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Etiqueta: investigadoras

Investigadoras UNA habían alertado al MINAE sobre visitantes en Manuel Antonio

En marzo anterior, la Comisión de Turismo de la Asamblea Legislativa invitó a las académicas Laura Porras Murillo y Grace Wong Reyes, académicas e investigadoras del Instituto Internacional en Conservación y Manejo de Vida Silvestre de la Universidad Nacional, (Icomvis-UNA), a dar su opinión sobre el proyecto de ley “Reforma de los párrafos primero y segundo del artículo tercero de la ley 9885, de 24 de agosto 2020, ley que reforma la ley 5100, de 15 de noviembre de 1972, y sus reformas, Parque Recreativo Playas de Manuel Antonio, Expediente N.° 22.734”, ya que ellas realizan investigación en el parque en mención.

Debido a su preocupación por esta propuesta de ley y otros aspectos relacionados a la conservación de los recursos naturales en el parque, también se reunieron el 14 de marzo de 2023 con el señor Franz Tattenbach Capra, ministro de Ambiente y Energía (Minae) para expresar sus preocupaciones tanto en forma verbal como escriba, sobre estos aspectos. A continuación, el oficio enviado a Tattenbach:

14 de marzo de 2023
UNA-EXT-ICOMVIS-OFIC-036-2023

Señor
Franz Tattenbach Capra
Ministro de Ambiente y Energía

Estimado señor:

Reciban un cordial saludo. Este oficio tiene como propósito expresarle nuestra preocupación por las presiones a las que está sometido o potencialmente pueden darse en el Parque Nacional Manuel Antonio (PNMA): a nivel externo el proyecto de ley que pretende modificar dos artículos de la ley de creación del parque y a nivel incluye interno, aspectos relacionados con el estado de conservación de los recursos naturales que se resguardan en esa área protegida, ambos niveles están relacionados. A la vez planteamos algunas sugerencias para abordar estos temas.

En primera instancia, nos preocupa las consecuencias que potencialmente pueda causar en el parque la aprobación del proyecto de ley “Reforma de los párrafos primero y segundo del artículo tercero de la ley 9885, de 24 de agosto 2020, ley que reforma la ley 5100, de 15 de noviembre de 1972, y sus reformas, Parque Recreativo Playas de Manuel Antonio, Expediente N.° 22.734”. Leímos el proyecto de ley y es alarmante que el mismo parte de la premisa de que no existe sustento técnico que respalde algunas decisiones que se han tomado sobre la gestión del parque, específicamente: en cuanto a los días habilitados para ingreso de los visitantes y el horario. La aseveración de que no existe sustento técnico se aleja de la verdad, ya que en el Instituto Internacional en Conservación y Manejo de Vida Silvestre de la Universidad Nacional, hemos generado investigación sobre las especies de fauna silvestre que tienen interacciones con los humanos y turistas en el Parque Nacional Manuel Antonio desde el año 1990 y más permanentemente desde el 2012 y los resultados de esas investigaciones han sido circulados a nivel de MINAE, SINAC, ACOPAC y administración del parque.

Hemos logrado identificar que, a mayor visitación mayor número de interacciones negativas se presentan entre el ser humano y fauna en el parque, ya que los visitantes ingresan con alimentos para su consumo y hasta finales del 2022, la comida que podían adquirir en la soda que estaba concesionada dentro del parque. Ahora y hasta que se asigna la concesión de la soda, habrá más conflictos porque los turistas pueden llevar sus alimentos al parque. En los primeros meses de este año, ya se han reportado un incremento en los conflictos por la comida que llevan los turistas. Nos preguntamos, ¿Qué va a suceder si se aprueba la ley y el sistema de flujo de visitantes (sale uno ingresa otro) deje sin límite el ingreso de turistas? Ese escenario no solo predice una situación difícil de manejar para la administración del parque, por la cantidad de afectaciones que va a sufrir la fauna silvestre, sino que también por la capacidad física de los mismos senderos y de la infraestructura turística.

El proyecto de ley menciona erróneamente la falta de sustento técnico para restringir la cantidad de visitantes y el cierre de un día a la semana, pero tampoco presenta un estudio o un sustento técnico que justifique el incremento en el número de visitantes al parque. Cabe recordar que el parque pasó de recibir máximo 800 visitantes por día hace diez años y actualmente recibe 3000 diariamente.

Somos conscientes que los ingresos que se generan en esa área protegida son de suma importancia para el SINAC, así como para el sector turismo y para el país. Sin embargo, consideramos que este último componente no debería de sobreponerse al objetivo de conservación de la vida silvestre que habita en el PNMA y que a fin de cuentas es el recurso que promueve toda la actividad turística que se genera en el parque y en la zona de Quepos.

Los resultados obtenidos han servido como justificación científica para algunas de las decisiones de manejo que han sido tomado por la administración del parque, incluyendo la prohibición para acampar dentro del parque, el cierre de un día a la semana (actualmente martes), la restricción en el ingreso de alimentos, y el no aumento de la capacidad de carga. Todas estas medidas con el propósito de resguardar los recursos naturales que deben protegerse en un área silvestre protegida como lo es el Parque nacional Manuel Antonio.

Los otros temas preocupantes y problemáticos en el Parque Nacional Manuel Antonio son varios, y algunos de los de mayor relevancia relacionados con la conservación de la fauna de esta área protegida son:

  1. Interacciones fauna silvestre-visitantes.

Desde el año 2012 el Instituto Internacional en Conservación y Manejo de Vida Silvestre de la Universidad Nacional (ICOMVIS-UNA) realiza proyectos de investigación tanto dentro del parque como en el área aledaña, con el fin de conocer sobre las interacciones entre humanos y fauna y el estado de la fauna tanto a nivel ecológico como de salud.

Como parte de los resultados obtenidos en estos 10 años de investigación, hemos logrado identificar las principales presiones a las que están siendo sometidas algunas. Las interacciones entre algunas especies de fauna y turistas se han convertido en un problema que afecta tanto a los animales como a la administración de parque, ya que se tienen que dirigir los pocos recursos humanos con lo que cuentan a la vigilancia de turistas, más que a la educación y protección vigilancia de la fauna.

Como lo señalamos anteriormente, la problemática de las interacciones entre fauna silvestre y visitantes se centra en la disponibilidad de alimentos que los animales encuentran en las zonas de mayor concentración de visitantes. Por años ha habido reportes de turistas mordidos por mapaches, monos y garrobos en el área de uso público del parque, esta situación se produce porque los turistas les ofrecen comida a los animales y con el tiempo los animales se han acostumbrado a aprovechar este recurso, inclusive las crías han aprendido a tomar comida de los salveques de los turistas o a sacar del basurero restos de alimentos. Por suerte, ninguna de esas interacciones entre la fauna y los turistas ha pasado a más de un mordisco o un rasguño, ni ha pasado a la transmisión de una enfermedad, pero potencialmente si puede producirse una situación peligrosa, y podría pasar también que algún turista tome acciones legales contra el área por un incidente de este tipo.

De las múltiples interacciones identificadas mediante nuestra investigación, las que tienen relación con la comida son las que se presentan con mayor frecuencia e intensidad, y han causado problemas sobre las poblaciones de mono carablanca y mapache principalmente, quienes han cambiado su comportamiento natural debido a la presencia de alimento de origen humano en su dieta y a la insistencia de los turistas por alimentarlos de forma directa o indirecta.

En repetidas ocasiones le hemos hecho saber a la administración del parque, a las autoridades de ACOPAC, de SINAC, e incluso de los señores ministros de Ambiente que lo han precedido a usted, sobre el problema que genera el ingreso de alimentos al parque, que se ve agravado por el aumento en el ingreso de turistas que se estableció en 2019, en 1700 personas y ahora a partir de este mes incrementaron en 3000 personas por día. Más turistas significa más comida disponible dentro del parque, mayor concentración de personas en áreas específicas del parque (entrada, playas, sendero perezoso) y por ende más interacciones negativas con la fauna.

La prohibición de ingreso de alimentos y la apertura de la soda dentro del parque parecía una buena opción para disminuir el problema que genera la relación turista-comida-fauna. Sin embargo, el hecho de que la soda sea un sitio abierto, totalmente expuesto a la fauna, genera un problema: un punto de concentración de comida y turistas al cual los animales llegan y tratan de ingresar a la soda, inclusive a la cocina, pudiendo generar un problema mayor de salud.

Hace algunos años, cuando se planteó la opción de abrir la soda dentro del parque, hicimos la sugerencia a la administración del parque de construirla dentro de una “gran jaula”, o algo similar, con la idea de que los turistas ingresaran a esa “jaula” a consumir alimentos y salieran sin comida, y de esa forma los animales no tuviesen la oportunidad de entrar al recinto y, por ende, no tuviesen acceso a los alimentos ni a los turistas al momento de comer. Esta idea cobra nuevamente relevancia, ya que el problema ahora es real: los monos carablanca, principalmente, llegan a la soda atraídos por la comida, los turistas continúan ofreciéndoles comida y en los últimos meses hemos podido observar cómo los monos intentan ingresar a la cocina de la soda. Para reducir ese foco de interacciones entre visitantes y fauna silvestre, fuertemente sugerimos que un requisito para la concesión de la soda se incluya el cierre de los alrededores de la soda, como una jaula, y establecer como medida regulatoria, que los turistas consuman los alimentos solo dentro de ese espacio.

Está documentado mediante investigación científica, que el consumo de alimentos de origen humano les puede provocar a los animales silvestres: diabetes, hígado graso, caries, parásitos zoonóticos que pueden transmitirse al ser humano o viceversa, además de provocarles cambios en el comportamiento.

  1. Cierre de la visitación al parque por un día a la semana y ampliación de horarios de visitación.

Volviendo a las interacciones entre fauna y visitante, creemos que se debe mantener el decreto de cierre del parque un día a la semana y no se debe de ampliar el horario de acceso a visitantes. Y por ende creemos que el SINAC debe de procurar que no se apruebe el proyecto de ley que pretende cambiar dos de los artículos de la ley de creación del PNMA. Los animales que habitan en el parque, principalmente los que se mueven en el sector de uso público están sometidos a mucha presión por la cantidad de visitantes que llegan al parque, algunas especies que no tienen la capacidad de ajustarse a esas condiciones pueden sufrir estrés y otras, están “aprovechando” recursos extras (alimentos de los visitantes), no obstante, a fin de cuentas, esta situación les está deteriorando su estado de salud, además de la integridad del ecosistema. Tomando en cuenta que la fauna silvestre es un atractivo de gran importancia, el parque debería de mantener un horario que permita el disfrute del recurso por parte de los visitantes, pero que a la vez permita el mayor tiempo posible en “condiciones naturales” o sin visitantes a la fauna silvestre, eso implica mantener como mínimo un día cerrado a la semana para que los animales silvestres “descansen” y se “recuperen” de la presión de los visitantes y a la vez pueda contribuir al mantenimiento de los recursos en el área en el mediano plazo. El monitoreo de la fauna durante el cierre del parque por motivo de la pandemia del COVID-19, demostró que los animales vuelven a sus hábitos naturales cuando están sin presión por la visitación, dejaron de movilizarse en las áreas de mayor concentración de turistas, y su actividad dejó de concentrar su actividad en los horarios de alimentación de los turistas (hacia el mediodía).

  1. No incremento de la visitación del parque.

Como lo hemos planteado con anterioridad, es necesario que el conflicto entre la fauna silvestre y los visitantes se aborde desde varios ángulos y deben participar no solo el SINAC sino también el ente que dicta las directrices del sector turismo a nivel nacional, o sea el Instituto Costarricense de Turismo. No se debe perder de vista que no es lo mismo incentivar la actividad turística en cualquier sitio del país que en un área silvestre protegida. Originalmente las áreas silvestres protegidas fueron creadas para salvaguardar un recurso silvestre valioso y posteriormente se incorporó la parte de turismo. Creemos que en el escenario actual es factible un desarrollo turístico en las áreas silvestres protegidas, pero antes de la generación de fondos por turismo, es prioritario salvaguardar el recurso silvestre a largo plazo, que es el elemento generador de divisas económicas, y en segunda instancia el disfrute del visitante. Con un ingreso diario de 3000 personas o más al Parque Nacional Manuel Antonio, sin contabilizar en esa cantidad a niños y adultos mayores, se producirá un impacto negativo continuo y constante sobre el área protegida y un deterioro en todos los recursos a corto o mediano plazo, a la vez que se compromete el disfrute de área silvestre por parte del visitante y a largo plazo probablemente también afectará los

ingresos económicos, ¿quién querrá visitar un parque nacional deteriorado?

Según la página web del MINAE, el viceministerio de Ambiente “es el responsable de velar y promover el desarrollo de estrategias, políticas y planes que procuren la conservación de la diversidad biológica, in situ y ex situ, …”, creemos que una medida como incrementar el número de visitantes en un área físicamente limitada como es el Parque Nacional Manuel Antonio no se está promoviendo el propósito señalado en el sitio web. El ministerio debería apoyar la toma de decisiones en bases científicas y no decisiones políticas.

Es entendible que el ICT, las cámaras de turismo locales y nacionales hagan presión para que el ingreso de visitantes al parque sea ilimitado, ellos defienden su objetivo. No obstante, el MINAE es el ente responsable de salvaguardar y procurar la conservación de la diversidad biológica, por lo tanto, debe enfocar sus esfuerzos en lograrlo y no ceder ante la presión de otros entes. Es necesario que como país tengamos una visión a largo plazo para garantizar la existencia en buena forma de los recursos naturales y no ceder a las visiones corto plasistas que solo les interesa la inmediatez. En este caso el MINAE es el ente estatal que debe ser el guardián de nuestras áreas protegidas.

La importancia del Parque Nacional Manuel Antonio va en aumento, los datos que hemos recopilado el último año con cámaras trampa, muestran la presencia en el parque de especies de mamíferos medianos y grandes, tanto depredadores como presas, como pumas, coyotes, saínos, entre otros. No es sólo un parque con playas, es un ecosistema complejo que contribuye con la conservación de la biodiversidad del país.

  1. El área de uso público del PNMA es un área finita.

En varias ocasiones y también en el proyecto de ley de modificación a dos artículos de creación del PNMA se menciona que solo la afluencia de visitantes se concentra en 41 hectáreas, que es una extensión muy pequeña y por eso no hay efecto negativo, porque hay mucho terreno libre de turistas, No obstante creemos que esa forma de análisis del área de uso público del parque está errada, ya que no se está contemplando el sobre uso que se dá en un área tan pequeña, ya que un muy alto porcentaje de los turistas se concentran en el sendero Perezoso, el Paralelo, el que va a playa Espadilla y en las playas Manuel Antonio y Espadilla Sur. La presión sobre esa superficie es alta y está provocando su compactación y deterioro. Eso sin contar la capacidad logística del parque en servicios sanitarios para los visitantes.

Repetidamente hemos mencionado que ese sector de uso público del parque debería de bajársele la presión y una forma es que las diferentes instituciones públicas y privadas traten de desarrollar otros polos de desarrollo turísticos en el pacífico central. De esa forma la región tendría otras posibilidades de ingreso por turismo y el PNMA aseguraría la conservación de sus recursos naturales.

Para concluir queremos ser enfáticas y respetuosamente le solicitamos que en su calidad de ministro interponga sus capacidades para que no se apruebe el proyecto de ley que modifica dos artículos de la ley de creación del parque. En otro orden de temas, creemos que es necesario buscar alternativas para reducir la interacción entre el consumo de alimentos por parte de los visitantes y la fauna silvestre del parque, y ante ese escenario, la instalación de una estructura que aísle la soda y excluya a los animales es una excelente opción. Es primordial para la fauna silvestre y los recursos naturales del parque se les permita “descansar”, mediante el cierre del parque por un día a la semana y no incrementar el horario de visitación ni la visitación al parque. Según información difundida por la prensa nacional e internacional el año pasado, el Parque Nacional Manuel Antonio fue incluido en el documental titulado “Our Great National Parks”, y se menciona como un sitio turístico infaltable por su naturaleza. Muy respetuosamente, le solicitamos que el MINAE, como ente rector de la biodiversidad de este país siga defendiendo las áreas silvestres protegidas y sus recursos para asegurar su existencia a largo plazo.

Cordialmente,

Laura Porras Murillo, Dra
Grace Wong Reyes, Ph.D.

Cc. Señor Rafael Gutiérrez, Viceministro de Ambiente y Director SINAC
Señor Luis Sánchez, Director ACOPAC
Señor, Francisco Jiménez, Administrador PNMA

Oficina de Comunicación
Universidad Nacional, Costa Rica

 

Imagen ilustrativa.

Las académicas de la UCR empoderan a otras mujeres para liderar el cambio social

Día Internacional de la Mujer

En el Día Internacional de la Mujer, conozca a las docentes, investigadoras y administrativas que inspiran, impulsan y empoderan a otras mujeres para forjar un mundo más equitativo

Desde sus respectivos campos del conocimiento, las científicas y académicas de la UCR aportan decididamente a la construcción de un mundo más equitativo, en el cual las mujeres tengan pleno goce de sus derechos y oportunidades para incidir en el rumbo de la sociedad.

Sus aportes tocan las vidas de otras mujeres. Sus trabajos van desde generar evidencias para exigirle al Estado el respeto de sus derechos reproductivos, abrir camino en campos profesionales liderados tradicionalmente por hombres e, incluso, impulsar a jóvenes científicas a competir internacionalmente en el mundo de la ciencia.

Pueden encontrarse en un laboratorio, trabajando en el campo, en un aula o en la palestra pública. En cada lugar que pisan, ellas hacen la diferencia. En este Día Internacional de la Mujer, les presentamos a algunas de las mujeres de la UCR que representan a muchas otras docentes, investigadoras y administrativas de la Institución, mujeres comprometidas con la lucha por la equidad y la igualdad de oportunidades para todas.

En este Día Internacional de la Mujer, les presentamos a algunas de ellas #MujeresQueInspiran

La Dra. Jessie Usaga Barrientos es docente de la Escuela de Tecnología de Alimentos e Investigadora del Centro Nacional de Ciencia y Tecnología de Alimentos (CITA).

Concluyó su doctorado en el 2014 en la Universidad de Cornell y, en el 2018, recibió la Beca Malaspina para jóvenes científicos excepcionales de parte del International Life Science Institute (ILSI), por la alta calidad de su trabajo sobre producción inocua de productos lácteos artesanales. Desde entonces, Jessie se dedicó a impulsar a otras jóvenes a formar equipos interdisciplinarios para desarrollar productos que contribuyeran a hacer una diferencia en la sociedad. También las instó a competir internacionalmente y a darse cuenta de su gran potencial en el mundo de la ciencia de alimentos.

Bajo la mentoría de la Dra. Usaga, sus estudiantes han trabajado en la estabilización de la leche materna que gestiona el Banco de Leche Materna de la CCSS, en el desarrollo de productos que contribuyan a la nutrición de poblaciones como mujeres embarazadas, así como en la elaboración de prototipos de productos que aprovechan las tecnologías autóctonas, incorporan tecnologías de conservación y promueven el desarrollo local.

Gracias a su apoyo, por cinco años consecutivos, las estudiantes de la Escuela de Tecnología de Alimentos han colocado la bandera costarricense en lo alto del podio, pues han logrado los primeros lugares en diversas categorías de competencias internacionales de investigación y desarrollo de productos del prestigioso Instituto de Tecnólogos de Alimentos de los Estados Unidos (IFT) y de la Unión Internacional de Ciencia y Tecnología de Alimentos (IUFoST), donde se han medido con competidores de todo el mundo.

La M. Sc. Gabriela Arguedas es farmacéutica, bioeticista y, desde el año 2008, investiga el campo de los derechos reproductivos de las mujeres. En el 2013, inició el abordaje de la violencia obstétrica, cuando ni siquiera se utilizaba este término en el mundo académico y hacerlo generaba diversas resistencias.

La académica ha desarrollado una amplia investigación cualitativa, así como trabajo conceptual y teórico para plantear una forma más robusta de comprender la violencia obstétrica y proponer posibles soluciones.

Su trabajo ha contribuido a mejorar los servicios de salud ginecoobstétrica y neonatal. Además, ha ampliado la discusión social sobre las diversas formas de discriminación y violencia contra las mujeres, acciones que siguen estando normalizadas en las relaciones sociales.

La Dra. Arguedas dirige actualmente el Observatorio de los Derechos Reproductivos de la Universidad de Costa Rica (UCR) y es integrante de numerosas redes académicas y asociaciones internacionales.

Patricia Sedó Masís

Patricia Sedó Masís es docente e investigadora de la Escuela de Nutrición de la Universidad de Costa Rica. Posee una Maestría en Gerontología y una Licenciatura en Nutrición. Es coordinadora, desde el 2003, del proyecto TCU-486, el Programa EC-436 sobre Cocina Patrimonial de Costa Rica y de diversas actividades de investigación y acción social en temas de alimentación y cultura.

Sedó es una apasionada de la acción social y trabaja en proyectos con un enfoque integral, motivo por el cual ganó el Premio de Acción Social en el área de Salud en el 2020. Para ella, la acción social permea la docencia y se nutre desde la investigación.

Ella ha tenido la oportunidad de vincularse con diferentes grupos, organizaciones e instituciones públicas en cuanto a la conservación de la cocina costarricense y en el trabajo directo con la población adulta mayor. Además, ha logrado acercarse a las comunidades y contribuir, bajo un encuentro de saberes, al mejoramiento de la alimentación y nutrición (campo principal de estudio de esta especialista).

Durante su trayectoria, Sedó también ha tenido la posibilidad de coordinar algunos proyectos de educación dirigidos a varias poblaciones, los cuales le han servido para seguirse nutriendo desde la mirada estudiantil.

La Dra. Tania Camacho Azofeifa es flautista y musicóloga. En la Universidad de Costa Rica obtuvo el Bachillerato en Enseñanza de la Música, así como el Bachillerato y Licenciatura en Música con énfasis en Flauta Traversa. Obtuvo su Maestría en Flauta y el Doctorado en Musicología Histórica, en la Universidad de Texas en Austin. Actualmente, es docente e investigadora en la Escuela de Artes Musicales y en la Sede de Occidente. Además, coordina la carrera de Enseñanza de la Música en dicha sede.

Entre sus proyectos destacan las investigaciones sobre la obra de la compositora costarricense Rocío Sanz, que incluyen la reconstrucción de la partitura y el montaje de su obra Cantata a la Independencia Centroamericana. También está dedicada a investigar sobre la cantante costarricense de música popular Julia Cortés, contemporánea de Rocío Sanz. De esta manera, Camacho Azofeifa busca visibilizar el aporte de las mujeres en la música.

Con ese mismo espíritu, desde el año 2017 organiza el Simposio Internacional Mujeres en la Música, un espacio feminista que reúne a personas nacionales y extranjeras con interés en explorar temas relacionados con el quehacer de las mujeres en todas las áreas de acción musical, investigación, composición, interpretación instrumental y vocal, educación, y gestión cultural tanto en la música académica como en la popular.

Viviana Guerrero es licenciada en Filosofía y máster en Ciencias Políticas por la Universidad de Costa Rica. Trabaja como docente en la Escuela de Filosofía de la misma Universidad desde el 2007, como investigadora del Centro de Investigaciones Históricas de América Central desde el 2013 y del Centro de Investigaciones en Estudios de la Mujer desde el 2015. A su vez, labora como consultora del Instituto Interamericano de Derechos Humanos desde el 2019. Sus investigaciones giran en torno a dos ejes: por un lado, la bioética y el género; y por el otro, los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.

Viviana se ha caracterizado por combinar activamente la investigación académica con la lucha política en torno a los derechos humanos de las mujeres. En cuanto a investigación, ha desarrollado la temática de la violencia obstétrica, pero particularmente ha estudiado lo que ella llama la lactancia materna feminista. En cuanto a la lucha política, se ha involucrado con organizaciones de mujeres que promueven los derechos sexuales y los derechos reproductivos, y con organizaciones de víctimas de violencia obstétrica. A lo interno de la Universidad, ha participado en el establecimiento de las salas de lactancia en la Facultad de Letras y en la Facultad de Educación.

Stephanie Fallas Navarro es máster en Tecnología Educativa y Capacitación Corporativa, licenciada en Administración con énfasis en Dirección de Empresas y bachiller en Administración de Empresas con énfasis en Gestión Organizacional.

Gracias a su formación, ha aportado a la Universidad un modelo de capacitación en gestión directiva para autoridades académicas y al desarrollo de estrategias y capacitación para el aprendizaje en la virtualidad. También se ha identificado con otras oportunidades de mejora de la UCR, donde ha aportado junto con personas del sector administrativo a varias iniciativas que fortalecen la democracia y el bienestar de la comunidad universitaria.

Uno de sus objetivos es visibilizar el aporte de las mujeres en la Universidad de Costa Rica a la sociedad costarricense. Como madre, entiende y quiere evidenciar las desigualdades en cuanto a la responsabilidad en la crianza y cuido de la familia y cómo influye esto en la participación en el ámbito laboral y la remuneración. Se ha interesado por la flexibilización de procesos institucionales, que sean más equitativos para que las mujeres de la comunidad universitaria puedan acceder a oportunidades educativas de grado y posgrado, capacitación técnica y profesional en balance con sus ámbitos personal, familiar y sus proyectos de vida.

Fallas, actualmente, es la representante del sector administrativo en el Consejo Universitario. Ella es la primera mujer que ocupa este puesto.

La Dra. Ruth Cubillo Paniagua es doctora en Literatura por la Universidad Autónoma de Barcelona. Actualmente, es la directora del Posgrado en Literatura y profesora catedrática de la Escuela de Filología, Lingüística y Literatura, ambos de la Universidad de Costa Rica. Entre los libros que ha publicado se encuentran Mujeres e identidades: las escritoras del Repertorio Americano (1919-1959), EUCR (2001); Mujeres ensayistas e intelectualidad de vanguardia en la Costa Rica de la primera mitad del siglo XX, EUCR (2011); Novelistas españolas del siglo de oro: la obra de Mariana de Carvajal y Saavedra, EUCR (2014), y Pobreza y desigualdad social en la narrativa costarricense: 1890-1940 (Editorial Costa Rica y EUCR, 2021). Además, ha publicado numerosos artículos en revistas especializadas.

En sus más de 20 años como docente universitaria, ha sido profesora de grado y posgrado, ha dirigido más de 20 tesis, ha desarrollado múltiples investigaciones en temas de género, literatura costarricense y literatura centroamericana; así como diversos proyectos de acción social, entre ellos el programa radial Mis lecturas por la radio. Asimismo, ha impulsado el desarrollo de nuevos ámbitos de investigación y docencia en la UCR, en especial la literatura comparada y la transmedialidad, así como la realización de investigaciones inter y transdisciplinarias.

La Dra. Cecilia Díaz Soucy es docente de la Facultad de Educación, en el área de Administración de la Educación no Formal, y es miembro del Observatorio de la Educación Nacional y Regional del Instituto de Investigación en Educación de la UCR. Fue fundadora e integrante del Centro de Estudios y Publicaciones Alforja de Costa Rica.

Se le reconoce por su trabajo constante y comprometido en procesos socioeducativos que posibilitan una mayor inclusión, solidaridad, y equidad. El qué, cómo y por qué las mujeres necesitan espacios propios de convivencia y elaboración social han sido parte de sus investigaciones y publicaciones.

Sus indagaciones la han llevado a transitar una variedad de temas y abordajes en torno a la mujer, la teoría feminista, la educación popular y las mujeres campesinas. Esto se refleja en publicaciones como Ciudadanas concretas, visibles y notables, ¿un sueño posible?; Pensar la cultura política desde las mujeres; Experienciario: reflexiones en la cotidianidad con mujeres rurales; Reconociendo poderes entre mujeres: subjetividad feminista y liderazgos.

La Dra. Nadia Ugalde Binda es una de las mujeres que hacen la diferencia con su sello de calidad. Actualmente, es una de las cinco investigadoras más citadas en América Latina en temas de contabilidad. Es profesora de la Escuela de Administración de Negocios y docente de cursos sobre costos avanzados, costos en decisiones de corto plazo, costeo y contabilidad.

 

Katzy O`neal Coto
Periodista, Oficina de Divulgación e Información

UNA: Ciberbullying impacta a colegiales

  • Las investigadoras María Ester Morales –coordinadora-, Margarita Villalobos y Ana Lucía Chaves, del Ineina, presentaron el estudio “Ciberbullying: conociendo su impacto en el desarrollo socioemocional de la población adolescente y reflexionando acerca de posibles formas de prevenirlo”.

 

Cambios de humor repentinos, tristeza, desgano para realizar actividades cotidianas, deterioro de habilidades sociales, aislamiento, baja autoestima e inseguridad, y reticencia a hablar de situaciones de acoso en las redes, son parte de los síntomas socioemocionales que suelen presentar adolescentes víctima de ciberbullying y que ceben “encender la alerta” entre familiares y docentes.

Así lo reflejó el estudio “Ciberbullying: conociendo su impacto en el desarrollo socioemocional de la población adolescente y reflexionando acerca de posibles formas de prevenirlo”, presentado por las investigadoras María Ester Morales –coordinadora-, Margarita Villalobos y Ana Lucía Chaves, del Instituto de Estudios Interdisciplinarios de la Niñez y Adolescencia (Ineina) del Centro de Investigación y Docencia en Educación de la Universidad Nacional (Cide-UNA), el pasado 14 de marzo en el Auditorio Marco Tulio Salazar.

La investigación se realizó en cuatro colegios de las provincias de San José y Heredia, con la participación de 447 (de 7º a 11º), tomando en cuenta que el uso de medios de comunicación tecnológicos son parte de la cotidianidad de las personas en el país, especialmente de los adolescentes y jóvenes. También se entrevistó a 3 directores, 31 docentes y 143 familias.

Agresión en la red

En el caso de los estudiantes de 7º , 8º, y 9º, el 23.7% (64) admitió haber sido víctima de acoso cibernético por redes sociales –fundamentalmente Facebook- llamadas telefónicas y mensajes de texto y fotografías por internet (whatsapp)-, en tanto que entre la población de 10º y 1º nivel, el porcentaje llega al 16.9% (30 alumnos).

La mayoría de los jóvenes tienen claro que el término ciberbullying se refiere al maltrato por internet y medios tecnológicos. Entre las formas en que se ha reflejado este acoso, los colegiales consultados expresan: “han contado mentiras o chismes falsos sobre mí por medio del celular o internet”, “me llaman constantemente por el celular y no contestan cuando respondo”, “me han enviado han colgado en la red, rumores sobre mí para dañar mi reputación”.

La población colegial afectada puso en evidencia, con sus propias palabras, el impacto que el ciberbullying de que han sido objeto les ha afectado en su vida personal, principalmente lastimándoles la autoestima y provocándoles sentimientos de miedo y desconfianza.

“Es feo que hablen de uno y siempre logran bajarme un poco la autoestima”, “a veces duele y asusta, pero depende de lo que sea, sigo adelante y me defiendo”, “creía mi vida terminada, no quería ser humillada por las amenazas”, son algunas de las quejas que reflejan el daño socioemocional que sufren quienes son víctima de acoso cibernético.

Tras la pantalla y el teclado de sus teléfonos celulares “inteligentes”, los jóvenes acosadores -11.1% de los estudiantes consultados de 7º a 9º y 10.1% en 10º y 11º, cumplen sus objetivos, como aquellos que mencionaron en el cuestionario al consultárseles ¿por qué lo hacen?: “para molestar”, “por broma”, “por venganza”, “me cae mal”, “me hace sentir bien”, “para llamar la atención”, “por ayudar a un amigo”.

No por casualidad, cuando se les pide enviar mensajes a sus agresores, los jóvenes acosados a través de la red Internet expresan: “le ofrecería terapia psicológica”, “que no sea troglodita y deje vivir en paz a los demás”, “que las personas débiles algún día serán fuertes”, o “que si me quieren decir algo que me lo digan en la cara de forma respetuosa”.

Para derrotar la inacción

Aunque cerca del 40% de los estudiantes consultados reconoció que conoce de casos de ciberbullying en su centro educativo, una gran parte no informó sobre estos (cerca del 40% entre 7º y 9º, y más del 55% en 10º y 11º ) por razones como “no me importa”, “no es amigo cercano”, “ya todos sabían”, “no es mi problema”, “no me interesa”, “para no aumentar la humillación”… Para las investigadoras del Cide, de las respuestas de los jóvenes se infiere el desinterés de los jóvenes hacia este tipo de acoso a sus propios compañeros.

Precisamente, entre las recomendaciones que las investigadoras de la UNA hacen al estudiantado para prevenir el acoso cibernético, destacan informar acerca de este a los adultos responsables de su protección, aprender a protegerse no brindando información privada a personas ni a los “supuestos amigos” de la red, e indicar a quien abusa de otros mediante internet, que está cometiendo un delito.

A los centros educativos las especialistas les sugieren elaborar un programa de prevención del ciberbullying y a los docentes, capacitarse en el tema y apoyarse en la legislación existente para implementar el debido proceso ante los casos detectados.

En el caso de las figuras parentales, las investigadoras recomiendan asesorar , delimitar y supervisar a los hijos e hijas en el uso conveniente de las redes sociales; establecer relaciones familiares basadas en valores como la responsabilidad, el respeto, el diálogo, la confianza, el afecto, el apoyo y la protección, y prestar atención al comportamiento de sus hijos e hijas para intervenir a tiempo en caso de detectar cambios significativos en su conducta.

El estudio

La investigación “Ciberbullying: conociendo su impacto en el desarrollo socioemocional de la población adolescente y reflexionando acerca de posibles formas de prevenirlo” se realizó, mediante cuestionarios dirigidos a 447 estudiantes, 3 directores, 31 docentes y 143 familias de cuatro centros de enseñanza media de las provincias de San José y Heredia: Colegio Cooperativo de Educación Integral de Coronado, Colegio Cristiano Bilingüe La Palabra de Vida, Colegio de San José de la Montaña y el Colegio Santa Cecilia (solo participaron estudiantes).

Los estudiantes que llenaron los cuestionarios cursaban los diferentes niveles educativos de 7º a 11º, con edades entre 12 y 19 años.

El ciberbullying puede provocar efectos nocivos en la persona acosada, perturbación en las relaciones sociales, bajo rendimiento académico, sentimientos de incomprensión en las relaciones familiares, rasgos obsesivos o depresivos e incluso pensamientos suicidas.

 

Información tomada de: http://www.una.ac.cr/

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