado la tolerancia. Los conflictos humanos que ha desatado el proyecto globalitario, encuentran su respuesta en la cultura de la tolerancia. La afirmación de la vida, enfrenta a la destrucción implícita, en la intolerancia que conduce a la persecución y el exterminio del otro (y la otra), y de la diversidad. En Costa Rica, la tolerancia debe ser reformulada desde estas consideraciones«.

«Asegúrense de que ninguno pague mal por mal,
más bien siempre traten de,
hacer el bien entre ustedes y a todos los demás».
1 Tesalonicenses. 5:15, NTV.

Carta Pastoral de la IMWC – La Paz en Costa Rica

“Bienaventurados los que trabajan por la paz,
porque ellos serán llamados hijos de Dios” Mateo. 5: 9

Iglesia Metodista Wesleyana Costarricense

En ocasión de la celebración del Día Internacional de la Paz (21 de setiembre 2022, establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1981), reflexionamos sobre la misma en el contexto costarricense.

Usualmente, es natural que se hable de la Paz, como parte de la identidad del costarricense, veamos esto en perspectiva histórica.

Costa Rica recibió la noticia de su independencia, 29 días después que se declara en Ciudad de Guatemala, un 13 de octubre de 1821. Hasta ese momento, Costa Rica había pertenecido al Imperio Español.

Luego, la sociedad de ese tiempo, se dio cuenta de que solo la independencia de Costa Rica, por un lado, se había dado de forma pacífica, y por otro, continúo siendo pacífica. Pero, se agrega otro elemento, que va surgiendo, el concepto de paz como ausencia de guerra.

Otro hecho histórico notable es que, de todas las naciones centroamericanas y latinoamericanas independizadas, Costa Rica fue el único país que no eligió a un militar como presidente, al elegir a un maestro de primaria, Juan Mora Fernández, quien instauró en la primera Constitución del país en 1824, la educación como obligatoria y financiada por el Estado, la construcción de escuelas, la llegada al país de la primera imprenta, todo esto indicando que el país se enrumbaba hacia un modelo alejado de las guerras y los conflictos.

Más adelante, en la historia de Costa Rica, en 1948, se da la abolición de su ejército. A partir de este hecho se conoce en el mundo a Costa Rica como el país de la paz.

No obstante, lo anterior, constitucionalmente Costa Rica no incorporó la paz como derecho, sino hasta el 24 de setiembre del año 2008.

Todos los anteriores hechos son loables y dignos de recordar como parte de nuestra cultura de paz.

Sin embargo, la paz no debe traducirse como ausencia de guerra, ya que, en los últimos años de democracia e independencia costarricense, hay elementos que no son como vistos como actos de guerra, pero si perturbadores de la paz.

La realidad es que nos preocupan hechos que se vienen sucediendo en el país como, el elevado número de femicidios, así como el asesinato a indígenas. Por ejemplo:

En el año 2021, según la última clasificación de la Subcomisión Interinstitucional de Prevención del Femicidio, hecha el 31 de agosto de 2022, con datos al 12 de agosto, de un total de 61 muertes violentas de mujeres, se registraron 19 femicidios (9 art. 21 Ley de Penalización de Violencia contra las Mujeres) y 10 femicidios ampliados. En total 29 en un año.

A su vez, un total de 86 incidentes de violencia dirigida contra los pueblos originarios, fueron registrados durante 2020, en cuenta el asesinato de Jehry Rivera, del pueblo Bröran, y el intento de homicidio contra Minor Ortiz, del territorio bribri de Salitre.

Siguiendo esta tradición costarricense, nos sumamos a una campaña denominada “Por la Paz y la Desmilitarización”, de un grupo de Organizaciones y Personas, quienes entre otras cosas, hacen un llamado a EEUU a:

  • A poner fin a la persecución a los refugiados y migrantes quienes huyen de la pobreza y de la violencia que originan las mismas políticas económicas o de seguridad promovidas por los EEUU en toda América Latina. Con esto, se debe poner fin al muro fronterizo. El mundo no necesita de más muros sino de puentes de solidaridad.

Al fin de las políticas de amenazas, de sanciones económicas u otras acciones intervencionistas en asuntos de otros países. Es muy importante el respeto a la autodeterminación de los pueblos”.

Desde nuestra perspectiva cristiana, como iglesia denunciante de todo atropello, crueldad y violación a los derechos humanos, denunciamos lo arriba indicado y a la vez anunciamos que, la noción bíblica de Paz (Shalom) que coincide con la noción de orden, estabilidad y ausencia de conflicto, pero es más amplia, también la paz tiene que ver con un orden que asegura la plenitud de vida para todos, comenzando por los menos favorecidos o débiles, que justamente es la violencia que más indigna.

Por otro lado, la perspectiva de Jesús sobre la paz sigue la visión profética anteriormente mencionada. Donde la palabra Paz que era parte de la propaganda imperial, La Pax Romana justificaba el poder y orden imperial y se presentaba como un “don” que Roma “ofrecía” a otros pueblos. Entonces Jesús afirma: “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no la doy como el mundo la da. No dejen que su corazón se turbe y tenga miedo” Juan. 14: 27-28.

Cuestionando esa visión que subordina la paz a la injusticia y al orden imperante. Jesús ofrece una alternativa y un dilema: la paz que ofrece está en contradicción con la paz como el mundo la entiende. De este modo, él confiere a la palabra paz un nuevo significado, un nuevo sentido.

Una y otra vez, los profetas y Jesús nos recuerdan que el shalom que Dios nos ofrece no es quietud o inmovilidad, sino que, por el contrario, exige energía, acción, un poder que sustenta y defiende la vida desde el orden social establecido. Dios propicia la paz, bienestar, bendición y nosotros, como cristianos, nos comprometemos a propiciar este sistema justo, de paz con justicia.

 “Que el Señor de paz les conceda su paz siempre
 y en todas las circunstancias
”.

2 Tesalonicenses. 3: 16a

PUEBLO CUBANO, ACECHADO Y ATACADO

Iglesia Metodista Wesleyana Costarricense
Cédula Jurídica 3-002-133432
Iglesias Fe y Esperanza y Señor de la Paz

PUEBLO CUBANO, ACECHADO Y ATACADO

Que estamos atribulados en todo, mas no angustiados;
en apuros, mas no desesperados;
perseguidos, mas no desamparados;
derribados, pero no destruidos. 2 Corintios. 4:8-9 (V. RV-1960)

La Iglesia Metodista Wesleyana Costarricense IMWC, se solidariza con el pueblo cubano y con nuestras Iglesias hermanas en Cuba, en este momento que arrecia el embargo contra la isla, así como contra las últimas acciones desestabilizadoras en contra de los ciudadanos y el gobierno de Cuba.

Recordemos que desde, el año 2018, se profundiza el acecho norteamericano contra la isla, a partir de movimientos internos como el Movimiento San Isidro, y otras acciones de carácter disidente, tratando de desestabilizar el gobierno cubano y entorpeciendo el diario vivir del pueblo, quien trata de sobrevivir al ataque imperial.

No obstante, recordamos, además, los sesenta años de bloqueo imperial a Cuba, que más bien es un estado de sitio. Esos ataques se realizan más crueles en medio de la pandemia del Covid-19, la cual heroicamente Cuba enfrenta en medio de tantas vicisitudes, con una posible inminencia de la nueva cepa llamada Delta, creando varias vacunas.

A este incansable acecho, se agrega que el pasado 11 de julio, grupos de personas actuando como enceguecidas, opositoras al gobierno e ingenuas, junto con sujetos delincuenciales, salieron a protestar contra el impacto de la crisis económica, provocada por el embargo, así como contra la gestión del gobierno sobre la pandemia y exigiendo un acelerado proceso de vacunación. Lamentablemente, las personas manifestantes fueron instigados por organizaciones como la USAID para subvertir el orden del pueblo cubano.

Veamos lo que señalo una señora cubana: “Estoy muy dolida y preocupada porque a esta altura, después de tantos años de paz, tranquilidad y sacrificio, percibo cómo un grupito quiere destruirlo todo. Nadie está obligado a pensar de determinada forma, pero no es correcto el vandalismo en tu propio país. ¿Cómo vas a hacer eso contra tu tierra?”.

Reiteramos el llamado a la Solidaridad Latinoamericana, tanto de pueblos hermanos como Iglesias, para dar a conocer, apoyar y exponer, la arremetida contra Cuba. Nuestro apoyo es hacia el pueblo cubano, que, como vecinos de áreas cercanas al malecón habanero, tomaron las calles para defender su Revolución ante las provocaciones.

No olvidemos, que después de más de casi año y medio de pandemia, Cuba superó, en los últimos días, la barrera de los seis mil casos confirmados, cifra mucho menor si la comparamos con otros países; además de embarcarse, como ya señalamos en una lucha vacunal contra el virus mortal, vacunando ya el 20% de su población, alrededor de 7 millones de habitantes y acelerando cada día este proceso.

Como cristianos evangélicos metodistas wesleyanos, nos anima la esperanza bíblica de Isaías. 9:2, para con el pueblo cubano: El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos. (Isaias.9: 2 V. RV 1960)