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Etiqueta: jornada 4×3

Del Rastro a la Asamblea Legislativa

Vladimir de la Cruz

Hace casi 80 años nací en la Maternidad Carit, al sur de la Estación del Ferrocarril Eléctrico al Pacífico, gracias a las maravillosas manos y al talento científico médico del Dr. Jorge Vega Rodríguez, primo hermano de mi abuelita materna, que atendió a mi madre en la difícil labor de parto que tenía, en estado de inconsciencia, por una preeclampsia, una complicación del embarazo en la cual presentaba presión arterial alta y otras afecciones. El Dr. Vega Rodríguez salvó a mi madre y a mí, mediante el uso de los fórceps que son como dos grandes cucharas que el médico las utiliza para guiar la cabeza del bebé fuera del vientre en la vía del parto, que se usaban para jalar niños en esas condiciones difíciles de parto. Quedé con dos pequeñas marcas en mi cabeza, de ese jalonazo, que me pudo haber producido daños como a veces sucedía en esos partos difíciles. Hoy, para evitar estas situaciones de partos difíciles de una vez se acude a la cesárea.

Mi infancia la hice en esa zona. Vivíamos 100 al sur de la Escuela Ricardo Jiménez y de la Claudio González Rucavado, que era la misma, según funcionaba para niñas o niños. La casa era la última. Seguían los cafetales que se extendían desde allí por todo el Barrio San Cayetano, que luego surgió.

La Escuela Rucavado fue mi escuela pública. Era muy buena y más buena mi querida maestra, de primero a sexto grado, que nunca he olvidado, la niña Julieta Vives de Vargas. Hacia los 200 metros al este llegó a estar el parque Escarré, de beisbol, y 200 metros más al este estaba el Rastro de la ciudad.

El Rastro eran las instalaciones físicas destinadas al sacrificio y destace de ganado y de cerdos. No recuerdo si era municipal o no, como Rastros habían en otras municipalidades, bajo la responsabilidad de las municipalidades.

El Rastro era una edificación inmensa, a mis ojos de niño, gigantesca, por lo menos de unos 50 metros por 60 metros, donde se destazaban, por lo menos, de 10 a 20 reses a la vez, al menos eso era lo que me parecía, en una tarea que se prolongaba por varias horas. También se destazaban cerdos. El destace de cerdos se hacía en una parte separada, a la par de donde se destazaban las reses, en una esquina del establecimiento.

No recuerdo que allí se hiciera destace de ovejas o cabras, que no eran parte de la comida popular de aquellos días. No recuerdo tampoco el destace de caballos, lo que a veces se practicaba.

Por llamársele Rastro se entendía que el destace era superior a las 100 o 150 reses diarias, mientras que los mataderos se caracterizaban por el destace de menos o de pocos animales.

A la par de la edificación del destace estaban los corrales donde estaba el ganado listo para hacerlo entrar al destace, lo que se hacía por un canal que conducía a una puerta al sur del edificio.

Allí se llevaban las reses donde estaban los carniceros o destazadores. Se colocaban las reses a distancia entre ellas. El que tenía la tarea de destace se acercaba a la res y con un cuchillo le cortaba la yugular, interrumpiendo el flujo de sangre de la cabeza al corazón. Inmediatamente salía un chorro de sangre, que lo esperaba una fila larga, a veces de más de 10 personas, con un vasito cada una, que lo ponían al frente del chorro de sangre para bebérselo, y volvían a hacer la fila para repetir la draculesca ceremonia. El sangrado era rápido y completo. Yo nunca bebí sangre. Tan solo asombrado veía como se repetía aquella danza alrededor de la res que iba desangrándose, debilitándose y cayendo al suelo.

Estaba ahí porque era bastante público el espectáculo de la matanza de reses, y abierto el acceso de las personas tomadoras de sangre, y de los mirones del sacrifico de las reses, que se repartían en los diferentes sitios donde estaban destazando.

Caída la res, otro carnicero o destazador, realizaba un corte para abrir el vientre, sacar las vísceras, que se colocaban aparte, en una mesa, donde rápidamente las veían o examinaban y separaban para lo que seguía…garantizar su consumo humano.

El corte de la res se hacía con una incisión longitudinal de la piel desde el esternón hacia abajo, para facilitar el posterior desollado.

En los corrales se apreciaban y se jugaba con las reses, siempre con el cuidado de algún ataque, que no era frecuente. Los corrales estaban al aire libre y allí estaban concentradas las reses. De los corrales al matadero pasaban las reses por un pasillo o canal, sin que pusieran resistencia. Las reses las conducían amarradas hacia el lugar de destace prácticamente sin ninguna oposición hacia su muerte.

No era igual con los cerdos, que parecía que sí tenían conciencia de lo que les iba suceder. Los cerdos entraban “llorando”, “gritando”, “clamando que no los sacrificaran”, “resistiendo a su sacrifico”, que no podían evitar. Esta resistencia la he visto en fincas cuando sacrifican un cerdo.

Había personas que se encargaban de lavar, con una manguera, echando agua en el piso, la sangre del suelo.

Así pasaba, de vez en cuando, parte de mi tiempo libre de niño, de barrio del sur, viendo esa parte de la vida diaria de la ciudad capital.

Años más tarde, ya de profesor universitario, solicitaba permiso, que siempre me dieron, a uno de los Mataderos modernos para llevar estudiantes para que observaran el procesamiento del destace de ganado.

A diferencia de aquel Rastro el proceso era científico, absolutamente limpio, como un quirófano. No se veían los corrales. Se asistía a una sala donde se veía venir una res por un pasillo estrecho, hasta un punto donde se detenía la res. Todo el personal debidamente vestido con batas como si fuera un personal de un quirófano hospitalario. En ese punto se producía un “disparo”, que no se oía detonar, electrónico, en la cabeza de la res, que se hace con una llamada pistola de noqueo, donde se ubica el punto en la sien del animal, para la “muerte” del mismo, para provocarle un estado de inconciencia inmediata que evita el sufrimiento del animal.

Hecho ese “disparo” el animal cae, y con una velocidad asombrosa lo voltean, lo cuelgan de las patas delanteras y en esa posición un “veterinario”, o un destazador especializado, le hace un corte en la piel con un cuchillo, saca las vísceras que las llevan a una mesa donde un veterinario las analiza y las autoriza para su consumo. La sangre toda se recoge junto con agua que se usa para limpiar el suelo diseñado para recoger la sangre. Igualmente, se separa rápidamente la piel que se amontona a un lado y se somete de manera inmediata a procesos de tratamiento para su comercialización. Aquí nada se desperdicia. Este proceso moderno de destace es lo que caracteriza la calidad a nivel nacional o internacional de los cortes de carne y los subproductos de la misma.

En estos mataderos modernos todo está debidamente planificado desde los corrales donde está las reses, el tratamiento de los desechos líquidos y sólidos, hasta los pasos que se siguen para llevar las carnes a las cámaras de refrigeración, para el procesamiento final de la carne para consumo humano, sujeto todo a rigurosas medidas sanitarias y de salubridad.

Con los Rastros existieron mataderos clandestinos de reses y mataderos en domicilios o casas, que se acabaron con los mataderos modernos.

En los Rastros o mataderos modernos todas las reses están debidamente identificadas.

En el matadero moderno las reses terminan debidamente empacadas, envasadas, refrigeras e industrializadas, listas para el consumo humano bajo estrictos controles sanitarios y veterinarios.

Cuando veo a los diputados de la Asamblea Legislativa, sometidos a un proceso excepcional, de vía rápida, para “cocinar”, unos proyectos de ley, casi sin poder opinar, razonar, y evitando debates, entre ellos de manera especial el de la Jornada de 12 horas diarias de trabajo esclavo, me recuerda justamente esas reses del Rastro de mi niñez, y los mataderos modernos de mi época de profesor universitario, donde da la sensación del disparo en la nuca a los diputados, que sin conciencia, votan lo que les mandan aprobar. Igual que las reses de estos mataderos los diputados están bien identificados y reconocidos por sus votos, ahora públicos.

Viendo la Asamblea Legislativa, me cuesta quitarme la imagen de las reses en el matadero, por la vía del degüello que hacen de ellos, de los diputados, los dueños de esas reses, de las reses legislativas, sin que protesten, sin que se opongan, sin que resistan, sabiendo o no conociendo los extremos de los contenidos legales que les imponen aprobar, de establecer a la fuerza, a la carrera como está establecida la discusión parlamentaria, para aprobar el régimen laboral privado en el país de la jornada de 12 horas diarias, que es en la práctica lo que va a suceder. Esta jornada no es solo para ciertas actividades empresariales o industriales. Se va a generalizar a todas las esferas que se pueda aplicar.

Mentira será que los trabajadores que se acojan a esta jornada pueden devolverse a su jornada de ocho horas, si no les parece. La ley tiene establecida la trampa. Pueden devolverse, pero el patrono en ese momento les puede pagar las prestaciones legales. Así dice el proyecto de ley. Pagadas las prestaciones los despiden y al nuevo trabajador lo contratan por la jornada de 12 horas o no lo contratan. De este modo, por hambre los trabajadores se someterán a esas jornadas de 12 horas diarias típicas del siglo XIX, de la época de los trabajos esclavos en las fábricas.

En la Asamblea Legislativa esos diputados que apoyan la jornada de 12 horas, por las instrucciones que les dan sus mandamases del gobierno, de sus partidos, de los sectores empresariales y esclavistas que representan, se me asemejan a esas reses que entraban al Rastro, jaladas por un mecate, sin oponer ninguna resistencia para que las mataran, o conducidas por el pasillo para recibir el tiro en la nuca, que les produce un estado de inconciencia por lo que no se daban cuenta de su muerte y destace.

En la Asamblea no los necesitan matar, porque ya están muertos en vida, los jalan para que aprueben a la fuerza ese nefasto proyecto de ley de las 12 horas diarias de trabajo esclavo.

Cuando no las jalan como en los antiguos Rastros, los conducen por los pasillos parlamentarios para darles el tiro electrónico en la nuca, para noquearlos, atontarlos, con el tiro en la nuca, para hacerlos actuar de manera inconsciente, como zombies modernos parlamentarios, como cadáveres reanimados mediante prácticas y hechizos de brujería política esclavista. Son diputados sin sangre en sus venas y arterias.

Cuando estábamos, como estudiantes, en la lucha en contra del Contrato Ley de la ALCOA, en 1969 y 1970, el diputado Rodrigo Carazo, que se oponía patrióticamente al Contrato, junto con otros diez diputados, decía que a los diputados que apoyaban el Contrato les habían pagado una cifra importante de dólares. No fue casual aquel cartel de las marchas de protesta que decía “¿Diputados, how much?” ¿Estamos en una situación similar, que les estén pagando a diputados alguna extra por aprobar la jornada de 12 horas de trabajo esclavo?

Sinceramente, deseo que el Edificio de la Asamblea Legislativa no se vea, ni aprecie, como el viejo Rastro de San José o como el moderno Matadero de Montecillos…con sus respectivas reses en fila, sin ni siquiera chistar, camino al matadero de la aprobación del Proyecto de la Ley esclavista de las 12 horas diarias de trabajo.

 

Compartido con SURCOS por el autor.

La seguridad ciudadana no puede esperar

Vladimir de la Cruz

El Presidente de la República, en la convocatoria de las sesiones extraordinarias de la Asamblea Legislativa, que son de su iniciativa, impulsó, mediante una maniobra tramposa, un acuerdo legislativo para que la totalidad de los diputados funcionaran como Comisión en las sesiones plenarias, para discutir dos proyectos de ley, de su interés y de un grupo de esclavistas modernos que lo rodean, relacionados con la seguridad ciudadana y con la reforma al régimen de trabajo en Costa Rica, estableciendo jornadas de trabajo de 12 horas diarias.
Que el Plenario Legislativo pueda operar como Comisión está reglado y se puede hacer. La trampa está en la velocidad con que quiso se tramitaran esos proyectos, en quince días, de manera que la totalidad de los diputados trabajara una hora y media en la mañana y otra hora y media en la tarde en cada uno de esos Proyectos de Ley, condicionando los proyectos para que se vean en conjunto, de esa forma, o no se atiendan.
La discusión así planteada es una burla a la discusión parlamentaria y a la atención que los diputados deben poner en la discusión, análisis o debate de los proyectos de ley. Ese método es para distraer y debilitar las discusiones de los diputados y para imponer una aprobación legislativa dando órdenes de aprobación de esas leyes a los diputados, como si fueran una manada de borregos legislativos, diputados que se someten dócil y pusilánimemente a voluntades ajenas, del gobierno o de sus propios partidos.
Con motivo de que el Proyecto de Ley de jornadas de trabajo de 12 horas diarias ha provocado dudas en algunos diputados de los partidos, especialmente de Liberación Nacional y la oposición de los diputados del Frente Amplio, no ha encontrado el suficiente apoyo para ese trámite rápido, el Presidente ha decidido retirar ambos proyectos de la agenda legislativa.
Retirarlos, por ahora no significa nada en la práctica, porque no se han devuelto al trámite normal de las comisiones legislativas. Los ha dejado latentes para introducirlos cuando les quiebre los brazos a los diputados bajo “presión pública”, que es lo que quiere originar. Simplemente, el Presidente los ha sacado del trámite de discusión chantajeando a los diputados en la disyuntiva de que si no se discute el proyecto de jornadas de trabajo de 12 horas diarias, no se discute el de seguridad ciudadana.
Con esto el Presidente ha evidenciado que ninguno de los Proyectos tiene la importancia que él mismo les ha dado. De hecho, el Proyecto de seguridad no tiene significado para él. Si lo tuviera, lo impulsaría para su trámite sin importarle que se apruebe el de jornadas de 12 horas o cualquier otro proyecto.
Al Presidente no le interesa la seguridad ciudadana porque la inseguridad es parte de su negocio gubernativo, y de aquellos grupos que viven de la provocación de esa inseguridad. La inseguridad sirve para negocios, discursos y para fortalecer su imagen de autoridad, de hombre fuerte que quiere enfrentar esa inseguridad y advertir el establecimiento de un estado de excepción cómo ya lanzó la noticia provocando y analizando las reacciones que ello tendría.
Es un chantaje vulgar el que hace el Presidente sobre los diputados tratando de exhibirlos en que no quieren discutir y aprobar la legislación de seguridad, porque no quieren discutir al mismo tiempo el proyecto de las 12 horas diarias de trabajo. Son cosas diferentes. El de mayor importancia es el de seguridad, no el de las nuevas jornadas de trabajo.
Para el Presidente en nada alteraría que se discutiera primero y de manera exclusiva, en todo el tiempo legislativo, el proyecto de seguridad ciudadana, y después se hiciera lo mismo con el de la jornada diaria de 12 horas.
Si el Presidente quisiera realmente ponerse una prenda que lo distinga, en su solapa, debe apretar el acelerador en el Proyecto de Ley sobre la seguridad ciudadana. Se le va a agradecer y reconocer.
La seguridad ciudadana no puede esperar.

Unidad En la Acción Sindical: Proyecto 4X3 es una “bofetada” a la clase trabajadora

Comunicado

Jornada de 12 horas expondrá a trabajadores a la delincuencia

Los representantes de la Unidad En la Acción Sindical (UAS) Maikol Hernández Arias Secretario General de la Federación Nacional de Trabajadores de la Agroindustria, Gastronomía, Hotelería (FENTRAG), y Lenin Hernández Navas Secretario General del Sindicato Nacional de Enfermería y Afines, (SINAE AFINES) califican como una “bofetada” a la clase trabajadora la decisión de los partidos Liberación Nacional, la Unidad Socialcristiana y el Partido Progreso Social Democrático agilizar el trámite del expediente que implementa la jornada de 12 horas.

La UAS deplora la maniobra política del gobierno para hacer pasar el proyecto 21.182 sin escuchar a los trabajadores e imperando el criterio empresarial y político; modificando la jornada laboral de ocho horas, siendo una de las mayores conquistas de la clase trabajadora.

“El proyecto de ley, así como está, es una nueva forma de esclavitud moderna, porque precariza las condiciones laborales y salariales porque no es una jornada excepcional, como lo quieren hacer ver, se puede aplicar a todo tipo de actividad”, subrayó Lenin Hernández Navas de la UAS.

Hernández Navas manifestó, que mientras, los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) reducen la jornada laboral semanal de 4X 3 hasta 10 horas, por día, y 40 semanales, bajo el lema menos horas de trabajo, mayor productividad, e igual salario, en Costa Rica hacemos todo lo contrario.

El representante del SINAE AFINES criticó que los diputados de Liberación Nacional y la Unidad Socialcristiana, así como, del Partido Progreso Social Democrático se ponen de acuerdo para cambiar la calidad de vida de los y las trabajadores. Considera que esta jornada laboral expone a los trabajadores y trabajadoras a la delincuencia y perjudica a los jóvenes porque tendrán menos posibilidades de estudiar.

Por su parte Maikol Hernández Arias Secretario General de FENTRAG, recordó, que desde el 1 de marzo, la UAS sostuvo una reunión con representantes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) donde expresaron su preocupación por la forma en que este gobierno pretende irrespetar los convenios internacionales.

El líder sindical advirtió, que esta Asamblea Legislativa, quiere hacer una involución de los derechos laborales, porque implementar una jornada de 12 horas de manera abierta en cualquier labor industrial o comercial; es un retroceso a los derechos laborales, sobre todo, en el tema de la salud ocupacional, porque implica un deterioro físico, y mental de los y las trabajadoras.

El proyecto que se discutirá en la Asamblea Legislativa contempla Reforma a los Artículos 136,142, y 144 y adición de los artículos 145 Bis y 145 Tercero del Código de Trabajo, para actualizar las jornadas de trabajo excepcionales.

Jornada 8 horas diarias desde 1920

De acuerdo con el catedrático de la Universidad de Costa Rica e historiador Vladimir de la Cruz la jornada de trabajo de 8 horas diarias, fue establecida en diciembre de 1920 y fue regulada constitucionalmente en el año 1943, en la Constitución de 1871, cuando se agregó, el Capítulo de las Garantías Sociales, junto con las jornadas nocturna y la jornada mixta, diurna nocturna.

Los representantes de la UAS insisten en que, a pesar de las bondades que le atribuyen a la jornada flexible hay preocupaciones por las afectaciones que tendría en la fuerza laboral porque:

  • No contempla el tiempo de cuido de menores y adultos mayores, asumido principalmente por mujeres, quienes se verían excluidas de las opciones laborales por falta de tiempo para cumplir con ambos trabajos.
  • Desaparecería la opción de realizar horas extra después de la jornada normal de trabajo, lo cual actualmente representa un ingreso adicional para las familias que lo necesitan.
  • Es probable que los 3 días de descanso se destinen a otro trabajo, favoreciendo la precarización e informalidad laboral.
  • Afectaría la salud, tanto física como mental, porque el aumento en horas laborales también aumenta el cansancio y disminuye el tiempo en familia, el tiempo para la recreación, para alimentarse adecuadamente y para realizar ejercicio. Esto también puede afectar la productividad.
  • Además, la reforma puede convertirse en un desincentivo en cuanto a la contratación de mujeres, de personas que realizan labores de cuido, de estudiantes que trabajan y estudian a la vez, de personas con alguna discapacidad o enfermedad que no puedan asumir esta jornada y el patrono prefiera no contratarles, lo que aumenta la exclusión y la desigualdad en cuanto al acceso a oportunidades laborales.

PAC se opone a las jornadas de 12 horas por ser incompatibles con las garantías laborales tuteladas en la Constitución Política

Comunicado
29 de abril del 2023

El Comité Ejecutivo Nacional y la Comisión Política han considerado necesario externar su oposición respecto al proyecto de las jornadas de 12 horas (Expediente 21182). Es de conocimiento público que el mencionado proyecto de ley generó, a lo interno del partido, amplia discusión y posiciones contrapuestas, normales en un partido democrático.  Sin embargo, lamentablemente estas posiciones no fueron canalizadas adecuadamente dentro de la institucionalidad partidaria.

Entre los temas abordados en este proyecto, sobre el cual reiteramos nuestra oposición, aclaramos los siguientes aspectos:

1.         El proyecto fue presentado y apoyado en la legislatura anterior por el Partido Liberación Nacional.

2.         Ante un escenario de minoría, con imposibilidad de paralizar el proyecto en ese momento, la mayoría de la fracción del PAC optó por la estrategia de mejorar el texto para que las jornadas fueran excepcionales, de carácter voluntario y que no incluyeran a las mujeres en período de lactancia o embarazo. También se propuso promover mejoras en el área de Inspección Laboral del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.

3.         La Fracción votó en contra del proyecto en comisión y recomendó su rechazo.

4.         El proyecto contó con oposición del partido, en particular del diputado Welmer Ramos y de amplios sectores de la base partidaria.

En las sesiones del III Congreso Ciudadano, este partido ha reiterado la necesidad de abordar las nuevas realidades laborales dentro de un marco normativo y regulatorio, sustentado en los derechos laborales tutelados en la Constitución Política y en los Objetivos del Desarrollo Sostenible, que garanticen condiciones de bienestar a la población trabajadora y especialmente de las mujeres. La propuesta programática y nuestra acción política, que incluye los últimos 8 años de labor PAC en el Poder Ejecutivo, Legislativo y Municipal, están siendo analizadas con profundidad en el marco del III Congreso Ciudadano, todavía en proceso, y en los diálogos partidarios promovidos recién concluida la elección presidencial.

Por las razones anteriores manifestamos nuestra rotunda oposición al proyecto de ley.

A las diputaciones que adversan este proyecto externamos nuestro apoyo y les instamos a que continúen con firmeza. Finalmente, hacemos un llamado a la militancia y a la ciudadanía a manifestarse en contra de este proyecto este 1° de mayo.

El pacto de los Rodrigos: Presidencia Legislativa por la jornada 4×3

Albino Vargas, secretario general de la ANEP, revela que el apoyo del presidente Rodrigo Chaves a Rodrigo Arias de Liberación Nacional para que continúe en la presidencia del Parlamento, se trata de un acuerdo de favores, en el cual se negocia la presidencia de Arias por la jornada 4×3 que defiende Chaves para empresas de su interés. 

Albino menciona que esto es corrupción política y hace un llamado a marchar por la defensa de la jornada laboral el 1 de mayo.

 

Imagen ilustrativa.

Posición de la Unidad en la Acción Sindical respecto a la necesidad de incluir el criterio de los trabajadores en la discusión de jornadas flexibles

La Unidad en la Acción Sindical (UAS) compartió en un comunicado y en vídeo su criterio y posición respecto a que la discusión del proyecto de ley, actualmente en el Plenario, sobre el cambio en la legislación nacional en materia laboral sobre las jornadas flexibles, el “proyecto 4/3”, que consiste en reformar los artículos 136, 142 y 144, y adicionar los artículos 145 Bis y 145 Tercero del Código de Trabajo, modificando así la jornada de 8 horas diarias a 12 horas, reduciendo así también la cantidad de días en los que se laboran semanalmente. 

Como parte de esta posición, Maikol Hernández Arias, secretario general de la Federación Nacional de Trabajadores de la Agroindustria, Gastronomía, Hotelería y Afines (FENTRAG) cuestionó a los diputados de la Comisión de Asuntos Hacendarios el que no tomen en consideración en la discusión del proyecto los criterios y posiciones de los trabajadores del sector privado. 

Ante esto, la UAS envió el pasado 3 de febrero una nota a Paulina Ramírez Portugués, presidenta de la Comisión de Asuntos Hacendarios, para que tome consideración y como parte de los criterios y posiciones en la discusión del proyecto a los representantes de los trabajadores privados. Adicionalmente, comentan los posicionamientos del representante de FENTRAG; en el que esta modificación laboral conlleva un retraso laboral al logro de lo que se estableció en Estados Unidos e Inglaterra en 1866, de igual forma que es retroceder más de un siglo en cumplimiento con lo que establece la Organización Internacional del Trabajo (OIT), y en el que de llevarse este cambio las mujeres serían las más perjudicadas. Se comparte también la posición de Lenin Hernández Navas, miembro de la UAS y secretario general del Sindicato de Enfermería y Afines (SINAE AFINES) en el que afirmó que todo cambio a la legislación laboral debe de ir acompañado por la inspección del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS).

En el vídeo compartido también plantean y se hace énfasis en la importancia de tomar en consideración los siguientes puntos: contemplar las condiciones de trabajo de los diversos sectores y actividades laborales y de esta forma, comprender la forma en la que todos los grupos se verían afectados de llevarse a cabo la modificación a la legislación laboral y también, destacan las falencias por parte del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social a la hora de hacer que los derechos de los trabajadores se cumplan; se plantean que hay múltiples denuncias por parte de trabajadores y en las que hay un déficit en las inspecciones de seguimiento a los casos denunciados, por tanto plantean que los trabajadores deben ser tomados en consideración en la discusión y negociación del proyecto.

Relator de ONU preocupado por impacto en salud física y mental de trabajadores con proyecto de jornada de 12 horas

El relator especial sobre formas contemporáneas de esclavitud externó inquietudes en temas de legislación al finalizar su misión (Foto de Katya Alvarado). Semanario Universidad.

Por Mario Bermúdez Vives

SURCOS comparte la siguiente producción del Semanario Universidad:

El Relator Especial sobre formas contemporáneas de esclavitud Tomayo Obokata, quien realizó una misión para evaluar las condiciones del país en esta materia del 16 al 25 de noviembre, externó una preocupación por la discusión del proyecto de Jornadas de 12 horas (conocido como jornada de doce horas, o jornada 4×3), que se discute en la Asamblea Legislativa bajo el expediente 21.182.

Obokata incluyó el tema en el informe final de su misión, promovida por las Naciones Unidas, en la sección de desafíos. «El Relator Especial está preocupado por la discusión que hay en torno a un proyecto de ley que tiene por objeto reestructurar las jornadas de trabajo a 12 horas durante 4 días seguidas de 3 días de descanso».

Consultado sobre los temas de legislación que el país debe implementar para avanzar en la lucha contra formas de esclavitud modernas y las que se deberían evitar para no generar retrocesos, mencionó este proyecto, por los impactos que puede tener en la salud mental de los trabajadores y los posibles efectos en la salud física. Precisamente el tema de las jornadas extendidas en sectores como la agricultura fue otro de los elementos de preocupación citados en el informe.

Además, Obokata mencionó su inquietud por los efectos que puede tener esta normativa en responsabilidades de cuido de niños o adultos mayores que pueden tener los trabajadores, y que se verían afectadas, especialmente en los casos de las poblaciones más vulnerables.

En contraste, Obokata considera que el país debe impulsar discusiones en el Parlamento que propicien la defensa de comunidades marginales y garantizar el acceso a la justicia de posibles víctimas de formas de discriminación laboral. También recomendó fortalecer el área de inspección laboral, y las sanciones a las personas y empresas que violenten los derechos humanos.

El tema de las posibles afectaciones a los derechos humanos del proyecto de Jornadas Flexibles ha sido parte de la polémica alrededor de este texto, que el gobierno impulsa como una forma para modernizar las condiciones de trabajo. La legisladora oficialista Pilar Cisneros ha insistido en que se trata de una normativa que solo se adoptaría por consenso y limitado a pocos casos, y que permitiría generar más empleos.

Sin embargo, organizaciones como el Foro de Mujeres Políticas de Costa Rica consideran que la propuesta viola protecciones constitucionales a la niñez y a la mujer. A su vez, estimaciones de INS y el INEC sobre la cantidad de trabajadores que podrían verse incluidos dentro de las nuevas condiciones van desde los 300.000 hasta el millón de asalariados, según datos publicados por UNIVERSIDAD.

¿Ya se pusieron de acuerdo TODOS los partidos políticos en la Asamblea Legislativa para violentar la Constitución Política…una vez más?

Martín Rodríguez Espinoza

—- El refresco sin azúcar, por favor, estoy a dieta – -dice el comensal a la salonera, y agrega — y una tajadita de queque de chocolate.

Así, parece que están algunos diputados y diputadas en la Asamblea Legislativa con el proyecto de Ley 21.182 para «flexibilizar las jornadas del trabajo», y que permitiría establecer jornadas laborales de 12 horas.

Al filo de la tarde de este miércoles 7 de setiembre de 2022, el Gobierno modifica plan de jornadas excepcionales, y con la participación de diputados y diputadas, «disminuye cantidad de horas laborables», según lo que pretendían los empresarios. Ahora buscarán su aprobación en el Congreso.

«Refresco sin azúcar y una tajada de queque», diría el comensal en el restaurante.

La violación de la Constitución Política, a poquitos o de golpe es lo mismo, una violación a los derechos fundamentales establecidos en ella.

«El infierno está empedrado de buenas intenciones», diría el viejo refrán. Una versión «light» de ese proyecto de Ley para que sea digerible, no lo hace agradable.

El Artículo 58 de la Constitución Política indica que: «La jornada ordinaria de trabajo diurno no podrá exceder de ocho horas diarias y cuarenta y ocho horas a la semana. La jornada ordinaria de trabajo nocturno no podrá exceder de seis horas diarias y treinta y seis a la semana. El trabajo en horas extraordinarias deberá ser remunerado con un cincuenta por ciento más de lo sueldos o salarios estipulados. Sin embargo, estas disposiciones no se aplicarán en los casos de excepción muy calificados, que determine la ley.»

Pero, además, está más que demostrado que en Costa Rica los grandes empresarios violentan este Artículo Constitucional, a vista y paciencia del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, MTSS, y lo que quieren es «legitimar» el ROBO de horas laborales de los trabajadores y trabajadoras.

Ningún endulcorante dietético va a endulzar esta amarga violencia contra los derechos fundamentales de la clase trabajadora y NO DEBE SER PERMITIDO.

La mentira del 4×3

Mientras que en Europa y Estados Unidos buscan reducir las horas laborales de los trabajadores, en Costa Rica la mafia político empresarial busca lo contrario, explotar aún más a los trabajadores mal pagados y robados.

No hay posibilidad de que una trabajadora, un trabajador, trabaje más de 8 horas (10, 11 o 12) diarias durante 4 días seguidos y que tenga LIBRE 3 días, es imposible. Primero porque los días libres siguen siendo los mismos, UNO, y los otros 2 debe llegar a un «acuerdo» con el patrono para ver si los trabaja o no, «según las necesidades» del patrono.

Las mujeres, en plena desigualdad salarial y laboral, será la que más pierda, pero perderá toda la clase trabajadora.

Además, regalarle horas laborales al empresario (o empresaria) afectará el aguinaldo, vacaciones, cesantía, incapacidades, pensión, etc, de todos los trabajadores por igual.

¿Qué dirá la «mejorada» versión de este nefasto proyecto de Ley 21.182?, no importa, cualquier cesión de Derechos Laborales y económicos, es una infamia de quienes estén de acuerdo con ella.

¿Cuál debe ser la respuesta de la clase trabajadora y sus organizaciones sindicales?, rotundamente en contra, con todo.

Jornadas de 8 horas ¿Un derecho en vías de extinción?

La abogada Rosaura Chinchilla Calderón y el historiador y exembajador Vladimir de la Cruz de Lemos, hablan acerca de los actuales intentos por ultrajar el Código de Trabajo en Costa Rica dentro del programa “Temas Jurídicos Actuales”, de la Facultad de Derecho de la UCR. La presentadora y el invitado, se enfocan en  las implicaciones reales de la jornada 4/3 que intenta extender la jornada laboral de 8 a 12 horas diarias durante 4 días de la semana.    

En el siguiente enlace de Spotify podrá disfrutar el episodio de podcast: 

Una obrera opina sobre la jornada laboral 4/3 – Segunda parte

Isabel Ducca D.

En algunas épocas del año, en la palma se trabajan horas extras.  Ese tiempo le levanta a uno el aguinaldo, le levanta las vacaciones; no es mucho, pero si a uno le vienen mil colones más en la semana, son mil colones que usted no los tenía.  Entonces, se va a dejar de recibir eso con este cambio de horario.  Ese tiempo adicional significa que nuestro salario aumenta porque se paga a tiempo y medio o a tiempo doble los domingos. ¿Qué pasaría si entra a regir este proyecto? Son miles de horas cada mes que van a pagar a tiempo normal.

Yo me gano 10.875 colones diarios, ese es mi salario y el salario de todos los trabajadores y trabajadoras aquí.  Lo mismo ganaría en esa jornada de explotación que este gobierno está proponiendo.  Este proyecto empobrece, sacrifica a los más pobres, establece en la práctica jornadas de catorce horas, sumándole el tiempo de traslado, el tiempo que hay que madrugar.

Cada día del trabajo la mayoría lo hace bajo el sol, bajo la lluvia.  Si en la mañana está haciendo sol, en la tarde cae el aguacero y ahí no tienen donde resguardarse.  Tampoco podrían resguardarse porque entonces les dirían que están abandonando su trabajo, todo eso va afectando en la salud del trabajador.

La intensidad del trabajo nos afecta mucho. Las parcelas o los centros fruteros, que les llamamos acá, no son iguales todos; hay algunos que tienen más “sectariaje” que otros.  Una recolectora va a un centro que puede tener cinco hectáreas para adentro, puede tener tres, cuatro, dos o una, pero todo eso tiene que caminarlo y agacharse, recoger el poquito de fruta.  Los compañeros tienen que cortar esa fruta; en algunos casos, la palma puede llegar a medir hasta catorce o quince metros.  ¿Ustedes saben lo que es mantener una varilla de esas para cortar una fruta de esa altura?  El desgaste en los hombros, en los brazos, en la nuca.  Salen super agotados en las primeras tres, cuatro horas, ¡ahora, aumentarles más horas de ese trabajo!  Sería matar al trabajador.

No se puede trabajar catorce horas en las condiciones que tenemos nosotros acá.  En la agroindustria no, llámese palma africana, caña, piña, banano; esas labores no se pueden hacer jamás en doce horas.

También tenemos otra problemática: en las fincas, no hay servicios sanitarios; hay que llevar el agua, muchas veces se calienta con el sol que hace o con el calor; aunque no esté haciendo sol, pues si hace mucho calor, el agua, a las siete de la mañana, ya está super caliente y así tienen que tomársela porque no hay donde cambiar el agua por agua más fresca.

Tienen que llevar el almuerzo y comérselo frío porque cuando comen no tienen donde calentarlo; no tienen donde sentarse.  Si alguien tuvo una necesidad fisiológica y va, no tiene donde lavarse las manos y tal vez minutos después le toca la hora del almuerzo, tiene que sentarse a comer así, con las manos sucias.

No solamente eso, si está lloviendo, tampoco tiene donde y si tiene mucha hambre, pues tiene que comérselo así, agachada bajo una palma.  Así es bajo la lluvia o bajo el sol.

Hay que llevar las herramientas también.  Las recolectoras tienen que llevar sus sacos. Los cortadores tienen que cargar sus varillas.  Algunos lo hacen en moto, otros lo hacen en bicicleta, pero todos tienen que llevar sobre el hombro sus herramientas de trabajo.

Para nuestra salud no es posible comparar trabajar ocho horas con doce.

Sinceramente eso se ve desde un principio como un tipo de explotación laboral.

Y los únicos, los únicos beneficiarios son los empresarios.  El trabajador no.

Siempre se busca beneficiar al que más tiene, pero no a nosotros que somos los que les damos las ganancias porque, ahorita a como está el dólar, las empresas están ganando bastante, pero ganan ellos y nosotros no.

De hecho, si ustedes me preguntan por qué se ganan ustedes 10.875 colones. Yo trabajo por horas y el Consejo de salarios dice que la hora ordinaria vale 1.359 colones, eso es lo que cuesta una hora para el trabajador, de peón agrícola de labores livianas como lo tienen catalogado; así lo paga la empresa.

Las recolectoras: en el Consejo de salarios dice que la recolección es un trabajo por hora, pero la empresa no lo paga así, lo paga por kilos.  Entonces, ¿cuántos kilos tiene que hacer una recolectora para ganarse los 10.875 colones?  Tiene que recoger 320 kilos de coyol porque lo están pagando a 32 colones el kilo, ¿cuántas veces tiene que agacharse?, ¿cuánto tiene que caminar?, para que ella pueda recoger esa cantidad.  ¡Ahora, hacerlo en doce horas!  Posiblemente, les van a aumentar la cantidad que tienen que recoger, entonces va a ser mayor el desgaste”.

La abogada Rosaura Chinchilla C.  considera que la supuesta “libertad” con que los trabajadores y las trabajadoras van a aceptar la jornada voluntaria es una gran trampa porque entre el empresariado y las personas trabajadoras existe una asimetría económica y social.  No puede haber libertad para elegir de quien depende del trabajo y del empresario para la sobrevivencia.

**Para leer la primera parte siga este enlace: https://wp.me/p6rfbZ-iEU

Una obrera opina sobre la jornada laboral 4/3 – II[1]


[1] Este testimonio recoge la participación de Dania Obando en el foro: Jornada laboral de 12 horas: ¿A quiénes beneficia y a quiénes perjudica?, convocado por Alianza por una Vida Digna.

Foto: Dania Obando | Giorgio Trucchi | Rel UITA