Ir al contenido principal

Etiqueta: inseguridad

Impunidad y Paramilitarismo en Honduras

Marlin Ávila

 

Un ciudadano se encuentra por casualidad con otros dos desconocidos en un supermercado a quienes les expresa su preocupación por la inseguridad que se vive a diario en Honduras. Los otros dos interlocutores que son amigos entre sí, le expresan que esta inseguridad se va a resolver pronto, puesto que ya hay una organización (clandestina) que va a “cazar a los mareros”, tal y como ocurrió durante el gobierno de Ricardo Maduro. “¿Recuerda usted cuando se quemó el presidio de La Ceiba?” Le preguntaron, sin esperar respuesta continuaron. “Ricardo Maduro casi acabó con las maras”.

El primer ciudadano les respondió a modo de saber cómo pensaban sus dos interlocutores: “Pero en ese afán pueden asesinar a muchos jóvenes inocentes” A lo que le respondieron con actitud de mucha seguridad: “No, ellos (los paramilitares) se cercioran bien y estudian quienes son los mareros.” Este primer ciudadano quedó más preocupado después de esta corta conversación, puesto que podría estar ante los mismos paramilitares.

Según Wikipedia: Paramilitar o paramilitarismo, se refiere a organizaciones particulares que tienen una estructura, entrenamiento, subcultura y (a menudo) una función igual a las de un ejército, pero que no forman parte de manera formal a las fuerzas militares de un Estado. Las organizaciones paramilitares, sirven a los intereses del Estado, o grupos de poder en él enquistados, y generalmente están fuera de la ley. Dentro de sus miembros pueden estar fuerzas policiales, militares, mercenarios e integrantes de escuadrones de asalto o grupos de seguridad privados.

A finales de abril se distribuyó por las redes electrónicas, un comunicado supuestamente de un grupo de paramilitares, asegurando y declarando la guerra a las maras en este país, advirtiendo que a partir del 5 de mayo van a asesinar a miembros de las maras.

Esto hubiese sido motivo de asombro y preocupación, además de medidas concretas de control y persecución del gobierno, si hubiese sucedido en un país como Nicaragua, Costa Rica, Panamá o República Dominicana. Sin embargo, en Honduras se tomó como algo que no alteraría el modus vivendi actual de esta sociedad, percudida de asesinatos en masa y selectivos desde el golpe de Estado el 28 de junio de 2009, con un 95% sin enjuiciar, o en la impunidad. Desde hace varios años se dice, y hasta se grita, sobre la existencia de paramilitarismo en Honduras, sin que los gobernantes demuestren algún grado de preocupación y la toma de medidas para su desmantelamiento. Al contrario, reprimen al quien lo denuncie. Los mismos medios más grandes se mandan al silencio.

Pero tampoco es un fenómeno de los últimos siete años. Como le dijeron los dos caballeros al ciudadano con que se encontraron recientemente “En el período del gobierno de Ricardo Maduro casi se acabó con las maras” (2002-2006). Mucho se dice en los cafés que el Ex Presidente Maduro procuró acabar con las maras porque un marero le asesinó a uno de sus hijos. Esto se ejecutó con paramilitares. También se dice, cada vez con voz más fuerte que el ahora diputado Oscar Álvarez, es uno de los organizadores y líder de los grupos paramilitares. Algo que las autoridades correspondientes (MP) debieron investigar de oficio. Pero sigue en rumores lo que puede producir más daño si las autoridades no cumplen su deber de investigar y acusar ante los juzgados correspondientes.

También ha habido hechos criminales de lesa humanidad que se han quedado sin una explicación creíble, no se ha tenido una investigación científica a fondo, y pareciera que, exceptuando a sus familiares, nadie está interesado en saber quiénes causaron los crímenes. El pueblo hondureño ha aprendido a quedarse con el rumor y ha aceptado un estado de impunidad sin que se haga justicia dado que parecen aceptar que “tienen el gobierno que se merecen”.

Los asesinatos en masa o, limpieza social en masa, ocurrieron sin que pasara nada más que el dolor familiar. El 5 de abril de 2003, en la granja penal de El Porvenir, La Ceiba, ocurrió lo que el Rev. Ismael Moreno, SJ, calificó de “La carnicería humana en el penal El Porvenir”. Además denunció “otros asesinatos en serie de jóvenes mareros (que) permiten sospechar de una campaña nacional de “limpieza social” impulsada por sectores empresariales con la tolerancia o la complicidad de autoridades del gobierno”. La noticia era que en menos de una hora 69 muertos y 39 heridos yacían ensangrentados en las instalaciones carcelarias. Sesenta y uno de los muertos eran jóvenes de la Mara 18, cinco eran reos comunes no pertenecientes a maras y tres eran mujeres que visitaban a sus presos, una de ellas menor de edad.

Exactamente un año después, mayo de 2004, se da la muerte de 104 reos al incendiarse la prisión en San Pedro Sula. Otros 27 prisioneros resultaron heridos. El incendio se declaró hacia la 1.30 (hora local). La sociedad parecía haber aceptado la escusa oficial de que el incendio había sido causado por un cortocircuito.

Otra de las tragedias en presidios fue la de la Granja Penal de Comayagua, en febrero de 2012, donde hubo 359 muertos. Un comentario fue que “lo único cierto es que los guardias y el director de la prisión no hicieron nada para impedir que los reos se quemaran vivos. “Se dio esa orden”, dice uno de los custodios.” Esta vez, el enfoque del crimen no pareciera haber sido a las maras, pero a otros grupos o personas “indeseables” por quienes tenían el poder en ese momento.

Esta técnica de juntar a las víctimas en un solo sitio para luego eliminarles, es efectiva, puesto que permite ligeras explicaciones falsas de las causales y ocurren en un promedio de una hora, evitando los procesos de violación a los derechos humanos. Además de las centenas de jóvenes asesinados en otras formas, más de 50 mil en los últimos siete años, están estas 173 personas asesinadas, más unas 60 personas heridas. Si sumamos a los de Comayagua, estaremos llegando a 532 muertes, utilizando la técnica de juntarles en un sitio encerrado y luego incinerarles.

Esto nos hace comprender por qué el anuncio de un nuevo grupo de paramilitares no ha hecho meya en nuestra temerosa y sometida sociedad. Para la ciudadanía viene a ser “más de lo mismo”.

La institucionalidad nacional está desprestigiada, hay ausencia significante de credibilidad. Ahora está a prueba la OEA con la presencia de la MACCIH. Y se pone a prueba la ONU, al enviar al Relator Especial sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias, Christof Heyns, quien se encuentra ahora en Honduras, para evaluar el nivel de protección del derecho a la vida en el país, donde la tasa de homicidio se encuentra a menudo entre las más elevadas del mundo, y es más de 10 veces mayor que el promedio mundial. (criterio.hn)

Si la Comunidad Internacional nos falla, perderemos las últimas esperanzas que hay, quedando como opción, para quienes logran abandonar el país, salir de este sangriento país, como ahora sucede en Siria y Libia, o quedarse para buscar otros medios mucho más arriesgados de sobrevivencia.

 

Enviado a SURCOS Digital por el autor.

Suscríbase a SURCOS Digital:

https://surcosdigital.com/suscribirse/

Resultados de la encuesta de opinión del CIEP para el Semanario Universidad Abril 2015

Expertos del IICE construyen mapas para ubicar a los más necesitados del país
Imagen con fines ilustrativos.

Los datos arrojados por el último estudio de opinión del CIEP para el Semanario Universidad revelan un panorama poco optimista sobre el rumbo del país, aunado a una generalizada preocupación por el desempleo, la mala gestión del gobierno, el costo de la vida y la situación económica. ¿Qué expectativas tienen los ciudadanos de cara al futuro?, ¿Cuál es su valoración de las principales personalidades e instituciones políticas?

Del 8 al 30 de abril se entrevistó de forma telefónica un total de 793 personas, hombres y mujeres mayores de 18 años de todo el país, con el fin de recopilar sus opiniones sobre distintas temáticas de actualidad: información y medios, evaluación de los servicios públicos, situación del país, instituciones y personalidades políticas y primer año de gobierno del Presidente Luis Guillermo Solís.

En cuanto a la primera temática, se encuentra que la mayoría de las personas utilizan la televisión para informarse una o más veces al día, aunque en promedio utilizan 3 fuentes de información distintas.

Con respecto a los servicios públicos, en general todos obtuvieron una valoración positiva, destacando las mejores calificaciones en el suministro de energía eléctrica, la telefonía fija, el abastecimiento de agua y el servicio de recolección de basura mientras que el mantenimiento y estado de carreteras recibieron calificaciones más bajas.

El 32,2% de los encuestados considera como “malo” el rumbo del país, y disminuyen las opiniones positivas con respecto al gobierno, pasando de un 30,8% en noviembre de 2014 (“buena” o “muy buena”) a un 20,1% (“buena” o “muy buena”) para abril del 2015. Además el 60% de los encuestados afirman que la situación económica es “mala” o “muy mala” y el desempleo y la gestión del gobierno son mencionados como los principales problemas del país. Ahora bien, problemas como la inseguridad ciudadana y la corrupción son percibidos como menos preocupantes para la ciudadanía, lo que representa un cambio respecto a mediciones anteriores.

Las expectativas de que la situación política mejore se mantienen estables (de un 29,6% en noviembre del 2014 a un 25,3% en abril del 2015) aunque aumentan la cantidad de personas que creen que la situación política será igual o peor en el futuro (64.4% en abril del 2015).

Al preguntar sobre las principales instituciones del país, la Universidad de Costa Rica continúa siendo la mejor calificada (8,6), seguida de otras universidades públicas (8,1). En cuanto a personalidades políticas, Oscar Arias (6,4), Luis Guillermo Solís (5,9) y Ottón Solís (5,8) obtienen los tres primeros lugares respectivamente, mientras que Melvin Jiménez es la personalidad política con peor calificación (4,4).

Al comparar los primeros 100 días de gobierno con el cumplimiento del primer año de la gestión, se encuentra que la confianza en el Presidente Solís Rivera ha bajado: en julio 2014, 7 de cada 10 confiaban “algo” o “mucho”, mientras que en abril del 2015 aproximadamente 4 de cada 10 todavía confían.

La Asamblea Legislativa es la institución peor calificada en el país y se percibe como el principal escollo que tiene el Presidente para cumplir sus promesas de campaña. Además se refleja una caída de las expectativas de los ciudadanos sobre las posibilidades de que la Administración Solís Rivera pueda cumplir las promesas de campaña.

 

Enviado a SURCOS Digital por Otto Salas Murillo, Periodista Oficina de Divulgación e Información.

Suscríbase a SURCOS Digital:

https://surcosdigital.com/suscribirse/

Factores para el Crimen Organizado

Reelecciones-Catrachas4

Marlin Ávila

Muchos de los males que sufre las sociedades entre Estados Unidos de Norte América y la Patagonia en cuanto a la inseguridad se deben al crimen organizado. El gran negocio del mercado de la droga y la trata de personas, además del mercado de armas son flagelos que ponen en vilo a varias sociedades. Este fenómeno criminal es utilizado de manera política por quienes quieren alcanzar propósitos de dominio frente a sectores sociales de oposición nacional y ha permitido mayor dominio militar, político y económico a quienes ven la región como su patio trasero.

¿Cuáles son los factores que más contribuyen al dinamismo de estos mercados ilícitos, con sus métodos criminales que llegan a lo inimaginable? ¿Qué requieren ellos como mínimo para lograr funcionar exitosamente?

En primer lugar, requieren de gobiernos débiles, pero armados. Los gobiernos latinoamericanos, en especial aquellos que se entregaron a los intereses de las grandes empresas nacionales e internacionales, reduciendo su protagonismo a la menor expresión, contribuyeron a que grandes extensiones de tierra se destinaran al cultivo y procesamiento de la Coca, cambiando su utilidad tradicional indígena, por la utilidad capitalista de comerciantes llegados desde el norte.

No fue hasta cuando algunos países lograron cambios importantes en el estilo y razón de gobernar que se logra revertir el proceso de utilidad de la Coca y su mercado. Aquellos gobiernos que siguen entregándose a su propia reducción en beneficio de la libre oferta y demanda, combinada con la corrupción y la impunidad es donde hay un mayor crecimiento de ese flagelo. Algunos de estos ya se han convertido en Narco Estados, como es el caso de México y posiblemente Honduras, quien va en crecimiento el hecho. Algunos como Colombia, iniciaron ese proceso, especialmente con el gobierno de Uribe, quien quiso regresar al control del gobierno, pero fracasó en las últimas elecciones. Así que la reivindicación de este gobierno, en sacudirse de los narcos está en un proceso exitoso hasta ahora. Lograr extraer esa infección le es muy doloroso a cualquier gobierno. La sangre de los honrados puede pintar algunas instancias, como sabemos bien.

El otro factor es el predominio de la propiedad privada. Si un sistema de gobierno no da prioridad a la defensa de la propiedad privada, donde éste es firme defensor de ese derecho, por sobre otros valores y derechos sociales dentro del marco de la justicia social e histórica, los capitales de los carteles no podrían generarse. Un capo no lograría acumular tantos bienes y capitales financieros, sin tener el respaldo que le dan los gobiernos dentro de una institucionalidad cooptada. Los gobiernos abanderados con el liberalismo son arduos defensores de la propiedad privada por encima de la colectiva o asociativa. Es la manera que los carteles son en bastantes casos, capaces de acumular enormes riquezas, “encubiertas” por su libertad individual de hacer negocios “lícitos”. Cuestionar la posesión de tales capitales “hechos con mucho trabajo y sacrificio de padres, abuelos e hijos” esta contra este principio. Por eso surgen de la noche a la mañana grandes negocios, casinos, clubs, centros turísticos, zoológicos, haciendas, con mucho lujo pero, en muchos casos, sin suficiente clientela o producción. Los carteles compran propiedades de comunidades indígenas, de garífunas, cooperativas, comunitarias o ejidales, no importa, la oferta de ellos es grande, no solamente en capital, pero en acciones de chantaje, de soborno y represión.

Un tercer factor muy importante para que el sistema de mercado ilícito de la droga y personas funcionen, es la libertad individual y empresarial que exige la no intervención del Estado en lo económico, social organizativo y de movilización. El Estado no debe intervenir en la dinámica comercial, el mercado se debe regir solo, por la oferta y la demanda. Así fluyen los estupefacientes y las personas en los corredores internacionales hasta llegar al mejor postor: el mercado de la sociedad norteamericana. Algunos dirán, pero si hay fuertes obstáculos en ese trayecto interpuestos por los gobiernos… sí y no. Algunos carteles tienen más obstáculos que otros, dependiendo cuanto han enmasillado a las instituciones responsables con capas de corrupción y funcionarios asociados en el negocio ilícito que están en el camino, incluyendo a funcionarios en el país de mayor destino. Uno de los sistemas exitosos en esto son las instituciones financieras. Hay redes completas que si no fuera por el lavado de activos, ya hubiesen cerrado el negocio por quiebra. La pregunta que muchos se hacen es, cómo es que los bancos centrales y las flamantes y poderosas Comisiones de Banca y Seguros no descubren esos enormes flujos y la respuesta no parece ser tan difícil, ¡verdad!

Si no fuese por esta libertad, no habría tanta concentración de capital en algunas pocas familias. Para eso es que se exige mucha libertad y la menor intervención de los gobiernos. Los precios y subsidios se manejan en el libre mercado. A veces es bueno que intervenga de manera fuerte por parte de las fuerzas represivas y judiciales del Estado, como cuando un cartel tiene suficiente influencia en las estructuras institucionales se le puede exigir que reprima a los carteles que son de su competencia internacional y nacional. Así ganan ambos. El gobernante se luce como libertador del crimen organizado y uno o dos carteles se empoderan de los territorios de los otros.

Pero un factor que no debe fallar es el del predominio comercial o de mercado. Se trata de que los gobiernos no intervengan más que para fortalecerlo. Por ejemplo, evitar el flujo del mercado humano solamente debe hacerse de manera paliativa. La asistencia social a las familias y la ayuda inmediata son necesarias, especialmente cuando los mercaderes o coyotes se develan de manera muy obvia y sus crímenes son condenados en la opinión pública. Pero llegar a realizar cambios estructurales en el sistema económico para redistribuir los ingresos nacionales de manera que se reduzca significativamente la pobreza y miseria no debe ser en serio. Eso va contra los principios del neo capitalismo salvaje existente, contra el libre mercado, donde el lucro individual esta por encima de los derechos humanos. Eso reduciría la concentración de capitales en pocas familias y llevaría a un estado de real democracia, que no favorece los grandes negocios del narco tráfico y la trata de humanos empobrecidos y fustigados por la inseguridad nacional y regional.

Desde luego, se acepta que exista el orden público, ejércitos eficaces y profesionalizados, en defensa del sistema predominante y sus protagonistas políticos, e incluso, hay casos en defensa de algunos poderosos capos; es importante el control de los medios de información para que des-informen; hay que endurar las leyes que permiten movilizarse a las organizaciones civiles y colectivas; se requiere liberalizar las empresas e instituciones para que salgan bajos sus costos, sin pagar derechos laborales, impuestos y demás obligaciones sociales; el gobierno debe garantizar la inversión privada para lograr más mercado, no importa de qué, con menos gobierno que defienda derechos ciudadanos, se tiene mayor libertad empresarial e individual. Incluso, las iniciativas de zonas libres, son excelentes para crear santuarios de esas famosas organizaciones criminales, puesto que podrían invertir lo que deben lavar y controlar su política y su economía. Invertir en industria, en minería, turismo y otros negocios lícitos y prósperos. Una cobertura excelente.

Es con este modelo, con estos factores que el mercado de estupefacientes, comercio de humanos, utilización mercantil de la niñez, de las mujeres y hombres hambrientos de justicia social, nadan como bañistas expertos los comandos del crimen organizado.

 

Enviado a SURCOS por el autor.

Suscripción-solidaria:

https://surcosdigital.com/suscribirse/